El comienzo de la partida, el chico de la guadaña. (Rol Moderado Hazan Nivel E)

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Acabas de llegar en un bote a la isla, es un lugar donde hay ciudadanos y algún que otro noble viviendo en las mansiones aunque estas son escasas. El tiempo es bastante bueno y el Sol alumbra todo el lugar, hace una mañana perfecta y el reloj marca las doce en punto, el calor aprieta a estas horas y la gente se refugia en sus casas aunque muchos de los ciudadanos aprovechan para meterse en alguna taberna y tomarse algo fresquito.

En la orilla puedes ver anclado un barco de la marina, sus velas son blancas y parece que se oye barullo en la cubierta pues varios hombres colocan la tablilla para descargar algunas mercancías. Pueden ser latas de comida para el pueblo o quizás dinero, no se sabe exactamente el contenido pero se encuentran a unos doce metros de tu posición. No parece haber nadie al mando ni nada por el estilo y se mueven sin nadie que les mande ninguna orden por lo que parece.

Los distintos sonidos llegan a tus oídos, los pájaros volando por el cielo y las olas chocando contra la dorada arena de la playa. Para acceder al pueblo parece que solo hay un camino y es una cuesta arriba metida entre dos peñones de roca desnuda y algunos salientes de forma picuda. Llegados hasta este punto chico de la guadaña, me temo que tú mismo eres el dueño de tu destino, puedes hacer lo que más te plazca pero mucho cuidado y adelante. Empieza tu aventura en la villa.

El joven de cabello plateado estaba eufórico por fin había llegado a tierra no le gustaba pasar mucho tiempo en el mar solo, era muy aburrido además su último destino se había caracterizado por la total falta de acción y tenía pensado romper con esa regla cuanto antes, hoy era un día especial, él por norma general suele tener siempre ganas de pelea, pero hoy su instinto más oscuro tenía ganas de ir mucho más allá, necesitaba armar alboroto, necesitaba destruir y lo necesitaba rápidamente.

El camino no estaba en el mejor de los estados pero a él eso le daba igual continuo subiendo la escarpada colina con paso firme pensando en que iba a hacer esta vez, una repentina idea cruzó por la mente del chico de la guadaña, iba a matar a dos pájaros de un tiro. Debía hacer un sacrificio humano a su Dios con su correspondiente ritual y para ello necesitaba un muerto y él hoy quería divertirse, TODO ENCAJABA pensó él mientras se echaba a reír si, hoy se lo iba a pasar en grande. No tardó mucho en llegar al pueblo, una vez ahí miró a su alrededor dio un pequeño paseo de corta duración por los alrededores  y fijó su mirada en una taberna, la única que había visto, ahí debía de haber gente si pensó para si mismo.

Hazen se peino y se ajustó la capa - Empieza el show - susurró y acto seguido entró con su guadaña de triple hoja colgada en la espalda y con su peculiar capa, con eso bastó para captar la atención de los muertos de hambre que había en aquel local - Que hay que hacer en esta puta pocilga para que te sirvan algo!? - Gritó nada más entrar, el joven de cabello plateado tenía ganas de ver quien era el primero en entrar al trapo, aunque también se preguntaba si había alguien en aquella taberna de mierda con cojones suficientes como para decirle algo.

Tu grito hace que la gente empiece a observarte. Hay unos cinco civiles y dos hombres encapuchados. El camarero te mira mientras frunce el ceño por tus ofensivas palabras hacia su bar y no lo va a dejar así. Era un hombre de 1,80. Su pelo era castaño y corto, sus ojos eran de un color azul claro precioso. Vestía con una chaqueta blanca y con una camiseta negra mientras que sus pantalones eran rojizos y largos, en el ojo derecho tenía una cicatriz y en su cuello se pueden ver marcas de arañazos de quizás algún altercado violento con un gato o quizás puede ser un tipo peligroso.

- Vigila tu lengua rata inmunda o deberé volarte los sesos si te pones así.

Dijo mientras sacaba una escopeta recortada de debajo del mostrador, parece serio y dispuesto a disparar si armas algún lio. No parece ser un hombre de muchos amigos y en su mirada se nota que no está muy bien de la cabeza que digamos.

- Ahora lárgate de mi bar o pide lo que vayas a tomar de forma relajada guadañita.

Su tono era arrogante y los dos encapuchados observaban de forma tranquila mientras permanecían quietos para que no pudieras ver sus rostros. Los otros cinco civiles pasan de todo, como si estuvieran acostumbrados a la mala forma del hombre del bar de tomarse las cosas. No hablan por miedo a recibir un tito, aunque parecen demasiado tranquilos la verdad. Te toca mover ficha Hazen, decide tu siguiente jugada.

El joven de cabello plateado esbozó una sonrisa de satisfacción las reacciones habían sido como tal y como se había imaginado, podría haber matado al camarero en poco tiempo pero los encapuchados le llamaban la atención, si quería montar un altercado lo lógico sería que les sacase fuera, ya que los encapuchados podrían ser marines o caza recompensas aunque con él poca recompensa iban a ganar. El aspecto del camarero también era interesante tenía pinta de ex marine que había perdido la pinza en alguna misión - Ala! Que bruto es usted señor - Dijo con fingida sorpresa, mientras en su mente le lanzaba todos los insultos que había en su diccionario.

Tenía que mirar las posibles opciones definitivamente lo más inteligente sería salir fuera y cargarse una ventana o algo para provocar que el hombre saliese y así tener una posición más ventajosa ya que le estaría esperando y su arma le serviría de bien poco, así además vería quien eran los encapuchados - Entonces tomaré algo más calmado si no me das otra opción permiteme dejar mi guadaña apoyada en la barra - Dijo mientras depositaba la guadaña a su lado, lo más inteligente hubiese sido eso pero él no era así - Podrías ponerme un vaso con agua y preparar algo de arroz con pollo rebozado? - Pidió con tono suave, en cuanto se girase cogería su guadaña y le atacaría por detrás con un golpe horizontal directo a su cabeza, sería muy difícil que lo esquivase si estaba de espaldas, sin duda no se lo esperaría y luego se posicionaría para recibir a los encapuchados si es que le atacaban.

Esto sería una buen sacrificio para Jashin, si señor, montaría una buena matanza en aquella villa de mierda, pensó Hazen, todos estos paganos impíos pagaran con su vida el ser herejes y el haberle insultado.

- STRIKE [AIF]