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Esta mañana habíamos llegado con el barco de la banda a esta emblemática isla, una isla de la que brotaba vida, había fuentes y fuentes e incluso más fuentes de las que puedas imaginar. La llamaban la ciudad del agua, pero sin duda, se podría llamar también la ciudad de las fuentes, no había visto una ciudad con tanta agua en lo que llevo de vida y esta ciudad era sorprendente. Una vez llegados salí del barco y contemplé el claro sol, no había señal de lluvia y el sol brillaba en lo alto del testamento. Ese día me encontraba vestido con mis pantalones cortos de color rojos y una camiseta de tirantes blanca. Calzadas llevaba unas sandalias, eran ideales para esa isla en cuestión, o por lo menos en mi opinión eran perfectas.
Una vez en el suelo de esa bonita tierra llena de agua le pregunto a mi compañero, Midorina lo siguiente: -Bueno, ¿te apetece dar una vuelta por la isla? Tengo ganas de algo de aventura y creo que eres el hombre indicado para esto.
Dicho esto, ajusto la mochila que llevaba en la espalda de color marrón y sigo caminando esperando que mi compañero haga lo mismo. En lo primero que pensé fue en ir a visitar uno de esos restaurantes de los que todo el mundo hablaba, decían que aquí cocinan los mejores platos de este mar, o por lo menos es lo que entendí yo cuando decían que aquí se cocina un tipo de carne muy suave y jugosa. Con esto en mente y con la boca goteando de solo pensar como sabría esa comida, seguí mi camino en silencio esperando que mi compañero me diese algo de conversación.
Una vez en el suelo de esa bonita tierra llena de agua le pregunto a mi compañero, Midorina lo siguiente: -Bueno, ¿te apetece dar una vuelta por la isla? Tengo ganas de algo de aventura y creo que eres el hombre indicado para esto.
Dicho esto, ajusto la mochila que llevaba en la espalda de color marrón y sigo caminando esperando que mi compañero haga lo mismo. En lo primero que pensé fue en ir a visitar uno de esos restaurantes de los que todo el mundo hablaba, decían que aquí cocinan los mejores platos de este mar, o por lo menos es lo que entendí yo cuando decían que aquí se cocina un tipo de carne muy suave y jugosa. Con esto en mente y con la boca goteando de solo pensar como sabría esa comida, seguí mi camino en silencio esperando que mi compañero me diese algo de conversación.
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Midorima miraba el océano de forma tranquila, una suave brisa jugaba con sus mechones verdes, todo estaba relativamente tranquilo ya que todo el caos de la guerra de Loguetown al final había terminado y su banda logró escapar con vida. Así que ya no había nada más que hacer, por lo menos Shintaro estaba completamente relajado, ya no tenía ninguna preocupación por nada ni nadie, sabía que Sakura estaba dormida en su habitación y la dejaría así de momento después de todo era lo mejor después de un día muy agitado o por lo menos de una semana fuera de lo normal y se merecía este pequeño descanso. Shintaro sonreía de medio lado y sus ojos se cerraban…y fue en ese momento de absoluta calma en donde una voz conocida se acercó a hablarle, el peli verde no abrió los ojos y simplemente escuchó las palabras de Kryword al parecer lo estaba invitando a dar un pequeño paseo en la capital del agua…sonaba interesante y Midorima no podía dejar que el rubio anduviera solo por ahí ya que seguramente se metería en más de un problema y nada mejor que la compañía de Shintaro para prevenirlo o eso pensaba. Así que abrió los ojos y le dijo a su nakama:
Midorima: Esta bien, vamos…espero que no nos metamos en problemas y cualquier cosa si se pone muy feo…puedes irte y dejarme a mí solo y tú venirte. No es que esté menospreciándote es solo para protegerte…
Cortó su frase mientras con su mano derecha jugaba con el pelo de su nakama, para luego seguirle el paso desde un poco más atrás, la idea era bastante simple ir a explorar la isla que el peli verde conocía medianamente bien ya que hacer un tiempo y antes de la gran guerra en Loguetown vino a destrozarla, pero fue detenido por un maldito del Cipher Pol…aun le debía su revancha…pero ahora no iba a destrozar nada o por lo menos no iba con esa intención…siguió su camino de forma calmada y tranquila esperando que Kryword no aumentará de repente el ritmo, no quería perderlo en una isla tan grande como esta y a decir verdad Shintaro lo veía como un niño al cual en cierta manera debería proteger a toda costa…al parecer su carácter se había ido disolviendo en esta banda y para bien ya que ahora ponía la vida de sus nakamas antes de la suya propia.
Midorima: Esta bien, vamos…espero que no nos metamos en problemas y cualquier cosa si se pone muy feo…puedes irte y dejarme a mí solo y tú venirte. No es que esté menospreciándote es solo para protegerte…
Cortó su frase mientras con su mano derecha jugaba con el pelo de su nakama, para luego seguirle el paso desde un poco más atrás, la idea era bastante simple ir a explorar la isla que el peli verde conocía medianamente bien ya que hacer un tiempo y antes de la gran guerra en Loguetown vino a destrozarla, pero fue detenido por un maldito del Cipher Pol…aun le debía su revancha…pero ahora no iba a destrozar nada o por lo menos no iba con esa intención…siguió su camino de forma calmada y tranquila esperando que Kryword no aumentará de repente el ritmo, no quería perderlo en una isla tan grande como esta y a decir verdad Shintaro lo veía como un niño al cual en cierta manera debería proteger a toda costa…al parecer su carácter se había ido disolviendo en esta banda y para bien ya que ahora ponía la vida de sus nakamas antes de la suya propia.
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Una vez bajados del barco y después de invitar a Midorima, este aceptó y se bajó del barco. Una vez en el suelo me dijo que estaría preocupado por mi si acabara en algún problema y eso no me gustaba la verdad, pues creo que debería estar yo más preocupado por el que el por mi. Era una de las personas que más admiraba en el barco por su forma de ser, después de Crimson y Rose quien siempre me han parecido un ejemplo a seguir. Después de sus emotivas palabras le contesté lo siguiente:
-No necesito tu protección en absoluto, es más puedo velarme por mi mismo, aunque siempre me viene bien una mano de más si entiendes a lo que me refiero. Estamos en esta isla en busca de algo de aventura y es lo que vamos a tener, me importa poco lo que pueda llegar a pasarnos, pues saldremos de ello como sea. Y si no podemos salir nosotros, siempre tendremos a la banda apoyándonos o intentando salvarnos de cualquier situación y esto es lo que hace la banda de Sons of Anarchy lo que es.- Mis palabras eran sinceras y mi tono de voz suave y delicado, lo suficientemente alto como para que me escuchara el y nadie más.
Mientras hablaba notaba que el joven peli-verde se acercaba cada vez a mi cara y de repente hizo algo placentero pero que nunca me hubiera esperado viniendo de alguien como el. Empezó a toquetear mi pelo para poco tiempo después dejarlo y quedarse por un segundo donde estaba con la mente sumergida entre sus profundos pensamientos. A saber que estaba pensando el joven peli-verde, pues nunca antes un hombre había jugueteado con mi pelo de tal manera y no sabía como reaccionar, por lo tanto lo dejé pasar y proseguí mi camino hacía la plaza caminando de manera normal pero alocada a la vez, los ropajes que llevaba aquel día me venían de perlas y se sentían muy bien.
Mientras caminaba giré mi cabeza hacía Midorima y le pregunte lo siguiente con un tono amable:
-Oye Midorima, ¿qué piensas tu acerca de las islas del cielo, piensas que existen o piensas que son todo un mito, o por lo contrario no tienes ningún pensamiento sobre esto?-Tras esta serie de preguntas seguía caminando esperando su respuesta, pues este se encontraba a mi derecha y seguía caminando a la misma velocidad que yo. No tenía ganas de aumentar el ritmo, pues no pensaba hacer correr a Midorima ya que a mi me daba personalmente igual correr un poco más, al fin y al cabo estaba acostumbrado a las altas velocidades.
-No necesito tu protección en absoluto, es más puedo velarme por mi mismo, aunque siempre me viene bien una mano de más si entiendes a lo que me refiero. Estamos en esta isla en busca de algo de aventura y es lo que vamos a tener, me importa poco lo que pueda llegar a pasarnos, pues saldremos de ello como sea. Y si no podemos salir nosotros, siempre tendremos a la banda apoyándonos o intentando salvarnos de cualquier situación y esto es lo que hace la banda de Sons of Anarchy lo que es.- Mis palabras eran sinceras y mi tono de voz suave y delicado, lo suficientemente alto como para que me escuchara el y nadie más.
Mientras hablaba notaba que el joven peli-verde se acercaba cada vez a mi cara y de repente hizo algo placentero pero que nunca me hubiera esperado viniendo de alguien como el. Empezó a toquetear mi pelo para poco tiempo después dejarlo y quedarse por un segundo donde estaba con la mente sumergida entre sus profundos pensamientos. A saber que estaba pensando el joven peli-verde, pues nunca antes un hombre había jugueteado con mi pelo de tal manera y no sabía como reaccionar, por lo tanto lo dejé pasar y proseguí mi camino hacía la plaza caminando de manera normal pero alocada a la vez, los ropajes que llevaba aquel día me venían de perlas y se sentían muy bien.
Mientras caminaba giré mi cabeza hacía Midorima y le pregunte lo siguiente con un tono amable:
-Oye Midorima, ¿qué piensas tu acerca de las islas del cielo, piensas que existen o piensas que son todo un mito, o por lo contrario no tienes ningún pensamiento sobre esto?-Tras esta serie de preguntas seguía caminando esperando su respuesta, pues este se encontraba a mi derecha y seguía caminando a la misma velocidad que yo. No tenía ganas de aumentar el ritmo, pues no pensaba hacer correr a Midorima ya que a mi me daba personalmente igual correr un poco más, al fin y al cabo estaba acostumbrado a las altas velocidades.
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Midorima caminaba tranquilo, una brisa suave recorría el lugar a decir verdad había cierta fortuna en que todavía no se internarán tanto en la ciudad ya que si no habría muy poco espacio para una eventual lucha o tener alguna forma de huir, aparte Kyword era un usuario de las frutas malditas lo que significaba que en esta ciudad corría un gran peligro, todo eso pensaba el peli verde ya que eran cosas que tenía que tener en mente, aunque al parecer todo estaba bien ya que no había nada que estuviera fuera de control y entonces fue que escuchó las preguntas disparadas del rubio, eran preguntas interesantes ya que nunca antes se lo había pensado, aunque a decir verdad no era un tema que le importará mucho al peli verde ya que él solo vivía su vida y las aventuras que le tocarán venir las afrontaba con fuerza. El peli verde estaba a punto de responderle a su nakama cuando dos tipos se cruzaron en su camino, y entonces el de pelo castaño, ojos azules, con una espada en mano se adelantó para hablar:
¿?: Bien, ustedes deben ser Midorima Shintaro y Kryword ¿Verdad? De ser así, les ha llegado su hora y ahora morirán y así iremos bajando las fuerzas de Sons Of Anarchy de a poco para luego derrotarlos, y yo el capitán de la banda Friend or Foe nos haremos cargo de esa banda de pacotilla. No pongan resistencia, que es inútil.
Su tono fue muy arrogante lo que hizo que Shintaro sonriera de medio lado, miró a Kryword para luego dar un paso adelante, el terreno era el ideal por suerte no habían obstáculos y tampoco estaban ni siquiera cerca de la ciudad, cosa que si pasaba algo no atraería la atención de agentes del Cipher Pol o bien de la marina que en esta isla estaban a montones, Midorima se hizo tronar los dedos de ambas manos para luego mirar con cara desafiante a ese capitán, lo analizó bien y era obvio que era fuerte o por lo menos su cuerpo decía eso ya que tenía unos músculos muy marcados, aparte la espada no dejaba mucho que envidiar, aunque seguramente no sería rival para el nuevo Midorima Shintaro quien hablo con calma y con un tono serio:
Midorima: Kryword, encárgate del segundo y ten cuidado, yo me encargo del hablador…no nos demoremos mucho que quiero recorrer la isla. Demostrémosle que están a años luz de derrotarnos a nosotros. Y aparte demuéstrame que no necesitas protección.
Mencionó prácticamente ignorando al capitán castaño, y entonces Shintaro empezó a caminar hacia un lado y al parecer su rival también había aceptado la invitación ya que le siguió sin decir mucha cosa, se alejaron lo suficiente para darle espacio a los otros dos y seguramente estaban a unos 20 metros de distancia…Midorima sonrió de medio lado mientras se ponía en guardia imitando la posición de un luchador de boxeo, la pelea estaba a punto de comenzar.
¿?: Bien, ustedes deben ser Midorima Shintaro y Kryword ¿Verdad? De ser así, les ha llegado su hora y ahora morirán y así iremos bajando las fuerzas de Sons Of Anarchy de a poco para luego derrotarlos, y yo el capitán de la banda Friend or Foe nos haremos cargo de esa banda de pacotilla. No pongan resistencia, que es inútil.
Su tono fue muy arrogante lo que hizo que Shintaro sonriera de medio lado, miró a Kryword para luego dar un paso adelante, el terreno era el ideal por suerte no habían obstáculos y tampoco estaban ni siquiera cerca de la ciudad, cosa que si pasaba algo no atraería la atención de agentes del Cipher Pol o bien de la marina que en esta isla estaban a montones, Midorima se hizo tronar los dedos de ambas manos para luego mirar con cara desafiante a ese capitán, lo analizó bien y era obvio que era fuerte o por lo menos su cuerpo decía eso ya que tenía unos músculos muy marcados, aparte la espada no dejaba mucho que envidiar, aunque seguramente no sería rival para el nuevo Midorima Shintaro quien hablo con calma y con un tono serio:
Midorima: Kryword, encárgate del segundo y ten cuidado, yo me encargo del hablador…no nos demoremos mucho que quiero recorrer la isla. Demostrémosle que están a años luz de derrotarnos a nosotros. Y aparte demuéstrame que no necesitas protección.
Mencionó prácticamente ignorando al capitán castaño, y entonces Shintaro empezó a caminar hacia un lado y al parecer su rival también había aceptado la invitación ya que le siguió sin decir mucha cosa, se alejaron lo suficiente para darle espacio a los otros dos y seguramente estaban a unos 20 metros de distancia…Midorima sonrió de medio lado mientras se ponía en guardia imitando la posición de un luchador de boxeo, la pelea estaba a punto de comenzar.
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Me encontraba caminando al lado de Midorima cuando le hice la pregunta sobre la existencia de las islas del cielo. Este estaba a punto de contestarme pero algo impredecible pasó, un hombre de aspecto musculoso y bastante alto se puso delante nuestra y nos cortó el paso.
Este dijo lo siguiente en voz alta y firme pero vacilando.
Tras esta frase dicha de forma arrogante y buscando provocarnos, mi compañero sonrió y yo hice lo mismo, esa gente no sabía con quién se estaba metiendo y tampoco sabía lo que les podía llegar a pasar. Le di un pequeño vistazo al terreno que era perfecto para luchar, pues no había obstáculo alguno y tampoco estaba cerca de la ciudad y de esta manera no atraeríamos la atención de personas ajenas. Acto seguido Midorima me dijo que me ocupara del segundo al mando, que supondría sería la persona que estaba a su lado, la cual no pude describir, pues se encontraba en la sombra del capitán. También me dijo que no me preocupara, le respondí afirmando con la cabeza y proseguí a buscar con la mirada al segundo. Midorima se alejó unos 20 metros y lo que parecía ser el capitán le siguió.
Una vez se fue el capitán pude ver al segundo al mando, una persona que no me esperaba que lo fuera, pues su cara era redonda y tenía pecas marrones por toda esta. No medía más de metro cincuenta y parecía bastante débil. No sabía si tomármelo enserio o no, pues su apariencia daba pena sin duda. Su cara tenía forma de galleta y su pelo castaño lo empeoraba aún más. Este llevaba consigo una espada a cada lado y en la espalda tenía un extraño disco de color metálico y tan grande como el, me preguntaba que podría ser. Recordé que Midorima me había dejado a este para luchar y lo único que pude hacer fue gritar.
-¿Enserio tengo que luchar con este cara-galleta? ¡Esto no hay quien se lo tome enserio!-grite con fuerza para que Midorima me escuchara, aunque este seguramente ya se encontraba en plena pelea. Acto seguido el hombre cara-galleta me miró con cara amenazante y con intenciones asesinas. Puede que lo haya provocado, más que seguro lo hice, aunque no sabía como luchar contra una persona con cara de galleta, ¿debía comérmelo? ¿o acaso introducirlo en leche, quién sabe?
Mi cara mientras decía eso era esta.
El chico cara-galleta desenfundó rápidamente sus dos katanas y se abalanzó sobre mi intentando hacer un corte cruzado, su velocidad era mayor de lo que había pensado, pero en eso sería en lo último que podría llegar a ganarme, pues yo soy un guepardo.
-Te mostraré que el tamaño no lo es todo, maldito imbécil. Sabrás lo que significa subestimar al segundo al mando de Friends or Foe.- gritaba este con voz rabiosa mientras hacía su ataque
Salté hacía el aire cuando este hizo el corte y la suela de una de mis sandalias acabó siendo cortada, al bajar caí sobre su cabeza y lo dejé en el suelo, acto seguido volví a saltar y esta vez me quedé algo más atrás esperando ver su reacción al levantarse.
-Muestrame lo que vales, yo te enseñaré lo que es meterte con el segundo al mando de la segunda división de Sons of Anarchy, sufrirás el más duro de los destinos por haber ido en contra de esta banda.- Dije mientras esperaba que el chico cara-galleta se levantase.
Este dijo lo siguiente en voz alta y firme pero vacilando.
Bien, ustedes deben ser Midorima Shintaro y Kryword ¿Verdad? De ser así, les ha llegado su hora y ahora morirán y así iremos bajando las fuerzas de Sons Of Anarchy de a poco para luego derrotarlos, y yo el capitán de la banda Friend or Foe nos haremos cargo de esa banda de pacotilla. No pongan resistencia, que es inútil.
Tras esta frase dicha de forma arrogante y buscando provocarnos, mi compañero sonrió y yo hice lo mismo, esa gente no sabía con quién se estaba metiendo y tampoco sabía lo que les podía llegar a pasar. Le di un pequeño vistazo al terreno que era perfecto para luchar, pues no había obstáculo alguno y tampoco estaba cerca de la ciudad y de esta manera no atraeríamos la atención de personas ajenas. Acto seguido Midorima me dijo que me ocupara del segundo al mando, que supondría sería la persona que estaba a su lado, la cual no pude describir, pues se encontraba en la sombra del capitán. También me dijo que no me preocupara, le respondí afirmando con la cabeza y proseguí a buscar con la mirada al segundo. Midorima se alejó unos 20 metros y lo que parecía ser el capitán le siguió.
Una vez se fue el capitán pude ver al segundo al mando, una persona que no me esperaba que lo fuera, pues su cara era redonda y tenía pecas marrones por toda esta. No medía más de metro cincuenta y parecía bastante débil. No sabía si tomármelo enserio o no, pues su apariencia daba pena sin duda. Su cara tenía forma de galleta y su pelo castaño lo empeoraba aún más. Este llevaba consigo una espada a cada lado y en la espalda tenía un extraño disco de color metálico y tan grande como el, me preguntaba que podría ser. Recordé que Midorima me había dejado a este para luchar y lo único que pude hacer fue gritar.
-¿Enserio tengo que luchar con este cara-galleta? ¡Esto no hay quien se lo tome enserio!-grite con fuerza para que Midorima me escuchara, aunque este seguramente ya se encontraba en plena pelea. Acto seguido el hombre cara-galleta me miró con cara amenazante y con intenciones asesinas. Puede que lo haya provocado, más que seguro lo hice, aunque no sabía como luchar contra una persona con cara de galleta, ¿debía comérmelo? ¿o acaso introducirlo en leche, quién sabe?
Mi cara mientras decía eso era esta.
El chico cara-galleta desenfundó rápidamente sus dos katanas y se abalanzó sobre mi intentando hacer un corte cruzado, su velocidad era mayor de lo que había pensado, pero en eso sería en lo último que podría llegar a ganarme, pues yo soy un guepardo.
-Te mostraré que el tamaño no lo es todo, maldito imbécil. Sabrás lo que significa subestimar al segundo al mando de Friends or Foe.- gritaba este con voz rabiosa mientras hacía su ataque
Salté hacía el aire cuando este hizo el corte y la suela de una de mis sandalias acabó siendo cortada, al bajar caí sobre su cabeza y lo dejé en el suelo, acto seguido volví a saltar y esta vez me quedé algo más atrás esperando ver su reacción al levantarse.
-Muestrame lo que vales, yo te enseñaré lo que es meterte con el segundo al mando de la segunda división de Sons of Anarchy, sufrirás el más duro de los destinos por haber ido en contra de esta banda.- Dije mientras esperaba que el chico cara-galleta se levantase.
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Midorima miraba de forma tranquila al espadachín, no tenía idea de lo que iba a suceder, pero quería probar algo que estaba aprendiendo hace poco, un nuevo estilo de pelea en donde usaba mucha mayor velocidad que antes, en pocas palabras ese capitán no iba a tener ninguna posibilidad contra el Midorima actual, el que salió con fuerza luego de ver esa tremenda guerra, su mirada lentamente cambió a una de suma concentración tanto así que ni siquiera escuchó lo que le decía Kryword, que al parecer no iba a tener problemas con ese enano…fue entonces que escuchó como es que el espadachín venía en su dirección, Midorima lentamente lo miró para luego empezar la serie de ataques que lanzaba, no cabía duda que era ágil pero Shintaro lo veía extrañamente con mucha lentitud haciendo posible esquivar todos y cada uno de sus ataques, y el último tajo en diagonal lo esquivó con una voltereta hacía atrás alejándose un par de metros.
Sin más sonrió de medio lado, se cruzó de brazos para luego hacerle una seña con la mano que estaba sobre el brazo izquierdo para que ese espadachín viniera más rápido, y el capitán no tardó demasiado en caer en la provocación, y fue entonces que aumentó su velocidad para llegar en segundos a la posición del peli verde y de forma rápida lanzó un poderoso tajo de arriba abajo que Midorima alcanzó a esquivar con un rápido juego de pies, pero también se vio como es que algunos mechones de su pelo salían volando y también parte de su polera verde, Shintaro en todo momento mantuvo su sonrisa y entonces escuchó las palabras de aquel espadachín:
¿?: Soy Riki, un espadachín proveniente de la Isla Wano, en pocas palabras te estás enfrentando contra alguien fuerte ¿en serio crees que podrás vencerme? Y deberías preocuparte más por tú amigo, seguramente tenga más de un problemas. Pero antes de ir a ayudarlo tendrás que derrotarme ¿podrás salvarte a ti y a tu nakama? Que empiece el juego.
Midorima simplemente rió por la bajo mientras bajaba sus brazos, al parecer tendría que ir más a fondo ya que ahora sabía que su oponente no era un cualquiera, no le respondió nada y simplemente espero que Riki retomara la ofensiva, lo iba a analizar a fondo para saber si realmente sería un desafío.
Sin más sonrió de medio lado, se cruzó de brazos para luego hacerle una seña con la mano que estaba sobre el brazo izquierdo para que ese espadachín viniera más rápido, y el capitán no tardó demasiado en caer en la provocación, y fue entonces que aumentó su velocidad para llegar en segundos a la posición del peli verde y de forma rápida lanzó un poderoso tajo de arriba abajo que Midorima alcanzó a esquivar con un rápido juego de pies, pero también se vio como es que algunos mechones de su pelo salían volando y también parte de su polera verde, Shintaro en todo momento mantuvo su sonrisa y entonces escuchó las palabras de aquel espadachín:
¿?: Soy Riki, un espadachín proveniente de la Isla Wano, en pocas palabras te estás enfrentando contra alguien fuerte ¿en serio crees que podrás vencerme? Y deberías preocuparte más por tú amigo, seguramente tenga más de un problemas. Pero antes de ir a ayudarlo tendrás que derrotarme ¿podrás salvarte a ti y a tu nakama? Que empiece el juego.
Midorima simplemente rió por la bajo mientras bajaba sus brazos, al parecer tendría que ir más a fondo ya que ahora sabía que su oponente no era un cualquiera, no le respondió nada y simplemente espero que Riki retomara la ofensiva, lo iba a analizar a fondo para saber si realmente sería un desafío.
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Me encontraba completamente concentrado en mi duelo, aunque estaba relativamente subestimando al pequeña-jo que se hacía llamar segundo al mando de una banda pirata. ¿Como es posible que una banda pirata sea tan mala como para tener a un segundo al mando tan pequeño y débil? Esa pregunta resonaba en mi cabeza cuando este saltó hacía mi con las katanas apuntando a mi cabeza, un corte limpio sin duda, pero no me había cortado la cabeza por suerte. Me impulsé hacía atrás y lo único que consiguió cortar fue mi camiseta de tirantes, que quedó con dos grandes cortes en medio.
-Piuff, casi me cortas, cara galleta, ten más cuidado con tus acciones, podrían matar a alguien.- Le dije yo vacilando, a la vez que cogía mi par de kunais en mis manos y salté directo a sus hombros en mi forma híbrida de guepardo, quería empezar fuerte y lo haría.
Una vez al lado suya, hice un corte de arriba abajo, intentando dejarle sin su brazo derecho, la verdad es que no funcionó del todo, pero se quedó con un bonito manchón rojo debido a la sangre que salía debido al corte. Aún mantenía el brazo y solo le había hecho un pequeño corte superficial, pero este sangraba y el desangramiento nunca es bueno. Una vez hice el corte volví hacía atrás impulsándome a saltos, esta vez en mi forma humana, esperaba que el hombrecito se diera cuenta de que tenía una habilidad especial.
-¿!Que demonios ha sido eso, gfff, que has hecho hace un momento, bastardo!?- Preguntaba el cara-galleta mientras este intentaba no gritar de dolor y esconderlo, pero el desangramiento se notaba.
-Oh, te has dado cuenta, es un secreto, te lo desvelaré cuando me muestres lo que llevas ahí en la espalda, pequeño cara-galleta.- Dije yo esperando a que este rabiara y en el próximo ataque atacase con todo lo que tenía y no vacilando-me.
Una vez en esta posición esperé el siguiente ataque del cara-galleta mientras miraba a Midorima luchar contra el capitán de esa banda pirata sin renombre.
-Piuff, casi me cortas, cara galleta, ten más cuidado con tus acciones, podrían matar a alguien.- Le dije yo vacilando, a la vez que cogía mi par de kunais en mis manos y salté directo a sus hombros en mi forma híbrida de guepardo, quería empezar fuerte y lo haría.
Una vez al lado suya, hice un corte de arriba abajo, intentando dejarle sin su brazo derecho, la verdad es que no funcionó del todo, pero se quedó con un bonito manchón rojo debido a la sangre que salía debido al corte. Aún mantenía el brazo y solo le había hecho un pequeño corte superficial, pero este sangraba y el desangramiento nunca es bueno. Una vez hice el corte volví hacía atrás impulsándome a saltos, esta vez en mi forma humana, esperaba que el hombrecito se diera cuenta de que tenía una habilidad especial.
-¿!Que demonios ha sido eso, gfff, que has hecho hace un momento, bastardo!?- Preguntaba el cara-galleta mientras este intentaba no gritar de dolor y esconderlo, pero el desangramiento se notaba.
-Oh, te has dado cuenta, es un secreto, te lo desvelaré cuando me muestres lo que llevas ahí en la espalda, pequeño cara-galleta.- Dije yo esperando a que este rabiara y en el próximo ataque atacase con todo lo que tenía y no vacilando-me.
Una vez en esta posición esperé el siguiente ataque del cara-galleta mientras miraba a Midorima luchar contra el capitán de esa banda pirata sin renombre.
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Un suave viento recorría todo el lugar de la pelea, y jugaba con los cabellos verdes de Midorima quien estaba muy calmado pese a saber que su oponente era muy fuerte o por lo menos eso hacía pensar su lugar de procedencia, después de todo era conocido que alguien proveniente de Wano era alguien de tener en cuenta, de hecho son uno de los pocos reinos que no estaba aliado con el Gobierno Mundial…era sin dudas un hombre a tener en cuenta tanto con su fuerza como con sus movimientos que eran dignos de elogios, así que Shintaro estaba claro que al final de cuentas tendría que esforzarse algo más de la cuenta, de reojo notaba que Kryword no tenía tantos problemas, no de momento aparte su fruta en este tipo de terreno le daba una gran ventaja así que no se iba a preocupar tanto.
Suspiro de manera calmada para luego ponerse en posición ofensiva, al parecer ese espadachín no iba a seguir con la ofensiva así que lo estaba obligando a darle un poco más de acción, así que empezó a correr en zigzag tratando de confundir a ese idiota, se frenó en seco delante de Riki para luego hacer una hermosa finta de una patada que iba dirigida a las costillas para luego rápidamente cambiar de posición y aprovechando la abertura que había logrado, lanzó un potente puñetazo directo al rostro pero que el espadachín esquivó con una facilidad pasmosa con una voltereta hacía atrás. Midorima sonrió de medio lado para luego alejarse un par de metros, nuevamente hubo una gran distancia entre ambos y aquel capitán no perdió el tiempo para moverse con una gran velocidad hacía el peli verde y entonces mientras corría lanzaba fuertes espadazos que cortaban el viento y entonces poderosas ondas cortantes aparecían en el viento, Midorima imbuyó sus brazos en Haki Armadura, ahora que era más fuerte que antes logró detener la mayoría de esas ondas pero una dio de lleno en el hombro derecho de este.
Midorima se alejó un par de metros mientras su hombro empezaba a sangrar, el corte había sido profundo, pero el capitán no le daba tiempo a respirar y nuevamente de manera muy cerca lanzó un potente espadazo dirigido al pecho que Shintaro frenó usando su brazo izquierdo que seguía imbuido en Haki y también se dejó llevar por el golpe para alejarse de su rival, y entonces con una sonrisa le dijo a Riki:
Midorima: Vaya, eso me pasa por subestimarte, tendré que ir más en serio…pero de ahora en adelante no podrás seguirme el ritmo…te mostraré lo fuerte que soy y lo lejos que estás de los miembros de Sons.
Mencionó tranquilamente mientras mantenía su sonrisa algo sádica pero que mostraba su confianza, sin más suspiro levemente ya que era hora de aumentar el ritmo y también de acabar con este juego.
Suspiro de manera calmada para luego ponerse en posición ofensiva, al parecer ese espadachín no iba a seguir con la ofensiva así que lo estaba obligando a darle un poco más de acción, así que empezó a correr en zigzag tratando de confundir a ese idiota, se frenó en seco delante de Riki para luego hacer una hermosa finta de una patada que iba dirigida a las costillas para luego rápidamente cambiar de posición y aprovechando la abertura que había logrado, lanzó un potente puñetazo directo al rostro pero que el espadachín esquivó con una facilidad pasmosa con una voltereta hacía atrás. Midorima sonrió de medio lado para luego alejarse un par de metros, nuevamente hubo una gran distancia entre ambos y aquel capitán no perdió el tiempo para moverse con una gran velocidad hacía el peli verde y entonces mientras corría lanzaba fuertes espadazos que cortaban el viento y entonces poderosas ondas cortantes aparecían en el viento, Midorima imbuyó sus brazos en Haki Armadura, ahora que era más fuerte que antes logró detener la mayoría de esas ondas pero una dio de lleno en el hombro derecho de este.
Midorima se alejó un par de metros mientras su hombro empezaba a sangrar, el corte había sido profundo, pero el capitán no le daba tiempo a respirar y nuevamente de manera muy cerca lanzó un potente espadazo dirigido al pecho que Shintaro frenó usando su brazo izquierdo que seguía imbuido en Haki y también se dejó llevar por el golpe para alejarse de su rival, y entonces con una sonrisa le dijo a Riki:
Midorima: Vaya, eso me pasa por subestimarte, tendré que ir más en serio…pero de ahora en adelante no podrás seguirme el ritmo…te mostraré lo fuerte que soy y lo lejos que estás de los miembros de Sons.
Mencionó tranquilamente mientras mantenía su sonrisa algo sádica pero que mostraba su confianza, sin más suspiro levemente ya que era hora de aumentar el ritmo y también de acabar con este juego.
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El viento recorría mi pelo y ofrecía una sensación de frescor en ese pelea de bastardos, el joven cara-galleta estaba a punto de atacarme y mientras tanto en el otro lado, Midorima se encontraba en plena pelea contra el capitán de esa banda de pacotilla. No tardé en darme cuenta de que el pequeñajo se abalanzó sobre mi y me hizo perder el equilibrio, llevaba en sus manos sus dos katanas, las cuales iban dirigidas directas hacía mis costillas. Me había caído contra el suelo de espaldas y para no recibir los cortes rodé en dirección contraria a sus cuchillas y me choque con un pilar que había en el camino y que por casualidad se encontraba ahí.
Golpeé con todo el abdomen en las columnas y eso me hizo retroceder un poquito, al volver en mi me levante y mire con cara de asesino a ese pequeño diablo que me acababa de dejar en ridículo. La rabia cobraba fuerza dentro de mi cuerpo pero no podía dejarla salir a la luz, las emociones no me ofrecerían la victoria en ningún momento. Soplé y tomé la iniciativa, si el chico no me enseñaba que llevaba en la espalda me lo llevaría por mi cuenta, al fin y al cabo, era un felino y lo que menos me faltaba era curiosidad.
Con las dos manos cogí con fuerza mi bumerán y usando el impulso de estas dos en forma híbrida lo hice volar cargado de ondas de choque en dirección a ese chico. Fue entonces cuando el ante la velocidad con la que venía el bumerán tomó con sus dos manos un disco, era algo que llevaba en la espalda, el disco medía tanto como el, pero parecía sentirse cómodo con su tamaño y peso, pues cambió la trayectoria de mi bumerán con relativa facilidad. Este quedó enganchado en el suelo unos metros más allá de el y con un pequeño cráter a su alrededor, formado por las ondas de choque.
-Muy bien, así que era eso lo que llevabas ahí, un arma secreta, que empiece el juego, ¿el bumerán o tu disco especial?- Dije con voz fuerte y vacilona mientras miraba hacía mi adversario
-¿A caso crees que tendrás tiempo para hacerme algún rasguño?, este disco esta fabricado en una aleación casi indestructible, no podrás hacerme ningún rasguño mientras yo tenga el disco entre mis manos. ¡Morirás aquí y ahora bastardo!- Contestó rápidamente mosqueado el chiquillo
A su respuesta no tuve más opción que transformarme en mi forma completa y abalanzarme sobre mi bumerán para recogerlo mientras salía rodando de ahí. El joven al ver mi acción de correr hacía el bumerán intento pararme a mitad de camino y para ello hice una táctica algo arriesgada, entrar en su aro, conseguí salir con un rasguño en el píe derecho y con una pequeña herida en la cara, era el momento perfecto para el contraataque. Mi contraataque consistía en morderle la pierna derecha, al darse cuenta de lo que estaba haciendo me pegó una patada en el cuello y me hizo volar unos 4 metros de distancia. La caída a esta distancia fue en seco y de manera muy drástica. Me levanté tras eso y lo miré con atención, el chico pintaba ser débil, pero no lo era, tenía la suficiente fuerza para hacerme volar 4 metros y no pude comprobar sus poderes por completo, en el siguiente ataque conseguiría derrotarlo, o eso es lo que suponía yo y mi conciencia.
Golpeé con todo el abdomen en las columnas y eso me hizo retroceder un poquito, al volver en mi me levante y mire con cara de asesino a ese pequeño diablo que me acababa de dejar en ridículo. La rabia cobraba fuerza dentro de mi cuerpo pero no podía dejarla salir a la luz, las emociones no me ofrecerían la victoria en ningún momento. Soplé y tomé la iniciativa, si el chico no me enseñaba que llevaba en la espalda me lo llevaría por mi cuenta, al fin y al cabo, era un felino y lo que menos me faltaba era curiosidad.
Con las dos manos cogí con fuerza mi bumerán y usando el impulso de estas dos en forma híbrida lo hice volar cargado de ondas de choque en dirección a ese chico. Fue entonces cuando el ante la velocidad con la que venía el bumerán tomó con sus dos manos un disco, era algo que llevaba en la espalda, el disco medía tanto como el, pero parecía sentirse cómodo con su tamaño y peso, pues cambió la trayectoria de mi bumerán con relativa facilidad. Este quedó enganchado en el suelo unos metros más allá de el y con un pequeño cráter a su alrededor, formado por las ondas de choque.
-Muy bien, así que era eso lo que llevabas ahí, un arma secreta, que empiece el juego, ¿el bumerán o tu disco especial?- Dije con voz fuerte y vacilona mientras miraba hacía mi adversario
-¿A caso crees que tendrás tiempo para hacerme algún rasguño?, este disco esta fabricado en una aleación casi indestructible, no podrás hacerme ningún rasguño mientras yo tenga el disco entre mis manos. ¡Morirás aquí y ahora bastardo!- Contestó rápidamente mosqueado el chiquillo
A su respuesta no tuve más opción que transformarme en mi forma completa y abalanzarme sobre mi bumerán para recogerlo mientras salía rodando de ahí. El joven al ver mi acción de correr hacía el bumerán intento pararme a mitad de camino y para ello hice una táctica algo arriesgada, entrar en su aro, conseguí salir con un rasguño en el píe derecho y con una pequeña herida en la cara, era el momento perfecto para el contraataque. Mi contraataque consistía en morderle la pierna derecha, al darse cuenta de lo que estaba haciendo me pegó una patada en el cuello y me hizo volar unos 4 metros de distancia. La caída a esta distancia fue en seco y de manera muy drástica. Me levanté tras eso y lo miré con atención, el chico pintaba ser débil, pero no lo era, tenía la suficiente fuerza para hacerme volar 4 metros y no pude comprobar sus poderes por completo, en el siguiente ataque conseguiría derrotarlo, o eso es lo que suponía yo y mi conciencia.
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