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Hacia un día precioso en Wano y el sol alumbraba todo lo que alcanzaba con un calor abrasador, era un buen día para estar en la playa y por eso esta estaba llena de turistas y habitantes del pueblo costero en el que me encontraba. Este era un pequeño pueblo formado por un par de pequeñas casas, una pequeña taberna, su puerto, algunos comercios y un pequeño templo. Este esta rodeado por montones de cerezos preciosos que creaban un paisaje inigualable y espléndido.
Yo para variar me hallaba paseando por el puerto para vigilar a la gente que llegaba a la provincia del país. Para variar yo no esperaba un día interesante pues pocos lo eran al fin y al cabo tampoco quería que los piratas estuviesen asaltando los puertos de wano cada día pero siempre se agradecía algo de acción. Pero hoy iba a ser diferente pues entre todo el grupo y barullo de personas que llegaban en los barcos de transporte, había algunas que prometían algo de diversión: un grupo de rufianes, otro pequeño grupo de bandidos, un par de piratas que parecía que comenzaban su travesía. Pero de entre todos estos destacaba un chico de extraño vestir y curiosa apariencia, este además tenía varios piercing por toda su cara. Esto me había llamado la atención pues rara vez se ve a alguien con un piercing por Wano y eso prometía que el individuo que lo portaba iba a ser al menos algo curioso.
Tras dar un par de vueltas por el puerto volvía ver al individuo que tanto me había interesado anteriormente pero esta vez en el muelle del puerto, moviéndose por allí de camino al pueblo. Yo quería ver quien era así que me dispuse a simular un encuentro fortuito. Antes de eso encendí un cigarro para calmarme por unos segundos espirando el humo de una larga calada para luego dirigirme hacia él rápidamente y chocar con él. Tras esto le miré de arriba a abajo y le dije:
- Perdón, no quería molestarte. Pareces nuevo en la ciudad, ¿ quieres que te la enseñe un poco ?- Le dije mientras le tendía la mano y le ofrecía un cigarro por si gustaba -
Yo para variar me hallaba paseando por el puerto para vigilar a la gente que llegaba a la provincia del país. Para variar yo no esperaba un día interesante pues pocos lo eran al fin y al cabo tampoco quería que los piratas estuviesen asaltando los puertos de wano cada día pero siempre se agradecía algo de acción. Pero hoy iba a ser diferente pues entre todo el grupo y barullo de personas que llegaban en los barcos de transporte, había algunas que prometían algo de diversión: un grupo de rufianes, otro pequeño grupo de bandidos, un par de piratas que parecía que comenzaban su travesía. Pero de entre todos estos destacaba un chico de extraño vestir y curiosa apariencia, este además tenía varios piercing por toda su cara. Esto me había llamado la atención pues rara vez se ve a alguien con un piercing por Wano y eso prometía que el individuo que lo portaba iba a ser al menos algo curioso.
Tras dar un par de vueltas por el puerto volvía ver al individuo que tanto me había interesado anteriormente pero esta vez en el muelle del puerto, moviéndose por allí de camino al pueblo. Yo quería ver quien era así que me dispuse a simular un encuentro fortuito. Antes de eso encendí un cigarro para calmarme por unos segundos espirando el humo de una larga calada para luego dirigirme hacia él rápidamente y chocar con él. Tras esto le miré de arriba a abajo y le dije:
- Perdón, no quería molestarte. Pareces nuevo en la ciudad, ¿ quieres que te la enseñe un poco ?- Le dije mientras le tendía la mano y le ofrecía un cigarro por si gustaba -
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Un barco se acercaba al país de Wano. Dicho barco era enorme y parecía ir directo al puerto, en su interior había mucho revuelo, todo estaba lleno de gente que iba de un lado a otro con cajas llenas de pescado. Sobre el mástil del barco, en lo más alto, se pudo ver una extraña figura. El pelo de este tipo era de color naranja, era pinchudo y alborotado hacia los lados. En su frente llevaba un cinta de acero con un extraño símbolo, sus ojos eran realmente extraños, eran lilas y con algunas franjas entre ellos. Llevaba el rostro lleno de pircings. Su ropa consistía en una túnica de color negro con nubes rojas bordadas en esta. Sus uñas eran de color rojo y llevaba unas sandalias de color azul oscuro, sus pantalones eran azules oscuros y largos. En su espalda llevaba una enorme arma, esta estaba envuelta en vendas y no se sabía lo que había dentro, lo que si se sabía, era que debía ser algo bastante grande pues era casi del tamaño de su portador.
Este individuo era el cazador del famoso gremio llamado Ghost Leviatans. Liderado por el Shichibukai Takeshi Yamamoto. Estaba en ese barco debido a que había acordado con los dueños del barco pesquero que le llevaran, sabía que tendría una hora antes de irse. En esa hora pretendía buscar información sobre un pirata, no tenía ningún dato suyo, pero había oído de un hombre que sabría de él. Cuando el barco por fin se frenó en el puerto, bajó del mástil saltando y cayendo sobre la borda de pie. Tras aquello saltó por la borda y cayó en el tablón de madera del puerto, su mirada observaba bien el lugar y de forma tranquila, no había nada que le llamase la atención y ahora su objetivo era dirigirse al pueblo. Escuchó tras él las voces de los marineros diciéndole que en una hora iban a partir y que se diera prisa en lo que tuviera que hacer. El cazador asintió y comenzó a caminar.
Ahora empezó a caminar hacia el pueblo por un simple sendero, su mirada analizaba cada árbol y cada roca por si veía algo extraño, era un tipo bastante listo y preparado y le gustaba analizar todo lo que pasaba, de repente pudo notar como un tipo se le acercó ofreciéndole tabaco y la mano y diciéndole que le mostraría el pueblo. Pain no era muy amistoso y no solía hablar mucho con la gente, sin embargo no tenía tiempo y ese hombre le ofrecía un conocer el pueblo. El cazador se quedó mirando fijamente su mano para después de unos segundos levantar la suya y estrecharla con la de él, negó ante el cigarro pues no fumaba. Tras aquello miró a los ojos del hombre de pelo afro y le habló en un tono serio y calmado sin ninguna mala intención.
- Necesito llegar a la calle Hiruco boxeador, en el numero catorce. Necesito hablar con el hombre que vive ahí.
Este individuo era el cazador del famoso gremio llamado Ghost Leviatans. Liderado por el Shichibukai Takeshi Yamamoto. Estaba en ese barco debido a que había acordado con los dueños del barco pesquero que le llevaran, sabía que tendría una hora antes de irse. En esa hora pretendía buscar información sobre un pirata, no tenía ningún dato suyo, pero había oído de un hombre que sabría de él. Cuando el barco por fin se frenó en el puerto, bajó del mástil saltando y cayendo sobre la borda de pie. Tras aquello saltó por la borda y cayó en el tablón de madera del puerto, su mirada observaba bien el lugar y de forma tranquila, no había nada que le llamase la atención y ahora su objetivo era dirigirse al pueblo. Escuchó tras él las voces de los marineros diciéndole que en una hora iban a partir y que se diera prisa en lo que tuviera que hacer. El cazador asintió y comenzó a caminar.
Ahora empezó a caminar hacia el pueblo por un simple sendero, su mirada analizaba cada árbol y cada roca por si veía algo extraño, era un tipo bastante listo y preparado y le gustaba analizar todo lo que pasaba, de repente pudo notar como un tipo se le acercó ofreciéndole tabaco y la mano y diciéndole que le mostraría el pueblo. Pain no era muy amistoso y no solía hablar mucho con la gente, sin embargo no tenía tiempo y ese hombre le ofrecía un conocer el pueblo. El cazador se quedó mirando fijamente su mano para después de unos segundos levantar la suya y estrecharla con la de él, negó ante el cigarro pues no fumaba. Tras aquello miró a los ojos del hombre de pelo afro y le habló en un tono serio y calmado sin ninguna mala intención.
- Necesito llegar a la calle Hiruco boxeador, en el numero catorce. Necesito hablar con el hombre que vive ahí.
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Tras ofrecerle mi mano a aquel hombre y que me la estrechase aceptando mi propuesta, pero rechazando mi cigarro pues al parecer no fumaba, este parecía serio y calmado. Fue entonces cuando me dijo:
- Necesito llegar a la calle Hiruco boxeador, en el numero catorce. Necesito hablar con el hombre que vive ahí.
Yo me quedé sorprendido de que alguien preguntase por aquella dirección pues no era una que la gente normal gustase visitar. Yo le hice un gesto con la mano para que me siguiese y continué fumándome el cigarro que había encendido. Tras alejarnos bastante del puerto y internarnos en el barullo extremo de la ciudad por la gente comerciando en los tenderetes y el bazar, los vendedores ambulantes chillando sus productos, los niños correteando mientras jugaban a ser samurais y la gente yendo y viniendo. Todo esto formaba un combo de ruidos espantosos y que resultaba bastante molesto pero cuanto más nos acercábamos a nuestro destino menos ruido y gente había. La razón era sencilla aquel barrio de la ciudad era el peor de todos en el que vivían la mayoría de delincuentes o gente más peligrosa. El ejemplo claro era yo pues vivía en aquel barrio de mala muerte infestado de ratas y ladrones. No era un lugar muy agradable para vivir pero desde luego si que era tranquilo y sino siempre podías acallar al que te molestase haciendo demasiado ruido.
Aun estaba extrañado porque iba a querer alguien como él algo en un lugar como este, solo había dos opciones o busca pelea con alguien o quería información. En cualquier caso esperaba no tener que pelear pues el hombre tenía una fuerte presencia y el arma que cargaba a la espalda no parecía precisamente ligera. Tampoco iba a preocuparme por algo que aun ni siquiera había pasado pero la curiosidad sobre que hacia aquel individuo allí me estaba empezando a picar.
Tras darle un par de vueltas al tema y estar casi en nuestro destino convence a dialogar con mi acompañante.
- ¿ Y que trae a alguien como tú a una isla tan extraña como Wano ?
Mientras esperaba la respuesta encendí de nuevo otro cigarro y espere la respuesta de este mientras continuábamos nuestro camino.
- Necesito llegar a la calle Hiruco boxeador, en el numero catorce. Necesito hablar con el hombre que vive ahí.
Yo me quedé sorprendido de que alguien preguntase por aquella dirección pues no era una que la gente normal gustase visitar. Yo le hice un gesto con la mano para que me siguiese y continué fumándome el cigarro que había encendido. Tras alejarnos bastante del puerto y internarnos en el barullo extremo de la ciudad por la gente comerciando en los tenderetes y el bazar, los vendedores ambulantes chillando sus productos, los niños correteando mientras jugaban a ser samurais y la gente yendo y viniendo. Todo esto formaba un combo de ruidos espantosos y que resultaba bastante molesto pero cuanto más nos acercábamos a nuestro destino menos ruido y gente había. La razón era sencilla aquel barrio de la ciudad era el peor de todos en el que vivían la mayoría de delincuentes o gente más peligrosa. El ejemplo claro era yo pues vivía en aquel barrio de mala muerte infestado de ratas y ladrones. No era un lugar muy agradable para vivir pero desde luego si que era tranquilo y sino siempre podías acallar al que te molestase haciendo demasiado ruido.
Aun estaba extrañado porque iba a querer alguien como él algo en un lugar como este, solo había dos opciones o busca pelea con alguien o quería información. En cualquier caso esperaba no tener que pelear pues el hombre tenía una fuerte presencia y el arma que cargaba a la espalda no parecía precisamente ligera. Tampoco iba a preocuparme por algo que aun ni siquiera había pasado pero la curiosidad sobre que hacia aquel individuo allí me estaba empezando a picar.
Tras darle un par de vueltas al tema y estar casi en nuestro destino convence a dialogar con mi acompañante.
- ¿ Y que trae a alguien como tú a una isla tan extraña como Wano ?
Mientras esperaba la respuesta encendí de nuevo otro cigarro y espere la respuesta de este mientras continuábamos nuestro camino.
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Aquel tipo le hizo un gesto para que le siguiera y comenzó a caminar, la verdad prefería que aquel tipo fuera callado, no le gustaba mucho hablar. Mientras caminaban, observaba a toda la gente ir de un lado a otro, los niños al mirar al cazador retrocedían y se iban a otro lado. Su aspecto era muy intimidante y asustaba a muchísimos niños. Miraba como la gente vendía cosas en sus puestos y eso le alegraba un poco, cada cual salía a delante a su modo. El modo del peli naranja era cazando criminales y eliminándolos. Nunca o casi nunca solía entregar una presa viva, la mayoría de las veces llevaba la cabeza con el cuerpo medio destrozado. Era una bestia en sus ataques y eso no lo podría cambiar nadie. Había nacido para ser un destructor y eso era lo mejor de él. Su arma era una de las cosas más letales que solía utilizar. Era algo por lo que le reconocían, por la temible arma que portaba, la cual de un golpe podía despedazar a sus oponentes debido a su secreto contenido.
Continuaba caminando despacio hasta que se fueron adentrando en un barrio pobre y bastante deprimente, debían de ser los barrios bajos, lugares donde se amontonan los asesinos y bandidos. Por otro lado también la gente que tenía poco dinero, esperaba poder llegar cuanto antes a la casa que le mencionó al hombre del pelo Afro. No tenía ganas de tener que destrozar a unos cuantos bandidos, aunque sino había remedio lo haría sin vacilaciones. Los que atacaban en grupo a una sola persona los consideraba basura, pero para eso él se consideraba el basurero. Para recoger toda aquella mierda y eliminarla, mientras caminaba junto aquel hombre escuchó su pregunta, esto hizo que el peli naranja frunciera el ceño. Ya se lo había dicho, esperaba que no se tratara de una broma o allí habría sangre. Decidió decir de nuevo su objetivo por si acaso, pero si volvía a repetirlo en forma de broma o algo parecido, atacaría.
- Busco al dueño de la calle Hiruko numero catorce, tiene información sobre un pirata que me interesa cazae.
Tras sus palabras pudo escuchar a un pobre anciano gritar “al ladrón” no iba a permitir que algún estúpido delincuente le robara a un anciano. Pudo observar como un tipo corría con una cartera en la mano mientras reía. De repente aquel hombre pasó por al lado del tipo del pelo Afro y del cazador, este ultimo elevó la mano a la derecha y de repente como por arte de magia, aquel tipo salió despedido contra un muro cercano. El muro estaba a unos tres metros, pero fue tanta la fuerza que al golpearlo contra el muro, este quedó inconsciente empezando a sangrar por la cabeza, enseguida llegó al anciano y cogió su cartera mirando a los dos. Sin saber que había pasado les dio las gracias muy agradecido y se fue corriendo de nuevo, tras aquello Pain siguió caminando junto al tipo de pelo Afro.
Continuaba caminando despacio hasta que se fueron adentrando en un barrio pobre y bastante deprimente, debían de ser los barrios bajos, lugares donde se amontonan los asesinos y bandidos. Por otro lado también la gente que tenía poco dinero, esperaba poder llegar cuanto antes a la casa que le mencionó al hombre del pelo Afro. No tenía ganas de tener que destrozar a unos cuantos bandidos, aunque sino había remedio lo haría sin vacilaciones. Los que atacaban en grupo a una sola persona los consideraba basura, pero para eso él se consideraba el basurero. Para recoger toda aquella mierda y eliminarla, mientras caminaba junto aquel hombre escuchó su pregunta, esto hizo que el peli naranja frunciera el ceño. Ya se lo había dicho, esperaba que no se tratara de una broma o allí habría sangre. Decidió decir de nuevo su objetivo por si acaso, pero si volvía a repetirlo en forma de broma o algo parecido, atacaría.
- Busco al dueño de la calle Hiruko numero catorce, tiene información sobre un pirata que me interesa cazae.
Tras sus palabras pudo escuchar a un pobre anciano gritar “al ladrón” no iba a permitir que algún estúpido delincuente le robara a un anciano. Pudo observar como un tipo corría con una cartera en la mano mientras reía. De repente aquel hombre pasó por al lado del tipo del pelo Afro y del cazador, este ultimo elevó la mano a la derecha y de repente como por arte de magia, aquel tipo salió despedido contra un muro cercano. El muro estaba a unos tres metros, pero fue tanta la fuerza que al golpearlo contra el muro, este quedó inconsciente empezando a sangrar por la cabeza, enseguida llegó al anciano y cogió su cartera mirando a los dos. Sin saber que había pasado les dio las gracias muy agradecido y se fue corriendo de nuevo, tras aquello Pain siguió caminando junto al tipo de pelo Afro.
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Tras responder a mi pregunta repitiendo lo que ya me había dicho antes pero que yo no recordaba, mi mala memoria no me ayudaba en situaciones como estas. Además cuando oí de nuevo aquel número me dí cuenta de que era el de mi cuchitril y de que habíamos hecho el camino hasta aquí para nada. Mientras yo recapacitaba sobre esto mi acompañante había cazado a un bandido que había robado algo a un viejo de los suburbios y volvió a seguirme para que le llevará a su destino. Yo no le iba a hacer perder más el tiempo llevándole de un lado a otro pudiéndole dar ya la información que buscaba sin necesidad de desplazarse. A pesar de esto seguimos corriendo por unos metros pues quería encontrar la manera adecuada de decírselo para evitar que se mosquease en exceso ya que no quería problemas.
- Siento lo ocurrido y haberte vuelto a preguntar lo mismo pero mi memoria no es precisamente buena, la casa a la que quieres ir es el lugar donde vivo actualmente, no me había acordado hasta ahora que me lo has repetido porque estaba enfrascado pensando en otras cosas. Siento haberte hecho perder el tiempo pero bueno ahora ya me puedes preguntar lo que querías. ¿ A quién buscas ?
Una vez le dije esto le hice reverencia mostrando mi arrepentimiento por lo ocurrido pele una larga calada al cigarro que portaba en la mano y expulse el humo a un costado para que no le golpease a él. Ahora estaba esperando la respuesta a aquella interesante y intrigante pregunta. Que pirata seria el que andaba buscando y tendría yo la información que necesitaba yo no lo tenía claro y como no sabía como reaccionaría mantuve la mano sobre el mango de mi katana por si reaccionara de forma violenta.
- Siento lo ocurrido y haberte vuelto a preguntar lo mismo pero mi memoria no es precisamente buena, la casa a la que quieres ir es el lugar donde vivo actualmente, no me había acordado hasta ahora que me lo has repetido porque estaba enfrascado pensando en otras cosas. Siento haberte hecho perder el tiempo pero bueno ahora ya me puedes preguntar lo que querías. ¿ A quién buscas ?
Una vez le dije esto le hice reverencia mostrando mi arrepentimiento por lo ocurrido pele una larga calada al cigarro que portaba en la mano y expulse el humo a un costado para que no le golpease a él. Ahora estaba esperando la respuesta a aquella interesante y intrigante pregunta. Que pirata seria el que andaba buscando y tendría yo la información que necesitaba yo no lo tenía claro y como no sabía como reaccionaría mantuve la mano sobre el mango de mi katana por si reaccionara de forma violenta.
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El cazador seguía caminando detrás del tipo del pelo afro, su mirada era tranquila y estaba fija en su espalda, no solía mirar a donde le llevaba, fuera a donde fuera solo veía lo mismo y ya se había cansado. Pudo fijarse en que aquel sujeto tenía una cola, no la había mirado hasta ahora pero en ese momento pensó que debía ser de adorno o algún extraño apéndice de un poder de zoan de la fruta del diablo. Pain era muy inteligente con ese tipo de cosas y por ahora pensaba eso, aunque quizás se equivocaba. Mirara a donde mirara solo había gente con frutas poderosas, en su mismo gremio igual. Sin embargo él no necesitaba ninguna fruta para ser poderoso, había llegado a donde estaba tan solo usando su espada extraña y su habilidad. Por ello podía todavía usar una de las capacidades más útiles que pueden existir en los tiempos que corrían, y era la capacidad de nadar.
De repente observó que aquel tipo empezó a acelerar el ritmo mientras comenzaba a trotar un poco, el cazador no entendía la razón pero no se iba a quedar atrás, corría junto a él mientras entrecerraba los ojos. Ahora aquel tipo dijo que su memoria era mala y que por ese motivo no recordó la pregunta, le había hecho ir hasta allí para nada, eso hizo que el ceño del peli naranja se frunciera mientras gruñía por lo bajo. Después escuchó su pregunta y observó sus reverencias además de ver como mantenía la mano en su arma. O era una trampa o solamente estaba asustado, el cazador suspiró pues al saber que era el hombre que buscaba se sintió mucho mejor y podría averiguar por fin el paradero de la persona que pretendía cazar. Se quedó observándole fijamente mientras se relajaba y bajaba las manos dejándolas dentro de su túnica negra.
- Hace un par de días escapó un pirata, eliminé al resto de su tripulación, pero él consiguió escapar, no era el capitán. Pero era uno de sus hombres y no es por dinero, no dan nada por ese tipo, es una cuestión de honor y voy a acabar el trabajo que acabé hace un par de días. Es un chico alto, su pelo es morado y sus ojos amarillos, viste con un traje negro y con corbata roja, cuando le vi, portaba dos revólveres. Esa es la descripción y todo lo que tengo para encontrarle.
Tras aquello se quedó observándole, sus palabras habían sido frías y serias como el mismísimo hielo. Esperaba una respuesta por su parte y que fuera rápida, no le apetecía seguir mucho tiempo allí, ya había memorizado el camino debido a su capacidad analítica y su inteligencia de quedarse con los sitios. Sin embargo esperaba que el hombre de pelo afro no se tirase mucho tiempo hablando pues se le acababa esa mínima hora y debía volver al barco si no quería quedarse allí atrapado. Ahora solo le observaba paciente esperando su respuesta de una vez, ahora que le había dicho lo que sabía.
De repente observó que aquel tipo empezó a acelerar el ritmo mientras comenzaba a trotar un poco, el cazador no entendía la razón pero no se iba a quedar atrás, corría junto a él mientras entrecerraba los ojos. Ahora aquel tipo dijo que su memoria era mala y que por ese motivo no recordó la pregunta, le había hecho ir hasta allí para nada, eso hizo que el ceño del peli naranja se frunciera mientras gruñía por lo bajo. Después escuchó su pregunta y observó sus reverencias además de ver como mantenía la mano en su arma. O era una trampa o solamente estaba asustado, el cazador suspiró pues al saber que era el hombre que buscaba se sintió mucho mejor y podría averiguar por fin el paradero de la persona que pretendía cazar. Se quedó observándole fijamente mientras se relajaba y bajaba las manos dejándolas dentro de su túnica negra.
- Hace un par de días escapó un pirata, eliminé al resto de su tripulación, pero él consiguió escapar, no era el capitán. Pero era uno de sus hombres y no es por dinero, no dan nada por ese tipo, es una cuestión de honor y voy a acabar el trabajo que acabé hace un par de días. Es un chico alto, su pelo es morado y sus ojos amarillos, viste con un traje negro y con corbata roja, cuando le vi, portaba dos revólveres. Esa es la descripción y todo lo que tengo para encontrarle.
Tras aquello se quedó observándole, sus palabras habían sido frías y serias como el mismísimo hielo. Esperaba una respuesta por su parte y que fuera rápida, no le apetecía seguir mucho tiempo allí, ya había memorizado el camino debido a su capacidad analítica y su inteligencia de quedarse con los sitios. Sin embargo esperaba que el hombre de pelo afro no se tirase mucho tiempo hablando pues se le acababa esa mínima hora y debía volver al barco si no quería quedarse allí atrapado. Ahora solo le observaba paciente esperando su respuesta de una vez, ahora que le había dicho lo que sabía.
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Aquel hombre pelirrojo parecía algo desesperado tras que le contestase que había hecho el viaje hasta aquí para nada pero tampoco era culpa mía que este no me hubiese recordado la dirección. En cualquier caso me explicó la situación de una manera más extensa y me dio una descripción general del pirata que buscaba. Sus palabras exactas fueron: "Es un chico alto, su pelo es morado y sus ojos amarillos, viste con un traje negro y con corbata roja, cuando le vi, portaba dos revólveres." Esta no era una descripción muy extensa y precisa como para poder hacerme una idea clara de si había visto a aquel chico hacía poco así que le dije a mi acompañante.
- Dame un momento pues en los puertos de una isla ves a mucha gente que porta pistolas y trajes...
No se me venía a la cabeza si había visto al chico que aquel pelirrojo me describía pues la descripción era tan escueta que no conseguía recordarle. Tras varios minutos pensando si había visto a aquel chico y haber consumido todo el cigarro que me estaba fumando, encendí otro y le pegué una larga calada que consumió gran parte de este. El humo inundó mis pulmones y me hizo sentirme tranquilo tras esto miré al pelirrojo y le dije:
- Ahora mismo no consigo recordar a nadie con esa descripción podrías ser algo más exacto y decir por ejemplo como es su forma de actuar o pensar.
Tras decirle esto tomé asiento en una de las cajas que había a un lado del camino pues estábamos en los barrios bajos y aquello parecía un vertedero. Todo lleno de basura y restos de todo tipo, comida, botellas, cajas, etc. No era un ambiente muy agradable pero según en que sitios parecía cambiar pues había zonas bastante limpias, ya que la gente que vivía en estas se encargaba de limpiarlas. Aquella era una de esas y se encontraba bastante limpia para lo que se veía de costumbre en los suburbios y chozas. Yo esperaba la respuesta del pelirrojo esperando que esta vez me diese una definición algo más detallada que me pudiese servir para identificar a su objetivo.
- Dame un momento pues en los puertos de una isla ves a mucha gente que porta pistolas y trajes...
No se me venía a la cabeza si había visto al chico que aquel pelirrojo me describía pues la descripción era tan escueta que no conseguía recordarle. Tras varios minutos pensando si había visto a aquel chico y haber consumido todo el cigarro que me estaba fumando, encendí otro y le pegué una larga calada que consumió gran parte de este. El humo inundó mis pulmones y me hizo sentirme tranquilo tras esto miré al pelirrojo y le dije:
- Ahora mismo no consigo recordar a nadie con esa descripción podrías ser algo más exacto y decir por ejemplo como es su forma de actuar o pensar.
Tras decirle esto tomé asiento en una de las cajas que había a un lado del camino pues estábamos en los barrios bajos y aquello parecía un vertedero. Todo lleno de basura y restos de todo tipo, comida, botellas, cajas, etc. No era un ambiente muy agradable pero según en que sitios parecía cambiar pues había zonas bastante limpias, ya que la gente que vivía en estas se encargaba de limpiarlas. Aquella era una de esas y se encontraba bastante limpia para lo que se veía de costumbre en los suburbios y chozas. Yo esperaba la respuesta del pelirrojo esperando que esta vez me diese una definición algo más detallada que me pudiese servir para identificar a su objetivo.
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Aquel chico se quedó pensando unos instantes, el cazador se quedó observándole de forma calmada sin decir o hacer nada mas, solo se limitó a esperar una respuesta por parte de aquel hombre que parecía saber lo que le interesaba a Tahiko. Tras unos momentos dijo que había mucha gente con trajes y corbatas en el puerto. Esperaba que aquel hombre no se hubiera olvidado de la descripción del pelo y de los ojos o ya empezaría a desesperarse. Debía darse prisa, Pain era un hombre paciente pero cuando un barco podía irse y dejarle allí, su paciencia bajaba hasta el nivel de “muy poca”. Sus intensos y extraños ojos observaban los suyos de forma calmada y tranquila. No parecía un mal tipo pese a vivir en aquellos barrios, el resto de gente por el momento habían sido un pobre anciano y un delincuente. No era un buen sitio para vivir pero en el caso del peli naranja, no había ningún problema.
Tan solo cumplía su trabajo como cazador y se dedicaba a cazar piratas o revolucionarios. Muchos podían pensar que era un simple humano que no podía hacer nada sin una fruta del diablo que le diera poder, sin embargo no necesitaba algo así. Su poder ya era bastante sin usar una de esas frutas, además apreciaba la capacidad de poder usar ventajas sobre los usuarios como meter su arma bajo agua. También podía huir en caso de peligro lanzándose al agua y nadando, era muchas las ventajas que podía sacar de su situación, ahora solo le faltaba entrenar el haki para convertirse en alguien más poderoso y respetable. No se había metido en muchas batallas hasta el momento, solo con algunos debiluchos o con el tipo revolucionario de las vendas en la isla de donde perseguía al pirata por el que ahora preguntaba al tipo de piel negra y pelo afro. Ahora el tipo estaba fumando de forma calmada, se agotó el primer cigarro y sacó otro, pegándole una enorme calada que enseguida consumió la mitad de aquel cigarro. Aquel tipo debería de estar pensando.
Por fin aquel hombre habló, sus palabras hicieron que el cazador frunciera el ceño y se girara dándole la espalda mientras miraba fríamente el camino por el que habían llegado. No podía saber algo así, no era un pirata que se ponía a contarte su vida cuando le intentabas atravesar el cuello. Lo único que sabía, era que mientras terminaba de hundir el barco pirata, el tipo huyó en un bote y pudo ver solo su aspecto físico. No sabía nada más y por ello no podía decirle mucha más información. Notó como el tipo se acomodaba en una caja, este no le hizo gracia, no podía ponerse cómodo ahora, debía estar en el puerto en poco tiempo y por eso suspiró empezando a caminar hacia el puerto. Su voz salió de sus labios dirigiéndose al tipo de la cola en un tono calmado y serio.
- No lo sé, solo se como es físicamente, buscare en otro lugar.
Tan solo cumplía su trabajo como cazador y se dedicaba a cazar piratas o revolucionarios. Muchos podían pensar que era un simple humano que no podía hacer nada sin una fruta del diablo que le diera poder, sin embargo no necesitaba algo así. Su poder ya era bastante sin usar una de esas frutas, además apreciaba la capacidad de poder usar ventajas sobre los usuarios como meter su arma bajo agua. También podía huir en caso de peligro lanzándose al agua y nadando, era muchas las ventajas que podía sacar de su situación, ahora solo le faltaba entrenar el haki para convertirse en alguien más poderoso y respetable. No se había metido en muchas batallas hasta el momento, solo con algunos debiluchos o con el tipo revolucionario de las vendas en la isla de donde perseguía al pirata por el que ahora preguntaba al tipo de piel negra y pelo afro. Ahora el tipo estaba fumando de forma calmada, se agotó el primer cigarro y sacó otro, pegándole una enorme calada que enseguida consumió la mitad de aquel cigarro. Aquel tipo debería de estar pensando.
Por fin aquel hombre habló, sus palabras hicieron que el cazador frunciera el ceño y se girara dándole la espalda mientras miraba fríamente el camino por el que habían llegado. No podía saber algo así, no era un pirata que se ponía a contarte su vida cuando le intentabas atravesar el cuello. Lo único que sabía, era que mientras terminaba de hundir el barco pirata, el tipo huyó en un bote y pudo ver solo su aspecto físico. No sabía nada más y por ello no podía decirle mucha más información. Notó como el tipo se acomodaba en una caja, este no le hizo gracia, no podía ponerse cómodo ahora, debía estar en el puerto en poco tiempo y por eso suspiró empezando a caminar hacia el puerto. Su voz salió de sus labios dirigiéndose al tipo de la cola en un tono calmado y serio.
- No lo sé, solo se como es físicamente, buscare en otro lugar.
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No me agradaba no poder ayudar a aquel tipo pues era un compañero de trabajo y siempre venía bien tener a alguien en quien respaldarte si necesitabas ayuda de algún tipo. Continuaba pensando y buscando en mis recuerdos a ver si encontraba a aquel tipo entre toda la gente que había visto pero no lograba verlo. Fue entonces cuando aquel extraño tipo dijo que se iba a marchar a buscar en otra parte. Aquello no me agradaba pues no le había sido de ayuda y solo le había hecho perder el tiempo. Fue entonces cuando de repente vino a mi mente la imagen de aquel tipo, un hombre vestido de negro y con corbata y de pelo y ojos extravagantes. Sin duda era aquel tipo que había visto en el puerto apenas unos días antes y que había llegado a duras penas a este. Lo acababa de recordar por todo el lío que montó el pirata en el puerto al pelearse con algunos viajeros, Mi acompañante ya se marchaba cuando le toqué al hombro y exhale el humo del cigarro.
- Creo que ya he recordado cuando y donde vi al hombre que buscas. Fue hace un par de días 3 a lo mucho. Llegó en un destartalado bote y comenzó a buscar gresca por el puerto del pueblo. No tardó en encontrarla y esto causó que pronto aparecieran los samurais para detenerle y llevarle a la cárcel. - Dije mientras me acercaba a uno de los costados de la calle y me sentaba en unas cajas que había por allí, entonces continué. - Pero aquel tipo no era un pirata ordinario pues se deshizo de ellos con bastante facilidad y empezó a deambular cerca de los barcos anclados en el puerto. Tomo uno y se marchó dirección hacia el este a una velocidad bastante considerable. Visto el tiempo que ha pasado debe de estar ya bastante lejos de Wano y posiblemente haya anclado en alguna isla. He de suponer que ahora irás en su busca y acabarás con él. Siento no poderte ayudar más pero si necesitases una embarcación di al barquero del puerto que vas de mi parte y que necesitas que te lleven. Este seguramente te proporcione un velero y a un par de personas capacitadas como para navegar con él y llevarte a donde necesites.
Tras decirle todo esto me levante y me acerqué para estrecharle la mano a modo de despedida mientras le decía.
- Si quieres te acompaño al puerto y me puedes preguntar detalles más exactos por el camino.
- Creo que ya he recordado cuando y donde vi al hombre que buscas. Fue hace un par de días 3 a lo mucho. Llegó en un destartalado bote y comenzó a buscar gresca por el puerto del pueblo. No tardó en encontrarla y esto causó que pronto aparecieran los samurais para detenerle y llevarle a la cárcel. - Dije mientras me acercaba a uno de los costados de la calle y me sentaba en unas cajas que había por allí, entonces continué. - Pero aquel tipo no era un pirata ordinario pues se deshizo de ellos con bastante facilidad y empezó a deambular cerca de los barcos anclados en el puerto. Tomo uno y se marchó dirección hacia el este a una velocidad bastante considerable. Visto el tiempo que ha pasado debe de estar ya bastante lejos de Wano y posiblemente haya anclado en alguna isla. He de suponer que ahora irás en su busca y acabarás con él. Siento no poderte ayudar más pero si necesitases una embarcación di al barquero del puerto que vas de mi parte y que necesitas que te lleven. Este seguramente te proporcione un velero y a un par de personas capacitadas como para navegar con él y llevarte a donde necesites.
Tras decirle todo esto me levante y me acerqué para estrecharle la mano a modo de despedida mientras le decía.
- Si quieres te acompaño al puerto y me puedes preguntar detalles más exactos por el camino.
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