Danio Rerio
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Aún seguía en Dressrosa con los últimos remates a la torre que sería el cuartel general de Kiritsu en el nuevo mundo. Había creado todos los espacios que me habían ido indicando mis compañeros, además de algunos extras y zonas sin nada para ir añadiendo habitaciones que se nos fueran ocurriendo. El sistema de turnos y la inversión habían valido la pena, era un edificio magnifico, con lo último en sistemas de seguridad para evitar intrusiones. También teníamos calabozos y un cierre de seguridad que bajaba una cortina metálica cerrando todo el bajo y primer piso. La gente de la isla no había visto nunca un edificio así, estando casi a la altura de la parte más alta del palacio. Desde la parte superior se podía ver casi toda la isla, lo que la hacía un lugar ideal para los que les gustaba espiar a los demás. Lo más seguro es que tuviéramos que trasladar a varios marines para que hicieran guardias por turnos en aquel lugar. Le dejaría a Arthur el placer de hacerlo el mismo, que hiciera los papeles junto con los del resto de personal necesario para el funcionamiento de la parte pública y del mantenimiento.
Seguía mirando mis planos cuando un mensajero apareció por la puerta, tenía una carta urgente para mí. No me solían llegar ese tipo de cartas, por lo que tenía un sentimiento encontrado entre curiosidad y pereza, pues estas cartas solían indicar problemas y salir con prisas. El mensajero me hizo firmar en un papel para que su superior se confirmara que había hecho su trabajo. También cabía la posibilidad de que se lo hubieran exigido para asegurarse que me la daba y no la tiraba por el camino por algún tipo de odio a mi raza. De cualquier forma, ya estaba firmado, ya no valía la pena seguir pensando en ello. Abrí el sobre y me puse a leer el documento.
“Vice-almirante Danio Rerio por la presente se le informa que debe acudir de inmediato a Marine Fort para una reunión de suma importancia. En el puerto le espera uno de nuestros barcos más veloces para traerle. Se ruega discreción y que se destruya este documento al acabar de leerlo, no podemos permitirnos filtraciones.”
La nota estaba firmada por el almirante de la flota por lo que sería algo importante de verdad. Quemé el papel nada más terminar de leerlo como pedía. Luego me dirigí a mi cuarto a recoger mis cosas y luego salir en dirección al puerto. No pude evitar acordarme de la última vez que navegué por esas aguas y acabé en la isla elemental. Tendría que pasarme por allí a ver que tal les iban las cosas, pero si lo hacía seguro que me amonestaban por retrasar el viaje. Era la primera vez que iría a Marine Fort desde que ascendiera a vice-almirante. Recordaba bastante poco del mismo, y seguro que habían cambiado muchas cosas desde mi última visita. Esperaba encontrarme allí con mis compañeros de división, o al menos con los que tenían el mismo rango que yo. Me había traído las llaves de sus habitaciones para ir repartiéndoselas según los fuera viendo.
El camino hasta el cuartel general de la marina fue bastante tranquilo, y rápido. Sin duda los científicos del gobierno cada vez se superaban más a ellos mismos con su descubrimientos y creaciones. Era la primera vez que no sentía que yo fuera más rápido que un navío, y eso era algo muy complicado de hacer. Cuando llegamos al puerto de la isla me hicieron pasar a uno de los edificios laterales. Había varios marines ya allí sentados, y ninguno puso buena cara al verme entrar en la sala. Estábamos unos diez altos cargos cuando apareció el almirante de la flota. Cuando comenzó a hablar nos quedó claro que aquello era una selección para algún tipo de puesto especial. El misterio se reveló pronto, estaban buscando vice-almirantes para sustituir a varios de los que formaban parte de las buster call, además de otro puesto que no especificó. Eran puestos prestigiosos, y estar dentro de los candidatos ya era todo un logro dentro de la marina. A pesar de ello no estaba convencido del todo que fuera lo que buscaba para mi futuro profesional. Aunque no sabía si podía renunciar de ser elegido, o como harían la criba dentro de los presentes.
El almirante no nos dio muchos detalles más, solo que aprovecháramos nuestra estancia allí, que en unos días recibiríamos instrucciones más precisas de lo que debíamos hacer, o donde debíamos ir. Lo más seguro es que lo que hiciéramos en ese tiempo se tuviera muy en cuenta para la primera criba de candidatos. Por lo que ese era el momento de elegir si seguir adelante y descubrir cuál era ese puesto sin especificar corriendo el riesgo de terminar en una buster call, o hacer el vago y pasar de todo. La curiosidad se impuso y dediqué los siguientes días a entrenar con el karate gyojin y el de aire en el patio central del cuartel. No solo era una manera de mantenerme en forma, sino una exhibición de mis habilidades únicas en la marina. Los demás marines que estaban en la mesa durante la reunión habían tomado decisiones parecidas, practicando sus estilos de lucha en el mismo patio. Muchos marines curiosos se pasaban horas mirándonos, pocas veces había presenciado entrenamientos de tantos rangos a la vez. Puede que incluso hacer aquello fuera buena publicidad para la marina. Los demás vice-almirantes no parecían nada débiles por lo que vi en los entrenamientos. Varios eran espadachines rápidos y agiles, otro creaba grandes ondas cortantes que parecían poder partir el acero como si fuera mantequilla. Había tres de ellos que usaban gran variedad de armas pequeñas como dagas y eran sumamente agiles y precisos. Otro portaba una gran lanza que parecía pesar casi lo mismo que yo, pero que en sus manos era como una espada normal. Y por último dos de ellos usaban armas a distancia, uno una especie de rifle y el otro una ballesta. La exhibición estaba servida y pronto nos dirían nuestras pruebas y destino, de pasar la prueba, si es que lo era.
Seguía mirando mis planos cuando un mensajero apareció por la puerta, tenía una carta urgente para mí. No me solían llegar ese tipo de cartas, por lo que tenía un sentimiento encontrado entre curiosidad y pereza, pues estas cartas solían indicar problemas y salir con prisas. El mensajero me hizo firmar en un papel para que su superior se confirmara que había hecho su trabajo. También cabía la posibilidad de que se lo hubieran exigido para asegurarse que me la daba y no la tiraba por el camino por algún tipo de odio a mi raza. De cualquier forma, ya estaba firmado, ya no valía la pena seguir pensando en ello. Abrí el sobre y me puse a leer el documento.
“Vice-almirante Danio Rerio por la presente se le informa que debe acudir de inmediato a Marine Fort para una reunión de suma importancia. En el puerto le espera uno de nuestros barcos más veloces para traerle. Se ruega discreción y que se destruya este documento al acabar de leerlo, no podemos permitirnos filtraciones.”
La nota estaba firmada por el almirante de la flota por lo que sería algo importante de verdad. Quemé el papel nada más terminar de leerlo como pedía. Luego me dirigí a mi cuarto a recoger mis cosas y luego salir en dirección al puerto. No pude evitar acordarme de la última vez que navegué por esas aguas y acabé en la isla elemental. Tendría que pasarme por allí a ver que tal les iban las cosas, pero si lo hacía seguro que me amonestaban por retrasar el viaje. Era la primera vez que iría a Marine Fort desde que ascendiera a vice-almirante. Recordaba bastante poco del mismo, y seguro que habían cambiado muchas cosas desde mi última visita. Esperaba encontrarme allí con mis compañeros de división, o al menos con los que tenían el mismo rango que yo. Me había traído las llaves de sus habitaciones para ir repartiéndoselas según los fuera viendo.
El camino hasta el cuartel general de la marina fue bastante tranquilo, y rápido. Sin duda los científicos del gobierno cada vez se superaban más a ellos mismos con su descubrimientos y creaciones. Era la primera vez que no sentía que yo fuera más rápido que un navío, y eso era algo muy complicado de hacer. Cuando llegamos al puerto de la isla me hicieron pasar a uno de los edificios laterales. Había varios marines ya allí sentados, y ninguno puso buena cara al verme entrar en la sala. Estábamos unos diez altos cargos cuando apareció el almirante de la flota. Cuando comenzó a hablar nos quedó claro que aquello era una selección para algún tipo de puesto especial. El misterio se reveló pronto, estaban buscando vice-almirantes para sustituir a varios de los que formaban parte de las buster call, además de otro puesto que no especificó. Eran puestos prestigiosos, y estar dentro de los candidatos ya era todo un logro dentro de la marina. A pesar de ello no estaba convencido del todo que fuera lo que buscaba para mi futuro profesional. Aunque no sabía si podía renunciar de ser elegido, o como harían la criba dentro de los presentes.
El almirante no nos dio muchos detalles más, solo que aprovecháramos nuestra estancia allí, que en unos días recibiríamos instrucciones más precisas de lo que debíamos hacer, o donde debíamos ir. Lo más seguro es que lo que hiciéramos en ese tiempo se tuviera muy en cuenta para la primera criba de candidatos. Por lo que ese era el momento de elegir si seguir adelante y descubrir cuál era ese puesto sin especificar corriendo el riesgo de terminar en una buster call, o hacer el vago y pasar de todo. La curiosidad se impuso y dediqué los siguientes días a entrenar con el karate gyojin y el de aire en el patio central del cuartel. No solo era una manera de mantenerme en forma, sino una exhibición de mis habilidades únicas en la marina. Los demás marines que estaban en la mesa durante la reunión habían tomado decisiones parecidas, practicando sus estilos de lucha en el mismo patio. Muchos marines curiosos se pasaban horas mirándonos, pocas veces había presenciado entrenamientos de tantos rangos a la vez. Puede que incluso hacer aquello fuera buena publicidad para la marina. Los demás vice-almirantes no parecían nada débiles por lo que vi en los entrenamientos. Varios eran espadachines rápidos y agiles, otro creaba grandes ondas cortantes que parecían poder partir el acero como si fuera mantequilla. Había tres de ellos que usaban gran variedad de armas pequeñas como dagas y eran sumamente agiles y precisos. Otro portaba una gran lanza que parecía pesar casi lo mismo que yo, pero que en sus manos era como una espada normal. Y por último dos de ellos usaban armas a distancia, uno una especie de rifle y el otro una ballesta. La exhibición estaba servida y pronto nos dirían nuestras pruebas y destino, de pasar la prueba, si es que lo era.
- Aclaración:
- Lo que llamó aquí selección para la buster call y puesto extra es el evento, pero al ser secreto no lo llaman directamente competición para ser almirante.
Hayden Ashworth
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
He de decir... Que ha sido un poco aburrido, lo siento. No ha pasado nada con substancia que hiciera esto interesante. Habría estado bien una proeza para ser llamado, pero...
Pasas a la siguiente fase del evento. Ya te han informado, asi que tú no recibes carta(?)
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