[Privado][Midorima y Crimson] Ganándose el respeto de los Sempai ¿o no?

Había recibido una carta, una invitación o propuesta de uno de los nuevos miembros de Sons of Anarchy. Quería pelear con él, con Crimson, con el antiguo Capitán, al menos así es como debía de conocerlo ese joven muchacho si Rose había seguido sus instrucciones. No pudo evitar reír al ver la carta escrita a mano en dónde se podía intuir la emoción que desprendía el joven por enfrentarlo. -¡Pues claro que acepto, coño!- gritó mientras se levantaba con tanto ímpetu que acabó tirando la mesa del bar en el que estaba bebiendo mientras sus ojos repasaban la carta para ver dónde le había citado. Los demás clientes del local se asustaron por el loco del abrigo rojo que acaba de romper el inmobiliario y ponía su pie sobre el borde la madera y se apoyaba con el codo en esa rodilla. Las dos chicas que iban con él no sabían si reír o alejarse de él. Acababan de conocerlo y les pareció un tío, como poco, interesante. Aunque quizás esto se saliese de sus expectativas. -¡Al fin alguien con los huevos de retarme cara a cara!- Crimson parecía desprender una fulgurante emoción. Dejó unos cuantos berries en la mesa, suficiente para pagar la cuenta y dejar una jugosa propina, y se marchó, abandonando a los dos chavalas que todavía no se creían lo que acaba de pasar.

El moreno llegó pronto a la cita, concretamente un día antes. Menos mal que estaba bien acompañado de su buen amigo "Juanito el caminante" (no quiero hacer publicidad innecesaria ;D), lo cuál le haría la espera mucho más amena y agradable. Es lo que tienen las borracheras, que todo para ser más gracioso y divertido. Se había excedido con la puntualidad. Es lo que tiene la impaciencia y las ganas de pelear ya. Se tumbó, apoyado en una las piedras que era uno de los restos de lo que en su día pareció ser una ciudad. Totalmente reclinado y cómodo pensó en que sería buena idea ir compartiendo nuevas aventuras con su viejo amigo Juanito. No sabía si hacerlo a pequeños sorbos en vasos de chupito, pues tenía uno, o ir bebiando a lo basto... Tenía todavía todo un día por delante y sin, aparentemente, ninguna mujer cerca con la que pasar el rato ni ninguna otra cosa con lo que divertirse. Se sirvió un chupito de whisky y ¡pa' dentro!.

Se despertó con el sol pegándole directamente en la cara, lo cual en su actual estado era realmente molesto, pues brillaba muuuchiiiishimo y le estaba cegando. No sabía cuánto tiempo había pasado exactamente pero recordaba que cuando se hizo de noche el seguía compartiendo dulces momentos con Juanito. Sin embargo el astro rey no fue lo que le despertó sino que fue los repetidos golpecitos con un palo de un puto niño de no más de seis años. El estúpido crío se pensaba que era un cadáver con el que poder jugar, o comer. Viendo los harapos que llevaba el chavalín no sería de extrañar que intente recurrir al canibalismo. -Señor, ¿por qué huele vino?- le preguntó inocente. Crimson, harto del continuo atosigamiento del palo, se lo quitó y lo rompió. El niño se echó a llorar, pues probablemente era su único juguete. -Es whisky, del caro, además. Tienes que ir aprendiendo a descifrar estas cosas, niño. Anda, prueba un poco, ahogará tus penas- le dijo dándole la botella, de dónde todavía quedaba unos pequeños rastros de alcohol al final. El chico lo cogió y con desconfianza empezó a beber, poniendo cara de asco mientras lo hacía. -Te acostumbrarás.- Se levantó y se dirigió al punto de encuentro.

Ahí se encontró con un tío con pelo hierba. Se quedó sorprendido por el raro tinte que se había echado en la cabeza. -"Estas modas de hoy en día... ¡No hay quien las comprenda!"- se dijo mientras lo veía de espaldas. -¡Tú, Cebollino!- gritó, alertando de su presencia. -¿Eres Midorima Shintaro de Sons of Anarchy?- preguntó, aunque ya sabía la respuesta. -Soy Crimson, aunque a partir de ahora puedes llamarme Capitán- recalcó. -Veamos que tal... ¡hip!- tuvo un pequeño hipo- ...Bailas- dijo entonces mientas se mareaba un poco. Se tuvo que apoyar en una piedra para recobrar la compostura. -Vale, empieza, cuando quieras- comentó, todavía inclinado e intentando recomponerse. Todavía no se le había pasado la borrachera.

Seguía mareado. La borrachera aún le continuaba. -"Quizás me esté haciendo mayor..."- pensó. Le dolía la barriga y tenía náuseas... definitivamente su amigo Juanito el Caminante no le estaba haciendo ningún favor en ese momento. Lo peor de todo, el cebollino había aceptado de buen agrado empezar el combate sin más dilaciones. El capitán levantó la mano extendida, en señal de paz, pues se había arrepentido y no estaba en buenas condiciones para dar una lucha digna. -Esper...- Pero no terminó la frase cuando recibió una fuerte patada en el lateral de su cuerpo haciéndole volar varios metros para estrellarse finalmente contra una roca. Se levantó adolorido y cabreado, muy cabreado. En parte era culpa suya por intentar detenerlo en el último momento. Se quitó el polvo de encima de su característico abrigo rojo y se miró las costillas. Se estaba poniendo de un bonito tono morado debido al golpe.

-No tengo muchas ganas de moverte y que te has alejado... Podemos hacer un pequeño juego con cuchillos ¿Te parece?- preguntó, aunque no le importaba su respuesta, poniendo una voz sombría.- Tú simplemente estate quietecito...- No puedo evitar reírse maliciosamente mientras sacaba al menos diez cuchillos que tenía alrededor de cuerpo, guardados en distintas correas. -A ver como se usaba esto...- comentó fingiendo no saber como se lanzaban. Cogió uno de ellos por la punta del filo y sin más tardar lo lanzó con más fuerza de la que parecía poder generar un simple borracho. Con un rápido juego de manos fue lanzando uno tras otros los cuchillos tras el peliverde, que se encontraba a unos diez metros de él, distancia lo suficientemente cerca como para que no fallase el asesino. [AIF]

Lanzó en total diez cuchillos, uno por uno, buscando seguirle en caso de que esquivase los primeros, con los que apuntaba a distinas partes de su cuerpo. A los hombros para inmovilizarle el brazo, a las piernas para dificultarle el poder caminar y al cuerpo para que poco a poco vaya desangrándose y perdiendo fuerza por falta de riego sanguíneo. Obviamente no era su mejor ataque pero así podría ir probando la valía de aquel peliverde, ya que esa patada no le había hecho tanto daño como esperaba. Incluso le dolía más en la zona contraria a dónde el había pegado. Tenía el hígado hecho polvo -Creo que va siendo hora de dejar a nuestro amigo Juanito un poco de lado- musitó tras terminar de lanzar sus armas y poniendo la mano sobre su lado derecho, como sujetándoselo.

-"Es rápido"- pensó al ver como esquivaba sus cuchillos con relativa facilidad. No le extrañaba porque era su ataque más básico de todos y a esa distancia le daba sobradamente tiempo para poder verlos, aunque requería cierta habilidad el poder esquivar las hojas que se dirigían, una tras otra, hacia él. Sin embargo acabó recibiendo uno en pleno hombro y rodó para evitar que el último también se le clavase. Ahora vendría a por él, si continuaba tomando distancia el capitán tomaría ventaja. Sin embargo lo que el chico no sabía es que Crimson dominaba tanto el combate cercano, como el de media y larga. Era un combatiente bastante completo, en gran parte por el dominio de distintas armas que era capaz de usar con gran maestría. Entonces escuchó las palabras del Cebollino. -No sé a qué te refieres- respondió irónico pues justo en ese momento acaba de doblarse y empezaba a vomitar todo lo que se había bebido la noche anterior. -Ves... Estoy perfectamente- mintió descaradamente.

Se limpió los rastros que habían quedado alrededor de su boca con la manga derecha y se preparó. Desenfundó a Risas y Lágrimas, sus dos Knuckle Blade, cuchillos de 40 armados con un poderosos nudillos con dibujos de calavera muy similares a los de los puños americanos. Para más aliciente, la hoja y los nudillos estanban recubiertos de kairoseki. Esas eran unas armas perfectas para el combate a corta distancia, podía dar tanto puñetazos como cuchilladas. Su rival no tardó en acercarse para intentar dar el primero movimiento, Antes de que estuviera lo suficientemente cerca decidió prepararse para poder esquivar lo que le venía ahora encima.


Y pudo ver pefectamente las intenciones de su rival, Una finta con la pierna y después un puñetazo directo a su cara. Probablemente habría funcionado de no ser por su haki de observación. Se agachó, esquivando su golpe con suma facilidad y lanzó un puñetazo circular hacia sus costillas, aprovechando que se descubría esa parte por culpa del primer golpe. Entonces se alejó y Crimson lo siguió, acercándose y pegándose mucho a él, y le lanzó una puñalada hacia el pecho con la izquierda.. -No te será tan fácil.- exclamó mientras le contraatacaba. [AF]