S. Castiello ID

Nivel 1: Tiene una gran puntería y capacidad para sobrevivir en entornos hostiles. Sus reflejos y agilidad están por encima de la media, y tiene gran capacidad para pasar desapercibido.

Nivel 10: La gente no suele reparar en él, y apenas falla a una distancia de diez metros.

Nivel 15: Sus habilidades como superviviente le permiten seleccionar comida a medio pudrir evitando sus partes ponzoñosas. Cazar mosquitos a palmadas no le es una tarea difícil, y elige un tipo de terreno (desierto, jungla, taiga, glaciar…) para familiarizarse con él. Sus habilidades de sigilo y puntería se incrementan en ese lugar ligeramente.

Nivel 20: Participando en competiciones de tiro es casi imbatible por la mayoría de profesionales. Conoce los mejores lugares donde esconderse, así como buenas técnicas de discreción.

Nivel 30: Podría acertar a un gato a veinte metros apuntando desde la cadera. Sus pasos resultan bastante silenciosos, y no tiene problema en utilizar cuchillos de caza y machetes para atrapar alimañas. Podría reaccionar a los ataques de un karateka profesional y su agilidad está a nivel de un gimnasta. En el terreno elegido tardaría medio segundo menos en apuntar, y conoce el entorno de forma que ocultarse de él resulta más complicado.

Nivel 40: Podría matar de un tiro un gorrión quieto a treinta metros; un humano, a setenta. El sonido de su respiración es apenas audible, y sabe posicionarse de la mejor manera para evitar ser detectado.

Nivel 45: Podría resistir en un entorno hostil más de una semana, con pocas consecuencias para su salud. Sus reflejos son impresionantes, pudiendo reaccionar a una bala disparada a diez metros de él. Elige un nuevo terreno, con el que empieza a familiarizarse. Su terreno favorito (el primero que eligió) es casi como su hogar. Nada puede ocultarse de él en su entorno predilecto por más de un par de horas.

Nivel 50: Apuntando durante unos instantes, podría alcanzar su bala objetivos fácilmente a doscientos metros. Es casi imperceptible, pues mientras camine con ligereza no hace ninguna clase de ruido.

Nivel 60: En un radio de cien metros podría acertar a cualquier blanco quieto, siempre que fuera mayor que un armadillo, y podría ocultarse en una caja. Por alguna ley de la naturaleza nadie reparará en ella, sea lo rara que sea su situación. Sabe apañárselas para sobrevivir en entornos relativamente hostiles, puede reaccionar con facilidad a cualquier ataque ordinario y es tan ágil que sus saltos y volteretas están a nivel de un olímpico. Conoce el viento y la humedad de su entorno favorito con bastante exactitud, necesitando un segundo menos de lo normal para apuntar. Mejor mucho su acento australiano.

Nivel 70: Prácticamente no necesita tiempo para apuntar, y su ratio de blancos es superior al 90%. Podría caminar metido en la caja. Mientras nadie lo vea moverse, todo va bien.

Nivel 75: En medio de un bosque tropical podría vivir indefinidamente, aprovechando el alimento y la bebida que ella ofrece. También podría reaccionar a cualquier ataque en menos de una décima de segundo. Podría ocultarse en su entorno favorito durante un día entero sin que nadie lo detectase, y en el terreno secundario tarda medio segundo menos en apuntar.

Nivel 80: A doscientos metros de distancia nunca falla blancos fijos, y sabe calcular casi a la perfección dónde disparar para acertar a un blanco en movimiento en un segundo. Es tan sigiloso que podría ocultarse en cualquier terreno mínimamente abrupto.

Nivel 90: Es capaz de acertar con un segundo apuntando a cualquier blanco en quinientos metros. Además, corregir la trayectoria antes de disparar le lleva tan sólo una fracción de segundo. Se mimetiza con el entorno tan fácilmente que podría ocultarse bajo la alfombra y si no grita cuando lo pisan nadie advertirá su presencia. Podría aparecer en la espalda de alguien por total sorpresa. Sería capaz de sobrevivir a la vanguardia de una batalla tras ser herido con una granada de fragmentación.  Es casi como si viese a cámara lenta. Es capaz de ver la ignición de una bala en el cañón antes de que ésta salga. Realiza volteretas dobles con suma facilidad. Rueda por el suelo casi tan rápido como camina y se levanta de él con suma facilidad. Por el olor reconoce la flora más aromática de su terreno favorito, y con una visual rápida encuentra los puntos clave del lugar (mejor lugar para apuntar y esconderse).

Nivel 100: Concentrándose durante unos instantes podría acertar a cualquier blanco en un kilómetro de radio. Nadie se fijaría en él mientras mantenga la vista al suelo. Sentado en un banco parece una persona totalmente normal.

Nivel 105: Se maneja sin ninguna dificultad en entornos hostiles, siendo capaz de salir de ellos con facilidad y sin problemas. Puede manejar machetes y cuchillos como si fuesen su propia mano. Cualquier ataque lanzado a más de cinco metros sería incapaz de cogerlo desprevenido. Si está cerca de uno de sus entornos predilectos es capaz de presentirlo. No como un sexto sentido, sino por olor, temperatura, viento y humedad. Del mismo modo, tarda segundo y medio menos en apuntar en su terreno favorito.

Nivel 110: A cien metros ni siquiera necesita apuntar para acertar. Podría matar a un guardia acompañado. Tras unos segundos de revuelo, el otro guardia pensará que ha sido el viento. Al menos, mientras no deje una herida evidente como una flecha en la rodilla.

Nivel 120: Apuntando durante un segundo es capaz de acertar a un gato a dos kilómetros. Si trata de esconderse, será ilocalizable mediante sentidos ordinarios. Llevaría días de batida encontrarlo si se tumbara a dormir sobre un árbol. Podría sobrevivir a una guerrilla de diez días en solitario.  Sería capaz de atrapar un halcón peregrino si pasase junto a él. En su terreno favorito es imposible encontrarlo a no ser que cometa un error. En su terreno secundario tarda un segundo menos en apuntar, y empieza a familiarizarse con un tercer terreno.  Es tan ágil que puede lanzar cinco golpes en el tiempo que otros hacen uno.

Nivel 130: Podría acertar a cualquier objetivo que pase por su mira durante más de un segundo en un radio de cinco kilómetros. Es capaz de ocultarse entre las sombras con gran habilidad y a la luz del día sabe pasar con total discreción. Sería imposible detectarlo como una amenaza de forma ordinaria.

Nivel 135: Podría pasar 15 días sin problemas en solitario. Sus reflejos son casi inigualables. Podría atrapar una bala entre los dedos. Es uno con su terreno favorito. Casi podría decirse que se funde con el suelo, salvo por el cañón del arma y esas cosas. Necesita sólo un segundo para apuntar en estas zonas, y en sus terrenos secundario y terciario mejora aún más.

Nivel 140: Diez kilómetros. Dos segundos. Una bala.Con cierta comodidad es capaz de infiltrarse en los sitios más seguros del planeta. Bajo una sombra es literalmente invisible, a no ser que lleve ropa fosforescente.


Nivel 150: Apuntando durante un par de segundos, su disparo es tan preciso que podría acertar a una ardilla en el ojo a veinte kilómetros de distancia. Es una leyenda de la ocultación. Podría pasearse en tanga por Mariejoa, con una chapa de “Abajo el Gobierno Mundial” y una bandana revolucionaria al cuello y nadie se daría cuenta si él así no lo desea. Sería capaz de encontrar alimento en Chernobyl y salir sin cáncer. Por lo que sabe, no por una habilidad sobrenatural. Podría reaccionar en una centésima de segundo a un vehículo tratando de atropellarlo. Su cuerpo parece que fluye, siendo capaz de evitar ataques ordinarios con facilidad.  En su terreno favorito su distancia máxima de disparo se duplica.