Jack vs Bleyd

Empieza Jack.

El combate que había tenido en la ronda anterior me había sabido a poco, apenas habíamos comenzado a combatir cuando nos detuvieron para dar por terminada la ronda de enfrentamientos, “en serio, apenas dejan que la gente se presente antes de combatir, ¿qué modales son esos?” dije mirando al infinito. Nuevamente, salimos del lugar donde nos encontrábamos y nos llevaron al lugar donde estaban las pantallas, donde nuevamente nos pusieron los puntos que tenía cada uno y los nuevos enfrentamientos, aunque esta vez nos dejarían descansar un poco más.

Tras un tiempo y comer alguna cosa que pude encontrar por allí y que complementé con lo que tenía dentro de mí. Luego de comer me tumbé en el suelo para descansar un rato hasta que me llamasen para el siguiente combate, no tardaron demasiado, asique no pude quedarme dormido como era mi plan, así que de mala gana me levanté y me dirigí a la nueva zona de combate, la cual esta vez era al aire libre, algo que lo vi muy típico. Aunque faltaba gente animando a los combatientes.

Parecía ser que esta vez yo llegué antes que mi oponente, Bleyd, el ex-yonkaikyo, no sabía que pretendía intentando volver a pertenecer al gobierno o a la marina, quizás pensaba que tras huir de un combate como del que huyó, podía volver como si no hubiese pasado nada. En mi opinión mucho debía de haber cambiado para que se le concediese tal cosa, pero no era mi decisión, no por el momento. Una vez en el ring creé un enorme cojín de dos metros cada lado y una altura de un metro, este estaba relleno de caramelo líquido para que se adaptase perfectamente a mi espalda y movimientos, luego desde mi mano creé una lanza que dejé tirada en el suelo.

Acababa de terminar un combate y ahora empezaba otro, esperaba que fura ya el ultimo por que me estaba cansando de esto. El mozo que se encontraba ante mi, tirado en un cojín con una lanza en medio.

Entre con Fluffle conduciendo la moto con sidecar. El pequeñin se encontraba tumbado , dormitaba en su asiento mientras soñaba en tacos.

No tenia muchas ganas de saludar al rival con una perorata de quien era y esas cosas. Pero deje aparcada la moto en un rincón y me adelante para quedar frente a frente con el muchacho.

-Bueno… Ya que estamos tendremos que comenzar. Después de todo hemos venido aquí por algo.

Saque una municion de Rpg y la ceba a mano, instantes despues se la lance, con la intencion de que detonara con el menor impacto.

Bleyd entró en el cuadrilátero en una enorme moto, bastante más grande que la que nos había regalado Al en su día. El hombre la dejó aparcada en un rincón del cuadrilátero para luego acercarse a mí y colocarse frente a mí. Este, además, no se molestó en presentarse, quizás por eso de al haber tenido un puesto dentro del gobierno.

-Buenas, soy el capitán Sugar Boy, encantado de conocerte, Bleyd – le dije cuando estuvo frente a mí. – Es hora de enfrentarnos, pero me gustaría preguntarte una cosa antes ¿Qué te ha hecho entrar en esto?.

Acto seguido a preguntarle esto, hice levitar la lanza y la apunté hacia mi oponente. Al hacerlo, aproveché para activar el haki de observación para estar prevenido de cualquier ataque que me pudiese hacer con la artillería que había sacado. Bleyd de proto me lanzó algo a lo que le respondí moviendo la lanza hacia el objeto para interceptarlo, lo cual al hacerlo provocó una explosión en el lugar en el que se chocaron.

Al hacerlo, la mitad de la lanza quedó completamente destruida, por lo que extendí la mano hacia el arma y desde mí produje azúcar dirigida hacia la lanza para regenerarla. Parecía que mi oponente se iba a tomar esto en serio, así que no debía tomarlo a la ligera. Me incorporé un poco en el cojín y adapté este a mi nueva postura. Una vez estuvo reconstruida la envíe con toda la velocidad que pude a mi oponente, además aproveché para crear como en la primera ronda una gran cantidad de dagas, unas cien, con el aspecto de escamas de tiburón y torné el azúcar de color negro para que se adecuara más a estas.

Mira... parece ser que mi reputación me precedía, el chaval parecía ser un capitán de la marina. Ademas por su nombre sabia que tendría algo que ver con Scarf guy.

-Bueno señor sugar Guy, estoy en esto por que puedo. Ademas así conozco a gente interesante como el gran defensor de la justicia, el inigualable Scraf Guy. ¿Puedo entender que eres algo así como su ayudante?

Por su parte Fluffle se había bajado de la moto y atraído por el aroma del caramelo, se acerco raudo y veloz al cojín de sugar boy, instantes después se encontraba chupándolo con cara de satisfacción.

El chico parecía ser un usuario capaz de crear elementos, como Alwyn mire usted. Tendría que esforzarme para poder hacer bien las cosas. El chico estaba en su salsa tumbado en su cojín y lanzandome una lanza... Valga la redundancia. Apenas tuve que moverme estaba claro que eso de tirar cosas no era lo suyo. Aunque ahora mismo lo que mas me preocupaba era Fluffle, no sabia si ese tipo intentaría hacerle daño a mi querido pony, lo que estaba claro es que habiendo alli comida el animalito no se moveria hasta quedarse a gusto, eso junto a que es un glotón sin fondo hacia que no pudiera tirar explosiones ni nada...

Decidí que tal vez fuera buena idea hacer un mano a mano, tal vez se sintiera mas cómodo que lanzándonos cosas. Cosas que podrían dañar a mi compañero.

Salí corriendo contra el simplemente con la intención de arrollarlo en una carga de hombro. Si conseguía embestirlo podría llevármelo lejos de Fluffle, para mi su seguridad era lo primero.

La respuesta del Ex-yonkaikyo fue seca y sin información, evidentemente podía estar aquí, sino hubiese podido no estaría. La obviedad era enorme, pero sin duda me dejó saber que no le gustó mucho aquella pregunta. Su contestación fue seguida por el nombre enmascarado del capitán de la brigada, Scraf Guy, y luego me preguntó por mi relación con este personaje.

-¿Ayudante?, soy mucho más que eso, soy el pegamento que une todo, aunque mi trabajo no se queda ahí, me gusta la información, creo que me entiendes. – le respondí a su pregunta con total tranquilidad.

De pronto algo se puso a lamer mi cojín, una especie de pony rosa, un horrible animal de un color precioso. “¿A quién coños le gustan los ponys? Son sucios y su forma es completamente aberrante, donde estén Rudolph o Jack que se quiten el resto” dije mirando al lado contrario de donde se encontraba el pony. No iba a permitir que ese animal estropease el cojín, por lo que con un ligero movimiento de la mano hice que parte del cojín se separase de este y envolví al animal en una esfera, dejando un agujero para que pudiese respirar, “Vale que no me gusten, pero sigue siendo un bicho vivo” volví a decir en la misma posición que antes; luego empujé la esfera con el animal dentro para que se quitase del camino.

Cuando volví a prestar atención a mi oponente pude ver como este había evadido la lanza y ahora se acercaba corriendo hacia mí. En ese momento, comencé a hacer girar a mi alrededor todas las dagas que tenía creadas, a apenas cinco metros de mí, las endurecí todo lo que pude, así como aumenté su tenacidad al máximo, era hora de ver si tenía lo que se necesitaba para cruzar aquello. Aunque el ataque no era ese, sino la lanza que le había lanzado antes, a la cual le apliqué lo mismo que a las dagas y la traje hacia mí a toda la velocidad que pude, de forma que al hacer lo esta impactase en la espalda de mi oponente.

cosas usadas:

No solia tener tiempo para charlar en medio de los combates pero este chico no parecia mala persona. Si acaso un poco cretino enamorado de su trabajo.

-Vaya entonces eres algo así como el pobre esclavo que tiene que hacer que todos estén contentos y hagan su trabajo adecuadamente. Tiene que ser un trabajo duro.

¡No! Ese cretino se a atrevido a poner caramelo encima de Fluffle, esto pasa de la raya y el limite tolerable. Yo que pensaba que era una buena persona. Lejos de mis preocupaciones Fluffle estaba encantado con verse envuelto en caramelo y se lo pasaba bien rodando parecia un juguete encerrado en una esfera.

La defensa de mi endulzado enemigo no se hizo esperar, las dagas comenzaron a girar a su alrededor mientras se tornaban negras, ya estabamos con el puñetero haki, tendria que encontrar algo con que neutralizar esa habilidad. Pero este no era el momento de pensar en ello, si queria jugar a los lanzamientos eso era algo que todos podiamos hacer.

Durante la carga detone una bomba de luz con la intencion de cegar a su vision, seguido de ello lanze a Carnifex mi espadon de dos metros contra su persona, comence a correr a su alrededor mientras disparaba mi cañon lineal. La energia de luminica capaz de cortal minerales tan solo tardaba medio segundo en surcar el aire.

Entonces me di cuenta detrás mio venia la lanza de caramelo, tal vez me estuviera persiguiendo, si era asi lo comprobaria en breves.

Mi adversario parecía disfrutar de la conversación, ya que supuso que yo era el que “coordinaba” a la brigada para que trabajase adecuadamente. En ese momento, vislumbré la imagen de Arthur gritándonos a todos y cada uno de los miembros para que nos pusiésemos a hacer algo.

-No, hombre, no soy ningún esclavo, y es otro miembro el que se encarga de poner orden y mandar trabajar, aunque no le hagamos caso. No, yo soy lo que cementa unos miembros con otros, mi función es simplemente estar y apoyar a todos, y actualmente puedo hacerlo a la vez, bueno, más o menos.

Bleydo pareció ser listo y se detuvo antes de entrar en el área, entonces lanzó una nueva esfera, esta vez no me dio tiempo a detonarla antes y explotó, de la pequeña esfera salió una gran cantidad de luz cegándome momentáneamente. Cerré los ojos y activé el mantra por si me lanzaba algún ataque más, y no me equivoqué, mi haki me advirtió de un ataque por lo que rápidamente junté la mitad de las dagas-escamas por el lugar en el que venía el ataque para detenerlo. Mi oponente comenzó a girar a mi alrededor y sentí nuevos ataques, coloqué el cojín entre Bleyd y yo para evitarlos, y mientras la mitad de dagas-escamas que no había usado para defenderme las comencé a dirigir a toda la velocidad que podía hacia mi oponente, con la intención de que le dañasen tanto piernas como brazos, así como evitando zonas vitales del cuerpo de mi oponente.

cosas usadas: