[Privado Xavier-Nat] Conociendo a los compañeros

Me encontraba en la conocida isla de Tequila Wolf, en una buena taberna, tomándome unas cervezas mientras esperaba la llegada de otro de los miembros del CP. Había pocos que fuesen del CP1 como yo y quería conocerlos, sentar unas buenas bases puede ser muy importante a la hora de trabajar en equipo.

Yo mismo le había enviado una misiva, pues aun no tenia dinero para comprarme un den den mushi, y le había citado en esa taberna, que no era ni de lejos la peor de la isla, era simplemente una taberna mas, algo alejada de la zona de construcción donde cuando podían se reunían los trabajadores.

Pacientemente esperaba mientras poco a poco la taberna se iba llenando, ese parecía que seria un buen día para el tabernero.

"Tequila Wolf... ¿Qué podría querer alguien aquí?", se preguntaba el verdugo mientras caminaba pausadamente por el gran puente que nunca llegaría a terminarse. El día estaba gris, como todos en aquella época. Todos sabían lo que estaba pasando y los que no, se lo imaginaban. Barcos piratas de aquí a allá, presencia de almirantes y demás parafernalia. El ex-shichibukai avanzaba buscando la taberna donde un compañero lo esperaba. Desde su muerte y resurrección había adoptado otra personalidad, una que nadie conocía y que, lógicamente, nadie esperaría que tuviese. Llevaba su masamune a la espalda, guardada en una gigantesca funda negra. Aquel día llevaba su chaqueta de un tono azul noche, y el resto de su ropa negra, con forros granates. Nadie sabía después del cambio de aspecto que sufrió que Vincent Black ocultaba a Nat en su interior, y más profundamente, al joven espadachín Caspio. Ahora tenía una cicatriz en su rostro, y lo que el tiempo no cobró en quince años lo cobró de la noche a la mañana, como las canas de su cabello, ahora corto.

Había recibido una misiva de un compañero CP, algo que le sorprendía, pues no era habitual que los agentes secretos se confabularan, excepto los más altos rangos o en las tabernas de la isla judicial. Sin embargo no se podía decir que no fuera una situación agradable. Podría enterarse de cuchicheos y extender todavía más el rumor de la muerte de Nat. Un título de Shichibukai perdido, una nueva vida ganada, y el proyecto amanecer más seguro. Nadie pensaría que el nuevo individuo alistado en el Cipper Pol, Vincent, un hombre sin pasado, tuviera alguna relación con la quimera. Aquello era su mayor ventaja, sin ninguna duda.

No tardó mucho en encontrar una pequeña taberna, donde, si no recordaba mal, el agente lo había citado. "El Jarro ajado", y también lo ponía en la nota. Abrió la puerta, y se encontró un panorama extraordinario. Trabajadores bebiendo. Presos y esclavos brindando mientras se emborrachaban. Menudo gozo, cinco minutos de placer en una vida de esclavitud. Qué bonito... Buscó por toda la taberna, fijándose con especial detalle en cada persona, hasta que dio con el único cuyas manos no estaban mutiladas o llenas de heridas.

-Buenos días compañero- le dijo, con una sonrisa mientras pedía un vaso de Bourbon-. Hace un día estupendo hoy. ¿Podría ser mejor?

Sonreí cuando vi entrar a un hombre por la puerta, vestía de forma elegante, y me recordaba ligeramente al hombre que me recluto, portaba una funda negra grande a la espalda, algún arma supuse, pues seria lo mas lógico dado nuestro trabajo.

Tras llegar hasta mi mesa me saludo y se pido una copa para ir pasando el rato.

Buenos días, la verdad es que si que es un buen día, pero siempre puede ser mejor. -dije mientras le tendía una mano- Me llamo Xavier, espero que hayas tenido un buen viaje hasta aquí.

Espere hasta que se sentó conmigo en la mesa y tras hablar ligeramente de banalidades, decidí entrar un poco mas en profundidad del tema por el cual le había citado allí.

Supongo que te extrañase mi misiva, se que no es normal que en nuestro trabajo socialicemos mucho con los compañeros, pero creí que seria conveniente conocernos, nunca sabemos cuando nos tocara trabajar juntos y es mejor poder llevarse bien, ¿no lo crees? -tras decirle eso pego un trago de mi copa y llame al camarero para que rellenase nuestros respectivos vasos- Y ademas seguro que en una isla tan grande como esta no nos faltara algún trabajillo para ir conociéndonos en profundidad.