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La niebla había desaparecido en aquel lugar de la isla Banaro, el combate parecía haber acabado o eso parecía. Krauser estaba bastante furioso y malherido debido a que no disponía del haki de armadura, sin embargo su musculatura ayudó un poco reteniendo algo más la electricidad. Aquello había sido un golpe muy duro para los dos, ahora el marine abrió los ojos despacio y notó el sonido de la espada del moreno clavarse en el agujero de la parte posterior de su arma. Rápidamente apretó el mango con su mano izquierda para no perder su arma. Su haki continuaba activado y sus ojos mostraban una furia incontrolable llena de ira a causa de aquel tipo que estaba peleando de forma increíble. De todas formas según veía el marine también había acabado algo mal debido a que estaba en el suelo. Los dos habían sobrevivido a aquello de milagro. –No sé si eres un pirata, pero serías un perfecto marine o un perfecto agente del gobierno –Dijo mientras sonreía de lado, cosa que no se pudo apreciar por los vendajes que llevaba puestos.
A continuación su haki rápidamente le advirtió de lo que el tipo iba a hacer con su pistola, iba a dispararle al pecho. El marine colocó su mano de nuevo en el suelo e hizo surgir aquella niebla tratando de hacer que el cuerpo del tipo moreno pesara más y le costara más aún moverse, teniendo en cuenta el estado en el que estaba, aquello debía ser muy peligroso para él. A la hora de los disparos, ágilmente rodó a un lado con mucha dificultad y interponiendo la mano envuelta en energía en la zona del corazón. Esquivó tres de las balas en el ruedo, otras dos las desvió con la mano pues estas iban a su corazón y de nuevo su haku le salvó la vida. Las otras dos tras el rodamiento del castaño pasaron por su hombro derecho y la otra rozándole la mejilla. De su mejilla caía un hilo de sangre y la otra había dado en la parte superior de su hombro, ahora no lo sentiría mucho pese al dolor, pero luego en frio aquello iba a doler como mil diablos. Gracias a la niebla ahora tendría más movimiento que su rival, gruñía de dolor debido al tiro del hombro y su mano estaba dolida de usar la energía cortante. Sin pensárselo mucho parpadeó dos veces con su ojo izquierdo activando la visión térmica para poder verle.
Nada más hacerlo volvió su mano a su estado normal y la llevo a su pierna derecha sacando de la funda su escopeta recortada, sin pensárselo y debido a la corta distancia, apuntó al moreno. Lanzó el primer tiro buscando su pecho y rápidamente lanzó el segundo apuntando dos segundos después a su abdomen. Nada mas realizarlos guardó el arma y con su otra mano pegó un tirón con toda su mala leche tirando de la espada pero hacia arriba. De ese modo trataría de tocar la mano del moreno con el filo de kairouseki o que directamente la quitara, el asesino era todo un bestia y usaba su cuerpo para muchas actitudes físicas. Lo consiguiera o no, se quedaría con el mango de la espada en la mano y allí echado espirando agitado con el haki activado en todo momento. –Nunca había peleado con alguien como tú, es una lástima que seas de otro bando, pero entiende que nunca traicionaría a un amigo, como supongo que tú tampoco traicionarías a los tuyos, entiéndelo. –Dijo mientras jadeaba observándole con su lentilla y atento a cualquier movimiento.
Doble trallazo. (AIF)
A continuación su haki rápidamente le advirtió de lo que el tipo iba a hacer con su pistola, iba a dispararle al pecho. El marine colocó su mano de nuevo en el suelo e hizo surgir aquella niebla tratando de hacer que el cuerpo del tipo moreno pesara más y le costara más aún moverse, teniendo en cuenta el estado en el que estaba, aquello debía ser muy peligroso para él. A la hora de los disparos, ágilmente rodó a un lado con mucha dificultad y interponiendo la mano envuelta en energía en la zona del corazón. Esquivó tres de las balas en el ruedo, otras dos las desvió con la mano pues estas iban a su corazón y de nuevo su haku le salvó la vida. Las otras dos tras el rodamiento del castaño pasaron por su hombro derecho y la otra rozándole la mejilla. De su mejilla caía un hilo de sangre y la otra había dado en la parte superior de su hombro, ahora no lo sentiría mucho pese al dolor, pero luego en frio aquello iba a doler como mil diablos. Gracias a la niebla ahora tendría más movimiento que su rival, gruñía de dolor debido al tiro del hombro y su mano estaba dolida de usar la energía cortante. Sin pensárselo mucho parpadeó dos veces con su ojo izquierdo activando la visión térmica para poder verle.
Nada más hacerlo volvió su mano a su estado normal y la llevo a su pierna derecha sacando de la funda su escopeta recortada, sin pensárselo y debido a la corta distancia, apuntó al moreno. Lanzó el primer tiro buscando su pecho y rápidamente lanzó el segundo apuntando dos segundos después a su abdomen. Nada mas realizarlos guardó el arma y con su otra mano pegó un tirón con toda su mala leche tirando de la espada pero hacia arriba. De ese modo trataría de tocar la mano del moreno con el filo de kairouseki o que directamente la quitara, el asesino era todo un bestia y usaba su cuerpo para muchas actitudes físicas. Lo consiguiera o no, se quedaría con el mango de la espada en la mano y allí echado espirando agitado con el haki activado en todo momento. –Nunca había peleado con alguien como tú, es una lástima que seas de otro bando, pero entiende que nunca traicionaría a un amigo, como supongo que tú tampoco traicionarías a los tuyos, entiéndelo. –Dijo mientras jadeaba observándole con su lentilla y atento a cualquier movimiento.
Doble trallazo. (AIF)
Crimson
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Sin lugar a dudas se encontraba frente a un rival formidable. Era fuerte, rápido y encima estaba lo suficientemente loco como para autolesionarse si así lo consideraba necesario, en pos de la victoria. Gracias a ese enfrentamiento estaba recuperando poco a poco ese espíritu de lucha que sólo se conseguían tras grandes encuentros. El comodoro pareció notar esto mismo. De hecho lo mencionó, elogiando al joven pirata. -¿Estás intentando ligar conmigo, comodoro-sama?-inquirió mordaz tras su comentario. Aunque de hecho él pensaba lo mismo acerca del marine. Eran demasiado parecidos en su forma de luchar, demasiado equilibrados en nivel, usaban armas similares y los dos siempre trataban de sacar provecho de las situaciones. De no ser porque ambos de encontraban en bandos totalmente enemistados, probablemente lucharían juntos e incluso se convertirían en amigos. Las crianzas, vivencias y forma de ver la vida de cada uno era distintas, pero en el fondo no eran tan diferentes. Hace tiempo que se había dado cuenta de que la línea que separa a los "buenos" de los "malos" era más bien difusa y sólo unas pocos matices te podían hacer cambiar. Sin embargo desconocía en cual de los dos lados estaba él mismo, quizás en ninguno o quizás en ambos, saltando de un lado a otro. No le importaba. Él vivía tal y como le gustaba, disfrutaba de la vida al máximo y ese pequeño apelativo, de pirata, no le iba a impedir hacer nada de lo que quisiera. Aunque eso hacía que dejase de pensar de cómo sería su vida si hubiera ingresado en el gobierno. -¿Qué importa de qué bando sea? Lo importante es el combate que tenemos tú y yo. Al intercambiar golpes es cómo mejor se conocer a alguien-exclamó.
Como no podía ser de otra forma, Krauser esquivó sin demasiado esfuerzo sus balas. Claramente era capaz de saber sus movimientos de antemano. Debía de usar él también su mantra, que por como se desarrollaba el combate parecía estar mucho menos desarrollado que el suyo. Aunque sea menos, el tenerlo le daba cierto margen y equilibraría algo el combate, pues ambos podían adelantarse a los movimientos del otro, aunque claramente Crimson podía preverlos menos. De igual manera, sólo tenia que saber aprovechar sus habilidades y buscar un descuido de su oponente.
Krauser, había cubierto todo nuevamente con la niebla, y acto seguido imitó a Crimson, desenfundando un arma de fuego, en su caso una recortada, y le apuntó con la misma. Todo esto Crimson no lo era capaz de verlo, sino de "escucharlo" a través de las voces que irradiaban las intenciones del marine. Claramente no se iba a andar con rodeos y este también estaba dispuesto a dar golpes certeros, que de dar de pleno, no sería d extrañar que sean mortales. Él ya tenía un corte en el pecho, bastante severo, y de recibir ahí otra herida sería muy complicado seguir luchando en condiciones, más aún si sumabas la espesa niebla que existía y le atosigaba. Sin embargo esa misma niebla podía ser su salvación.
Ya que usaba su fruta él no iba a ser menos y también la utilizó. A la vez que el castaño desnfundaba la escopeta él se convertía en su forma híbrida, midiendo más de tres metros de alto, llegando sobradamente a los siete metros de envergadura y teniendo mucha más fuerza y velocidad que cuando era un simple humano. Se cubrió el cuerpo con sus dos alas mientras usaba el haki de armadura, concentrándolo en el borde las alas, con las que detendría sus disparos, aunque no del todo, pues acabaron entrando lo suficiente como para poder hacer brotar sangre y destruir algunas plumas. Pero eso no era todo, su rival, levantó el espadón con gran velocidad para hacer contacto con la piel de Crimson y así dejarlo débil e inservible. Afortunadamente no chocó directamente contra él, sino contra la manga de su abrigo. -"Qué cabrón."- De no ser por eso estaría en el suelo totalmente a merced de cualquier peligro. Soltó su katana y volvió a cogerla todo lo rápido que pudo.
El daño no era signifcativo, pero claramente mermaría un poco su capacidad voladora. No le importaba, pues no iba a usar ahora sus alas para volar, sino para algo totalmente innovador. -Red Aura-volvió a susurrar, pero esta vez lo que se tornaría de ese color rojo intenso tan característico sería todos sus plumaje, haciéndole incluso brillar, si la iluminación era lo suficientemente intensa. Nuevamente usó esta habilidad para aumentar su velocidad de una forma vertginosa. Giró todo sus cuerpo, todo lo rápido que podía, debido a que incluso así, la niebla seguía siendo molestas, acelerando cada vez más, pues sus alas iban dispersando la niebla de su alrededor y mientras más quitaba más rápido iba con ellas. Tras escasos momentos, habiendo formado un pequeño tornado que impedía que la niebla se le acercase, lanzó un onda cortante con su espada, que se cargó con electricidad hacia Krauser. Además se vería incrementado la corriente debido a su propia niebla.
Art Assassin: Thunderstorm (Arte del Asesino: Tormenta Eléctrica) [AF]
Como no podía ser de otra forma, Krauser esquivó sin demasiado esfuerzo sus balas. Claramente era capaz de saber sus movimientos de antemano. Debía de usar él también su mantra, que por como se desarrollaba el combate parecía estar mucho menos desarrollado que el suyo. Aunque sea menos, el tenerlo le daba cierto margen y equilibraría algo el combate, pues ambos podían adelantarse a los movimientos del otro, aunque claramente Crimson podía preverlos menos. De igual manera, sólo tenia que saber aprovechar sus habilidades y buscar un descuido de su oponente.
Krauser, había cubierto todo nuevamente con la niebla, y acto seguido imitó a Crimson, desenfundando un arma de fuego, en su caso una recortada, y le apuntó con la misma. Todo esto Crimson no lo era capaz de verlo, sino de "escucharlo" a través de las voces que irradiaban las intenciones del marine. Claramente no se iba a andar con rodeos y este también estaba dispuesto a dar golpes certeros, que de dar de pleno, no sería d extrañar que sean mortales. Él ya tenía un corte en el pecho, bastante severo, y de recibir ahí otra herida sería muy complicado seguir luchando en condiciones, más aún si sumabas la espesa niebla que existía y le atosigaba. Sin embargo esa misma niebla podía ser su salvación.
Ya que usaba su fruta él no iba a ser menos y también la utilizó. A la vez que el castaño desnfundaba la escopeta él se convertía en su forma híbrida, midiendo más de tres metros de alto, llegando sobradamente a los siete metros de envergadura y teniendo mucha más fuerza y velocidad que cuando era un simple humano. Se cubrió el cuerpo con sus dos alas mientras usaba el haki de armadura, concentrándolo en el borde las alas, con las que detendría sus disparos, aunque no del todo, pues acabaron entrando lo suficiente como para poder hacer brotar sangre y destruir algunas plumas. Pero eso no era todo, su rival, levantó el espadón con gran velocidad para hacer contacto con la piel de Crimson y así dejarlo débil e inservible. Afortunadamente no chocó directamente contra él, sino contra la manga de su abrigo. -"Qué cabrón."- De no ser por eso estaría en el suelo totalmente a merced de cualquier peligro. Soltó su katana y volvió a cogerla todo lo rápido que pudo.
El daño no era signifcativo, pero claramente mermaría un poco su capacidad voladora. No le importaba, pues no iba a usar ahora sus alas para volar, sino para algo totalmente innovador. -Red Aura-volvió a susurrar, pero esta vez lo que se tornaría de ese color rojo intenso tan característico sería todos sus plumaje, haciéndole incluso brillar, si la iluminación era lo suficientemente intensa. Nuevamente usó esta habilidad para aumentar su velocidad de una forma vertginosa. Giró todo sus cuerpo, todo lo rápido que podía, debido a que incluso así, la niebla seguía siendo molestas, acelerando cada vez más, pues sus alas iban dispersando la niebla de su alrededor y mientras más quitaba más rápido iba con ellas. Tras escasos momentos, habiendo formado un pequeño tornado que impedía que la niebla se le acercase, lanzó un onda cortante con su espada, que se cargó con electricidad hacia Krauser. Además se vería incrementado la corriente debido a su propia niebla.
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El espectáculo continuaba para los dos asesinos, las palabras de Crimson hicieron sonreír de lado al marine. Parecía estar disfrutando con aquella pelea, de hecho Krauser también estaba haciéndolo, era increíble como con su haki de observación, su niebla y su espada estaba aguantando. El chico águila también era admirable, con su katana y sus habilidades también era un verdadero peligro, aquella especie de velocidad era muy difícil de seguir y era devastadora. Isla Banaro era ahora el campo de batalla de aquellos dos, no parecían querer detenerse, la clave había parecido ser aquel ataque eléctrico que dejó a los dos reventados. La niebla podía ser letal para el moreno pero una sola pizca de electricidad y aquello era un peligro para los dos. No entendía porque aquel hombre buscaba su mentor Karl, de todas formas sabía que su amigo era muy poderoso, lo que no entendía era como aquel tipo moreno no era conocido. Alguien con su poder debería tener un buen cartel con su cabeza, pero sin embargo no lo tenía, o al menos el castaño no lo había visto por los cuarteles. Después de aquello necesitaría un descanso urgentemente, estaba siendo un encuentro muy duro. Quizás el más duro que había tenido después del que tuvo con el supernova. –Es muy poderoso –Murmuró el marine mientras observaba como sucedían los hechos.
Tras los disparos pudo ver como el moreno empezaba a cambiar usando la forma hibrida de su fruta. Era una imponente águila y esta usó sus alas para bloquear los tiros. Se notaba que algunos le habían dado debido a las plumas que caían al suelo y debido a que unas gotas de sangre llegaron al pecho del marine. Tras aquello pudo escuchar de nuevo aquellas palabras, pero esta vez ya sabía el significado de estas, de modo que iba a activar aquella poderosa e impresionante velocidad. Al escuchar eso, el marine llevó su arma a su espalda amarrándola de forma que no tocara el filo, en su mano derecha comenzó a formar un potente shuriken de energía del mismo tamaño que el anterior, las puntas se expandieron dos metros y el enorme objeto cortante empezó a girar con fuerza haciendo que la niebla se separa de Krauser. Sabía las habilidades eléctricas de Crimson y no se iba a arriesgar a la situación anterior, de esa forma con lo rápido que giraba aquella cuchilla sobre la mano de Krauser estaba a salvo. Este mantenía la mano hacia arriba para no auto decapitarse. Su rival empezó a formar un torbellino con sus alas también separando la niebla.
Krauser pensaba que podría ser para que su cuerpo no le pesara o para que no le tocara la humedad. Ambos habían pensado igual, de repente el moreno lanzó una onda cortante hacia el marine, este frunció el ceño observándola, solo disponía de una mano. Con su mano libre pensó rápidamente una solución y sin pensárselo lanzó un movimiento recto con el brazo formando una onda cortante verde y muy fina. Esta recibía el nombre de Excalibur. Dicha onda salió disparada hacia la de Crimson, cuando las dos chocaron, algunos fragmentos de la onda del moreno impactaron en el brazo izquierdo del comodoro. Krauser gruñó de dolor clavando una rodilla en el suelo y notando como el brazo izquierdo se le dormía levemente, al ser una pequeña parte no fue tan fuerte. Justo después otra parte le impactó en la costilla izquierda realizándole un corte de roce por donde cayeron unas cuantas gotas de sangre al suelo, el marine volvió a gruñir de dolor sintiendo el calambrazo. No había movido su mano derecha en todo el momento para mantener su propia niebla alejada de él.
Una vez hubo pasado el ataque, abrió sus ojos mientras se levantaban tosiendo un poco de sangre ya que sus vendas se volvieron rojas. De repente empezó a mover los dientes hasta destrozar las vendas, estas cayeron al suelo y dejó ver unos dientes afilados como si fueran los de un Gyojin. Ahora con su mano libre formó otro shuriken como el anterior teniendo en cada mano uno. Con ambas manos elevadas, primero lanzó uno hacia el águila y un segundo después el otro. Los dos shuriken iban abriendo paso en la niebla girando con las cuatro puntas ya extendidas dos metros y estos del tamaño de una televisión normal. Nada mas lanzarlos, el marine volvió a crear uno en su mano izquierda para que girara y mantuviera la niebla alejada de él. Sin embargo esta seguía alrededor, con su otra mano se agachó colocándola en el suelo y generando algo más de niebla para que siguiera apareciendo y su oponente tuviera que quitársela de encima. Una vez hizo eso y apartó la de su alrededor con su arma, cogió con la mano libre su espada de nuevo observando a ver si alguno de sus dos pequeños había dado al moreno, estos iban con muy buena velocidad debido a que apenas le pesaban al marine, a fin de cuentas eran shurikens. –vas a llevarte un buen precio por tu cabeza por esto amigo, vas a hacerte famoso, deberías sentirte feliz. Estas a tiempo de parar esta locura y hablar civilizadamente Crimson.
Energi Shurikens: Double Massacre (AF)
Tras los disparos pudo ver como el moreno empezaba a cambiar usando la forma hibrida de su fruta. Era una imponente águila y esta usó sus alas para bloquear los tiros. Se notaba que algunos le habían dado debido a las plumas que caían al suelo y debido a que unas gotas de sangre llegaron al pecho del marine. Tras aquello pudo escuchar de nuevo aquellas palabras, pero esta vez ya sabía el significado de estas, de modo que iba a activar aquella poderosa e impresionante velocidad. Al escuchar eso, el marine llevó su arma a su espalda amarrándola de forma que no tocara el filo, en su mano derecha comenzó a formar un potente shuriken de energía del mismo tamaño que el anterior, las puntas se expandieron dos metros y el enorme objeto cortante empezó a girar con fuerza haciendo que la niebla se separa de Krauser. Sabía las habilidades eléctricas de Crimson y no se iba a arriesgar a la situación anterior, de esa forma con lo rápido que giraba aquella cuchilla sobre la mano de Krauser estaba a salvo. Este mantenía la mano hacia arriba para no auto decapitarse. Su rival empezó a formar un torbellino con sus alas también separando la niebla.
Krauser pensaba que podría ser para que su cuerpo no le pesara o para que no le tocara la humedad. Ambos habían pensado igual, de repente el moreno lanzó una onda cortante hacia el marine, este frunció el ceño observándola, solo disponía de una mano. Con su mano libre pensó rápidamente una solución y sin pensárselo lanzó un movimiento recto con el brazo formando una onda cortante verde y muy fina. Esta recibía el nombre de Excalibur. Dicha onda salió disparada hacia la de Crimson, cuando las dos chocaron, algunos fragmentos de la onda del moreno impactaron en el brazo izquierdo del comodoro. Krauser gruñó de dolor clavando una rodilla en el suelo y notando como el brazo izquierdo se le dormía levemente, al ser una pequeña parte no fue tan fuerte. Justo después otra parte le impactó en la costilla izquierda realizándole un corte de roce por donde cayeron unas cuantas gotas de sangre al suelo, el marine volvió a gruñir de dolor sintiendo el calambrazo. No había movido su mano derecha en todo el momento para mantener su propia niebla alejada de él.
Una vez hubo pasado el ataque, abrió sus ojos mientras se levantaban tosiendo un poco de sangre ya que sus vendas se volvieron rojas. De repente empezó a mover los dientes hasta destrozar las vendas, estas cayeron al suelo y dejó ver unos dientes afilados como si fueran los de un Gyojin. Ahora con su mano libre formó otro shuriken como el anterior teniendo en cada mano uno. Con ambas manos elevadas, primero lanzó uno hacia el águila y un segundo después el otro. Los dos shuriken iban abriendo paso en la niebla girando con las cuatro puntas ya extendidas dos metros y estos del tamaño de una televisión normal. Nada mas lanzarlos, el marine volvió a crear uno en su mano izquierda para que girara y mantuviera la niebla alejada de él. Sin embargo esta seguía alrededor, con su otra mano se agachó colocándola en el suelo y generando algo más de niebla para que siguiera apareciendo y su oponente tuviera que quitársela de encima. Una vez hizo eso y apartó la de su alrededor con su arma, cogió con la mano libre su espada de nuevo observando a ver si alguno de sus dos pequeños había dado al moreno, estos iban con muy buena velocidad debido a que apenas le pesaban al marine, a fin de cuentas eran shurikens. –vas a llevarte un buen precio por tu cabeza por esto amigo, vas a hacerte famoso, deberías sentirte feliz. Estas a tiempo de parar esta locura y hablar civilizadamente Crimson.
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Ambos estaban ya exhaustos por el largo y continuo combate que se había prolongado más de lo que el mismo Crimson esperaba, sus combates no solían durar demasiado, y los dos tenían diversas heridos, sumado al haber sido electrocutados violentamente por la descarga del, sumado a la niebla del marine. Iba ya siendo hora de concluir ese combate. Esta era de las pocas veces en la que no tenía claro la victoria pero, como siempre, no iba a rendirse y en el hipotético caso de perder, él se vendría consigo al hospital.
El comodoro logró parar su ataque chocando contra su onda cortante otra similar, sin embargo la suya tenía un poder inferior y terminó siendo cortado en el brazo izquierdo. Y usando otro de esos shurikens gigantes apartó su propia niebla para evitar la descarga eléctrica. El moreno esperaba que hubiese quedado más dañado después de su combinación de ataques, pero no parecía demasiado mermado físicamente. Las heridas de Crimson eran ya muy molestas y sobretodo empezaba a agotarse de tanto usar el "Red Aura", más rápido si cabe al haber sido electrocutado con el anterior ataque suicida del castaño. Normalmente al usar esta técnica es suficiente para terminar en un par de golpes. Pero su niebla, combinado con su mantra y la gran variedad de armas que tenía lo hacían un usuario realmente molesto contra el que lidiar. No aguantaría mucho más y tenía que decidirlo todo con el siguiente ataque.
Krauser no le daba respiro y este continuó creando otro shuriken y le lanzó los dos. Estos se aproximaron a gran distancia, cortando el viento y abriéndose paso por la niebla, incluso se podía escuchar como venían en camino hacia él, dispuestos a rebanarlo. La niebla se volvió aún más espesa, puesto que su creador seguían aumentando la cantidad de esta para dificultar el movimiento del veloz asesino rojo. Obviamente lo conseguía, pues no podía evitar a la vez la niebla y defenderse de los shurikens... o quizás sí.
Sus giros con las alas no se detuvieron, por lo que logró mantener a una distancia prudencial la niebla, imbuyó sus seis extremidades en haki para aumentar su fuerza y resistencia tanto a cortes como a golpes. La sangre de sus heridas salpicó por el giro rotatorio y dejó el suelo de su alrededor bañado en sangre. Las estrellas cortantes seguían viniendo y el no paró de girar, es más aumentó la velocidad, su Red Aura le permitía moverse a velocidades excepcionalmente altas, y con ella lanzó, imitando la defensa de su rival, una onda cortante que chocase contra el primero de sus dos shurikens, este dejó estalló en mitad del aire dejando un rastro de destrucción a su alrededor. Eso es lo que le esperaba con el siguiente el cual detuvo con su katana, haciendo que, al igual que el anterior, estalle generando distintas ondas cortantes por todos los alrededores a un gran radio.
Art Assassin: Defensive Vortex: (Arte del Asesino: Vorágine defensiva)
Es justo lo que esperaba. Sus alas, sus garras y su legendaria katana detuvieron la mayor parte de la explosión de cortes que salían en todas direcciones en un giro defensivo en el cual acada una de sus extremidades se convertía en si mismo en una cuchilla. Aún así era imposible detenerlos todos y acabo siendo cortado por varias partes de su cuerpo. Aunque nada demasiado profundo. Sin embargo si que estaba lo suficientemente agotado como para tener que dejar de usar su Red Aura antes de desvanecerse. Sus músculos no le respondían del todo, ese individuo había hecho sacar lo mejor de sí mismo. Clavó la katana en el suelo dispuesto a seguir combatiendo aunque apenas y se mantenía en pie. Todo gran aumento requiere un gasto mayor de energía y ahora lo lamentaba su deteriorado cuerpo.
Entonces las palabras que salieron de Krauser le aclararon algo la mente. No había pensado en ello. Una vez se metía en un combate de tales dimensiones su mente sólo quedaba absorta en el mismo y poco le importaba todo lo demás. Tenía razón, atacar a un alto rango de l marina suponía un aumento inmediato de su recompensa. Su "anonimato" (seguía siendo bastante conocido por su anterior nombre, Red Stinger, por muchos hombres y mujeres a lo largo y ancho del mar) se vería interrumpido. Nunca le había interesado ganarse una recompensa, él se convertiría en una leyenda cuando sea necesario y no necesitaba, ni quería, de momento, una. -Continúa, Krauser. Quiero oír exactamente qué es lo que propones- respondió el pirata antes las declaraciones de su oponente. Enfundó su katana y poco a poco se fue calmando. Tampoco le quedaba muchas más alternativas. Quedó nuevamente atrapado bajo la espesa humedad.
El comodoro logró parar su ataque chocando contra su onda cortante otra similar, sin embargo la suya tenía un poder inferior y terminó siendo cortado en el brazo izquierdo. Y usando otro de esos shurikens gigantes apartó su propia niebla para evitar la descarga eléctrica. El moreno esperaba que hubiese quedado más dañado después de su combinación de ataques, pero no parecía demasiado mermado físicamente. Las heridas de Crimson eran ya muy molestas y sobretodo empezaba a agotarse de tanto usar el "Red Aura", más rápido si cabe al haber sido electrocutado con el anterior ataque suicida del castaño. Normalmente al usar esta técnica es suficiente para terminar en un par de golpes. Pero su niebla, combinado con su mantra y la gran variedad de armas que tenía lo hacían un usuario realmente molesto contra el que lidiar. No aguantaría mucho más y tenía que decidirlo todo con el siguiente ataque.
Krauser no le daba respiro y este continuó creando otro shuriken y le lanzó los dos. Estos se aproximaron a gran distancia, cortando el viento y abriéndose paso por la niebla, incluso se podía escuchar como venían en camino hacia él, dispuestos a rebanarlo. La niebla se volvió aún más espesa, puesto que su creador seguían aumentando la cantidad de esta para dificultar el movimiento del veloz asesino rojo. Obviamente lo conseguía, pues no podía evitar a la vez la niebla y defenderse de los shurikens... o quizás sí.
Sus giros con las alas no se detuvieron, por lo que logró mantener a una distancia prudencial la niebla, imbuyó sus seis extremidades en haki para aumentar su fuerza y resistencia tanto a cortes como a golpes. La sangre de sus heridas salpicó por el giro rotatorio y dejó el suelo de su alrededor bañado en sangre. Las estrellas cortantes seguían viniendo y el no paró de girar, es más aumentó la velocidad, su Red Aura le permitía moverse a velocidades excepcionalmente altas, y con ella lanzó, imitando la defensa de su rival, una onda cortante que chocase contra el primero de sus dos shurikens, este dejó estalló en mitad del aire dejando un rastro de destrucción a su alrededor. Eso es lo que le esperaba con el siguiente el cual detuvo con su katana, haciendo que, al igual que el anterior, estalle generando distintas ondas cortantes por todos los alrededores a un gran radio.
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Es justo lo que esperaba. Sus alas, sus garras y su legendaria katana detuvieron la mayor parte de la explosión de cortes que salían en todas direcciones en un giro defensivo en el cual acada una de sus extremidades se convertía en si mismo en una cuchilla. Aún así era imposible detenerlos todos y acabo siendo cortado por varias partes de su cuerpo. Aunque nada demasiado profundo. Sin embargo si que estaba lo suficientemente agotado como para tener que dejar de usar su Red Aura antes de desvanecerse. Sus músculos no le respondían del todo, ese individuo había hecho sacar lo mejor de sí mismo. Clavó la katana en el suelo dispuesto a seguir combatiendo aunque apenas y se mantenía en pie. Todo gran aumento requiere un gasto mayor de energía y ahora lo lamentaba su deteriorado cuerpo.
Entonces las palabras que salieron de Krauser le aclararon algo la mente. No había pensado en ello. Una vez se metía en un combate de tales dimensiones su mente sólo quedaba absorta en el mismo y poco le importaba todo lo demás. Tenía razón, atacar a un alto rango de l marina suponía un aumento inmediato de su recompensa. Su "anonimato" (seguía siendo bastante conocido por su anterior nombre, Red Stinger, por muchos hombres y mujeres a lo largo y ancho del mar) se vería interrumpido. Nunca le había interesado ganarse una recompensa, él se convertiría en una leyenda cuando sea necesario y no necesitaba, ni quería, de momento, una. -Continúa, Krauser. Quiero oír exactamente qué es lo que propones- respondió el pirata antes las declaraciones de su oponente. Enfundó su katana y poco a poco se fue calmando. Tampoco le quedaba muchas más alternativas. Quedó nuevamente atrapado bajo la espesa humedad.
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Crimson volvió a utilizar sus alas para despejar aquella niebla de nuevo y recibir menos daños con la explosión, además se las apañó muy bien para salir con vida del ataque. El combate era impresionante, ambos asesinos estaban dando lo mejor de ellos. Pudo ver como el chico águila clavaba su rodilla en el suelo y su espada y parecía estar dispuesto a seguir combatiendo. El Gran Espada frunció el ceño mientras escupía un poco más de sangre, de repente el shuriken de su mano comenzó a desvanecerse. “Vaya…” pensó el asesino mientras ahora miraba su mano, estaba algo herida y sangraba con bastantes cortes en ella. No había estado midiendo su energía y no tenía suficiente para volver a crear uno de sus ataques de energía. A la cabeza le vino un fogonazo dejándole mareado unos segundos donde se clavó sobre una rodilla en el suelo y empezó a respirar de forma agitada, no podía seguir combatiendo con todo su poder debido a sus heridas y a su estado físico. Aquel chico le había hecho esforzarse al máximo y le había puesto contra las cuerdas, de todas formas su oponente parecía estar en una situación similar a la suya.
Krauser tomó su espadón con una mano mientras se colocaba en pie dispuesto a seguir combatiendo, no pararía hasta caer seco. Avanzó hacia el moreno con el ceño fruncido dispuesto a vencer pero de nuevo cayó al suelo quedando boca abajo, con fuerza de voluntad consiguió colocarse de nuevo en pie mientras jadeaba. Por algo era uno de los marines más fieles y disciplinados de toda la marina, uno de los pocos que quedaban. No podía permitirse ser derrotado allí si quería vencer algún día en combate a Karl. Solo habían peleado una vez y Karl se rindió, por lo que no era de muy buen gusto ganar de esa forma. De repente el marine hizo acople de sus últimas fuerzas tratando de usar la energía cortante en su mano, pero acto seguido a sus oídos llegaron unas palabras. Esas palabras pertenecían a moreno con el que estaba peleando, decían que quería oír lo que el demonio de la niebla le quería proponer, era increíble que después de toda la pelea tratando de convencerle ahora quisiera escuchar. Tal vez lo de la recompensa por su cabeza le echó atrás y decidió pensárselo mejor, si algo era Krauser, era un tipo con sentido de la justicia y no delataría aquel hombre bajo ningún concepto si decidía escuchar.
Dejo de intentar crear energía en su mano y clavó su rodilla derecha en el suelo quedando con su espada clavada en el suelo con una postura similar a la del moreno. De repente alzó una ceja y la niebla comenzó a dispersarse del todo desapareciendo de aquel lugar y dejando que los rayos de sol bañasen a los dos asesinos y al campo de batalla. Al parecer el combate había finalizado o eso parecía, el resultado habían sido tablas. Ambos estaban heridos y agotados, puede que Crimson no lo estuviera mucho, o si, pero eso era cosa suya pues el marine solo se guiaba por lo que sus ojos veían y estos no podían ver los pensamientos del chico águila. Sin embargo ahora iba a contestarle, no iba a dejar de lado la conversación que había estado buscando desde el comienzo de aquella pelea. Sería absurdo no hablar ahora después de todo lo que se había montado en aquel lugar donde había destrucción por todas partes debido a los choques de los dos luchadores. A continuación le habló en un tono muy tranquilo y calmado mientras recuperaba un poco el aliento y descansaba algo.
- No constas en ningún archivo, no tienes recompensa por tu cabeza, eso te hace alguien libre en cuanto a la ley. Sin embargo, ahora mismo su cabeza valdría alrededor de ciento cincuenta millones o cosa así debido a que estas peleando con un comodoro de la marina. No sé cuál es tu motivo para atacarme pero no me meteré ahí, Karl ya es mayorcito para solucionar sus asuntos. Si quieres encontrarle y hablar con él o lo que sea, ten vendría muy bien entrar en la marina o en el gobierno mundial. Yo te ayudaría a hacerlo, así salimos ganando. Yo consigo que alguien de tu nivel sea un potente aliado y tú consigues encontrar a Karl, llevo meses buscándole, pero a saber donde se mete mi viejo amigo. ¿Qué te parece el trato? Me gusta el arroz y por aquí debe haber algún pueblo.
Dijo a modo de indirecta mientras le observaba tranquilamente esperando su respuesta, aquel tipo era muy fuerte y tenerlo dentro de la justicia sería algo realmente bueno, si hacía falta se ocuparía personalmente de firmarle una carta para su entrada al gobierno o la marina.
Krauser tomó su espadón con una mano mientras se colocaba en pie dispuesto a seguir combatiendo, no pararía hasta caer seco. Avanzó hacia el moreno con el ceño fruncido dispuesto a vencer pero de nuevo cayó al suelo quedando boca abajo, con fuerza de voluntad consiguió colocarse de nuevo en pie mientras jadeaba. Por algo era uno de los marines más fieles y disciplinados de toda la marina, uno de los pocos que quedaban. No podía permitirse ser derrotado allí si quería vencer algún día en combate a Karl. Solo habían peleado una vez y Karl se rindió, por lo que no era de muy buen gusto ganar de esa forma. De repente el marine hizo acople de sus últimas fuerzas tratando de usar la energía cortante en su mano, pero acto seguido a sus oídos llegaron unas palabras. Esas palabras pertenecían a moreno con el que estaba peleando, decían que quería oír lo que el demonio de la niebla le quería proponer, era increíble que después de toda la pelea tratando de convencerle ahora quisiera escuchar. Tal vez lo de la recompensa por su cabeza le echó atrás y decidió pensárselo mejor, si algo era Krauser, era un tipo con sentido de la justicia y no delataría aquel hombre bajo ningún concepto si decidía escuchar.
Dejo de intentar crear energía en su mano y clavó su rodilla derecha en el suelo quedando con su espada clavada en el suelo con una postura similar a la del moreno. De repente alzó una ceja y la niebla comenzó a dispersarse del todo desapareciendo de aquel lugar y dejando que los rayos de sol bañasen a los dos asesinos y al campo de batalla. Al parecer el combate había finalizado o eso parecía, el resultado habían sido tablas. Ambos estaban heridos y agotados, puede que Crimson no lo estuviera mucho, o si, pero eso era cosa suya pues el marine solo se guiaba por lo que sus ojos veían y estos no podían ver los pensamientos del chico águila. Sin embargo ahora iba a contestarle, no iba a dejar de lado la conversación que había estado buscando desde el comienzo de aquella pelea. Sería absurdo no hablar ahora después de todo lo que se había montado en aquel lugar donde había destrucción por todas partes debido a los choques de los dos luchadores. A continuación le habló en un tono muy tranquilo y calmado mientras recuperaba un poco el aliento y descansaba algo.
- No constas en ningún archivo, no tienes recompensa por tu cabeza, eso te hace alguien libre en cuanto a la ley. Sin embargo, ahora mismo su cabeza valdría alrededor de ciento cincuenta millones o cosa así debido a que estas peleando con un comodoro de la marina. No sé cuál es tu motivo para atacarme pero no me meteré ahí, Karl ya es mayorcito para solucionar sus asuntos. Si quieres encontrarle y hablar con él o lo que sea, ten vendría muy bien entrar en la marina o en el gobierno mundial. Yo te ayudaría a hacerlo, así salimos ganando. Yo consigo que alguien de tu nivel sea un potente aliado y tú consigues encontrar a Karl, llevo meses buscándole, pero a saber donde se mete mi viejo amigo. ¿Qué te parece el trato? Me gusta el arroz y por aquí debe haber algún pueblo.
Dijo a modo de indirecta mientras le observaba tranquilamente esperando su respuesta, aquel tipo era muy fuerte y tenerlo dentro de la justicia sería algo realmente bueno, si hacía falta se ocuparía personalmente de firmarle una carta para su entrada al gobierno o la marina.
Crimson
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La espesa y molesta niebla desapareció totalmente. Al parecer dejó de usar su akuma no mi. Crimson hizo lo propio y volvió a su forma humana. Los dos quedaron en una posición muy similar tras el intenso combate, en la que sus respectivas rodillas se clavaban en el suelo y se apoyaban, a modo de bastón, sobre las empuñaduras de sus armas. Entonces el marine, que parecía esta vez ir en son de paz, le respondió diciéndole que se uniera al gobierno, ya sea como uno de sus agentes o en la misma marina, argumentando que no le vendría mal un hombre de su talento en sus filas y que, además, de esa forma conseguiría poder encontrar a Karl de forma mucho más sencilla. Cierto era que le resultaba muy difícil conseguir pistas para poder encontrarlo... y también era cierto que tener un sueldo fijo pagado directamente por el gobierno no era tan mala idea, además los trajes le sentaba de lujo, todo había que decirlo. También comentó el grandullón que tenía hambre y le gustaba el arroz. Crimson no pudo evitar reír por ese último comentario.
Se levantó y enfundó su katana, acomodándola en su cintura. -Es lo que tiene el ejercicio, que da un hambre de cojones- contestó el pirata a Krauser. -Que yo recuerde fuiste tú el que atacó primero- continuó mientras caminaba, confiado, en dirección al pueblo para buscar un sitio en el cual comer. -No es que no me seduzca la idea... ¿Pero el gobierno aceptará tan fácilmente a un presunto criminal junto a sus condecorados marines y sus policías secretos? Tengo unas razonables dudas al respecto.- Siguió caminando y ya se podía divisar el pueblo a unos 40 metros. Algunos pueblerinos que rondaban a las afueras se asustaron al verlos. Incluso aunque estuvieron peleando a gran distancia del poblado, el ruido que habían generado estos con retumbaron y casi todo el mundo lo había notado. Además viendo las cuantiosas heridas de cada uno era fácil deducir que eran esos dos marines (pues Crimson seguía con el disfraz de marine) eran los causantes de todo ese alboroto. Nadie sabía por qué se habrían enfrentado entre ellos pero pocos tenían el valor suficiente como para preguntarlo. -Mira, parece que no pasamos desapercibidos, Comodoro- dijo ya llegando al pueblo.
Desde ahí pudo ver un bar cercano, "Cabeza de Puerco" se llamaba, al cual entró directamente Crimson. Se sentó en una de las mesas que estaban más al final y se quitó la gorra, alborotándose el pelo, que estaba aplastado y pegado a su cabeza. -A ver cuéntame, ¿qué tienes pensado, Krauser?-preguntó el pirata. -Yo todavía no tengo clara la respuesta que voy a darte, así que intenta seducirme- bromeó riendo, aunque en realidad pretendía que de verdad logre convencerlo. Las postura de Crimson en esos momentos era muy favorable, ya que le otorgaba muchas ventajas formar parte del gobierno, pero necesitaba aún un último empujón. Su dudosa moralidad le permitía moverse entre los marines o los agentes sin muchos problemas. De hecho ya lo estuvo haciendo durante ese tiempo mientras se infiltraba.
Una camarera se acercó y les preguntó que qué era lo que se les ofrecía. Ella tenía una mirada muy curiosa ante las reveladoras heridas de ambos clientes y sus ropajes que denotaban autoridad. Se adelantó el pirata respondiendo con una pícara respuesta -Ponme un par de chuletas y tu dirección escrita en una servilleta.- La chica no pudo evitar reírse por el comentario y anotó la comanda en un papel. Observó al Krauser esperando el pedido de éste.
Se levantó y enfundó su katana, acomodándola en su cintura. -Es lo que tiene el ejercicio, que da un hambre de cojones- contestó el pirata a Krauser. -Que yo recuerde fuiste tú el que atacó primero- continuó mientras caminaba, confiado, en dirección al pueblo para buscar un sitio en el cual comer. -No es que no me seduzca la idea... ¿Pero el gobierno aceptará tan fácilmente a un presunto criminal junto a sus condecorados marines y sus policías secretos? Tengo unas razonables dudas al respecto.- Siguió caminando y ya se podía divisar el pueblo a unos 40 metros. Algunos pueblerinos que rondaban a las afueras se asustaron al verlos. Incluso aunque estuvieron peleando a gran distancia del poblado, el ruido que habían generado estos con retumbaron y casi todo el mundo lo había notado. Además viendo las cuantiosas heridas de cada uno era fácil deducir que eran esos dos marines (pues Crimson seguía con el disfraz de marine) eran los causantes de todo ese alboroto. Nadie sabía por qué se habrían enfrentado entre ellos pero pocos tenían el valor suficiente como para preguntarlo. -Mira, parece que no pasamos desapercibidos, Comodoro- dijo ya llegando al pueblo.
Desde ahí pudo ver un bar cercano, "Cabeza de Puerco" se llamaba, al cual entró directamente Crimson. Se sentó en una de las mesas que estaban más al final y se quitó la gorra, alborotándose el pelo, que estaba aplastado y pegado a su cabeza. -A ver cuéntame, ¿qué tienes pensado, Krauser?-preguntó el pirata. -Yo todavía no tengo clara la respuesta que voy a darte, así que intenta seducirme- bromeó riendo, aunque en realidad pretendía que de verdad logre convencerlo. Las postura de Crimson en esos momentos era muy favorable, ya que le otorgaba muchas ventajas formar parte del gobierno, pero necesitaba aún un último empujón. Su dudosa moralidad le permitía moverse entre los marines o los agentes sin muchos problemas. De hecho ya lo estuvo haciendo durante ese tiempo mientras se infiltraba.
Una camarera se acercó y les preguntó que qué era lo que se les ofrecía. Ella tenía una mirada muy curiosa ante las reveladoras heridas de ambos clientes y sus ropajes que denotaban autoridad. Se adelantó el pirata respondiendo con una pícara respuesta -Ponme un par de chuletas y tu dirección escrita en una servilleta.- La chica no pudo evitar reírse por el comentario y anotó la comanda en un papel. Observó al Krauser esperando el pedido de éste.
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El marine observaba aún en aquella posición como el chico se levantaba guardando su arma en su respectiva funda. El capullo dijo que fue él quien había atacado primero “Capullo, hablabas como un puto asesino en serio que me quería matar o violar” Pensó mientras alzaba una ceja levantándose. La mano en verdad le dolía bastante, de hecho estaba claro que tan solo podría haber seguido peleando usando solo su espada, estaba demasiado agotado en energía para usar más niebla u otro shuriken de energía. Ahora reunió fuerzas para levantar su espadón que relució al Sol mientras lo colocaba amarrado en su espalda. La siguiente pregunta del pirata no era de mucho interés, podría ser in criminal pero no era conocido y con eso bastaba para que el marine se ocupara, además no parecía ser el típico que va matando gente inocente solo por diversión. Simplemente se dedicó a asentir.
Ahora respiró un poco mientras mantenía su mirada fija en el moreno que iba aún camuflado como un marine. Después observó como comenzaba a caminar al pueblo y sin hacerle esperar mucho, decidió seguirle tranquilamente a su mismo paso mientras metía las manos en los bolsillos. Podía notar las extrañas miradas de la gente y el miedo en las miradas de algunos, sin embargo estaba acostumbrado a eso y le daba igual, desde siempre le habían mirado como un terrible monstruo debido a sus vendajes y su espadón. Ahora no llevaba los vendajes puestos, los había roto durante la pelea para poder respirar mejor durante aquel gran combate. Esperaba ahora que entraran a un lugar con aire acondicionado pues el calor que sentía aquel castaño era increíble, las gotas de sudor caían por su frente mientras seguía avanzando con aquel chico águila que había combatido con tanto potencial. Maldito Karl, no le habló de su hijo, no le habló de su marcha a entrenar y no le había hablado del moreno. Tanto secretismo empezaba a molestar al Demonio de la niebla.
Una vez llegaron al establecimiento, ambos se sentaron el lugar era bastante agradable. No había un ambiente amenazador en el aire (chulo, bandidos o borrachos) y se estaba fresco. Ahora el hombre que tenía frente a sus ojos habló de nuevo, dijo que le intentara seducir debido a que no sabía qué respuesta dar. No iba a rogar por nada, solo le diría algunas ventajas claras y como sería la situación por la que iba a entrar, no era la primera vez que metía a alguien así en la marina para que tuviera una mera, un sueño o algo donde usar sus habilidades. Justo cuando iba a empezar a hablarle, llegó la camarera, el moreno le pidió dos chuletones y el número de teléfono. Otro ligón, o eso parecía, su equipo especial de Élite estaba lleno de ellos y cada vez estaba más acostumbrado aquellas cosas que ellos llamaban ligar. El marine ahora notó que la camarera le miraba, abrió la boca para hablar y notó como ella retrocedía un paso al ver sus dientes afilados y le miraba con mala cara, entre asco y miedo. En ese momento el marine se dio cuenta, pero decidió pasar de eso. Metió la mano en su bolsillo y sacó una tarjeta de la marine mientras hablaba en un tono alto y claro con autoridad.
- Contra-Almirante de la marina, Demonio de la niebla. A mi tráeme un plato de arroz con sal, unos vendajes de color blanco y un Den Den Mushi y cuidado con la mirada que echas o espantaras a los clientes.
La camarera al ver que era un alto cargo de la marina se disculpó y enseguida fue a por todo. Mientras tanto, ahora el marine observó al hombre de la espada eléctrica. Efectivamente, aquel comodoro era un Contra-Almirante, algo que seguro Crimson no se esperaba, debido a que Krauser ordenaba a sus hombres llamarlo comodoro y de esa forma él no se había podido enterar. Debió preguntarle aquello en lugar de lo del músico del barco. No sabía cómo se iba a tomar el moreno que estuviera ante alguien tan cercano al puesto de Almirante. El marine ahora sonrió de lado y mientras esperaban las cosas, empezó a responderle a todo de forma rápida, pues había almacenado todas las preguntas que Crimson le había hecho durante todo el camino.
- Yo ataqué, porque me daba la sensación de que me querías eliminar o violar, de modo que la culpa ahí es toda tuya socio. Si, el gobierno te aceptara pues no voy a decir nada sobre tu ataque, no has matado a ninguno de mis hombres y por lo tanto no tengo nada contra ti, atacarme no es nada malo si no me matas. La gente nos miraba así, no por nuestras heridas, que también, sino por mi físico, si vas conmigo al lado te miraran con odio, es lo que tiene ser un “demonio”. Pero no me importa, estoy acostumbrado y mis dientes suelen despertar asco y temor. Y te diré que si puedes entrar en la marina o el CP. Yo voy a mandar una carta a quien haga falta, al almirante de la flota o algún alto cargo del gobierno. De modo que tu solo dime un nombre por el que te presente y una dirección, en poco días recibirás una visita y puede que te lleven a Enies Lobbie. Escojas lo que escojas, marina o CP, te abrirá muchas puertas en tu vida y tendrás más motivos por los que luchar. ¿Qué me dices?
Ahora respiró un poco mientras mantenía su mirada fija en el moreno que iba aún camuflado como un marine. Después observó como comenzaba a caminar al pueblo y sin hacerle esperar mucho, decidió seguirle tranquilamente a su mismo paso mientras metía las manos en los bolsillos. Podía notar las extrañas miradas de la gente y el miedo en las miradas de algunos, sin embargo estaba acostumbrado a eso y le daba igual, desde siempre le habían mirado como un terrible monstruo debido a sus vendajes y su espadón. Ahora no llevaba los vendajes puestos, los había roto durante la pelea para poder respirar mejor durante aquel gran combate. Esperaba ahora que entraran a un lugar con aire acondicionado pues el calor que sentía aquel castaño era increíble, las gotas de sudor caían por su frente mientras seguía avanzando con aquel chico águila que había combatido con tanto potencial. Maldito Karl, no le habló de su hijo, no le habló de su marcha a entrenar y no le había hablado del moreno. Tanto secretismo empezaba a molestar al Demonio de la niebla.
Una vez llegaron al establecimiento, ambos se sentaron el lugar era bastante agradable. No había un ambiente amenazador en el aire (chulo, bandidos o borrachos) y se estaba fresco. Ahora el hombre que tenía frente a sus ojos habló de nuevo, dijo que le intentara seducir debido a que no sabía qué respuesta dar. No iba a rogar por nada, solo le diría algunas ventajas claras y como sería la situación por la que iba a entrar, no era la primera vez que metía a alguien así en la marina para que tuviera una mera, un sueño o algo donde usar sus habilidades. Justo cuando iba a empezar a hablarle, llegó la camarera, el moreno le pidió dos chuletones y el número de teléfono. Otro ligón, o eso parecía, su equipo especial de Élite estaba lleno de ellos y cada vez estaba más acostumbrado aquellas cosas que ellos llamaban ligar. El marine ahora notó que la camarera le miraba, abrió la boca para hablar y notó como ella retrocedía un paso al ver sus dientes afilados y le miraba con mala cara, entre asco y miedo. En ese momento el marine se dio cuenta, pero decidió pasar de eso. Metió la mano en su bolsillo y sacó una tarjeta de la marine mientras hablaba en un tono alto y claro con autoridad.
- Contra-Almirante de la marina, Demonio de la niebla. A mi tráeme un plato de arroz con sal, unos vendajes de color blanco y un Den Den Mushi y cuidado con la mirada que echas o espantaras a los clientes.
La camarera al ver que era un alto cargo de la marina se disculpó y enseguida fue a por todo. Mientras tanto, ahora el marine observó al hombre de la espada eléctrica. Efectivamente, aquel comodoro era un Contra-Almirante, algo que seguro Crimson no se esperaba, debido a que Krauser ordenaba a sus hombres llamarlo comodoro y de esa forma él no se había podido enterar. Debió preguntarle aquello en lugar de lo del músico del barco. No sabía cómo se iba a tomar el moreno que estuviera ante alguien tan cercano al puesto de Almirante. El marine ahora sonrió de lado y mientras esperaban las cosas, empezó a responderle a todo de forma rápida, pues había almacenado todas las preguntas que Crimson le había hecho durante todo el camino.
- Yo ataqué, porque me daba la sensación de que me querías eliminar o violar, de modo que la culpa ahí es toda tuya socio. Si, el gobierno te aceptara pues no voy a decir nada sobre tu ataque, no has matado a ninguno de mis hombres y por lo tanto no tengo nada contra ti, atacarme no es nada malo si no me matas. La gente nos miraba así, no por nuestras heridas, que también, sino por mi físico, si vas conmigo al lado te miraran con odio, es lo que tiene ser un “demonio”. Pero no me importa, estoy acostumbrado y mis dientes suelen despertar asco y temor. Y te diré que si puedes entrar en la marina o el CP. Yo voy a mandar una carta a quien haga falta, al almirante de la flota o algún alto cargo del gobierno. De modo que tu solo dime un nombre por el que te presente y una dirección, en poco días recibirás una visita y puede que te lleven a Enies Lobbie. Escojas lo que escojas, marina o CP, te abrirá muchas puertas en tu vida y tendrás más motivos por los que luchar. ¿Qué me dices?
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La chica se asustó al ver la intimidante figura del comodoro, un hombre imponente con nos dientes demoníacos, más propios de un goyjin que de un sumple humano. Crimson había visto tantas cosas a lo largo de su vida que ya poco le podía llegar a sorprender. Aunque si hubo algo que le sorprendió en ese instante. Krauser se reveló como contraalmirante, lo que alarmó a la chica porque estaba frente a un oficial. -Vamos, no te pases con la pobre chica-. Eso explicaba su tremenda fuerza. El pirata no pudo evitar sonreír mostrando en su rostro la viva imagen de la autosatisfacción. Sus ojos parecían brillar. Se sentía plenamente orgulloso por haber podido dar la talla. -Me complace haber podido dar este gran combate contra alguien de tu rango. Pensaba que yo sería mucho más débil. Verás, estoy bastante desentrenado y creía que mi nivel sería bastante inferior y... No deberías mentir a tus soldados, No-comodoro-sama- le comentó mientras veía como la chica se iba a por la comanda de los ávidos luchadores.
El pelinegro se recostó sobre su silla, estiró su brazo y lo apoyó sobre el respalda. Levantó un pie y colocó el tobillo sobre el muslo contrario. Se sentaba como todo un chulo. En parte se sentía así, siempre buscaba estar lo más cómodo y relajado posible, así que no se cortaba nada en los establecimientos. Era de los que levanta las piernas colocándolas en el respaldar sin importarle la opinión pública o de si estaba en plena iglesia. Era muy descarado y confiado a veces. Quizás por eso mismo le gustaba tanto a las chicas que veían en él ese escape que sólo podía proporcionarles un hombre fuerte, aventurero, despreocupado, vividor, rebelde... En definitiva alguien de sus características. Tenía un pequeño cuchillo en la zurda, que estaba libre y no sobre la silla, y empezó a jugar con él. Era realmente hábil usándolo y casi parecía estar haciendo malabares mientras giraba entre sus dedos. Levantó la mirada del cuchillo, éste cayó, y la clavó en el marine al notar como este le explicaba el por qué había decidido pelear contra él. Cierto era que tenía sus motivos, pues el capitán de Sons of Anarchy .
-La verdad es que tienes un culito bastante apetecible, Krauser- le respondió bromeando por su primera respuesta. Después siguió explicando lo que tenía pensado. Crimson escuchó mientras se quitaba la gorra de marine y le dejaba sobre la mesa. Guardó sus cuchillo, pues tampoco pretendía asustar más a la pobre muchacha que tan bien les había atendido y que esperaba que le escribiese lo que había sugerido. Pasarían una fogosa noche de ser así.
-Vale me convences. No es una idea descabellada. Además es cierto de que podría usar mi fuerza de alguna manera un tanto más útil. Aunque eso de la disciplina, siendo sinceros, no lo llevaré muy bien. Siempre he sido un espíritu libre que ha viajado por los mares. Van a tardar mucho más en adiestrerme en eso que en el combate- rió dando un pequeño golpe con el puño en la mesa. La joven y guapa camarera se acercó con los pedidos, poniéndolos cada uno en su sitio. Se fue y volvió al poco rato con los cubiertos y las servilletas, repartiéndolas entre los dos. Crimson vio una sombra detrás de la suya. La levantó y pudo ver que había algo escrito -¡Fíjate tú por dónde!- exclamó, enseñándoselo a Krauser-. Estos uniformes son un imñan de churris, definitivamente acepto- continuó con una amplia sonrisa. -Guapa, tráenos dos botellas de whisky. Hay que celebrar esto- concluyó.
El pelinegro se recostó sobre su silla, estiró su brazo y lo apoyó sobre el respalda. Levantó un pie y colocó el tobillo sobre el muslo contrario. Se sentaba como todo un chulo. En parte se sentía así, siempre buscaba estar lo más cómodo y relajado posible, así que no se cortaba nada en los establecimientos. Era de los que levanta las piernas colocándolas en el respaldar sin importarle la opinión pública o de si estaba en plena iglesia. Era muy descarado y confiado a veces. Quizás por eso mismo le gustaba tanto a las chicas que veían en él ese escape que sólo podía proporcionarles un hombre fuerte, aventurero, despreocupado, vividor, rebelde... En definitiva alguien de sus características. Tenía un pequeño cuchillo en la zurda, que estaba libre y no sobre la silla, y empezó a jugar con él. Era realmente hábil usándolo y casi parecía estar haciendo malabares mientras giraba entre sus dedos. Levantó la mirada del cuchillo, éste cayó, y la clavó en el marine al notar como este le explicaba el por qué había decidido pelear contra él. Cierto era que tenía sus motivos, pues el capitán de Sons of Anarchy .
-La verdad es que tienes un culito bastante apetecible, Krauser- le respondió bromeando por su primera respuesta. Después siguió explicando lo que tenía pensado. Crimson escuchó mientras se quitaba la gorra de marine y le dejaba sobre la mesa. Guardó sus cuchillo, pues tampoco pretendía asustar más a la pobre muchacha que tan bien les había atendido y que esperaba que le escribiese lo que había sugerido. Pasarían una fogosa noche de ser así.
-Vale me convences. No es una idea descabellada. Además es cierto de que podría usar mi fuerza de alguna manera un tanto más útil. Aunque eso de la disciplina, siendo sinceros, no lo llevaré muy bien. Siempre he sido un espíritu libre que ha viajado por los mares. Van a tardar mucho más en adiestrerme en eso que en el combate- rió dando un pequeño golpe con el puño en la mesa. La joven y guapa camarera se acercó con los pedidos, poniéndolos cada uno en su sitio. Se fue y volvió al poco rato con los cubiertos y las servilletas, repartiéndolas entre los dos. Crimson vio una sombra detrás de la suya. La levantó y pudo ver que había algo escrito -¡Fíjate tú por dónde!- exclamó, enseñándoselo a Krauser-. Estos uniformes son un imñan de churris, definitivamente acepto- continuó con una amplia sonrisa. -Guapa, tráenos dos botellas de whisky. Hay que celebrar esto- concluyó.
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