Salem Nizar
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Nombre: Salem Nizar
Apodo:
Raza: Humano
Género: Masculino
Edad: 19
Facción: Legión
Empleo:
Trasfondo:
Salem era un hijo modelo. Si eso se debía a que había nacido en la cuna de la aristocracia del Gobierno Mundial o por su propias ganas de serlo, ya era otro asunto. Desde que tenía uso de memoria se le había instruido para entrar a la Legión, igual que su padre, y el padre de este, igual que su padre, y por supuesto su padre y así hasta la primera página de su árbol genealógico. Quizá lo más interesante de su vida durante los primeros 17 años de Salem sería lo bien que había aguantado la monotonía y la estricta crianza a la que se le había sometido. Tampoco es como si le molestara demasiado, un cordero nacido en un matadero no puede soñar con un prado. Si el código no se le enseñaba, no había nada que descifrar. Eso al menos es lo que su familia pensaba, ya que cuando por su cumpleaños le regalaron una fruta del diablo para darle un pequeño empujón a su; pronto por empezar, carrera de legionario, sintió una emoción que muy pocas veces se atrevía a admitir. Quizá en una familia menos pudiente y excéntrica, una simple tarta de cumpleaños habría sido suficiente. Engulló la extraña fruta, comprobando que efectivamente el rumor de que sabían terrible era cierto.
Aunque al principio no notó nada extraño, cuando siguió comiendo pronto se dio cuenta de lo que la fruta hacía. Era la fruta de paramecia Genka Genka, cuyo poder consistía en otorgar propiedades alucinógenas a cualquier objeto que el usuario toque y posteriormente sea ingerido. El mundo pronto empezó a tomar colores vivos, un cielo de color amarillo, la tierra roja, las paredes azules y su familia, reunida alrededor de la mesa, aunque seguía siendo reconocible, tomaron formas más caricaturescas y sus colores también cambiaron. Todo se había convertido en un mundo de color y diversión, todo daba vueltas, todo hablaba, los cubiertos bailaban sobre la mesa, la comida le instaba a comérsela. El mundo de Salem no volvió a ser el mismo, como su boca seguía siendo parte de él, el efecto de su fruta seguía funcionando aunque él no cogiera la comida. Esto daba lugar a que a veces pasara temporadas sin comer, pero pronto sus padres le hicieron seguir un riguroso orden de comidas e implementaron un sistema de vigilancia para asegurarse de que su hijo siguiera las órdenes. Con el tiempo la mente de Salem empezó a cambiar, un sistema de defensa de su propio cerebro para que siguiera adelante y no se quitara la vida. Pronto descubrieron que sus poderes podían ser utilizados también para dar apoyo a otros soldados de la Legión, haciéndoles pensar que eran inmunes a daño; cargando así contra el enemigo sin miedo. También eran útiles en interrogatorios, haciendo que los prisioneros vieran a sus jefes o seres queridos y soltasen todo lo que sabían. Salem se había convertido en una valiosa marioneta de la Legión y para ello había tenido que dar su mente a cambio.
Personalidad:
Debido a sus delirios es una persona de lo más risueña e infantil, pensando que todo el mundo es un amigo adorable al que achuchar o, al contrario, terribles monstruos de cuento que vienen a robarle sus caramelos. Siempre va con una sonrisa desquiciada en el rostro, aunque por algún motivo aún la gente lo considera adorable. Siempre está dispuesto a echar una mano, incluso si se trata de un pirata o un revolucionario, pero su facción no se lo tiene mucho en cuenta por su condición y simplemente lo solucionan manteniéndolo vigilado Aun así, a veces logra escabullirse para ir a su rollo. Sin embargo, a veces, cuando entra en contacto con el agua marina, vuelve a recobrar la conciencia, llegando incluso a veces a estar apunto de ahogarse. Aunque al salir del contacto con ella, no recuerda el mundo real, la sensación de que esta es importante no se le va del cuerpo.
Apariencia:
Se trata de un chaval un tanto escuálido, efecto de sus esporádicas huelgas de hambre que hace cuando su mente entra en un oasis de cordura. Al tomar la fruta, sus ojos se tomaron de un naranja neón y su cabello pasó a ser morado. No es alto, midiendo 1,50. Tiene bastante volumen de pelo, pero no es tan largo, llegándole un poco por encima de los hombros. Cuando está trabajando, lleva el uniforme más una máscara de gas puramente estética, cortesía de algún compañero de trabajo que no se sentía del todo bien viendo cómo utilizaban a un crío de esa forma por lo que prefirió taparle la cara que hacer realmente algo por él.
Fortalezas:
Voz bonita (2): Tienes una voz bonita.
Elegante (20): Tal vez sea la forma de moverte, tu postura o cómo luces sin más, pero ninguno de tus movimientos parece ridículo.
Carisma animal (30): De alguna forma, cuando los animales salvajes te ven no te atacan, y te resulta más fácil domesticarlos que al resto de la gente.
Hermoso (40): Sencillamente eres un Adonis. Cuesta resistirse a tu magnetismo natural, y resulta casi imposible no reparar en ti.
Carisma (Talento humano): No se puede negar, hay algo en ti que hace a la gente querer seguirte. Te es mucho más fácil convencer a los demás que al resto, si bien dependiendo de la situación esto podría no darse.
Suertudo (80): Tienes suerte. No sabes muy bien por qué, pero los eventos casuales tienden a favorecerte.
Debilidades:
- Carita de bebé (2): No sabes si la pubertad te pasó por alto o es cosa de tu genética, pero tu rostro es especialmente cándido y aniñado. Tienes problemas a la hora de hacer que la gente te tome en serio y de imponerte o hacerte respetar.
- Impaciente (10): Te cuesta quedarte quieto, esperar no es lo tuyo. Desde tics nerviosos a hacer las cosas por tu cuenta, no es conveniente dejarte a tu aire demasiado rato.
- Mal juicio (30): Yo creo que ese señor con gabardina de la esquina es capaz de decirte por dónde se va al kiosko. Error, no llevaba pantalones. Lamentablemente, tienes muy mal instinto a la hora de decidir qué personas tienen aspecto confiable, descartando a menudo a aquellos con buenas intenciones a favor de aquellos que otra gente consideraría… sospechosos.
- Las voces (30): Tu cabeza no funciona del todo bien. O por lo menos es la conclusión a la que has llegado después de escuchar la voz, o las voces. Estas te susurran cosas al oído, desde lo guapo que es el chico de enfrente hasta opinar que conseguirías tu café más deprisa si mataras a la camarera y lo cogieras tú mismo. Es… molesto.
- Adicción (40): Adicto al agua marina. Samael es adicto a ver el mundo real de vez en cuando.
- Enfermedad mental (80): Vive literal y figuradamente en otro mundo. Ve todo el mundo como si fuese una fábula o un cuento infantil, el sol tiene gafitas de sol y una gran sonrisa, las flores lo saludan al pasar…
Estilo de lucha:
Sabe lo básico del entrenamiento de la Legión, pero su rol es más de apoyo. Sin embargo, su rapidez y sus agilidad le sirven para poder escabullirse de problemas mayores o marear el enemigo hasta agotarlo.
Armas:
Fuerza: 3
Fortaleza: 3
Velocidad: 6
Agilidad: 9 (+1 por humano)
Destreza: 5
Precisión: 5
Agudeza: 8
Intelecto: 7
Instinto: 4
Saberes: Psicología
Pertenencias:
Apodo:
Raza: Humano
Género: Masculino
Edad: 19
Facción: Legión
Empleo:
Trasfondo:
Salem era un hijo modelo. Si eso se debía a que había nacido en la cuna de la aristocracia del Gobierno Mundial o por su propias ganas de serlo, ya era otro asunto. Desde que tenía uso de memoria se le había instruido para entrar a la Legión, igual que su padre, y el padre de este, igual que su padre, y por supuesto su padre y así hasta la primera página de su árbol genealógico. Quizá lo más interesante de su vida durante los primeros 17 años de Salem sería lo bien que había aguantado la monotonía y la estricta crianza a la que se le había sometido. Tampoco es como si le molestara demasiado, un cordero nacido en un matadero no puede soñar con un prado. Si el código no se le enseñaba, no había nada que descifrar. Eso al menos es lo que su familia pensaba, ya que cuando por su cumpleaños le regalaron una fruta del diablo para darle un pequeño empujón a su; pronto por empezar, carrera de legionario, sintió una emoción que muy pocas veces se atrevía a admitir. Quizá en una familia menos pudiente y excéntrica, una simple tarta de cumpleaños habría sido suficiente. Engulló la extraña fruta, comprobando que efectivamente el rumor de que sabían terrible era cierto.
Aunque al principio no notó nada extraño, cuando siguió comiendo pronto se dio cuenta de lo que la fruta hacía. Era la fruta de paramecia Genka Genka, cuyo poder consistía en otorgar propiedades alucinógenas a cualquier objeto que el usuario toque y posteriormente sea ingerido. El mundo pronto empezó a tomar colores vivos, un cielo de color amarillo, la tierra roja, las paredes azules y su familia, reunida alrededor de la mesa, aunque seguía siendo reconocible, tomaron formas más caricaturescas y sus colores también cambiaron. Todo se había convertido en un mundo de color y diversión, todo daba vueltas, todo hablaba, los cubiertos bailaban sobre la mesa, la comida le instaba a comérsela. El mundo de Salem no volvió a ser el mismo, como su boca seguía siendo parte de él, el efecto de su fruta seguía funcionando aunque él no cogiera la comida. Esto daba lugar a que a veces pasara temporadas sin comer, pero pronto sus padres le hicieron seguir un riguroso orden de comidas e implementaron un sistema de vigilancia para asegurarse de que su hijo siguiera las órdenes. Con el tiempo la mente de Salem empezó a cambiar, un sistema de defensa de su propio cerebro para que siguiera adelante y no se quitara la vida. Pronto descubrieron que sus poderes podían ser utilizados también para dar apoyo a otros soldados de la Legión, haciéndoles pensar que eran inmunes a daño; cargando así contra el enemigo sin miedo. También eran útiles en interrogatorios, haciendo que los prisioneros vieran a sus jefes o seres queridos y soltasen todo lo que sabían. Salem se había convertido en una valiosa marioneta de la Legión y para ello había tenido que dar su mente a cambio.
Personalidad:
Debido a sus delirios es una persona de lo más risueña e infantil, pensando que todo el mundo es un amigo adorable al que achuchar o, al contrario, terribles monstruos de cuento que vienen a robarle sus caramelos. Siempre va con una sonrisa desquiciada en el rostro, aunque por algún motivo aún la gente lo considera adorable. Siempre está dispuesto a echar una mano, incluso si se trata de un pirata o un revolucionario, pero su facción no se lo tiene mucho en cuenta por su condición y simplemente lo solucionan manteniéndolo vigilado Aun así, a veces logra escabullirse para ir a su rollo. Sin embargo, a veces, cuando entra en contacto con el agua marina, vuelve a recobrar la conciencia, llegando incluso a veces a estar apunto de ahogarse. Aunque al salir del contacto con ella, no recuerda el mundo real, la sensación de que esta es importante no se le va del cuerpo.
Apariencia:
Se trata de un chaval un tanto escuálido, efecto de sus esporádicas huelgas de hambre que hace cuando su mente entra en un oasis de cordura. Al tomar la fruta, sus ojos se tomaron de un naranja neón y su cabello pasó a ser morado. No es alto, midiendo 1,50. Tiene bastante volumen de pelo, pero no es tan largo, llegándole un poco por encima de los hombros. Cuando está trabajando, lleva el uniforme más una máscara de gas puramente estética, cortesía de algún compañero de trabajo que no se sentía del todo bien viendo cómo utilizaban a un crío de esa forma por lo que prefirió taparle la cara que hacer realmente algo por él.
Fortalezas:
Voz bonita (2): Tienes una voz bonita.
Elegante (20): Tal vez sea la forma de moverte, tu postura o cómo luces sin más, pero ninguno de tus movimientos parece ridículo.
Carisma animal (30): De alguna forma, cuando los animales salvajes te ven no te atacan, y te resulta más fácil domesticarlos que al resto de la gente.
Hermoso (40): Sencillamente eres un Adonis. Cuesta resistirse a tu magnetismo natural, y resulta casi imposible no reparar en ti.
Carisma (Talento humano): No se puede negar, hay algo en ti que hace a la gente querer seguirte. Te es mucho más fácil convencer a los demás que al resto, si bien dependiendo de la situación esto podría no darse.
Suertudo (80): Tienes suerte. No sabes muy bien por qué, pero los eventos casuales tienden a favorecerte.
Debilidades:
- Carita de bebé (2): No sabes si la pubertad te pasó por alto o es cosa de tu genética, pero tu rostro es especialmente cándido y aniñado. Tienes problemas a la hora de hacer que la gente te tome en serio y de imponerte o hacerte respetar.
- Impaciente (10): Te cuesta quedarte quieto, esperar no es lo tuyo. Desde tics nerviosos a hacer las cosas por tu cuenta, no es conveniente dejarte a tu aire demasiado rato.
- Mal juicio (30): Yo creo que ese señor con gabardina de la esquina es capaz de decirte por dónde se va al kiosko. Error, no llevaba pantalones. Lamentablemente, tienes muy mal instinto a la hora de decidir qué personas tienen aspecto confiable, descartando a menudo a aquellos con buenas intenciones a favor de aquellos que otra gente consideraría… sospechosos.
- Las voces (30): Tu cabeza no funciona del todo bien. O por lo menos es la conclusión a la que has llegado después de escuchar la voz, o las voces. Estas te susurran cosas al oído, desde lo guapo que es el chico de enfrente hasta opinar que conseguirías tu café más deprisa si mataras a la camarera y lo cogieras tú mismo. Es… molesto.
- Adicción (40): Adicto al agua marina. Samael es adicto a ver el mundo real de vez en cuando.
- Enfermedad mental (80): Vive literal y figuradamente en otro mundo. Ve todo el mundo como si fuese una fábula o un cuento infantil, el sol tiene gafitas de sol y una gran sonrisa, las flores lo saludan al pasar…
Estilo de lucha:
Sabe lo básico del entrenamiento de la Legión, pero su rol es más de apoyo. Sin embargo, su rapidez y sus agilidad le sirven para poder escabullirse de problemas mayores o marear el enemigo hasta agotarlo.
Armas:
Fuerza: 3
Fortaleza: 3
Velocidad: 6
Agilidad: 9 (+1 por humano)
Destreza: 5
Precisión: 5
Agudeza: 8
Intelecto: 7
Instinto: 4
Saberes: Psicología
Pertenencias:
- Fruta del diablo:
Nombre de la fruta: Genka Genka no mi
Resumen del poder: Esta fruta provoca que cualquier objeto que el usuario toque y entre en el torrente sanguíneo de alguien tenga propiedades alucinógenas. Si es ingerido, el efecto es más duradero; pero también vale con armas blancas o armas de fuego por las balas aunque el efecto se pasa más rápido.
Poderes y habilidades:
-Midas, pero para los depravados: Ni el propio usuario está libre de este efecto. Mientras que cuando se trata de otros, puede decidir el efecto de la alucinación, al usuario siempre lo lleva al mismo mundo distorsionado que se genera a partir del real. No inventa acantilados o muros dónde no los hay, pero por ejemplo sí que podría transformar a sus ojos un pozo de lava en un pozo de caramelo hirviendo.
-Arriba con esos ánimos: Salem te da algo a comer para que se anime un poco. Ya puede ser simplemente alegrar, dar un boost de confianza, hacer creer que se es invencible, enfurecer… Por supuesto esto es todo mental.
-Abajo con esos ánimos: Salem te da algo de comer para desanimarte. Ya puede ser que te entre la depre, creer que todo el mundo te odia o hacerte pensar que se te ha muerto la mascota.
-Tu mayor enemigo, tú mismo: Estas alucinaciones te enfrentan contra tí. Viajas a lo profundo de tu psique y le plantas cara a tus mayores temores, asuntos pendientes de los que te arrepientes, tus inseguridades… Esperemos que estés en paz contigo mismo si ocurre esto.
-Tú hazme caso que controlo: Salem puede usar sus conocimientos de psicología sobre alguien y combinarlos con la habilidad de la fruta para manipular a alguien mediante las alucinaciones y que le haga caso. Sin embargo, no puede convencer a la víctima de hacerse daño a sí mismo ni a sus seres queridos.
Ficha aceptada pásate por el censo.
Salem Nizar
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Fortaleza
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Agilidad
Destreza
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He actualizado los atributos. He subido del 8 al 9 agilidad, intelecto del 5 al 7 y agudeza del 6 al 8.
Los cálculos en atributo no coinciden con la calculadora, tienes 172 puntos de fortalezas y 192 de debilidades, siendo nivel 10 y tras poner ambos atributos al 3 te quedaría un total de 315 puntos los cuales se quedan cortos a la hora de ver que tienes dos atributos cercanos al 9 y otros al 5 o 6. Te recomiendo que revises la distribución ya que hay puntos de más que no encuentro su origen ni están en la ficha.
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