JohnnyWolf
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Akuma no mi
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Luego de unas horas de viaje al fin había llegado a mi destino. Reino de lvneel. Una hermosa isla ubicada en el "North Blue" y a unas pocas horas de mi isla de nacimiento, "Micqueot." Esta isla también era conocida por que la historia de "Norland el mentiroso" era parte de la cultura de la ciudad. Me encontraba en uno de los bordes de la isla después de haber viajado en una pequeña balsa que casi se hunde en medio del mar. Hacia un día maravilloso, el sol brillando radiantemente en toda la isla y una brisa refrescante alrededor de las calles. Después de dar mi primer paso en la isla camine por las calles mientras admiraba la belleza de la ciudad, parecía ser una isla muy feliz, los niños corriendo y jugando alrededor de las calles, las mujeres con una sonrisa en su rostro haciendo sus labores diarias y los comerciante pregonando sus productos. Según lo que decía la carta enviada por aquel sujeto, debía encontrarme con uno de sus subordinados. Un sujeto de complexión ancha, con el pelo largo y de color violeta, un esqueleto de color negro y una bufanda de color amarillo.
Posteriormente llegue a aquel bar, ubicado en una zona no comercial de la ciudad donde había poca luz. El bar parecía un lugar de mala muerte, algo silenciosa, con una entrada con toques del viejo oeste y paredes consumidas por el moho. Decidí dar mi primer paso dentro del bar, luego de entrar podía ver el interior del bar, una taberna oscura con varios sujetos tomando cerveza y discutiendo de asuntos que a mí no me convenían escuchar. No quería hacer contacto visual con ningún sujeto, no por miedo, simplemente para evitarme problemas estúpidos, camine hasta la barra y me senté en un banquillo de color negro algo cómodo. La camarera se acerco rápidamente hasta la barra y con una voz tranquila me pregunto que si quería tomar algo, a lo que respondí una sola palabra, Vino. Después de recibir mi copa, solo bastaba esperar a que entrara por la puerta aquel sujeto.
Posteriormente llegue a aquel bar, ubicado en una zona no comercial de la ciudad donde había poca luz. El bar parecía un lugar de mala muerte, algo silenciosa, con una entrada con toques del viejo oeste y paredes consumidas por el moho. Decidí dar mi primer paso dentro del bar, luego de entrar podía ver el interior del bar, una taberna oscura con varios sujetos tomando cerveza y discutiendo de asuntos que a mí no me convenían escuchar. No quería hacer contacto visual con ningún sujeto, no por miedo, simplemente para evitarme problemas estúpidos, camine hasta la barra y me senté en un banquillo de color negro algo cómodo. La camarera se acerco rápidamente hasta la barra y con una voz tranquila me pregunto que si quería tomar algo, a lo que respondí una sola palabra, Vino. Después de recibir mi copa, solo bastaba esperar a que entrara por la puerta aquel sujeto.
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