Caza menor[Privado: Zaraki , Xalhazar]

Era una tarde lluviosa.Se hallaba en una mesa, fuera del alcance de la vista ,en una taberna en la zona central de Hallstat, una de las islas más grandes del North blue, en busca de piratas. Se sabe que por la zona abundan las ruinas, y en ellas suele haber algunas bandas menores a las que dar caza resultaría fácil hasta para un hombre sin la experiencia de Zaraki.Tomó un par de cervezas más, antes de dirigirse fuera del lugar, en busca de alguna aventura.Por la isla había varios carteles de Se Busca ,mas ninguno era demasiado suculento.De todas formas, probaría suerte, pues algunas berries extra no le venían mal.Seguía lloviendo a cántaros, como cuando habia entrado en la taberna, pero eso no le impidió dirigirse a las afueras, sin ningún rumbo concreto. Caminó durante horas, dirigiéndose hacia lo que el intuia como el sur, pasando por grandes bosques de robles.LLegado un momento ,se encontró frente a una bifurcación, e hizo lo que siempre hace cuando no tiene ninguna preferencia de decisión, lanzar su moneda. Si salía cara , se dirigiría a la izquierda , en caso contrario, a su derecha. La lanzó , la atrapó en el aire ,y abrió su mano , para ver el resultado. había salido cara, asi que tomó el camino de su izquierda.Siguió caminando hasta que oscureció, con lo que le resultó más fácil verlo, un par de piratas alrededor de una hoguera.Se dirigió sigilosamente hacia ellos, y trató de agarrar a uno por la espalda, pero fue descubierto. Los piratas trataron de enfrentarse a él , pero no llevaban encima las armas, pues estaban un poco alejadas de la hoguera, junto al resto de posesiones. Zaraki les sugirió que se rindieran ,mas estos no debieron ver bien las 3 katanas en la oscuridad , así que se lanzaron a por el tratando de reducirlo, pero un par de rápidos cortes acabaron con la vida de ambos.Los arrastró a la hoguera para poder ver sus rostros. Claramente reconoció a uno ,lo había visto en un cartel de recompensa, solo eran 100 berries, pero menos daba una piedra, así que ocultó ambos en unos arbustos cercanos , y se alejó un poco en busca de algo de comer. No muy lejos , pudo ver un conejo , y lo persiguió.Le llevó su tiempo, pero consiguió atraparlo. Utilizó los restos de la hoguera de los piratas para preparar el fuego, y trató de cocinar el conejo, destragando gran parte del animal , pero consiguió comer un buen pedazo ,el que no acabó calcinado.Tras eso decidió que aquel sería un buen lugar para tomar un descanso, así que apagó la hoguera, y se escondió detrás de unos arbolés cercanos dispuesto a dormir un rato...

-No me puedo creer que haya vuelto a pasar.- Se repetía una y otra vez en voz alta cada vez que tiraba de los remos. Poco a poco se acercaba en el pequeño bote hacia el puerto. Tuvo que detenerse una ultima vez a achicar agua para no hundirse en pleno embarcadero. Agradeció haber alcanzado la costa ya entrada la noche, no podía permitirse dar una mala impresión a los nobles de la zona si quería sonsacarles la información que necesitaba. Por suerte para el, con la poca luz que había los vigías del puerto no habían visto su ínfima embarcación todavía. Situó el bote en la popa de un enorme navío que había ahí amarrado, le hizo otro par de agujeros para acelerar su hundimiento y comenzó a trepar por el costado del barco.
Una vez en cubierta comprobó el estado de sus ropajes. Aparte de la capa verde oscura que llevaba no estaba demasiado mojado. Dobló burdamente la capa y la dejo sobre unos barriles. Tras colocarse bien el cuello y acicalarse un poco el pelo caminó con decisión pero sin prisa hacia la pasarela. Un marinero que en aquel momento estaba limpiando la cubierta se quedó mirándolo escoba en mano, indeciso ante aquella situación, sin saber si debía o no dar la voz de alarma. Claramente aquel hombre no formaba parte de la tripulación, pero no tenia el aspecto ni parecido al de los polizones habituales. Viendo que se bajaba de decidió continuar con sus labores y mantener la boca cerrada, no quería ser reprimido si resultaba ser algún ricachón de la zona.
Xalhazar avanzó por el muelle con paso firme, con la misma forma arrogante de caminar que tenían los nobles. Interpretó bien su papel, pues ninguno de los guardias pareció siquiera intuir que aquel hombre acabara de llegar en un bote de remos medio quemado y perforado por la metralla.
Había estado manteniendo correspondencia con un noble local, un tal Simmon Pomposo, o algo por el estilo, no se había molestado en aprenderse su apellido. Una vez le contó lo suficiente acerca de sus negocios con los piratas cortó todo contacto. Resulta que la nobleza esta mas relacionada con la piratería de lo que la gente piensa, especialmente en esa isla. Fingiendo estar interesado en introducir mercancías de contrabando en la ciudad había logrado enterarse de donde se escondía aquel grupo criminal. Era mas importante de lo que había pensado inicialmente, al parecer manejaban el flujo de mercancías prohibidas en aquella parte de la isla. Estaban protegidos en secreto por algunos de los nobles locales, por lo que hasta el momento no había ninguna recompensa cuantiosa sobre sus cabezas, pero su negocio era sumamente productivo, y su naturaleza de piratas les obligaba a esconder sus beneficios en su guarida. Esta negativa de los piratas a usar los bancos había tentado a Xalhazar a perseguir a este grupo, ya que aunque su recompensa no fuera demasiado elevada, seguro que podía sacar tajada de lo que encontrara en su guarida.
No tenía sueño, así que solo pasó por la taberna para cenar algo y sin perder mas tiempo salió de la ciudad y se adentro en el frondoso bosque de robles que rodeaba toda la zona de las afueras. Al cabo de unos minutos vio una luz entre los arboles, en lo que parecía un claro, y le llegó un olor a conejo recién cocinado. Lentamente y sin hacer ruido, salió de entre los arboles y se acercó hacia la hoguera. Sacó la espada apenas unos centímetros de su vaina y golpeó la hoja con el dedo. Un sonido agudo y metálico resonó en todo el claro, el eco hizo los coros, haciendo que pareciera el repicar de unas campanas.

Apenas llevaba diez minutos durmiendo.Despertó súbitamente , en medio de la noche, por un sonido , como un chasquido metálico, cercano.Se produjo un gran eco , y de repente, cesó.Lo primero que se le ocurrió fue mirar hacia donde se encontraba la hoguera, y pudo distinguir una sombra. Se desperezó un poco , y cogió sus pertenencias del suelo, desenvainando ambas espadas.Sigilosamente,se movió hacia el interior del bosque, dispuesto a dar un rodeo y poder pillar por sorpresa a su misterioso visitante.Se adentró en el bosque y cuando se vió lo suficientemente alejado , volvió a tomar la ruta hacia la hoguera. Estaba todo completamente oscuro,así que no le sería dificil acercarse sin ser visto. Se acercó , quizá demasiado , para poder ver al nuevo inquilino de su recién conquistada hoguera.Era un tipo extraño , de pelo largo, vestido con ropa negra. En el fondo tenía la impresión de que no era un pirata, sino otro cazador, posible competencia, o quizá , un posible aliado si estaba dispuesto a ir a medias. Siguiendo su intuición , envainó sus armas y se aclaró la garganta, para que el misterioso individuo notara su presencia....
-Hace una buena noche ,verdad? Parece que ha parado de llover por fin-dijo Zaraki,esperando una respuesta del individuo, que se giró rápidamente en cuanto escuchó el carraspeo, sorprendido...

Xalhazar se puso inmediatamente alerta cuando no halló respuesta a su saludo. Esperaba que un grupo de piratas se levantara en tropel y cargaran sobre el repentinamente; tampoco le habría molestado ver a algún anciano comerciante al otro lado de la hoguera, pero el silencio que siguió a su entrada en el claro lo preocupó mas que cinco rufianes armados hasta los dientes. No concebía que nadie fuera a dejar una hoguera en mitad de la noche sin ningún motivo, así que se adentró mas en el claro, posicionándose de espaldas a la hoguera, mirando hacia el bosque, esperando una emboscada.
Tras un momento de espera oyó un carraspeo a su espalda.
Se giró rápidamente y se topó cara a cara con un hombre rubio, que lo miraba atentamente. Dedujo que no era un pirata por el hecho de que estaba solo y tenía mejor gusto para vestir que la mayoría de esa chusma. Se fijó también en que llevaba dos katanas, no, tres. Si era un usuario del santoryuu podría darle problemas. Decidió actuar con precaucion para evitar el conflicto.
-Asumo que sois cazador, o un loco por acampar en este lugar. Tengo entendido que esta zona esta plagada de piratas.-Dijo, fijándose de reojo en las delgadas marcas de sangre que había unos pocos metros mas allá. Siguió con la vista las marcas en la tierra que deja un cuerpo al ser arrastrado. Señaló hacia unos arbustos cercanos, donde terminaban las marcas. -Aunque eso ya lo sabéis ¿Me equivoco, señor... Como he de llamaros?

El misterioso individuo se percató enseguida de los rastros de sangre, lo que indicaba rasgos claros de cazador, y así se reveló cuando en medio de la noche consiguió dar con los cuerpos que Zaraki había arrastrado horas antes hacia unos arbustos.Preguntó a Zaraki por su nombre, a lo que éste sin dudar respondió.
-Buenas noches caballero , mi nombre es Zaraki Furokawa , y ando a la caza de piratas, piratas como lo eran esos dos, y señala hacia los arbustos. No parecían vigías, pues estaban desprevenidos, pero tenían valor, se lanzaron hacia mi como locos, desarmados. Y ahora están donde deberían estar todos los malditos piratas, criando malvas . Perdonad este monólogo señor...-Sin esperar respuesta , se acercó a su misterioso amigo , y lo inspeccionó más detenidamente, después , se dió la vuelta, y le dijo:
-El nombre realmente no me importa, me importan las intenciones, y usted parece un cazador de piratas como yo.En esta isla no parece haber gran cosa , pero entre las 2 la limpiaríamos más rápido de escoria marina. - tras decir eso , se sentó en el suelo , a la espera de una respuesta, pero no fue una buena idea pues tras las intensas lluvias de la anterior tarde, solo consiguió mancharse la ropa de barro, haciendo que su nuevo Amigo sonriese levemente. Se levantó como una exhalación , se limpió las horribles manchas de barro de su preciada chaqueta,se ajustó el cinto , y se quedó así , de pie , esperando silenciosamente a cualquier respuesta del individuo, que no parecía tener demasiada prisa. Luego , se dió cuenta de que igual era un poco tarde para partir , asi que le propuso:
-Bueno , deberíamos descansar y tomar esta decisión mañana , que le parece? - y ahora sí , esperó , sin más.

Se pensó durante un momento si le convenía o no asociarse con este recién encontrado cazador. Tenía información bastante valiosa, conocía la posición de la guarida de los piratas, pero no sabia a cuantos tendría que enfrentarse. La idea de contar con ayuda no parecía del todo mala, aunque tener que repartir el botín no era de su agrado.
-Puede que si que haya algo en esta isla después de todo... Veréis, hay una cala a unos kilómetros de aquí, una banda de piratas ha asentado su guarida en una cueva entre los riscos. La recompensa no es muy alta, pero su mercancía tal vez sea valiosa. Se que lo que os propongo no es del todo legal, así que si no estáis de acuerdo y preferís entregarme a las autoridades decídmelo ahora y zanjaremos este asunto rápidamente.- Dijo mientras llevaba la mano a la empuñadura de su espada. No quería andarse con rodeos, y tarde o temprano se habría visto forzado a la misma situación, por lo que decidió acelerar el proceso. -¿Estáis interesado?

El hombre se expuso una situación sobre piratas, y le preguntó por su interés en unirse a él , aunque de una forma no demasiado amistosa, casi sacando su arma. Zaraki sin dudarlo ,dijo:
-Por supuesto que me uniría ,aunque sea por el simple placer de matar piratas.Estaría dispuesto a repartir beneficios 70-30 a tu favor dado que sin tu información apenas sacaría unas 1000 berries con mucha suerte. Pero... aún no me has dicho como te llamas...-hizo una breve pausa, como esperando a que contestase , pero aquel no parecía un hombre de mucha palabrería.-En fin , deberíamos descansar y partir al alba hacia esa cala, antes de que echen en falta a esos dos hombres- señaló de nuevo a los cadáveres y prosiguió con su monólogo( si el hombre no estaba dispuesto a hablar demasiado , él hablaría por los dos)-No crees?-Sentenció. Por su parte , él tenía pensado proseguir con su descanso, pues en plena noche sabiendo que había una banda de piratas por la isla, no parecía gran idea ir por ese bosque en plena oscuridad.Esta vez se sentó asegurandose de no ponerse en una zona demasiado embarrada , y dijo:
-6Eso es todo, por mi parte, si prefieres salir ya , adelante. Solamente indícame como llegar a la cala. Yo pienso dormir un rato al menos , que creo que el conejo que he "asado" me ha sentado un poco mal jeje. .-Dice señalando a los restos completamente calcinados del animal.Tras eso , simplemente esperó a las respuestas de su nuevo acompañante.Sobre todo, quería conocer la identidad de alguien que conocía tan bien esta isla.

Cuando aquel hombre acepto su propuesta pudo relajarse un poco. No parecía estar tratando de engañarle, así que dejo de preocuparse porque pudiera ver con malos ojos todo el asunto.
-El nombre es Simmon Ditte, un placer.- Mintió. No quería confiarle su verdadero nombre, por si se echaba atrás. Si lo delataba a las autoridades estaría en serios problemas. Se había relajado un poco, pero seguía con la guardia alta.
Empezó a notarse algo cansado, aunque no tenía sueño. Fue hacia los arbustos, cogió uno de los cuerpos y lo arrastró hasta cerca de la hoguera. Después se sentó encima con cuidado, no quería manchar aun mas su ropa con el barro. Cerró un momento los ojos, no iba a dormir, pero si que descansaría un par de horas. Tenía los brazos agarrotados de pasarse las ultimas doce horas remando y agradeció el momento de reposo.
-Yo haré guardia, vos dormid si gustais.- Dijo mientras sacaba a Stille de su vaina. Se pasó en silencio las tres horas siguientes, contemplando la afilada hoja de su espada. Cuando hubo recuperado fuerzas se puso en pie y dio un fuerte golpe con el dedo en la hoja de su espada. Un fuerte silbido vibrante rompió el silencio en el claro. Si se ponían en marcha en ese momento llegaría antes del amanecer y les sería mas fácil acercarse sin ser vistos.

El cazador no parecía dispuesto a dormir en la presencia de Zaraki , claramente no se fíaba de él . Nada que se le pudiese reprochar, pues en los tiempos que corrían cualquiera podía ser un pirata o un simple ladrón. Sin embargo , Zaraki , siguiendo su instinto , decidió darle una oportunidad y no rechazar su oferta de montar guardia, y así él podría echar una cabezadita.Simmon Ditte , había dicho que se llamaba el hombre. Un nombre que no le sonaba absolutamente de nada, mas le evocaba a nombres de personas de alta. Mañana se lo preguntaría , pensó , y con esos pensamientos se quedó profundamente dormido. No sería un sueño demasiado largo, pues apenas pasadas dos horas , el hombre volvió a emitir ese chasquido metálico que resonaba en los bosques. Esta vez lo pudo ver claramente, golpeaba la hoja de su espada con el dedo y ésta , extrañamente flexible, vibraba durante varios segundos .Se puso en pie, y observó a su alrededor. Las primeras luces del día no tardarían en asomarse tras los grandes árboles que cubrían a ambos de miradas curiosas. Miró inquisitivamente a su acompañante , como preguntando si era hora de partir, y éste asintió. Asi que recogieron sus cosas, volvieron a dejar el cadáver fuera de la vista de indeseables y partieron hacia la cala. Simmon Ditte iba delante, pues era el que sabía en que dirección se hallaba la cala. Obviamente Zaraki no había reprochado la decisión de no compartir tal información , pues ambos eran completos desconocidos el uno para el otro. -Bastante suerte he tenido de no tener que utilizar mis habilidades de combate frente a este individuo -pensó, y con ese pensamiento en la cabeza, siguió caminando , durante lo que a su juicio debió tratarse de una larga media hora, y entonces , a lo lejos , pero ya visible se observaban unas zonas rocosas, muy escarpadas y entre ellas se podía ver el mar.
-Ya debemos estar cerca-se dijo a si mismo , y miró inquisitivamente a su compañero , sin mediar palabara.

-En efecto, es ahí delante, en ese acantilado, donde rompen las olas.-Dijo, señalando unos riscos en la parte mas baja del acantilado a su izquierda. Allí se veían algunas luces de candiles, y un grupo reducido de hombres que cargaban barriles de una barca y se los llevaban, perdiéndose de vista entre las rocas. En silencio, Xalhazar le hizo un gesto a Zaraki para que se fijara bien, señalando a otras zonas de la cala. Había un camino escarpado que bajaba en dirección a la cueva, era un descenso difícil y podían verse uno o dos vigilantes. Por gestos le indicó que bajaría por el camino, mientras que él debería bajar por otro lado y atacar el embarcadero desde el agua, así tendrían mas posibilidades de éxito. Por desgracia el reparto de papeles no admitía discusión posible, ya que Xalhazar acabaría muerto si se le ocurría hundirse en agua, obviamente esto no se lo dijo a su compañero, ni pensaba hacerlo, por lo que esperó que estuviera conforme con su parte del trabajo, si no tendría que dar explicaciones, y no confiaba en el lo bastante como para contarle lo de su akuma no mi.

Su compañero le indicó las instrucciones claramente. Mientras él atacaba por la retaguardia , donde había como mucho uno o dos guardias, Zaraki debía ir directo por lo que podría definirse como la entrada principal. Zaraki pensó para si mismo que o mucho confiaba Simmonr en la fuerza de su compañero , o no debía gustarle demasiado el agua, pues para acceder por la entrada "principal" se debía nadar ,aunque solo fueran unos escasos 20 metros. Ató sus katanas al cinto con seguridad, hizo una señal de haber comprendido las instrucciones a la perfección , y partió a su misión , pudiendo ver a Simmon hacer lo propio.-Es rápido-pensó , mientras su compañero ya se deshacía del primer guardia.Se zambulló en el agua , la cual no era demasiado profunda pero si lo suficiente para poder acercarse sin ser visto.Salió a la superficie a una distancia prudente, y observó a su alrededor.Era una cueva natural perfectamente escondida y nada exceptuando un barco podría haberla descubierto de no saber que estaba allí.No parecía haber demasiados piratas por allí apenas vió un par a lo lejos , desprevenidos, así que decidió avanzar en esa dirección , con cuidado. La cueva era un lugar lo suficientemente oscuro como para conseguir acercarse a ellos por la espalda.Uno estaba patrullando , con lo que Zaraki decidió esconderse tras unas cajas de lo que suponía que era la mercancía robada de los piratas.Cuando el pirata pasó , lo cogió por el cuello y le propuso rendición.Otra vez la misma situación , estos piratas eran demasiado estúpidos para rendirse ante una derrota segura. Seguramente influyese que fuese una isla mas o menos tranquila , y quizá pensasen que ningún cazarrecompensas se iría de caza a una isla así. En cuanto el pirata trató de moverse , Zaraki desenvainó y en un rápido movimiento lo atravesó.Rápidamente le puso la mano en la boca tapándola, para que el otro pirata no le escuchase agonizar.Emitió un leve ruido , pero la distancia era suficiente para que no le escuchasen.Esta vez, sin miramientos , se acercó al siguiente pirata y lo ejecutó , harto de sorpresas desagradables. También se encargó de esconder el cuerpo. Y continuó explorando la cueva, Hasta que escuchó más voces .Bastantes más. Parecía una reunión . Debían ser unos 8 piratas. Se agachó y decidió esperar a Simmon Ditte, en parte para no arriesgarse y en parte porque le apetecía comprobar las habilidades de lucha de Simmon.Confíaba en que no tardase más que los piratas en acabar su reunión...

Comenzó a descender por el abrupto sendero. Se deslizaba con rapidez entre las rocas, pisando con precisión en los salientes de piedra. Sin disminuir la velocidad ensartó al primer pirata por justo debajo de la mandíbula, atravesándole la lengua y la garganta, impidiéndole gritar. Lo derribó a la par que le sacaba la espada del cuello, golpeó las rocas con la nuca y ya no se movió. El segundo estaba justo donde el camino se convertía en un pequeño túnel que se introducía en el acantilado. A este tampoco le dio tiempo a gritar, pues en el mismo segundo en que Xalhazar se hacia visible para el una daga lanzada con precisión se le introdujo en la boca abierta. Después de sacársela el cazador se la clavó otras dos veces en el pecho para acelerar el sangrado.
Aprovechó para limpiar la sangre de sus armas en la camisa del pirata y después se deslizó dentro del acantilado. Tras unos metros de caminata, esta vez con paso mas lento, comenzó a oír múltiples voces. Al acercarse un poco mas vio que el pequeño túnel desembocaba en na cueva mas grande que debía ser la guarida de los piratas. Se asomo lo justo y vio a su derecha, un grupo de no menos de ocho piratas que avanzaban hacia la salida de la cueva.
Supuso que Zaraki ya estaría a punto de llegar, así que esperó un momento oculto. Cuando consideró que el otro cazador estaría lo bastante cerca como para prestarle apoyo salió de su escondite y caminó lentamente hacia el grupo de piratas. Carraspeó para hacerse notar, los piratas se giraron sobresaltados. Dos de ellos, los mas rápidos, desenvainaron sus espadas y corrieron contra el. Rápidamente sacó sus dagas gemelas y las arrojó hacia adelante en un movimiento fluido. La primera impactó en el hombro de un pirata, haciendo que soltara la espada a causa del dolor, la segunda dio de lleno en el pecho del otro y este calló al suelo, donde permanecería al menos unos segundos.
Sin perder mas tiempo, antes incluso de que el resto de piratas hubiera desenvainado, Xalhazar corrió a por ellos. Saltó espada en mano entre los dos que le habían atacado y calló con el filo por delante sobre un tercero que aun tenia la espada medio metida en la vaina.
Los otros cinco se pusieron en posición de combate, tres de ellos lo rodearon. El de la herida en el hombro arrojó la daga al suelo y recogió su espada. El otro todavía seguía en el suelo tratando de incorporarse. Aquello comenzaba a ponerse interesante.

Seguía esperando señales de Simmon , oculto, sin hacer ningún ruido, intentando escuchar parte de la conversación del grupo de piratas. Apenas le llegaban sonidos lejanos de las voces, tal vez amortiguadas por los recovecos de la caverna.De repente , cesaron sin previo aviso , y pudo ver claramente un grupo de sombras dirigiéndose a la entrada de la caverna. Pasaron junto a las cajas en las que se encontraba oculto Zaraki, pero entre los ruidos de sus pisadas y las risas malévolas no se hubieran enterado ni aunque tuviese un cascabel. Siguieron adelante y giraron una esquina. Zaraki siguió oculto por un rato , hasta que escuchó el sonido del acero . Claramente su compañero había llegado. Agazapado , se acercó a un lugar desde el que pudiese ver la escena.Pudo verlo claramente , eran un total de nueve personas, contando un cadáver obviamente reciente. Tres de los vivos rodeaban a Simmon ,con otros dos atrás , como esperando su oportunidad, otro de ellos estaba algo alejado , cerca de donde estaba Zaraki , tratando de recuperarse de una herida de hombro. El último , todavía no conseguía recuperarse y seguía tendido en el suelo. Claramente su amigo sabía luchar , pues esquivaba los golpes de los tres piratas con suma facilidad.Zaraki decidió intervenir , y mientras el pirata del hombro herido cogía su espada , Zaraki lo ejecutó sin piedad atravesándole el cuello desde atrás con su katana verde. Había decidido que contra tipos de semejante no necesitaría revelar su verdadero estilo de lucha con dos espadas a su amigo Simmon.Se acercó al tipo tendido , y una vez se acercó ,comprobó que estaba malherido , así que decidió acabar rápidamente con su sufrimiento , atravesándole el pecho con fuerza con su katana.Con el primero apenas hizo ruido , pero este último soltó un terrible grito que alertó al resto de personajes que se encontraban en la sala. Los dos piratas de la retaguardia se abalanzaron sobre él , y con algo de esfuerzo , pues ya se había acostumbrado a luchar con dos espadas, se deshizo del primero con un par de certeros golpes en el estómago.Enfadado por haber fallado otros tantos golpes descargó su fustración sobre el segundo , realizando una combinación de cortes superficiales en brazos y piernas, con la intención de hacer sufrir a su enemigo .Éste , soltando la espada , cayó , debido a la gran perdida de sangre de los múltiples cortes. Su amigo seguía defendiendose de los otros tres piratas, vacilándolos , no tenía prisa por acabar con ellos.
-Os aconsejo una rendición rápida. Aún estais a tiempo de salvar vuestras vidas.Sereis entregados a las autoridades locales. O podeis luchar y morir aquí , junto a vuestros compañeros.-dijo , señalando el grupo de cadáveres cercanos.-Bueno , eso si Simmon no decide mataros , yo prefiero piratas vivos cumpliendo su condena, mas ahora mismo vuestras vidas no están en mis manos.-aclaró esperando que tanto Simmon como los piratan tomasen la decisión correcta.

Los piratas parecieron titubear un momento, pensando en la propuesta de Zaraki. Hicieron mal. Xalhazar aprovechó esta flaqueza y con un rápido movimiento blandió la espada en arco descendente hacia su rival. Este a su vez lanzó un ataque apuntado directamente hacia su hombro derecho. El espadachín actuó rápido, deslizándose hacia la izquierda, y evitando el golpe que se aproximaba. Stille cortó limpiamente a través de la espada del pirata y se dirigió certeramente hasta el final de su trayectoria. El trozo de hoja que seguía pegado a la empuñadura pasó a escasos centímetros del pecho de Xalhazar, ciertamente le habría dado si no hubiera esquivado en aquel preciso instante. Ese era el problema de cortar la espada de tu rival de esa manera, que esta continua como si hubiera sido tu espada la que hubiera sido cortada.
El pirata se quedó atónito un momento, sin saber que era lo que había pasado, aunque aquello dejó de tener importancia cuando comenzó a desplomarse. Sin mas demora, Xalhazar, que se hallaba en una posición que recordaba a una reverencia, envainó la espada de forma casi imperceptible y en el mismo movimiento, sacó sus dos pistolas, disparando en el momento en que apuntaron cada una a la cabeza de los dos piratas que quedaban en pie. El rugido del disparo se multiplicó dentro de aquella caverna, y se extendió por todos los rincones de la cueva.
-No tengo tiempo para esto.-Fue lo único que dijo tras enfundar sus armas y dirigirse hacia el interior de la cueva. Zaraki lo miraba entre divertido y decepcionado, no habría sabido decirlo. Tampoco le importaba, si lo que había oído era cierto no podían permitirse dejar a aquellos piratas con vida, ya iban a tener bastantes problemas con el único pirata que les quedaba por enfrentar. Simmon, el autentico Simmon, le había advertido acerca de el. Decía que no le gustaba, que le daba miedo. Se contaba de el que su enorme tamaño solo se equiparaba con su sed de sangre. Xalhazar no entendía como un hombre de ese tipo podía haber acabado dirigiendo una red de contrabando. Se habría cansado de rebanar cabezas.
Zaraki lo siguió por la cueva, esta vez no se molestaron en ser sigilosos, ya no podían quedar muchos piratas, y los que quedaran ya habrían sido advertidos, bien por la alarma, bien por los disparos. Llegaron ante un portón de madera, de unos tres metros y medio de alto y no menos de tres de ancho. Parecía resistente, pero por suerte no estaba cerrado. Xalhazar comenzó a empujar la puerta hacia dentro, pero justo en ese momento escucho un estruendo de pisadas en el interior, como si un enorme toro cargara contra la puerta. Por desgracia no era un toro, un toro habría sido demasiado fácil. Un enorme hombre, una mole de carne, gordo como el solo, tan alto como la puerta y cuyos brazos parecían hechos a base de barriles derribó la puerta de un golpetazo y Xalhazar fue arrojado hacia atrás, cayendo varios metros mas allá. Zaraki consiguió actuar a tiempo y esquivar la pesada puerta que le pasó volando por encima casi rozándole.

Los piratas parecieron pensar seriamente la oferta de Zaraki, pero en cuanto bajaron la guardia , Simmon decidió atacar , y en un rápido movimiento acabo con el trío. Fue una lucha confusa pero Zaraki estuvo seguro de haber oído disparos. Al terminar pudo ver como Simmon se enfundaba dos pistolas en el interior de su abrigo. -Así que era un tirador-pensó Zaraki.Aunque también tenía una espada , curioso. Simmon era una caja de sorpresas y un luchador versátil. El único problema era todo el estruendo que había provocado con los disparos. Si había algún otro pirata en la cueva , desde luego estaría alerta. Simmon también debió pensar lo mismo , aunque ya parecía un poco tarde para abordar la misión con sigilo. Se dirigieron hacia el interior de la caverna, encontrando una puerta de madera, tan alta como ancha, por la que podría caber casi un semigigante. Simmon iba delante, y cuando iba a abrir la puerta , un sonido infernal de pisadas , como de un animal gigante, se escuchó desde el otro lado de la puerta. En segundos , Zaraki vió tantas cosas que a su cerebro le costaba asimilarlo . Una enorme mole de no menos de dos metros, con unos brazos como troncos de roble, abrió la puerta de un golpetazo, con lo que Simmon salió volando , varios metros hacia atrás , junto con media puerta, que Zaraki logró esquivar por los pelos.
-Insectos despreciables, habeis destrozado mi guarida y mandando a mis reclutas. Me haré un buen abrigo con vuestras pieles-dijo la maldita mole.
-Donde están los modales? Mi nombre es Zaraki Furokawa y me gusta conocer el nombre de mis víctimas ,así que , como dices que te llamas?-respondió Zaraki.
-Mi nombre es Gragas Hiroshi y creo que contigo me voy a divertir...
El pirata sacó su arma. Era una maza de casi un metro , gigantesca, con pinchos. Zaraki confiaba en que el enemigo fuese lento , mas no podía estar más equivocado. No era desde luego tan rápido como él, pero por su tamaño y el tamaño de su arma, le sorprendió el ritmo al que le lanzaba golpes. Zaraki , viendo el tamaño de semejante criatura. Lanzaba golpes a los brazos y piernas, pero no parecía hacer demasiado daño a la mole. La grasa evitaba la mayoría de golpes. Decidió alejarse , y sacar ambas espadas, aún a riesgo de que su compañero descubriese su verdadero estilo de lucha.
-Habrá que ponerse serio-dijo
Con ambas katanas, realizó una serie de cortes sobre los brazos , tratando de hacer que expusiera el pecho. No parecía conseguir mucho por ese camino, y comenzó a rodear al gigante. Tras varios minutos de juego de esquiva-observa, lo encontró , el cuello , por detrás , sería un buen punto de ataque. Dió unas cuantas vueltas más para despistar , y sin previo aviso , tras un intento de mazazo del gigante, le atravesó el cuello, pero las heridas no parecían muy profundas. Aún así , la criatura comenzó a tambalearse, pero las katanas no parecían querer volver a salir del cuello del pirata. Entonces lo recordó, su cuchillo , con la hoja tan afilada. Hacía tiempo que no lo utilizaba . Lo sacó de su abrigo , y también se lo clavó en el cuello. Tras eso, tiró con fuerza y sí consiguió sacarlo. La criatura cayó desplomada, pero aún respiraba. Trató de aplastar su cabeza con sus gigantescas manos, pero a Zaraki aún le quedaba un as en la manga. Su tercera espada, la cual clavó en el pecho del gigante, y la hizo girar como una llave.Pero mientras lo hacía , el gigante consiguió darle un terrible manotazo ,enviándolo contra una pared. Se golpeó la cabeza, y un poco mareado intento ver la posición de Simmon...

Al ver que su compañero podía apañárselas con el gigante se tomó un par de minutos para recuperar el aliento. El golpe lo había dejado sin respiración y le temblaban las piernas. No se encontraba en condiciones de luchar contra esa cosa. Al principio pensó que el espadachín podría el solo contra el temible pirata, pero pronto empezó a darle problemas. Decidió que tenia que intervenir de alguna manera, pero no se veía luchando cuerpo a cuerpo. Le pareció que era un buen momento para practicar la lucha a distancia. Aun no había entrenado lo suficiente para desencadenar tatuajes mas poderosos y utilizarlos de forma práctica en una batalla, pero quizá pudiera usarlos para realizar un único ataque si utilizaba todo su poder. Vistas las circunstancias esta opción le pareció que era la que tenía mas probabilidades de éxito, pues si llegara a necesitar mas de un ataque seguramente no viviría para lanzar e segundo.
Hizo un esfuerzo por que no le fallaran las rodillas y caminó lentamente hacia el gigante, que es ese momento luchaba contra su compañero. Cerró los ojos y se concentró. Intentó escucharse a si mismo, escuchar todas esas voces que parecían provenir de lo mas hondo de su alma. Pidió ayuda a su akuma, y la akuma respondió. Bajo sus ropas algo comenzó a cambiar. Nadie pudo percibirlo, pero el lo notó: una sensación cálida a la vez que fría, un extraño sentimiento, como el escalofrío que provoca una caricia. En la zona de su torso, donde estaba el tatuaje del barco pirata, algo comenzó a moverse. La sensación se extendió por su pecho, llegó a su hombro y descendió por el brazo hasta su mano. Xalhzar alzó la vista, a tiempo de ver como el enorme pirata lanzaba a Zaraki al otro lado de la estancia. Esto no resultaba del todo un inconveniente, pues de este modo tendría un blanco claro.
-Ven a por mi, escoria.- Le espetó a la mole en un tono profundo y desafiante. El pirata picó el anzuelo y caminó en su dirección. Fue aumentando la velocidad según se acercaba, haciendo temblar la tierra con cada paso. Alzó la enorme maza por encima de su cabeza, lista para dejarla caer y aplastar lo que encontrara a su paso. Xalhazar estiró el brazo en dirección a Gragas. En la palma extendida de su mano había una gran marca negra que parecía una mancha de tinta. Sus ojos se volvieron completamente negros por un instante, al tiempo que de su mano salia una sustancia igualmente oscura que tomo rápidamente la forma de un elegante trabuco. Sin marcas, sin colores, solo negro. El gigante sintió miedo durante el segundo que Xalhazar tardó en apretar el gatillo. Hubo un fuerte estallido, un estruendo al que los disparos anteriores no podían compararse. Apenas pudo percibirse, pero durante un breve instante, la poca luz que había en la cueva pareció oscurecerse. Fue solo una fracción de segundo, como si el estallido de la pólvora hubiera iluminado la estancia con una luz negra sobrecogedora.
Xalhazar notó como las fuerzas lo abandonaban, ahora le costaba aun mas mantenerse en pie, pero contempló con alivio como el gigante yacía en el suelo con un enorme agujero atravesándole el pecho. Caminó con dificultad dejando tras de sí el cadáver del enorme pirata, dirigiéndose hacia la puerta rota. Le pidió ayuda a Zaraki para que lo ayudara a caminar hasta que recuperara las fuerzas, aunque parecía que el espadachín tampoco estaba en su mejor momento.
Tras las puertas había una estancia abovedada, repleta de barriles y cajas, posiblemente repletas de mercancías ilegales en aquel lugar. Revisaron el lugar, escogieron las cajas que mejor podían venderse y las subieron con calma al bote que los piratas habían dejado en el embarcadero. Sabían que no podrían venderlos allí, pero seguramente en alguna de las islas vecinas conseguirían un buen precio. Por desgracia la recompensa por los piratas solo era dada si eran capturados con vida, así que esa parte fue una decepción. Uno de los barriles estaba lleno de lo que parecía ser algún tipo de alcohol bastante fuerte. Ninguno de los dos lo reconoció. Pronto descubrieron por que era ilegal en aquel lugar, resultó que tras la primera media copa ambos compañeros se pusieron a contarse sus penas gritando al os cuatro vientos al rededor de una hoguera, y tras la segunda cayeron inconscientes hasta la mañana siguiente. Habiendo repartido el botín y despidiéndose con la promesa de trabajar juntos en algún otro momento, Zaraki y Xalhazar partieron hacia destinos diferentes en barcos diferentes.

(El barco en el que viajaba Xalhazar explotaría días mas tarde en alta mar bajo extrañas circunstancias. Al parecer era un barco pirata de incógnito que se dedicaban a secuestrar gente en los puertos ofreciendo transporte. Por lo tanto Xalhazar no saco ningún beneficio económico de la aventura.)