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Léa François, La nomade. Empty Léa François, La nomade. {Vie 19 Dic 2014 - 22:02}

Léa François, La nomade. Tumblr_n8jz5ogwIP1rbi7cfo3_500

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Léa François.

Apodo: La muda, la parapléjica, la huérfana, la depresiva. Muchos de sus apodos son referentes o a su anterior condición física o a cosas que se pueden notar a simple vista, como el hecho de que casi no habla con extraños o siempre tiene pinta de estar triste.

Edad: 20 (Aparenta unos 16).

Sexo: Mujer.

Raza: Humana.

Rango/Empleo: Empleos variados. Léa tiende a no querer quedarse mucho más que una temporada en un mismo lugar, por lo que toma empleos y los deja a gusto el día que decide desaparecer. Prefiere trabajar como mucama, camarera o ayudante de cocina. Suele robar cuando lo necesita.

Rango social: Solía ser de clase muy alta, ahora es una nómade de clase baja-media.

Descripción estilo de lucha:
-Nombre:  Daga de las sombras.
-Ejecución: El estilo se basa en la utilización de objetos punzo-cortantes de todo tipo. Léa utiliza su gran capacidad estratega y habilidad para atacar a sus enemigos de forma inesperada y en ángulos difíciles de esquivar. Por lo general los golpes van directo a zonas vitales o que mermen la capacidad física del contrincante para dejarlo fuera de combate al instante o reduciendo su movilidad en gran medida y volverlo una presa fácil. Un ejemplo seria atacar la zona entre medio de las piernas, lugar por donde pasa una de las arterias principales del cuerpo. El estilo se vale de todo lo pueda llegar a servir para la victoria, por lo que a veces no es limpio o frontal y algunas veces puede llegar a ser traicionero.

Descripción física: Léa es una muchacha no muy vistosa ni demasiado pintoresca, mide alrededor de 1.65 metros y pesa unos 55 kilogramos, a simple vista se le ve como alguien delgada y bastante débil, pero lo cierto es que su condición física es casi perfecta y completamente preparada para realizar movimientos agiles y con gran coordinación. Su cabello es de color negro con ciertos matices que lo hacen ver como si fuera azulado o violeta más que nada a la luz del día, y sus ojos son de color azul que se ha de mencionar que hacen buen juego con su cabello. Su peinado tiene el estilo bob, es decir que es algo corto en la parte trasera con una gran extensión de flequillo, el cual por lo general lo usa a un lado tapando parcialmente su ojo derecho. No es muy fan del maquillaje por lo que no usa más que alguna que otra sombra alrededor de sus ojos. No se considera bonita tampoco así que no se toma demasiado tiempo arreglándose para los demás dándole así un aspecto bastante natural y un look despreocupado.

Como fue mencionado anteriormente a simple vista se le ve como una muchacha muy delgada, esto significa que las curvas de su cuerpo no son demasiado pronunciadas a excepción de su cadera. No tiene mucho busto ni tampoco demasiado trasero, no encaja con ninguno de los estándares de la mujer perfecta. Su rostro a diferencia de su cuerpo si tiene un aspecto muy fino y comparado bastante seguido con la porcelana, sus facciones son bellas a pesar de que ella intente ocultarlas con su cabello y su piel tiene una tez blanquecina muy bien cuidada y sin ningún tipo de manchas o arrugas dándole así un aspecto bastante más joven de lo que realmente dicta su edad. Su sonrisa es perfecta a pesar de que no la muestre mucho.

Tiene una malformación en sus ojos, relacionada directamente con la enfermedad del ojo sangriento y problemas en la melanina de sus corneas, que dice que cuando Léa entra en situaciones donde pueda llegar a estresarse o sus emociones cambien bruscamente, el nivel de la presión sanguínea en esa zona se altera y produce que sus ojos se tornen más oscuros y rojos, dando así la ilusión óptica de que sus pupilas se volvieron completamente del color de la sangre.

Por otra Léa a pesar de que no es demasiado femenina tiene cierto gusto por la moda, nunca la veras mal vestida o con algún atuendo que sea ridículo, esto sumado a su incandescente rostro, termina por atraer a cierto grupo de hombres de no muy buena fe.

Apariencia:

Descripción psicológica: En lo que seria el aspecto psicológico Léa es bastante compleja, se la podría definir como reflexiva, sagaz, inteligente y perseverante pero hay mucho más atrás de ello. La razón de ser de ella se basa principalmente en lo que está en su subconsciente, una persona que durante toda su vida se valió totalmente de sus impulsos y que ahora mismo posee una enorme sed de venganza en contra de la piratería y la corrupción. ¿Pero su sed de venganza se encuentra solo en su subconsciente? En su mayoría si, así como anteriormente en su subconsciente se encontraba la necesidad de morir, razón por la que su cuerpo se inventaba cientos de enfermedades, ahora se encuentra una meta totalmente diferente que en muchos momentos la hará dudar de que si lo que está haciendo está bien o es tan solo uno de estos susodichos impulsos. Es una persona tranquila, pero inestable, no tiene miedo a matar, no tiene miedo a dañar o perjudicar a los demás, en su mente lo que ella hace está totalmente bien y justificado, totalmente diferente a los sucios piratas que le arruinaron la vida pero al mismo tiempo le dieron una razón de vivir.
Es capaz de sonreír y divertirse, pero esos momentos son vagos y por lo general vacíos, se desvanecen rápido o después de un par de días. No valora la amistad o las relaciones interpersonales, por lo que no le importa tener amigos, banda o algún sentimiento de pertenencia, es un alma errante. Esto no quiere decir que en algún momento no pueda ser buena, cuidadosa, delicada o cariñosa, pero significa que al final de cuentas si lo hace, es porque quiso y no porque sienta algún tipo de deuda con alguien. Todo esto la lleva a ser una nómade.

Gustos: Léa es una muchacha nómade por varias razones, si bien ella tiene la constante necesidad de moverse de un lado hacia otro debido a ciertos traumas una de las buenas razones de ello es que le encanta conocer el mundo y explorarlo ya que gran parte de su vida la vivió confinada a su hogar y al predio que lo rodeaba, le encanta la naturaliza y todo lo relacionado con lo vivo en general, estudió muchísimo sobre plantas y medicina y con esto se deduce que otro de sus fuertes es el estudio. Con respecto a la medicina en caso de que haya algún herido ella siempre suele ser la primera en saltar al rescate de la misma si lo considera correcto, es casi un acto de reflejo. Le agrada mantener el orden de todo lo que hay a su alrededor, razón por la que se destaca como mucama y camarera. De hecho, esto último casi es un desorden compulsivo (mejor explicado en torpezas).

Tiene una peculiar atracción hacia la sangre y la muerte en general, es posible que su agrado por la medicina en realidad valla un paso más arriba, cercano a la perversión, pero no es como si quisiera matar solo porque si, es solo que le atrae lo que hay dentro del cuerpo humano y animal.

Le gustan los postres dulces y las comidas caseras con muchas especias pero que no sean muy fuertes. Prefiere la noche antes que el día, ya que así llama menos la atención, el frio antes que el calor, y es toda una adepta a la moda por lo que siempre intentará llevar un vestuario diferente pero no formal si no que más urbano y menos llamativo (esto en particular es algo extraño, le gusta la moda pero al mismo tiempo no le gusta llamar demasiado la atención, así que intentará llegar alguna ropa “linda” pero no con colores chillones que la hagan resaltar demasiado, por ejemplo).


Desagrados: Debido al incidente de 3 años atrás, Léa le tiene muchísima desconfianza y desagrado a la mayoría de los hombres, especialmente a aquellos de gran tamaño y poco pulcros, si se sobrepasan es capaz de dejar de lado toda cordialidad e ir directo a su yugular sin importar donde este y si se tenga que escapar luego. Si bien parte de su odio va contra piratas, ella tiene noción de que no todos son realmente malvados, así que va dirigido especialmente la rama de los considerados “malos”. No le agradan tampoco las personas que son creídas y que quieran destacar en todo momento sobre los demás o creerse superior a todos, ¡El megalómano debe caer!

Con respecto a las comidas, odia la comida chatarra, el picante, la mayonesa y la leche caliente, todas le producen cierta repugnancia y podría llegar a vomitar en caso de ingerirlas. No le llama la atención hablar durante mucho tiempo, pasado unos tantos minutos de conversación se aburre y termina abandonando el lugar y a la persona con la que este charlando.

¡Le desagrada muchísimo el calor!, esto es algo que la define bastante, más de una vez la escucharas quejándose sobre el clima y de cómo odia el calor, el sol, el día y más que nada el verano. Otro dato curioso es que transpira muchísimo en estos casos. +25º ya comienza a ser calor. Le desagrada a niveles exorbitantes la suciedad de las habitaciones donde entra y de las personas con las que se reúne, no puede pasar dejar un simple detalle que ya se siente incómoda.

Habilidades: Léa tiene unos maravillosos ojos para notar pequeños detalles, esto le sirve tanto en la medicina para intentar determinar algún síntoma, en la moda para notar los pequeños detalles de las mismas, y para limpiar de forma más intensiva y encontrar esas pequeñas manchas que arruinan una perfecta vista.
Es muy ágil, ella se siente orgullosa de cómo ha mejorado su condición física al pasar de los años, ahora mismo su cuerpo está en su clímax teniendo una capacidad de reacción y movilidad envidiables. ¿Quién necesita fuerza cuando tienes velocidad?
Si bien no es muy social es una muchacha muy atenta y puede llegar a ser casi como una madre de cualquiera que se cruce (con todo lo antes mencionado se sabe que esta actitud no durara mucho más que unos cuantos minutos u horas).
Posee una gran resistencia a temperaturas bajas y adaptación a climas extremos y húmedos. Esto es porque pasa gran parte de su tiempo visitando bosques y pantanos donde a veces el aire es mucho más aplastante (El calor le produce muchas reacciones adversas pero aun así lo puede soportar).

Torpeza: Tiene un trastorno obsesivo-compulsivo con respecto a la limpieza y la perfección. Se siente molesta y de mal humor si las cosas no salen como las tenía planeadas desde un momento.
Su estómago no es muy fuerte, por lo que si come una comida en mal estado lo más seguro que es que un tiempito después ella ya se encuentre en el baño y se tome su buen tiempo en ello. Lo raro, es que a pesar de que sabe que si come cosas en mal estado o come de más estará enferma pero aun así lo hace.
No es muy fuerte físicamente, si bien es ágil en lo que menos destaca es en la fuerza. No podrá levantar grandes rocas o romper puertas enormes a puñetazos, depende de su ingenio.
No sabe absolutamente nada sobre construcción de “cosas” en general. No tiene idea de cómo realizar alguna reparación a algún barco o construir algo para él, o de cómo se crean las armas que ella misma porta o en caso de romperlas como arreglarlas, es un ámbito en el que peor le va y le interesa poco aprender. Mayormente porque estos están relacionados directamente con la fuerza bruta. (Vamos que todos decimos herrero y nos imaginamos un tipo musculo frente a una fragua todo transpirado golpeando con una maza un retazo de metal :v)


Profesiones: –Asesina
-Medica
-Guardabosques


Banda: Ninguna.

Armas: Cuando está completamente preparada para el combate Léa carga a ambos costados dos tantos de unos 40 cms cada uno, su filo es doble por lo que están totalmente preparados para el asesinato. Escondidos entre sus ropajes o su cuerpo lleva cuchillos varios para aprovecharlos en todo tipo de situaciones o ataques furtivos. Además en una pequeña bolsa lleva una cierta cantidad de clavos ninja para usarlos estratégicamente. Y por último y no menos importante lleva en la parte trasera un arma de fuego de calibre común y de rango medio que si bien no es una experta en su uso en casos de emergencias le podría ser útil.

Imagenes armas:

Historia: El principal escenario se encontraba en la parte más alta de una colina de un pueblo poco reconocido con salida al mar, un enorme predio cercado con una mansión en el centro, una ventana con los más finos detalles que alguna vez hayas visto, una niña en silla de ruedas mirando fijamente hacia el exterior.

Los árboles se mecen suavemente a la par que extraños sonidos comienzan a aparecer, ella los nota, pues a pesar de haber recibido aquel fuerte golpe en la cabeza que la dejaría parapléjica 3 años atrás no era estúpida, y sabía que algo malo estaba a punto de suceder. La gente caminaba a su alrededor con suma normalidad, ignorándola por completo en lo que parecía ser uno de sus principales hobbys, contemplar lentamente como la vida desaparece, tanto en el exterior como en ella misma. Un hombre de traje y de senil aspecto cada tanto se detenía a observar si todo estaba correcto con la indefensa y débil señorita François, se trataba de su mentor, médico personal, mayordomo y fiel compañero, un señor de buena letra que había sido contratado por el respetado padre de la muchacha para que fuese aquel que contralase su estricta condición médica en todo momento sin excepción.

“La chica es una Idiota en el sentido original de la palabra, todo lo que tiene es meramente mental, apuesto a que si no fuese tan Imbécil podría caminar y hablar normalmente.” La gente especula con frialdad, se burla, y le tienen cierta envidia por tener la posibilidad de llevar una vida tan tranquila y despreocupada. Lo cierto es que durante tres intensos años de encontrar alguna razón de sus enfermedades nunca se había podido llegar a un resultado, su mismo doctor personal había confirmado que era muy posible que ella luego del golpe hubiese despertado una parte de su subconsciente que no quería vivir y que eso la llevaría lentamente a inventarse enfermedades para acelerar el tiempo en el que se marchitaría.
“Era tan activa de pequeña, no paraba de saltar de un lugar a otro y hablar como si no hubiese un mañana. Mírala ahora, si no fuera por sus supuestos intensos estudios sería tan solo un vegetal. No se mueve, no habla, solo observa, medita, sueña despierta, sinceramente creo que su vida es una basura. Preferiría que hubiese muerto en el accidente.” Un destello de luz se ve a lo lejos, solo Léa logra divisarlo, no mueve ni un solo dedo. ¿Es que acaso no va a mencionar nada sobre su extraño sentimiento? Parece que no.

El tiempo pasa, comienza a anochecer, nadie la mueve de su lugar a ella le gusta seguir contemplando desde su tan usual posición hasta la media noche, donde su médico la lleva a su habitación y la recuesta en su cama, ella luego suele leer por unas cuantas horas más hasta quedarse dormida y al día siguiente comenzar su rutina nuevamente que poco varía entre estudiar, observar y dormir. Los ruidos no cesan, son muy lejanos pero aun así ella es capaz de sentirlos, cada vez se acercan más sumado con pequeños destellos. El senil medico aparece en el exacto momento en el que había terminado de verse uno de los destellos, para su infortunio este no alcanzó a presenciarlo. Le pregunta amablemente a Léa si ya quiere irse a recostar pero esta se niega, por lo que se marcha por el mismo pasillo por el que apareció.

Una hora más pasa rápidamente y de improvisto un fuerte sonido se escucha en lo que parecía ser la entrada principal. ¿Una explosión? Poca importancia le daba en ese momento la pelinegra que seguía concentrada en el batir de las ramas de los árboles. Los ruidos aumentan, ahora es imposible ignorarlos, algunos son guturales otro un poco más finos, ¿Gritos? Golpes de puertas, sonidos metálicos, algo definitivamente estaba ocurriendo puesto que el corazón de Léa, aunque no lo quisiese, comenzaba a acelerarse. Sus labios se agrietaban y sus ojos se tornaban rojizos, se trataba de una de las condiciones que la muchacha había adquirido con el tiempo, totalmente relacionada con sus emociones y algo difícil de controlar, una malformación de sus ojos que daba signos que estaba pasando por alguna situación de muchísimo stress.

Las puertas de la habitación de abren fuertemente, esto sobresalta a Léa un poco. Un grupo de mujeres ingresa a la habitación mirándose a las unas a las otras con rostros horrorizados, detrás de ellas varios hombres armados con sables les siguen el paso y antes de que estas si quiera pudiera gritar o intentar algo en su defensa estos se les abalanzan y comienzan a despedazarlas como si se trataran de algún tipo de alimento. Uno de los hombres se acerca a la chica y voltea la silla de ruedas con fuerza para ver de quien se trataba. “Ohh… mira, pero si tan solo es una niña, y una muy bonita eh.” Los demás ven en sus ojos sus intenciones. “Bah… Aquí va de nuevo… será mejor que nos marchemos.” Eran piratas, sus vestimentas lo decían todo y seguramente estaban allí para robarle todo lo que pudiesen antes de hacerse a alta mar.

Aquel hombre gordo, de aspecto sucio y repugnante le sonrió a la débil muchacha por un segundo mientras llevaba ambas manos a sus pantalones y los iba desabrochando lentamente, no era necesario mencionar que a medida que estos iban descendiendo una fuerte erección llena de maldad y lujuria comenzaba a aparecer y el rostro de la chica comenzaba a tomar viveza e iba despabilando, estaba a punto de suceder el acto más horrible y sucio que alguna vez iba a sentir y no había nada en ese momento que podría evitarlo. Intentó moverse, pero fue inútil, hacía tiempo que no se movía por su propia cuenta por lo que su cuerpo estaba totalmente fuera de forma y no le respondía. El hombre se terminó de quitar los pantalones y colocó su mano derecha por debajo de la falda de la pelinegra solo para encontrarse que la zona no estaba en condiciones como para cometer el acto. “¡Mierda!.... Bah… No importa…” Dijo sin perder ni un segundo y comenzar a escupir su miembro y frotarlo con fuerza para luego dar vuelta a la muchacha, subirle la falda completamente y arrancarle su ropa interior no sin antes azotarla un par de veces contra el suelo solo por el placer de hacerle daño. Léa por primera vez luego de muchísimo tiempo se impregnó de gran cantidad de miedo, no solo eso, un pavor indescriptible que hacía que su cuerpo se terminase de frisar y cada una de sus articulaciones se endureciera. El sucio pirata no le importo para nada eso y la domo como si fuera un juguete, abriéndola y comenzando a robar su inocencia con brutalidad y sacudidas que le hacían recordar cómo era el dolor de cuando se caía cuando entrenaba antes del accidente. Esos serían los 7 minutos más largos de su vida hasta que repentinamente el abominable ser se detuvo.

De su cuello chorreaban grandes cantidades de sangre producto de lo que parecía ser una jeringa directamente clavada en una de sus arterias principales, el enorme cerdo aparentemente había sido asesinado por el anciano médico, que de alguna manera se las había arreglado para sobrevivir a la masacre y llegar hasta aquella habitación. “Señorita François, le he fallado, espero que alguna vez en su vida me disculpe por no haber podido evitar esto a tiempo.” En su último suspiro el cerdo tomó un cuchillo y con muchísima fuerza lo clavo en el pecho del anciano, el cual cayó al suelo al instante y debido a su avanzada edad murió con rapidez. Los tres ahora se encontraban revolcados por el suelo, dos muertos y una incapaz de moverse debido a su discapacidad. ¿Cómo es que todo había llegado hasta ese punto?

La cosa todavía no se acababa allí, pues unos cuantos minutos después la sobreviviente comenzó a sentir un fuerte olor a quemado, estaban incendiando la mansión entera o al menos lo que había quedado de ella luego del saqueo. Su rostro se hallaba aplastado contra el suelo mirando hacia el pasillo por el cual todos habían ingresado, poco a poco se comenzaban a ver pequeñas cantidades de fuego que se iban esparciendo con rapidez debido a que el material de la mansión era en su mayoría madera. Sus ojos se abrieron de par en par, si no salía de su hogar rápidamente moriría, movió uno de sus brazos en dirección a otra puerta, una de las 4 que llevaban a aquella sala de estar pero que está en particular también era una salida hacia el patio interno el cual ella había estado observando durante tanto tiempo aquel día.  “…” Intentó hablar, pero las palabras no salían de su boca, hacía tiempo que no decía absolutamente nada, movió ambos brazos de un lado hacia otro al igual que su cabeza para intentar al menos arrastrarse hasta la puerta pero sus brazos que solo habrían cargado libros por tanto tiempo no estaban en condiciones. “Mo… moriré.” Susurró para luego golpear su cabeza contra el suelo y apoyar las yemas de sus dedos para realizar la mayor cantidad de fuerza que pudiera pero solo pudo arrastrarse un par de centímetros. La muchacha necesitaba sus piernas, sin ellas no sería capaz de salir de allí. Comenzó a lamentarse al momento que la temperatura del lugar se incrementó, ¿Por qué durante tres años de tratamiento nunca intento realmente moverse o hablar? Lo cierto es que ella misma se había resignado y desde hacía muchísimo tiempo ni siquiera había ejercido fuerza con sus piernas. Repitió el mismo brusco movimiento para moverse así otra pequeña cantidad de centímetros, esta vez poco menos de un metro. De sus ojos brotaron lágrimas y de su frente sangre. “No… Aun… no quiero morir…” Esta vez sus palabras fueron audibles, estaba comenzando a sentir todo el pesar de sus músculos, el dolor en su zona cervical por el anterior acto brutal que habría sufrido y un leve mareo producto del calor que no paraba de alzarse.

“No quiero… ¡Morir!” Esta vez clavó con fuerzas sus uñas al suelo y colocó su frente pegada al suelo e inclinó sus caderas para así deslizarse el doble de lo que había hecho antes en lo que parecía ser un estado frenético de movimientos. Las lágrimas de sus ojos cada vez eran más intensas, nunca había llorado tanto en tres años, nunca se había sentido tan presionada, abatida, adolorida, ¡Nunca se había sentido tan viva!

Sus piernas le respondieron por primera vez abriéndose y pegándose al suelo, esta vez cambiaría la forma en que sus brazos estarían apoyados formando una especie de ‘V’ y comenzaría a arrastrarse con fuerza tal cual lo hacía cuando era pequeña y jugaba a la guerra, no tardaría demasiado en llegar a aquella puerta y menos en pegarse a la misma. “Yo… ¡¡¡Vivireeeeee!!!” Sus pulmones liberaron todas las ganas de gritar que había contenido durante tanto tiempo, sosteniéndose con la manija de la misma Léa lograría colocarse difícilmente de pie, girar el picaporte y lanzarse fuera de la mansión directamente al patio.

Todos estaban muertos, no quedaba ni un alma en la mansión en llamas, y ella sabría que desde ese momento su vida cambiaria totalmente. “Ellos tomaron todo lo que alguna vez he amado. Y con ello, tomaron también mi bondad, mi compasión… Pero ese fue su error, puesto que lo único que dejaron en mi fue un corazón frio y vacío y con él, haré que cada uno de esos monstruos paguen, con sangre.”  Su rostro se veía diferente, algo había cambiado o mejor dicho algo había nacido dentro de ella, aquello que le brindó valor, fuerza y ganas de vivir. Venganza.

Léa François, La nomade. Tumblr_nflwp4IlmS1tkefmgo2_500

(Tres años han pasado desde entonces)



Mar de origen: Reino de Lyneel. North Blue.

Pertenencias: De su antigua vida Léa posee poco o nada debido al enorme incendio que lo quemó todo, solamente le quedo un relicario muy antiguo con una foto familiar de fondo, porque lo llevaba puesto en el momento, en él se pueden divisar unas 4 o 5 personas, es difícil distinguirlo pues la foto está muy reducida. Su vida nómade le obliga a llevar poco, viajando no se la verá con mucho más que alguna mochila o bolso con algún ropaje, dinero, comida, y artículos varios de limpieza y de primeros auxilios.

Botín de partidas: Ninguna.

Sueños: Su sueño principal que está colocado incluso dentro de su subconsciente, es el de erradicar la maldad de este mundo a base de derramamiento de sangre. Léa quiere asesinar a mano propia a la mayor cantidad de bandidos que haya en todo el mundo. Y la forma más fácil de encontrar ese tipo de personas es yendo a donde se encuentra el One Piece.

Otro sueño que ella mantiene oculto ya que le da muchísima vergüenza es que le encantaría ser modelo o diseñadora de ropa, o al menos ser reconocida mundialmente como una de las mujeres más bellas. (Tiene cierto contraste con la parte de no destacar, pero esa es la gracia, a veces uno odia aquello que más quiere pero que siente que nunca lo va a poder conseguir.)

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Referido por: Nadie. Soy un alma errante, simplemente fui siguiendo nombres de un foro a otro y por medio de buscadores.
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Léa François, La nomade. Empty Re: Léa François, La nomade. {Sáb 20 Dic 2014 - 0:28}

Yo seré tu corrector, si no estás de acuerdo con la nota que te dé, eres libre de pedir otra moderación. Dicho lo anterior, ¡empecemos!

- Historia del Pj (Extensión y originalidad) - Hasta 2´5 puntos: La historia me ha encantado, me ha quedado un poco inconcluso lo de que de buenas a primeras sea capaz de moverse, pero es factible, ya que el cerebro hace esas cosas a veces. Te doy un 2,3.

[b]- Psicología del Pj (Gustos, desagrados... se valorará la originalidad) - Hasta 2´5 puntos:
Los gustos me han gustado (valga la redundancia), están basados en la historia de tu personaje y metes alguno que contrasta, como los dulces. Así que un 2,5.

- Redacción, ortografía, gramática... - Hasta 1 punto: No he visto nada que me haga llorar, así que un 1.

- Descripciones (Psicológica y física) - Hasta 2 puntos:[b] Están bien explicados ambos apartados, la psicología me parece interesante (por eso de no tener sentimientos), por lo que te doy un 1,8.

[b]- Habilidades y Torpezas – Hasta 1 punto:
Por lo general bien explicados, te basas y repites mucho lo de los ojos, por lo que te llevas solo el 0,9.

- Misceláneo (Sueños, Estilo de lucha, Apodo... detalles que demuestren originalidad) – Hasta 1 punto: Me encanta tu personaje, de regalo te llevas un 1.

PD: El punto de misceláneo no se dará sí o sí. Sólo en casos en que el mod lo veo apropiado.

Si mis cálculos son correctos tienes un precioso 9,5, así que tienes acceso a todo ésto. Recuerda que Puedes editar para optar al 10 si así lo deseas.

Akumas:
- Paramecia- 7´5
- Zoan normal - 8
- Zoan prehistórica - 8'5
- Logia etérea - 9
- Zoan mitológica - 9'5
- Akuma legendaria - 10*

*Se deberá sacar un 10 de nota para poder acceder a una de las akumas más poderosas de la serie, como la Pika Pika no mi. También se incluyen en este tipo Akumas potencialmente OP (Overpowered), como la logia de sonido.

*Los nombres de las Akumas deben de ser bisílabos. En ciertos casos el Staff se reserva el derecho a cambiar el nombre a una Akuma (Tiger Tiger por Neko Neko modelo tigre, por ejemplo)

Cyborg:
- Comenzar como humano con una parte cyborg - 7,5
- Comenzar como cyborg - 8,5

Razas:
- Humanos y Skypianos- cualquier nota
- Brazos largos y piernas largas- 6
- Enanos- 7
-Animales parlantes- 7
- Gyojin grado 1* - 7´5
- Gigante - 8
- Gyojin grado 2* (peces venenosos y tiburones) - 8´5

*Los grados de gyojin hacen referencia a la subraza. Un gyiojin sirena/tritón o un gyojin de una raza como el pulpo sería de grado 1. Un gyojin de grado 2 serían un tritón o sirena gigante, un gyojin anguila eléctrica (Con poderes duros, vaya). Un gyojin de grado 3 sería un gyojin de los más duros como los gyojins venenosos (Gyojin pez escorpión, gyojin pez globo) o un gyojin de grado 2 con karate gyojin.
[/b][/b][/b]
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