VS
Las pistolas del hombre que hay frente a vosotros empiezan a brillar con energía violeta, como preparándose para soltar una descarga de algún tipo. El tipo suelta una risa socarrona mientras dispara, lanzando una especie de halo de luz violácea de cada una de las pistolas, uno a cada uno de vosotros. La energía crepita como si de electricidad se tratase, pero estáis seguros de que si os alcanza, no os quedaréis simplemente con un pequeño calambre. El hombre lanza una pistola al aire y, mientras gira en el aire, agarra una bolsita de su traje y la arroja al suelo, liberando una especie de aceite de su interior, que se expande en un radio de aproximadamente un metro, entre vosotros y él.
Las pistolas del hombre que hay frente a vosotros empiezan a brillar con energía violeta, como preparándose para soltar una descarga de algún tipo. El tipo suelta una risa socarrona mientras dispara, lanzando una especie de halo de luz violácea de cada una de las pistolas, uno a cada uno de vosotros. La energía crepita como si de electricidad se tratase, pero estáis seguros de que si os alcanza, no os quedaréis simplemente con un pequeño calambre. El hombre lanza una pistola al aire y, mientras gira en el aire, agarra una bolsita de su traje y la arroja al suelo, liberando una especie de aceite de su interior, que se expande en un radio de aproximadamente un metro, entre vosotros y él.
- Disparo energético / Aceite super-resbaloso:
- La energía de las pistolas se trata de una energía similar a la electricidad, que provoca graves quemaduras en la zona de impacto, pudiendo llegar a carbonizar allá donde golpea. Como contraparte, el rayo es más lento que una bala convencional, yendo a aproximadamente 50 m/s. El aceite es eso mismo, aceite, pero muy muy muy resbaladizo y antiadherente.
Dr Zhivago
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Ciertamente mi compañera actuaba de una forma algo enrabietada, desde luego ya no educaban a los niños como antes. El que la obligara a acompañarme no era algo que hiciera con gusto, había estado acostumbrado a viajar solo y a hacerme valer por mi mismo, es por ello que desde que disolví los “Black runners” me había acostumbrado a no tener que cargar con nadie y más después de haber ingerido aquella interesante akuma.
Fuera como fuera, había una gran cantidad de movimiento militar por las fabricas, aquellos hombres estaban protegiendo a algo o a alguien, aunque lo que realmente no me acostumbraba era al barro provocado por la lluvia, maldición tendría que limpiar las botas más tarde, aunque ciertamente me daba pereza aunque ya sabía por experiencia, que a los pacientes no les gustaba que les manchará las alfombras de barro cuando ibas a hacer una consulta a domicilio.
Inmerso en mi pensamientos continuamos deambulando un poco por los alrededores hasta que nos encontramos con un sujeto extraño, el cual ciertamente tenía el aspecto de hechicero o mejor dicho, de cazador de brujas, su aspecto demacrado y esquelético junto con su piel blanquecina y aquel brillo antinatural en los ojos nos hizo sospechar que se trataba de algún secuaz del vampiro, del cual nos separarían una veintena de metros.
El sujeto nos apuntó con dos pistolas, respectivamente, mientras este perdía el tiempo en discursos estúpidos aproveché para generar dos arcones del tamaño de un armario que se interpusieron entre ambos disparos los cuales tras un silbido de canalización estallaron en un chisporroteo de color morado que recorrió el arcón metálico y se dispersó por el suelo que actuó como toma a tierra.
-Atacaremos simultáneamente, haz alguno de tus ilusiones para despistarle y que gaste su munición, tengo la sensación de que el arma debe tener algún sistema de refrigeración limitado ¿De acuerdo?- le susurré compañera mientras asentía con la cabeza, generando un espada en mi mano derecha.
Tas esperar la señal de mi compañera, saldría simultáneamente contraatacando por el flanco izquierdo y por lo tanto saliendo de la cobertura generada -Tempore Hermes- musitaba mientras utilizaba aquella técnica de velocidad que me permitía alcanzar velocidades que rondarían los decena de metros por segundo. Utilizando la técnica me situé a la espalda del contrincante, mientras le trataba de propinar un corte en la yugular, por fortuna o desgracia un fluido aceitoso en el suelo aceleró mi ritmo. Tras lanzar mi ataque volví a utilizar Tempore Hermes, para acabar rodando por los suelos debido a lo difícil que me había sido realizar la técnica sobre aquel charco, a una decena de metros. Inmediatamente generé una especie de arca dorada de grandes dimensiones en el suelo el cual utilicé como cobertura situándome tras él(ya que lo había generado entre mi contrincante y yo ), tal como había hecho anteriormente con los armario metálicos, tras lo cual miré mi aspecto. Tenia algunas magulladuras ligeras y algún pequeño corte producido por algún peñasco del suelo. Me mantuve tras la cobertura mientras ojeaba al rival y a mi compañero evitando llevarme un tiro en la cara.
Fuera como fuera, había una gran cantidad de movimiento militar por las fabricas, aquellos hombres estaban protegiendo a algo o a alguien, aunque lo que realmente no me acostumbraba era al barro provocado por la lluvia, maldición tendría que limpiar las botas más tarde, aunque ciertamente me daba pereza aunque ya sabía por experiencia, que a los pacientes no les gustaba que les manchará las alfombras de barro cuando ibas a hacer una consulta a domicilio.
Inmerso en mi pensamientos continuamos deambulando un poco por los alrededores hasta que nos encontramos con un sujeto extraño, el cual ciertamente tenía el aspecto de hechicero o mejor dicho, de cazador de brujas, su aspecto demacrado y esquelético junto con su piel blanquecina y aquel brillo antinatural en los ojos nos hizo sospechar que se trataba de algún secuaz del vampiro, del cual nos separarían una veintena de metros.
El sujeto nos apuntó con dos pistolas, respectivamente, mientras este perdía el tiempo en discursos estúpidos aproveché para generar dos arcones del tamaño de un armario que se interpusieron entre ambos disparos los cuales tras un silbido de canalización estallaron en un chisporroteo de color morado que recorrió el arcón metálico y se dispersó por el suelo que actuó como toma a tierra.
-Atacaremos simultáneamente, haz alguno de tus ilusiones para despistarle y que gaste su munición, tengo la sensación de que el arma debe tener algún sistema de refrigeración limitado ¿De acuerdo?- le susurré compañera mientras asentía con la cabeza, generando un espada en mi mano derecha.
Tas esperar la señal de mi compañera, saldría simultáneamente contraatacando por el flanco izquierdo y por lo tanto saliendo de la cobertura generada -Tempore Hermes- musitaba mientras utilizaba aquella técnica de velocidad que me permitía alcanzar velocidades que rondarían los decena de metros por segundo. Utilizando la técnica me situé a la espalda del contrincante, mientras le trataba de propinar un corte en la yugular, por fortuna o desgracia un fluido aceitoso en el suelo aceleró mi ritmo. Tras lanzar mi ataque volví a utilizar Tempore Hermes, para acabar rodando por los suelos debido a lo difícil que me había sido realizar la técnica sobre aquel charco, a una decena de metros. Inmediatamente generé una especie de arca dorada de grandes dimensiones en el suelo el cual utilicé como cobertura situándome tras él(ya que lo había generado entre mi contrincante y yo ), tal como había hecho anteriormente con los armario metálicos, tras lo cual miré mi aspecto. Tenia algunas magulladuras ligeras y algún pequeño corte producido por algún peñasco del suelo. Me mantuve tras la cobertura mientras ojeaba al rival y a mi compañero evitando llevarme un tiro en la cara.
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Tras dejar atrás la gruta por la que habían llegado a la... fábrica gigante en la que se encontraban y que había servido a la chica de cabellos violáceos como cambiador (aunque realmente podría haber ido con su ropa normal, la cual era de estilo militar también), comenzaron a recorrer el lugar, tratando de imitar los andares de los guardias que iban de un lado a otro con un ritmo acompasado. ¿Cuán precisos estaban siendo al caminar? Parecía que sus tempos cuadraban a la perfección, como si estuvieran tocando una pieza al unísono. ¿De verdad eran huma...No, era claro que en ese lugar la humanidad había desaparecido hacía tiempo. Tal vez se tratara de más zombies, de marionetas...o tal vez cyborgs...Sin embargo, eso no era algo de lo que preocuparse de momento.
Varios minutos pasaron en una calma que era hasta sospechosa. Los pasos de los soldados, cada vez más lejanos, quedaban cada eclipsados por los estruendos de las batallas estallando en la lejanía. Pero en una isla en guerra, lo último que puedes desear es el silencio, por extraño que suene. Al menos según lo que le contaba su padre de sus misiones, ese silencio era "la calma antes de la tormenta". Y por lo visto tenía razón. La voz de un sujeto incluso más irritante que su acompañante, quien casi había superado a Kazuo en hacer que la chica se molestará, resonó en sus tímpanos, haciendo que regresará de sus pensamientos. Frente a ellos se alzaba la figura demacrada de lo que pretendía ser una persona, aunque parecía más un espectro...o un cadáver disfrazado de mago oscuro, quien llevaba dos armas de fuego consigo.
Aquel sujeto disparó a ambos con sus armas, saliendo de sus pistolas una luz violácea en dirección a cada uno. "Parece que nos toca pelear." Se dijo a sí misma, al tiempo que se echaba unos pasos hacia atrás y a la derecha, tratando de evitar el disparo, aunque si hubiera sabido que su compañero iba a protegerla empleando su "habilidad" no hubiera sido necesario esquivar nada. Entre su enemigo y ellos, surgieron dos muebles gigantes de metal, los cuales recibieron el golpe por ellos, al tiempo que una sustancia aceitosa comenzaba a cubrir el parte del terreno que les separaba de su enemigo.
-Supongo que tendremos que colaborar para no morir.- Afirmo la chica al tiempo que asentía, cerrando los ojos para concentrarse en crear dos ilusiones similares a la figura del chico y a la de ella (ilusiones que afectan al sentido de la vista y el oído). Al mismo tiempo, empleo el mismo truco para volverlos a ambos "invisibles". No serviría de mucho si el enemigo tenía Haki de visión, y ella era consciente de ello, pero no perdía nada por intentarlo...Además, ¿no se suponía que solo los seres vivos podían emplear el haki? Una vez estuvo lista, hizo un gesto con su cabeza, mientras agarraba su bastón (no iba a dejar que Zhivago fuera el único en pelear) y aprovecho la distracción para correr hasta detrás de su oponente, quien seguramente se preocupará más del doctor. Por mucho que le doliera admitirlo, esté era bastante más fuerte que ella, pero eso a veces no era tan malo. Una vez estuviera detrás suya, solo tendría que usar su bo como cuando conoció a Bya y se enfrentó a él. Asó podría elevarse en el aire e impulsarse para propiciarle una patada al "brujo", sin necesidad de entrar en contacto con lo que fuera que estuviera en el suelo.
Varios minutos pasaron en una calma que era hasta sospechosa. Los pasos de los soldados, cada vez más lejanos, quedaban cada eclipsados por los estruendos de las batallas estallando en la lejanía. Pero en una isla en guerra, lo último que puedes desear es el silencio, por extraño que suene. Al menos según lo que le contaba su padre de sus misiones, ese silencio era "la calma antes de la tormenta". Y por lo visto tenía razón. La voz de un sujeto incluso más irritante que su acompañante, quien casi había superado a Kazuo en hacer que la chica se molestará, resonó en sus tímpanos, haciendo que regresará de sus pensamientos. Frente a ellos se alzaba la figura demacrada de lo que pretendía ser una persona, aunque parecía más un espectro...o un cadáver disfrazado de mago oscuro, quien llevaba dos armas de fuego consigo.
Aquel sujeto disparó a ambos con sus armas, saliendo de sus pistolas una luz violácea en dirección a cada uno. "Parece que nos toca pelear." Se dijo a sí misma, al tiempo que se echaba unos pasos hacia atrás y a la derecha, tratando de evitar el disparo, aunque si hubiera sabido que su compañero iba a protegerla empleando su "habilidad" no hubiera sido necesario esquivar nada. Entre su enemigo y ellos, surgieron dos muebles gigantes de metal, los cuales recibieron el golpe por ellos, al tiempo que una sustancia aceitosa comenzaba a cubrir el parte del terreno que les separaba de su enemigo.
-Supongo que tendremos que colaborar para no morir.- Afirmo la chica al tiempo que asentía, cerrando los ojos para concentrarse en crear dos ilusiones similares a la figura del chico y a la de ella (ilusiones que afectan al sentido de la vista y el oído). Al mismo tiempo, empleo el mismo truco para volverlos a ambos "invisibles". No serviría de mucho si el enemigo tenía Haki de visión, y ella era consciente de ello, pero no perdía nada por intentarlo...Además, ¿no se suponía que solo los seres vivos podían emplear el haki? Una vez estuvo lista, hizo un gesto con su cabeza, mientras agarraba su bastón (no iba a dejar que Zhivago fuera el único en pelear) y aprovecho la distracción para correr hasta detrás de su oponente, quien seguramente se preocupará más del doctor. Por mucho que le doliera admitirlo, esté era bastante más fuerte que ella, pero eso a veces no era tan malo. Una vez estuviera detrás suya, solo tendría que usar su bo como cuando conoció a Bya y se enfrentó a él. Asó podría elevarse en el aire e impulsarse para propiciarle una patada al "brujo", sin necesidad de entrar en contacto con lo que fuera que estuviera en el suelo.
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Los disparos acaban de corroer los arcones como si los acabaran de oxidar a gran velocidad. Mientras tanto, el hombre parece recibir el ataque del doctor sin muchos problemas, pues del corte de la yugular empieza a brotar sangre oscura, casi negra. Del mismo modo, cuando Chrome lo ataca, cae al suelo, para levantarse de nuevo como si no acabara de recibir el golpe.
- ¡Jajajajaja! -ríe-. ¿Eso es todo lo que tenéis? -pregunta mientras se incorpora a una velocidad asombrosa, con una extraña acrobacia. Apunta al arcón tras el que se oculta Zhivago con una de las pistolas, que lanza otro de esos extraños rayos, mientras con la otra saca una cadena de plata que empieza a girar sobre su cabeza. Lanza un barrido a la altura de las rodillas. El borde de la cadena está serrado, por lo que cortará sin problemas la carne si se recibe. El hombre empieza a hacer estos barridos a su alrededor con la mano, en un radio de un par de metros, moviendo la cadena. ¿Hora de saltar a la comba?
- ¡Jajajajaja! -ríe-. ¿Eso es todo lo que tenéis? -pregunta mientras se incorpora a una velocidad asombrosa, con una extraña acrobacia. Apunta al arcón tras el que se oculta Zhivago con una de las pistolas, que lanza otro de esos extraños rayos, mientras con la otra saca una cadena de plata que empieza a girar sobre su cabeza. Lanza un barrido a la altura de las rodillas. El borde de la cadena está serrado, por lo que cortará sin problemas la carne si se recibe. El hombre empieza a hacer estos barridos a su alrededor con la mano, en un radio de un par de metros, moviendo la cadena. ¿Hora de saltar a la comba?
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-Maldición- farfullé tras ver que el ataque que había realizado a aquel hombre no había surtido efecto -Así que se trata de un “no-muerto”, debí habérmelo imaginado. Aún así, el ver reincorporase al hombre me daba la impresión de que resultaba más hábil de lo que era en realidad. -Solo un ataque que destroce su cuerpo servirá, o tal vez una decapitación, maldita sea soy doctor no cazador de brujas, esto supera la lógica – razonaba yo mientras observaba como el arcón se corroía una vez más.
El sujeto había disparado con aquel rayo desintegrador basado en algún elemento corrosivo para destrozar el tercer arcón consecutivo que generaba. Reincorporándome rápidamente y deshaciendo todas mis armas, me puse en cuclillas, para volviendo a utilizar el “Tempore Hermes” desplazarme elíptica y lateralmente hacia la izquierda tras haber recorrido unos ocho metros suspiré brevemente para cargar directamente contra el sujeto que estaba agitando con una de sus manos hacia oscilar una cadena con una cuchilla en el extremo con aspecto peligroso, como si de una maza se tratará.
- Es extraño, no se ha movido de ahí en todo el rato que llevamos, por que no trató de esquivar nuestros ataques- pensaba molesto y extrañado a partes iguales -Si es más fuerte su ego le cegará y no le permitirá ver un ataque mortal no evidente -pensaba extasiado, con los pensamientos tan fluidos como mis movimientos, tratando de trazar el plan acertado con el cual creía dar casi inmediatamente aunque sería complicado.
En la carga zigzagueando levemente generé una silla sobre la cual me apoyé para saltar hacia él evitando que la trayectoria horizontal de la cuchilla me rasgará la piel, a unos ocho metros de distancia en linea recta, volviendo a activar el “Tempores Hermes”, a la vez que generaba una cama gigante de clavos, la cual apareció vertical y ligeramente inclinada justo enfrente del contrincante, para sin darle tiempo para reaccionar, apoyándome en el canto de la cama para saltar a la vez que provocaba que esta cayera sobre el “brujo” y los clavos acerados, de una veintena de centímetros de largo y extremadamente afilados, le hicieran jirones, si es que le impactaba, claro estaba, ya que aún desconocía su velocidad de movimiento. Entre estas premisas, generé un armario metálico que inclinado de forma parecida que el anterior me sirviera como rampa, para descender a espaldas del brujo a la vez que le tiraba el arcón de manera similar que la cama salvo por el detalle de que esta supuestamente le aplastaría por la espalda, deshaciendo la primera silla a la vez que me deslizaba a toda velocidad con el “Tempore Hermes” y jadeante me ocultaba en un escombro a una decena de metros del brujo, mientras escuchaba la explosión de la bomba que tenía en su interior el armario.
-Espero que no sobreviva a eso y que sus dientes estén intactos- pensaba mientras, jadeante, trataba de recuperar la respiración, tratando de localizar a Chrome entre la nube de polvo que se acaba de originar producto de la explosión.
Off:
Número de objetos creados: 4/5
Si es necesario, la acción implica el uso del manual prisa.
El tempore hermes me permite moverme a 10m/s, es una técnica semejante al soru.
La cama es de 2.5 X 1.5 (alto x ancho) el armario es de 1 x 2.5 y la bomba tiene un rango de explosión de un metro y medio como mucho, la explosión se produce 1s después de que Zhi termine descender por el arcón.
El sujeto había disparado con aquel rayo desintegrador basado en algún elemento corrosivo para destrozar el tercer arcón consecutivo que generaba. Reincorporándome rápidamente y deshaciendo todas mis armas, me puse en cuclillas, para volviendo a utilizar el “Tempore Hermes” desplazarme elíptica y lateralmente hacia la izquierda tras haber recorrido unos ocho metros suspiré brevemente para cargar directamente contra el sujeto que estaba agitando con una de sus manos hacia oscilar una cadena con una cuchilla en el extremo con aspecto peligroso, como si de una maza se tratará.
- Es extraño, no se ha movido de ahí en todo el rato que llevamos, por que no trató de esquivar nuestros ataques- pensaba molesto y extrañado a partes iguales -Si es más fuerte su ego le cegará y no le permitirá ver un ataque mortal no evidente -pensaba extasiado, con los pensamientos tan fluidos como mis movimientos, tratando de trazar el plan acertado con el cual creía dar casi inmediatamente aunque sería complicado.
En la carga zigzagueando levemente generé una silla sobre la cual me apoyé para saltar hacia él evitando que la trayectoria horizontal de la cuchilla me rasgará la piel, a unos ocho metros de distancia en linea recta, volviendo a activar el “Tempores Hermes”, a la vez que generaba una cama gigante de clavos, la cual apareció vertical y ligeramente inclinada justo enfrente del contrincante, para sin darle tiempo para reaccionar, apoyándome en el canto de la cama para saltar a la vez que provocaba que esta cayera sobre el “brujo” y los clavos acerados, de una veintena de centímetros de largo y extremadamente afilados, le hicieran jirones, si es que le impactaba, claro estaba, ya que aún desconocía su velocidad de movimiento. Entre estas premisas, generé un armario metálico que inclinado de forma parecida que el anterior me sirviera como rampa, para descender a espaldas del brujo a la vez que le tiraba el arcón de manera similar que la cama salvo por el detalle de que esta supuestamente le aplastaría por la espalda, deshaciendo la primera silla a la vez que me deslizaba a toda velocidad con el “Tempore Hermes” y jadeante me ocultaba en un escombro a una decena de metros del brujo, mientras escuchaba la explosión de la bomba que tenía en su interior el armario.
-Espero que no sobreviva a eso y que sus dientes estén intactos- pensaba mientras, jadeante, trataba de recuperar la respiración, tratando de localizar a Chrome entre la nube de polvo que se acaba de originar producto de la explosión.
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El tempore hermes me permite moverme a 10m/s, es una técnica semejante al soru.
La cama es de 2.5 X 1.5 (alto x ancho) el armario es de 1 x 2.5 y la bomba tiene un rango de explosión de un metro y medio como mucho, la explosión se produce 1s después de que Zhi termine descender por el arcón.
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La chica aprovechó la potencia con la que había golpeado a su enemigo para impulsarse de nuevo hasta su posición inicial, evitando así caer en la superficie resbaladiza, llegando sus pies a tocar el suelo unos segundos antes de que él sujeto que tenían en frente se levantara de nuevo, ignorando por completo la caída o el hecho de que de su cuello estuviera manando un líquido de color negro, que parecía más petróleo que sangre y que no parecía importarle perder. "Debe ser otro de esos molestos no muertos." Pensó la chica de cabellos violáceos, recordando a las criaturas que interceptaron su barco de camino a la isla, a los que tuvieron que enfrentar...Aunque a diferencia de estos, esta criatura parecía ser algo más inteligente. ¿Quizá no estuviera del todo muerto? Bueno, ni que eso importase.
El ente se levantó y destruyó de un disparo el "muro" que se interponía entre el y Zhivago antes de sacar de una de sus armas unas cadenas dentadas, las cuales comenzaron a barrer el área que se encontraba varios metros a su alrededor, lo que hizo que la chica tuviera que retroceder un poco más. Se había planteado intentar detener la cadena, enredándola en su bastón, sin embargo...Eso podría terminar con este roto en vano a causa de los dientes del arma contraria..."Aunque si calculase bien...." Pensó, antes de ver que su acompañante volvía a planear un ataque. Eso era...Tal vez no podía atacar en ese momento, pero podía cubrir al chico usando sus habilidades. Con esa idea, se separó un poco más y comenzó a concentrarse en crear una ilusión similar a una densa niebla, que rodease a su enemigo, engañando a su vista y oído para dejarle cegado durante unos segundos, tiempo que el doctor podría aprovechar, siempre y cuando el contrario no poseyera Haki de observación, aunque estando muerto...Igualmente, por si acaso, combinó dicha ilusión con otra similar a cadenas que le "rodeasen", engañando su tacto y en parte su oído también, dejando que solo oyera las cadenas, pero no lo externo a la "niebla falsa".
El ente se levantó y destruyó de un disparo el "muro" que se interponía entre el y Zhivago antes de sacar de una de sus armas unas cadenas dentadas, las cuales comenzaron a barrer el área que se encontraba varios metros a su alrededor, lo que hizo que la chica tuviera que retroceder un poco más. Se había planteado intentar detener la cadena, enredándola en su bastón, sin embargo...Eso podría terminar con este roto en vano a causa de los dientes del arma contraria..."Aunque si calculase bien...." Pensó, antes de ver que su acompañante volvía a planear un ataque. Eso era...Tal vez no podía atacar en ese momento, pero podía cubrir al chico usando sus habilidades. Con esa idea, se separó un poco más y comenzó a concentrarse en crear una ilusión similar a una densa niebla, que rodease a su enemigo, engañando a su vista y oído para dejarle cegado durante unos segundos, tiempo que el doctor podría aprovechar, siempre y cuando el contrario no poseyera Haki de observación, aunque estando muerto...Igualmente, por si acaso, combinó dicha ilusión con otra similar a cadenas que le "rodeasen", engañando su tacto y en parte su oído también, dejando que solo oyera las cadenas, pero no lo externo a la "niebla falsa".
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El hombre se ve rodeado por la niebla de Chrome y los objetos creados por Zhivago. Suela un gruñido y sobre el ilusorio tintineo de cadenas se escucha una explosión.
Hay un montón de humo y restos de un armario. Y en el centro, unos restos humeantes y destripados. Aún arrastrándose, sin una pierna y con un brazo doblado de forma antinatural, el hombre saca un mando con un botón y suelta una carcajada mientras lo aprieta.
- ¡Morid! -una serie de explosiones simultáneas bajo vuestros pies lanzan rocas y tierra pulverizada contra vosotros. Si no tenéis cuidado alguna de las piedras podría golpearos en alguna zona sensible. Parece que para dar un gran final, el hombre había preparado el terreno con minas. Tras las explosiones, un gas morado empieza a ascender con lentitud de los agujeros formados, amenazante.
Hay un montón de humo y restos de un armario. Y en el centro, unos restos humeantes y destripados. Aún arrastrándose, sin una pierna y con un brazo doblado de forma antinatural, el hombre saca un mando con un botón y suelta una carcajada mientras lo aprieta.
- ¡Morid! -una serie de explosiones simultáneas bajo vuestros pies lanzan rocas y tierra pulverizada contra vosotros. Si no tenéis cuidado alguna de las piedras podría golpearos en alguna zona sensible. Parece que para dar un gran final, el hombre había preparado el terreno con minas. Tras las explosiones, un gas morado empieza a ascender con lentitud de los agujeros formados, amenazante.
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La estrategia de ambos pareció funcionar a la perfección, la niebla y las cadenas falsas que había creado la chica habían mantenido distraído al individuo frente a ello, sobre quien habían caído los muebles creados por el doctor, causando un estrepitoso sonido que hizo que la pelimorada sintiera el instinto de echarse hacia atrás, manteniendo aún los ojos cerrados unos segundos más, manteniendo así algo más su ilusión, por precaución. Al abrirlos se encontró con el médico de la tripulación al lado contrario que ella respecto a lo que quedaba de su enemigo, quien había sufrido graves heridas, las cuales seguramente no e permitieran seguir luchando, aunque aún no estaba del todo fuera de combate.
A su alrededor, todo eran destrozos, maderas rotas que pertenecían a los que antes hubieran sido una cama o un armario, y que ahora eran un montón de fragmentos y astillas embarradas, y en el centro de ese desastre, la figura destrozada del sujeto, quien parecía tratar de sacar algo de uno de sus bolsillos, lograndolo con esfuerzo, antes de decir: "¡Morid!" Y entonces sucedió. Una explosión al lado de su cuerpo, seguida de otras que se iban extendiendo en un amplio radio y que pronto les alcanzaría. En esa clase de situaciones lo más lógico, como hizo ella (Y como esperaba que hiciera el doctor) era huir de la explosión por puro instinto, defendiéndose de los fragmentos de roca que iban saltando por los aires como podía, aunque por desgracia la chica aún no había logrado despertar ninguna de las habilidades conocidas como "Haki", las cuales hubiera estado bien poder emplear para defenderse de aquello y hubiera evitado que...
Chrome presintió entonces que una roca del tamaño de un puño se dirigía hacia ella, pero fue incapaz de frenarse a causa de la velocidad que llevaba ya y de la trayectoria que había tomado el proyectil. De pronto, sintió un fuerte dolor en su cabeza que hizo que cayera al suelo y que todo su mundo se hundiera en las tinieblas.
A su alrededor, todo eran destrozos, maderas rotas que pertenecían a los que antes hubieran sido una cama o un armario, y que ahora eran un montón de fragmentos y astillas embarradas, y en el centro de ese desastre, la figura destrozada del sujeto, quien parecía tratar de sacar algo de uno de sus bolsillos, lograndolo con esfuerzo, antes de decir: "¡Morid!" Y entonces sucedió. Una explosión al lado de su cuerpo, seguida de otras que se iban extendiendo en un amplio radio y que pronto les alcanzaría. En esa clase de situaciones lo más lógico, como hizo ella (Y como esperaba que hiciera el doctor) era huir de la explosión por puro instinto, defendiéndose de los fragmentos de roca que iban saltando por los aires como podía, aunque por desgracia la chica aún no había logrado despertar ninguna de las habilidades conocidas como "Haki", las cuales hubiera estado bien poder emplear para defenderse de aquello y hubiera evitado que...
Chrome presintió entonces que una roca del tamaño de un puño se dirigía hacia ella, pero fue incapaz de frenarse a causa de la velocidad que llevaba ya y de la trayectoria que había tomado el proyectil. De pronto, sintió un fuerte dolor en su cabeza que hizo que cayera al suelo y que todo su mundo se hundiera en las tinieblas.
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La compañera pareció apañárselas bastante bien como para confundir al rival, el cual cayó de lleno en la trampa, tras la explosión del artefacto se levanto una gran cortina de humo la cual fue desapareciendo progresivamente para dejarnos a la vista un paraje desolador. Trozos de madera y metal dispersados aún humeantes, pero aquel ser parecía no estar resignado a dejar este mundo, a pesar de haber perdido un par de extremidades continuaba arrastrándose por el suelo, lo cual me permitió deshacer los objectos o lo que quedaba de ellos. El hombre esgrimió una última sonrisa antes de explotar un detonador de una serie de minas subterráneas, las cuales parecían estar en un rango de acción bastante grande.
-Sin dudarlo un segundo active el "Tempore Hermes" durante unos 8 segundos, lo cual me permitió observar el fin de la explosión en la lejanía, eso sí algo jadeante.
Por desgracia mi compañera parecía incapaz de seguirme el ritmo, si solo fuera eso, no pudo esquivar una piedra que le iba a impactar en la cabeza ¿Tan torpes eran los niños hoy en día? Sin mucha dilación y tras suspirar me acerqué a mi compañera, la cual habría sufrido un traumatismo en la cabeza de carácter de leve a moderado (en base al hematoma que tenía en la frente). Por si todo esto fuera poco de los agujeros comenzó a salir un gas morado, que a mi juicio no era muy saludable. Suspirando hondamente generé una mascara anti gas en mi mano derecha la cual me puse generando otra la cual coloqué a la inconsciente y torpe compañera, algo a regañadientes, pero al menos el paciente no daba mucho la lata.
Tras eso cargué a la joven al hombro y acercándome al "pirado de la minas" le arranque la cabeza. -Si no fuera por la idiota esta, tú y yo habríamos pasado un buen rato estudiando y diseccionando ese cuerpo tuyo. Pero seras una excelente cabeza más para mi colección- hablé a la decapitada cabeza del hombre, con esa típica voz rebotica de los tíos que llevan mascaras, como el de aquella obra literaria...como se llamaba...a sí, la guerra de la tralaxias. Entre esos y otros diálogos a la mar de sensatos con mis silenciosos acompañantes nos dirigimos de vuelta al barco en vistas de que el gótico castillo y el terreno abrupto sobre el que se alzaba se resquebraba por la mitad, ni que nos hubiéramos pasado toda la guerra contra aquel subordinado de palo.
-La próxima vez espero que el peliblanco me de un Den den mushi con el cual pueda contactar con él- musité cabreado por la desinformación que tenía ante mi.
-Sin dudarlo un segundo active el "Tempore Hermes" durante unos 8 segundos, lo cual me permitió observar el fin de la explosión en la lejanía, eso sí algo jadeante.
Por desgracia mi compañera parecía incapaz de seguirme el ritmo, si solo fuera eso, no pudo esquivar una piedra que le iba a impactar en la cabeza ¿Tan torpes eran los niños hoy en día? Sin mucha dilación y tras suspirar me acerqué a mi compañera, la cual habría sufrido un traumatismo en la cabeza de carácter de leve a moderado (en base al hematoma que tenía en la frente). Por si todo esto fuera poco de los agujeros comenzó a salir un gas morado, que a mi juicio no era muy saludable. Suspirando hondamente generé una mascara anti gas en mi mano derecha la cual me puse generando otra la cual coloqué a la inconsciente y torpe compañera, algo a regañadientes, pero al menos el paciente no daba mucho la lata.
Tras eso cargué a la joven al hombro y acercándome al "pirado de la minas" le arranque la cabeza. -Si no fuera por la idiota esta, tú y yo habríamos pasado un buen rato estudiando y diseccionando ese cuerpo tuyo. Pero seras una excelente cabeza más para mi colección- hablé a la decapitada cabeza del hombre, con esa típica voz rebotica de los tíos que llevan mascaras, como el de aquella obra literaria...como se llamaba...a sí, la guerra de la tralaxias. Entre esos y otros diálogos a la mar de sensatos con mis silenciosos acompañantes nos dirigimos de vuelta al barco en vistas de que el gótico castillo y el terreno abrupto sobre el que se alzaba se resquebraba por la mitad, ni que nos hubiéramos pasado toda la guerra contra aquel subordinado de palo.
-La próxima vez espero que el peliblanco me de un Den den mushi con el cual pueda contactar con él- musité cabreado por la desinformación que tenía ante mi.
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