Capítulo 6

La marine Shaky salió a mi encuentro nada más que la nombré de forma graciosa, como siempre su carácter era de armas tomar, y por su mirada pude contemplar que también conocía a Misu.
- Vamos, no te enfades, estás muy fea así ¿Sabes? Con una sonrisa seguro que estás preciosa cielo.

Reí suave y volví a mirar a Misu acercandome a el mientras desenvainaba mi katana.
- Misu, más te vale responderme o acabaré contigo pues sospecho que trabajabas con el tipo que acabo de matar.

Escuché entonces cierto sonido de queja y observé en el rostro de Shaky con una mueca de dolor y viendo como se inclinaba un poco, sospeché que tenía un dolor bastante fuerte en la zona del estomago, fue entonces cuando con mi ojo cyborg contemplé sus costillas.
- Pequeña, soy médico, te puedo curar si quieres a pesar de toda la rivalidad natural entre marines y revolucionarios, pero olvidas que soy un pirata de corazón, soy una persona libre, al contrario que tú, puedo decidir que hacer, y si lo deseas te curare esa costilla.

Sonriendo mi brazo izquierdo empezó a brillar con fuerza, brazo que extendí a Shaky. Una vez que la tuve al alcance dejé que ese aura la rodease con rapidez.
- Para curarte completamente necesitaría varias horas, esto hará que no sientas tanto dolor y acelerar varios días el proceso de curación. Ahora evita pelear, pues un golpe en las costillas y se romperían mucho más, haciendo muy difícil la recuperación.

Hablaba mirándola con una cierta sonrisa y luego giré la cabeza hacia Misu, esperando que respondiese, si cuando terminase con Shaky no hubiese dicho nada, acabaría con el.

Aspros comenzó a concentrarse y luego nos propuso a todos que le siguiéramos, al parecer el sabia donde esta Vladimir, tras seguirle durante unos cuantos pasillos lleguemos a una sala amplia donde había una natura pero Aspros hizo que unos huesos salgan del suelo y el techo haciendo que la chica se quedara atravesada.

Tras eso, Aspros abrió la puerta, y cuando entremos todos, vimos a Legim junto a 4 clones de el, y extrañamente también estaba allí a alguien que conocí hace mucho tiempo se trataba de Misu, después observe que en el suelo estaba el cuerpo de alguien, seguidamente Legim convenzo a hablar con Misu y luego Shaki apareció en la sala donde estábamos, seguidamente ella y Legim comenzaron a discutir y Legim observo que estaba herida y le dije que el podía curarla a lo que después de una pequeña disputa el termino curandola...

-Bueno y ahora que vamos a hacer, y por cierto ¿quien es el tío que esta tirando en el suelo?- le pregunte a Legim al ver que el cuerpo estaba lleno de alcohol, seguidamente mira a Misu

-¿Dime Misu acaso tu tienes que ver algo con todos estos clones?- le pregunte seriamente.

Continuaba curando a Shaky sin apartar la mirada de Misu, pasaban los minutos y no hacía nada ni decía nada. Fue en ese momento cuando me percaté de la presencia de Uracha, quien acababa de hablar.
- El del suelo es Vladimir... y ¿Qué hacer? ... pues podríamos... - En ese momento miré al robot que estaba apartado, alcé una ceja y carraspee- Uracha, ve a ese robot, desarmalo... si hace falta destrozalo, no sabemos si puede levantarse en cualquier momento y meternos en problemas...

Sonriente miré a Shaky recordando que me dijo que apestaba a alcohol.
- Por cierto, el olor puedo quitarlo cuando quiera ¿Sabes?

Tras hacer mis preguntas, seguidamente Legim me respondió, al aparecer el tío del suelo era Vladimir, la verdad pensaba que daría muchos mas problemas, pero había muerto muy rápido. demasiado rápido en mi opinión y eso no me gustaba.

Seguidamente Legim me dijo que desarmara o destrozara un robot que estaba cerca de nosotros, y sin perder ni un segundo me acerque a el bueno lo desarmare a mi manera no hay problema Agarre un brazo del robot y active mi modo fuerza con un simple tirón el brazo quedo arrancado sin ninguna complicación, seguidamente le seguí arrancando cada extremidad del robot, y luego hice un agujero en su pecho quitando de formas bastante bestia todos los cables de su interior...

-Vaya, esos robot son muy raros por dentro, en fin no creo que des ningun problema.-

Dije mientras destrozaba la cabeza del robot...

Esto esta muy tranquilo, me parece muy raro...

dije mientras miraba a todo el mundo.

Una vez el robot fue desconectado, ya no quedaba nadie en el laboratorio que no fueran los que se encontraban donde yacía el cuerpo de Vladimir y Ryusen, que vagaba por los pasillos del laboratorio. Todos los demás se encontraban dispersos por la isla.

Ya no hay nada de interés en aquel lugar, lo único que os queda es salir de allí para regresar a vuestro barco.

Me quedé mirando a Misu sin decir nada, podría matarlo ahí mismo, por lo que veo no haría nada, sin embargo, decidí dejarle con esa vergüenza de haber desecho todos sus planes una vez más.

- Vamos, aquí no hay nada más de interés al parecer... creo que nunca me había pasado esto... a sido... demasiado fácil...

Tras desmontar aquel robot no sucedido nada mas, y Shaki decidió irse con su tripulación, seguidamente hablo Legim - Vamos, aquí no hay nada más de interés al parecer... creo que nunca me había pasado esto... a sido... demasiado fácil...y la verdad tenia razón, ya estar aquí no tenia ningún sentido. Pues vale vamonos, aunque que todo aya sido tan fácil no me gusta nada. mire a Misu y sonreí Bueno tío hay te quedas

dije mientras caminaba junto a Legim

No tenía claro si todo aquello había sido una misión o simplemente una fuerte curiosidad que nos había arrastrado hasta aquella sala, pero fuera lo que fuese ya había acabado. Legim, precavido, pidió a Uracha que desarticulara un robot que se encontraba apoyado en la pared del fondo, anulando así un posible molesto sistema de seguridad que de seguro nos habría dado problemas si se hubiese activado.

Tras aquello, todo el mundo se sumergió en sus propios asuntos, ya sea para recordar viejos tiempos entre ellos o simplemente intentar marcharse de la isla y olvidar lo ocurrido. Me dirigí hacia la puerta por la que había entrado y recorrí los pasillos del laboratorio hasta que llegué a la puerta en la que me separé de Uracha y Hiumi. Cuando la abrí, los rayos del sol alcanzaron mi cara, haciendo que entrecerrara mis ojos por la falta de costumbre a la luz del día. Siguiendo el camino por el que me guió Greic, llegué a las puertas de la ciudad y una vez allí, me giré para observar el lugar donde antes se situaba la creciente nube negra. Ahora, imponente sobre el cielo, poseía un tamaño mucho menor, simbolizando el final de la actividad de la organización que antes reinaba en aquella isla. Me di la vuelta y proseguí el sendero del bosque para poder llegar al barco y reunirme con mis camaradas, a los cuales hacía ya largo tiempo que no veía.