Mikoto
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Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Para invocar a un demonio
necesitas saber qué nombre tiene
necesitas saber qué nombre tiene
Exp: 5560.
Nivel: 20.
Nombre: Suoh Mikoto.
Apodo: The Red Demon / Aka no Ou.
Edad: 25.
Sexo: Hombre.
Raza: Humano.
Rango/Empleo: Desaparecido / Muerto.
Rango social: Bajo.
Descripción estilo de lucha:
-Nombre: Requiem of Red.
-Ejecución: El estilo de combate de Suoh ha evolucionado ligeramente. Mientras que antes solía enfocar su forma de pelear en las patadas, ahora se centra en el uso combinado de su cuerpo y la Öra öra no mi. Se trata de un estilo agresivo en el cual Mikoto toma la iniciativa desbordando al rival con una infinidad de golpes de cualquier tipo, ya sean patadas, puñetazos, codazos... Apoyándose de los poderes de su fruta. El objetivo de esto es no dar margen de acción a su contrincante para que su respuesta se vea limitada a la defensa. No es el más sofisticado ni mucho menos pero, desde luego, es eficaz.
Akuma no mi:
- Öra öra no mi:
- -Tipo: Paramecia de grado 2.
-Poder característico: Concede al usuario la capacidad de generar un aura de tono rojizo que envuelve su cuerpo (total o parcialmente). Dicho aura es de un gran poder destructivo, pudiendo alcanzar temperaturas extremadamente altas o incluso producir explosiones al impactar. El usuario puede controlarla a voluntad, siendo capaz de enfocarla en un único punto de su cuerpo para aumentar la potencia de sus golpes, expandirla en un área o incluso utilizarla como proyectil, entre otras cosas.- Tabla de nivel:
- Nivel 1: Es capaz de envolver su cuerpo parcialmente con el aura (La pierna, el puño...), la cual alcanza una temperatura de hasta 50ºC. El usuario puede regular su intensidad, no siendo necesario alcanzar su máximo potencial.
- Nivel 5: Puede envolverse completamente con el aura.
- Nivel 10: Es capaz de expandir su aura hasta un área de 1 metro, y la temperatura máxima que puede alcanzar pasa a ser de 100ºC.
- Nivel 20: Es capaz de expandir su aura hasta un área máxima de 1,5 metros, mientras que la temperatura de esta se ve incrementada, llegando a los 250ºC.
- Nivel 30: Puede expandir su aura hasta un área de 2 metros. Además, la temperatura máxima de su aura se ve incrementada hasta los 400ºC.
- Nivel 40: Puede expandir su aura hasta un área de 2,5 metros. Su temperatura aumenta hasta alcanzar los 600ºC.
- Nivel 50: Puede expandir su aura hasta un área de 3 metros. La temperatura máxima de su aura alcanza los 900ºC, y es capaz de producir pequeñas explosiones al impactar.
- Nivel 60: Puede expandir su aura hasta un área de 3,5 metros. La temperatura máxima aumenta hasta los 1200ºC y sus explosiones incrementan su potencia, pudiendo llegar a reventar un muro de piedra.
- Nivel 70: Puede expandir su aura hasta un área de 4 metros y es capaz de incinerar al instante casi cualquier cosa (a excepción de metales y demás).Su temperatura alcanza los 1700ºC.
- Nivel 80: Puede expandir su aura hasta un área de 4,5 metros y provocar grandes explosiones al golpear con ella, pudiendo destrozar un edificio entero. Su temperatura alcanza los 2300ºC.
- Nivel 90: Puede expandir su aura hasta un área de 5 metros y es capaz de fundir o reducir a cenizas casi cualquier cosa (Con mayor o menor esfuerzo dependiendo del material).
- Nivel 100: No hay nada que no sea capaz de fundir o incinerar gracias a la potencia de su aura. De llegar a impactar con ella, podría generar una explosión lo suficientemente grande como para destruir un pueblo pequeño.
- Nivel 1: Es capaz de envolver su cuerpo parcialmente con el aura (La pierna, el puño...), la cual alcanza una temperatura de hasta 50ºC. El usuario puede regular su intensidad, no siendo necesario alcanzar su máximo potencial.
Descripción física: La apariencia del joven pelirrojo no ha variado apenas durante todo este tiempo gracias a su estado de "congelación", por lo que prácticamente se podría decir que nadie podría notar ningún tipo de cambio en él. La única diferencia es la falta de su llamativo colgante, el cual perdió.
- Apariencia:
- Alto, rondando los 1,80 metros de altura y de complexión atlética, con sus músculos lo suficientemente desarrollados para tener bastante fuerza pero sin hacerle perder movilidad, dándole un cuerpo fuerte y ágil. Tiene una cicatriz que le recorre todo el costado derecho, resultado de una herida que casi le hace perder la vida en su adolescencia.
Su rostro muestra siempre una expresión muy seria, con unos penetrantes ojos grises y una mirada segura. Su pelo es de una tonalidad de rojo algo oscura y forma una gran melena, semejante en ocasiones a la de un león, con la mayoría de sus mechones dirigidos hacia atrás y terminados en punta, con unas patillas algo largas. En la parte superior de su oreja izquierda lleva un pendiente plateado que en muchas ocasiones refleja la luz del sol.
Por lo general suele vestir con ropas sencillas, una camiseta de manga corta blanca y por encima de esta una chaqueta fina, negra y con capucha. Colgado al cuello y llegándole a la altura del pecho lleva un colgante de cuerda negra, con forma de estrella o asterisco y seguida de dos extremos que llegan casi hasta el ombligo y que acaban en dos pequeñas piezas metálicas. Viste un pantalón vaquero azul muy oscuro, casi negro, el cual tiene una pequeña cadena que rodea el bolsillo izquierdo y que va atado con un cinturón marrón (que suele estar cubierto por la camiseta). Calza unas botas negras.
Alineamiento: Caótico Neutral.
Descripción psicológica: Su muerte ha producido un cambio notable en su forma de ver las cosas, así como en su personalidad. Sigue siendo bastante serio y su arrogancia apenas se ha visto mellada (aunque ya no lo es tanto, pero el viejo hábito de menospreciar a sus rivales no se olvida). Sin embargo, ha dejado de ser tan impulsivo como antaño, volviéndose ahora una persona mucho más prudente que se piensa dos veces las cosas antes de hacerlas. No le agradaría volver a perder la vida por alguna decisión estúpida. Por otro lado su odio hacia la gente del gobierno se ha incrementado, aunque no hasta el punto de desear la destrucción de este. Simplemente tiene cosas más importantes por las que preocuparse, como la liberación de Anna y el regreso junto a su banda, aunque esto último lo aplazará lo máximo posible por la propia seguridad de sus miembros. Pese a ello, presenta una fuerte hostilidad hacia ellos, mas no les atacaría sin motivo como habría hecho en el pasado. Digamos que se ha vuelto algo más diplomático.
También decir que se ha vuelto mucho más paternalista con los suyos de lo que ya era, no consintiendo que nadie les ponga un solo dedo encima y siendo capaz de acabar con aquellos que traten de hacerles daño. Por lo demás, sigue teniendo una personalidad notablemente fuerte, siendo bastante serio incluso al estar junto a la gente de su confianza, así como que sigue siendo bastante cerrado con todo el mundo, hablando lo mínimo posible. En cualquier caso, el pelirrojo sigue conservando su esencia por mucho que el tiempo haya pasado.
- Antigua personalidad:
- La forma de ser de Suoh es muy distinta según el momento, dependiendo de la compañía que tenga:
Desde pequeño siempre ha sido alguien simpático, muy amigable y dispuesto a ayudar a todo aquel que necesitase que le echasen una mano, aunque solía ser algo serio. Su forma de pensar siempre fue bastante positiva, no dejándose amedrentar por difícil que se tornasen las circunstancias, dándolo todo para conseguir sus objetivos y metas. Bastante cariñoso con su hermana, siempre velando por ella y sacándola de cualquier apuro en el que pudiera encontrarse.
No era demasiado impulsivo y por lo general sacarle de sus casillas era una tarea casi imposible. Era, en resumen, un chico gentil, amable y protector con su hermana, con una gran fuerza de voluntad.
Cuando le separaron de su hermana, su actitud y forma de ser cambiaron por completo. Suoh se convirtió en alguien bastante distante con los demás. Seco, con un carácter fuerte y bastante borde con el resto. Dejaron de importarle los problemas ajenos y se convirtió en alguien muy individual. Desarrolló un profundo odio hacia la Marina, causantes de la separación con su hermana, con los cuales es bastante agresivo y no se pensaría dos veces acabar a golpes con ellos si la ocasión se le presentase. Algo arrogante a la hora de pelear. Comenzó a divertirle el hecho de combatir contra alguien, en especial con los marines. Muy rencoroso, incapaz de perdonar a aquellos que le causaron un mal suficientemente grande.
Sin embargo, cuando se encuentra entre gente de su confianza vuelve a manifestarse en él su forma de ser anterior, mostrando de nuevo en él a aquél agradable chico que estaría dispuesto a darlo todo por su gente.
Gustos:
- Fumar: Aunque ya no de forma tan compulsiva como antes. Sigue sintiendo la necesidad y de ser posible se encenderá algún que otro cigarrillo, pero ya no se pondrá histérico por no poder fumar en un determinado momento.
- Mirar las estrellas: Un hábito que adquirió en su infancia (y que conserva), durante la cual solía tumbarse junto a su hermana sobre el tejado de la casa para observar el cielo estrellado. Siempre le han interesado los cuerpos celestes, y en cierto sentido observarlos es algo que le transporta a su niñez.
- Pelear: Para qué engañarnos. Alguien como Mikoto no sería capaz de olvidar la intensidad y las emociones que aporta un buen combate, ya sea amistoso o real... Aunque en ninguno de los dos casos se contendría en absoluto. Sigue siendo un tanto violento, la verdad.
- Escuchar el sonido de las olas: Le relaja, por lo que suele dormir mejor cuando se encuentra en alta mar o en una playa.
- La música: Suave, lenta, con una dulce melodía... Por lo general prefiere la ausencia de los instrumentos para disfrutar únicamente de la voz del cantante. Es algo que le transporta a otro lugar... A otro universo, y que hace que sus preocupaciones no parezcan tan graves durante unos minutos.
Desagrados:
- La gente ruidosa: Detesta que alguien perturbe sus momentos de calma armando alboroto o gritando cerca de él. Normalmente esa gente termina con su bota en la cara.
- El gobierno: Tanto por lo que le hicieron a su familia como por lo que le hicieron a él. No le agrada en absoluto, aunque no presentará hostilidad de forma abierta hacia sus miembros. Las únicas vidas que desea arrebatar son las de los asesinos de sus padres.
- Los cobardes: Odia a aquellos que se rinden a la mínima por miedo o por desesperanza, poniéndose a sí mismo como contraejemplo en estos casos. No comprende cómo alguien puede abandonar las metas que son importantes para uno mismo, o permitir que otros traten de dirigir su vida como si de una simple marioneta se tratase.
-Los gatos: Convivió con ellos durante su niñez, pero no los soporta. Siempre se ha llevado mal con estos animales y por lo general terminaba con la cara llena de arañazos cada vez que trataba de acercarse. Ni él les agrada ni ellos a él, simplemente.
- El frío: Vaya... ¿Por qué será que le tiene tirria a las bajas temperaturas? Que gran misterio...
Habilidades:
- Hacer formas con el humo: Un arte que le llevó su debido tiempo dominar. Es capaz de darle infinidad de formas a sus bocanadas de humo, tantas que algunas incluso les parecerían imposibles a otras personas. Un maestro en ello, aunque no tenga demasiada utilidad.
- Orientarse: Recuerda siempre el más mínimo detalle de su entorno, por lo que es capaz de saber dónde se encuentra en todo momento y es casi imposible que se pierda. Los paseos por el bosque que daba junto a Anna le permitieron perfeccionar esta cualidad, y lo cierto es que le resulta de lo más útil.
- Buen oído: Es consciente de casi cualquier sonido que se produzca a su alrededor, por lo que es difícil que le pillen por sorpresa. Esto se debe mayormente a que casi siempre está alerta, por lo que es más consciente de lo que le rodea que la gente corriente.
- Los niños pequeños: Se le dan bien, incluso con la actitud tan seria que tiene. Es capaz de entenderse con ellos rápidamente y sabe cómo tratarlos casi sin mediar palabra alguna. Tal vez porque inspire autoridad o simplemente por lo cercano que era con su hermana.
Torpezas:
- Tocar instrumentos: Es un completo negado en este aspecto. No sería capaz de tocar decentemente ni siquiera un tambor o unas maracas. Falta de ritmo, poca delicadeza... En fin, muchos factores que influyen en esto.
- Bruto: Digamos que no es la persona más cuidadosa del mundo, por lo que las cosas cuya manipulación requieren algo de delicadeza suelen terminar rotas. También le supone cierto problema en las actividades de ocio, tales como deportes y demás. No sabe medir su fuerza en esos momentos.
- Dibujar: No sería capaz de representar en un dibujo ni las cosas más simples e intuitivas del mundo. Por lo general cuando trata de dibujar algo el papel termina ardiendo. Sí, se podría decir que no tiene mucha paciencia con estas cosas.
- Socializar: Debido a su propia personalidad el hecho de ganar confianza con él se vuelve un tanto tedioso. Tampoco es que le interese especialmente el llevarse bien con todo el mundo. Considera que no necesita a nadie más que a sus seres queridos.
Profesiones: Luchador, Navegante (especialización) y Espía.
Banda: Ninguna.
Armas: Ninguna, emplea su propio cuerpo para combatir.
Historia:
- Spoiler:
- La historia de Suoh comienza 24 años atrás, en una pequeña isla casi desconocida situada en el South Blue llamada Anora. No estaba muy habitada, apenas había un pequeño pueblo asentado en ella, sin embargo, la vida allí era bastante tranquila. Un remanso de paz alejado de todo, sin demasiados extranjeros ni problemas, más que los típicos de la vida cotidiana en un pueblo de tan pocos habitantes. Prácticamente todo el mundo se conocía allí y los habitantes formaban juntos una gran familia en la que se ayudaban los unos a los otros para salir hacia delante. Entre toda la gente había un pequeño matrimonio que vivía cerca de la costa. El marido, Shin, se dedicaba a la pesca y solía vender lo que conseguía en el mercado del pueblo. Por otro lado, la mujer, Hikari, cuidaba del hogar y de unos pocos animales que vivían con ellos: Una vaca, unas pocas gallinas y un gato.
La pareja no había sido bendecida con un retoño, por mucho que lo hubiesen intentado, no había forma. Tras varios años en los que pensaban que nunca lo conseguirían, cierto día, Hikari tuvo un retraso. Fueron a visitar al doctor del pueblo, amigo íntimo del matrimonio y este les confirmó que se encontraba en cinta. La noticia alegró a ambos, así como al resto del pueblo, los cuales festejaron por anticipado la llegada del nuevo miembro de la familia.
Pasaron 9 meses y Hikari rompió aguas. Shin, el doctor Ryu y unas cuantas personas más asistieron el parto, que se prolongó durante 8 largas horas. Por fin, justo al tiempo que el sol comenzaba a ocultarse bajo el inmenso mar, un fuerte y agudo llanto rompió la aparente calma del pueblo. El bebé había nacido sano y fuerte, y se encontraba protegido entre los brazos de su madre. Tanto el doctor como el resto felicitaron a la pareja y abandonaron la habitación para dar la noticia del nacimiento del pequeño. Shin se acercó a Hikari.
-Mírale… Es hermoso como su madre-dijo él al tiempo que acariciaba la pequeña y aún calva cabeza del bebé.
-Tiene los ojos de su padre-añadió ella, con un hilo de voz, aún exhausta por el largo parto.- ¿Cómo le llamarémos?
Shin quedó pensativo durante un rato, dándole vueltas al nombre de su hijo, sin dejar de mirarle. Pasado un tiempo, sonrió y se acercó al pequeño.
-Suoh… Suoh Mikoto.
Pasaron los años y el joven Suoh crecía fuerte y avispado. Se convirtió en un chico bastante simpático y que siempre que podía echaba una mano. Ayudaba en casa a su madre con los quehaceres del hogar, iba con su padre al mercado para vender la pesca de cada día y frecuentaba la casa del Doctor para echarle una mano con los pacientes. El tiempo pasó y se produjo otro pequeño cambio en la tranquila isla.
Ocho años después
-¡Suoh!-la voz de su padre resonó fuerte.- Ven a echarme una mano, tenemos que llevar el pescado al pueblo.
-¡Voy padre!-dijo el joven, acercándose a coger la carretilla pequeña para llevar una parte de los peces.
Al chico le había crecido una alborotada melena roja, de una tonalidad algo oscura, la cual se le revolvía aún más con el viento. Caminó junto a su padre con la carretilla mientras este le iba contando alguna que otra anécdota sobre su pesca. Suoh le escuchaba atentamente, sin apartar la vista del camino para esquivar los pequeños baches y no desparramar el pescado por el suelo. Tras unos pocos minutos llegaron al pueblo y montaron el pequeño puesto para comenzar a vender el pescado. Se tiraron toda la mañana allí y volvieron al mediodía para la hora de comer, tras haber vendido todo el pescado. Hikari les esperaba con la comida hecha y Suoh comenzó a poner la mesa.
-Siéntate amor, no deberías estar mucho de pie en tu estado…-dijo Shin, acariciando con suavidad la tripa de su mujer al tiempo que besaba su mejilla y la ayudaba a ir hacia la silla.
-Tranquilo, estoy bien… Pero esta revoltosa no se está quieta-sonrió mirándose la barriga que se le había formado.
Efectivamente, tras ocho años Hikari había vuelto a quedarse embarazada, en este caso de una niña, y habían pasado ya casi los nueve meses. Shin sirvió la comida después de que Suoh terminase de colocar la mesa y comieron todos tranquilamente, contándole a Hikari cómo había ido el día y de las cosas que pasaban por el pueblo. Terminaron de comer y tanto Shin como Suoh comenzaron a recoger cuando, de repente, Hikari dio un leve quejido.
-Creo que he roto aguas…
-¿Co…Cómo?-Shin abrió mucho los ojos-¡Rápido Suoh, ve a avisar al Doctor!
El chico asintió y salió corriendo hacia la casa de Ryu mientras su padre llevaba a su madre a la habitación para que se tumbase en la cama. Tras un par de minutos Suoh volvió con el doctor y su mujer, los cuales se pusieron a atender en seguida a Hikari. El joven pelirrojo tuvo que quedarse fuera, cosa que le hizo ponerse muy nervioso. El tiempo pasaba y lo único que podía hacer era esperar y hablar con algún que otro vecino que había ido a ver cómo iba todo.
Tras un largo parto de siete horas por fin se pudo oír un suave llanto proveniente de la habitación. Suoh abrió la puerta y pudo ver a su padre al lado de su madre, la cual sostenía algo entre sus brazos. Shin le hizo un gesto al verle para que se acercase. Le cogió y se sentó con él en la cama. Fue entonces cuando el pelirrojo pudo ver a su pequeña hermana, aferrada a su madre. Suoh acarició su cabecita y sonrió.
-¿Cuál es su nombre…?-preguntó.
-Se llamará Anna. Tendrás que cuidar muy bien de ella. Al fin y al cabo, serás su hermano mayor.
El chico asintió enérgicamente.
-Cuidaré siempre de ella, lo prometo.
Cinco años después
-¡Suooooooh espérameee!
La voz de Anna resonaba por todo el bosque. La chica, de ojos rojos y cabello blanco y liso, seguía a su hermano como podía, ya bastante cansada después de un buen rato caminando.
-Estoy cansada…
-Pero si no llevamos nada caminando…-se pone en cuclillas con los brazos hacia atrás-Venga, yo te llevo.
La joven sonrió y se agarró a su hermano, el cual se puso en pie y la llevó a caballito. Caminó con ella a hombros mientras esta jugaba con su pelo.
-Suoh… Yo quiero tener el mismo color de pelo que tú.
-Bueno, tú tienes el rojo en tus ojos, Little Red-Era el apodo con el que se refería Suoh a su pequeña hermana.
-Pero yo no puedo ver mis ojos…>
-Es cierto, pero… ¿Sabes por qué mi pelo es así?-sonrió- Es porque en él se refleja la luz roja de tus ojos. En verdad mi pelo es blanco como la nieve.
-¿De verdad?
-De verdad.
La chica sonrió mientras seguía jugando con su pelo. Se pasaron el día por el bosque, explorando, viendo a los pequeños animales que lo habitaban, jugando por él y trepando a los árboles para ver los nidos de los pájaros. Pasaron las horas y no volvieron hasta la noche. Al llegar estaban llenos de tierra y sucios. Se bañaron y cenaron junto a sus padres. Tras eso, como hacían cada noche, subieron al tejado de la casa y se quedaron observando el cielo estrellado.
-Suoh… Mira, te hice un regalo, cierra los ojos-dijo Anna incorporándose un poco.
-¿Uh? Vale.
El pelirrojo los cerró y pronto sintió como le ponía algo en el cuello. Cuando los abrió vió un colgante, en forma de copo, bastante largo. La miró sonriendo.
-Es muy bonito Little Red-le dijo revolviéndola el pelo.
-Lo he hecho para que no te olvides de mí nunca…
-Oh, vamos… Nunca podría olvidarme de ti. Pienso estar contigo siempre, enana.
-¿Me lo prometes?
-Te lo prometo.
La chica se abrazó a él y el pelirrojo la rodeó con un brazo. Se quedaron así hasta que Anna terminó por dormirse. Suoh se incorporó y la cogió en brazos. La llevó hasta la cama y la arropó. Se fue hasta la suya y se tumbó sobre ella, quedándose dormido pasados unos minutos.
Cuatro años después
Los años pasaron y la vida de ambos hermanos seguía siendo bastante tranquila. Anna ayudaba a su madre en casa mientras que Suoh iba con su padre a pescar, o más bien a ayudarle con los cebos, pues era una actividad que le era imposible de realizar debido a su escasa paciencia. Se le rompían los sedales o se le escapaban los peces.
-Padre, esto es desesperante…
-Vamos Suoh, tienes que ser más paciente o siempre obtendrás el mismo resultado.
-Está bien…
Tras pasarse toda la mañana pescando para después ir a venderlo al mercado, como de costumbre, volvieron a casa a comer todos juntos. Mientras comían empezaron a oír bastante ruido fuera. Salieron a ver qué ocurría y pudieron ver varios buques de la Marina anclados cerca de la orilla, así como a un pelotón acercándose hasta la casa.
-¿Puedo ayudarles en algo?-preguntó Shin al que parecía ser el capitán.
-Lo cierto es que sí… Llevamos varios meses de travesía y necesitamos víveres para poder continuar el viaje-el capitán era un hombre alto, moreno y robusto.
-Siento decirle que somos gente humilde… Y apenas tenemos lo suficiente para vi...
-Eso no me interesa, tenéis la obligación de ayudar en todo lo posible a las fuerzas gubernamentales, por lo que tomaremos lo que necesitemos, pese a quien le pese.
Apartó a Shin de un empujón y dio la orden a sus hombres para que saqueasen la casa. El capitán se acercó a Hikari, que tenía a Anna abrazada a su cintura, muerta de miedo, mientras Suoh y Shin lo observaban todo, con rabia.
-Vaya… Fíjate… Para ser un pueblucho pulgoso y repugnante parece que hay mujeres bastante hermosas-acarició el pelo de Hikari con una sonrisa asquerosa y acto seguido miró a Anna- Oh, pero qué tenemos aquí… Que monada… Seguro que pagarían mucho por ti en una casa de subastas, ¿qué me dices?
Fue a sujetarla del vestido, pero antes de que le diese tiempo a tocarla el puño de Suoh se impactó en la cara del Marine, derribándolo.
-Como intentes tocarle un solo pelo, te mato-dijo el pelirrojo, apretando los puños y con los ojos llenos de ira.
En seguida varios marines se acercaron y le golpearon, derribándole al suelo. Shin trató de defenderle, pero recibió un disparo del capitán por la espalda, cayendo al suelo, inherte.
-Os voy a enseñar a no faltarle el respeto a la Marina…
Aquél día golpearon a Suoh casi hasta la muerte, haciéndole perder el conocimiento. Lo último que pudo ver fue a su madre siendo forzada por varios de los Marines y a su hermana siendo arrastrada hacia los barcos. La oscuridad le cegó y quedó inconsciente. Despertó varios días después, en la casa del Doctor Ryu. Al parecer incendiaron la cara y asesinaron a Hikari. Su hermana fue llevada por los marines. La rabia le cegó. Pese a los intentos de convencerle de que no intentase ir tras ellos, Suoh se negó. En cuanto se hubo recuperado se marchó de la casa del doctor y se fue en un barco de comerciantes que habían llegado varios días después del incidente, dispuesto a encontrar a su hermana pequeña a cualquier precio.
Han pasado siete largos años desde que el joven pelirrojo abandonó su isla natal en busca de su hermana. A los pocos meses se había topado con algunos de los marines que pertenecían a aquel pelotón, con los cuales peleó hasta acabar con ellos. Antes de asesinar al último, consiguió sacarle información sobre Anna que, al parecer, fue vendida como esclava a una familia de gran importancia entre la nobleza. Desde entonces, Suoh se convirtió en un criminal, cuyos únicos intereses y objetivos eran simples: Encontrar a su hermana y vengar la muerte de sus padres
Proyecto Rey-Rojo
Mar de origen: South Blue.
Pertenencias: Su pendiente. Poco más posee, la verdad.
Botín de partidas: Ninguno por el momento.
Sueños: Su prioridad ahora mismo es la de rescatar a su hermana, Anna, la cual es esclava de una familia de Tenryubitos. Por otro lado, desea vengar la muerte de sus padres y para ello asesinará a los marines responsables de estas y del secuestro. También quiere reunirse con los miembros de su antigua tripulación, aunque ha decidido que lo pospondrá por el momento.
Referido por: Multicuenta.
Ost: Showdown
Adam
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