¡Niggandola parda! [Rol moderado D - Afro]

Al parecer hoy no iba a ser mi día yo esperaba una noche tranquila sentado en una taberna mientras conversa con Yin sobre que haríamos una vez nos viésemos preparados para marcharnos de Wano. Claramente no podían salir bien mis planes yo andaba por las calles cuando al gente comenzó a esconderse en sus casas, por lo que había oído un pirata se acercaba a Wano. Este tenía fama de sangriento y despiadado que destruía todo a su paso, pero hoy no iba a tener suerte. Antes de que me diese cuenta una marabunta de piltrafas se dirigía hacia mí armados con todo tipo de utensilios. Estos iban destruyendo y quemando las cosas a su paso y se acercaban cada vez más a mi posición. Si no actuaba rápido acabarían por destruir todo aquel pueblecito costero y no queríamos eso.
Sin pensarlo dos veces salte al centro de todo aquel barullo y desenvaine mi katana realizando un giro completo sobre mí mismo. Pude oír como la katana cortaba por lo menos a siete enemigos y tras este movimiento la sacudí contra el suelo para limpiar la sangre adherida a esta. Tras esto todos se echaron un paso atrás dejando algo más de espacio y dije:

- Quién se supone que os manda y que hace molestándome en mi día de descanso. - Dije mientras encendía un cigarrillo y esperaba la respuesta de alguno de aquellos "piratas", a la vez sujetaba mi katana en el otro brazo y levanté mi cola de mono para defenderme por si me atacasen por la espalda -

Una marabunta de piratas se iba acercando cada vez más a ti, hasta el momento en el que llegaron a quedarse delante de ti, eran tres docenas de hombres, todos piratas y como habías supuesto, eran parte de la flota de aquel sanguinario del que habías oído hablar, a pesar del pequeño paso que dieron, pronto se dieron cuenta de que eran muchos más que tu así que más que temerte parecían confiados por su número, así que uno de ellos, que tenía un fusil al hombro y una antorcha en la otra mano, decidió hacer de portavoz y responderte.

-Somos la tripulación de “Dientes de hierro” Mikail, y venimos por pura diversión, no esperes que salgas impune de haber matado a nuestros camaradas, tu serás la próxima persona que morirá-Dijo mientras te apuntaba con su rifle y los demás iban haciendo lo mismo, preparar sus armas para atacarte.

Parece que vas a tener que matarlos para poder llegar hasta Mikail, pero estos se te adelantan, doce van a por ti con espadas y cuando estos acaban su ataque, que consiste en lanzarte tajos a varias partes del cuerpo, los demás empiezan a disparar sus fusiles.

Número de rivales:

Me dijeron que iba a morir y yo pensaba en mi interior la manera de librarme de aquellos piltrafillas y hacerme cargo del pez gordo. Antes de que me diese cuenta me habían rodeado y me estaban apuntando con fusiles y por si fuera poco también me atacaban varios espadachines. Yo paré varios golpes con la funda de la katana y otros con la katana, lancé un corte secó al frente abriendo en canal a los 4 objetivos que me habían atacado por ese lado. Dos se acercaron por mi espalda golpeé a uno con el rabo y giré rápidamente para propinar un fuerte golpe con la funda de la katana al otro. Había acabado con la mitad de mis rivales cuerpo a cuerpo pero no tenía tiempo como para estar perdiéndolo allí. Realicé varias katas de una manera bastante rápida desmembrando al resto de mis rivales.

Ya solo me quedaban todos los tiradores, esto si iba a ser un tema más costoso aunque si pudiera moverme rápidamente entre ellos sus rifles no servirían para nada pues se dispararían los unos a los otros. Una vez pensado esto me acerqué a los fusileros y comencé a correr entre estos. Al dispararme varias balas golpearon a sus compañeros y de esta manera abatí a un par.

Acabas con los espadachines fácilmente y los guardias armados no son un problema para ti, viendo que son tan tontos para matarse entre ellos. Pero  aún quedan algunos de ellos, que se van alejando poco a poco de ti, amedrentados por tu habilidad como espadachín, pero justo antes de que salieran corriendo, algo les hace cambiar la expresión, unos hombres se acercaban por el horizonte, subidos sobre unos animales.

Cuando se acercaron vistes que eran tres hombres, subidos sobre unos jabalíes, de un metro de altura, preparados para la guerra, el primer hombre, que estaba a tu derecha, tenía el pelo rubio como los otros dos, sus ojos eran verdes y llevaba un hacha enorme en el hombro. El segundo hombre, que estaba en el centro, tenía los ojos azules y llevaba dos katanas. El tercero y último, tenía los ojos rojos y llevaba una escopeta en la mano derecha y un fusil de asalto en la izquierda, que este se acerco unos pasos hacía tu posición y te dirigieron unas palabras entre los tres.

-Somos los trillizos Murlock, los oficiales de  “Dientes de hierro” Mikail y nuestro capitán nos manda a derrotarte.-Dijeron con voz seria, casi vacua, mientras se dirigía hacía tu posición para atacarte.

El primero se bajo del jabalí y lo mando a atacarte, embistiéndote , el segundo, tras el primer ataque, se lanzo contra ti sobre su jabalí y lanzándote un corte con las dos katanas en forma de x al pecho y el tercero dio la orden de disparar a los tiradores restantes, mientras el disparaba su fusil de asalto a bocajarro.

Spoiler:

Al parecer no iba a poder disfrutar de mi descanso hasta que acabase con aquellos maleantes y cuando parecía que la situación empezaba a mejorar para mí aparecieron aquellos tipos. Tras tipos extraños montados en jabalíes y que se hacían llamar los Trillizos Murloks y estaban mandados por aquel piratilla de tres al cuarto. Estos portaban distintas armas: El primero portaba una gran hacha, el segundo portaba un par de katanas y el tercero portaba un rifle. No parecían ser gran cosa pero no podía confiarme.
Casi tras acabar su discursito ya habían empezado su ataque lanzando al jabalí del primero para atacarme mientras estos preparaban una estrategia o algo por el estilo. Mientras el kabalí llegaba hacia mi yo desenvaine la katana y di un salto cayendo sobre este y atravesándole la cabeza por la nuca sacando el filo de la katana por su garganta. Esta sacando la katana de aquel bicho cuando el espadachín cargaba hacia mi sobre su jabalí para asestarme un corte. Lo bloquee situando mi katana en medio de las dos que portaba aquel extraño hombre pero la fuerza con la que cargaba rompió mi defensa permitiendome así aprovechar aquel empuje sobre mi hoja para abrir en canal al cerdo en el que iba montado y hacerle caer a mi espalda. Por último el resto de tiradores junto al último hermano se prepararon para dispararme pero antes de que estos lo hicieran yo utilice el cuerpo del segundo jabalí para defenderme de los disparos.
Tras esto me giré y mire a la cara a aquel espadachín mientras clavaba mi katana en el suelo para encender un cigarro y le decía:

- A caso no tienes honor que tienes que andar respaldándote con tus subordinados y tus hermanitos para poder vencer a un solo hombre. Acaso eres un gallina.

Estas palabras estaban destinadas a provocarlo y si lo conseguía una batalla limpia en un duelo sería bastante sencilla o al menos eso creía.

El ataque que habían organizado los trillizos fue inútil, pues en pocos golpes te defendiste de todas su ofensiva, pero tus palabras más que provocar al hombre lo que pasó fue que se empezó a reír.

-JAJAJAJAJAJAJAJA, ¿realmente crees que voy a enfrentarme en un combate singular contra ti? Qué iluso eres, pero tranquilo, porque vas a morir aquí.

El espadachín te iba hablando y su hermano tirador te apuntaba con su rifle, preparado para disparar, mientras el hermano del hacha se dirigía hacía a ti por la espalda, para darte un golpe en la espalda, describiendo un tajo desde el hombro hasta la mitad de la columna.

Después de ver a su hermano lanzar el golpe, el espadachín se lanzo en un ataque a bastante velocidad y sabiendo que si el anterior ataque no te había hecho nada, te habría dejado expuesto, por eso ataco hacía la zona del costillar derecho, el lado contrario del ataque anterior, mientras el hermano tirador lanzaba una ráfaga a los alrededores por si saltabas o te movías muy rápido.

Combinación fraternal [AF]

-Pero por demostrar el valor de desafiarnos te voy a dar una pequeña ventaja, nuestros subordinados se irán a avisar a nuestro capitán, para que “Dientes de hierro” vea como tratamos a la gente como tu.-Y con un gesto de la mano todos los tiradores se fueron dispersando por todo el pueblo, que ardía por la locura de aquellos hombres.-Aunque quien sabe si no habrás muerto antes de que llegue.-Tras aquellos palabras volvió a soltar una carcajada y se quedaron los tres, juntos a una distancia considerable de ti tras haberte atacado-