(Privado. Nigz-Break)(Pasado) Ensalada de Animales.

La mañana asomaba su retirada para darle paso al mediodía cuando aquel barco pesquero que había salvado a Nigz en la anterior ocasión paso por las costas de esta isla , hasta momento , desconocida por el pirata. Desde que había subido al barco a consecuencia de prácticamente subirse sin autorización , pasaje o trabajo, tuvo que pagar su estadía y no había otra forma para el que trabajando a causa de que sus bolsillos estaban tan vacíos como su estómago en aquel momento. Ya cansado del trabajo y el ambiente que no era hostil pero la vida de pescador ya lo conocía por su niñez y por mas recuerdos agradables de sus días con su padre que le hacia recordar su vida ahora era otra y debía centrarse en ella y en su futuro.

-Viejo bajare aquí, no lo tomes a mal pero ya estoy cansado de estas cosas.-Le dijo Nigz mientras apoyaba sus pies en el borde del barco para saltar a la arena y luego allí de pie saludar al anciano que lo había ayudado.

Una vez termino su breve despedida camino unos pasos para alejarse de las olas de la playa que le mojaban los pies y sin escuchar casi lo que el anciano le decía alzo la vista, poso su mano abierta sobre su cabeza para tapar el sol que lo encandilaba y miro detalladamente el paisaje y el lugar en donde había decidido bajarse. La playa era igual a cualquier otra playa del mundo la arena blanca con algunas rocas perdidas en el camino y el mar lentamente con el venir de la noche ganaba centímetros en la costa, frente al pirata no yacía mas que un enorme bosque de altos arboles de diferentes tipos y arbustos que parecían impedir la visión de algún camino, a la profundidad no se podía observar ningún pueblo solo oscuridad. Nigz no sabia si en esta isla había alguien mas, un pueblo , un grupo de personas , piratas o marines o simplemente él que si era así seria un problema para salir allí.

-Bueeno comenzare a explorar, comida y agua. Luego veré como me voy de aquí.-Pensaba Nigz que ya había comenzando a paso normal a adentrarse al bosque, tranquilo pero alerta no sabia que podía encontrar...

Aclaracion:

Aquella isla parecía un zoológico, un zoológico confuso y terrible lleno de las criaturas más raras del mundo. El cazador desembarcó allí simplemente por curiosidad, quería conocer todas las islas que existían y aquella no era la excepción. Sin embargo no se esperaba lo que se iba a encontrar allí. Al pisar tierra pensó que se trataba de una isla normal, sin el más mínimo interés de ningún tipo. El típico paisaje de bosque y playas que no aportaba nada nuevo a sus ya de por sí amplios conocimientos. Por si acaso, decidió echar un vistazo en la zona boscosa en busca de algo que pudiera ser de interés o al menos para reunir provisiones para el viaje.

Nada más internarse entre la densa y variada vegetación vio como una peculiar figura saltaba a uno de los árboles cercanos a él. Pensó que sería un simple mono, así que simplemente lo ignoró y siguió adelante con su exploración. Paso por varios árboles frutales y recogió algo de fruta para llevársela, luego se encaminó hacia lo que parecía ser un claro y se sentó allí a pasar el rato.

Sin embargo su tranquilidad no tardó en quedar rota debido a un extraño e inesperado animal que se dirigía hacia él en carrera. Este tenía forma de elefante y, aunque era más pequeño que uno normal, todavía medía más del doble de tamaño que él. Lo más extraño de aquel ser era que su piel era del color de la de un tigre y además caminaba a dos patas. Fuera lo que fuera parecía un producto defectuoso de uno de esos experimentos que a la naturaleza le gusta probar.

El cazador se levantó súbitamente, desenvainó su espada negra y se preparó para repeler el ataque de aquella cosa, aunque se veía incapaz de no mostrar interés en la peculiar naturaleza de ese animal. En cuanto el animal llegó a unos dos metros de su posición, saltó por encima de él y quedó a su espalda no sin antes lanzar un corte al hombro de aquella bestia antes de aterrizar. Su piel resultó ser bastante dura y apenas logró atravesarla con su hoja. Esperaba que el elefante-tigre decidiese marcharse y dejarle tranquilo, pues de lo contrario sería un enemigo peligroso.

Una vez dentro del bosque nada llamo la atención del pirata, nada estaba fuera de lugar para la situación que anteriormente se había imaginado.Los arboles altos con copas que no dejaban ver con claridad el cielo y solo dejaban pasar algunos destellos del sol para iluminar un poco la oscuridad que parecía reinar el corazón del bosque formaban un paisaje que por raro que suene era bastante acogedor.

Mientras seguía caminando buscando algo de fruta para poder comer, unos arbustos cercanos comenzaron a moverse por si solos, como un acto-reflejo Nigz saco su katana y sin adoptar ninguna posición demasiado agresiva centro su mirada en lo que podía llegar a salir de ese arbusto pero para su sorpresa no apareció mas nada que la cabeza de una oveja que masticaba las altas hierbas que había en el lugar y refunfuñaba con su hocico mientras comida.

-Es solo una oveja...aunque en pleno bosque.-Se dijo a si mismo Nigz para luego suspirar de alivio y cerrar los ojos cuando guardaba su katana de nuevo en su cintura.No termino de decir suspirar que cuando volvió a abrir los ojos la oveja mostró su cuerpo entero y para sorpresa del pirata esta no era nada normal ya que la mitad de su cuerpo era la de un burro.

-¿Que demonios pasa aqui?.- Grito el pirata y de una rápida carrera llego a subirse a una rama de un árbol para mirar mejor la situación. Para sorpresa del joven nada parecía lo que al principio mostraba aquel bosque de aspecto típico, la oveja con cuerpo de burro arriba de los arboles buhos con alas de murciélagos y como ultima gran sorpresa Nigz alcanzo ver a un joven que parecía estar en una situación algo complicada con una de estos engendros que habitaban la isla.

No dudo un segundo cuando vio esto y por la alegría de ver a una persona en esta situación utilizo el poder de su reciente akuma no mi y transformo dos de sus dedos de la mano derecha en cadenas y la utilizo para de salto en salto ir por las ramas de los arboles hasta llegar cerca de aquel joven.

Este traía una katana consigo la cual estaba empuñando y frente a él una especie rara de elefante con piel de tigre que se veía poco amigable. Nigz no se bajo de la rama del árbol , se sentó y le dijo a aquel joven.-Parece que necesitas ayuda, ¿que tal una mano?.

"-Y yo que creía que aquí no había nadie." -pensó Break al ver llegar a un tipo que se ofreció a ayudarle con su "pequeño" problema con trompa. El animal se había ido poniendo cada vez más furioso, no parecía que el corte que le había hecho le hubiera sentado bien y ahora se dedicaba a lanzar violentos trompazos que, en el colmo de lo absurdo, habían conseguido agujerear el suelo. De no haberlos esquivado probablemente habría quedado hecho fosfatina.

-Pues en realidad estoy un poco ocupado, así que me vendría bien una ayudita. -contestó el cazador. No le gustaba tener que necesitar ayuda y menos aun la de un desconocido, peor era evidente que iba a tener problemas para reducir él solo a esa bestia mutante.

En ese momento el elefante-tigre se lanzó a por él, embistiendo con gran fuerza. El espadachín tuvo que clavar su espada en el suelo e impulsarse en ella para saltar y evitar el poderoso golpe, el cual acabó destrozando un árbol que había varios metros más allá. Era evidente que tenía problemas para frenar, posiblemente debido a su gran tamaño y fuerza, un punto débil que podía aprovechar. En cuanto vio que la criatura volvía a embestir contra él, Break se apartó sutilmente y colocó su espada entre las piernas de aquel ser haciéndole caer con un gran estruendo. El rubio suspiró aliviado al ver que su espada no se había partido debido a la fuerza del elefante.

Sin embargo esto no hizo más que enfadarle aún más, por lo que Break tuvo que echarse una carrerita hasta los árboles cercanos, desde los cuales había aparecido el nuevo invitado a su pequeña fiesta. Lo cierto era que no le apetecía seguir enfrentando a ese ser mutante o lo que diablos fuera, así que prefería que fuera el otro tipo el que se encargara de él. Ágilmente trepó por las ramas de un árbol y se tumbó cómodamente en una de ellas a unos tres metros de altura.

-Bueeeeno, si quieres ayudar este es tu momento, amigo. Yo desde aquí supervisaré que tal lo haces y ya te ayu... ahhh -su discurso fue interrumpido por un profundo y largo bostezo. Break era bastante vago y no perdía la oportunidad de convencer a otros para hacer cosas por él. Con un poco de suerte aquel hombre se encargaría del animal por él y así podría descansar tranquilamente.