Subiendo cada vez más alto [Privado-Pasado] [Break y Rosetto]

La brisa marina balanceaba sus rubios cabellos, el fresco olor a agua y sal llenó sus fosas nasales y el agudo graznido de las primeras gaviotas ya le anunciaban la cercanía de una isla. El cazador levantó la mirada y vio a lo lejos una pequeña isla en mitad de la interminable extensión azul. No tenía ni idea de donde estaba ni de qué lugar era aquel, pues sus dotes de navegación eran tan reducidas como el interés que tenía en saberlo, así que simplemente deambulaba por ahí en busca de lo que se encontrase. Su objetivo era encontrar los secretos más oscuros del mundo y evidentemente estos no se hallaban en los lugares conocidos. Para alcanzar su sueño debía explorar cada oscuro rincón del mundo. Según pensaba, era necesario perderse para llegar a donde nadie había llegado.

Al cabo de un tiempo llegó a la costa, ancló su pequeña embarcación y saltó a tierra. Lo primero que le llamó la atención fue la total escasez de cualquier elevación. Toda la zona, allá donde alcanzaba la vista, estaba formada por un extenso prado, donde apenas se veían algunos árboles.

Break comenzó a internarse en la isla. A cada paso que daba le sorprendía más la perspectiva que tenía de los árboles. Era como si fuesen mucho más grandes que la media, algo que pudo comprobar al acercarse a uno de ellos. Aquel enorme árbol medía tanto que le era imposible llegar a ver la copa sin que la luz del sol le cegase. Realmente era un descubrimiento interesante. Se preguntaba si daría frutos y como sería su aspecto en caso de que fuera así. Su interés era tal que incluso se planteó la posibilidad de escalarlo y ver si había pájaros viviendo en lo alto.

Sin embargo, ese árbol no fue la única sorpresa que aquel lugar tenía reservadas para él. Al cabo de unos minutos, un extraño ser apareció junto a él, pastando de la hierba del prado. Era un caballo, más o menos. La única diferencia con uno normal era que aquella criatura era más larga. Como si la gravedad se hubiera invertido y ejerciera una fuerza hacia arriba, estirando su cuerpo. Break estaba tentado de cabalgar sobre él y recorrer más rápido la zona en busca de nuevas proezas y, de hecho, no veía ningún motivo por el que no hacerlo. Se acercó con cautela al animal, intentando ser lo más sigiloso posible, no quería ahuyentarlo. Agarró algo de hierba y la acercó a la boca del caballo. Este comenzó a masticarla y pareció aceptar la presencia del espadachín. En ese momento, Break dio un salto y se aupó en lo alto del caballo, intentando que caminara. Sin embargo no tardó en caer. Aquella bestia se levantó sobre sus patas traseras y lo derribó con una facilidad pasmosa.

El cazador se levantó con su orgullo herido y vio como el animal se alejaba al galope a través del interminable prado. Echó un vistazo a su alrededor y se planteó que otras cosas extrañas podía haber en aquel lugar. Dejó su espada en el suelo y se acercó al enorme árbol a su espalda. Estaba seguro de que sería interesante subir.

-No... no no!-Rosetto iba tachando información en una de sus carpetas con correas, sujeta en su mano derecha. Parecía enfadada e iba pisando con fuerza el prado.

Había llegado por la mañana a la isla de Long Ring Long... un lugar donde se decía habitaban curiosos animales.
Pero lo unico que logro descubrir fueron animales con un cuerpo extrañamente mas largo de lo habitual, pero ningun ser de especie desconocida.
-Esto es absurdo! Simplemente son animales mas estirados de lo normal, pero siguen siendo las mismas bestias molestas de siempre- Hablaba para si misma, recordando lo que le había costado llegar a la isla, convenciendo a unos mercaderes que buscaban la posición actual de los isleños, para poder comerciar con ellos. No había sido facil, pero por fin logro que la llevaran hasta la isla, la cual se inundaba dependiendo de las fechas, dejando únicamente pequeñas cumbres habitables sobre el agua...

Pero por ahora el viaje había sido en vano... Siquiera podía dar con algo de interes arqueológico, algo que le devolviera el dinero gastado para llegar hasta alli.

En ese momento, al levantar la vista de la carpeta, pudo ver un caballo que corría en su direccion. Le dió el tiempo justo de apartarse! Y este pasó por su lado hasta desaparecer a lo lejos de la explanada.

Que lo habría asustado? Tal vez algo de interes? Rosetto se dirigió en la direccion contraria a la del caballo, para intentar descubrir de que se trataba.

Aquella isla tenía pocos desniveles, ver en la lejanía era facil... Pronto vislumbre un arbol... pero tarde mas en ver que algo estaba debajo, mirando hacia la copa, o almenos intentandolo.

Segui acercandome... y pronto note que era un chico... Un rubio muy peinadito que no dejaba de mirar hacia arriba. No se a que esperaba exactamente... Tal vez a que el sol le quemara las retinas.
Fui acercandome mientras guardaba la carpeta en la mochila. Ya estaba cansada de intentar sacarle informacion interesante a la isla. Así que me dio por ir a ver que hacia un rubiales rarito ahí plantado.

-"A lo mejor puedo usar la espada para ir ascendiendo... no, el tronco es demasiado estrecho. Quizás simplemente trepando de forma más simple... no, eso tampoco, no parece que haya ningún punto de apoyo para agarrarse. A lo mejor podría simplemente cortarlo y... no, no, que digo, eso sería una estupidez." -Todo eso pasaba por la cabeza de Break, quien se hallaba sentado en el suelo con las piernas cruzadas pensando en la mejor forma de llegar a la copa del árbol gigante. Por desgracia no se le ocurría ningún modo que le garantizara poder subir con seguridad.

Durante unos minutos se mantuvo en esa posición, reflexionando sobre si de verdad valdría la pena seguir con aquella ardua tarea. De repente decidió cambiar de posición para ver si así le llegaba la inspiración de alguna forma. Se dejó caer de espaldas, aunque mantuvo las piernas cruzadas verticalmente. Al cabo de unos segundos se cansó de luchar con la brillante luz del sol y comenzó a rodar por el suelo, siempre con las piernas cruzadas. Empezaba a pensar que no habría ninguna forma de escalar esa planta y eso le sacaba de quicio. No soportaba que hubiera algo que no pudiese conseguir.

Mientras giraba por la hierba de manera infantil, vio como una figura se acercaba. Según se aproximaba a su posición puedo ver que se trataba de una joven pelinaranja, aparentemente una viajera como él, ya que parecía sera de una estatura normal. Eso le hizo pensar que había algo en aquella isla que provocaba que los seres vivos crecieran más de lo normal. Solo esperaba que por pasar un tiempo allí no comenzase a estirarse y acabara como aquel caballo. Tras ese pensamiento no pudo evitar levarse las manos a la cabeza para comprobar que seguía estando a la misma altura.

En ese momento se dio cuenta de lago. No parecía haber ningún animal por los alrededores, aparte del caballo que había espantado. Supuso que se trataría de algún tipo de migración o algo así, por lo que no le dio mucha importancia. Mientras la chica se acercaba, el cazador simplemente la ignoró, tenía mejores cosas en que pensar. Aunque tal vez tuviera alguna explicación para la increíble escasez de fauna en aquella isla.  Quizás debería preguntarle a la pelinaranja, con un poco de suerte sabría algo más que él, algo que en realidad no le hacía mucha gracia.

Aquella persona se movía de formas raras por el suelo, lo cual la hizo aminorar la marcha... Quien seria? Porque se habia tirado al suelo y habia comenzado a rodar de una forma tan extraña?
Tal vez fuera quien había asustado al caballo... y la verdad es que ahora tambien asustaba a Rose.
Cuando ya estaba cerca de el, se paró... y empezo a dudar... este reparó en ella unos instantes. De pronto se hecho las manos a la cabeza, y al verlo, Rose comenzo a dar marcha atras, lentamente, para intentar evitarlo. Tal vez fuera lo mejor.

Aquel tio era raro... tenia una cara de rasgos afilados y un pelo con un corte bastante minucioso, aunque ahoramismo estaba lleno de hierbas a causa de girar por el suelo.
También reparó en que iba armado, pues consigo llevaba una espada envainada.

Bien vestido, bien peinado, armado y elegante, pero tirado por los suelos cogiendose la cabeza y rodando...
Estaba claro que lo mejor era hacer igual que el caballo y desaparecer.. antes de que pidiera limosna.

Una leve brisa se levantaba, olía a mar... Estaban en una zona bastante baja, una de las conexiones entre archipielagos de Long Ring Long Land... Algo peligroso, pues solo aparecían por varias horas una vez al año, para luego cubrirse de agua.
Rosetto estaba investigando por si encontraba algo de interes, antes de que el agua volviera a cubrirlo todo. Pero como es imposible recorrerlo a tiempo a pie, solo tenía pensado investigar la mitad del recorrido, partiendo desde el centro donde se encontraba.

La falta de animales ya era mala señal, asi que lo mejor sería dirigirse de nuevo al archipielago más cercano.
Dejando al chico de lado, Rose comenzo a andar hacia atras, rodeando el arbol con el que tanto se había empeñado el chico, sin apartarle la vista de encima al tio raro.

El cazador vio como la chica que se había estado acercando comenzaba a retroceder tras unos segundos de duda. El rubio contaba con que fuera ella quien se acercara y así no tendría que levantarse, pero por lo que parecía iba a tener que ir a buscarla. El hecho de que hubiera decidido no hablar con él a pesar de la evidente falta de gente en la zona y de las múltiples incógnitas que se le planteaban al cazador sobre aquella isla, le llevaban a pensar que no necesitaba información, por lo que sin duda sabía algo que podría resultarle de utilidad.

El espadachín suspiró, resignado a hacer el esfuerzo de ponerse en pie, y se levantó lentamente mientras la pelinaranja se alejaba poco a poco. Pensó que ojalá estuviese allí el caballo alargado, así no tendría que andar tanto. A dura penas comenzó a a caminar hacia la joven con su espada envainada apoyada en el hombro. Su pelo y su ropa estaban plagados de briznas de hierba aunque no le importaba demasiado. Al ver que la distancia que le separaba de la desconocida seguía siendo bastante amplia decidió ponerse a dar voces.

-¡¡¡Eeeeeeeeeeeeyyyyyyy!!! ¡¡¡Hoooola!!! -Break imaginaba que eso no haría más que empeorar la imagen que aquella chica pudiera tener de él, por lo que empleó otro truco esperando llamar su atención. -¡¡¡Este árbol da frutos de oro!!! -mintió el espadachín. No era su mentira más inteligente y elaborada, pero estaba cansado y no le apetecía pensar algo mejor. Además, a todo el mundo le gustaba el dinero.

-"Ahh, espero que cuele, sino me tocará correr y no me apetece nada. -pensaba el cazador mientras se dejaba caer al suelo, exageradamente agotado debido a su extrema pereza. Realmente no le apetecía correr, pero no le gustaba el hecho de desperdiciar ningún tipo de información.