Días de reclutamiento "Sowanko & Co." (Rol público- Presente) (Vanko/Luthia)

El día amaneció envuelto en un manto nublado, y yo, con la intuición aguda que solo el tiempo, la experiencia y tener la fecha marcada en el calendario pueden brindar, sabía que al día siguiente sería el mercado. Un evento que congregaba a multitudes de civiles en un solo punto, y en mi mente lo veía como una oportunidad dorada para engrosar las filas de "Sowanko & Co.", sabía que antes de embarcarnos en nuestra ambiciosa expansión comercial, necesitaba aumentar nuestras filas, y qué mejor ocasión que esta para reclutar nuevos talentos.

Con ese propósito en mente, decidí imprimir unas octavillas que llevarían nuestro mensaje al vulgo:

"Sowanko & Company" está en busca de trabajadores altamente cualificados, ansiosos por avanzar en su campo, comprometidos con la mejora constante y con la firme convicción de hacer del mundo un lugar mejor.

Ofrecemos empleo seguro, un atractivo programa de incentivos y, lo más importante, oportunidades de promoción interna.

Las entrevistas se llevarán a cabo durante los días de mercado, de 10 a 20 horas, en nuestras oficinas ubicadas en la nave 3 del polígono industrial de Dorithia.

No es necesaria cita previa."

Elegí la nave número 3 deliberadamente. Era un lugar sereno, conocido por su tranquilidad y seguridad, y además tenía múltiples salidas estratégicas. De vez en cuando, realizaba algunos negocios con mi contacto en el mercado allí, y como parte de uno de esos acuerdos mas favorable para él que para mi, me permitió utilizar ese espacio durante los días de mercado sin levantar sospechas innecesarias. Siempre prefería mantener un perfil bajo.

Con meticulosidad, preparé mi petate con todos los elementos esenciales: alimentos, bebida, papel, tinta y una pluma para formalizar contratos y acuerdos. Mi viaje hacia Dorithia comenzó temprano, con la certeza de que debía ser uno de los primeros en llegar para asegurarme de que todo estuviera en orden. Cuando llegué, las primeras luces del día apenas iluminaban el horizonte y algunos puestos temporales ya empezaban a abrir sus puertas. Rodeé los puestos entregando nuestros folletos a los distintos comercios y asegurándome de fijarlos en las paredes y quicios más visibles. Era crucial que nuestro mensaje llegara a todos los rincones de Dorithia.

Finalmente, llegué al lugar que había destinado para las entrevistas. Coloqué un cartel provisional con el nombre "Sowanko & Co." en la puerta, señalizando que esa era la ubicación adecuada para encontrarnos. Luego, ascendí a las oficinas en lo alto de la nave industrial, una especie de atalaya burocrática desde la cual tenía una vista privilegiada de la entrada.

Me senté, con la calma y la paciencia que siempre me caracterizaban, esperando a los candidatos que pudieran comenzar a llegar. Desde mi posición elevada, tenía una vista panorámica que me permitía analizarlos con detalle mientras, con destreza, limpiaba y verificaba mis sables y pistolas sobre la mesa. Nunca se sabía quién podría atravesar esa puerta, y estar prevenido era una de las lecciones que la vida me había enseñado con más énfasis. Mantuve mis sentidos alerta, listo para ocultar mis armas en un abrir y cerrar de ojos si alguien inoportuno decidiera aparecer.

El tiempo pasaba lentamente mientras aguardaba en aquella oficina tras aquella mesa. En mi mente, ya imaginaba cómo "Sowanko & Co." crecería con nuevas incorporaciones, cómo los engranajes de nuestro negocio girarían con mayor fluidez y cómo juntos construiríamos un futuro próspero y prometedor. Pero antes de todo eso, debía asegurarme de elegir a los mejores entre los aspirantes que pronto cruzarían esa puerta y se sumarían a nuestra causa.

Eran las 11:38 aproximadamente. La idea principal había sido ir al área de mercados a abastecerse para los víveres necesarios. Siendo medica, lo que más le interesaban era alcohol etílico, vendas de tela, y las adhesivas también, agua oxigenada, carbohidratos (Algunos para los más pequeños, como medio de soborno por portarse bien, y otros para ella), papel higiénico, y mucha agua.  
Todo iba bien, hasta que se toparon con un pequeño panfleto anexado junto con sus compras. A Luthia le dio suficiente curiosidad, y comenzó a leerlo. A Truma, si fiel amigo hiena, le interesaban más los dibujos del logotipo.

Luthia repentinamente estaba de mal humor, y se le notaba. Caminaba la gato apresuradamente por el lugar, sin dejarse distraer por todos los demás mercaderes que intentaban llamar su atención para poder venderle sus productos. Truma, su compañero hiena, tenia problemas en seguirle el ritmo, y chocaba torpemente con otras personas, o a veces con puestos pequeños. Por suerte nadie salia dañado, y en un lugar con tantas gente concentrada, pues era común que la gente se embistiera accidentalmente.

“¡...Lucy, espera!” varias veces decía su nombre para que bajara un poco la velocidad, pero ella no lo escuchaba, o lo ignoraba. Era una escena algo graciosa la verdad, que un macho grande como la hiena tuviera problemas en moverse alrededor de gente más pequeña. La maldición de ser un gigante con un corazón de oro, y no querer dañar a nadie.

¿Que la traía molesta? Era difícil saberlo del todo bien, pues la mink gato rara vez expresaba claramente lo que había en su cabeza, sus miedos y deseos eran secretos que pocos se atrevían a preguntar.  Y aquellos que lo hacían, eran ignorados, cómo le sucedía a su amigo hiena.

“Nave 3” repetía Luthia, mientras miraba algún señalamiento que la llevara a su destino. En su mano llevaba un papel, cual apretaba con mucha fuerza. Era el mismo panfleto que un reclutador de una tal “Sowanko & Company” había esparcido por el lugar. “Aquí es” seguía hablando sola.

Sin pedir permiso, se adentró en la oficina donde parecía que iba a ocurrir el reclutamiento. Un hombre, vestido mayormente de negro, cabellera blanca, estaba sentado en una de las sillas. Viendo que era el único dentro por el momento (o al menos eso aparentaba la oficina), la gato se acercó nada sutilmente hacia él.

“Busco informes” dijo, sin siquiera presentarse, ni ver si el hombre estaba ocupado. Solamente mostrando el panfleto con el nombre de Sowanko & Company.
Mientras esto ocurria, un mink hiena, con la lengua de fuera de cansado, se asomó por la puerta “Lucy… Te alcancé… Uwah...” le faltaba el aliento. "C-casi pierdo mis pantalones ahi afuera... Uff..."

La tensión en el corredor se había vuelto palpable durante la larga media hora que había transcurrido desde que terminé de limpiar y engrasar mis armas. Mis pasos repetitivos resonaban como los de un perro enjaulado mientras vigilaba la entrada de la nave industrial, una y otra vez, recordándome a mí mismo que tenía que mantener la paciencia. El reloj avanzaba, y pasaban las 11.30 de la mañana cuando finalmente alguien apareció. Como suele ocurrir en estas situaciones, unos minutos después, un segundo individuo hizo su entrada.

La primera en llegar fue una figura que llamó poderosamente mi atención. Era una especie de gato humanoide de pelaje rubio que avanzaba con un aire arrollador hacia la oficina. La acompañaba otro ser peculiar, que parecía ser una hiena humanoide. Si no hubiera previsto un lugar estratégico desde el cual observar la puerta, su entrada impetuosa habría conseguido sobresaltarme en sobremanera.

Nada mas llegar solicitó unos informes mientras agitaba una de mis octavillas, supongo que se refería al motivo de reclutamiento. Me levanté y le acerqué unas copias de la filosofía de la empresa y cuando estuvieron a su alcance comencé a explicar el porqué de todo esto, "Me complace brindarle una visión más profunda de lo que representa "Sowanko & Company" Somos una empresa cooperativa relativamente joven, pero estamos arraigados en un conjunto de valores fundamentales que impulsan nuestra misión y visión en el mundo empresarial.

En primer lugar, nuestra marca se enorgullecerá de ofrecer una calidad excepcional en todos nuestros productos y servicios. Consideramos que la calidad es el pilar sobre el cual se construirá la confianza de nuestros clientes. Trabajaremos incansablemente para superar sus expectativas, proporcionando productos y servicios que no solo cumplan, sino que también excedan los estándares de la industria.

Además, "Sowanko & Company" es una empresa que valora profundamente la relación calidad/precio. Creemos firmemente que la calidad no debe estar reñida con la accesibilidad y por ello buscamos proporcionar productos y servicios de alta calidad a precios justos y razonables. Esta filosofía nos distinguirá en el mercado competitivo ya que estamos comprometidos a brindar el mejor valor posible a nuestros clientes.

Nuestro objetivo principal es expandirnos todo lo posible y hacer crecer nuestra presencia en el mercado. Para lograrlo, estamos en busca de profesionales apasionados y comprometidos que compartan nuestra visión. Valoramos a las personas que desean sobresalir y desean dar lo mejor de sí mismas en un entorno donde se les brinda la oportunidad de crecer y desarrollarse tanto profesional como personalmente. Ni que decir que para aquellos miembros de "Sowanko & Company" que mas aporten hay previsto un sistema de incentivos a la altura.

En "Sowanko & Company" no solo estamos enfocados en los resultados comerciales, sino también en el impacto que podemos tener en el mundo. Creemos en dejar una huella significativa y duradera. Como empresa reconocemos que al unir nuestras habilidades y esfuerzos, podemos lograr mucho más de lo que sería posible individualmente. Esto significa que, al trabajar juntos como un equipo cohesionado llegaremos a ayudar a muchas más personas y comunidades de lo que podríamos haber alcanzado como individuos aislados.", terminé mi tediosa exposición y les observé con detenimiento, manteniendo mi expresión serena, planteé las primeras preguntas que consideré más pertinentes: “¿En qué campo trabajan ustedes? ¿Cómo podrían contribuir a hacer de nuestro mundo un lugar mejor?”, pregunté.

Manteniendo la calma, señalé hacia los asientos disponibles en la oficina, unas pobres sillas de madera oscura con reposabrazos delante de una mesita de salón. “Por favor, tomen asiento y sírvanse una taza de té antes de comenzar a responder.”, añadí mientras los miraba fijamente a los ojos, “Por cierto, me llamo Vanko, y seré quien los entreviste. ¿Tienen alguna pregunta antes de comenzar?”

A Luthia no le gustaba que hablara con tanto formalismo. Era entendible el porque lo hacia el hombre, pues necesitaba ser claro con lo que les estaba ofreciendo, pero a la gato no le agradaba aun así.
De hecho, hasta algo intimidada se sentía por el hombre. Tanto tatuaje, y vestimenta oscura daban la idea de que hasta vampiro era, pero… Esos no existían, ¿cierto?

Los dos Mink se quedaron en silencio mientras el hombre terminaba su monologo, explicando metas y deseos de la compañía. Algo de dejar su huella en el mundo. Luthia se encontraba sin alteraciones a su postura, mirando al dueño del lugar con la misma paz.
Truma, el macho hiena, se sentía intimidado, y se escondía patéticamente detrás de la gato. Era una escena algo graciosa, pues la hiena grande usaba a una dama mucho más pequeña, cuando él era de apariencia muy grande y fuerte, basado en los músculos desarrollados de sus brazos.  

“Me dedico a la medicina” contestó orgullosamente la gato. “Nunca hay suficientes médicos ahí afuera. Y yo quiero ayudar a quien lo necesite. Admito que la idea de crecer cómo empresa no me llama mucho la atención, pero me imaginó que yo no tendré que preocuparme por lo administrativo. Repito, que yo solamente quiero ayudar, y si Sowanko & Company se dedica a expandirse por el mundo, entonces tendré a más pacientes a los cuales atender, y eso es lo que busco”

Luthia tomó de la mano a su compañero para sentarse donde les había indicado el hombre, quien pronto se introdujo como Vanko. "Me llamó Luthia" despues de que alguien daba su nombre, era correcto dar el propio. "Y él es Truma"
“¿Y-yo? Oh, uh, no, yo no hago nada. S-solamente acompaño a Lucy a d-donde me pida”

“Truma miente. Me ayuda a cargar y mover cosas que mi fuerza propia no me permite. Ademas de que es un amigo cercano. Y me ha apoyado cuando otras personas no supieron cómo.”
Logrando que el macho se sonrojara y diera una risa tonta. “B-bueno yo, pues, jeje...”

Luthia continuaba viendo a Vanko detenidamente, cruzada de brazos, esperando a escuchar que más se necesitaba para comenzar a viajar con ellos “Juzgando por el nombre de la compañía, tienes una pareja que te ayuda, ¿cierto?” la gato miró alrededor. “Pero veo que usted es la única persona que atiende el lugar. ¿Llegará más tarde su compañero?”

La hiena mientras se distraía nerviosamente jugando con sus dedos. Parecía que Truma quería un té, pero le daba demasiada pena pararse a por el.

“Es muy cierto que los médicos siempre son necesarios. Yo mismo no estaría aquí si no hubiera sido por uno de ellos”, dijo mientras se señalaba las cicatrices que le desfiguraban el rostro, “Es muy loable que quiera ayudar a quien lo necesite y debe saber que en esta compañía valoraremos igual de positivamente las intervenciones médicas con un cobro, como aquellas realizadas a cambio de pagos en especie o simplemente por salvar una vida, como le he dicho queremos ser una compañía que se diferencie por su calidad y trato”, continuó mientras servía tres tazas de té, “Usted no tendrá que hacer nada que no desee hacer, asuma que si ve algo que puede hacerse mejor y quiere hacerlo, puede solicitar embarcarse en ese proyecto con el beneplácito de la sociedad”, aclaró mientras volvía a su asiento con la taza en la mano, “Incluso él, tal vez algún día se anime a formarse en alguna de las disciplinas que trabajamos. Conmigo podría aprender fundamentos de herrería, carpintería o incluso ingeniería. Tal vez le resultase de provecho tener a su lado de asistente a un aprendiz de ingeniero para ayudarle con las intervenciones médicas que impliquen protésicos biomecánicos”, apuntillo con una leve sonrisa torcida por su rostro.

Saqué un cigarro y lo prendí ofreciendo a los presentes con un gesto amable y dejando la pitillera con la caja de cerillas en la mesa. Di una larga calada y bebí el te de un trago antes de expulsar el humo de mis pulmones y proseguir la conversación.

“Respecto a mi socia, digamos que es una artesana que comparte mi visión respecto a la calidad del producto”, comencé, “Pero me encargo yo del reclutamiento, tal vez se pase o tal vez no, de todos modos tengo claro que eventualmente la conocerás.”, continué, “Respecto a comenzar a viajar con nosotros, esto no es una tripulación al uso, si no un conglomerado de profesionales. Puedes firmar ahora mismo con nosotros y salir formando parte de “Sowanko & Company”, pero como te he comentado antes no estarás atada a nada que no quieras hacer, por lo que podrás navegar con tu compañero, siguiendo unas directrices de la sociedad en cuanto a documentar tus viajes, tus tarifas y tus estándares de calidad, además si tomas algún aprendiz este si que deberá viajar contigo hasta que considere que puede servir como profesional o desee seguir su formación por otro camino. Por otro lado si así lo decides, podrás acompañar a cualquier miembro de la sociedad en sus quehaceres que podrán implicar viajes o no para ofrecer vuestros servicios de forma conjunta o apoyar y ser apoyada por el compañero o compañera.”, expliqué con paciencia, “¿Que recibirás por todo esto?”, pregunté de manera retórica, “Entraras dentro del sistema de la sociedad, tus méritos mensuales serán recopilados y valorados para nuestro sistema de incentivos asociados la Técnico de mes y los mismos serán colectivamente valorados de cara al sistema de Técnico del año, serás recompensada por un desempeño ejemplar y eventualmente tal vez te veas coordinando varios puestos médicos u hospitales de la sociedad si es que deseas sentir que tus técnicas, enseñanzas y filosofías salvan a mas gente de la que tu sola podrías llegar con tus manos o no y simplemente desees ser la mejor doctora de nuestra sociedad y aportar al mundo curas y remedios a enfermedades que actualmente matan a miles, esa es tu decisión, desde Sowanko & Company simplemente queremos premiar la excelencia e impulsar a los profesionales a alcanzar sus metas.”, Finalizó.
“¿Tiene alguna otra pregunta? O nos dejamos de formalismos y firma ya con nosotros”, comenté poniendo un contrato encima de la mesa. “No existe letra pequeña, puede formar parte de nuestra sociedad en tanto le venga en gana y marcharse cuando guste siempre que no mancille nuestro honor e imagen en el proceso”, expliqué mientras ponía una pluma al lado del contrato y un tintero de viaje.

“V-vaya, le agradezco la invitación, p-pero realmente soy muy torpe con mis manos” Truma sonreia tiernamente al momento en que Vanko se ofreció a tomarlo bajo su ala y enseñarle varias disciplinas. Luthia exhaló fuertemente, claramente molesta de que Truma se menospreciara.

Los dos Mink se veían incómodos al ver que Vanko tomaba un cigarro, lo prendía, y comenzaba a fumar. Se vio la intención de Luthia de quitarle el cigarrillo de la boca al hombre, al alzar su mano para alcanzarlo, pero Truma rápidamente se movió también, bajando el brazo de la gato. Esto causó que ella le diera una mirada llena de furia a Truma.
El hiena solamente se hizo pequeño en su lugar, intimidado por los ojos de Luthia. Era claro que él no quería que tuvieran problemas con Vanko, recién de conocerle. Parecia que Truma, ademas de ser un compañero de viaje para Luthia, mantenía las acciones agresivas de Luthia a raya, evitando así problemas futuros.

“Quizás no sea su médico personal, pero me gustaría desanimarle a seguir consumiendo nicotina. No posee ningún beneficio a la salud” decía mientras movía el humo lejos de su cara.
Su compañero no dijo nada, se limitó a tomar su propio té silenciosamente.

Vanko eventualmente le dio una hoja a firmar. Decía que no había letra pequeña de la que preocuparse. “Se oye demasiado bueno para ser verdad” mencionó la felino mientras le daba una rápida repasada al documento “Mi mayor interés es ayudar a los que sufren, y si se habla de un beneficio mutuo, entonces cuenten conmigo” asintió, mientras dejaba el papel de nuevo en la mesa, tomaba la pluma, y garabateaba su firma en el lugar indicado.

“Ya he firmado, pero tengo una pregunta más” Luthia acercaba el papel de nuevo a Vanko “¿Debo llevar una insignia de la compañía para representarlos? ¿O solamente debo mencionar que estoy afiliado con ustedes al momento de prestar mis servicios? No tengo problema alguno en correr la voz por ustedes, visto que harán lo mismo por mi” la gato suspiró “Deseo viajar con ustedes por el momento si no es molestia. Tengo muchos recursos que me ayudan, pero creó que es mejor estar juntos por ahora. Claro, si no es problema que les pida peaje para mi y para mi compañero”

“¿Ya p-probaste el té? Esta delicioso”

“Cómo usted peude ver, señor Vanko, mi compañero no requiere de mucho, y es agradable tenerlo cerca”

Truma sonreía tontamente ante el cumplido.

Las palabras fluían con una dulzura acogedora mientras mi mirada se encontraba con la de Luthia. Era consciente de que mi terapia poco convencional a base de tabaco no pasaba desapercibida, y me esforzaba por transmitir mis motivos de la forma más comprensiva y afectuosa posible.

"Comprendo tus inquietudes en relación a mi bienestar pulmonar, y eso demuestra claramente tu profunda empatía por los demás, a pesar de ello, puedo asegurarte que esto solo forma parte de un tratamiento para evitar la proliferación de gorgojo y araña roja en mis pulmones. Es solo una desinsectación rutinaria.", argumenté a Luthia con un tono sereno y calmado, tratando de aliviar sus preocupaciones.

"Por desgracia, nos encontramos en las primeras etapas de este proyecto, lamentablemente, aún no contamos con los emblemas a los que te refieres", expliqué con la esperanza de que mis palabras pudieran traer un sentimiento de tranquilidad. "No obstante, si decides visitar Carvatea en una semana o diez días aproximadamente, encontrarás un sobre con tu nombre en las oficinas del gremio minero. Ahi tendrás todo explicado el emblema asignado y mis datos por si quieres ponerte en contacto mediante den den mushi", añadí, ofreciendo una solución a su inquietud.

"En los días venideros, te presentaré a los demás miembros de 'Sowanko & Company' ", aseguré con una sonrisa amable. "Tendrás la oportunidad de decidir si prefieres establecerte en la isla y buscar un lugar donde ejercer tu oficio, o si deseas sumergirte en un período de estudio más intensivo", concluí, esperando que mi cálida recepción calmara cualquier aprehensión que Luthia pudiera tener.

Me levanté de mi silla y acompañe a mis interlocutores, la nueva miembro, Luthia la doctora en medicina, y a su compañero, Truma la hiena, hacia la salida de la estancia. Después bajamos hasta la nave industrial y los acompañé al portón.

"Les deseo un día agradable", les expresé con una sonrisa sincera. "Espero con entusiasmo volver a verlos pronto y estoy seguro de que su contribución hará de este mundo un lugar mejor en nombre de Sowanko & Co.", finalicé, con la esperanza de que se unieran a la mayor brevedad posible a nuestro esfuerzo de la manera mas positiva y fructífera posible.

Según les veía alejarse, prendí un nuevo cigarrillo mientras me despedía con la mano, di una larga calada disfrutando de la suave y agradable brisa que acariciaba mi deforme rostro en aquella isla perdida de la mano de Dios y volví dentro a ordenar todos los papeles que había acumulado durante el día.