[Privado][Midorima Shintaro y Shion Scarlet] Encuentro destinado. El peliverde y la pelirroja se reúnen. Desastre en Bighorn. {Lun 23 Jun 2014 - 4:05}

Un barco grande se acerca a lo que es la isla de Sakura, en él en la cubierta se ve a dos personas, un hombre alto abrigado de pies a cabeza con un abrigo verde, pantalones negros y en las manos unos guantes del mismo color del abrigo. Su pelo era del mismo color y sonreí tranquilamente mientras miraba la isla objetivo, era Midorima Shintaro y a su lado su novia, Sakura, una hermosa mujer de cabellera rubia y unos hermosos ojos verdes, vestía con un abrigo de color rojo que tapaba gran parte de su cuerpo, portaba una bufanda del mismo color y unos guantes azules, ambos estaban abrazados, o dicho de otra manera, Sakura cruzaba su brazo izquierdo sobre el derecho de Shintaro y apoyaba su cabeza en su hombro. Midorima beso tiernamente la cabeza de aquella mujer para luego darse cuenta que ya estaban a nada de llegar, hace poco que estaban juntos pero ya su relación era muy especial, tanto que incluso Sakura había empezado a entrenar para estar más o menos a la par con las habilidades de Shintaro, cosa que era algo improbable que sucediera pero aun así daba su mejor esfuerzo.

El barco llego tranquilamente a la isla, ambos amantes bajaron tranquilamente mientras observaban la isla, habían llegado a un pequeño pueblo llamado Bighorn, la gente paseaba tranquilamente y algunos saludan hasta amablemente a los amantes quienes respondían con una linda sonrisa cada uno, ambos caminaron por el pueblo hasta que llegaron a un pequeño taberna. Sin mirarse si quiera ambos entraron a ese lugar para estar más tranquilos, aunque hace rato que no habían encontrado problemas desde que Shintaro había derrotado a Kawasara, desde ahí su viaje había sido bastante tranquilo para ambos, se sentaron tranquilamente en una de las últimas mesas de esa taberna, y el mesero fue rápido en llegar tanto que aun no daba la chance de si quiera pensar en lo que iban a comer, pero aun así Shintaro ya tenía una idea algo clara de lo que pedir para ambos, así que sin perder tiempo hablo tranquilamente.

Midorima: Por ahora solo tráenos algo para beber, algo caliente. Eso por ahora, espero no sea mucha molestia.

Su tono fue tranquilo mientras observaba toda la taberna, al parecer habían unos idiotas que observaban su mes o mejor dicho a su novia, cosa que le molestaba un poco al peli verde pero los dejo estar ya que aun no estaban haciendo nada grave y aparte no quería montar un espectáculo en un lugar tan tranquilo como este. Y aparte Sakura estaba con su vista pegada a él así que no había problemas y era inevitables que los otros miraran a una mujer tan hermosa como lo era ella, sin más ambos se quedaron en silencio mientras esperaban que el camarero trajera su pedido. Fue en ese intervalo de tiempo unos tres hombres se acercaron a la mesa e ignorando a Shintaro, empezaron a conversar con la acompañante de este mismo, y eso era mucho para Midorima así que se paro rápidamente y tocando el hombro del hombre del centro para llamar su atención le impacto un certero puñetazo en su rostro que lo mando a volar directo contra la ventana, con su cuerpo la destruyo y entonces los otros dos se alejaron para luego intentar conectar dos puñetazos en su rostro, Shintaro suspiro para esquivar ambos y empezó a caminar lentamente hacía su asiento mientras los otros dos hombres empezaban a volar fuera de la taberna ante dos golpes muy rápidos que solo ojos acostumbrados a esa velocidad lo podrían ver, fueron un rodillazo en el abdomen y el otro una patada en las costillas por la parte izquierda, ante eso Sakura le dijo mientras su hombre se sentaba.

Sakura: Era innecesario Midorin, espero que pagues por esos destrozos.

Midorima no respondió nada de nada, y al final ambos se rieron de lo que había sucedido mientras las personas a su alrededor quedaron en shock por lo que había pasado, pero algunos estaban tranquilos y de hecho ignoraban la presencia del peli verde, esos tipos eran alguien con experiencia en los mares u hombres acostumbrados a ver ese tipo de cosas. Sin más ambos se quedaron tranquilos como si nada hubiera pasado.

14/07/2013

Otra vez de vuelta a la isla de la nieve, o así la llamaba yo, no había tenido escarmiento la última vez aquí que casi muero por culpa del frío y que un yeti estuvo a punto de comerme, menos mal que mi ex capitán estaba allí para salvarme pero esta vez iba a ser distinto, iría sola.

Tendría más cuidado que la otra vez e iría mejor preparada, estaba en el Red Love Machine, leyendo un libro en la sala, tumbada en el sofá, pero era un poco imposible de leer ya que Hardo no paraba de hacer sus trucos, Ika…prefiero no saber qué estaba haciendo en el baño mientras gritaba y Abyss mirándose sus manos constantemente y subiéndose por los armarios mientras gritaba que veía un unicornio rosa volador invisible.

Suspiré en señal de cansancio mientras los aguantaba y decidí salir de allí, dejé el libro sobre la mesita y me dirigí a mi camarote, agarré un abrigo de lana blanco y salí hacia la cubierta, necesitaba un poco de paz alejarme del jaleo porque algunos eran un poco pesados, aunque sin darme cuenta les había cogido aprecio, sin esa panda ahora ya no podría vivir sin ellos a pesar de que a veces me sacaran de quicio…

Una vez llegué a cubierta, grité a los que estaban dentro para que me oyesen bien y que no se largasen del barco, merecía un descanso así que se quedarían de guardias-¡Más os vale vigilar el barco!

Dicho esto bajé a tierra firme y me dispuse a caminar, corría fresco y todo estaba blanco por la nieve, al menos no había tormentas ni ventiscas que dificultaban el paso como el de la otra vez. El lugar era bastante bonito, a pesar de hacer mucho frío se veían pequeños rayos de sol que lo iluminaban todo dejando una vista perfecta para los ojos humanos.

A medida que avanzaba llegué a un pueblo, Bighorn, era el pueblo más cercano de la costa y con más facilidad de llegar, había pensado en ir al otro pueblo, o quizás simplemente recorrer todos los lugares interesantes del Reino de Sakura, pero iba a ser una misión imposible así que tan solo me dirigiría a Bighorn a disfrutar y relajarme un poco.

Cuando llegué había muy poca gente por las calles, debía ser por culpa del frío invierno que los hacía resguardarse en sus casas al calentito, en ese momento tuve un escalofrío, a mí también me apetecería estar en algún lugar calentito para no pasar frío, así que buscaría una taberna cercana y me metería dentro, sobre todo porque el fuego que tenían en las chimeneas apaciguaría el frío.

Al cabo de un rato de estar buscando alguna taberna cuando giré la calle me encontré con una, abrí la puerta lentamente y avancé hacia el mostrador, allí cogí una banqueta y me senté en ella, al entrar vi que había un poco de barullo con algunos clientes pero no me fijé demasiado porque nada más me senté el camarero vino a preguntarme que quería y yo le respondí un café, en menos de dos minutos me lo trajo y por fin empezaba a quitarme el maldito frío.

La temperatura de la taberna estaba bajando meramente por el hecho de que Midorima había destrozado una de las ventanas por culpa de esos tres tipos que miraron a su mujer y trataron de llevársela de su lado, aunque solo salieron lastimados. Así que Midorima y Sakura empezaron a tomar su pedido que había llegado hace un rato, ambos estuvieron tranquilos pero el peli verde no pude evitar darse cuenta de que una hermosa mujer pelirroja había entrado en la taberna, se sentó en la barra y también pidió algo caliente seguramente, aunque para Midorima poco importaba pero al parecer dentro de él se había activado la alerta de que esa mujer que había entrado era peligrosa o por lo menos podía ser alguien muy fuerte. Pero tanto para el peli verde como para Sakura daba igual, ya que por ahora no estaba haciendo nada que los molestara así que podían estar algo más tranquilos.

Pero esa tranquilidad duro bien poco, de la nada un ruido de gente que parecía venir corriendo empezó a sonar con fuerza haciendo inclusive que las cosas empezaran a moverse de forma lenta, sin embargo para la gran mayoría de los que quedaba parecía que daba igual lo que pasaba en ese lugar, pero el peli verde luego de dedicarle una mirada tierna y amorosa a Sakura se levanto y empezó a caminar con las manos en los bolsillos rumbo a la salida, tenía que acabar con ese bullicio y entonces abriendo lentamente la puerta se encontró con una escena algo intimidante, eran cerca de treinta hombres que todos mostraban cara de que eran de pocos amigos y es más estaban los tres tipos que había derrotado anteriormente, no había que ser un adivino para saber lo que pasaba ellos venían en busca de venganza hacía el peli verde, pero era imposible vencerlo. Y fue entonces que les dijo a la treintena de hombres:

Midorima: Bien, sé a lo que vienen, así que esperan vengan de una vez. Espero tengan un buen médico, les romperé todos los huesos de su cuerpo.

Dijo algo despreocupado, es más estaba con las manos en los bolsillos y su mirada mostraba algo de desinterés, sin más unas cinco personas vinieron con sable en mano intentaron atacarlo pero esquivo todos los ataques casi sin sudar, de hecho una espada había sido capaz de cortar algún mechón del pelo verde de Midorima, pero aparte de eso poco y nada había hecho y fue entonces que sonrió de manera fría para luego golpear a los cinco solamente usando sus piernas, de hecho uno de esos cinco llego a entrar en la taberna y destrozar la barra. Pero ya no importaba nada, los otros cuatro quedaron tirados por ahí, uno llegó tan alto como para quedarse en el tejado de una casa. Shintaro se arreglo los lentes mientras esperaba la siguiente oleada de enemigos, esto para lo único que estaba sirviendo era para entrar en algo de calor pero aparte de eso poco y nada hacían esos sujetos.

14/07/2013

El café amargo por fin me lo habían servido y saber que no estaba lo suficientemente endulzado me hizo beberlo de por no tirarlo, en cuanto lo acabé me giré de la silla y me puse a observar el lugar, era bastante acogedor por su color y la forma de las mesas, había un montón de gente en cada una y algunos tenían el aspecto siniestro como si fuesen de alguna secta o alguna mafia.

Observaba por la ventana viendo caer la nieve lentamente, no iba a negarlo al fin y al cabo me gustaba la nieve, su frío siempre me hacía sentir calidez cuando estaba en soledad, una estampa digna de mis ojos, era perfecta.

Me levanté del asiento y me fui hasta una mesa alejada un poco del bullicio de la gente, en ella se tenía vista de todo el bar facilitando todo mejor por si me topaba con algunos marines, cuando había llegado había visto a un par de hombres al lado de una mesa tirados no sabía quién habría sido el responsable aunque tampoco me interesaba mucho pues eran unos simples borrachos.

Unos golpes se oyeron en el exterior, en menos de unos segundos una treintena de hombres apareció enfurecida, me quedé extrañada ¿por qué sería? Si me quedaba a mirar a lo mejor sabría algo, en ese momento vi a un joven peliverde cerca de una preciosa mujer que se levantaba hacia ellos “¿Qué hace? ¿Va a enfrentarse a todos ellos solo? Está loco…” Pensé mientras veía lo que hacía.

En tan solo unos minutos había vencido a 5 por lo menos como si nada, me había quedado sorprendidamente asombrada ante ese hecho, pero la barra del bar incluyendo diversos lugares del edificio se habían deteriorado por esos golpes, “suerte que me salí de ella” pensé riéndome en mi interior, ese joven debía ser muy fuerte para haberlo lograrlo, pero aun así le quedaban otros tantos ¿sería capaz? Si lo conseguía necesitaba hablar con él, su forma de lucha me encantaba y me llamaba bastante la atención querría saber más sobre él y quien sabe…a lo mejor era un buen fichaje para meter en el Red Love Machine…

Supuestamente usaría una técnica muy poco común en mí, y es que si tal vez lo conseguía la usaría contra el para poder hablarle, sería sencilla aunque tampoco iba a luchar contra el tan solo quería ver si tenía buenos reflejos y era tan bueno como contra esos tipos.

Shintaro sonreía a la vez que miraba a los sujetos, conto con sus dedos a las personas y logro saber que eran en total veinticinco los que le quedaban, así que los iba a acabar ahora ya, aunque a decir verdad sería algo aburrido tendría que hacerlo ya que o sino podrían traer refuerzos y eso solo sería problemas aparte no era de las personas que hacía esperar por mucho tiempo a las otras, y su pareja lo estaba esperando adentro, así que sin dudarlo dos veces se saco las pesas únicamente de las manos y acto seguido espero un segundo justo para ver que otro grupo esta vez de diez venía, así que era hora de acabarlos.

A los tres primeros los derroto con tres certeros puñetazos, que a dos los mando a volar contra otros dos y en ese caso solo quedaban cinco más, algo sencillo así que empezó a correr mientras con una voltereta esquivaba los cortes horizontales que venían en su dirección, acto seguido aprovechando que había ganado las espaldas de esos tipos empezó a dar patadas a locas, dando en los cinco de una sola vez estos destruyeron en conjunto una casa que estaba cerca, Midorima miro tranquilamente a los que quedaban, y entonces suspirando haciendo que algo de vaho se produjera en el aire se tranquilizó un poco, si usaba mucha fuerza los podría llegar a matar así que fue entonces que les dijo a los que quedaban:

Midorima: ¿Ven? No pueden derrotarme, les daré la oportunidad de irse y llevarse a sus amigos y también de quedarse con su orgullo, si siguen solo los aplastaré sin contenerme como los insectos que son.

Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro, aunque esas palabras solo hicieron que los quince se enfadaran, así que esta vez los que quedaban vinieron de una sola vez, así que Shintaro se preparo para acabarlos tan rápido como podía, así que usando su velocidad y corriendo lo más rápido que podía por culpa de la nieve se gano justo al medio de ese grupo ante la sorpresa de todos, sin más puso las manos en el piso e hizo el pino y repartió patadas a los cinco primeros, quedaban diez, usando las manos salto para esquivar las espadas que venían en su dirección para acto seguido de caer volver a su posición de ataque y esta vez aumentando el ritmo, a puros puñetazos acabo con tres. Quedaban siete más, así que Shintaro resistió con fuerza los dos puñetazos que los tipos conectaron en su formidable abdomen para agarrarlos por los brazos y entonces con fuerza empezó a girar sobre su eje, para acto seguido mandarlos contra una casa. Quedaban los últimos cinco, así que simplemente cambio su mirada a una más intimidante para hacer que esos cinco se arrodillaran en el suelo, la pelea había acabado y el vencedor era Midorima.

El peli verde empezó a caminar a lo que quedaba de taberna y paso al lado de los cinco sujetos, al hacerlo y darles las espaldas su instinto le hizo girarse justo para evitar moviéndose hacía el lado rodando por el suelo un espadazo que lo hubiera atravesado por el abdomen, fue entonces que decidió acabar con ellos se levanto en el acto para agarrar con fuerza la espada por el lado sin filo y haciendo un poco más de fuerza hizo que el tipo se levantara del suelo, y fue entonces que soltando la espada hizo que el sujeto cayera justo enfrente de él y de una sola patada lo envió directo a los otros cuatro y fue entonces que acabo con todos ellos, al fin había acabado, sonrió de manera siniestra para luego quedarse de pie en el lugar justo cuando la espada quedaba clavada a su lado. Un frío viento recorrió el lugar de la destrucción, muchas casas estaban destruidas y la taberna apenas se mantenía en pie, pero no importaba nada de eso, así que se quedo de pie con los brazos cruzando en una pose que mostraba su gran confianza.

14/07/2013

Bueno, la situación se estaba complicando un poco, lo mejor era salir de allí lo antes posible aunque no perdería de vista a aquel joven peliverde, cogí mis cosas y salí por la puerta empujando para no pararme y meterme yo también en líos.

Poco a poco comenzaba a caer una suave nevarada, los copos de nieve eran finitos pero a la vez fríos, su tono al tocar contra la piel se derretía enseguida aunque marcas suaves por donde caían. El cielo estaba completamente blanco, esto debía ser por las nubes que lo tapaban entero, aunque preferiría que saliese un poco de sol, porque si no iría a desacostumbrarme de él.

Me aparté más de la taberna y me senté en unas escaleras que estaban en frente, tan solo tenían dos palmos de altura y eran de piedra, cuando me senté sobre ellas me crucé de piernas y apoyé mis brazos sobre mis rodillas, era un buen lugar para observar las peleas contra aquellos hombres y aun así con seguridad, no quería responder si me llegasen a atacar de verdad…

Aquel chico tenía algo extraño, una fuente de confianza en su interior, eso demostraba fuerza y valentía y era algo necesario, o por lo menos era lo que me habían enseñado a mí cuando había entrenado ¿Por qué no tener confianza en uno mismo? Siempre eran las mismas preguntas de siempre, que si esto que si lo otro que nunca aclaraban a nadie y podían causar confusiones.

El joven venció con facilidad a todos los hombres, pero lo habían destrozado casi todo, cuerpos en el suelo y los tejados, paredes derruidas, finalmente escuché lo que había dicho era un buen hablador pero quería saber si tendría lo que yo buscaba, cuando por fin había acabado con todos me levanté de aquel lugar y fui por la parte de atrás de la taberna, entré en silencio y con sigilo, una de mis mayores artes que gracias al ser asesina lo dominaba bien.

Cuando ya estaba a escasos metros detrás de aquel chico tapada por la pared, saqué una pequeña daga de mi mochila y la apunté hacia su cuello, si conseguía esquivarla hablaría con él, sino…tendría mala suerte y quedaría herido, aunque sería una pena.

Finalmente se la lancé y en cuestión de segundos observé lo que haría, así que en voz baja y murmurando le pregunté-¿Cuál es tu nombre, joven?

Esperaba que me respondiese o que al menos no se enfadase pero así era yo y mi manera de conocer a la gente, no iba a cambiar la manera aunque a lo mejor no me vendría mal…

El peli verde estaba tranquilamente observando la escena de la pelea, ya no quedaba nadie de pie y lentamente logro notar como es que finos copos de nieve empezaban a caer desde el cielo, Midorima suspiro de forma aliviada para luego ver la taberna y llevarse la mano detrás de la cabeza ya que sabía que en ese lugar estaba su novia y solo esperaba que ella no hubiera salido lastimada por culpa de esos sujetos, así que espero alguna señal de que alguien estuviera dentro para así irse de la isla ya que tenía la extraña sensación de que la Marina no se iba a quedar de brazos cruzados con este hecho.

Y fue entonces que logro sentir como es que lo abrazaban desde atrás, las manos cálidas de Sakura le rodeaban la cintura y esta prontamente se puso al frente para besarlo tiernamente en los labios, para que ambos al final se rieran tiernamente, ahora sí que estaba tranquilo Shintaro ya que su novia estaba de una sola pieza y ni siquiera tenía un rasguño, así que todo estaba bien o por lo menos ellos lo estaban que era casi lo mismo así que estaban listos para abandonar la isla ya que era mucha destrucción por un día, así que ambos estaban listos para marcharse y fue en ese momento en ese preciso momento, el que el destino jugó una mala pasada y los instintos casi animales de Shintaro se activaron justo para mover la cabeza a un lado para esquivar la daga, pero como si fuera animal la freno en el aire con los dedos justo antes de que llegara más lejos, sin más miro a la chica que había lanzado aquella daga y escucho su pregunta, así que jugando con la daga le dijo a ella.

Midorima: Soy Midorima Shintaro y es peligroso que una niñita como tú juegue con estos, podrías lastimarte o lastimar a alguien. Dime jovencita ¿cómo te llamas?

Su tono era algo adulto o por lo menos planeaba hacerlo, mientras tanto Sakura se posicionaba detrás de su espalda mientras miraba a la pelirroja con cierta cara de odio, la cara de Shintaro reflejaba confianza y una pequeña sonrisa se dibujaba en sus labios, estaba preparado para esquivar lo que sea ya que de lo que algo estaba seguro es que esa chica era peligrosa o por lo menos así lo detectaba su “radar” de personas peligrosas, pero aun así estaba atento a cualquier caso o escena de aquella pelirroja tan extraña que había aparecido de la nada, no mentía, estaba en la taberna hace nada y seguramente había visto la pelea de Shintaro contra esos tipos, si ese era el caso nada bueno podría suceder.

14/07/2013

¡Qué buenos reflejos! Me dejó impactada ese movimiento, mi técnica había dado resultado y ahora solo necesitaba conocerle un poco más, me resultaba interesante este tipo de gente y porque solían tener una gran fuerza en cuanto al poder, aquel hombre se llamaba Midorima Shintaro y casualmente preguntó por el mío pero en esa mención cometió un grave error, llamarme niñita a mí era algo malo, no era porque me molestase sino que me parecía despreciable y era lo que decía siempre mi padre en tono malvado… pero no me iba a alterar, aunque a lo mejor sí, total no tenía nada que perder. Solo sonreiría desafiadamente mientras le decía mi nombre-Me llamo Dark D. Rose, y no digas lo de niñita nunca más delante de mí o…puedes salir malparado…

Me acerqué hacia el sin ningún arma ya que las que tenía estaban guardadas, confiaba en mi misma y que ese peliverde no me intentase atacar de nuevo pero bueno, si lo hacía no me quedaría más remedio que matarle aunque no lo tenía pensado.

Cuando llegué hacia el me quedé quieta y sonreí, me acerqué a su oído y susurrando lentamente le dije-te lo advertí…-levanté mi rodilla rápidamente hacia el lugar “sagrado” de los hombres para darle fuertemente, no sé si lo esquivaría o se dejaría dar pero no era más que una simple advertencia, supuestamente la patada había sido con toda mi fuerza y eso no era vano, es decir que si le diese podría levantarlo del suelo solo por el golpe, luego de eso me aparté sonriendo otra vez.

Me senté en unas escaleras y me crucé de piernas, observándole para ver su reacción y con un leve comentario murmuré-He visto tu pelea, eres bastante bueno y tienes un gran potencial, me ha sorprendido la manera en que has vencido a esa gente y no he podido evitar fijarme…

A lo lejos comenzaron a oírse gritos y sonidos de espadas, los marines venían hacia aquí por lo que había ocurrido así que me levanté rápidamente y le dije a Midorima:

-La marina se acerca hacia aquí con gran velocidad y quiero hacerte una propuesta… ¿te gustaría unirte a Sons of Anarchy? Puede que aún no te conozca demasiado pero se fichar a una buena persona con el tiempo y sé que no me defraudarás-en ese momento saqué mis espadas y le miré-Espero que no te haya hecho mucho daño pues los marines se dirigen hacia aquí y habrá que luchar…

Me puse unos pasos hacia adelante con mis dos espadas esperando a que las tropas marines apareciesen, la gente que estaba a nuestros alrededores estaba huyendo despavorida y arrastrando los cuerpos de las personas heridas en el anterior combate. “Menudo desastre…” pensé suspirando.

Shintaro dejó de sonreír en el acto cuando supo que la pelirroja acababa de decir su frase, se llamaba Dark D Rose, y todo indicaba que era más peligrosa de lo que parecía, de hecho la vio acercarse mientras este mantenía la calma, que poco a poco se fue a las nubes porque logro sentir un dolor más fuerte que cualquier otro, logro sentir además que su cuerpo se elevaba un par de centímetros del suelo, y era que la rodilla de aquella chica había impactado de lleno en las joyas de la vida de Midorima, pero este logro incorporarse rápidamente ya que quedó algo sorprendido ante la propuesta de Rose, era nada menos que estar en una banda llamada Sons Of Anarchy, aunque a decir verdad no le interesaba mucho la verdad es que estar en esa banda podría ayudarlo a hacerse más fuerte. Así que sin mirarla a los ojos ya que veía como es que los marines se acercaban a paso veloz hacía su posición, le dijo:

Midorima: Pues, me sorprende tu propuesta, te responderé luego de destrozarlos para no cargar mi ira contra ti, mientras te encargo que protejas a Sakura…no me demoraré nada en acabarlos. Espera un par de segundos. Te mostraré algo impresionante.

Dijo mientras caminaba con dificultad puesto que aun sentía dolor en la entrepierna, pero se pasaría pronto, así que con confianza se puso delante de Rose quien tenía de armas dos espadas, cosa que le llamó la atención ya que ni siquiera le daría la opción de usarlas. Sin más, su cuerpo empezó a cambiar, se volvió rojizo y empezaba a echar vapor por el cuerpo aparte de eso de sus ojos pequeños rayos verdes, era su técnica The Zone Of God así que esos marines tenían los días contados o por lo menos ya no volverían a estar despiertos. Midorima suspiro para luego sonreír de medio lado, mientras lograba ver el número de esos marines, eran pocos, veinte a lo más así que mirando que el lugar ya estaba completamente vació salvo por el peliverde, la pelirroja y la mujer rubia no quedaba nadie. Así que suspirando Shintaro dijo:

Midorima: Bien acabemos con esto.

Y fue entonces que literalmente desapareció dejando apenas una estela de vapor atrás, Shintaro ya estaba corriendo a máxima velocidad hacía la nieve aprovechando su nueva velocidad y entonces sin esperar respuesta alguna impactó de lleno en la cara de un marine que salió volando directo y que de paso destruyo dos casas y se quedo pegado en la tercera, Midorima estaba sonriendo mientras lograba ver que los diecinueve que quedaban ya estaban formando el clásico círculo dejando al peli verde en el centro, este los miro para ver a quien se tenía que cargar de primeras y contó a unos cinco que tenían armas de fuego, así que esos eran los primeros a los que se iba a cargar. Así que aprovechando de esquivar un espadazo desde la espalda, y dando un gran salto fue que llegó donde estaban los cinco, que por mala suerte de ellos estaban todos juntos, así que sin más Shintaro agarró un rifle y mandando a volar directo a una casa de una patada a su usuario, lo empezó a usar como si fuera un bate y de esa forma logro derrotar a los otros cuatro que quedaron en el suelo a su lado, y entonces para deshacerse del rifle lo mando directo al abdomen de uno de uno de los marines que estaban con espada en mano y como los otros quedo en el suelo.

Quedaban trece más, así que suspirando de nuevo haciendo que su aliento se figurara en el aire, haciendo gala de su impresionante velocidad fue que dando pasos largos para acortar la distancia fue que de un solo upper cut mando al cielo a un marine quien soltó su espada y esta cayó justo a los pies del peli verde, y entonces tuvo que esquivar con una voltereta un espadazo que iba directo a la cabeza, al hacerlo perdió la noción de algunos así que recibió un potente golpe que lo impacto directo al suelo. Aunque se levantó de forma rápida y escupió algo de sangre a la blanca nieve, y entonces sonrió de forma sádica para luego nuevamente haciendo gala de su mejor arma la velocidad se gano a las espaldas de ese idiota, para con una simple patada a las costillas mandarlo de cara a una casa, aparte logró sentir que le había roto las costillas y entonces logro ver que ya no quedaban muchos, diez a lo menos y logro notar en la cara de los diez que estaban muertos del miedo así que desactivo su técnica para decirles:

Midorima: Ustedes pequeños insectos, se osaron a levantar sus armas contra mí. Les daré la chance de marcharse y evitar más heridos. Y recuerden esto soy ¡Midorima Shintaro! ¡El pirata novato de la banda Sons Of Anarchy! Recuérdenlo ya que ahora esta banda está más fuerte que nunca.

Grito para que la pelirroja lo escuchara, esa era su respuesta y era un sí, y entonces los diez que quedaban se fueron como los cobardes que eran y simplemente empezaron a correr. Ya no quedaba nada que hacer y era hora de empezar una nueva aventura, así que empezó a caminar mientras golpeaba a un marine idiota que trataba de levantarse en vano, en cuanto llegó a Rose le dijo:

Midorima: Me uniré a tú banda, siempre y cuando Sakura pueda venir conmigo, es lo único que te pediré ¿Aceptas?

14/07/2013

Su contestación fue muy simple, que protegiese a Sakura, ella debía ser alguien muy importante para él ya que no quería que le pasase nada, pero bueno de todas formas me encargaría de protegerla, aunque no tuviese respuesta segura de ello debía esperar a ver lo que hacía.

Agarré a la chica del brazo y con una sola espada me alejé de allí para que no pasase nada, la puse detrás de mí y miré por los alrededores por si venía alguien.

Observé la lucha detenidamente, era increíble, no me arrepentiría de haber conocido al gran Midorima Shintaro, eran las mejores peleas que había visto antes, no sé si era porque no estaba acostumbrada a estar presente ante ellas o porque él era demasiado bueno.

Al cabo de un rato, escuché gritar el nombre de Sons of Anarchy, me encontraba sentada en unas rocas junto a Sakura, me levanté y corrí para ver que era, lo que dijo me hizo sonreír, al final aceptaría, era un presentimiento y me alegraba de ello.

Cuando volvía hacia el sitio vi que había dos marines junto a la chica, estos llevaban un par de katanas bastante grandes e iban bien equipados, no dejaría que se saliesen con la suya, no por ahora, si mi deber era proteger a Sakura lo haría como fuese, aunque me hirieran, sabía que esa mujer era bastante especial para Midorima, y eso lo había aprendido, sabía lo que era perder a alguien especial, a mí me había pasado y nunca pude evitarlo…

Corrí hacia ellos dos y con mis dos espadas y lo primero que hice fue un combo de cortes para que soltasen a la chica, con suerte lo había conseguido. Como eran dos y yo solo una no me quedó más remedio que usar mi inteligencia y astucia, en el sitio en el que nos encontrábamos había un gran muro de piedra, agarré a la chica del brazo y la empujé detrás de mí para que no le pasase nada, en ese momento comencé a concentrar todas mis energías y desperté a la valkiria, con su fuerza envié golpes de gran potencia hacia el muro lo que hizo temblar un poco el suelo y también los alrededores haciéndoles caer un montón de piedra encima.

Después de eso, volví a restablecer la energía y fui corriendo hasta donde esta Midorima, su chica estaba a salvo como él había querido, finalmente aceptó mi propuesta de unirse y solo me puso una condición, que Sakura fuese con él, no me importaba y además una chica nunca venía nada mal así que acepté rápidamente mientras le extendía mi mano-Trato hecho. Y bien ¿ahora que hacemos?

Shintaro suspiro aliviado al ver que ahora su actual capitana aceptaba su propuesta, aunque a decir verdad era algo que se esperaba. Y fue entonces que Rose le preguntaba que harían ahora, ya no había mucho que hacer y aparte toda la zona estaba totalmente destruida y por culpa del peli verde que se sobrepaso peleando e hizo que muchas personas se quedaran sin hogar e incluso sin trabajo al ver que la taberna estaba totalmente destruida o por lo menos ya no quedaba mucho que hacer, y fue entonces que Sakura lo abrazó con fuerza y aprovecho para darle un beso cálido. Y Midorima miró a la pelirroja para acto seguido decirle:

Midorima: Te invitaría a un trago pero veo que esta todo destruido….pero me gustaría saber algo ¿Tus nakamas son fuertes o son gente débil? De ser ese el caso paso de estar en una banda de debiluchos.

Dijo con una leve sonrisa de medio lado, su tono no era tan serio aunque si algo frío, tanto como el viento que pasaba justo entre los dos, era lo único que le interesaba saber ya que así podría haber alguna clase de competencia entre él y los demás para hacerse más fuerte, ya que si se daba el caso de que los nakamas de la pelirroja eran débiles pues poco interés tendría Shintaro en pertenecer a esa banda. Y era por una razón tan sencilla, si ellos eran débiles el peli verde se aburriría pronto de pertenecer a esa banda. Así que guardo silencio para esperar la respuesta de ella.

[Privado][Midorima Shintaro y Shion Scarlet] Encuentro destinado. El peliverde y la pelirroja se reúnen. Desastre en Bighorn.

[Privado][Midorima Shintaro y Shion Scarlet] Encuentro destinado. El peliverde y la pelirroja se reúnen. Desastre en Bighorn. {Lun 23 Jun 2014 - 4:05}

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