El verdadero caballero [Barbazul]

El caballero empuña la espada y pone pose de combate, tras eso un aura azulada lo rodea y le lanza una onda cortante del mismo tono, la cual se dirige a ti a gran velocidad. Tras eso adopta una pose más defensiva, preparando un posible contraataque.

No parecía obtener respuesta de aquel ser, cosa que no me pareció tan rara tras activar el mantra y notar que no poseía el aura de un humano. Lentamente desenvaino una espada de tamaño considerable. Seguramente resultara bastante pesado, y, por tanto, fuera lo que fuera aquello tendría una fuerza considerable. Se posiciono para el combate y se rodeó de un aura azulada. Levanté mis armas preparado para iniciar el baile, activando mi haki armadura y colocando delante de mí las espadas. No tardó demasiado en lanzar una onda cortante contra mí. Dude unos instantes en si esquivarla o tratar de detenerla. Finalmente me decidí por detenerla antes de lanzar mis propias ondas.

Crucé las espadas frente a mí, interponiéndolas en el camino de la onda de mi rival, moviéndolas hacia arriba justo en el impacto para desviar todo aquel poder de destrucción y salvar la casa. Si lo conseguía, lanzaría una onda cortante con cada una de mis espadas desde mi posición actual hacía el pecho de la armadura. De no poder parar la onda y recibir heridas, según la consideración de las mismas usaría el manual micahiah, de ser graves, o las ondas de ser leves, además de moverme hacía un lateral para que las siguientes ondas no afectaran a la casa de la mujer.

En cualquiera de los casos, me prepararía para acercarme a él y entablar combate cuerpo a cuerpo.

cosas usadas:

Recibes la onda. Es fuerte, muy fuerte, tienes la sensación que, de no ser por estar en guardia ahora mismo estarías partido en dos. El golpe no te hiere pero si te desequilibra durante unos instantes. Como resultado las ondas que lanzas no son del todo precisas y ese ser logra esquivarlas con relativa facilidad.

Como si se adelantase a tus intenciones aprovecha el momento para ponerse a tu altura. Los aceros chocan, tratando de bloquear tus movimientos. Tiene una fuerza sobrehumana y lanza un rodillazo a tu costado tratando de ganar ventaja.

El enemigo parecía adelantarse a mis intenciones y tener una fuerza aún mayor de la que esperaba. La onda había conseguido detenerla por poco, y estaba seguro de que de no poner las dos armas mee habría partido a la mitad como si fuera una fruta. Justo después de la onda había realizado un ataque tras acercarse muy rápido hasta mí. No me gustaba como estaba empezando a ir el combate, tendría que esforzarme un poco más. Antes de poder hacer nada más el mantra hizo saltar las alarmas en mi cabeza, un ataque más de aquella cosa, ser, lo que fuera.

Me arriesgue con un giro completo hacía el lado contrario de donde me parecía que venía el golpe. Esperaba tener más agilidad y movilidad que él, y de conseguir ponerme en el costado de la armadura liberaría la onda helada de mi propia armadura. Las espadas, trataría de mantenerlas entre él y yo, aunque le lanzaría un par de cortes hacia los costados aprovechando mi velocidad.

Cosas:

Aunque malamente seguís enzarzados, logras esquivar el rodillazo y lanzar la onda helada. La superficie de su armadura está escarchada, parece que ha funcionado un poco pues sus movimientos se han ralentizado. Pero el hecho de que siga moviéndose implica que, o bien está muy bien aislado, o bien no le ha afectado tanto como desearías. Tus cortes conectan en los costados, su armadura es muy dura, pero uno de ellos logra penetrar un poco. No notas carne debajo, ni tejido blando siquiera, ni siquiera parece sangrar por ese corte.

Tu enemigo pone fuerza en su espada y empuja con fuerza, logrando que os separéis un par de metros. Tras eso coge su mandoble con ambas manos y se imbuye en ese aura de antes. Lo empuña de tal forma que apunta en tu dirección, parece que va a lanzar una estocada. De pronto desaparece de tu vista, tu haki de advierte de un peligro inminente a la izquierda.

La armadura de aquel hombre se hiela, cubriendo de escarcha varias partes de la misma. No parece que le afecte demasiado a los movimientos, cosa bastante extraña. Tras la onda mis dos ataques parecen impactar contra los costados, aunque la armadura está más dura de lo que pensaba, a pesar de ello una de las espadas consigue atravesarla haciendo un pequeño corte. Debajo de la misma no noto resistencia, como si no tuviera carne. Tras eso, fuera quien fuera, puso más énfasis y consiguió que nos separáramos unos metros. No se veía salir sangre por el corte, era posible que fuera algún tipo robot, o armadura para alguien más pequeño y que hubiera espacio vacío dentro, daba igual, cortaría ese metal de lado a lado para descubrirlo.

Me estaba concentrando cuando lo vi volver a usar el aura aquella. Aunque esta vez no hubo onda, sino que desapreció de mi vista. Si no fuera por el mantra que me advirtió de que se encontraba en mi costado, me habría ensartado. Traté de esquivar el ataque rodando hacía delante. Su arma era grande, así que di dos vueltas seguidas. De librarme, usaría mi habilidad para lanzarle dos ondas cortantes en forma de x hacía el pecho. Si me conseguía alcanzar, y era una herida grave, usaría el micahia, de ser leve le lanzaría cuatro estocadas hacia el lado que ya tenía la rotura.

Cosas:

Esquivas un golpe que podría haber sido fatal, pero su velocidad ha sido tal que te llevas un profundo corte desde la parte baja del pecho derecho al costado. Sangra bastante y deja una quemadura que no consigue cauterizar la herida. De todas formas no es un golpe que te incapacite.

Parece que va a tratar de atacarte otra vez, pero la escarcha y el corte de antes hacen que su movimiento sea torpe. Ha lanzado un veloz corte en dirección a tu pecho, pero no es tan potente como los anteriores ataques, dejándolo expuesto.

Mientras hago mi movimiento de huida noto como su acero atraviesa la armadura y la carne, dejándome una buena herida. Noto una sensación de quemazón en la misma, seguramente su arma provoque quemaduras o irritaciones, no lo podre saber bien hasta que no vea la herida. De cualquier forma, la herida sangra bastante, aunque mi mantra avisa de un nuevo ataque hacía mí. Sin mucho tiempo para reaccionar, me arriesgo a transformar la sangre que sale de la herida en tinta, haciéndola permanecer en la zona tratando de detener la hemorragia en parte, y ganar algo de tiempo.

Una vez puesta en práctica esa forma de intentar minimizar los daños, me dispongo a parar el golpe de la armadura con una de mis espadas, mientras que con la otra intentaría atacar de forma repetida la zona perforada de la coraza de aquel ser, tratando de terminar de partirla y cortando la carne y órganos que debían de estar en el interior. Si tras esos ataques mi contrincante me daba un respiro usaría el manual de sanación en la herida que tenía, que a pesar de parecer que no incapacitaba era bastante molesta.

Cosas:

Tu enemigo lanza el tajo, esperando darte, pero está demasiado herido como para hacer un ataque decente y puedes pararlo sin problemas. Su espada pesa, pero logras aguantar para lanzar cortes. Con cada tajo notas como cortas algo, no parece carne, pero suena como fluidos derramándose.

La armadura deja caer la espada, su brillo cesa y se derrumba, se parte por el corte revelando su interior, un conjunto de cables y tubos que parecen conectar con una especie de mezcla entre máquina y órganos artificiales. Puedes ver partes que parecen músculo metálico y pistones en vez de huesos, sea lo que sea parece una mezcla macabra entre máquina y ser vivo.

El combate ha acabado y el silencio vuelve a reinar a tu alrededor. Notas la presencia de la mujer en la casa, puede que te interese ir a ver si está bien o dejarla y seguir explorando... (La espada parece de buena calidad puede que te interese cogerla)

Puedes postear en el capítulo.