Bam Sarta Rey, el Empalador.

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Bam Sarta Rey

Apodo: Bam, el Empalador

Edad: 23

Sexo: Hombre

Raza: Humano

Rango/Empleo: Camarero

Rango social: Pobre

Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Bojutsu mejorado.
-Ejecución: Es muy sencillo. Se basa en el uso de diferentes técnicas creadas para usar la fuerza de la inercia conseguida al blandir una vara tanto para ataque como para defensa. Efectivo contra varios enemigos tanto como contra uno ya que todo se puede abarcar haciendo círculos.La desventaja que se presenta en combates cercanos o en lugares muy estrechos se solventa con experiencia en krav maga y con la capacidad de crear varas de bambú desde la palma de su mano usándolas como proyectiles.

Descripción física: Un muchacho de 1,80 metros. Lo mas salientable de su apariencia a primera vista es su pelo y ojos verdes. No está desgarbado pero tampoco es una masa colosal de músculos. Lo justo y necesario para equilibrar fuerza y agilidad. Le faltan las uñas de el dedo índice y medio de la mano derecha y del meñique y el mayor de la mano izquierda. Suele usar cualquier clase de ropa holgada bajo la que oculta las cicatrices de su pecho que fueron causadas por sus múltiples intentos de suicidio.

Descripción psicológica: Tras tres largos años vagando por el mundo en el más depresivo de los estados encontró de casualidad el gremio de mercaderes que asesinó a su padre y los exterminó. Después de eso se perdonó a si mismo la vida pero sigue odiándose por eso prefiere mantenerse alejado de todo el mundo. Cuando se ve en problemas su primer instinto siempre es el de supervivencia para salvarse que a veces choca con su inclinación por hacer lo correcto haciendo que se quede dudando durante algunos segundos. Repudia el gobierno y la mayor parte de las autoridades porque pueden ser compradas con dinero y nunca están cuando de verdad se les necesita.

Gustos: Le agradan los bosques, lagos, claros y en definitiva cualquier clase de lugar de la naturaleza donde haya algo de vida y verde. Los animales también pero sobre todo lo que más gusta es poder disfrutar de todo esto tomándose un buen helado.
Desagrados: Aborrece las plazas de las grandes ciudades y a cualquier clase de mercader que muestre una pizca de hostilidad. Tampoco le gustan demasiado los espacios abiertos en los que sólo haya materia inerte. La gente tampoco le suele agradar mucho ya que quieren decir más con sus palabras que con lo que transmiten

Habilidades: Todo lo relacionado con la supervivencia como pesca, caza, el uso de hierbas medicinales, etc, son el fruto de haber sobrevivido por su cuenta algunos años. Por extraño que parezca el hecho de haber convivido con animales lo ha hecho muy empático ya que percibe con facilidad el las expresiones de los animales.

Torpeza: No es capaz de mentir ya que hasta ahora no le ha hecho falta exponiéndose a situaciones embarazosas por decir una simple verdad. No tiene modales en lo referente a situaciones cotidianas en una sociedad como comer o cenar en algún lugar aunque es capaz de ser educado. Le cuesta mantener una charla normal con cualquier clase de persona.

Profesiones: Alternativo/Espía/Espía.
Banda: Ninguna

Armas:Las varas de bambú que puede crear.

Historia: Izquierda. Abajo. Un pasito hacia atrás, otro lateral. Estira la mano hacia el lado, agarra su cara y deja que su impulso haga el resto. Vaya pedazo de ostia.

-Te acordarás de esta! Maldito brote asqueroso de..

El silencio se hizo en el bar cuando mi padre entró por la puerta y vio la misma escena de todos los días, o casi todos. Yo rodeado de un grupito de retrasados que lo único que hacían era recibir de guantazos. Siendo sincero ahora que ya ni conseguían darme esto había empezado a tener su puntillo de diversión.

-Hola Papi! Como fue el intercambio de mercancías. Conseguiste esas botellas que nos habías prometido?.

-Oh tú que te crees enano? Sabes con quién estás tratando?.

Una mirada, una sola mirada bastó para que aquellos malandrines salieran corriendo en plan "estampida sálvese quien pueda". Lo peor de todo es que todos eran exactamente iguales y se asustaban tanto que o rompían una ventana o la puerta. Los que saltaban por la ventana se me antojaban como un delfín saltando por un aro en llamas y me parecía normal esa reacción. Mi padre era mucho más grande en cuerpo de lo que yo sería jamás. A sus 54 años cada mañana antes de abrir nuestro recuncho de la isla bajaba hasta la fuente en la falda de la isla y volvía con dos barriles con 70 quilos de agua en cada uno para todas las tareas del día. Tiene el cabello castaño, su piel es morena como la corteza del pan bien horneado y ,evidentemente, está bien musculado. Resumiéndolo en una frase, nuestra economía se basa en su capacidad para atraer mujeres como si fuese un mono que corre tocando los platillos entre una jauría de lobos. Lo más impactante de todo era que también le bastaba una mirada para que más de alguna perdiera las bragas. Sus ojos, verdes y cristalinos como dos esmeraldas pulidas y tasadas, eran conocidos en toda la isla y eran la marca de la casa. La verdad es que aunque me hubiera recogido hace ya 19 años parecía su hijo porque tenía un color de ojos muy similar.

Unas chicas se acercaron disimuladamente hacia la barra a pedir la especialidad de la casa.

-No te preocupes Bam a nosotras nos encanta tu pelo.- Inconscientemente me pasé la mano por mi pelo color verde que tanto me caracterizaba tanto a mi como a toda mi vida. Una de las chicas suspiró y noté como me miraba pestañeando mucho a lo que yo me giré poniéndome a fregar los platos y vasos sucios de la mañana. No me malinterpretéis pero es que no estoy interesado en problemas por ahora.Tenía novio,no estoy interesado, por lo menos no en esa clase de...problemas.

La mañana transcurrió bastante rápido entre las mesas. La gente entraba y salía y nunca pasaban de ser una cara difuminada con un plato asociado.

-Hoy vuelves a quedar con Sara, verdad? Te estoy viendo los colmillos desde aquí campeón.- Es cierto que estaba ansioso pero tampoco iba a la desesperada. Creo.

-Sí papá. Soy un puritano papá. Sólo te traeré quince hijos reconocidos y ocho bastardos.- Los dos nos reímos y de repente sonó la campana de la entrada del bar.

Lo sabía. Sabía que era ella. Mi corazón se sentía como una diana y sus palabras eran las flechas que se clavarían en el centro hasta hacerme sangrar por su marcha.

-Aprovecha hijo. Aprovecha ahora que aún eres joven y mantén siempre las esperanzas en tu pecho. Te juro que si todo nos sale bien ni siquiera tendrás que heredar este sitio.
No entendí aquella frase de mi viejo pero en esos momentos ya tenía la cabeza en otro sitio, digamos que a unos quince pasos y aproximándose. Allí estaba. La chica más sencilla que había pisado la isla. No era una diosa pero había que decir que no estaba mal y lo más atrayente era su personalidad. Quería ser historiadora aunque bien valdría de cuenta cuentos. Salté de detrás de la barra dispuesto a salir a dar un paseo.

-Ahora eres de mi propiedad.- dijo cogiéndome de la muñeca y tirando de mi hacia la puerta.- Se lo voy a robar lo que queda de tarde señor Sarta! Lo quiere envuelto en papel de regalo cuando vuelva?.

-Déjate de rollos que después el chico no me trabaja!- Alcanzo a decir mi padre mientras ella cruzaba el umbral de la puerta. Algo que me llamo la atención al lado de una mesa. Era la red donde mi padre había traído las botellas pero también había algo más. Era de color verde intenso pero no tuve más tiempo para saber que era.

Mientras me arrastraban hasta el muelle comenzamos a hablar.

-Me han dicho los del puerto que esta noche te vas.

-Y si no me marcho esta noche, que pasaría?. Dijo en tono coqueto.

-Quizás ahí te envuelva yo en papel de regalo y te presente a mi padre con un cartelito que ponga Futura Esposa de su hijo.

-Anda ya! No te burles mi o jamás te nombraré en un escrito. Hablando de eso. Me debes una historia!.- Era la verdad. Al principio del mes, cuando ella acababa de llegar empezamos a conversar porque ella no tenía nada mejor que hacer y para que el trato fuese justo yo le daba mi tiempo y ella me contaba sus historias. Poco a poco las historias se fueron convirtiendo en una moneda de cambio entre nosotros. Tenía que contarle la historia de mi nombre y la del villano de mi infancia.

-Son muy muy sencillas. Vamos con la de mi nombre. Cuando mi padre llegó a la isla con 35 años tenía una idea en mente. La de abrir su propio negocio. La población empezaba a crecer a causa del volumen de mercancías que circulaban por el puerto así que este cachito del mundo era tan bueno como cualquier otro para intentarlo. Se hospedó en aquel hotel de allí donde están aquellas gaviotas y estuvo durante tres días buscando el lugar adecuado para hacer realidad su deseo. Al tercer día de búsqueda paró a comer exactamente donde esta la puerta del bar ahora. Se sentó en el suelo y de su bolsa sacó la poca comida que se podía permitir mientras no ganaba nada. A sus espaldas crecía un pequeño pero frondoso bosque de bambú. El sitio era realmente tranquilo y ya estaba decidido a quedarse cuando escuchó el llanto de un bebé. Ahí fue donde me encontró, metido en una pequeña cuna hecha a mano de ,como no, bambú y llorando como un descosido.

-Ooohh pero que monada.

-Monada? Que monada ni que niño muerto. Lo primero que hizo fue salir corriendo como alma que lleva el diablo. Imagínatelo. Años de experiencia escapando de las manos de las mujeres por no querer asumir responsabilidades y vas a toparte con un niño abandonado. Mal presagio no, lo siguiente. No volvió a pisar ese sitio en cuatro días hasta que una mañana me encontró justo en la puerta de su habitación. Un perro de mi misma condición había cogido la mantita en la que estaba envuelto dentro de la cuna y me había llevado allí. Menudo panorama,no? Te levantas y en tu propia puerta ves como hay un bebe arropado en el pecho de un perrito abandonado. Suficiente como para partirte el corazón y también para que la gente empiece a decir cosas raras sobre ti.

-Que dices?- Ya no lo aguanto más y dejó salir todas las carcajadas que se le habían acumulado en los pulmones.- Ay dios mio, ay por favor que me hace falta aire. Que bueno.

-Que se te hace tan divertido?- dije sarcásticamente. - Te van a dar aire tus muertos.

-No seas así.- Y de un tirón en la camiseta me acercó lo suficiente a su cara para darme un beso.- Sigue.

Ya está. Modo autómata activado. Combustible? Las mariposas de mi estómago.

-Pero sigue, vamos.

-Eh...-Empecé a comerme las uñas inconscientemente.

-Que no hagas eso! Sigue por favor- dijo con mirada suplicante

-Después de encontrarnos a Bu y a mi en la puerta decidió adoptarnos a los dos. De ahí viene mi nombre. A mi me encontró primero así que me llamó Bam y a el Bu. Ya te hablé de él.Se fue hace dos veranos. Lo echo mucho de menos.- Creo que un destello de tristeza corrió por mis ojos porque me miró y me abrazó. Ninguno de los dos dijo nada más en el camino de vuelta a casa hasta que nos despedimos frente a su barco con la promesa de volver a vernos.

Al día siguiente no me despertaron los rayos del sol. Tampoco lo hizo el murmullo de la gente desayunando en la planta de abajo ya que no lo había. Los ojos me pesaban y mi almohada estaba húmeda. Todo lo que no había derramado ayer lo había hecho durmiendo. Mejor así. Fui al baño y me preparé a bajar. Algunos escalones crujían bajo el peso de mis pies delatando mi presencia a las únicas dos personas que había abajo.

-Él es al que le deberás entregar el dinero del encargo.

Ya en el rellano de la escalera estudié el lugar un momento. No había nadie excepto mi padre y un señor de traje negro que no tenía pintas de amigable. En el maletín del hombre aparecía una especie de cabeza de ave. Pensé que serían temas de negocios así que me metí a la cocina a desayunar algo cuando escuche la campana de la puerta. Al momento entró papá con su andar enérgico de por las mañanas.

-Hoy te encargas tú todo el día del bar y nada de peros. Ayer te escaqueaste y al tiempo de ayer nadie lo verá volver.- Ni siquiera pude recriminar. Papá cogió la red donde colgaba aquella misteriosa bola verde y se encaminó a la puerta. Justo cuando tenía la mano puesta en el pomo se giró y me dijo.- Tranquilo hijo, hoy lo solucionaré todo.

Aquella frase me dejó intranquilo para el resto del día y la verdad es que el tiempo tampoco ayudaba nada. El cielo estaba encapotado y había varias nubes que todavía se estaban formando pero presagiaban una tormenta importante. Para colmo tampoco aparecieron muchos clientes con los que poder distraer mi ociosa mente que viajaba entre las últimas palabras que oí de él y un barco en dirección desconocida que se llevaba un trozo de mis sentimientos. Comí sólo y el sabor amargo de los recuerdos nunca ha mejorado las cosas. A la tarde noche fui a buscar en mi habitación algunas cosas para entretenerme y me llevé una sorpresa cuando encontré un libro que me gustaba mucho leer que narraba algunas historias sobre "sombrero de paja" y su tripulación. Me animó recordar como me gustaba imaginarme siendo Zoro porque tenía el pelo verde también, o al menos eso contaban las historias. Decidí ojearlo y de entre las páginas callo un papel con la frase "Ojos que lo vieron ir, no lo verán volver". Pasaron las horas y no apareció nadie. No podía estar más desquiciado así que decidí salir a tomar el aire. El sonido de una pistola al dispararse hizo que el fino hilo que separa la realidad de la imaginación se rompiera y papá entro corriendo llevándome por delante y cayendo los dos al suelo. Él se movió rápidamente y a la vez que me daba una fuerte patada en el pecho me lanzaba la bola verde. Esa cosa y yo terminamos escondidos en una de las esquinas del bar de la potencia de la patada.

-Donde esta? Llevas toda la tarde escapándote y me estoy empezando a cansar! Tu y tu puto bar de bambú arderéis y me encargaré de que usen la cabeza de ese puto crío de leña para el fuego! Donde está la fruta!

-JA! Paleto de mercadillo. Púdrete. Jamás debí...

El sonido de un disparo hizo que me retumbaran los tímpanos. Y a ese disparo le siguió otro, y otro, y otros más. No podía moverme. No podía abrir los ojos. Todo mi cuerpo estaba sudando y mi abrazaba a mi mismo en un vano intento de protegerme. Notaba algo pegajoso en mi pecho y mis manos pero nada más. Escuché las fuertes respiraciones del señor y conseguí abrir los ojos. Le estaba dando patadas a mi padre. En la cara. Él no se movía y todo se oscureció de golpe.
Cuando volví a ser consciente tenía las manos en la boca . Me había estado mordiendo las uñas de manera descontrolada y me sangraban las manos. Había un sabor en mi boca que no identificaba además de mi sangre. Oí sonidos que venían de fuera y como pude me acerqué donde estaba el cuerpo. No quería reconocerlo. No podía ser cierto. No tenía cara. Había sangre por todas partes. Los casquillos se amontonaban al rededor del cuerpo y también se dispersaban por la sala. Lo habían roto todo. Habían hecho una carnicería con la persona que más quería. Podía ver los moratones de las suelas de los zapatos en sus piernas, agujeros en sus brazos, una pata de una de las mesas clavada en su pecho. No podía creerlo pero estaba allí. El lugar olía a pólvora y muerte. El verde esperanza estaba teñido de rojo sangre y nunca volvería a ser el mismo. A partir de ahí intenté quitarme la vida varias veces con un bambú en el pecho como la que vi en mi padre aquel día porque podía fabricarlas.Me odié a mi mismo y de hecho sigo haciéndolo, porque yo fui la estaca que atravesó la vida de mi padre.

Después del incidente del gremio de mercaderes que exterminó Bam deambula por el mundo con la esperanza de volverse a encontrar con aquella chica de la que se despidió.

Mar de origen:Mar del este.

Pertenencias: Un libro con historias sobre los "sombrero de paja", su ropa y nada más.

Botín de partidas: Ninguno de momento

Sueños: Llegar a perdonarse algún día y que alguien escriba su historia. Dejar huella de su paso por el mundo.

Referido por: Byakuro Kyoya.[/u]

- Historia del Pj (calidad y originalidad) - Hasta 2´5 puntos: Se podría mejorar bastante, sin embargo no es mala o algo así. 1,6.
- Psicología del Pj (Gustos, desagrados... se valorará la originalidad) - Hasta 2,5 puntos: 1.6
- Redacción, ortografía, gramática... - 1 punto: "salientable" no existe xD Te lo has inventado, puedes sustituir lo que querías decir por "Destacable" por ejemplo. Estuve mirando por encima y no veo faltas destacables, quizás la narrativa podría mejorar un pelín. 0,9.
- Descripciones (Psicológica y física) - 2 puntos: Si doblases la información que das y mejor narrada tendrías mejor nota aquí. 1,2
- Habilidades y Torpezas - 1 punto: Más o menos lo justo para cumplir. 0,6
- Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad) - 1 punto: 0,6

En total tienes un 6,5

Akumas:
- Paramecia- 7´5
- Zoan normal - 8
- Zoan prehistórica - 8'5
- Logia etérea - 9
- Zoan mitológica - 9'5
- Akuma legendaria - 10*

*Se deberá sacar un 10 de nota para poder acceder a una de las akumas más poderosas de la serie, como la Pika Pika no mi. También se incluyen en este tipo Akumas potencialmente OP (Overpowered), como la logia de sonido.

*Los nombres de las Akumas deben de ser bisílabos. En ciertos casos el Staff se reserva el derecho a cambiar el nombre a una Akuma (Tiger Tiger por Neko Neko modelo tigre, por ejemplo)

Cyborg:
- Comenzar como humano con una parte cyborg - 7,5
- Comenzar como cyborg - 8,5

Razas:
- Humanos y Skypianos- cualquier nota
- Brazos largos y piernas largas- 6
- Enanos- 7
-Animales parlantes- 7
- Gyojin grado 1* - 7´5
- Gigante - 8
- Gyojin grado 2* (peces venenosos y tiburones) - 8´5

Puedes editar la ficha una vez para mejorarla o pedir una segunda corrección así como está. Aquí te dejo una guía sobre la elaboración de fichas, con varios ejemplos que pueden ayudarte.

A ver si para este fin de semana puedo mejorarla porque no tengo tiempo para hacerlo antes. Espero que no haya problemas con eso :)