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Un trueno sonó en el cielo, los nubarrones negros se acercaban a la ciudad del alfa y el omega. Un mal augurio según las típicas leyendas urbanas del lugar, algo que sin duda ignoraba el sujeto que se acercaba. Se pudo ver un extraño barco de madera negra y velas blancas. Era bastante y grande y encima parecía de buena calidad. La cubierta estaba totalmente vacía, se trataba del Soul Of The Demon. En otras palabras, era el barco usado por los miembros de la banda oscura llamada Kage Akuma, por suerte nadie sabía que pertenecía a ellos. El barco se quedó en el puerto encallado de una postura que apuntaba al mar, de forma perfecta para poder huir una vez se diera el palo que se pretendía dar. Solo una persona de toda la banda iba a desembarcar, podría ser cualquiera, sin embargo la silueta que empezó a salir a la luz, era una de las peores sin duda.
Una figura que podía medir fácilmente el metro noventa o incluso superarlo por pocos centímetros. Un cuerpo fornido que pese a llevar una túnica blanca por encima, se notaba lo musculoso que era aquella persona. Su rostro estaba oculto por la capucha de la túnica, sin embargo unos mechones castaños asomaban por debajo de la capucha. Unos dorados ojos brillaron mientras otro rayo sonaba y el agua comenzaba a caer desde lo más alto de los mismísimos cielos. Un pantalón blanco y unas botas blancas de metal eran el resto de su ropa. Estaba claro sin duda alguna quien era el sujeto que allí estaba. La silueta avanzó al filo de la borda y saltó al muelle cayendo de pie en la madera. La poca gente que había paseando bajo la lluvia se quedó mirándole. Sin embargo la misteriosa silueta empezó a adentrarse en la ciudad, no le interesaba estar cerca del puerto y con su barco allí peligrando.
Su plan era organizar una pequeña masacre marine y aumentar su fama para de esa forma seguir creciendo en poder y que más rivales fuertes fueran a por él. La mejor idea era liarla en aquella ciudad de la cual marines custodiaban. Según las leyendas que había escuchado por allí, hacía ya un tiempo, dos Gyojines de nombre Sawaki y Same D. Shark. Organizaron una masacre marine en el muelle huyendo después bajo el agua tras ganarse treintaicinco millones por cabeza. Ese record iba a ser superado por el lobo negro y lo haría solo o con ayuda. Lo primero que hizo fue dirigirse a una plaza, pero no a la del patíbulo, sino a otra un poco más alejada. Una vez llegó a la plaza miró a su alrededor mientras se quitaba la capucha rápidamente dejándola caer. La gente que paseaba con sombrillas se quedó aterrada cuando vieron aquellos ojos dorados de fondo negro. Se trataba del Supernova de los ciento treinta millones por su cabeza. Su cartel se podía ver en una de las paredes junto a otros.
Todos empezaron a correr asustados mientras gritaban como cucarachas siendo exterminadas. La actitud era penosa y lo que el chico lobo hizo, fue sentarse sobre el respalda de un banco mientras observaba como la gente corría mientras él simplemente observaba fijamente la plaza. Esperando a que los marines empezaran a llegar de una vez por todas, era lo que más quería en ese momento, pero no sabía cuánto iban a tardar, tiró la túnica blanca mientras ahora dejaba ver su monstruoso cuerpo y se quedaba callado como si un monje en voto de silencio se tratase. Esperaba ansioso el momento apropiado.
Una figura que podía medir fácilmente el metro noventa o incluso superarlo por pocos centímetros. Un cuerpo fornido que pese a llevar una túnica blanca por encima, se notaba lo musculoso que era aquella persona. Su rostro estaba oculto por la capucha de la túnica, sin embargo unos mechones castaños asomaban por debajo de la capucha. Unos dorados ojos brillaron mientras otro rayo sonaba y el agua comenzaba a caer desde lo más alto de los mismísimos cielos. Un pantalón blanco y unas botas blancas de metal eran el resto de su ropa. Estaba claro sin duda alguna quien era el sujeto que allí estaba. La silueta avanzó al filo de la borda y saltó al muelle cayendo de pie en la madera. La poca gente que había paseando bajo la lluvia se quedó mirándole. Sin embargo la misteriosa silueta empezó a adentrarse en la ciudad, no le interesaba estar cerca del puerto y con su barco allí peligrando.
Su plan era organizar una pequeña masacre marine y aumentar su fama para de esa forma seguir creciendo en poder y que más rivales fuertes fueran a por él. La mejor idea era liarla en aquella ciudad de la cual marines custodiaban. Según las leyendas que había escuchado por allí, hacía ya un tiempo, dos Gyojines de nombre Sawaki y Same D. Shark. Organizaron una masacre marine en el muelle huyendo después bajo el agua tras ganarse treintaicinco millones por cabeza. Ese record iba a ser superado por el lobo negro y lo haría solo o con ayuda. Lo primero que hizo fue dirigirse a una plaza, pero no a la del patíbulo, sino a otra un poco más alejada. Una vez llegó a la plaza miró a su alrededor mientras se quitaba la capucha rápidamente dejándola caer. La gente que paseaba con sombrillas se quedó aterrada cuando vieron aquellos ojos dorados de fondo negro. Se trataba del Supernova de los ciento treinta millones por su cabeza. Su cartel se podía ver en una de las paredes junto a otros.
Todos empezaron a correr asustados mientras gritaban como cucarachas siendo exterminadas. La actitud era penosa y lo que el chico lobo hizo, fue sentarse sobre el respalda de un banco mientras observaba como la gente corría mientras él simplemente observaba fijamente la plaza. Esperando a que los marines empezaran a llegar de una vez por todas, era lo que más quería en ese momento, pero no sabía cuánto iban a tardar, tiró la túnica blanca mientras ahora dejaba ver su monstruoso cuerpo y se quedaba callado como si un monje en voto de silencio se tratase. Esperaba ansioso el momento apropiado.
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Midorima Shintaro estaba sentado tranquilamente en una plaza junto a su novia, Sakura quien lo miraba con dulzura, estaban ahí porque se estaban tomando unas lindas vacaciones de todo lo que estaba pasando en su viaje, después de todo llevaban poco navegando pero ya habían pasado por varias aventuras en donde conocieron a gente increíble, pero fue la lluvia y los truenos los que hicieron que el peli verde se pusiera alerta ya que ese clima nunca era preámbulo de buenas noticias, incluso sus instintos eran bestiales y fue que miro a Sakura de forma seria y ella no lo dudó ni un solo segundo, y se marchó no sin antes de darle un beso dulce en la boca a Shintaro, y en un susurro le dijo a este:
Sakura: No mueras Shin-chan, te amo. Yo me esconderé en un lugar cercano, así que estaré bien.
Con eso estaba listo, la hermosa silueta de su amada desapareció entre la gente y los edificios, y fue que entonces Shintaro quedó solo en una de las tantas mesas que estaban ahí, otro trueno hizo acto de presencia y los instintos animales del peli verde le gritaban que saliera de ese lugar pero eso era justo lo que no iba a hacer, así que se quedó mientras cambiaba la silla de ubicación para ver toda la plaza, la gente empezaba a correr de manera aterrorizada por las calles, todo indicaba que literalmente habían visto al mismo diablo en persona, así que esa fue la señal de que todo estaba por comenzar, el peli verde se paró tranquilamente para aprovechar su estatura y ver la figura de un conocido, era Kedra y cuando él estaba en una isla…nunca pasaban cosas tranquilas.
Shintaro tranquilamente avanzó a donde estaba el supernova y fue que por el rabillo del ojo notó a un marine a unos cinco metros, rifle en mano apuntando a la cabeza del castaño así que ni lo pensó dos veces para aprovechar el factor sorpresa y usando su velocidad y dando pasos largos fue que llego a la posición donde estaba aquel sujeto que portaba la supuesta justicia al mundo y de un solo puñetazo en el rostro lo mandó a volar contra un edificio haciendo incluso que el arma quedara tirada en el suelo, el pobre marine quedó estampado en un edificio y por la fuerza del impactó seguramente había muerto, Midorima estaba realmente emocionado y cuando eso pasaba no medía de forma correcta su fuerza y eso solo significaba problemas aparte tenía que tener mucho cuidado sobre todo si se estaba metiendo en la boca del lobo. Y sin dudarlo un segundo llegó donde estaba Kedra para decirle con una sonrisa:
Midorima: Hey Kedra, ha pasado tiempo ¿verdad? Supongo que estás aquí para ganar un poco de recompensa ya que es la única razón que se me ocurre de que estés aquí, entonces te ayudaré amigo, siempre viene bien la ayuda de amigos. ¿Qué dices?
Y fue entonces que espero respuesta por parte del castaño, mientras tanto rezaba porque Sakura este bien lejos de este lugar y que ningún marine la haya visto al lado del peli verde ya que eso solo le traería problemas al peli verde, así que tranquilamente espero la respuesta del supernova así que se quedó callado igual que Kedra.
Sakura: No mueras Shin-chan, te amo. Yo me esconderé en un lugar cercano, así que estaré bien.
Con eso estaba listo, la hermosa silueta de su amada desapareció entre la gente y los edificios, y fue que entonces Shintaro quedó solo en una de las tantas mesas que estaban ahí, otro trueno hizo acto de presencia y los instintos animales del peli verde le gritaban que saliera de ese lugar pero eso era justo lo que no iba a hacer, así que se quedó mientras cambiaba la silla de ubicación para ver toda la plaza, la gente empezaba a correr de manera aterrorizada por las calles, todo indicaba que literalmente habían visto al mismo diablo en persona, así que esa fue la señal de que todo estaba por comenzar, el peli verde se paró tranquilamente para aprovechar su estatura y ver la figura de un conocido, era Kedra y cuando él estaba en una isla…nunca pasaban cosas tranquilas.
Shintaro tranquilamente avanzó a donde estaba el supernova y fue que por el rabillo del ojo notó a un marine a unos cinco metros, rifle en mano apuntando a la cabeza del castaño así que ni lo pensó dos veces para aprovechar el factor sorpresa y usando su velocidad y dando pasos largos fue que llego a la posición donde estaba aquel sujeto que portaba la supuesta justicia al mundo y de un solo puñetazo en el rostro lo mandó a volar contra un edificio haciendo incluso que el arma quedara tirada en el suelo, el pobre marine quedó estampado en un edificio y por la fuerza del impactó seguramente había muerto, Midorima estaba realmente emocionado y cuando eso pasaba no medía de forma correcta su fuerza y eso solo significaba problemas aparte tenía que tener mucho cuidado sobre todo si se estaba metiendo en la boca del lobo. Y sin dudarlo un segundo llegó donde estaba Kedra para decirle con una sonrisa:
Midorima: Hey Kedra, ha pasado tiempo ¿verdad? Supongo que estás aquí para ganar un poco de recompensa ya que es la única razón que se me ocurre de que estés aquí, entonces te ayudaré amigo, siempre viene bien la ayuda de amigos. ¿Qué dices?
Y fue entonces que espero respuesta por parte del castaño, mientras tanto rezaba porque Sakura este bien lejos de este lugar y que ningún marine la haya visto al lado del peli verde ya que eso solo le traería problemas al peli verde, así que tranquilamente espero la respuesta del supernova así que se quedó callado igual que Kedra.
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La lluvia continuaba cayendo sobre aquella plaza, la mirada del chico lobo continuaba fija en la plaza desde su cómodo asiento. Sus manos estaban en sus mejillas y sus codos sobre sus rodillas, los marines estaban tardando mucho en llegar. No era normal que tardaran tanto esos parásitos, por ese motivo activó su haki de observación y el de armadura para estar más tranquilo. No notaba nada salvo muchas presencias huyendo del lugar, era algo normal teniendo en cuenta quién estaba allí sentado. De repente una pequeña visión le vino a la mente, una bala impactando en su cabeza. Sonrió esperando a que aquel suceso sucediera pues no temía nada a aquella bala. De repente el disparó no llegó a producirse, era extraño, su mantra no solía fallarle mucho y al parecer ahora lo había hecho, no era algo común, eso estaba claro. Frunció el ceño esperando que no fuera un error y de repente pudo ver la figura de aquella persona frente a sus ojos, no había duda de que se trataba del peli verde, lo había visto apenas unos días atrás y ya lo tenía delante de nuevo, algo increíble y casual. Si llegaba a saber aquello se lo hubiera llevado en su barco consigo.
Además dijo que había pasado un tiempo desde que se vieron “solo unos días”. Pensó el castaño con una gota de sudor cayéndole por la cabeza al estilo anime. Aquel chico de repente le ofreció la ayuda que no había pedido, pero nombrando la palabra “amigo”. Era una sensación nueva para el chico lobo, aquel peli verde no era un maldito y cruel parásito como los demás humanos. Estaba claro que el chico lobo tenía talento para seleccionar a las personas que quería en su banda. Había elegido a una persona que merecía la pena. No le iba a negar la ayuda ya que había dado en el clavo de la recompensa y eso era algo difícil de averiguar. Sin embargo no se movió de su asiento, se dedicó a mirarle tranquilamente mientras ahora su haki mantra le avisaba de un nuevo disparo a la cabeza. Sin embargo no hizo nada, activó su haki armadura y cerró los ojos notando como la bala golpeaba su frente para después caer al suelo dejándole un mínimo roce de quemadura leve que en un par de horas le desaparecería. Pegó un suspiro mientras ahora se levantaba dejando así ver su imponente y alta figura, el peli verde también era bastante alto, dos peligrosos gigantes sin duda.
- Claro compañero, divirtámonos un poco y después larguémonos antes de que manden a cargos demasiado elevados.
Hablaba con aquel chico ignorando al marine, este se sintió ofendido y sacó un sable corriendo a por ellos. Sin embargo el chico lobo continuaba calmada hablando con el peli verde mientras metía sus manos en los bolsillos. Estaba loco al parecer, le iban a atacar con un sable y él sin embargo metía sus manos en los bolsillos, algo que muchos considerarían algo suicida. Sin embargo lo tenía todo calculado y controlado, el marine iba gritando y sus pisadas desplazaban los pequeños charcos de agua de la zona, incluso un ciego se habría dado cuenta. Tuvo gracia, al pensar en el ciego pensó en uno de los miembros de su tripulación, Vince para ser exactos, el chico era ciego pero muy hábil. De repente cuando el marine lanzó su golpe, el asesino se giró elevando la pierna con elegancia y fuerza hacia el rostro del marine impactándole la bota de metal que le causó una conmoción cerebral debido al golpe y acabó con su vida mientras el sonido a hueso roto salía de su cráneo. Las pisadas de los demás marines acercándose llegaron a los oídos del chico.
- Ahí vienen.
Además dijo que había pasado un tiempo desde que se vieron “solo unos días”. Pensó el castaño con una gota de sudor cayéndole por la cabeza al estilo anime. Aquel chico de repente le ofreció la ayuda que no había pedido, pero nombrando la palabra “amigo”. Era una sensación nueva para el chico lobo, aquel peli verde no era un maldito y cruel parásito como los demás humanos. Estaba claro que el chico lobo tenía talento para seleccionar a las personas que quería en su banda. Había elegido a una persona que merecía la pena. No le iba a negar la ayuda ya que había dado en el clavo de la recompensa y eso era algo difícil de averiguar. Sin embargo no se movió de su asiento, se dedicó a mirarle tranquilamente mientras ahora su haki mantra le avisaba de un nuevo disparo a la cabeza. Sin embargo no hizo nada, activó su haki armadura y cerró los ojos notando como la bala golpeaba su frente para después caer al suelo dejándole un mínimo roce de quemadura leve que en un par de horas le desaparecería. Pegó un suspiro mientras ahora se levantaba dejando así ver su imponente y alta figura, el peli verde también era bastante alto, dos peligrosos gigantes sin duda.
- Claro compañero, divirtámonos un poco y después larguémonos antes de que manden a cargos demasiado elevados.
Hablaba con aquel chico ignorando al marine, este se sintió ofendido y sacó un sable corriendo a por ellos. Sin embargo el chico lobo continuaba calmada hablando con el peli verde mientras metía sus manos en los bolsillos. Estaba loco al parecer, le iban a atacar con un sable y él sin embargo metía sus manos en los bolsillos, algo que muchos considerarían algo suicida. Sin embargo lo tenía todo calculado y controlado, el marine iba gritando y sus pisadas desplazaban los pequeños charcos de agua de la zona, incluso un ciego se habría dado cuenta. Tuvo gracia, al pensar en el ciego pensó en uno de los miembros de su tripulación, Vince para ser exactos, el chico era ciego pero muy hábil. De repente cuando el marine lanzó su golpe, el asesino se giró elevando la pierna con elegancia y fuerza hacia el rostro del marine impactándole la bota de metal que le causó una conmoción cerebral debido al golpe y acabó con su vida mientras el sonido a hueso roto salía de su cráneo. Las pisadas de los demás marines acercándose llegaron a los oídos del chico.
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Shintaro sonrió de forma amable al escuchar las palabras de Kedra, se notaba tan tranquilo como siempre y a decir verdad se le había olvidado que lo había visto hace un par de días atrás, por lo mismo rio por lo bajo y obviamente al igual que el supernova totalmente tranquilo ya que se notaba que ambos confiaban en su fuerza y por leguas nadie podía con ellos, o no por ahora y fue entonces que Kedra cerró los ojos y una bala cayó a los pies de Shintaro, y eso era un indicador de que los marines estaban cerca, sin embargo, se quedó de espaldas al que disparó ya que algo le decía que iba a ser el castaño el que se iba a encargar de ese sujeto, y dicho y hecho una poderosa patada con una bota de metal lo mandó a volar, era obvio que estaba muerto ya que aunque apenas fue audible, el peli verde logró escuchar el sonido de un “crack”, sonido característico de un hueso roto. Y con las últimas palabras de Kedra fue que se dio vuelta para ver a un grupo pequeño de marines, eran cerca de diez, en pocas palabras cinco y cinco para cada uno y entonces suspirando tranquilamente le dijo al supernova:
Midorima: Por ahora yo me encargo de los cinco de la derecha, hay que hacer mucho alboroto para que vengan como insectos, y Kedra…sé que sonará a una locura, pero ten cuidado con los civiles que andan por ahí, solo nos interesan los marines. Y deja uno vivo para que llame a los refuerzos, así nos tardaríamos menos.
Cuando finalizo su pequeño discurso se rio de forma amable para luego estirar un poco su brazo derecho y fue entonces que empezó a caminar al grupo de los diez, unos tres apuntaron al peli verde con sus rifles, Shintaro al igual que Kedra se puso las manos en los bolsillos ya que por ahora solo usando sus piernas era más que suficiente para derrotar a esos idiotas, y fue entonces que escuchó un disparo, sus ojos lograron ver la bala e iba dirigida al hombro derecho así que el peli verde cubrió su hombro en el Haki Armadura, aunque no era visible por sus ropas y recibió el impacto de la bala y se hizo el herido gritando del dolor, para luego empezar reír a lo loco y negar con la cabeza, ya estaba a unos dos metros del grupo y fue entonces que empezó su pequeña carnicería, a base de patadas que iban envueltas en el Busoushoku no Haki para así causar más daño, hizo que el pequeño grupo se quedara reducido a apenas dos, los tres primeros ya estaban muertos ya que las patadas fueron a lugares vitales, sus patadas les destrozaron las costillas, la cabeza e incluso el cuello.
Los otros trataron de hacerle un corte en equis al peli verde, pero fue inútil con un ágil y coordinado movimiento fue que logro conectar dos poderosas patadas, y al igual que los tres primeros cayeron muertos a su lado, las patadas destrozaron las costillas de ambos perforando el corazón y un pulmón, Shintaro luego de eso miró lo que estaba haciendo Kedra ya que era obvio que los iba a acabar, seguramente más rápido que el peli verde pero esto no era una competencia o no por ahora, después de todo era obvio que con sus personalidades esto al final terminaría siendo una competencia por quien acababa con más marines, Midorima ya llevaba seis en su cuenta personal, y ya la marina tenía que pagar seis funerales.
Midorima: Por ahora yo me encargo de los cinco de la derecha, hay que hacer mucho alboroto para que vengan como insectos, y Kedra…sé que sonará a una locura, pero ten cuidado con los civiles que andan por ahí, solo nos interesan los marines. Y deja uno vivo para que llame a los refuerzos, así nos tardaríamos menos.
Cuando finalizo su pequeño discurso se rio de forma amable para luego estirar un poco su brazo derecho y fue entonces que empezó a caminar al grupo de los diez, unos tres apuntaron al peli verde con sus rifles, Shintaro al igual que Kedra se puso las manos en los bolsillos ya que por ahora solo usando sus piernas era más que suficiente para derrotar a esos idiotas, y fue entonces que escuchó un disparo, sus ojos lograron ver la bala e iba dirigida al hombro derecho así que el peli verde cubrió su hombro en el Haki Armadura, aunque no era visible por sus ropas y recibió el impacto de la bala y se hizo el herido gritando del dolor, para luego empezar reír a lo loco y negar con la cabeza, ya estaba a unos dos metros del grupo y fue entonces que empezó su pequeña carnicería, a base de patadas que iban envueltas en el Busoushoku no Haki para así causar más daño, hizo que el pequeño grupo se quedara reducido a apenas dos, los tres primeros ya estaban muertos ya que las patadas fueron a lugares vitales, sus patadas les destrozaron las costillas, la cabeza e incluso el cuello.
Los otros trataron de hacerle un corte en equis al peli verde, pero fue inútil con un ágil y coordinado movimiento fue que logro conectar dos poderosas patadas, y al igual que los tres primeros cayeron muertos a su lado, las patadas destrozaron las costillas de ambos perforando el corazón y un pulmón, Shintaro luego de eso miró lo que estaba haciendo Kedra ya que era obvio que los iba a acabar, seguramente más rápido que el peli verde pero esto no era una competencia o no por ahora, después de todo era obvio que con sus personalidades esto al final terminaría siendo una competencia por quien acababa con más marines, Midorima ya llevaba seis en su cuenta personal, y ya la marina tenía que pagar seis funerales.
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Al parecer unos diez marines llegaron a la plaza, la mirada del espectro era calmada y tranquila. No necesitó mucho esfuerzo para saber que esos diez no iban a salir con vida de aquel sitio. El chico de repente le dijo que tuviera cuidado con los civiles y que se centrara en los marines. Qué extraño, en la isla de los insectos no se preocupó por la tercera persona que estaba con ellos. O se había vuelto amigo de los humanos de repente o bien entre ellos había alguien que le cayera bien. Fuese lo que fuese, el asesino no solía matar civiles, tan solo marines o agentes del gobierno. Tan solo mataba a los civiles que le estorbaban y allí todos parecían huir por lo que podía desfogarse con los demás de forma calmada, su voz salió de nuevo en un tono muy calmado y serio como de costumbre dejando el tono de voz grave hablar en ese momento en el que el chico corría a por cinco de los marines.
- No tengo interés en los civiles, solo en los perros del gobierno, porque yo soy el perro del diablo.
Dijo mientras sus ojos se iluminaban y observaba como el peli verde acababa con aquello marines a golpes, los huesos rotos se escuchaban a la perfección y las luces de los ojos de la gente abandonando a sus poseedores dejando sentencia a la muerte, no se disimulaban muy bien. Una tenue sonrisa se pudo ver en el rostro del lobo cuando los cinco marines corrían a su posición. El aura oscura salió de su cuerpo haciendo que aquellos tipos se estuvieran quietos, con ellos llevaban un perro de raza desconocida pero peligrosa, cuando el aura llegó al perro. Sus ojos se pusieron vidriosos y empezó a dar quejidos como si un cachorro fuera, entre lloriqueos y lamentos se quedó mirando al chico lobo. Kedra no hizo nada y esperó a que el miedo causara que el dueño del perro soltara la correa para que este se largara. Una vez el perro se había ido, el asesino tenía vía libre totalmente. Sin pensárselo ni un segundo empezó a mover su brazo a toda velocidad mientras gruñía y su aura aumentaba alrededor del brazo. Acto seguido lanzó un puñetazo al aire de donde entre un aura negra y un rugido, surgió un perro negro enorme con cuernos demoníacos y ojos rojos. Era una onda de choque cortante en forma de perro demonio, la onda salió disparada rugiendo como un perro y al alcanzar a los marines los destrozó totalmente.
La sangre y los brazos junto con las piernas trituradas, bañaban la plaza y la lluvia las limpiaba, sin embargo ahora el chico lobo escuchó unos pasos tras su posición. Pudo ver a un hombre rapado al cero, de ojos azules y con una guadaña azul en sus manos. Vestía con el uniforme marine y ponía en su espalda “Teniente Primero”. Por fin un buen rival, el chico sonrió de lado mientras aumentaba su aura oscura dándose cuenta de que a aquel hombre no le afectaba, de modo que si era un verdadero enemigo. Observó su guadaña tranquilamente mientras él iluminaba sus ojos en dorados, una pelea verdaderamente interesante. Suspiró un poco mientras pasaba su lengua por la boca relamiéndose y caminando hacia el alto cargo hasta quedar a unos cuatro metros de su posición y cruzarse de brazos mientras le miraba con una mirada inexpresiva. De repente la voz del chico hizo acto de presencia en aquella plaza dirigiéndose al alto cargo de la marina.
- Empecemos el juego, soldadito.
- No tengo interés en los civiles, solo en los perros del gobierno, porque yo soy el perro del diablo.
Dijo mientras sus ojos se iluminaban y observaba como el peli verde acababa con aquello marines a golpes, los huesos rotos se escuchaban a la perfección y las luces de los ojos de la gente abandonando a sus poseedores dejando sentencia a la muerte, no se disimulaban muy bien. Una tenue sonrisa se pudo ver en el rostro del lobo cuando los cinco marines corrían a su posición. El aura oscura salió de su cuerpo haciendo que aquellos tipos se estuvieran quietos, con ellos llevaban un perro de raza desconocida pero peligrosa, cuando el aura llegó al perro. Sus ojos se pusieron vidriosos y empezó a dar quejidos como si un cachorro fuera, entre lloriqueos y lamentos se quedó mirando al chico lobo. Kedra no hizo nada y esperó a que el miedo causara que el dueño del perro soltara la correa para que este se largara. Una vez el perro se había ido, el asesino tenía vía libre totalmente. Sin pensárselo ni un segundo empezó a mover su brazo a toda velocidad mientras gruñía y su aura aumentaba alrededor del brazo. Acto seguido lanzó un puñetazo al aire de donde entre un aura negra y un rugido, surgió un perro negro enorme con cuernos demoníacos y ojos rojos. Era una onda de choque cortante en forma de perro demonio, la onda salió disparada rugiendo como un perro y al alcanzar a los marines los destrozó totalmente.
La sangre y los brazos junto con las piernas trituradas, bañaban la plaza y la lluvia las limpiaba, sin embargo ahora el chico lobo escuchó unos pasos tras su posición. Pudo ver a un hombre rapado al cero, de ojos azules y con una guadaña azul en sus manos. Vestía con el uniforme marine y ponía en su espalda “Teniente Primero”. Por fin un buen rival, el chico sonrió de lado mientras aumentaba su aura oscura dándose cuenta de que a aquel hombre no le afectaba, de modo que si era un verdadero enemigo. Observó su guadaña tranquilamente mientras él iluminaba sus ojos en dorados, una pelea verdaderamente interesante. Suspiró un poco mientras pasaba su lengua por la boca relamiéndose y caminando hacia el alto cargo hasta quedar a unos cuatro metros de su posición y cruzarse de brazos mientras le miraba con una mirada inexpresiva. De repente la voz del chico hizo acto de presencia en aquella plaza dirigiéndose al alto cargo de la marina.
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Midorima no pudo evitar apartar la mirada luego de ver lo que hacía Kedra, en verdad era un asesino de aquellos y aparte las partes de los marines por todos lados no era un lindo espectáculo de hecho estaba sacado de la peor película de terror, aunque la lluvia lograba eliminar la sangre las extremidades y partes de los marines no eran limpiadas por la lluvia, Shintaro sonrió de manera tranquila al ver que Kedra si hacía su parte del trabajo aparte de al parecer encontrar a un oponente un poco más digno para el supernova, era un tipo rapado al cero y todo indicaba que era un alto cargo, el peli verde suspiro de forma pesada ya que él también quería un oponente con el cual luchar completamente en serio. Pero todo indicaba que se tendría que encargar de limpiarle el lugar a Kedra ya que unos cinco marines más llegaron al sitio, Shintaro no perdió el tiempo para así usando su velocidad llegar prácticamente al medio de los cinco, y nuevamente usando uso de las piernas fue que acabo con cuatro de cinco, sus poderosas patadas rompedoras de huesos perforaron y desfiguraron el rostro de los pobres marines, que nuevamente cayeron al suelo muertos a su lado, pero el quinto esquivo la patada de forma tranquila y admirable con una voltereta.
Shintaro sonrió ya que al parecer el sujeto que estaba al frente, un tipo alto que portaba una especie de maza de acero sobre sus hombros, tenía un peinado estilo moicano y una fea cicatriz en su ojo derecho de hecho ese ojo estaba totalmente cerrado, y sobre sus hombros portaba una túnica blanca lo que indicaba que era un alto cargo de la marina, así que se alejó un par de metros del marine mientras lo analizaba de arriba abajo, no tenía muchos músculos o no tanto como los del peli verde, vestía con una polera negra bajo la túnica blanca y unos pantalones azules, el típico atuendo de un marine bien vestido, todo un oficial. Ni siquiera dejo respirar al peli verde ya que la poderosa maza de hierro voló hacía el cuerpo de este, pero era un ataque lento así que lo esquivo con una voltereta hacía atrás haciendo que la distancia entre ambos se incrementara de golpe. Y fue en ese lapso de paz que Shintaro le dijo a ese sujeto:
Midorima: Bien, al fin alguien digno de mi fuerza, espero que no seas el décimo muerto a mis manos, así que ven como si tu vida se fuera en ello.
Shintaro le hizo una seña provocadora para que el tipo del moicano atacara primero, estaba todo preparado para acabar con ese sujeto, aparte no iba a quitarse las pesas ya que no lo creía conveniente, con su Haki Armadura era más que suficiente aparte nada le estaba indicando que fuera alguien rápido y era comprensible después de todo su arma no le permitiría moverse a grandes velocidades como Midorima, así que espero el ataque de ese sujeto que se quitó la túnica y la tiro lejos y en ese momento el peli verde logró ver a quien se enfrentaba a un Teniente Segundo, así que se preparó para la pelea.
Shintaro sonrió ya que al parecer el sujeto que estaba al frente, un tipo alto que portaba una especie de maza de acero sobre sus hombros, tenía un peinado estilo moicano y una fea cicatriz en su ojo derecho de hecho ese ojo estaba totalmente cerrado, y sobre sus hombros portaba una túnica blanca lo que indicaba que era un alto cargo de la marina, así que se alejó un par de metros del marine mientras lo analizaba de arriba abajo, no tenía muchos músculos o no tanto como los del peli verde, vestía con una polera negra bajo la túnica blanca y unos pantalones azules, el típico atuendo de un marine bien vestido, todo un oficial. Ni siquiera dejo respirar al peli verde ya que la poderosa maza de hierro voló hacía el cuerpo de este, pero era un ataque lento así que lo esquivo con una voltereta hacía atrás haciendo que la distancia entre ambos se incrementara de golpe. Y fue en ese lapso de paz que Shintaro le dijo a ese sujeto:
Midorima: Bien, al fin alguien digno de mi fuerza, espero que no seas el décimo muerto a mis manos, así que ven como si tu vida se fuera en ello.
Shintaro le hizo una seña provocadora para que el tipo del moicano atacara primero, estaba todo preparado para acabar con ese sujeto, aparte no iba a quitarse las pesas ya que no lo creía conveniente, con su Haki Armadura era más que suficiente aparte nada le estaba indicando que fuera alguien rápido y era comprensible después de todo su arma no le permitiría moverse a grandes velocidades como Midorima, así que espero el ataque de ese sujeto que se quitó la túnica y la tiro lejos y en ese momento el peli verde logró ver a quien se enfrentaba a un Teniente Segundo, así que se preparó para la pelea.
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Las miradas del chico lobo y el teniente primero se observaban de forma calmada. Tras las palabras que el castaño le había soltado, aquel tipo no pareció moverse. No podía haberse dormido de pie ni nada por el estilo. Estaba en mitad de una batalla, tal vez estaba subestimando al Supernova. Eso era un error por su parte, nadie podía subestimar el poder del chico lobo. De repente sin ningún tipo de aviso, el tipo de la guadaña se lanzó a por el chico lanzándole un potente tajo tratando de partirlo en dos por la cintura. La guadaña chocó contra la cintura del chico que debido a su haki armadura pudo pararla. Los ojos del marine se abrieron sin esperárselo y fue cuando el castaño elevó su rodilla partiéndole la nariz y tirándole al suelo. Aquel alto cargo enseguida se levantó mirándole mientras sangraba por la nariz y por la boca. Parecía estar muy mosqueado y eso se veía a la legua, sin embargo su enfado podía ser su perdición pues atacaría a lo loco sin preocuparse de su defensa y dado que peleaba con el cadejo negro, eso era algo muy peligroso a lo que se estaba exponiendo. De repente Kedra miró a un lado observando como el peli verde peleaba con un tipo algo raro, de repente las palabras de aquel hombre sonaron.
- Maldito demonio, el chico de pelo verde no podrá con mi ayudante. Está muerto igual que tu lo estarás en poco tiempo, pesadilla.
Los dorados ojos del chico lobo observaron al teniente que parecía estar muy confiado de su subordinado y de sí mismo. La confianza era buena pero no de esa forma tan excesiva, de todas formas sabía de sobra que sus palabras no iban a ser más que intentos de algo que iba a acabar en todo lo contrario. El agua continuaba cayendo sobre los cuerpos eliminados y sobre los cuerpos vivos de los que se hallaban en la plaza. Si eso era todo lo que había en la isla, es que debía de haber asuntos serios y quedaba poco personal. Una lástima para los cargos más altos cuando volvieran y vieran la masacre. Los dorados ojos de Kedra se iluminaron aún más mientras su sonrisa volvía a surgir seguida de su propia voz para dejarle claro el mensaje al teniente primero que iba de listillo.
- Mi nakama va a reventarle la cabeza a tu ridículo amigo y tú estas muerto, y los muertos no hablan tanto, escoria humana. Mayin Okami.
Tras sus últimas palabras, un aura blanca empezó a rodear al chico mientras sus ojos se ponían rojos y el fondo seguía negro, unos ojos terroríficos. De repente a una velocidad increíble aunque algo menor que el Soru, se colocó detrás de aquel hombre lanzándolo por los aires de una patada ascendente, después saltó y en pleno aire le golpeó con la pierna mandándolo al suelo y estrellándolo de boca. Creía que con eso bastaba pero el marine se levando lanzándole una onda cortante mediante su guadaña, el chico se echó a un lado pero de repente notó algo de escozor en el brazo derecho. El corte de energía le había rozado lo justo para hacerle una herida no muy grave, pero tampoco leve. Las miradas volvieron a clavarse el uno en el otro mientras las sonrisas también se ampliaban bastante. El primero en hablar fue el marine, aunque a los pocos segundos le contestó el chico lobo.
- Lamentaras haber venido a esta isla, ahora la bestia será cazada.
- Acompaña tus palabras con hechos y no con simples amenazas.
- Maldito demonio, el chico de pelo verde no podrá con mi ayudante. Está muerto igual que tu lo estarás en poco tiempo, pesadilla.
Los dorados ojos del chico lobo observaron al teniente que parecía estar muy confiado de su subordinado y de sí mismo. La confianza era buena pero no de esa forma tan excesiva, de todas formas sabía de sobra que sus palabras no iban a ser más que intentos de algo que iba a acabar en todo lo contrario. El agua continuaba cayendo sobre los cuerpos eliminados y sobre los cuerpos vivos de los que se hallaban en la plaza. Si eso era todo lo que había en la isla, es que debía de haber asuntos serios y quedaba poco personal. Una lástima para los cargos más altos cuando volvieran y vieran la masacre. Los dorados ojos de Kedra se iluminaron aún más mientras su sonrisa volvía a surgir seguida de su propia voz para dejarle claro el mensaje al teniente primero que iba de listillo.
- Mi nakama va a reventarle la cabeza a tu ridículo amigo y tú estas muerto, y los muertos no hablan tanto, escoria humana. Mayin Okami.
Tras sus últimas palabras, un aura blanca empezó a rodear al chico mientras sus ojos se ponían rojos y el fondo seguía negro, unos ojos terroríficos. De repente a una velocidad increíble aunque algo menor que el Soru, se colocó detrás de aquel hombre lanzándolo por los aires de una patada ascendente, después saltó y en pleno aire le golpeó con la pierna mandándolo al suelo y estrellándolo de boca. Creía que con eso bastaba pero el marine se levando lanzándole una onda cortante mediante su guadaña, el chico se echó a un lado pero de repente notó algo de escozor en el brazo derecho. El corte de energía le había rozado lo justo para hacerle una herida no muy grave, pero tampoco leve. Las miradas volvieron a clavarse el uno en el otro mientras las sonrisas también se ampliaban bastante. El primero en hablar fue el marine, aunque a los pocos segundos le contestó el chico lobo.
- Lamentaras haber venido a esta isla, ahora la bestia será cazada.
- Acompaña tus palabras con hechos y no con simples amenazas.
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Midorima estaba preparado para esquivar los ataques del Teniente Segundo, así que mientras la lluvia mojaba toda la plaza fue que Shintaro observó la pelea del castaño que se desarrollaba no a un par de metros más allá, aunque estaba claro que el supernova a fin de cuentas iba a vencer al igual que el peli verde que se dio vuelta para esquivar de nueva cuenta la maza de hierro agachándose y esta pasó por encima de su cabello prácticamente casi peinándolo, Midorima se levantó tranquilamente mientras suspiraba por lo bajo y seguía observando la pelea del castaño sin mostrar algún respeto por su rival después de todo sabía que iba a ganar y eso estaba claro, pero fue entonces que el marine cambió su táctica y conectó una poderosa patada que mandó a volar al peli verde en contra de una muralla, aunque no le hizo gran cosa ya que los músculos de su costillar estaban bastante desarrollados para resistir ese impacto.
Shintaro se levantó tranquilo e inclusive se sacudió todo el polvo que había en sus ropas, así que el peli verde empezó a caminar tranquilamente para luego acelerar de golpe pisando una poza con fuerza y llegar a donde estaba el marine de manera veloz, y lo pillo por sorpresa y así que le devolvió la patada pero con mucha mayor fuerza que la del mismo, fue tanta la fuerza que le quebró una costilla, el marine se impactó de lleno contra un edificio y se quedó allí un par de segundos antes de volver al ataque, su ataque fue un puñetazo dirigido al rostro del peli verde pero lo bloqueó con el antebrazo imbuido en Haki Armadura y con eso hizo que un par de baldosas se levantaran por la fuerza del impacto, y en ese momento rápidamente Shintaro lanzó un gancho dirigido al hígado, pero el marine lo bloqueo con su pierna derecha, y fue en ese momento en que ambos se separaron para tomar más distancia y en eso la voz ronca del marine se hizo presente:
Marine: Odiaras el haber venido a esta isla, mi compañero es más fuerte que yo así que el supernova perderá, al igual que tú y ambos se pudrirán en prisión.
Shintaro no le respondió nada de nada y de hecho le hizo una seña bastante ofensiva, levantó el dedo de al medio para luego sonreír de manera sádica, si algo sabía a la perfección es que todos eran provocados con ese gesto y si no les contestaban era mucho peor, y todo salió a la perfección ya que el marine empezó a atacar a la rápida, Midorima debía admitir que era alguien bastante rápido a pesar de su apariencia, así que esquivo los puñetazos que iban a su rostro y luego a las costillas para así tomar distancia nuevamente y fue en ese momento que Shintaro suspiro por lo bajo para luego ver a su alrededor, todo estaba yendo bien y al parecer el supernova no tenía muchos problemas.
Shintaro se levantó tranquilo e inclusive se sacudió todo el polvo que había en sus ropas, así que el peli verde empezó a caminar tranquilamente para luego acelerar de golpe pisando una poza con fuerza y llegar a donde estaba el marine de manera veloz, y lo pillo por sorpresa y así que le devolvió la patada pero con mucha mayor fuerza que la del mismo, fue tanta la fuerza que le quebró una costilla, el marine se impactó de lleno contra un edificio y se quedó allí un par de segundos antes de volver al ataque, su ataque fue un puñetazo dirigido al rostro del peli verde pero lo bloqueó con el antebrazo imbuido en Haki Armadura y con eso hizo que un par de baldosas se levantaran por la fuerza del impacto, y en ese momento rápidamente Shintaro lanzó un gancho dirigido al hígado, pero el marine lo bloqueo con su pierna derecha, y fue en ese momento en que ambos se separaron para tomar más distancia y en eso la voz ronca del marine se hizo presente:
Marine: Odiaras el haber venido a esta isla, mi compañero es más fuerte que yo así que el supernova perderá, al igual que tú y ambos se pudrirán en prisión.
Shintaro no le respondió nada de nada y de hecho le hizo una seña bastante ofensiva, levantó el dedo de al medio para luego sonreír de manera sádica, si algo sabía a la perfección es que todos eran provocados con ese gesto y si no les contestaban era mucho peor, y todo salió a la perfección ya que el marine empezó a atacar a la rápida, Midorima debía admitir que era alguien bastante rápido a pesar de su apariencia, así que esquivo los puñetazos que iban a su rostro y luego a las costillas para así tomar distancia nuevamente y fue en ese momento que Shintaro suspiro por lo bajo para luego ver a su alrededor, todo estaba yendo bien y al parecer el supernova no tenía muchos problemas.
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El combate con el tipo de la guadaña continuaba, era un combate serio y las heridas se mostraban ya en los dos cuerpos. Kedra se había llevado varios tajos en el torso y aquel tipo tenía muchos moratones por el cuerpo, estaba claro que el peor estado era el del marine, que incluso tenía un ojo cerrado. La batalla continuó y los tajos y golpes continuaban, era un teniente primero y estaba demostrando ser digno de su rango. En más de una ocasión había utilizado el haki armadura también al igual que el chico lobo. Era un combate digno de bestias, el asesino de la guadaña y el asesino de los puños, un combate que sin duda alguna estaba dejando huella en la plaza, los marines que iban llegando no se atrevían a meterse y observaban con cautela como se desarrollaban los acontecimientos que iban ocurriendo en aquel lugar llamado Loguetown.
Kedra consiguió lanzar un puñetazo al pecho del marine que cayó de espaldas al suelo gritando de dolor sin casi poder levantarse ya. La mirada fría del asesino se clavó en sus ojos mientras colocaba su pierna sobre su pecho y elevaba su brazo sonriendo ahora con una mirada sádica y llena de terror y maldad. Estaba de muy mala leche y lo iba a descargar con aquel marine, el tipo intento decirle algo, pero en ese momento el chico espectral lanzó su puño contra su boca con violencia. El resultado fue atravesar su boca de lado a lado haciendo que la vida del marine se apagara totalmente. Había sido un ataque bestial y muy sádico, el puño del castaño estaba repleto de sangre, algo que sin duda alguna puso de los nervios a los demás reclutas que comenzaron a apuntarle con sus rifles. Este sacó su aura mirándolos haciendo que fuesen incapaces de disparar y se quedaran aterrados ante la escena. La sangre empezó a adornar la plaza mientras el chico ahora cogía la guadaña y la lanzaba contra dos marines partiéndolos en dos debido a lo fuerte que iba aquel ataque. A continuación empezó a pelear con los demás a golpe limpio usando su haki armadura, muchos se defendían de forma torpe pero otros paralizados por el miedo esperaban su final entre lágrimas y gritos.
Tras eliminar a los de los alrededores, volvió a mirar el combate del chico de forma tranquila esperando a que acabase, el teniente primero había sido duro pero había sucumbido ante el poder de la pesadilla. Después de unos segundos, el chico lobo se percato de unos marines que se acercaban, escuchaba gritos de quejas que decían que eran ya muy pocos. Efectivamente había poco personal ese día, habían estado de suerte al atacar en ese momento de vital importancia. Los marines estaban contra las cuerdas literalmente, no podían hacer mucho, sin embargo el chico lobo estaba atento por si aparecía alguien de un rango mucho mayor. Escupió a un lado mientras fruncía el ceño y gruñía despacio observando a los nuevos llegar, un oficial técnico se puso frente a sus ojos, un maldito loco dispuesto a morir por lo que parecía, pues era lo único que podía pasarle. Sin ningún tipo de piedad, empezó a iluminar sus ojos y a pelear con él, parecía ser un luchador y por lo tanto sus golpes y los de aquel hombre chocaban de forma constante en la plaza. Sin embargo el chico lobo era más poderoso físicamente al parecer y en cada golpe fracturaba un hueso de aquel marine, los demás se dirigían a por el peli verde de forma rápida dispuestos a matarle.
Kedra consiguió lanzar un puñetazo al pecho del marine que cayó de espaldas al suelo gritando de dolor sin casi poder levantarse ya. La mirada fría del asesino se clavó en sus ojos mientras colocaba su pierna sobre su pecho y elevaba su brazo sonriendo ahora con una mirada sádica y llena de terror y maldad. Estaba de muy mala leche y lo iba a descargar con aquel marine, el tipo intento decirle algo, pero en ese momento el chico espectral lanzó su puño contra su boca con violencia. El resultado fue atravesar su boca de lado a lado haciendo que la vida del marine se apagara totalmente. Había sido un ataque bestial y muy sádico, el puño del castaño estaba repleto de sangre, algo que sin duda alguna puso de los nervios a los demás reclutas que comenzaron a apuntarle con sus rifles. Este sacó su aura mirándolos haciendo que fuesen incapaces de disparar y se quedaran aterrados ante la escena. La sangre empezó a adornar la plaza mientras el chico ahora cogía la guadaña y la lanzaba contra dos marines partiéndolos en dos debido a lo fuerte que iba aquel ataque. A continuación empezó a pelear con los demás a golpe limpio usando su haki armadura, muchos se defendían de forma torpe pero otros paralizados por el miedo esperaban su final entre lágrimas y gritos.
Tras eliminar a los de los alrededores, volvió a mirar el combate del chico de forma tranquila esperando a que acabase, el teniente primero había sido duro pero había sucumbido ante el poder de la pesadilla. Después de unos segundos, el chico lobo se percato de unos marines que se acercaban, escuchaba gritos de quejas que decían que eran ya muy pocos. Efectivamente había poco personal ese día, habían estado de suerte al atacar en ese momento de vital importancia. Los marines estaban contra las cuerdas literalmente, no podían hacer mucho, sin embargo el chico lobo estaba atento por si aparecía alguien de un rango mucho mayor. Escupió a un lado mientras fruncía el ceño y gruñía despacio observando a los nuevos llegar, un oficial técnico se puso frente a sus ojos, un maldito loco dispuesto a morir por lo que parecía, pues era lo único que podía pasarle. Sin ningún tipo de piedad, empezó a iluminar sus ojos y a pelear con él, parecía ser un luchador y por lo tanto sus golpes y los de aquel hombre chocaban de forma constante en la plaza. Sin embargo el chico lobo era más poderoso físicamente al parecer y en cada golpe fracturaba un hueso de aquel marine, los demás se dirigían a por el peli verde de forma rápida dispuestos a matarle.
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Midorima ya se estaba aburriendo de ese sujeto, era cosa de ver la diferencia de niveles entre él y el marine, así que no lo dudó más y cerró sus ojos para activar su técnica especial, su cuerpo cambió ya que ahora estaba rojo como tomate y también echaba humo por cada lado de este, y cuando abrió los ojos fue que se notó el mayor de los cambios de sus ojos pequeños rayos verdes eran capaces de verse. Shintaro sonrió por lo bajo al ver la cara de idiota que estaba poniendo el marine en ese momento, pero nada indicaba que se iba a dar por vencido solo por la nueva apariencia del peli verde, de hecho, fue el Teniente Segundo el que tomó la iniciativa pero fue demasiado lento para Shintaro quien gracias a su nueva técnica fue que logró hacer un contraataque perfecto, aunque no lo fue tanto ya que logró recibir el roce del puñetazo que el marine le lanzaba al rostro haciendo una leve quemadura, pero eso no fue nada debido a que el peli verde conectó un fuerte puñetazo en el abdomen del marine haciendo que cayera de rodillas al suelo, y justo en una poza. Midorima le dio la espalda ya que la victoria era para él, había notado que había botado sangre por la boca pero no era la gran cosa ya que la lluvia también la limpiaba tan rápido como esta apareció en el suelo.
Pero lo que hizo el peli verde fue un total descuido ya que el marine estaba lejos de ser derrotado y de hecho logró conectar de inmediato vulnerando las defensas del peli verde una poderosa patada en las costillas que mandó a volar directo contra un edificio destruyéndolo en el acto, y frenándose en el segundo, en cuanto frenó de manera forzosa fue que escupió sangre por la boca, pero Shintaro no iba a perder el tiempo y de hecho se levantó de forma rápida haciendo a un lado un piedra que estaba a su lado, y fue que empezó a caminar lentamente hacía donde estaba el ahora teniente segundo, lo iba a derrotar ahora mismo y entonces fue que llegó a la plaza ya que no había volado tan lejos como para tardarse tanto en llegar, mientras caminaba pisaba cada vez más fuerte y las baldosas a su alrededor se rompían a cada paso que daba el peli verde, y fue entonces que logró ver la figura del Teniente Segundo y su horrible moicano, también mientras caminaba cubrió sus puños en Haki de Armadura, y ya cuando la distancia era de unos tres o dos metros uso su técnica The Zone Of God para aparecer de forma rápida ante el marine así que aprovechó la guardia baja para conectar un poderoso gancho en las costillas de ese sujeto, escuchó el crack pero eso no era suficiente, acto seguido conectó un fuerte gancho en la mandíbula de aquel sujeto, nuevamente el crack, el teniente segundo escupió sangre por la boca y también estaba sangrando por la nariz, pero no era suficiente Midorima estaba enfadado, desactivo el Haki en los brazos para ponerlo en su pierna derecha y así darle el golpe de gracia, una patada que lo estampó contra el suelo rompiéndolo en el acto, era el fin de ese marine y Midorima había ganado.
Pero lentamente más marines fueron a rodearlo, al parecer ya ignoraban al castaño y ahora rodeaban al peli verde no importaba ya que iba a ganar y ahora más que nunca, pero fue entonces que sintió el dolor, unas dos costillas estaban quebradas pero no importaba su condición iba a ganar de cualquier manera.
Pero lo que hizo el peli verde fue un total descuido ya que el marine estaba lejos de ser derrotado y de hecho logró conectar de inmediato vulnerando las defensas del peli verde una poderosa patada en las costillas que mandó a volar directo contra un edificio destruyéndolo en el acto, y frenándose en el segundo, en cuanto frenó de manera forzosa fue que escupió sangre por la boca, pero Shintaro no iba a perder el tiempo y de hecho se levantó de forma rápida haciendo a un lado un piedra que estaba a su lado, y fue que empezó a caminar lentamente hacía donde estaba el ahora teniente segundo, lo iba a derrotar ahora mismo y entonces fue que llegó a la plaza ya que no había volado tan lejos como para tardarse tanto en llegar, mientras caminaba pisaba cada vez más fuerte y las baldosas a su alrededor se rompían a cada paso que daba el peli verde, y fue entonces que logró ver la figura del Teniente Segundo y su horrible moicano, también mientras caminaba cubrió sus puños en Haki de Armadura, y ya cuando la distancia era de unos tres o dos metros uso su técnica The Zone Of God para aparecer de forma rápida ante el marine así que aprovechó la guardia baja para conectar un poderoso gancho en las costillas de ese sujeto, escuchó el crack pero eso no era suficiente, acto seguido conectó un fuerte gancho en la mandíbula de aquel sujeto, nuevamente el crack, el teniente segundo escupió sangre por la boca y también estaba sangrando por la nariz, pero no era suficiente Midorima estaba enfadado, desactivo el Haki en los brazos para ponerlo en su pierna derecha y así darle el golpe de gracia, una patada que lo estampó contra el suelo rompiéndolo en el acto, era el fin de ese marine y Midorima había ganado.
Pero lentamente más marines fueron a rodearlo, al parecer ya ignoraban al castaño y ahora rodeaban al peli verde no importaba ya que iba a ganar y ahora más que nunca, pero fue entonces que sintió el dolor, unas dos costillas estaban quebradas pero no importaba su condición iba a ganar de cualquier manera.
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Los golpes del lobo oscuro chocaban con los de aquel tipo, eran unos golpes increíbles, pero estaba claro quién se estaba haciendo daño y quién no. Aquel marine no podía aguantar el ritmo de aquel ser de las tinieblas. Los huesos de los nudillos de la mano derecha de aquel pobre hombre sonaron mientras un grito de dolor salió de su boca. En ese momento la pierna derecha del chico lobo se elevó hasta golpear su cabeza y lanzarle por los aires. No acabó ahí su combo y salió tras él mientras lanzaba otra patada a su cara y lo tiraba al suelo sin dejar que se levantara del todo. A continuación se sentó sobre él mientras observaba el combate del peli verde, el tipo escupió sangre medio inconsciente sin oponerse mientras el castaño ahora observaba la transformación de aquel chico, la misma que usó en la isla de los insectos, ahora no iba a usar él la suya pues solo la usaba en casos de mucho peligro y ahora no había tanto como para utilizar aquella energía tan poderosa que había conseguido desarrollar. Sabía que la podría mejorar mucho más si continuaba entrenando, pero por el momento estaba bien de esa forma.
Ahora observaba como los demás marines rodeaban al peli verde mientras le apuntaban, el chico no hizo nada, sabía que su compañero podría eliminarlos perfectamente sin esforzarse mucho, aunque si estaba usando aquella técnica especial, es que necesitaba algo más de fuerza. Una tétrica sonrisa apareció en el rostro del castaño que ahora lanzó un puñetazo a la columna vertebral de aquel pobre diablo sobre el que estaba. Los huesos rotos se escucharon destrozarse y de repente se levantó mientras escuchaba los pequeños quejidos de aquel hombre, a continuación lo cogió por la cabeza y lo estampó contra el suelo reventándosela. No había sido muy difícil hacerlo, era sin duda un terrible asesino. De repente fijó su mirada en un grupo de marines que corrían hacia su posición, sin pensárselo mucho salió disparado a por ellos mientras lanzaba terribles golpes con sus piernas y puños acabando con la vida de aquellos hombres rápidamente. Una vez lo hizo, observó los cadáveres y se dio cuenta de que algunos marines estaban huyendo, eso era extraño, tal vez estaban avisando a los altos cargos, en ese caso era hora de largarse de aquel lugar repleto de sangre y de muertes.
- Creo que aquí nos separamos de nuevo. No me fio de estos cobardes y quizás nos envíen un almirante a la isla. Lo mejor será largarse y volver dentro de otra ocasión. Acaba con esos y después piérdete o tendrás muchos problemas con estos cobardes uniformados.
Una vez dijo aquello, volvió a mirar a un callejón y de repente cambió su mirada hacia uno de los tejados, salió corriendo hacia él y sin pensárselo pegó un enorme salto subiéndose arriba, no era muy alto y de un simple salto había conseguido llegar. Sin embargo allí había unas escaleras por las que había conseguido subir sin ninguna complicación al hacerlo. Una vez estaba arriba en una posición de siete metros, observó como los marines se metían en un pequeño edificio hablando con un Den Den Mushi. De modo que aquellos cobardes estaban avisando a los altos cargos, de todas formas cuando volviera ya no iba a haber nadie en la ciudad del alfa y el omega. El chico lobo volvió a mirar al peli verde desde las alturas esperando a que terminara de pelear, en cuando acabara y saliera victorioso, el castaño se largaría de allí. En caso de que lo tuviera difícil, bajaría a echarle una mano.
Ahora observaba como los demás marines rodeaban al peli verde mientras le apuntaban, el chico no hizo nada, sabía que su compañero podría eliminarlos perfectamente sin esforzarse mucho, aunque si estaba usando aquella técnica especial, es que necesitaba algo más de fuerza. Una tétrica sonrisa apareció en el rostro del castaño que ahora lanzó un puñetazo a la columna vertebral de aquel pobre diablo sobre el que estaba. Los huesos rotos se escucharon destrozarse y de repente se levantó mientras escuchaba los pequeños quejidos de aquel hombre, a continuación lo cogió por la cabeza y lo estampó contra el suelo reventándosela. No había sido muy difícil hacerlo, era sin duda un terrible asesino. De repente fijó su mirada en un grupo de marines que corrían hacia su posición, sin pensárselo mucho salió disparado a por ellos mientras lanzaba terribles golpes con sus piernas y puños acabando con la vida de aquellos hombres rápidamente. Una vez lo hizo, observó los cadáveres y se dio cuenta de que algunos marines estaban huyendo, eso era extraño, tal vez estaban avisando a los altos cargos, en ese caso era hora de largarse de aquel lugar repleto de sangre y de muertes.
- Creo que aquí nos separamos de nuevo. No me fio de estos cobardes y quizás nos envíen un almirante a la isla. Lo mejor será largarse y volver dentro de otra ocasión. Acaba con esos y después piérdete o tendrás muchos problemas con estos cobardes uniformados.
Una vez dijo aquello, volvió a mirar a un callejón y de repente cambió su mirada hacia uno de los tejados, salió corriendo hacia él y sin pensárselo pegó un enorme salto subiéndose arriba, no era muy alto y de un simple salto había conseguido llegar. Sin embargo allí había unas escaleras por las que había conseguido subir sin ninguna complicación al hacerlo. Una vez estaba arriba en una posición de siete metros, observó como los marines se metían en un pequeño edificio hablando con un Den Den Mushi. De modo que aquellos cobardes estaban avisando a los altos cargos, de todas formas cuando volviera ya no iba a haber nadie en la ciudad del alfa y el omega. El chico lobo volvió a mirar al peli verde desde las alturas esperando a que terminara de pelear, en cuando acabara y saliera victorioso, el castaño se largaría de allí. En caso de que lo tuviera difícil, bajaría a echarle una mano.
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Midorima sonrió de medio lado al observar como es que los marines lo rodeaban, eran pocos para frenar al peli verde, eran solamente seis y los seis formaron una estrella de seis puntas con Shintaro al medio, no era una organización muy fuerte pero aun así seguramente creían que Midorima era más débil que Kedra que era así, pero unos simples reclutas jamás iban a poder contra el poder de Shintaro, así que los vio de forma arrogante y fue que escuchó la voz del supernova, al parecer era hora de retirarse así que no iba a perder más el tiempo para huir aparte aun debía encontrar a su hermosa mujer y también recuperarse de las heridas recibidas, que si bien no eran muchas eran muy molestosas.
Sin más aprovechando que tenía su técnica activada fue que desapareció para aparecer delante marine que estaba en la punta mayor, para así conectar un fuerte puñetazo en su rostro que lo mando a volar directo a un farol que estaba iluminando un poco la calle destruyéndolo en el acto, Shintaro no perdió el tiempo para así bloquear un disparo que iba dirigido a su corazón con un brazo imbuido en Haki armadura y así volver a desaparecer aprovechando su velocidad y lo largo que eran sus piernas para de una patada romperle el cuello al marine que oso tener la valentía de dispararle, ya le quedaban cuatro, y por ahora iba en racha nadie había podido derrotarlo y aparte cerca de 12 marines ya habían muerto por culpa de sus puños. Ya era hora de ir acabando con esto, así que sin perder más tiempo del que perdió antes, fue que decidió hacer una seña para que vinieran los cuatro marines al mismo tiempo por suerte esos idiotas vinieron a su muerte prácticamente sin mucho miedo. Shintaro espero unos minutos para luego esquivar un espadazo en diagonal que iba a su pecho, con un ágil movimiento que aprendió cuando era niño le dobló la muñeca y así le quitó la espada al marine y la usó clavándola en el corazón de su dueño, quien cayó al suelo escupiendo sangre. Quedaban tres, así que usando la espada más su velocidad fue que acabo con los tres de tres tajos diferentes, a uno le cortó de manera profunda la pierna cortándole la arteria femoral, luego de eso al segundo le cortó el cuello y al tercero le clavó la espada en la cabeza. Los tres cayeron a sus pies, y con eso la pelea había finalizado.
Shintaro suspiro mientras botaba la espada al suelo y desactivaba su técnica, acto seguido miró hacía donde estaba el supernova y mientras se arreglaba las gafas le dedicó una sonrisa, y acto seguido extendió la mano hacia arriba y mientras le daba la espalda a Kedra fue que empezó a caminar rumbo a un callejón para irse de la isla o más bien quedarse para encontrar a su novia.
Sin más aprovechando que tenía su técnica activada fue que desapareció para aparecer delante marine que estaba en la punta mayor, para así conectar un fuerte puñetazo en su rostro que lo mando a volar directo a un farol que estaba iluminando un poco la calle destruyéndolo en el acto, Shintaro no perdió el tiempo para así bloquear un disparo que iba dirigido a su corazón con un brazo imbuido en Haki armadura y así volver a desaparecer aprovechando su velocidad y lo largo que eran sus piernas para de una patada romperle el cuello al marine que oso tener la valentía de dispararle, ya le quedaban cuatro, y por ahora iba en racha nadie había podido derrotarlo y aparte cerca de 12 marines ya habían muerto por culpa de sus puños. Ya era hora de ir acabando con esto, así que sin perder más tiempo del que perdió antes, fue que decidió hacer una seña para que vinieran los cuatro marines al mismo tiempo por suerte esos idiotas vinieron a su muerte prácticamente sin mucho miedo. Shintaro espero unos minutos para luego esquivar un espadazo en diagonal que iba a su pecho, con un ágil movimiento que aprendió cuando era niño le dobló la muñeca y así le quitó la espada al marine y la usó clavándola en el corazón de su dueño, quien cayó al suelo escupiendo sangre. Quedaban tres, así que usando la espada más su velocidad fue que acabo con los tres de tres tajos diferentes, a uno le cortó de manera profunda la pierna cortándole la arteria femoral, luego de eso al segundo le cortó el cuello y al tercero le clavó la espada en la cabeza. Los tres cayeron a sus pies, y con eso la pelea había finalizado.
Shintaro suspiro mientras botaba la espada al suelo y desactivaba su técnica, acto seguido miró hacía donde estaba el supernova y mientras se arreglaba las gafas le dedicó una sonrisa, y acto seguido extendió la mano hacia arriba y mientras le daba la espalda a Kedra fue que empezó a caminar rumbo a un callejón para irse de la isla o más bien quedarse para encontrar a su novia.
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El chico observó como desde las alturas, el chico se despedía con la mano tras haber derrotado a los demás marines. Ahora sí que era hora de irse, los blancos y afilados dientes del chico oscuro se pudieron ver cuando sonrió de lado con el gesto sádico de siempre. Seguramente su recompensa volvía a aumentar de nuevo debido a las muertes que había causado, no le importaba hacerlo y sin duda alguna era lo que buscaba. Su banda costaba muchísimo entre todos y posiblemente superaban los setecientos mil millones. Sus poderes iban aumentando día a día debido a los entrenamientos que tenía con ellos y pensaba continuar mejorando junto a ellos cada día. Su sonrisa se mostró de nuevo pero ahora girándose, su mirada pudo ver como ahora más marines corrían hacia la plaza. Sus hombres estaban en el puerto y debía largarse de allí cuanto antes y sin pensárselo. De repente su aura blanca comenzó a rodearle mientras sonreía y pronunciaba despacio.
- Mayin Okami.
Sus ojos se enrojecieron y de repente sus dientes se afilaron más mientras sus orejas se estiraban y su cuerpo se llenaba de pelo. Sus dedos de volvían garras y sus uñas se afilaban. De la parte baja de su espalda salió una cola y ahora se puso a cuatro patas. Había usado su forma completa, un perro negro de ojos rojos con una especie de humo fantasmal a su alrededor. Su tamaño era el de un perro normal, quizás algo más grande que un pastor alemán. Empezó a saltar hasta llegar a una calle y activó su aura, todos los marines se clavaban de rodillas notando el miedo en sus corazones. De repente el lobo salió disparado al puerto, aquello había sido increíble, no lo habían visto irse, su velocidad era incluso superior al propio Soru. Cuando combinaba su aura blanca con su forma hibrida o completa, su velocidad era algo inhumano. No tardó mucho en llegar al puerto y saltar a su barco mientras sonreía volviendo a la forma humana. Se acercó al timón y puso rumbo a la Red Line, dispuesto a alejarse de allí. Su mirada era tétrica y sonriente ante todo, aunque su sonrisa era temible y salvaje. Cuando ya llevaba algunos segundos a bordo, miró hacia atrás y pudo ver a un único barco de la marina siguiéndole, pobres idiotas, iban a acabar en el fondo del mar.
Kedra comenzó a girar su brazo a toda velocidad mientras su energía oscura rodeaba este, el brazo continuó unos segundos llenándose de energía para después lanzar un potente puñetazo al aire. De repente su onda de choque cortante en forma de perro demoníaco, salió disparado rugiendo hacia el barco y pegando en la parte baja destrozándola totalmente. El barco marine no tardó en empezar a hundirse y fue cuando el chico lobo comenzó a reír como un loco iluminando sus ojos de nuevo y mientras su aura oscura le rodeaba, en pocos segundos se desvaneció y el castaño sonrió relamiéndose y entrando al interior del barco. Sus pasos eran lentos y calmados pues sabía que estaba a salvo ya. Una vez que llegó a su camarote, se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada, él la había dejado entornada y no había brisa dentro del barco. Abrió la puerta despacio y encontró en su cama dormida de nuevo a Kira. Una gota anime le cayó por la cabeza mientras suspiraba cerrando de nuevo la puerta y mirándola.
- Voy a empezar a cobrarte.
Dijo suspirando y tumbándose al lado de ella mientras cerraba los ojos y la abrazaba despacio pegándola a su pecho, a lo que ella se acurrucó como de costumbre. El chico lobo cerró los ojos despacio mientras se dormía notando pasos en los pasillos, los demás despertaban pero ahora a él le tocaba echarse una buena siesta y dormirse tranquilamente después del día que había tenido.
- Mayin Okami.
Sus ojos se enrojecieron y de repente sus dientes se afilaron más mientras sus orejas se estiraban y su cuerpo se llenaba de pelo. Sus dedos de volvían garras y sus uñas se afilaban. De la parte baja de su espalda salió una cola y ahora se puso a cuatro patas. Había usado su forma completa, un perro negro de ojos rojos con una especie de humo fantasmal a su alrededor. Su tamaño era el de un perro normal, quizás algo más grande que un pastor alemán. Empezó a saltar hasta llegar a una calle y activó su aura, todos los marines se clavaban de rodillas notando el miedo en sus corazones. De repente el lobo salió disparado al puerto, aquello había sido increíble, no lo habían visto irse, su velocidad era incluso superior al propio Soru. Cuando combinaba su aura blanca con su forma hibrida o completa, su velocidad era algo inhumano. No tardó mucho en llegar al puerto y saltar a su barco mientras sonreía volviendo a la forma humana. Se acercó al timón y puso rumbo a la Red Line, dispuesto a alejarse de allí. Su mirada era tétrica y sonriente ante todo, aunque su sonrisa era temible y salvaje. Cuando ya llevaba algunos segundos a bordo, miró hacia atrás y pudo ver a un único barco de la marina siguiéndole, pobres idiotas, iban a acabar en el fondo del mar.
Kedra comenzó a girar su brazo a toda velocidad mientras su energía oscura rodeaba este, el brazo continuó unos segundos llenándose de energía para después lanzar un potente puñetazo al aire. De repente su onda de choque cortante en forma de perro demoníaco, salió disparado rugiendo hacia el barco y pegando en la parte baja destrozándola totalmente. El barco marine no tardó en empezar a hundirse y fue cuando el chico lobo comenzó a reír como un loco iluminando sus ojos de nuevo y mientras su aura oscura le rodeaba, en pocos segundos se desvaneció y el castaño sonrió relamiéndose y entrando al interior del barco. Sus pasos eran lentos y calmados pues sabía que estaba a salvo ya. Una vez que llegó a su camarote, se dio cuenta de que la puerta estaba cerrada, él la había dejado entornada y no había brisa dentro del barco. Abrió la puerta despacio y encontró en su cama dormida de nuevo a Kira. Una gota anime le cayó por la cabeza mientras suspiraba cerrando de nuevo la puerta y mirándola.
- Voy a empezar a cobrarte.
Dijo suspirando y tumbándose al lado de ella mientras cerraba los ojos y la abrazaba despacio pegándola a su pecho, a lo que ella se acurrucó como de costumbre. El chico lobo cerró los ojos despacio mientras se dormía notando pasos en los pasillos, los demás despertaban pero ahora a él le tocaba echarse una buena siesta y dormirse tranquilamente después del día que había tenido.
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Agilidad
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Akuma no mi
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Shintaro caminaba tranquilamente en la oscuridad de la noche y de la lluvia, poco a poco se iba adentrado un poco más en las callejuelas, sabía que Sakura estaba bien ya que su instinto le decía que así era, y aparte ella sabía esconderse muy bien y sobre todo de los marines, y esa habilidad daba miedo ya que podía llegar a matar a alguien sin saber que había pasado. Así que caminaba tranquilamente con las manos en los bolsillos mientras bordeaba las calles para llegar al lugar donde antes estaban y así poder caminar rumbo a la calle donde fue que vio por última vez la cabellera rubia de su amada, se tuvo que ir con cuidado ya que los marines corrían de una calle a otra buscando a los responsables de las muertes de ese lugar.
Luego de unos cinco minutos logró llegar a la calle donde vio por última vez a su amada, así que caminó tranquilamente mientras lograba ver en el suelo un milagroso sombrero, seguramente se le había caído a alguien huyendo luego de escuchar el ruido de las peleas que estaban bastante cerca, así que no se lo pensó dos veces y se lo puso en toda la cabeza, por suerte era de su tamaño, lo único malo era que estaba todo mojado y el agua había mojado la parte superior de sus hombros. Pero no importaba, era un camuflaje perfecto más sabiendo que pocos tenían el pelo verde como él. Siguió caminando buscando cualquier señal de su amada a quien buscaba con recelo y que de a poco la preocupación inundaba su cuerpo, ya que había caminado un par de minutos y aun nada y fue entonces que sintió como es que alguien lo agarraba desde atrás y literalmente lo hacía quedar sentado en la entrada de una casa que estaba abandonada. Shintaro subió un poco la vista para ver la sonrisa de Sakura, así que le devolvió la sonrisa mientras se levantaba y le decía:
Midorima: Espero que está casa sea segura, ya que nos quedaremos aquí un par de días y sería un inconveniente que los dueños llegarán.
Decía mientras la agarraba suavemente de la cintura para pegarla a su cuerpo, la mano de Sakura le quitó el sombrero mientras simplemente asentía ante la afirmación de Shintaro, así que ambos terminaron con un dulce beso. Luego de eso ambos se fueron a la habitación para ponerse cómodos y dormir en la misma habitación, abrazados mientras pasaba todo, la lluvia y el frio no importaban en esa habitación. Lentamente los dos amantes se fueron durmiendo cada vez más profundo y esperando a que todo esto terminara de una vez, que las cosas en esta ciudad se arreglarán de manera veloz.
2 días después
Dos días después de aquella matanza a base de Midorima y Kedra, fue que el peli verde con su pareja robaron un pequeño barco y así se largaron de la isla, era hora de seguir con sus aventuras, el barco lentamente desaparecía en el horizonte lejos de aquella maldita ciudad y donde Shintaro al fin la había pasado tan bien, y le daba gracias al destino de poder juntarlo de nuevo con Kedra. Ahora solo era cuestión de tiempo para reunirse de nuevo.
Luego de unos cinco minutos logró llegar a la calle donde vio por última vez a su amada, así que caminó tranquilamente mientras lograba ver en el suelo un milagroso sombrero, seguramente se le había caído a alguien huyendo luego de escuchar el ruido de las peleas que estaban bastante cerca, así que no se lo pensó dos veces y se lo puso en toda la cabeza, por suerte era de su tamaño, lo único malo era que estaba todo mojado y el agua había mojado la parte superior de sus hombros. Pero no importaba, era un camuflaje perfecto más sabiendo que pocos tenían el pelo verde como él. Siguió caminando buscando cualquier señal de su amada a quien buscaba con recelo y que de a poco la preocupación inundaba su cuerpo, ya que había caminado un par de minutos y aun nada y fue entonces que sintió como es que alguien lo agarraba desde atrás y literalmente lo hacía quedar sentado en la entrada de una casa que estaba abandonada. Shintaro subió un poco la vista para ver la sonrisa de Sakura, así que le devolvió la sonrisa mientras se levantaba y le decía:
Midorima: Espero que está casa sea segura, ya que nos quedaremos aquí un par de días y sería un inconveniente que los dueños llegarán.
Decía mientras la agarraba suavemente de la cintura para pegarla a su cuerpo, la mano de Sakura le quitó el sombrero mientras simplemente asentía ante la afirmación de Shintaro, así que ambos terminaron con un dulce beso. Luego de eso ambos se fueron a la habitación para ponerse cómodos y dormir en la misma habitación, abrazados mientras pasaba todo, la lluvia y el frio no importaban en esa habitación. Lentamente los dos amantes se fueron durmiendo cada vez más profundo y esperando a que todo esto terminara de una vez, que las cosas en esta ciudad se arreglarán de manera veloz.
2 días después
Dos días después de aquella matanza a base de Midorima y Kedra, fue que el peli verde con su pareja robaron un pequeño barco y así se largaron de la isla, era hora de seguir con sus aventuras, el barco lentamente desaparecía en el horizonte lejos de aquella maldita ciudad y donde Shintaro al fin la había pasado tan bien, y le daba gracias al destino de poder juntarlo de nuevo con Kedra. Ahora solo era cuestión de tiempo para reunirse de nuevo.
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