Tsuri Kupuka, el habitante del bosque

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Tsuri  Kupuka

Apodo: Habitante del Bosque

Edad: 22

Sexo: Hombre

Raza: Humano

Rango/Empleo: Novato

Rango social:Bajo

Descripción estilo de lucha:

-Nombre: Kaze no dansu
-Ejecución: Es un estilo de lucha propio de su isla natal, transferido de generación en generación. Desde muy pequeños, los niños lo aprenden casi a modo de juego, ya que a simple vista parece una pintoresca danza de movimientos ágiles y fluido. "Bailando como viento", como decían los ancianos. En cada festejo de la isla, todos los habitantes realizaban esta danza alrededor de grandes fogatas.
Pero todo cambiaba durante el ritual de iniciación, en cual, bajo la luz de la "luna grande" (la primer luna llena después de cada solsticio de verano), ponían a prueba a todos los chicos y chicas que cumplieron 13 de edad durante el último año. Era allí donde los jóvenes descubrían la verdadera esencia de esta danza. Pues, no se trataba de un simple baile, sino de un complejo estilo de lucha, que consiste en moverse, fluir, evadiendo ágilmente los ataques del adversario y, antes de que este recupere su posición, contraatacando con un golpe grácil y preciso en un punto vital del cuerpo. Siempre siendo consciente de los elementos que nos rodean, y utilizándolos a nuestro, fluyendo a través de ellos.
A partir de ese día, y hasta el quinto regreso de la luna grande, los iniciados eran entrenados por los ancianos para perfeccionar el kaze no dansu y sus especializaciones que incluyen diversas armas.

-Nombre: Kaze no ejji
-Ejecución: Una especialización del Kaze no dansu, que se trata de una danza de fluidos movimientos en el cual se tiene a una katana es una exención del brazo. Este estilo dos formas básica provenientes de fusionar el kaze no dansu y maniobrar una espada. Una es defenderse con la espada frenando los golpes, y atacar rápidamente, con la mano libre, algún punto vital del enemigo. La otra, se trata de utilizar todo el cuerpo para evadir el ataque, y luego, contraatacar con la katana, antes de que el enemigo se recupere.  


Descripción física: Tsuri de pequeño era algo bajo para su edad, lo suficiente para ser el centro de burlas de sus hermanos, siempre más altos. Hasta su hermano menor era más alto que él! Pueden creerlo. Por eso creció tratando de superarlos en todo lo que le era posible, esforzándose al máximo en todo lo que hacían. Entre su cumpleaños 14 y 17, Tsuri “pegó el estirón”, típico de la adolescencia, y pasó de ser un pequeño niño de 1,49m, a todo un jonvencito de 1,85m . Esto lo convirtió, por más que sus hermanos lo nieguen, en el más alto de los tres. Y aunque superase a su hermano menor solo por 3 cm, eran 3 cm de los cuales él estaba orgulloso. Desde ese entonces, ya contaba con un cuerpo delgado pero fuerte, de unos 80 kilos, con músculos poco prominente pero marcados.
Lleva sus pelo ceniciento demasiado corto, para considerarlo largo, y muy largo, para considerarlo corto. Y hace varios años que desistió de peinarse, porque siempre, independientemente de cuanto lo intentase, cierto mechones tomaban su propia elección de como colocarse.  Tiene ojos grandes y claros, que siempre resultaron muy llamativos.  
De pequeño y cuando se encuentra tranquilo en su casa, usa ropa holgada y cómoda, que no salen de ser de color negro y distintos tonos de grises y verdes. Pero hace unos años, cuando está en sociedad, viste elegantes trajes para ocultar su verdadera forma ser.
En su muñeca, escondidos dentro del traje, lleva un par rusticas pulseras, muy preciados para él. Pues, fueron tejidas por sus padres con distintas plantas de la isla. Se trata de unos amuletos, que los padres dan a sus hijos recién nacidos, para protegerlos de las malas vibras, y tienen la peculiaridad de crecer junto con el portador, adaptándose al tamaño de su muñeca.
Además, al igual que sus dos hermanos, lleva en su nuca un tatuaje que los identifica como tales. Y, aunque está orgulloso de él, trata de ocultarlo todo lo que puede (motivo por el cual lleva el pelo “largo”).

Tsuri en sociedad:

Descripción psicológica: Tsuri es alguien tranquilo y siempre sonriente. No le gusta dañar generar sufrimiento, por eso es vegetariano. Es algo tímido y se pone nervioso al estar en grandes cúmulos de gente. Le gusta llevarse bien con las personas en generar y trata de evitar los conflictos a toda costa.  Por más que es amigable con todo el mundo y se gana la confianza de cualquiera con facilidad, él solo confía en unos pocos. En general, es alguien solitario y aunque esté rodeado de personas, se siente solo. Solo se siente cómodo en el medio de un bosque o cualquier lugar donde la naturaleza sea libre, donde los hombre no la perturben y destruyan. Quiere salvar al mundo y ayudarlo con toda su alma, pero en el fondo de su corazón siente cierto desprecio hacia los hombre. Por eso, aunque odie luchar, no dudará en sacar su espada cuando alguien esté cometiendo alguna injusticia.
Esto se debe a que sus padres los abandonaron a él y a sus hermanos, cuando todavía eran muy pequeños. Y no solo eso, el resto de la isla, no los aceptaba y los maltrataban, ya que sus padres eran considerados traidores. Durante mucho tiempo, solo confió en sus  hermanos y en Nogal,  el hombre que los crió, chamán de la isla.
Su tranquilidad y su tendencia a decir poco y escuchar mucho, la ganó en el bosque donde se crió. Cualquiera diría que su corazón estaría lleno de oscuridad, después de todo lo que pasó, pero no es así. Su sincronía con el bosque y la amistad que forjó tanto con plantas y animales, lo hicieron amar a este hermoso mundo y querer protegerlo y llenarlo de luz. Fue por esto, que le pidió a Nogal que le enseñe todos sus conocimientos de medicina y herbología. Así fue como su amor por el mundo lo llevó a dar los primeros pasos en la medicina, y en el vegetarianismo...
Desde ese entonces era muy notoria su personalidad tranquila, servicial y amigable, ya que no se dio por vencido con los aldeanos y se esforzó mucho por ser aceptado. Para cuando el ritual de iniciación, ya era uno más de la isla y el pasado funesto de sus padres había quedado atrás.
Los años pasaron y fue feliz, pero cuando pensó que todo tiempo funesto había pasado, en un acto de completa maldad, el Gran Fuego devoró todo lo que conocía y amaba. Eso acentuó el desprecio que tiene por los hombre y la injusticia, pero a la vez, reanimó su deseo de ayudar al mundo.


Gustos: A Tsuri le encanta ayudar a la gente y sentirse útil. Ama los espacio abierto y el aire puro. Le gustan mucho los animales y las plantas, y siente que tiene una conexión natural con ellos. Cuando era niño, era amigo de un lobo que encontró con una pata lastimada (nunca supo porque no lo atacó). Le apasiona la medicina desde chico y todo el tiempo trata de aprender más.  Lo curó y lo cuido hasta que pudo moverse con normalidad. Desde entonces tiene un fanatismo por este tipo de animales.  
Siempre que puede busca algún buen árbol y se sienta a leer por horas bajo sus ramas. Aunque sus libros casi siempre hablan de lo mismo, cuando no son de medicina o herbología, son novelas fantásticas o de ciencia ficción.
Todas las mañanas después de levantarse practica el Kaze no dansu y el Kaze no ejji, porque lo motivan y lo apasionan (además le recuerdan a su primer amor).
Le gusta mucho el teatro, y aunque sabe muy poco de música, le fascina escuchar a un buen artista.
Ama cocinar y no se le da tan mal, pero nunca lo verán tocar carne.
A parte de todos estas cosas, tiene una especial debilidad por sus dos hermanos. Y aunque hace mucho que no los ve, siempre serán las dos personas más importantes de su vida.


Desagrados: Tsuri tiende a adaptarse bastante bien a todo y a comprender al mundo en general, por eso solo desdaste tres cosas: Primero, detesta la carne! Su vegetarianismo es sagrado. No tiene problema con los carnívoros, los entiende y acepta, pero que no lo molesten! Si él los acepta, que ellos acepten que no coma carne.  
Segundo, odia que la gente dañe la naturaleza sin causa alguna y que contamine al mundo indiscriminadamente. Las personas pueden vivir tranquilamente en sincronía con la naturaleza. Sabe que es así porque lo ha visto muchas veces, no solo en su isla natal, también en muchas otra. Por eso no tolera que las personas se muevan por el mundo, haciendo y deshaciendo todo a su antojo como si la naturaleza no importase.
Tercero y último. Tsuri, odia por sobre todas las cosas al gobierno mundial. Él es el culpable de que el sufrimiento a cada pueblo del mundo. Es el gobierno mundial el virus de este mundo, que lo consume destruye lentamente. Por eso, decidió que quiere terminar con esto, y crear un mundo donde las nuevas generaciones no daban sufrir lo que él sufrió.
Otro cosa menor, es que por algún motivo detesta las novelas policiales. Una vez leyó una, y decidió que no volvería a cometer el mismo error.


Habilidades: Sus talentos, son las cosas que le gustan desde siempre. El más preciado para él, es la facilidad innata de poder llevarse bien casi con cualquier animal y reconocer cualquier planta. Es un habilidoso médico, que ama al mundo y es consciente de la corrupción de que devora, y desea curarlo y protegerlo.
Es un gran espadachín y un mejor danzarín, ya que pasó muchos años entrenando y perfeccionando sus técnicas tratando impresionar a la chica que amaba (sin saber que ella hacia lo mismo).
Otra gran habilidad que tiene, es su capacidad de oír y prestar atención en todo lo que escucha. No solo en el sentido de tener un oído más agudo sino que también escucha realmente lo que la gente dice. Fue gracias a esto, que se ganó y gana la confianza de la gente con facilidad. La gente lo aprecia, porque se sienten escuchados y comprendidos.
Gracias a una combinación de estas cosas, se puede decir, que es un gran estratega. Escucha y presta atención a todo lo que sucede y rápidamente puede decidir cual es la mejor manera de actuar (aunque no siempre de resultado).
A parte de eso, se le da muy bien con las tareas del hogar y cocinando, porque siempre trató de hacer lo mejor para sus hermanos. Cocinándoles y manteniendo limpia y ordenada la casa, y cuidándolos cuando se enfermaba o lastimaba. Sus hermanos eran todo para él.

Torpeza: Es pésimo con todo los relacionado con las habilidades manuales. Siempre que trata de reparar algo, eso termina explotando, por más que se trate de una simple silla. Por ese motivo, es que también es muy malo con cualquier instrumento. Hasta cantando es malo.
Se pone muy nervioso en lugares donde hay mucha gente, y eso evita que pueda desempañarse con naturalidad en esas situaciones. Además tartamudea cuando debe hablar ante muchas personas, a menos que sean todos amigos suyo. Le resulte simplemente imposible comenzar una conversación con un desconocido. Si el desconocido no comienza la conversación, él nunca lo hará. Esto lo puede sobrellevar muchas veces, gracias a que oye atentamente lo que los demás dicen y por ende, responde conciso y directo. No se anda con rodeos.
Por más que sea un buen estratega, es pésimo en los juegos de azar y siempre pierde.


Profesiones:

Principal: Espadachín

Secundarias: Médico y Guardabosques


Banda: Ninguna

Armas: Una katana forjada por los herreros de su isla, la siluetas de árboles dibujados en el mango.

Historia: Tsuri es originario de una isla en el west blue. En la isla había una única aldea a las orillas del mar rodeada por un enorme y profundo bosque. Tsuri recuerda que en la había varias embarcaciones que servían para comerciar con las islas cercanas, pero todos para el día de la luna grande, un gran barco venía y dejaba a unos cuanto hombre y mujeres y se llevaba a los que habían terminado su entrenamiento y alguno que otro aldeano. Fue sobre ese barco, saludándolos desde la borda, la última vez que vio a sus padres. Se recuerda viendo el barco perdiéndose en el horizonte, mientras abrazaba a su hermano menor que lloraba sin parar. Recuerda a su hermana mayor, tomándolos a los dos de las manos, cuando el barco ya se lograba ver y guiándonos hasta nuestra casa, diciéndonos que todo estaría bien, que pronto regresarían. Tenían 7, 5 y 3 años cuando eso sucedió. Antes de que lleguen a su casa, el viejo Nogal los interceptó y los llevó a su hogar. Un viejo rancho en medio del bosque.
Unos meses después de la partida de sus padres, llegó una triste noticia. El gran barco había sido atacado y destruido y toda la tripulación estaba muerta. Aunque Tsuri nunca supo si había sido obra de piratas o marines. Se habían encontrado todos los cuerpos, salvo el se sus padres y dos aldeanos más. Por algún motiva que nunca supo, todos en la isla, salvo Nogal, dieron por sentado que ellos cuatro los habían traicionado, entregando el barco a sus captores.
Mientras más meses pasaban sin información de sus padres, más seguras eran las sospechas de traición. Hasta los niños comenzaron a dudar. Los tres crecieron bajo una pesada carga. No solo sus padres no los querían y los habían abandonado, sino que eran traidores. Una parte de Tsuri amaba a sus padres, todo lo que recordaba de ellos era hermoso y lo llenaba de cariño, pero se sentía muy mal, porque según los aldeanos, eran personas malas. Lo que nunca entendió, fue la fe ciega que sentía Nogal por sus padres.
Los años que siguieron fueron duros para Tsuri, pero fue en ese tiempo cuando forjó su verdadera identidad, bailando el kaze no dansu en el bosque con sus hermanos, los animales y las plantas, aprendiendo medicina y herbología con el viejo Nogal, ayudando a los aldeano para ser aceptado.
Los solsticios pasaron, y Tsuri fue creciendo, hasta llegar a la noche de su ritual de iniciación. Fue esa noche, bajo la luna grande, mientras descubría lo excitante que era la lucha fluyendo en aquella danza ancestral, que conoció el amor. Mientras era puesto a prueba por los más ancianos y luchaba esquivando golpes, vio a aquella niña de su edad llamada Wilka, que tanta otras veces había visto. Pero ese día no era la misma Wilka a la que veía, ni era el mismo Tsuri el que la miraba. Supo que algo había cambiado cada vez que sus miradas se cruzaban.
Wilka era una verdadera artista del Kaze no dansu. Desde aquel día, Tsuri entrenó con todas sus fuerzas para poder estar a su altura y se especializó en el Kaze no ejji, ya que el camino de la espada era el que ella había elegido. Con el tiempo, comenzaron a entrenar juntos, ya que su nivel estaba a la par.
Tuvieron que pasar cuatro lunas grandes desde el ritual de iniciación para que Tsuri se anime a confesar su amor. Tsuri recuerda muy bien ese día, casi como si lo acabara de vivir. Por la mañana, había ayudado a su hermana con los preparativos para su viaje, pues se iría por unos meses a una isla no tan lejana a realizar unos trabajos de carpintería (él siempre había admirado la hermosa habilidad de construir bellas cosas de la nada). Luego del almuerzo, una vez que su hermana ya se había ido, se dirigió al bosque a entrenar con Wilka.
Las horas pasaron y la noche los cubrió por completo, mientras ellos estaban totalmente compenetrados en un fluido ir y venir de movimientos y estocadas, que si daban en el blanco podrían ser mortales. Entonces, en lo que pareció un descuido (o quizás un movimiento fríamente calculado), Wilka tropezó con una raíz y cayó al suelo, llevándose a Tsuri consigo. Quedaron los dos, unos sobre el otro. Cada uno, miró en la profundidad de los ojos del otro y no hubo necesidad de palabras. Ambos se fundieron un un beso lleno amor.
_Siempre te quise, Wilka.
_Yo también, Tsuri. Desde nuestra luna grande...
_Desde nuestra luna grande... -repitió Tsuri.
Fue en ese momento, cuando los sorprendió el violento sonido de varios disparo. Entonces se dieron cuenta que un resplandor naranja teñía el cielo nocturno en dirección de la aldea. Luego, notaron que el bosque se había hundido en un oscuro silencio, y detrás de él, se podía oír el ardiente crepitar de un lejano y monstruoso fuego y gritos de caos.
_La aldea! -dijo Tsuri incorporándose.
Ambos corrieron velozmente por el bosque, y tuvieron que atravesar una gran extensión de árboles en llamas para llegar a su pueblo. La imagen que obtuvieron al hacerlo, fue desoladora. El fuego devoraba indiscriminadamente casas, arboles y todo lo que encontrase a su paso. Decenas de personas conocidas, desde niños que corrían cada mañana tras Tsuri para que les enseñe a bailar, hasta ancianos que había respetado como tales desde sus primeros días, se encontraban tendidas en el suelo, inertes, sin expresión alguna en sus rostros, rodeadas de un rojo contorno. Atónitos y sin entender lo que sucedía, caminaron entre los cuerpos sin vida de sus amigos y vecinos como si se tratase de una pesadilla de la cual pronto despertarían.  
Fue entonces, cuando un desconocido salió de una casa cercana y se asustó al verlos. Sin dudarlo un  momento, levanto su arma y disparó. Antes de que Tsuri logre reaccionar, Wilka se desplomaba el piso. El joven nunca olvidaría la sensación en sus pies descalzos al ser mojados por la cálida sangre que brotaba del pecho de su amiga y pareja. El alma de Tsuri se rompió en el mismo instante que los ojos de Wilka se volvían opacos.
Lo último que escuchó aquel desconocido, fue el chirrido metálico de una espada al ser desenvainada. Pues, un segundo más tarde, Tsuri mataba por primera vez a un hombre.
Miró el cadáver inerte del atacante y vio como el símbolo del gobierno mundial se teñía de rojo.
En ese mismo lugar que lo encontró Nogal, arrodillado junto Wilka, inmóvil. El viejo chamán llevaba una dolorosa herida de bala en el hombro izquierdo.
_Tsuri, por fin de encuentro. Toma tus cosas y vete-dijo arrojándole un bolso lleno-. En la bahía este hay un pequeño bote, si remas por un día entero hacia el este deberías llegar a una isla. El humo del incendió te mantendrá oculto hasta que estés lo suficientemente lejos...
_Viejo Nogal, los aldeanos están muertos. ¡Wilka está muerta! -dijo el joven, volviendo a la realidad, llorando desconsoladamente.
_Lo sé, lo se, muchacho. Pero no todos están muertos. A muchos se los están llevando a sus barcos. Quieran los dioses que no les hagan daño.
_¿Y mi hermano, Nogal? ¿Qué pasó con mi hermano? -el miedo se apoderó de él. Qué haría si hermano menor también estaba muerto.
_La última vez que lo vi, estaba subiendo a un barco...
_¿Por qué pasó esto? ¿Por qué el gobierno mundial y la marina nos atacaron? ¿Qué harán con mi hermano? -el joven se encontraba en shock. Temblaba y lloraba, sin entender lo que pasaba.
_Hay muchas cosas que no sabes, muchacho. Ni de esta isla ni del mundo. No todas los países son tan cordiales como este, y muchos nos ven como una amenaza. Si quieres hacer algo en honor a todas personas -dijo señalando los cuerpos muertos de los que habían sido sus amigos con los ojos llenos de lágrimas-, si quieres hacer algo por su memoria y ayudar a aquellos que se están llevando. Escapa y vive. ¡Y nunca olvides lo que significa ser libre! Busca a tu hermana, pero por comentan ninguna tontería. Si no encuentran a su hermano pequeño pronto, diríjanse al Nuevo Mundo. En el bolso, hay una papel con el que podrán encontrar a alguien que los ayudará. ¡Ahora vete!
Tras decir eso, el viejo Nogal se desplomó sobre el suelo. Tsuri lo observó y supo que no le quedaba mucho tiempo de vida. Había perdido demasiada sangre y no tenía forma de ayudarlo.
Aun llorando, el muchacho lo abrazó con todas sus fuerzas y dijo: _Gracias, viejo Nogal. Gracias por todo. Te prometo que seré libre. Recorreré el mundo y trataré de ayudar a cada pueblo, te lo prometo. No permitiré que una tragedia como esta vuelva a ocurrir.
El viejo Nogal, tomó su cara entre manos arrugadas y lo miró a los ojos. Entonces, sonrió como si tuviese la certeza de que todo estaría bien.
Tsuri tomó su katana y su bolso y huyó de la isla en llamas siguiendo las instrucciones de aquel que fue como su padre.
Cuando estuvo a salvo, viajó hasta la isla donde se encontraba su hermana, pero no estaba allí. Le dijeron que se había marchado unos días atrás, pero nadie supo hacia dónde. Preguntó en varias islas, siempre fueron datos confusos y muchas veces contradictorios.
A cada isla que iba intentaba descubrir información sobre el paradero de su hermano y los aldeanos, pero nadie parecía estar enterado del ataque a la isla, ni los propios marines.
Luego de varios meses sin noticias de sus hermanos, supo que su destino estaba en el Nuevo Mundo. Allí encontraría la ayuda que necesitaba y viajando, podría cumplir su promesa.
Fue así, luego de varios años viajar de país en país, tratando de hacer algo por cada pueblo, que se encontró con la armada revolucionaría y decidió unirse a sus filas.

Mar de origen: West blue

Pertenencias: Bolso con un equipo médico. Frascos con plantas y semillas. Libros de herbología y medicina. Una vivre card de un desconocido. Los amuletos de sus padres que lleva en su muñeca.

Botín de partidas: Ninguna

Sueños: Tsuri posee tres sueños, cada uno, propio de las diferentes partes de su vida.
El primer sueño, el sueño de Tsuri, un niño que creció en armonía con la naturaleza, viene desde muy pequeño, y que a pesar de todo lo que ha sucedido, no lo ha perdido. Según las enseñanzas del viejo Nogal, todos los bosques del mundo están conectados, por más que estén en distintas islas, en distintos mares, y aquél que los une no es más que el mismo viento. Nogal decía que los árboles lo usaban para comunicarse cosas unos a otros, y que si quieres saber algo del mundo, solo debes escuchar al viento. También contaba que esta conexión se debe a que antes existía un solo y enorme bosque con todo tipo de plantas. Fue el viento quien, feliz de danzar entre las hojas, juntó semillas que todas aquellas plantas y las esparció por el mundo, creando nuevos bosques. Nogal, siempre decía que en lo profundo del Grand Line existe una isla virgen en la cual aún vive una parte de aquel bosque primitivo con plantas enormes y árboles que se pierden en las nubes. Su más profundo sueño de Tsuri, su sueño como niño, es encontrar aquella isla y aprender todo lo posible de aquel maravilloso bosque.
El segundo, el sueño de Tsuri Kupuka, el segundo de los tres hermanos Kupuka, proviene del amor y la devoción que siente por su única familia, sus dos hermanos. Desde que sus padres los abandonaron, sus hermanos fueron todo para él y siempre procuro dar lo mejor de si para ayudarlos. Luego de la gran tragedia, cuando su hermano menor fue secuestrado por la marina y su hermana mayor desapareció, Tsuri se vio desbastado. La pena que sentía lo destrozó y pasó semanas abandonado a la buena de dios. Lo único que lo motivó (y lo motiva) a seguir adelante, fue la esperanza de que sus hermanos se encuentren a salvo y poder reunirse con ellos otra vez. El segundo sueño, su sueño como hermano, es reencontrarse con su familia al menos una vez más.
El tercero y último, el sueño Tsuri Kupuka de West Blue, un joven integrante de una unida y tranquila aldea en una isla de aquel océano, es producto de las atrocidades que tuvo que vivir. Aquella noche en que volvió a la aldea y vio a sus conocidos y amigos muertos en medio de un bosque en llamas, su alma de agrietó, para terminar de romperse en el momento en que la joven a la que amaba, murió a su lado. Esa misma noche, en el lecho de muerte de aquel que era como su padre, le prometió que evitaría con todas sus fuerzas que otra tragedia como esta se repita. Desde entonces, esa idea habita en su cabeza y se volvió el pegamento que une las partes de su frágil alma. Aunque él no lo quiera admitir, aquellas grietas fue nido de un sentimiento de venganza que oscurece sus ojos y que cada día crece más y más. El tercer sueño, su sueño como joven revolucionario, que fue miembro de una aldea aniquilada y habitante de una isla arrasada, es evitar que se permita que otro inocente deba sufrir lo mismo que el sufrió en aquella tragedia, aunque esto podría convertirse rápidamente en un simple deseo de venganza.


Referido por: Realmente no se como terminé acá, así que diremos que fue el destino.