Vulgrim
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Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
En cuanto oscureció un fuerte viento azotó el pequeño bote de Vulgrim. Le pilló tan desprevenido que cayó al mar. El agua salada estaba tan fría que sus músculos empezaron a dejar de responder a sus órdenes. Menos mal que con las pequeñas fuerzas de las que disponía pudo volver a montarse en aquella barca de madera caoba, sí, ésta iba a ser una oportunidad para ver su determinación en situaciones extremas. No paraba de temblar y solo miraba el pequeño mástil del bote. Decidió recoger las velas ya que el bote se puso a la misma rapidez del viento y era bastante rápido. No paraba de mirar de un lado para otro con su cara mojada y sus mocos deslizándose por la zona del bigote. Apretaba los dientes y maldecía aquella tormenta. El cielo estaba completamente ennegrecido y aparte de la luz de los rayos no se veía absolutamente nada. Parecía que tenía los ojos cerrados, pero no era así. Un crujido captó la atención inmediata de sus ojos: el mástil se había rajado. Con sus dos manos intentó cogerlo pero el balanceo de la barca no lo dejaba. Se estaba empezando a desesperar. Intentó tranquilizarse sentándose en el suelo, se le pasó por la cabeza la idea de huir pero en cuanto la detectó se dio un ligero puñetazo en el pecho y sacudió la cabeza, no lo iba a permitir. Se puso en pie rápidamente y cogió aquel mástil que estaba a punto de rajarse por completo y torció sus brazos. El barco se balanceó violentamente y estuvo a punto de volver a caer. En sus manos tenía aquel trozo de mástil. Puso la pierna derecha por encima del palo y la izquierda por debajo, a continuación hizo presión. Las pequeñas grietas que ya tenía de por sí más las que había producido la tormenta y la presión de sus piernas acabó por romperlo en dos trozos. "Ahora tengo dos remos" rio. Empezó a hacer fuerza con los remos en la misma dirección que la del viento. Gracia a éste que levantaba las olas la barca se movía a mayor velocidad. Tras una media hora navegando logró ver un pequeño claro un poco al oeste. Echó su peso un poco hacia la izquierda y el barco se giró. Tenía que ejercer mucha fuerza a la hora de remar porque el viento conseguía que unos de los remos se sumergiera más de lo debido ocasionando que el bote girara. No sabía ya si los chorreones que le caían por la frente y por detrás de la cabeza serían agua o sudor. Tenía la respiración acelerada y las venas de sus bíceps muy hinchadas. Remó como un loco hasta que los ruidos de los rayos cesaron. Cerró los ojos fuertemente para que no se le metiera el sudor en ellos. Los abrió cuando detectó una ligera brisa tranquilizadora por su nuca. La tormenta estaba al fondo, la había dejado por fin atrás. El bote chocó con algo. Vulgrim se puso en pie rápidamente al ver que una cuerda había caído de arriba suya al bote. Levantó la vista y vio a dos muchachos, vestidos con sombreros verdes claros.
-¡¡SUBE!!- gritó uno de ellos. Tenía una voz de pito, como la de un niño de 10 años o incluso menos.
Agarró la cuerda e intentó subir pero resbaló y volvió a caer al mar. Las manos empezaron a sangrarle, pero eso no era una excusa. Volvió a agarrar aquella cuerda. De las manos empezaron a brotar más sangre y las sentía como si las hubiera metido en una hoguera, pero pensaba que si caía, no sería capaz de volver a subir. Los otros dos muchachos animaban y tiraban a la vez de la cuerda. Cuando llegó le echaron una manta por encima. Levantó la vista vio que todos los tripulantes del barco lo estaban observando. Uno de ellos se acercó a él:
-Qué valor tienes... yo no sé si hubiera podido sobrevivir en tu situación...
-¿Sobrevivir a esa tormenta? Increíble- se escuchaban voces de fondo.
Vuldrim no pudo evitar soltar una carcajada y asintió con la cabeza, estaba muy cansado. Lo llevaron a un pequeño camarote. Era acogedor, con una pequeña cama y recubierto de mármol. Iba descalzo y notaba como el frío del suelo subía por sus piernas. Se echó en la cama y el muchacho del cabello rubio salió corriendo por la puerta.
-Te va a traer un poco de té caliente. Mientras tanto, tú descansa y coméntanos todo lo que te haga falta.
-¿Quié...quiénes sois?
-Somos Ultrz. Nos dedicamos a rescatar a todas las personas que nos encontramos por los mares, piratas, marines, revolucionarios, no nos importa de dónde vienen ni que hicieron en el pasado, solamente su futuro.
Vuldrim rio.
-¿Futuro?- se acomodó en la cama mientras observaba como el compañero regresaba con una taza de la cual salía mucho humo y un pequeño hilo del cual colgaba una etiqueta- Yo pienso en mis sueños solamente como algo futuro... pero intento hacer que se haga realidad cada día. Por eso he sobrevivido hoy... no era mi momento todavía. Espero que me haga bastante viejo antes de que eso llegue...
-Me llamo Rufo- dijo el muchacho rubio mientras colocaba el vaso en una mesita al lado de la cama- Es té de hiervas, viene muy bien para el estómago- sonrió- Mi compañero se llama Nulo. Ambos somos novatos de Ultrz, encantado. Y... ¿tú eres...?- dejó la pregunta en el aire.
-Vuldrim- levantó sus manos para coger el té pero Nulo se lo impidió. Rufo volvió a salir rápidamente de la habitación y vino tras pasados 10 segundos con vendas. Le echaron un líquido magenta en la herida y le empezó a escocer- Esto te dolerá un poco- dijo mientras le vendaba fuertemente y notaba como sus heridas se estrechaban cada vez más.
Un hombre vestido con un traje de chaqueta rojo y el pelo recogido en una rejilla de rombos blanca entró sin previo aviso en el camarote. Mediría 2 metros como mínimo y un arma de fuego se dejaba notar en el muslo derecho.
-Soy el capitán del barco. Encantado de conocerte. No sé si ya sabrás la regla: ahora nos perteneces por haberte rescatado. Si no...
-¿Te pertenezco?- Vuldrim no pudo parar de reír ante la mirada asombrosa de los dos muchachos- yo no pertenezco a nadie- dejó el vaso vacío en la mesita.
-Te estoy informando, me da igual tu opinión. Como te hemos rescatado, ahora tu vida está ligada a nosotros y no puedes hacer nada- paró unos segundos- Rufo, Nulo, tenemos una misión. Alcatraz Hyu se encuentra en nuestra trayectoria- los dos muchachos se levantaron al instante y salieron a marcha rápida por el camarote- Descansa- dijo el capitán mientras cerraba el camarote con llave.
Vuldrim se volvió a recostar en la cama. Estaba muy cansado y no estaba en disposición de luchar, solo iba a salir mal parado si se enfrentaba a ese tipo. Cerró los ojos y dibujó con su mente las pequeñas constelaciones que le había enseñado su maestro. Rio al recordarlas.
Una bulla le despertó. Estaba sudando. Miró a la puerta y estaba cerrada. Se levantó. Ya se sentía bastante mejor. Seguía con las manos vendadas pero apenas le dolían, aquella medicina que le habían dado funcionaba de verdad. Intentaba abrir la puerta pero estaba cerrada con llave. Empezó a aporrearla pero nadie parecía oírla. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. De repente un hombre vestido con una gabardina negra se llevó por delante la puerta. Estaba cubierto de sangre y tenía la lengua rajada. Luchaba por respirar. Vuldrim se quedó paralizado viendo como aquel hombre se ahogaba. Cayó al suelo y se arrastró hacia él. Le dio la vuelta y le dio dos manotazos en la espalda. De su boca salió algo circular lleno de sangre. Aquel hombre cerró fuertemente los puños y levantó la vista. Tenía una profunda raja desde la frente hasta la zona de las patillas. De la nariz salía sangre al igual que de la boca. Un ojo lo tenía morado…
-Gra…gracias- tenía la voz apagada, era triste- me queda poco tiempo- escupió sangre y presionó su mano en su costado. Le habían disparado y se desangraba. Dos hombres empezaron a luchar en la puerta del camarote, casi sin espacio se retorcían entre ellos.
-Cómo es la violencia… ¿eh?- susurró Vuldrim mientras veía una pequeña sonrisa en aquel hombre.
-Soy Teo. Soy el que está al mando del escuadrón segundo de Alcatraz… futuro señor de los mare…- no pudo pronunciar la última letra. En su rostro se apreciaba el dolor que sentía por la herida- ¿por qué estabas aquí encerrado?- estaba luchando por pronunciar cada sílaba.
-Me atrapó una tormenta… y los hombres de este barco me rescataron
-Escúchame, mira…- su voz cada vez se había más débil. Vuldrim bajó su rostro y lo daleó para poner su oreja justo en su boca y así escuchar lo que tenía que decir- Aquel hombre no es lo que crees… esto es un barco de…de- se estaba atragantando con la sangre y giró la cabeza de un lado a otro para que la sangre subiera a su boca y subirla- cazadores de piratas… así es… pero no los típicos usuales… el capitán de este barco se hace llamar el dios Ultrz y es un noble mundial que se dedica a extorsionar a las personas que rescata para que lo sirvan…
Vuldrim no sabía que pensar. Aquellos dos muchachos habían sido muy amables ayudándole, ¿por qué irían a hacer algo así? ¿Por qué tenía que creer a ese tipo? Mejor dicho, creía a aquel tipo. No parecía uno que mintiera a la ligera y además, ¿sus últimas palabras iban a ser mentiras?
-¿Qué sugieres que haga?
-Coge esto…- sacó un pequeño frasco rosado de su gabardina y se lo tendió- Es un veneno mortal al igual que muy inflamable, muchísimo. Baja a un cañón y viértelo, después enciende la mecha y sal corriendo hacia nuestro barco. Di que yo te lo sugerí…- Vuldrim tenía si mano derecha sujetándole el pecho y los débiles latidos dejaron de latir. “Impresionante” pensaba al ver el rostro de aquel individuo. Parecía estar feliz, parecía haber vivido una vida repleta de acciones orgullosas. Vuldrim se puso en pie y se dijo para sí: “Lo haré Teo, cumpliré tu último deseo, odio a las personas que se aprovechan tan suciamente de otras”. Salió por el camarote. Un hombre se cruzó con él y se detuvo. No sabía si era o no del bando que él quería ayudar pero lo cogió del cuello fuertemente y le preguntó dónde estaban los cañones, le dijo que tras la segunda puerta a la derecha dirección a la izquierda. Le dio un golpe en la cabeza y cayó inconsciente. Fue corriendo hacia allí. Abrió de una patada. Estaban luchando unos 7 individuos, no echaron cuenta a Vuldrim, preferían ir a lo suyo. “Qué bien” pensó. Llegó a los cañones y allí estaban tres hombres descargando y cargando las balas.
-¡Oye! ¿Tú no fuiste el que recogimos ayer del mar? Échanos una mano.
Vuldrim colocó una bala de cañón dentro del cañón y vertió todo el frasco.
-Voy a arriba a ayudar, os dejo esto a ustedes.
-¡Venga!
Salió corriendo, tuvo que hacerles frente a dos muchachillos piratas que se interpusieron ante él. Se rio y los cogió a ambos por la cintura mientras se retorcían para ser liberados. Subió hasta el camarote. Aquello parecía ser una guerra. Había muertos y sangre por todos lados. Vio claramente como el noble mundial arrancaba de cuajo la cabeza de uno de los marineros del otro barco. “Madre mía” pensó y su cuerpo pareció sentir la maldad de aquel tipo. El barco pirata era rojo con las velas blancas y una espada en vertical negra. En el mástil llevaba una jolly roger. Subió a una de las barandillas con los dos críos. La distancia entre los barcos era de unos 150 metros y cada vez se separaban más… Una gran explosión hizo que Vulgram perdiera el equilibrio cayera al agua. Se sumergió 5 metros. Cuando sacó su cabeza solo olía a madera quemada. Levantó su cabeza y el barco que lo había rescatado ardía por completo. Los marineros se tiraban al mar. Allí, sentado en la barandilla estaba su capitán. Se estaba quemando y no dejaba de mirar a Vulgrim. “Lo sabe, sabe que he sido yo” fue lo primero que se le pasó por la cabeza. Aquel hombre se puso en pie abrió los brazos entre las llamas. Levantó la barbilla y se escuchó un grito a lo lejos pero no se distinguían las palabras. De repente se lanzó hacia adentro del barco y una gran cantidad de llamaradas salieron para el cielo. Los dos muchachos se quedaron estupefactos.
-Vamos a vuestro barco- sugirió Vuldrim. Ambos asintieron.
Subieron escalando las cuerdas y cuando puso un pie en cubierta dos hombretones le pusieron sus respectivas espadas en el cuello. Le obligaron a arrodillarse y así lo hizo.
-Soy Alcatraz- era un hombre con el cabello oscuro. Unos pantalones cagones verdes y una camiseta rajada en diagonal de cuadrados blancos y negros. Tenía una voz amable y fuerte- ¿Quién eres y que haces con mis dos novatos?- dijo mientras los miraba.
-Me llamo Vulgrim. No soy nad- la hoja de la espada del tipo a más de la derecha empezó a clavarse cada vez más en su cuello obligándolo a echarse un poco para atrás para no sentir tal presió- Teo…
A Acatraz se le abrieron los ojos completamente- ¿¡Qué sabes de él!?- se acercó rápidamente a Vulgrim y se puso a poco menos de dos metros de él a pesar de las sugerencias de sus marineros.
-Cumplí su última petición… salvaros...
-¿¡CÓMO!?- el capitán agarró de la camiseta a Vulgrim y se lo acercó hacia sí. Desvainó de su muñeca una daga y la puta empezó se le empezó a clavar en el cuello- Habla.
-Me pidió que vertiera algún tipo de líquido en un cañón…- dijo con muecas de dolor. Aprovechó que la daga dejó de presionarle para darle un puñetazo en el rostro a Alacatraz y abalanzarse sobre él.
-No intervengáis- ordenó el capitán a su nerviosa tripulación. Vulgrim lo tenía agarrado por el cuello. Ambos estaban de rodillas en cubierta y ya habían dejado muy a lo lejos el barco quemado.- Te creo. Gracias por cumplir su última petición- Vulgrim dejó de hacerle presión y el capitán se postró ante él- Pídeme lo que quieras, gracias a ti hemos salvados nuestras vidas.
-Quiero…- levantó la cabeza y empezó a reír- que nos divirtamos y que nos tomemos una buena comida.
A todos se le iluminaron la cara y empezaron a saltar y a cantar. Todos se acercaron a Vulgrim y le dieron las gracias por todo lo que había hecho y que había sido muy valiente.
pd: es mi primer diario no se si me diréis que es corto, pero solo quiero comprobar si lo hago más o menos bien y corregir mis errores para diarios futuros más importantes. Gracias.
-¡¡SUBE!!- gritó uno de ellos. Tenía una voz de pito, como la de un niño de 10 años o incluso menos.
Agarró la cuerda e intentó subir pero resbaló y volvió a caer al mar. Las manos empezaron a sangrarle, pero eso no era una excusa. Volvió a agarrar aquella cuerda. De las manos empezaron a brotar más sangre y las sentía como si las hubiera metido en una hoguera, pero pensaba que si caía, no sería capaz de volver a subir. Los otros dos muchachos animaban y tiraban a la vez de la cuerda. Cuando llegó le echaron una manta por encima. Levantó la vista vio que todos los tripulantes del barco lo estaban observando. Uno de ellos se acercó a él:
-Qué valor tienes... yo no sé si hubiera podido sobrevivir en tu situación...
-¿Sobrevivir a esa tormenta? Increíble- se escuchaban voces de fondo.
Vuldrim no pudo evitar soltar una carcajada y asintió con la cabeza, estaba muy cansado. Lo llevaron a un pequeño camarote. Era acogedor, con una pequeña cama y recubierto de mármol. Iba descalzo y notaba como el frío del suelo subía por sus piernas. Se echó en la cama y el muchacho del cabello rubio salió corriendo por la puerta.
-Te va a traer un poco de té caliente. Mientras tanto, tú descansa y coméntanos todo lo que te haga falta.
-¿Quié...quiénes sois?
-Somos Ultrz. Nos dedicamos a rescatar a todas las personas que nos encontramos por los mares, piratas, marines, revolucionarios, no nos importa de dónde vienen ni que hicieron en el pasado, solamente su futuro.
Vuldrim rio.
-¿Futuro?- se acomodó en la cama mientras observaba como el compañero regresaba con una taza de la cual salía mucho humo y un pequeño hilo del cual colgaba una etiqueta- Yo pienso en mis sueños solamente como algo futuro... pero intento hacer que se haga realidad cada día. Por eso he sobrevivido hoy... no era mi momento todavía. Espero que me haga bastante viejo antes de que eso llegue...
-Me llamo Rufo- dijo el muchacho rubio mientras colocaba el vaso en una mesita al lado de la cama- Es té de hiervas, viene muy bien para el estómago- sonrió- Mi compañero se llama Nulo. Ambos somos novatos de Ultrz, encantado. Y... ¿tú eres...?- dejó la pregunta en el aire.
-Vuldrim- levantó sus manos para coger el té pero Nulo se lo impidió. Rufo volvió a salir rápidamente de la habitación y vino tras pasados 10 segundos con vendas. Le echaron un líquido magenta en la herida y le empezó a escocer- Esto te dolerá un poco- dijo mientras le vendaba fuertemente y notaba como sus heridas se estrechaban cada vez más.
Un hombre vestido con un traje de chaqueta rojo y el pelo recogido en una rejilla de rombos blanca entró sin previo aviso en el camarote. Mediría 2 metros como mínimo y un arma de fuego se dejaba notar en el muslo derecho.
-Soy el capitán del barco. Encantado de conocerte. No sé si ya sabrás la regla: ahora nos perteneces por haberte rescatado. Si no...
-¿Te pertenezco?- Vuldrim no pudo parar de reír ante la mirada asombrosa de los dos muchachos- yo no pertenezco a nadie- dejó el vaso vacío en la mesita.
-Te estoy informando, me da igual tu opinión. Como te hemos rescatado, ahora tu vida está ligada a nosotros y no puedes hacer nada- paró unos segundos- Rufo, Nulo, tenemos una misión. Alcatraz Hyu se encuentra en nuestra trayectoria- los dos muchachos se levantaron al instante y salieron a marcha rápida por el camarote- Descansa- dijo el capitán mientras cerraba el camarote con llave.
Vuldrim se volvió a recostar en la cama. Estaba muy cansado y no estaba en disposición de luchar, solo iba a salir mal parado si se enfrentaba a ese tipo. Cerró los ojos y dibujó con su mente las pequeñas constelaciones que le había enseñado su maestro. Rio al recordarlas.
Una bulla le despertó. Estaba sudando. Miró a la puerta y estaba cerrada. Se levantó. Ya se sentía bastante mejor. Seguía con las manos vendadas pero apenas le dolían, aquella medicina que le habían dado funcionaba de verdad. Intentaba abrir la puerta pero estaba cerrada con llave. Empezó a aporrearla pero nadie parecía oírla. Un escalofrío le recorrió el cuerpo. De repente un hombre vestido con una gabardina negra se llevó por delante la puerta. Estaba cubierto de sangre y tenía la lengua rajada. Luchaba por respirar. Vuldrim se quedó paralizado viendo como aquel hombre se ahogaba. Cayó al suelo y se arrastró hacia él. Le dio la vuelta y le dio dos manotazos en la espalda. De su boca salió algo circular lleno de sangre. Aquel hombre cerró fuertemente los puños y levantó la vista. Tenía una profunda raja desde la frente hasta la zona de las patillas. De la nariz salía sangre al igual que de la boca. Un ojo lo tenía morado…
-Gra…gracias- tenía la voz apagada, era triste- me queda poco tiempo- escupió sangre y presionó su mano en su costado. Le habían disparado y se desangraba. Dos hombres empezaron a luchar en la puerta del camarote, casi sin espacio se retorcían entre ellos.
-Cómo es la violencia… ¿eh?- susurró Vuldrim mientras veía una pequeña sonrisa en aquel hombre.
-Soy Teo. Soy el que está al mando del escuadrón segundo de Alcatraz… futuro señor de los mare…- no pudo pronunciar la última letra. En su rostro se apreciaba el dolor que sentía por la herida- ¿por qué estabas aquí encerrado?- estaba luchando por pronunciar cada sílaba.
-Me atrapó una tormenta… y los hombres de este barco me rescataron
-Escúchame, mira…- su voz cada vez se había más débil. Vuldrim bajó su rostro y lo daleó para poner su oreja justo en su boca y así escuchar lo que tenía que decir- Aquel hombre no es lo que crees… esto es un barco de…de- se estaba atragantando con la sangre y giró la cabeza de un lado a otro para que la sangre subiera a su boca y subirla- cazadores de piratas… así es… pero no los típicos usuales… el capitán de este barco se hace llamar el dios Ultrz y es un noble mundial que se dedica a extorsionar a las personas que rescata para que lo sirvan…
Vuldrim no sabía que pensar. Aquellos dos muchachos habían sido muy amables ayudándole, ¿por qué irían a hacer algo así? ¿Por qué tenía que creer a ese tipo? Mejor dicho, creía a aquel tipo. No parecía uno que mintiera a la ligera y además, ¿sus últimas palabras iban a ser mentiras?
-¿Qué sugieres que haga?
-Coge esto…- sacó un pequeño frasco rosado de su gabardina y se lo tendió- Es un veneno mortal al igual que muy inflamable, muchísimo. Baja a un cañón y viértelo, después enciende la mecha y sal corriendo hacia nuestro barco. Di que yo te lo sugerí…- Vuldrim tenía si mano derecha sujetándole el pecho y los débiles latidos dejaron de latir. “Impresionante” pensaba al ver el rostro de aquel individuo. Parecía estar feliz, parecía haber vivido una vida repleta de acciones orgullosas. Vuldrim se puso en pie y se dijo para sí: “Lo haré Teo, cumpliré tu último deseo, odio a las personas que se aprovechan tan suciamente de otras”. Salió por el camarote. Un hombre se cruzó con él y se detuvo. No sabía si era o no del bando que él quería ayudar pero lo cogió del cuello fuertemente y le preguntó dónde estaban los cañones, le dijo que tras la segunda puerta a la derecha dirección a la izquierda. Le dio un golpe en la cabeza y cayó inconsciente. Fue corriendo hacia allí. Abrió de una patada. Estaban luchando unos 7 individuos, no echaron cuenta a Vuldrim, preferían ir a lo suyo. “Qué bien” pensó. Llegó a los cañones y allí estaban tres hombres descargando y cargando las balas.
-¡Oye! ¿Tú no fuiste el que recogimos ayer del mar? Échanos una mano.
Vuldrim colocó una bala de cañón dentro del cañón y vertió todo el frasco.
-Voy a arriba a ayudar, os dejo esto a ustedes.
-¡Venga!
Salió corriendo, tuvo que hacerles frente a dos muchachillos piratas que se interpusieron ante él. Se rio y los cogió a ambos por la cintura mientras se retorcían para ser liberados. Subió hasta el camarote. Aquello parecía ser una guerra. Había muertos y sangre por todos lados. Vio claramente como el noble mundial arrancaba de cuajo la cabeza de uno de los marineros del otro barco. “Madre mía” pensó y su cuerpo pareció sentir la maldad de aquel tipo. El barco pirata era rojo con las velas blancas y una espada en vertical negra. En el mástil llevaba una jolly roger. Subió a una de las barandillas con los dos críos. La distancia entre los barcos era de unos 150 metros y cada vez se separaban más… Una gran explosión hizo que Vulgram perdiera el equilibrio cayera al agua. Se sumergió 5 metros. Cuando sacó su cabeza solo olía a madera quemada. Levantó su cabeza y el barco que lo había rescatado ardía por completo. Los marineros se tiraban al mar. Allí, sentado en la barandilla estaba su capitán. Se estaba quemando y no dejaba de mirar a Vulgrim. “Lo sabe, sabe que he sido yo” fue lo primero que se le pasó por la cabeza. Aquel hombre se puso en pie abrió los brazos entre las llamas. Levantó la barbilla y se escuchó un grito a lo lejos pero no se distinguían las palabras. De repente se lanzó hacia adentro del barco y una gran cantidad de llamaradas salieron para el cielo. Los dos muchachos se quedaron estupefactos.
-Vamos a vuestro barco- sugirió Vuldrim. Ambos asintieron.
Subieron escalando las cuerdas y cuando puso un pie en cubierta dos hombretones le pusieron sus respectivas espadas en el cuello. Le obligaron a arrodillarse y así lo hizo.
-Soy Alcatraz- era un hombre con el cabello oscuro. Unos pantalones cagones verdes y una camiseta rajada en diagonal de cuadrados blancos y negros. Tenía una voz amable y fuerte- ¿Quién eres y que haces con mis dos novatos?- dijo mientras los miraba.
-Me llamo Vulgrim. No soy nad- la hoja de la espada del tipo a más de la derecha empezó a clavarse cada vez más en su cuello obligándolo a echarse un poco para atrás para no sentir tal presió- Teo…
A Acatraz se le abrieron los ojos completamente- ¿¡Qué sabes de él!?- se acercó rápidamente a Vulgrim y se puso a poco menos de dos metros de él a pesar de las sugerencias de sus marineros.
-Cumplí su última petición… salvaros...
-¿¡CÓMO!?- el capitán agarró de la camiseta a Vulgrim y se lo acercó hacia sí. Desvainó de su muñeca una daga y la puta empezó se le empezó a clavar en el cuello- Habla.
-Me pidió que vertiera algún tipo de líquido en un cañón…- dijo con muecas de dolor. Aprovechó que la daga dejó de presionarle para darle un puñetazo en el rostro a Alacatraz y abalanzarse sobre él.
-No intervengáis- ordenó el capitán a su nerviosa tripulación. Vulgrim lo tenía agarrado por el cuello. Ambos estaban de rodillas en cubierta y ya habían dejado muy a lo lejos el barco quemado.- Te creo. Gracias por cumplir su última petición- Vulgrim dejó de hacerle presión y el capitán se postró ante él- Pídeme lo que quieras, gracias a ti hemos salvados nuestras vidas.
-Quiero…- levantó la cabeza y empezó a reír- que nos divirtamos y que nos tomemos una buena comida.
A todos se le iluminaron la cara y empezaron a saltar y a cantar. Todos se acercaron a Vulgrim y le dieron las gracias por todo lo que había hecho y que había sido muy valiente.
pd: es mi primer diario no se si me diréis que es corto, pero solo quiero comprobar si lo hago más o menos bien y corregir mis errores para diarios futuros más importantes. Gracias.
- Peticiones:
- - experiencia
- PU de resistencia (no se si se pide así)
Invitado
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Buenas noches, aquí Kusanagi, el pelirrojo más sexy de todo OPD. Hoy seré tu corrector, pero tranquilo, no muerdo... Mucho. Puedes tratar de hacerme la pelota o intentar sobornarme, pero no creo que consigas hacerme cambiar de opinión. Muy bien, dicho esto, comencemos:
En general el diario está bien, alguna falta que otra, letras que se te han colado... En fin, nada que una revisión más cuidadosa no pueda solucionar. Sin embargo, sí que te recomendaría tener más cuidado con las repeticiones ya que en algunas frases puedes llegar a ser muy redundante. Te pongo un ejemplo:
No es algo excesivamente grave, pero has cometido errores similares a lo largo del diario. También destacar que párrafos como el primero deberías dividirlos para que no se hagan tan pesados para la vista. No es que esté mal pero se agradece a la hora de leer. También decirte que no me ha resultado pesado de leer, ya que la acción transcurre de forma bastante fluida (aunque a veces algo forzada), sin embargo, te recomendaría tratar de detallar un poco más todo. ¿Por qué? Bueno, pese a que algunos aspectos los describes de forma bastante completa (Teo y el lider de los cazadores) hay escenas que se quedan muy "en el aire", como si el lector tuviese que imaginárselo por su propia cuenta sin nada en lo que basarse. Además te serviría para extender algo más tus diarios, ya que a mí personalmente se me ha hecho bastante corto.
Y bueno, dicho esto pasaré a decirte la nota. Te llevas un bonito 7, que para ser el primer diario no está nada mal, y los niveles correspondientes por ser menos de nivel 10. El Power Up de resistencia no te lo puedo dar ya que no ha sido entrenado en ningún momento. Siempre que pidas técnicas, power ups o cualquier cosa de ese tipo, esta debe ser entrenada o por lo menos aparecer en el diario. No puedes obtener cosas "porque sí."
Y con esto terminamos. Recuerda que si no estás de acuerdo con la corrección siempre puedes pedir una segunda valoración. Buenas noches.
En general el diario está bien, alguna falta que otra, letras que se te han colado... En fin, nada que una revisión más cuidadosa no pueda solucionar. Sin embargo, sí que te recomendaría tener más cuidado con las repeticiones ya que en algunas frases puedes llegar a ser muy redundante. Te pongo un ejemplo:
Decidió recoger las velas ya que el bote se puso a la misma rapidez del viento y era bastante rápido.
No es algo excesivamente grave, pero has cometido errores similares a lo largo del diario. También destacar que párrafos como el primero deberías dividirlos para que no se hagan tan pesados para la vista. No es que esté mal pero se agradece a la hora de leer. También decirte que no me ha resultado pesado de leer, ya que la acción transcurre de forma bastante fluida (aunque a veces algo forzada), sin embargo, te recomendaría tratar de detallar un poco más todo. ¿Por qué? Bueno, pese a que algunos aspectos los describes de forma bastante completa (Teo y el lider de los cazadores) hay escenas que se quedan muy "en el aire", como si el lector tuviese que imaginárselo por su propia cuenta sin nada en lo que basarse. Además te serviría para extender algo más tus diarios, ya que a mí personalmente se me ha hecho bastante corto.
Y bueno, dicho esto pasaré a decirte la nota. Te llevas un bonito 7, que para ser el primer diario no está nada mal, y los niveles correspondientes por ser menos de nivel 10. El Power Up de resistencia no te lo puedo dar ya que no ha sido entrenado en ningún momento. Siempre que pidas técnicas, power ups o cualquier cosa de ese tipo, esta debe ser entrenada o por lo menos aparecer en el diario. No puedes obtener cosas "porque sí."
Y con esto terminamos. Recuerda que si no estás de acuerdo con la corrección siempre puedes pedir una segunda valoración. Buenas noches.
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