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Akuma no mi
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {Mar 26 Abr 2016 - 23:04}

Exp: 6.400

Nivel: 23 (empleo los niveles por abandonar a Shun)

Nombre: Edrik

Apodo: Suelen conocer a este humilde truhán como Edrik de Lvneel, pero ciertos personajillos prefieren emplear epítetos menos agradables, tales como "¡Eh, ladronzuelo!", "¡Al ladrón!" o "¡Esa bolsa es mía!"

Edad: 27

Sexo: Hombre

Raza: Humano

Rango/Empleo: Hay quien me llamaría pícaro, ladrón o criminal. Yo prefiero "profesional de trabajos de alto riesgo."

Rango social: Un servidor nació pobre, pero preferiría considerarme un emprendedor.

Descripción estilo de lucha:
-Nombre: ¡Estoy aquí!
-Ejecución: Si la lucha es innecesaria, prefiero huir con mi botín. Sin embargo a veces es inevitable, o simplemente me apetece divertirme un rato a costa de un pobre diablo. Es entonces cuando hago uso de mi agilidad y mis artes para dedicarme a sacar de quicio a mi rival y mantenerme a la evasiva, buscando un buen momento para asestar un golpe mortal.

Descripción estilo de lucha:
-Nombre: ¿Pero cuántas armas llevas encima?
-Ejecución: A veces contratan a un servidor para trabajos... uhm... de índole poco honrada. Uno necesita llevarse un plato a la mesa, y además soy de los que disfrutan de comer en abundancia, con buena compañía y en un lugar bonito. Es entonces cuando hago uso de todos mis recursos. Prefiero aproximarme en silencio y dar una buena puñalada amparado por la oscuridad, y si no me queda más remedio que una lucha abierta empleo mi muy variado arsenal, buscando sorprender a mi rival con la enorme variedad de armas que porto, y sacándolas en momentos inesperados.

Akuma no mi: Ita Ita no mi modelo visón
Tipo: Zoan carnívora
-Apariencia de la fruta: Una naranja amarilla con espirales moradas.
-Poder Característico: Permite al usuario convertirse en un visón algo más grande de lo normal o en un híbrido entre visón y humano, dándole los sentidos, agilidad y flexibilidad de estos. En su forma híbrida los aumentos de agilidad y velocidad se duplican, mientras que en completa aumentan por 1,5.
tabla de niveles:

Hakis, técnicas y PowerUps: -

Descripción física: Soy la clase de hombre que no suele destacar, lo cuál es perfecto para mi profesión. Ni muy alto ni muy bajo, delgado y atlético, de pelo color caoba tirando a rojizo, muy largo y liso. Oh, para qué mentir. Se me da bien pasar desapercibido, pero no soy ningún cualquiera; soy un tipo atractivo que sabe emplear sus dotes con las damas. Me recorto todos los días la barba, dejándomela al estilo candado. En el cuero cabelludo, encima de la oreja izquierda, tengo una cicatriz de un corte. Cortesía de un viejo conocido, algún día le devolveré el favor. Además de eso tengo un tatuaje tan elegante como imán de problemas en mi hombro derecho: dos cuchillas cruzadas sobre una barra horizontal. Mis vestimentas varían bastante según los menesteres que me depare el nuevo día, pero por lo general visto una camisa de lino blanca, con pantalones y chaqueta de cuero. Por supuesto esa vestimenta (al igual que casi toda mi ropa) tiene muchas dobladuras y escondrijos donde llevar una ganzúa, una daga, monedas, munición o toda clase de armas y objetos de reducido tamaño.

Alineamiento: ¿Alineamiento? Como buen hombre de mundo, sólo siento lealtad por una persona: yo mismo. Nadie va a sacarte las castañas del fuego por ti. Por buenos compañeros que tengas, estos pueden fallarte, traicionarte o no estar a tu lado cuando lo necesites. Un hombre listo cuida de sí mismo y de sus intereses ante todo (caótico neutral).

Descripción psicológica: ¿Cómo describirme a mi mismo? Hay quien dice que soy un tipo engañoso, traicionero y un cleptómano; por no hablar de mujeriego, derrochador, vago, aprovechado, un creído y un mentiroso empedernido. ¡Bobadas! ¡No comprenden mi genialidad! Las grandes mentes siempre son despreciadas por los ignorantes. La envidia es poderosa en ellos. En realidad soy un tipo bastante majo y alegre cuando llegas a conocerme, todo un perfecto caballero. He de reconocer que soy realmente humilde también, pues no suelo pavonearme de mis no pocas habilidades y grandes virtudes. Sin embargo, todos tenemos nuestros pecadillos; en esta dura vida hay que hacer todo lo necesario para sobrevivir. La mía no ha sido particularmente sencilla, y debido a ello he desarrollado una filosofía de vida propia, basándome principalmente en el concepto de "vivir al máximo." Me da igual la ética o la moral, nuestro tiempo en esta tierra es corto y hay que saber aprovecharlo mientras dure. A pesar de esto, y de mi en ocasiones temeraria actitud, siempre suelo pensar en mi propio beneficio y supervivencia. Aun cuando cometo insensateces por diversión o por dinero, suelo tener un plan de escape o una forma de librarme de los problemas. No me gusta alardear como ya he dicho, pero que siga vivo es prueba de mi ingenio y astucia.

Gustos:

Las riquezas: ¿Qué clase de hombre no las aprecia? El sonido de las monedas de oro, el brillo de las joyas, la belleza de las obras de arte... no son solamente un medio para obtener fines; son también un fin en si mismas. ¿Quién no disfruta de contemplar riquezas, al fin y al cabo?

Las mujeres: Todo hombre tiene sus necesidades, y yo no soy la excepción. Disfrutar de compañía femenina es todo un placer, y más aun tener la hermosa oportunidad de compartir lecho y pasar un rato entretenido.

El lujo: Cierto, cierto. Estaréis pensando que tiene que ver con las riquezas, pero no es lo mismo. Me explicaré, cuando llevas toda tu vida durmiendo en la calle, comiendo los restos que otros tiran y sobreviviendo en general de una manera precaria, un cambio en tu vida tal como poder probar tu primera buena comida o dormir en una cama con un colchón decente y que no esté infestado de chinches te obsesiona. A partir de entonces quieres más, y cada vez mejor. Comidas refinadas y sabrosas, ropa cara, estancia en los mejores hospedajes... toda esa clase de pequeños placeres que dan sentido a la vida.

El vino, en compañía por supuesto: ¿Y quién no disfruta de una buena copa? No soy un borracho, como ya supondréis a estas alturas. Depender de una sustancia que enturbia tus sentidos es contraproducente para mi oficio. Sin embargo uno de mis pequeños placeres es compartir con un buen amigo o una hermosa dama una copa, siempre con moderación y cuanto más cara mejor. Si además no has pagado por ella, ya es la situación ideal.

Los bienes ajenos: Todos tenemos nuestras debilidades. La mía es esa; cuando veo una bolsa demasiado llena o un bolsillo desprotegido, no hay nada más entretenido para mi que aliviar a su cansado propietario de su peso. En el fondo soy todo un filántropo.

Desagrados:

La vida de mendigo: Estoy acostumbrado a ella, y dado que es un ambiente en el que me he movido durante toda mi vida, es uno de mis papeles favoritos a la hora de trabajar. Sin embargo la detesto, y cada vez más. No soporto tener que dormir en la fría calle, hecho un ovillo para conservar el calor, o alimentarme de las sobras por no tener dinero suficiente para pagarme ni el más sucio y mohoso de los mendrugos de pan.

Las autoridades: No es exactamente algo que odie en sí. Es más bien una relación conflictiva. Ellos me quieren encerrado, y yo aprecio demasiado mi libertad. Esa gente no ha hecho nada para ganarse mi respeto.

La gente demasiado seria: ¿Qué es de la vida sin una sonrisa? En serio, no se qué les cuesta intentar disfrutar un poco. No entienden mis bromas, y yo no les entiendo a ellos.

Las borracheras y las resacas: Y por eso bebo lo justo. No hay nada peor que tener los sentidos embotados y que te pillen en medio de la faena, y pasar en una celda la noche en consecuencia. Y las resacas... uff. No sólo te impiden trabajar, si no que los mejores métodos para soportarlas mejor (en mi opinión una buena pieza de tocino o de alguna carne bastante grasa, con mucha agua) no siempre están a mi alcance.

Los moralistas: Esa gente no sabe cómo vivir. ¿De qué sirve guiarse por normas y estúpidos códigos de conducta, excepto para amargarle a uno la existencia? Cada cuál es libre de escoger su cruz, pero tratar de imponérsela al resto es más cruel y mezquino que cualquier crimen del que puedan acusarme.

Habilidades:

Un tipo de recursos: Entre mis muchas y muy variadas virtudes está el saber cómo actuar en cada situación, y soler estar preparado de antemano. Cuando acepto un trabajo procuro, cuando es posible, tener un plan alternativo, rutas de escape y una buena mentira preparada.

Se me dan bien las palabras: Oh, el lenguaje. Esa refinada herramienta es mi cruz y mi patrona. Una vez escuché a un tipo que pretendía dársela de sabio "dueño de mi silencio, esclavo de mis palabras." Se creía muy listo, pero eso no me impidió desvalijarlo y revenderle sus propias pertenencias a precio de ocasión. El caso es que aquel hombre no andaba desencaminado, pero no acertó del todo. Yo prefiero decir "las palabras correctas pueden abrirte todas las puertas. Las erróneas pueden llevarte directo a la tumba." Así pues, he dominado el refinado arte del lenguaje con intención de saber moverme en cualquier ambiente.

¡Oh, mira! ¡Un pájaro verde! Te lo has creído, ¿verdad? El truco está en la actitud, el lenguaje corporal y la expresión facial. Soy un buen actor, y se me da muy bien hacer creer a la gente lo que no es. Desde representar un papel a colar la mentira más descarada, he practicado y mejorado mi técnica a lo largo de toda una vida de mentiras y desventuras.

Afortunado: Reconozco que a pesar de mi excelentísimo juicio y mis grandes habilidades, he cometido terribles errores a lo largo de mi vida, y sólo mi buena estrella me ha sacado de ellos con vida. En todo caso, mejor afortunado y vivo que hábil y muerto.

Torpezas:

¿Demasiado vanidoso? Eso me dice mucha gente. Yo la verdad, no lo tengo claro. Tan sólo soy una persona sincera que reconoce que es un fuera de serie, uno entre un millón. Y aun así no lo voy pregonando. Como ya dije, en realidad soy una persona humilde.

Me gusta demasiado hablar: A veces eso es un auténtico problema. En ocasiones te vas de la lengua y dices algo que no pretendías, o hieres con tus palabras a una persona peligrosa. Me gusta demasiado bromear y meterme con otros.

Ludópata: Las apuestas me pierden. No del tipo relacionadas con juegos de azar en sí, esas no me llaman tanto, aunque reconozco que es divertido jugar a las cartas y engañar a los paletos. Mi ludopatía va por otro camino; me gustan los trabajos muy arriesgados con un alto índice de beneficio. En general si tengo posibilidades medianamente factibles (un 1/10 me parece una aceptable; confío en mi suerte) y la recompensa es buena, voy a ello. Esto no siempre es... bueno, suele traer más problemas que pan a la mesa, pero la vida sin riesgo es aburrida.

Exceso de confianza A veces los que hablan por hablar aciertan; admito que no siempre valoro con un juicio acertado mis propias habilidades. Es algo que he aprendido a golpes.

Profesiones: Asesino Sombra
Bufón Trovador
Ladrón de Guante blanco
Espía Callejero

Banda: -

Armas: Un kukri y una espada corta al cinto, dos dagas (una por manga), un total de diez cuchillos arrojadizos repartidos entre mi chaqueta, las botas y el pantalón, dos pistolas pequeñas (una en una bota y la otra por dentro de la chaqueta) y un sai que suelo llevar a la espalda, oculto por la capa.

Historia: ¿Cómo comienza la historia de un hombre tan increíble? A diferencia de lo que cabría esperar, no lo hace con la trágica desaparición de un heredero al trono, ni con un pobre huérfano en una calle solitaria. No, mi infancia transcurrió en el rincón más miserable y pobre de una ciudad de Hallstat, Karnten. Mi padre era matón del gremio de ladrones local, y mi madre prostituta. No puedo decir que tuviera una infancia feliz aunque tampoco puedo quejarme de que fuese desgraciado. Trabajé desde muy joven para intentar llevar dinero a casa, y aunque pasábamos muchas carencias sobrevivíamos. Como toda historia de estas características, tiene un punto de inflexión, ese momento en que un gran cambio obliga al protagonista a tomar las riendas de su vida. En mi caso fue la muerte de mi padre en una reyerta, cuando estaba en el antro de mala muerte que difícilmente merecía el nombre de taberna que el gremio usaba como tapadera. Para colmo de males mi madre estaba embarazada, lo que me obligó a comenzar a ingeniármelas para llevar el pan a casa.

Pronto comprendí que trabajar de manera honrada no llevaba a ningún lado. La gente se aprovechaba de mi, y no ganaba lo suficiente para alimentar a mi madre y a mi futura hermanita. Fue entonces cuando comencé a robar para sobrevivir, teniendo unos siete años. A pesar de mi aspecto infantil e inocente, la gente no solía fiarse de mi. Bien es sabido que los muchachos de los barrios bajos son más pillos y patanes que el propio diablo, y yo no era la excepción. A pesar de mi infantil rechazo y miedo al gremio debido a la muerte de mi padre en él, acabé armándome de valor y acudiendo a ellos con intención de unirme. Creo que no es necesario explicar los motivos por los que no me aceptaron como miembro, si bien me ofrecieron hacer de chico de los recados hasta que creciese un poco y aprendiera el oficio, ganándome el pan y algunas monedas de vez en cuando.

Mi madre no sobrevivió mucho más que mi padre. Tras parir a mi hermanita Edith, o Eda como la llamo yo, enfermó por la mala alimentación y el cansancio. Logró sobrevivir aun bastante tiempo, pero cada vez más débil, hasta sucumbir a la enfermedad. Mentiría si no dijera que fue de los peores momentos de mi vida, y de las peores etapas que recuerdo. Me vi obligado a trabajar el doble para poder conseguir comida para mi y para mi hermana, acabando al final comiendo yo escasamente. Para colmo de males nos echaron de nuestra casa, y pasamos a vivir en las calles. Fue un milagro que Eda no muriera de una pulmonía o algo peor, y aun hoy agradezco no haberla perdido. Sin embargo a mi aquella vida me pasó factura, y acabé muy débil y enfermo. Por suerte en aquellos meses había logrado llamar la atención de uno de los veteranos del gremio, Fergus, que nos recogió de la calle y nos dio un refugio donde dormir y trabajo para poder mantener a ambos una vez me recuperé. Ojalá pudiera decir que aquel hombre fue como un segundo padre para mi, porque no es la palabra que elegiría. Me alegraré mucho el día que pueda rajarle el cuello.

Comencé una nueva vida, y empecé a trabajar en serio para el gremio en encargos de importancia menor. Fergus era un cabrón, un mal maestro y un aprovechado, y no dudó en llevarme consigo como cebo, sin importarle en qué problemas pudiera meterme o las palizas que recibiera en consecuencia. Sin embargo la necesidad hace crecer el ingenio, y comencé a aprender el oficio por mi cuenta observando a otros del gremio, escuchándoles hablar de sus trabajos y por puro ensayo error. Practiqué día a día y desarrollé todas las fantásticas habilidades de las que gozo hoy, mejorándolas con la experiencia que me trajo el paso de los años. Mi hermanita creció saludablemente, hasta convertirse en una joven hermosa y dulce. Yo era muy feliz de haber podido mantenerla a salvo todos esos años, y quería encontrar la manera de poder sacarla de aquella mala vida que llevábamos. Ella se merecía algo mejor. Fue así cómo decidí llevar a cabo una de mis peores apuestas: robar a Fergus, que acababa de dar uno de sus mejores golpes. Mientras Eda lo sacaba fuera de su refugio con un cuento chino, yo me colé por la ventana y le quité su botín: una diadema de oro y joyas. Cuando iba a salir de nuevo, escuché los gritos ahogados de mi hermana en el piso de abajo, y temiéndome lo peor fui al encuentro de ese desgraciado cuchillo en mano. Intenté cortarle su salchichilla despreciable por mancillar a mi hermana, pero no atiné por miedo a herir a Eda y sólo le corté dos dedos cuando interpuso la mano.

Tras eso tuvimos que huir de la ciudad. Para colmo de males Fergus nos delató a la guardia, diciendo que nosotros habíamos robado la diadema. Esta resultó pertenecer a la esposa del barón, que puso precio a nuestras cabezas. Pusimos pies en polvorosa, y nos subimos como polizones al primer barco que encontramos en el puerto cercano a Karnten. Así fue como llegamos a Lvneel. Con el dinero que gané vendiendo la joya logré conseguirnos una casa, y suficientes berries para que mi hermana viviese con comodidad, incluso para una pequeña dote para cuando decidiera casarse. Sin embargo, esa no era mi vida. Un año después de llegar a la isla, teniendo yo veinticuatro años y mi querida Eda diecisiete, me despedí de ella y salí a ver mundo y ganarme la vida de la única manera que sabía hacerlo. Siempre me gustaron las emociones fuertes, y Edrik de Lvneel valora mucho su libertad.

Mar de origen: North Blue

Isla de origen: ¿Es necesario preguntarlo? Bueno, supongo que sí. No nací en Lvneel, si no en Hallstat. Sin embargo suena más distinguido "Edrik de Lvneel."

Pertenencias iniciales: Ganzúas, un petate, diferentes vestimentas (desde caras a zarrapastrosas), varias capas de viaje y gancho de escalada y cuerda de diez metros.

Botín de partidas: -

Sueños: Todos tenemos nuestros anhelos. A veces me gustaría sentar la cabeza, tener una buena casa, un trabajo más tranquilo y una familia. Luego me doy cuenta de que mi vida es increíble. Supongo que sí me gustaría tener un lugar donde retirarme a vivir en paz y una pequeña fortuna guardada para cuando me jubile.

Multicuenta de: Kai

Referido por: -


Última edición por Edrik de Lvneel el Miér 27 Abr 2016 - 2:31, editado 4 veces
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty Re: ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {Miér 27 Abr 2016 - 0:58}

-Post reservado para futuras ampliaciones-
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty Re: ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {Miér 27 Abr 2016 - 1:08}

¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Accepted_stamp_by_schaefdogg-d4atiy0

Pasa por registro y censo, por favor ^^.
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty Re: ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {Miér 27 Abr 2016 - 2:30}

Añadida la akuma no mi obtenida en la tirada aleatoria:

Akuma no mi: Ita Ita no mi modelo visón
Tipo: Zoan carnívora
-Apariencia de la fruta: Una naranja amarilla con espirales moradas.
-Poder Característico: Permite al usuario convertirse en un visón algo más grande de lo normal o en un híbrido entre visón y humano, dándole los sentidos, agilidad y flexibilidad de estos. En su forma híbrida los aumentos de agilidad y velocidad se duplican, mientras que en completa aumentan por 1,5.
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty Re: ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {Miér 27 Abr 2016 - 2:48}

Aceptada~
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¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! Empty Re: ¡Buenos días, amigos! ¡Acercaos! {}

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