- ¡Despierta, despierta! - Era todo lo que oía a mis alrededores. -

- Ohhhh… mi cabeza. - Dije mientras me reincorporaba para sentarme. -

A mi alrededor había montones de personas mirándome con unas sonrisas de oreja a oreja en sus caras, vestían unas largas túnicas algo desgastadas y algunos de ellos estaban heridos. Por detrás de estos se levantaba una pequeña ciudad portuaria. En cambio al otro lado se podía ver un bosque y una cadena montañosa bastante alejada. No sabía bien claro dónde estaba o quiénes eran aquellas personas, pero lo más importante de todo… ¿Quién era yo? No recordaba nada anterior a haberme despertado allí enmedio, ni tan siquiera una mísera imagen, no sabía que estaba pasando pero quería averiguarlo.

- Perdón pero… ¿ Quiénes sois vosotros ?  Y aún más importante, ¿quién soy yo ?
- Oh dios mío, no recuerda quién es. - Le dijo una chica bajita de pelo carmesí y ojos azules a un chico alto y fuerte de cabellos castaños y ojos a juego. -
- ¿ Tan mal le ha ido contra esos agentes ?. - Dijo otro chico de cabellos rubios y ojos verdes que estaba a mis espaldas. -
- Por lo visto le han dado una buena paliza y no recuerda nada. - Dijo el último de ellos que era un hombre barbudo, con unos cabellos color plata y unos ojos marrones. - Yo soy Jkiel, Jefe del grupo y paramédico, venías de camino para unirte a nosotros. - Dijo mientras me daba la mano para ayudarme a levantarme. Yo estreché su mano y me puse de pie. - Estos son Mikael, nuestro espía y asesino. - Dijo señalando al de cabellos rubios. - Irina, nuestra espadachín y cocinera. - Dijo señalando a la chica que respondió con una cálida sonrisa. - Y por último Vhiel, nuestro tirador y herrero. - Y este es el grupo.
- ¡ Bienvenido, Shi ! Tú eres nuestro médico, encantados de conocerte. - Dijeron todos a la vez. -
- Gracias… Supongo. - Dije mientras me rascaba la cabeza. -

Aquella situación resultaba de los más extraño pero por lo que parecía aquellas personas no parecían tener malas intenciones y lo que es más, conocían más de mi que yo mismo lo que ya era decir mucho. Supongo que en la situación en la que me encuentro mi mejor opción es quedarme con ellos hasta que averigüe quién soy y a que me dedicaba. Aunque claro decirlo es más fácil que hacerlo, para mi no eran más que extraños y tal vez anteriormente hubiera compartido cientos de aventuras con ellos,  desde luego era una situación incómoda. Tras pensar durante un par de segundos les pedí que habláramos sobre mi y me dijeron que estaríamos más cómodos en “La Base”. Así que nos encaminamos hacia “La Base” y durante el camino me fueron poniendo un poco al día de todo.

Por lo visto yo era un nuevo miembro del grupo de Jkiel, cuando perdí la memoria iba camino a La Base y fui atacado por un grupo de Agentes del CP, que por lo que Jkiel decía no parecían ser muy amigos de nuestra causa. Tras caer yo K.O ellos llegaron y se deshicieron de los Agentes restantes, de ahí sus heridas y túnicas desgastadas. Siguiendo con lo que me dijeron me mandaron para realizar soporte médico a la unidad de Jkiel, o mejor dicho para acabar con mi entrenamiento como paramédico. Pues Jkiel era un experimentado paramédico al servicio del Ejército Revolucionario. Sí, por lo visto yo formaba parte de un Ejército Revolucionario cuyo objetivo era salvar el planeta o algo parecido… realmente no lo tenía muy claro por aquel entonces.

Hasta ahora ya había conseguido suficiente información como para poder presentarme y dar algo de información sobre mí, que ya era más de lo que esperaba conseguir cuando me desperté en medio de ellos. Por otro lado Irina me estuvo comentando que por lo visto yo había estado con ella durante mi entrenamiento en el Ejército y que los dos habíamos sido cadetes en el mismo lugar. Yo no recordaba nada de esto por mucho que lo intentara pero me alegraba de haber encontrado mi sitio. Durante semanas estuvieron contándome cosas y cosas sobre mí, enseñándome muchas otras e incluso entrenandome para el combate.

Debía de hacer como dos meses que había despertado en aquel pequeño claro cerca de la ciudad. De no haber sido por ellos aún seguiría perdido y no sería capaz de hacer todo lo que puedo ahora. Según Jkiel he recuperado todo el nivel que tenía en la medicina gracias a mi talento en esta y todo lo que mi cerebro ya sabía, por otro lado Irina me ha estado entrenando con el uso de mis dagas y dice lo mismo. Así que hoy voy a ir a mi primera misión con ella como supervisora y espero no decepcionarlos, voy a estrenar la túnica que me han entregado y además usaré una máscara para ocultar mi identidad al igual que Irina. Nuestro objetivo es un bar que hay en uno de los peores barrios de la ciudad, por lo visto hay mucha actividad pirata por allí y se trafica con armas.

Mientras me preparaba para la misión, Irina vino a decirme que cuando acabara de preparar, fuera hacia la armería de Vhiel pues tenía algo para mí. Así cuando acabe de prepararme marché hacia la armería a ver que me habían preparado. Para mi sorpresa habían preparado unas armas especiales para mi, eran un par de dagas unidas por una cadena que me iba a permitir lanzar las dagas y manipularlas a una mayor distancia. Tras esta sorpresa Irina y yo nos despedimos del resto y marchamos hacia la ciudad, era mi primera misión y nada iba a ser como yo esperaba.
No tardamos en llegar al barrio de la ciudad en el que estaba el bar que buscábamos y empezamos a saltar de tejado en tejado hasta llegar al que buscábamos, una vez en este Irina dijo:

- ¿ Estás listo ? Ahora es cuando empieza lo bueno y pase lo que pase no te separes de mi, no queremos que en tu primera misión te vuelvas a olvidar de todo. Nuestro objetivo esta en esta ventana de aquí, abajo tenemos que encontrar un poco de información, no debería ser un gran problema. - Dijo antes de dirigirme una sonrisa. -

Yo asentí y entramos a través de una de las ventanas del segundo piso, parecía ser una habitación en la que se hospedaba alguien, pues había una bolsa tirada sobre la cama, una guadaña apoyada en la pared y montones de papeles sobre el escritorio. Irina se acercó al montón de papeles del escritorio y empezó a rebuscar entre estos, mientras tanto yo me dirigí hacia la mochila y la abrí en busca de algunas cosas. En esta no había más que un montón de cigarrillos, dinero y un mechero de plata con una A grabada en este. No se bien porqué pero tomé la caja de cigarrillos y encendí uno con el mechero, saqué la máscara de mi cara para pegarle un par de caladas y lanzar el humo y acto seguido me la coloqué de nuevo.

No entendía bien porqué había encendido aquel cigarro pero fue instintivo y durante esos segundos en los que el humo invadió mi cuerpo, sentí una gran nostalgia que no había sentido hasta ahora. Irina sonrió mientras asentía y decía:

- Es verdad tú antes fumabas pero no te lo dijimos con la intención de que dejaras ese mal vicio. Pero bueno, supongo que si has recordado eso terminarás recordando todo. - Dijo con una cara de preocupación.-

Me extrañó un poco esa reacción por su parte, pero apenas le dí importancia, pues por primera vez en dos meses que había sido capaz de recordar algo por mi mismo, aunque fuera algo tan simple como fumar. Señale la mochila y miré a Irina que asintió, dándome el permiso, así que tomé la mochila y la eché a mi espalda. Colocar la mochila a mi espalda me causó una sensación como la que había tenido como con el cigarro y entonces supe que aquello debía tener alguna relación con mi pasado, preferí no contarle nada a Irina y seguir indiferente. Ella sonrió y tomó un montón de papeles del escritorio, acto seguido me hizo una señal diciendo que nos fuéramos. Salimos por la ventana y subimos al tejado para volver por dónde habíamos venido.

De vuelta en la base Irina me felicito y yo volví a mi cuarto, una vez en este revisé de nuevo la mochila y me percaté de que al fondo había un pequeño libro, en cuya portada ponía A.A. Parecía una especie de diario que narraba sus aventuras tras su llegada a la isla y como había estado trabajando en esta. Suponía que esto era un descubrimiento importante así que enseguida fui a buscar a Irina para hacérselo saber, una vez la encontré ella me preguntó preocupada:

- ¿ No lo habrás leído, verdad ? - Yo negué con la cabeza y entonces ella respiró aliviada. - Menos mal… - Dijo en voz baja. - Bueno le daré esto a Jkiel para que se haga cargo de la información. - Dijo mientras tomaba el diario de mis manos. -
- Vale. -Dije yo mientras me rascaba la cabeza pensativo, la actitud de Irina era muy rara respecto a esta misión. - Irina, ¿ estás bien ? - Le pregunté algo preocupado. -
- Sí ,  ¿ por qué ? - Me preguntó de nuevo con esa sonrisa suya. -
- Porque te noto algo rara desde que empezamos esta misión, no se, estas como muy preocupada con todo este tema de la información.
- Ya sabes que no quiero que te pase nada malo, así que prefiero andar con mucho cuidado en estos temas. - Dijo de nuevo sonriendo. -
- Bueno, espero que solo sea eso. Te parece si volvemos a aquella posada y nos hacemos unas cervezas. - Le dije sonriendo yo esta vez. -

Su rostro se volvió sombrío y reflejaba mucha preocupación, mi cara cambió totalmente y se tornó sería también. Fue entonces cuando le pregunté de forma más directa:

- Irina, ¿ qué relación hay entre mi pérdida de memoria y la misión que hemos hecho hoy ? Cuando me puse esa mochila que tomé en la habitación me invadió una sensación igual que cuando fume aquel cigarrillo.

Un molesto silencio invadió la habitación de Irina y tras unos segundos ella contestó:

- No puedo seguir mintiéndote, al fin y al cabo, te amo. - Dijo ella tras aquel molesto silencio. Yo quedé totalmente descolocado y tras una pequeña pausa ella se me acercó y continuó. - La habitación de la taberna era de uno de tus atacantes y es por eso que fuimos hasta allí, fuimos para encontrar el paradero de ese maldito cerdo que junto al resto te ataco. - Dijo de nuevo sonriendo y acercándose un poco más a mí. -
- Vale, te creo. Pero volviendo a lo de antes… ¿ Me amas ? Sé que supuestamente nos conocemos desde ya hace años pero realmente nosotros ya habíamos tenido algo antes de mi pérdida de memoria. - Le dije esperando una respuesta. -

Entonces ella se acercó aún más y sin mediar palabra se acercó a mis labios y me besó durante unos segundos, cuando iba a echarse atrás la tomé por la cadera y la mantuve pegada a mi durante unos segundos más. Tras aquello se echó unos pasos atrás como si estuviera algo sorprendida para luego volver a dedicarme una bonita sonrisa. Aquella sensación era “amor” supongo por la forma en la que me sentía aunque no lo tenía nada claro. Tras unos segundos quietos ella se volvió a acercar y me abrazó susurrándome al oído:

- Me alegro de que hayas vuelto. - Y tras esto volvió a unir sus labios con los míos durante unos segundos. -

Me hubiera gustado que el tiempo se parara en aquel momento y se repitiera hasta mi muerte. Durante semanas Irina y yo íbamos juntos a todos lados y nos hacíamos cargo de nuestras misiones juntos, pudímos completarlas todas sin problemas y así fui acercándome cada vez más a ella. Una cosa llevó a la otra y acabamos intimando una noche tras una misión, realmente en aquel momento me importaba poco si había olvidado mi pasado solo quería vivir ese presente, pero todo aquello acabaría cambiando.

Era un día más en el que Irina y yo nos íbamos de misión pero hoy era diferente, pues habíamos logrado identificar al fin al Agente prófugo que me atacó, se encontraba en la posada en la que hacía unas semanas fuimos a investigar. De nuevo Irina se llenó de preocupación, yo me acerque a  tranquilizarla con un beso en la mejilla y una sonrisa, tras aquello ella sonrió y salimos de La Base para dirigirnos a la ciudad. Tras un par de minutos llegamos al bar y esta vez entramos por la puerta, pues queríamos localizar y eliminar a nuestro objetivo tan rápido como nos fuera posible. Nos paramos a la entrada del lugar y desde ahí se podía oír todo el ruido que había, parecía que se lo estaban pasando muy bien, pero íbamos a interrumpir aquella fiesta.

Irina y yo nos miramos y asentimos, tras esto irrumpimos en la posada en la que todo se tornó silencioso e incómodas miradas aparecían sobre los dos enmascarados. Irina portaba su túnica color tierra y su máscara de conejo mientras que  yo portaba mi oscura túnica acompañada de mi máscara de gato. Todos comenzaron a gritar y reírse mientras nosotros tratábamos de localizar a nuestro objetivo, tras unos segundos logramos localizarlo en la terraza cerrada que se encontraba a un lado de la taberna. Rápidamente Irina echó mano de su katana y con un salto y un rápido movimiento atacó a nuestro objetivo. Esto causó un gran alboroto en la taberna, puesto que todos empezaron a gritar y golpear las mesas. Este viéndola venir esquivó el ataque mientras decía:

- Veo que me habéis encontrado incluso aquí, maldita escoria revolucionaria. - Dijo mientras desenvainó un par de espadas. -

Antes de que pudiera reaccionar, le lancé una de las dagas que logró impactar cerca de su hombro izquierdo. Tras esto Irina se volvió y le lanzó dos ondas de energía que desvió con sus espadas. Yo doble la cadena de la daga que lancé con la intención darle mientras volvía pero este la esquivó dando un salto hacía Irina mientras la atacaba. Yo empecé a correr mientras recogía parte de la cadena y lanzaba la otra daga tratando de golpearle por la espalda. Mientras Irina desviaba con su katana los repetitivos ataques del Agente, al ver mi daga marchando hacia él lo desequilibró y mi daga impacto en su espalda atravesándolo de lado a lado. Este soltó sus armas y echó sus manos a mi daga, tratando de evitar que yo tirara de esta y desgarrase sus órganos al sacarla. La taberna cesó el ruido y todos empezaron a escuchar nuestra conversación.

- Me temo que se acabó. - Dijo Irina situando su katana sobre el hombro del agente preparada para hacerle un peinado nuevo. -
- ¡ Espera ! - Le grité tratando que parara. - El puede ayudarme a conocer mi pasado.

Durante unos segundos Irina dudo entre si cortarle la cabeza o dejarlo vivir y así ayudarme a conocer mi pasado, por suerte o por desgracia lo dejó con vida. Entonces iba a llegar el momento en el que me iba a dar cuenta de que todo lo que había vivido los últimos meses era una auténtica farsa. Empecé a hablar con el agente y le pregunté:

- ¿ Por qué razón fui atacado por la CP si tan solo era un cadete del Ejército Revolucionario ? - Le pregunté intrigado. -
- ¿ Cadete revolucionario ? - Preguntó extrañado. - En los últimos meses sólo se ha realizado una misión de ataque en esta isla y fue para la caza de un prófugo pirata de bastante renombre. Logramos abatirlo en el pequeño claro cerca del bosque unos meses atrás gracias a que defendió a un grupo de rehenes que habíamos tomado con la intención de atraerlo. -Contó el agente con sus últimos esfuerzos. -

Todas las piezas empezaban a encajar en mi cabeza y ya se porque tanta información sobre este lugar era tan turbia, además aquellas sensaciones nostálgicas, todo eso era porque aquella mochila y aquel mechero eran míos. No entendía muy bien aquella situación, en ese momento un sentimiento de ira y rabia invadió mi cuerpo, clave la segunda daga en el pecho del Agente y lo alcé mientras le chillaba:

- ¡ Yo nunca morí en aquel lugar, una persona tan penosa como tú nunca sería capaz de matarme ! - Chillé cual maniaco homicida sediento de sangre mientras lo arrojaba terraza abajo hasta que se estrelló sobre una de las mesas del local. -

La gente del local gritó horrorizada, mientras huía del lugar amontonandose en la estrecha puerta. Mientras yo lamía la sangre de la daga sin darme cuenta, tras esto encendí un cigarro y miré a Irina con ira mientras le chillaba:

- ¡ Quién cojones soy en realidad ! ¿ Por qué me habéis estado engañando todo este tiempo ? Quiero respuestas y las quiero rápido. - Dije mientras tiraba de las cadenas de las dagas haciendo que estas se desprendieran del cuerpo inerte del Agente. -

Irina quedó muda por unos segundos hasta que le propicie un superficial corte en la mejilla, entonces ella respondió rápida y claramente:

- Eres Aexyr Akynton, también conocido como el afamado pirata Kuroi Kage, que hasta ahora se había mantenido inactivo, permaneciendo en esta isla. - Dijo con un tono miedoso. -

Yo reí y me acerqué a ella, esta trató de retroceder un paso pero la agarre por la cintura y la acerqué de nuevo. Tras esto le susurré al oído:

- Si todo esto hubiera ocurrido de otra manera.... habríamos sido muy felices, pero en estas circunstancias me temo que este es el mejor modo de arreglarlo. - Dije mientras clavaba suavemente mi daga en su vientre y la besaba.-

Ella lloraba mientras me pedía perdón una y otra vez pero yo no era capaz de razonar, tras acabar con el beso lancé la otra daga a la viga de manera que la cadena de ésta quedará enrollada. Y tras unos segundos Irina colgaba en el centro de la posaba mientras yo bajaba por las escaleras de la terraza, entonces pegue otra calada y lancé el cigarro al suelo, mientras ella seguía pidiendo perdón por lo que había hecho mientras que yo me acercaba, una vez a su lado le dije:

- Tú no tienes la culpa, la culpa fue mía por no ser capaz de ver el espejismo en el que estaba viviendo, así que hoy pienso solucionar todos mis errores de los últimos meses. - Dije mientras la soltaba y caía al suelo. Esta utilizó sus últimas fuerzas para pronunciar sus últimas palabras.-
- Te quiero, eres lo mejor que me ha pasado, siento que todo lo que hemos vivido haya sido una farsa, pero por lo menos te aseguro… - Calló durante un segundo para escupir sangre y siguió. - ...que mis sentimientos eran puros.
- Lo que yo sentía también era real, al igual que lo es este odio e ira que siento en mi interior. De todas formas te agradezco que hayas hecho esta mentira más llevadera, ha sido mientras ha durado y me he divertido mucho, hemos reído, llorado e intimado, durante todo este tiempo compartido contigo me he estado preguntando si lo que sentía era amor, ahora mismo puedo asegurarlo. Estoy seguro de que te quiero y es por eso que me duele tener que hacer esto. - Dije mientras unas lagrimas caían por sus dos mejillas. - Gracias por todo, te quiero. -

Dije mientras me acercaba a su boca y la besaba a la vez que atravesaba su pecho con la daga restante, pude sentir como una parte de mí se marchaba con ella, esta farsa había terminado, ahora empieza mi historia.

Esto ocurrió hace ya 3 meses ando en la búsqueda de mis antiguos compañeros de banda con la esperanza de que una vez más, se aventuren junto a mi por estos mares.

El físico de Kuroi se ha tornado bastante más... “divertido” de lo que era antiguamente. La mejor forma de describir su físico actual sería “llamativo”, porque es muy difícil confundir al Kuroi actual con cualquier otra persona. Su antiguamente tez clara ahora es totalmente blanca y su antiguo pelo castaño ahora ha adquirido un tono blanco claro que va a juego con su piel. Sus ojos describen perfectamente la locura que vive en su ser, o mejor dicho, el sufrimiento que este ha pasado y que ha dejado su cordura bajo mínimos. Estos son ahora de un color rojo que suelen transmitir una sensación de locura y enfermedad a todos aquellos que los ven por primera vez, pero esto no es lo único que incomoda a la gente que ve a Kuroi por primera vez. Su blanco cuerpo esta decorado con finos hilos color carmesí que cosen su carne en decenas de puntos, quizá el hilo en un principio fuese blanco o quizá no, pero desde luego destacaba en demasía respecto a el resto de tonos blancos de su cuerpo. Manos, brazos, piernas, pecho, ojo e incluso a un lado del labio. Este hilo estaba presente en todos los lados visibles del cuerpo de Kuroi como si quisiera decir:”¡Oye, aquí también le han herido!”

Por otro lado su forma de vestir se ha conservado, al menos en su estilo algo formal, pues sigue vistiendo camisa y una chaqueta, pero ahora estas van acompañadas de unos tirantes que suben desde los pantalones. Éstos últimos son más cortos de lo que solían ser y dejan a la vista la parte inmediatamente superior al pie, dónde aquel hilo también estaba presente, y dejando entrever los calcetines que salen de los zapatos que siempre lleva.

Respecto a su altura y peso, Kuroi ha cambiado mucho después de su cautiverio. Ha perdido 23 centímetros de altura, actualmente mide 1,52m, tomando una apariencia muchísimo más infantil y causando decenas de burlas a causa de esto. Su peso, rondando los 56 kilos es más que suficiente para su ahora pequeño cuerpo, que si bien pequeño está bien entrenado y le permite moverse de manera ágil. A primera vista aparenta ser un niño enfermizo que sufrió mucho durante su infancia, pero nada más lejos de lo que realmente es.

Kuroi a empezado a referirse a sí mismo como una tercera persona, es decir, nunca utiliza el término yo a la hora de escribir sobre sí mismo o a la hora de hablar, esto denota cierta personalidad infantil que se ha desarrollado en el. Se ha tornado un tanto más oscuro respecto a cómo era en un principio y ahora no muestra reparos a la hora de ser totalmente claro y sincero sin importarle las consecuencias. Si alguien le cae mal no dudará en espetárselo en la cara y si alguien le cae bien no tardará en tomarse confianzas, empezar a bromear e incluso molestarlo con algunas bromas. Ha ganado muchos puntos a la hora de socializar, pues todo el daño que ha recibido le ha hecho perder vergüenza alguna. Se a tornado una persona muy confiada y arrogante, de hecho a mucha gente le molesta su personalidad y el hecho de que se fie tanto de sí mismo, esto le trae muchos problemas, pero él es feliz con ello.

Kuroi continúa en busca de el sueño que siempre persiguió, hacer justicia, tornar este mundo un lugar justo en el que todos puedan vivir como iguales, pero el modo de hacerlo ha cambiado de una forma un tanto radical. Kuroi, quién ha cambiado mucho psicológicamente a causa de todo lo acaecido durante su cautiverio y tortura, ha abandonado totalmente sus principios a la hora de lograr este objetivo. Si bien trata de ser una persona justa, no duda en matar si lo cree necesario o en abandonar a alguien si va a ser beneficioso para la mayoría. Esto es así con toda la gente, con toda excepto su familia. Si bien es cierto que no tiene una familia como tal, no actualmente, toma a todos los miembros de Tea Party como su familia. Esas personas que han sido capaces de poner su vida en peligro por defender su mismo objetivo y por ayudarle, pero no solo esto, sino que, a la hora de la verdad Kuroi, sería capaz de echar por tierra cualquier cosa con tal de defender a esas personas. Así tuviera que iniciar una guerra para poder defenderlas.

Pocas cosas podrían causarle algún trastorno una vez llegados al punto de problemas que Kuroi ya ha pasado, pero sin duda el hecho de perder un ser querido o alguien a quién él crea importante lo sacaría completamente de quicio. Lo más importante para Kuroi actualmente es su familia, Tea party, y la persona más importante de para su otra mitad, Kaede. El hecho de que cualquiera de estas partes resulte dañada podría causar un completo caos en el frágil equilibrio emocional que Kuroi mantiene. Durante la mayor parte del tiempo actúa de una manera tan cuerda como su mente le permite, pero de vez en cuando se desatan esos cabos que lo mantienen cuerdo y se torna una persona completamente perdida. Caos es todo lo que le envuelve cuando esto ocurre y solo hay dos cosas que pueden pararle, un ser querido que le pare los pies o la propia muerte. Si ninguno de estos interviene Kuroi sigue creando el caos hasta que esos cabos vuelven a su sitio y su infantil personalidad vuelve a tomar el control.

Respecto a colores le encanta tanto el color negro como el rojo y suelen ser los que utiliza para todo. En cuanto a la comida podríamos decir que le gusta la carne, siendo más exactos el pollo, pues realmente es lo que come con más frecuencia, por el otro lado le encantan las bebidas alcohólicas y siempre suele acompañar sus comidas con un buen ron o whisky, que las hace mejorar enormemente.
Respecto a lujuria se podría decir que es como todos los hombres, se conforma con poco, ver un poco de cacho, tocar un poco… lo típico. Le gustan las mujeres fuertes y carismáticas, debido a que las mujeres con ese tipo de carácter le parecen lo suficientemente autosuficientes como para no necesitar la ayuda de nadie aun a pesar de estar pasando por una gran serie de problemas.
Le agradan los niños y lo referente a ellos, a pesar de que la mayoría de las personas muchas veces los consideran seres molestos, él los ve como una larva falta de educación y forma. Disfruta influenciándolos e inculcándoles sus principios, es como crear pequeñas armas que se acabarán por desarrollar con el tiempo.

Lo que más odia Kuroi es perder, esto hace aún más notoria su infantil personalidad. No soporta el hecho de no tener razón, estar equivocado y que otros le corrijan, lo odia. Odia todo lo “finolis” y lo relacionado con el color rosa, pues realmente no es capaz de sentirse cómodo con gente que viste de este modo. Desprecia a la clase alta por encima de todo, piensan demasiado en ellos mismos y porque no le gusta su forma de hacer las cosas.

No puede ni ver al ejército revolucionario pues son los causantes de su pérdida de memoria. También odia la bandera azul de la marina aunque no recuerda bien el porqué, cosas relacionadas con el pasado, supone. Le desagrada el tomate pues no le gusta su situación de “fruta-verdura” y mucho menos su sabor. Después de su primer encuentro con Ryuta y a pesar de su buena relación, no lo soporta, es demasiado estúpido.

Kuroi, se ha vuelto una persona bastante... “especial”, por decirlo de algún modo. Todos los sucesos que le han acaecido le han hecho mejorar mucho respecto a su sociabilidad. Ahora es una persona mucho más extrovertida, sin ningún perjuicio por su aspecto físico o lo que puedan pensar de él. Su personalidad infantil también le ayuda en este aspecto, pues no tarda en llevarse bien con la gente o en enfadarse con esta si no le caen bien. A pesar de toda la tortura que ha tenido que vivir durante los últimos meses su mente ha evolucionado y su cerebro se ha “desarrollado” bastante más y esto le permite razonar de mejor forma. Siempre fue bueno tramando y ideando estrategias, pero ahora más que nunca las forma en apenas unos pocos segundos y tienen un gran porcentaje de éxito.

Es una persona muy ágil, todo el entrenamiento le ha tenido que servir para algo. Ahora es bastante más flexible que antaño y ha mejorado mucho físicamente.

Logra diferenciar hasta 30 tonos en cada color, cosas de sus problemas psicológicos. También es inmune al alcohol, o mejor dicho, no entra en estado de embriaguez sino que, en caso de beber mucho, cae directamente en coma.

Kuroi, ha cambiado bastante debido a los sucesos acaecidos durante estos últimos meses. Se ha tornado una persona mucho más extrovertida, esto es bueno, pero no ha hecho más que causarle problemas. Suele tomar confianza en la gente relativamente rápido y muchas veces esto no es bueno, pues no toda la gente es buena ni inocente como éste cree a veces.

Es un completo desastre en la cocina, no es capaz ni de hacer una triste tortilla. Ha hecho más de un intento, pero desde que la última vez casi destruye el edificio en el que estaba cocinando no ha vuelto a intentarlo.
Tiene problemas a la hora de pedir ayuda, no le gusta depender de la gente que le rodea y esto le ha causado más de un problema.
Aunque es capaz de distinguir montones de tonos no conoce la forma de nombrarlos así que siempre se refiere a ellos como simplemente el color. 

Ayudar a su familia, hacer que todos los integrantes de Tea Party cumplan sus sueños es el principal objetivo de Kuroi. Quiere formar una familia en la que apoyarse y en la cuál se pueda sentir seguro a la hora de la verdad. Una familia que si es necesario, cruzaría los 4 blues por ayudarse entre ellos.
Crear un mundo justo junto a los integrantes de Tea Party y reinar para que asegurarse de que éste continué siendo justo.
Reencontrarse con los Sons of Anarchy y disculparse con Rose por todo el daño causado, además de compensarle de algún modo todo lo que hizo por él en el pasado.
Cumplir la última voluntad de Shi, su otra mitad, defender y cuidar a Kaede a toda costa, cosa que pronto se tornará una obligación para él por el profundo amor que siente por esta.
Convertirse en un gran brujo, tras todo el entrenamiento que recibió por parte de uno de los últimos grandes maestres de las artes oscuras, Kuroi quiere continuar aprendiendo y conseguir que su nombre alcancé un gran renombre. “Kuroi, El brujo blanco”