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En un pequeño local recién adquirido por otro dueño, era uno de los mejores sitios para comer marisco por la forma tan extraña de cocinarlo, también su carne con salsa barbacoa aún que más por la salsa que por la carne... Empezaba a tener algo de renombre entre los piratas, bandidos y demás sabandijas de la misma calaña de la zona, pero el nuevo dueño tenía un carácter bastante especial, era lo único que hacía que los clientes no fueran muy a la lijare a comer al restaurante. Actualmente había gente almorzando, era por la mañana bien pronto pero no estaban muy a gusto ya que los gritos que salían de la trastienda erizaban los pelos de los comensales...
Detrás de la trastienda se estaba cerrando un trato entre comerciantes, por una parte estaba Zenck, un mayorista que si tiene confianza en su cliente y este tiene dinero, puede conseguir especies en peligro de extinción y demás materiales escondidos ante la ley. Por otro lado a Tilikum, hay que mencionar que Zenck estaba atado en una silla, con la cara inflada, amoratada, con cortes y sangrando, estaba recibiendo una paliza del quince. -Por lo que tengo entendido, nuestros tratos eran de peces exóticos, pero en que momento, se te ocurre, ofrecer a mis camareros, carne de tritón... Cuando el dueño del local... ¡Es un maldito tritón!- nuevamente el brazo oscuro azabache del tritón volvió a golpear la cara del mayorista -Señor, lo matará...- Comentó uno de los cocineros... -Que más da, este hombre ya no nos será útil, no nos va a vender nada más después de la paliza y tampoco lo puedo dejar salir sabiendo que vende carne de tritón... Mis hermanos lo agradecerán...- Comentó el gran tiburón a su compañero -Cortarlo en cachos y meterlo en el menú, cocinar lo que podáis mientras aún está vivo, que vea el menú del día...- Sí, carne de tritón no se vendía en este restaurante, pero mucha de la carne que salía de la cocina era humana cosa que... Nadie sabía, si no perdería a todos los clientes...
De la trastienda por la cual solo se escuchaban gritos salió Tilikum limpiando sus manos con un trapo ensangrentado -Disculpar mis clientes por los ruidos, pero no puedo seguir abierto si no se pagan las deudas, os invito a una ronda por las molestias- Y de esa forma subió el animo de todos los clientes que habían escuchado los alaridos. La sonrisa del tritón era por su soberbia ante los humanos presentes quienes seguramente estaban almorzando a algún vecino suyo...
Detrás de la trastienda se estaba cerrando un trato entre comerciantes, por una parte estaba Zenck, un mayorista que si tiene confianza en su cliente y este tiene dinero, puede conseguir especies en peligro de extinción y demás materiales escondidos ante la ley. Por otro lado a Tilikum, hay que mencionar que Zenck estaba atado en una silla, con la cara inflada, amoratada, con cortes y sangrando, estaba recibiendo una paliza del quince. -Por lo que tengo entendido, nuestros tratos eran de peces exóticos, pero en que momento, se te ocurre, ofrecer a mis camareros, carne de tritón... Cuando el dueño del local... ¡Es un maldito tritón!- nuevamente el brazo oscuro azabache del tritón volvió a golpear la cara del mayorista -Señor, lo matará...- Comentó uno de los cocineros... -Que más da, este hombre ya no nos será útil, no nos va a vender nada más después de la paliza y tampoco lo puedo dejar salir sabiendo que vende carne de tritón... Mis hermanos lo agradecerán...- Comentó el gran tiburón a su compañero -Cortarlo en cachos y meterlo en el menú, cocinar lo que podáis mientras aún está vivo, que vea el menú del día...- Sí, carne de tritón no se vendía en este restaurante, pero mucha de la carne que salía de la cocina era humana cosa que... Nadie sabía, si no perdería a todos los clientes...
De la trastienda por la cual solo se escuchaban gritos salió Tilikum limpiando sus manos con un trapo ensangrentado -Disculpar mis clientes por los ruidos, pero no puedo seguir abierto si no se pagan las deudas, os invito a una ronda por las molestias- Y de esa forma subió el animo de todos los clientes que habían escuchado los alaridos. La sonrisa del tritón era por su soberbia ante los humanos presentes quienes seguramente estaban almorzando a algún vecino suyo...
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Algo que Nick aprendió por las malas fue que no podía ponerse exquisito a la hora de sobrevivir en su peculiar viaje, haciendo lo que fuese necesario para vivir otro día más, siendo el ejemplo perfecto de esto el ver al gran oni husmear en la basura en busca de cualquier cosa aprovechable que llevarse al gaznate. Había llegado hace poco a la isla, pero no tardó nada en escuchar los rumores de un famoso restaurante de marisco cuyos platos eran un manjar, decidiendo echar un vistazo a sus deshechos en busca de cualquier cosa que los chefs quisquillosos decidiesen tirar en vez de aprovecharlo.
Tras un par de minutos buscando entre los contenedores del callejón por fin tuvo su recompensa en forma de un plato a medio comer de lo que parecía ser carne, no era la especialidad del local, pero era comida así que no dudo en empezar a engullir el plato como si de un perro famélico se tratase. Estaba apunto de terminarlo cuando casi se atraganta al escuchar gritos de sufrimiento detrás de la pared donde ambos contenedores reposaban, estando ya listo para poner los pies en polvorosa en cuanto le largasen de ahí a escobazos.
Pero la conversación que escuchó fue mucho más interesante (e inquietante) de lo que esperaba, pegando la oreja a la pared para oír más finamente. Por lo que entendía, aquel vozarrón debía de proceder del dueño del local, el cual en teoría era un tritón, y los alaridos de desesperación del pobre infeliz que pensó que era buena idea ofrecer casi el canibalismo a una persona que podría arrancarle la cabeza de un mordisco.-La gente con tan poco sentido común dura poco...¿A quién demonios se le ocurre servir carne de una persona? Hay que ser psicópata-obviamente en cuanto escuchó la nueva "utilidad" que iba a tener el cuerpo reciclado del traficante escupió toda la carne que aún tenía en la boca, teniendo ganas de vomitar al instante, pero reteniéndolas puesto que no quería ser descubierto espiando la conversación.
-No sé si jugármela, el tío parece que no le gustan las coñas...pero nunca digo que no a una ronda gratis-el oni se había desplazado hacia la entrada del local en el momento en que escupió, prefiriendo alejarse de la posición por si el sonido le hubiese deleitado, pudiendo ver claramente como las rondas empezaban a ser distribuidas entre los pobres infelices de los clientes, decidiendo unirse a la fiesta y robando una jarra de cerveza de un hombre que poco más le faltaba para acabar etílico.
-¡Por el patrón de este encantador lugar y su exquisita selección de carne!-gritó a pleno pulmón entre el bullicio del restaurante y alzó su vaso, provocando una reacción coral del resto de gente que se unió a la celebración. Nick dio el primer sorbo a la bebida a la par que observaba si el colosal gyojin reaccionaba a su declaración. Por si acaso se mantuvo a un par de pasos del gerente, rezando internamente porque este tuviese el suficiente sentido común como para no intentar eliminarle en medio de una taberna repleta de testigos.
Tras un par de minutos buscando entre los contenedores del callejón por fin tuvo su recompensa en forma de un plato a medio comer de lo que parecía ser carne, no era la especialidad del local, pero era comida así que no dudo en empezar a engullir el plato como si de un perro famélico se tratase. Estaba apunto de terminarlo cuando casi se atraganta al escuchar gritos de sufrimiento detrás de la pared donde ambos contenedores reposaban, estando ya listo para poner los pies en polvorosa en cuanto le largasen de ahí a escobazos.
Pero la conversación que escuchó fue mucho más interesante (e inquietante) de lo que esperaba, pegando la oreja a la pared para oír más finamente. Por lo que entendía, aquel vozarrón debía de proceder del dueño del local, el cual en teoría era un tritón, y los alaridos de desesperación del pobre infeliz que pensó que era buena idea ofrecer casi el canibalismo a una persona que podría arrancarle la cabeza de un mordisco.-La gente con tan poco sentido común dura poco...¿A quién demonios se le ocurre servir carne de una persona? Hay que ser psicópata-obviamente en cuanto escuchó la nueva "utilidad" que iba a tener el cuerpo reciclado del traficante escupió toda la carne que aún tenía en la boca, teniendo ganas de vomitar al instante, pero reteniéndolas puesto que no quería ser descubierto espiando la conversación.
-No sé si jugármela, el tío parece que no le gustan las coñas...pero nunca digo que no a una ronda gratis-el oni se había desplazado hacia la entrada del local en el momento en que escupió, prefiriendo alejarse de la posición por si el sonido le hubiese deleitado, pudiendo ver claramente como las rondas empezaban a ser distribuidas entre los pobres infelices de los clientes, decidiendo unirse a la fiesta y robando una jarra de cerveza de un hombre que poco más le faltaba para acabar etílico.
-¡Por el patrón de este encantador lugar y su exquisita selección de carne!-gritó a pleno pulmón entre el bullicio del restaurante y alzó su vaso, provocando una reacción coral del resto de gente que se unió a la celebración. Nick dio el primer sorbo a la bebida a la par que observaba si el colosal gyojin reaccionaba a su declaración. Por si acaso se mantuvo a un par de pasos del gerente, rezando internamente porque este tuviese el suficiente sentido común como para no intentar eliminarle en medio de una taberna repleta de testigos.
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Todos se alegraron de esa bebida, había que mantener a la gente contenta, Tilikum sabía que este restaurante no saldría adelante si empezaba a asustar a la clientela y tras la desaparición de su "capitán" no tenía objetivo en mente, por lo que podía tomarse su tiempo en preparar su venganza. Extrañado observó a uno de los clientes, paliducho parecía tener otro color de piel pero no le dio importancia, la luz del local, el cansancio, la cantidad de tatuajes que llevaba podían confundir los ojos gastados del tritón, pero esos cuernos no podían ser un mal efecto de su sentido de la visión. Se sirvió una jarra (Que para eso era el dueño) y tras la barra se acercó al susodicho -¿Gyojin?- Preguntó directo al grano -Pocos son los humanos a los que les crecen los cuernos que les ponen sus mujeres o mis clientes no entrarían por la puerta. Pocos son las razas que pueden tener dichas protuberancia en la cabeza a parte de los tritones, eso más la piel... ¿Mestizo?- Al haber sido esclavo de los nobles mundiales muchas razas son las que había visto y por tanto, conocía por lo que podía ser bastante acertado aún que luego se equivoque...
Se apoya en la mesa y mira alrededor, -Dime que no eres un simple humano- Comentó creando una sonrisa en su boca la cual estaba tapada por el cuello de la camisa. La broma era por que estaba seguro al ciento siete por ciento de que era un tritón o mestizo de uno ¿Qué más podía ser? -No suelen haber muchos tritones en esta isla, es raro encontrarse uno, más aún que un tritón se encuentre a otro- El ya daba por sentado que lo era -¿Que te trae a Jaya? Es una ciudad apestosa y llena de sabandijas asquerosas...- Comentó, claramente se refería a los humanos pero no lo podía decir abiertamente ya que le daban dinero a cambio de... Bueno, comida...
En ese momento subió uno de los tres camareros/cocineros, el cual empezó a tomar nota a los clientes, pocos eran los que pidieron carne, menos uno, que pidió hamburguesa, Tilikum sonrió -Tengo una carne muy fresca recién traida, me han dicho que está espectacular, luego me haré yo otra hamburguesa- comentó para animar la situación y jactarse del pobre idiota que seguramente se estaría comiendo a su jefe o ex-jefe...
Se apoya en la mesa y mira alrededor, -Dime que no eres un simple humano- Comentó creando una sonrisa en su boca la cual estaba tapada por el cuello de la camisa. La broma era por que estaba seguro al ciento siete por ciento de que era un tritón o mestizo de uno ¿Qué más podía ser? -No suelen haber muchos tritones en esta isla, es raro encontrarse uno, más aún que un tritón se encuentre a otro- El ya daba por sentado que lo era -¿Que te trae a Jaya? Es una ciudad apestosa y llena de sabandijas asquerosas...- Comentó, claramente se refería a los humanos pero no lo podía decir abiertamente ya que le daban dinero a cambio de... Bueno, comida...
En ese momento subió uno de los tres camareros/cocineros, el cual empezó a tomar nota a los clientes, pocos eran los que pidieron carne, menos uno, que pidió hamburguesa, Tilikum sonrió -Tengo una carne muy fresca recién traida, me han dicho que está espectacular, luego me haré yo otra hamburguesa- comentó para animar la situación y jactarse del pobre idiota que seguramente se estaría comiendo a su jefe o ex-jefe...
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Nick tuvo que contar hasta tres para aguantarse las ganas de salir corriendo del local en cuanto vio al colosal tritón acercarse, ya listo para sacar su bastón plegable del bolsillo en cuanto el grandullón hiciese el primer amago de atacarle, tragándose un suspiro de alivio al ver como le habían confundido con uno de sus congéneres. La verdad es que le solía pasar, puesto que dentro de la minoría que eran los bichos raros, los gyojins eran los más comunes, siendo habitualmente confundido con ellos por su peculiar tonalidad de piel y esos malditos cuernos que no para de cortar a ver si algún día le dejaban de crecer. Pero por una vez su variopinta forma le había dado una ventaja de la cual se iba a aprovechar.
-Has dado en el clavo grandullón, hijo de una sirena y de un marinero bastardo-solo hizo falta escuchar su sádica actuación en la parte trasera del local para darse cuenta que no es que tuviese mucha simpatía hacia los humanos, un rasgo que ambos compartían, por lo que fingiría pertenecer a los suyos a ver si así lograba al menos rascar algo de comida gratis; a poder ser sin rozar el canibalismo.
-Cómo puedes ver no pertenezco a esa panda de sacos de carne con patas-se señaló los cuernos con un dedo antes de contestar a su pregunta.-Poca cosa, voy de puerto en puerto sobreviviendo como puedo. Me va viajar pero no pagar, oí que había por estos lares un restaurante de buena fama y grata fue mi sorpresa al ver a un congénere dirigiéndolo, debe ser jodido tener que soportar la ineptitud de tanto humano trabajando para ti; pero he de decir que se debe sentir bien mandando por fin ante los que nos oprimen-nada mejor que un par de insultos al sujeto de odio común para forjar una amistad, y viendo el resentimiento que tenía el gran tiburón hacia la humanidad, parecía que iba a ser fácil ganarse su simpatía.
Se llevó la mano en la boca fingiendo que le picaba la garganta para contener las náuseas que amenazaban por hacerle vomitar, teniendo que cambiar de tema o se le notaría demasiado la incomodidad.-¿Y tú como has acabado aquí? Es muy raro que los de nuestra raza trabajen con humanos, y menos aún que los lideren-se llevó la mano al estómago, haciendo que gruñese a ver si así el dueño del local pillaba la indirecta y le invitaba a algo.-A poder ser que no sea carne humana...-en menudos líos se metía tan solo para llevarse algo a la boca.
-Has dado en el clavo grandullón, hijo de una sirena y de un marinero bastardo-solo hizo falta escuchar su sádica actuación en la parte trasera del local para darse cuenta que no es que tuviese mucha simpatía hacia los humanos, un rasgo que ambos compartían, por lo que fingiría pertenecer a los suyos a ver si así lograba al menos rascar algo de comida gratis; a poder ser sin rozar el canibalismo.
-Cómo puedes ver no pertenezco a esa panda de sacos de carne con patas-se señaló los cuernos con un dedo antes de contestar a su pregunta.-Poca cosa, voy de puerto en puerto sobreviviendo como puedo. Me va viajar pero no pagar, oí que había por estos lares un restaurante de buena fama y grata fue mi sorpresa al ver a un congénere dirigiéndolo, debe ser jodido tener que soportar la ineptitud de tanto humano trabajando para ti; pero he de decir que se debe sentir bien mandando por fin ante los que nos oprimen-nada mejor que un par de insultos al sujeto de odio común para forjar una amistad, y viendo el resentimiento que tenía el gran tiburón hacia la humanidad, parecía que iba a ser fácil ganarse su simpatía.
Se llevó la mano en la boca fingiendo que le picaba la garganta para contener las náuseas que amenazaban por hacerle vomitar, teniendo que cambiar de tema o se le notaría demasiado la incomodidad.-¿Y tú como has acabado aquí? Es muy raro que los de nuestra raza trabajen con humanos, y menos aún que los lideren-se llevó la mano al estómago, haciendo que gruñese a ver si así el dueño del local pillaba la indirecta y le invitaba a algo.-A poder ser que no sea carne humana...-en menudos líos se metía tan solo para llevarse algo a la boca.
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El tritón miró de forma sospechosa al ser cornudo y... -¿Sirena y humano? Que desgracia, pobre Sirena...- Se lo creyó todo, no tenía motivos para desconfiar -¡¡Camarero uno!!- Gritó a uno de sus empleados, no se sabía su nombre claro está... -Trae una bandeja de surtido de sushi, maki y shashimi para picotear...- El camarero asintió y se metió en la cocina para empezar a preparar lo demandado -Tranquilo, a los tritones les invito aún que solos seas medio...- No paraba de mirar de forma rara al supuesto compañero de raza -Una duda, me he encontrado con muchos mestizos pero hay muchos que no obtienen rasgos marinos, otros solo una característica... Mi curiosidad es...- Cuando parecía que iba a desvelar el gran secreto del universo... -¿Solo tienes la pigmentación y los cuernos? ¿Tienes agallas? ¿Mudas los dientes? ¿Qué parte de tú madre has sacado?- Parecía que no tenía sospechas, solo curiosidad sobre que porcentaje de raza pura tenía... -No te preocupes, no soy uno de esos extremistas que por tener algo de humano te odia racialmente, simplemente es curiosidad, no he pasado por lo que he pasado para ahora marginar a uno de los nuestros aún que tenga la mala suerte de tener sangre sucia...- Comentó mientras traían la bandeja de pescado crudo preparado...
Tilikum sirvió plato a su compañero, cerveza si hiciera falta y se sentó frente a él -No es raro ver a un tritón trabajando con humanos, es milagroso, yo no trabajo con ellos, ellos trabajan para mí y mi pasión es la comida- También odiaba a los humanos y hacerles sufrir era otro de sus pasatiempos pero no es lo que dices si no quieres enfriar el ambiente -Acepté llevar este restaurante cuando el antiguo dueño lo dejó- Aún que la verdad es que lo mató y se lo quedó -Para poder tener un hueco para los nuestros, tranquilo y pausado, los humanos que vienen buscando bronca los ahuyento y los tritones que buscan cobijo los acojo- En realidad vende humanos como carne y recluta tritones para su ejercito -Soy bastante tranquilo la verdad...- Miente más que habla...
La velocidad a la que desaparecían los cachitos de pescado crudo con arroz era abismal, parpadeabas un segundo más de lo normal y Tilikum ya se había zampado otro menos mal que el camarero trajo otra bandeja al conocer el apetito voraz de su dueñ... Jefe...
Tilikum sirvió plato a su compañero, cerveza si hiciera falta y se sentó frente a él -No es raro ver a un tritón trabajando con humanos, es milagroso, yo no trabajo con ellos, ellos trabajan para mí y mi pasión es la comida- También odiaba a los humanos y hacerles sufrir era otro de sus pasatiempos pero no es lo que dices si no quieres enfriar el ambiente -Acepté llevar este restaurante cuando el antiguo dueño lo dejó- Aún que la verdad es que lo mató y se lo quedó -Para poder tener un hueco para los nuestros, tranquilo y pausado, los humanos que vienen buscando bronca los ahuyento y los tritones que buscan cobijo los acojo- En realidad vende humanos como carne y recluta tritones para su ejercito -Soy bastante tranquilo la verdad...- Miente más que habla...
La velocidad a la que desaparecían los cachitos de pescado crudo con arroz era abismal, parpadeabas un segundo más de lo normal y Tilikum ya se había zampado otro menos mal que el camarero trajo otra bandeja al conocer el apetito voraz de su dueñ... Jefe...
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Nick agradeció internamente que los platos encargados fuesen sushi, estando seguro de que a pesar de su aparente cruel personalidad el tal Tilikum sería incapaz de dañar a los de su raza y menos aún a realizar su sádico juego de alimentarse de ellos. Pero ahora tendría que centrarse más en contestar a sus preguntas que en la comida, notando como el tiburón empezaba a dudar de su tapadera.
-Con la piel y los cuernos ya me llega compañero, no heredé nada más. Y lamentablemente tengo tantas preguntas sobre mi madre como tú, solo la conozco por las historias de borracho que me contaba el cabrón de mi padre. Al menos ella fue capaz de escapar de ese monstruo en cuanto me dio a luz, supongo que aprovechando que ese bastardo estaba distraído celebrando que tenía un nuevo juguete al que torturar-fingió sentirse tocado al hablar del tema, dando otro gran trago a la cerveza, intentando fingir que quería dejar atrás esos malos recuerdos con alcohol. Irónicamente su verdadero pasado no se diferenciaba tantísimo de la milonga que estaba soltando, solo que él tuvo la suerte o desgracia de que el monstruo violador hubiese huido de su hogar antes siquiera de conocerlo, dejando tras de sí a una madre destrozada que no dudó en pagar todas sus frustraciones con el su hijo.
-¿Tú también tienes un pasado de mierda? Siendo sincero no me sorprende, parece que por nacer diferentes ya estamos destinados al abuso-tenía que desviar la atención de su persona o empezaría a sospechar de él, coincidiendo perfectamente con la llegada de la comida y la bebida, agradeciendo con un cabeceo mientras alzaba la nueva taza de cerveza esperando brindar con su nuevo "amigo".
Habiendo escuchado un poco de su verdadera personalidad en la trastienda, Nick no se creía ni una sola palabra de lo que estaba diciendo el tritón, notando la ironía de que dos mentirosos compulsivos estaban sentados juntos a ver quien de los dos decía la mentira más grande.-Una meta muy noble compañero-mejor seguirle la corriente si no quería acabar servido en uno de sus famosos platos.
Decidió dejarse de cháchara y empezar a devorar el poco sushi que le dejaba el tritón, yendo con cautela a la hora de coger la comida no fuese a ser que en un malentendido le arrancase el brazo de un mordisco.
-Por cierto hermano, estoy buscando a una persona bastante parecida a mí. El hermano de mi madre y el único rastro que tengo de ella. ¿de casualidad no te suena que hubiese pasado por aquí, no?-sacó de su bolsillo la famosa foto de su padre, dejándola reposar en la mesa para que el tritón pudiese fijarse bien en los detalles de esta. Era un movimiento arriesgado, pero siendo dueño de un lugar bastante famoso quizás acogió al oni en uno de sus viajes; estaba tan desesperado que no podía descartar ninguna posibilidad por pequeña que fuese.
-Con la piel y los cuernos ya me llega compañero, no heredé nada más. Y lamentablemente tengo tantas preguntas sobre mi madre como tú, solo la conozco por las historias de borracho que me contaba el cabrón de mi padre. Al menos ella fue capaz de escapar de ese monstruo en cuanto me dio a luz, supongo que aprovechando que ese bastardo estaba distraído celebrando que tenía un nuevo juguete al que torturar-fingió sentirse tocado al hablar del tema, dando otro gran trago a la cerveza, intentando fingir que quería dejar atrás esos malos recuerdos con alcohol. Irónicamente su verdadero pasado no se diferenciaba tantísimo de la milonga que estaba soltando, solo que él tuvo la suerte o desgracia de que el monstruo violador hubiese huido de su hogar antes siquiera de conocerlo, dejando tras de sí a una madre destrozada que no dudó en pagar todas sus frustraciones con el su hijo.
-¿Tú también tienes un pasado de mierda? Siendo sincero no me sorprende, parece que por nacer diferentes ya estamos destinados al abuso-tenía que desviar la atención de su persona o empezaría a sospechar de él, coincidiendo perfectamente con la llegada de la comida y la bebida, agradeciendo con un cabeceo mientras alzaba la nueva taza de cerveza esperando brindar con su nuevo "amigo".
Habiendo escuchado un poco de su verdadera personalidad en la trastienda, Nick no se creía ni una sola palabra de lo que estaba diciendo el tritón, notando la ironía de que dos mentirosos compulsivos estaban sentados juntos a ver quien de los dos decía la mentira más grande.-Una meta muy noble compañero-mejor seguirle la corriente si no quería acabar servido en uno de sus famosos platos.
Decidió dejarse de cháchara y empezar a devorar el poco sushi que le dejaba el tritón, yendo con cautela a la hora de coger la comida no fuese a ser que en un malentendido le arrancase el brazo de un mordisco.
-Por cierto hermano, estoy buscando a una persona bastante parecida a mí. El hermano de mi madre y el único rastro que tengo de ella. ¿de casualidad no te suena que hubiese pasado por aquí, no?-sacó de su bolsillo la famosa foto de su padre, dejándola reposar en la mesa para que el tritón pudiese fijarse bien en los detalles de esta. Era un movimiento arriesgado, pero siendo dueño de un lugar bastante famoso quizás acogió al oni en uno de sus viajes; estaba tan desesperado que no podía descartar ninguna posibilidad por pequeña que fuese.
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Tilikum escuchó atento la historia del pobre gyojin, era más típica de lo que podrían llegar a imaginar, pero eso no evitaba que calentase la sangre del tritón. Con un fuerte puñetazo en la mesa en forma de martillo todos los presentes se giraron -Malditos seres, merecen que les paguen con la misma moneda, sufrimiento y dolor- Los clientes volvieron a lo suyo -Disculpa, no me he presentado, soy Tilikum un gyojin tiburón- Y más le valía no llamarle orca -Mi historia es la típica, de pequeño era curioso, me atraparon, me vendieron y de esclavo he estado hasta que un "ser" me liberó de mis cadenas- Y bien dicho lo de "ser" ya que a Kayton pocos adjetivos positivos le pegaban... -Ese "ser" me abrió los ojos y me demostró que nosotros somos superiores, ahora todo aquél que intente engrillarme o venderme acaba muerto...- Sentenció con voz firme...
En ese momento entraron dos personas encapuchadas, tapadas hasta los pies, eran grandes pero no se les podía ver, se sentaron al lado de Nick, al derecho para ser exactos y una vez apoyaron los brazos en la barra y los culos en los taburetes, se quitaron la capucha y las vendas que usaban para taparse hasta mostrar que eran dos gyojin más... -¿Tilikum?- Preguntó uno de ellos, que al momento recibió la respuesta afirmativa con un movimiento de cabeza -Dicen que hay que acudir a ti si tu sed de venganza se desborda- Alzando la cabeza Tilikum mostró una sonrisa amplia, macabra y con unos dientes perfectamente cuidados, normal por otro lado, si se le cae uno le sale otro... -¡Camarero! ¡Más pescado para nuestros compañeros!- Ordenó el jefe del local -Como es el destino ¿verdad? De no haber un tritón, a ser cuatro...- Los nuevos integrantes observaron al supuesto mestizo y saludaron educadamente con la cabeza -No os preocupéis, invita la casa, a vosotros no os cobraré ni un berrie, es más, este local se acaba de convertir en vuestra casa si queréis, luego ultimamos detalles...- Claramente ya se conocían ¿Que se traerán entre branquias?
-Esta noche se cerrará antes, tengo un par de cosas que hacer, me podéis acompañar si queréis, excepto tú- Señaló al cornudo -Me temo que si no has heredado las branquias no podrás acompañarnos...- Comentó amistosamente a lo que uno de los nuevos comensales contestó -¿Un mestizo sin branquias? ¿Acaso es posible? Tenía entendido que eso era imposible, no hay ningún registro por lo menos que se conozca abiertamente...- Tilikum, ante la nueva información miró a Nick esperando una explicación o algo que rebatiese esa curiosidad
En ese momento entraron dos personas encapuchadas, tapadas hasta los pies, eran grandes pero no se les podía ver, se sentaron al lado de Nick, al derecho para ser exactos y una vez apoyaron los brazos en la barra y los culos en los taburetes, se quitaron la capucha y las vendas que usaban para taparse hasta mostrar que eran dos gyojin más... -¿Tilikum?- Preguntó uno de ellos, que al momento recibió la respuesta afirmativa con un movimiento de cabeza -Dicen que hay que acudir a ti si tu sed de venganza se desborda- Alzando la cabeza Tilikum mostró una sonrisa amplia, macabra y con unos dientes perfectamente cuidados, normal por otro lado, si se le cae uno le sale otro... -¡Camarero! ¡Más pescado para nuestros compañeros!- Ordenó el jefe del local -Como es el destino ¿verdad? De no haber un tritón, a ser cuatro...- Los nuevos integrantes observaron al supuesto mestizo y saludaron educadamente con la cabeza -No os preocupéis, invita la casa, a vosotros no os cobraré ni un berrie, es más, este local se acaba de convertir en vuestra casa si queréis, luego ultimamos detalles...- Claramente ya se conocían ¿Que se traerán entre branquias?
-Esta noche se cerrará antes, tengo un par de cosas que hacer, me podéis acompañar si queréis, excepto tú- Señaló al cornudo -Me temo que si no has heredado las branquias no podrás acompañarnos...- Comentó amistosamente a lo que uno de los nuevos comensales contestó -¿Un mestizo sin branquias? ¿Acaso es posible? Tenía entendido que eso era imposible, no hay ningún registro por lo menos que se conozca abiertamente...- Tilikum, ante la nueva información miró a Nick esperando una explicación o algo que rebatiese esa curiosidad
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-Menuda historia te me traes Tilikum, sin duda el tipo que te liberó debió ser una persona de armas tomar como para que te haya marcado tanto. Pero tienes razón, esos bobos de los humanos el único idioma que entienden es el de la violencia, y en eso nuestra raza les saca mucha ventaja; panda de debiluchos- era fácil jugar a ser un gyojin racista para contentar a su anfitrión, puesto que a pesar de ser de razas distintas Nick sufrió en sus propias carnes la misma discriminación y maltrato que su acuático compañero.
-Mi nombre es Nick por cierto-prefirió no dar su nombre completo no vaya a ser que fuese más famoso de lo que esperaba y fuese capaz de reconocerlo, no creo que le sentase bien la actuación que se estaba montando, y viendo lo fácil que montaba en cólera y lo poco que dudaba en acabar con sus enemigos mejor era mantener al tiburón tranquilito.
Para meterle más complejidad al asunto, dos tritones más decidieron unirse a la fiesta, y como no buscaban liarla aún más parda en busca de venganza. ¿Pero quién era él para juzgarles cuando se había embarcado sin rumbo fijo y sin apenas experiencia por el mismo motivo? Al final el rencor era el mejor aliciente del mundo. Al menos parecía que iba a poder salirse de rositas y seguir su camino, puesto que no contaban con él para participar en cualquier loco plan que sus mentes de maníaco hubiesen pensado.
-Bueno, siempre habrá una excepción a la regla. ¿O acaso mi color y los cuernos no son suficiente ejemplo para demostrar mi linaje? Si solo querías registrar a fondo mi cuerpo no tenías que inventarte la excusa de las branquias-le vaciló acompañándolo de un guiño esperando distraer así la atención de su cada vez más escasa tapadera.
-Pero bueno, ya veo que en este local también se puede llegar a discriminar incluso a tus propios congéneres. Me voy de aquí para que podáis planear con calma vuestro golpe...-se levantó bruscamente del asiento, acabándose la bebida de un gran trago antes de dejarla caer en la mesa.
-Fue un placer conocerte Tilikum, espero que nuestros caminos se vuelvan a encontrar...-se le notaba un poco la prisa que tenía por largarse de ahí antes de ser pillado, avanzando con cierta prisa hacia las puertas, contando cada paso como uno menos para la libertad y poder salir de esa isla con la cabeza aún pegada al cuerpo. Solo esperaba que ninguno de los 3 tritones se diese cuenta de su engaño o estaba bien jodido...
-Mi nombre es Nick por cierto-prefirió no dar su nombre completo no vaya a ser que fuese más famoso de lo que esperaba y fuese capaz de reconocerlo, no creo que le sentase bien la actuación que se estaba montando, y viendo lo fácil que montaba en cólera y lo poco que dudaba en acabar con sus enemigos mejor era mantener al tiburón tranquilito.
Para meterle más complejidad al asunto, dos tritones más decidieron unirse a la fiesta, y como no buscaban liarla aún más parda en busca de venganza. ¿Pero quién era él para juzgarles cuando se había embarcado sin rumbo fijo y sin apenas experiencia por el mismo motivo? Al final el rencor era el mejor aliciente del mundo. Al menos parecía que iba a poder salirse de rositas y seguir su camino, puesto que no contaban con él para participar en cualquier loco plan que sus mentes de maníaco hubiesen pensado.
-Bueno, siempre habrá una excepción a la regla. ¿O acaso mi color y los cuernos no son suficiente ejemplo para demostrar mi linaje? Si solo querías registrar a fondo mi cuerpo no tenías que inventarte la excusa de las branquias-le vaciló acompañándolo de un guiño esperando distraer así la atención de su cada vez más escasa tapadera.
-Pero bueno, ya veo que en este local también se puede llegar a discriminar incluso a tus propios congéneres. Me voy de aquí para que podáis planear con calma vuestro golpe...-se levantó bruscamente del asiento, acabándose la bebida de un gran trago antes de dejarla caer en la mesa.
-Fue un placer conocerte Tilikum, espero que nuestros caminos se vuelvan a encontrar...-se le notaba un poco la prisa que tenía por largarse de ahí antes de ser pillado, avanzando con cierta prisa hacia las puertas, contando cada paso como uno menos para la libertad y poder salir de esa isla con la cabeza aún pegada al cuerpo. Solo esperaba que ninguno de los 3 tritones se diese cuenta de su engaño o estaba bien jodido...
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La reacción del hombre al preguntarle lo de las agallas fue algo... Quizás desmesurada simplemente era curiosidad no se le había discriminado ni sospechado, pero claro si te lo pones a pensar crudamente, Tilikum puede entender su comportamiento, habrá sufrido discriminación por los dos bandos, tanto humanos como algunos Gyojins más extremistas y seguramente su mecanismo de defensa sería aislarse. Hace un tiempo el tritón tiburón también se sentó de esa forma, esclavo, marcado, no pensó en volver con los suyos pero un cambio, una alteración en su cabeza o quizás un simple golpe mal dado le hicieron cambiar de opinión y miradlo ahora... Reclutando a cualquiera que quiera la cabeza de un humano... -No te alteres Nick era un simple comentario, quizás más curiosidad de la debida, pero no tenía ninguna intención de ofender, entiendo tú postura, no te preocupes, cuando quieras eres bienvenido a este local, aquí no hacemos distinciones alguna...- En ese momento a uno de los humanos que habían en la sala se le cayó un tenedor al suelo haciendo el típico ruido del metal vibrando contra el suelo -¡Quieres tener más cuidado saco de mierda! ¡Claro como el tenedor no es tuyo! ¡La próxima vez que atentes contra el mobiliario privado te arranco el brazo y te pego con el!- A ver, con distinciones se refería a todo menos humanos, entenderlo, es como ha sido creado...
-Acuerdate Nick "El Híbrido" en mi taberna siempre habrá un sitio para ti- Iba a decir "para tu culo" pero entendió que se podría mal interpretar y se lo guardó, luego se pudo a hablar con los otros dos -¿Estamos de acuerdo en la primera opción?- Preguntó Tilikum -Creemos que es mejor....- Y empezaron a cuchichear. En el interior del ser blanco y negro le supo mal... A ver, entenderme, no tiene conciencia por lo que esa frase carece de valor pero, haciendo una mejor explicación, que Nick se fuera de esa forma y que al final no estuviera ahí para unirse a su tripulación donde no iba a tener ningún problema de racismo o exclusión era algo... Desaprovechado... Pero la vida es así, no la he inventado yo.... ooo...
-Acuerdate Nick "El Híbrido" en mi taberna siempre habrá un sitio para ti- Iba a decir "para tu culo" pero entendió que se podría mal interpretar y se lo guardó, luego se pudo a hablar con los otros dos -¿Estamos de acuerdo en la primera opción?- Preguntó Tilikum -Creemos que es mejor....- Y empezaron a cuchichear. En el interior del ser blanco y negro le supo mal... A ver, entenderme, no tiene conciencia por lo que esa frase carece de valor pero, haciendo una mejor explicación, que Nick se fuera de esa forma y que al final no estuviera ahí para unirse a su tripulación donde no iba a tener ningún problema de racismo o exclusión era algo... Desaprovechado... Pero la vida es así, no la he inventado yo.... ooo...
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Al menos su excusa pareció colar, pensando que sería demasiado extraño que de repente se ofendiese por un comentario como ese, aunque pensándolo bien estaba seguro de que tal como le pasaba a él, para los tritones el tener que contestar preguntas incómodas y personales sobre su propia anatomía debía ser el pan de cada día. Lo peor era que hasta estaba empezando a sentir cierta simpatía hacia su peculiar anfitrión, siendo mucho más empático y comprensivo que lo que su amenazador aspecto sugería.
-Nada retiro lo dicho-lo que tenía de bueno con las razas discriminadas lo tenía de tirano con los humanos, algo que al menos a él le daba bastante igual. Toda la sociedad estaba organizada por y para ellos, porque hubiese un par de capullos como el tritón que se pasaban de la mano a la hora de intentar impartir "justicia" no iba a ser el fin del mundo.
-Gracias por todo jefe, jamás olvidaré tu hospitalidad-su sentido común era el que le estaba dirigiendo hacia la puerta, sabiendo perfectamente que su plan de sobrevivir a base de no llamar la atención se podía ir al trasto si empezaba a asociarse con una orca de no se cuantos metros con una sed de sangre humana casi tan grande como él, y más aún con el miedo constante a que este descubriese su tapadera y no se lo tomase con "buen humor". Pero su yo oportunista no pudo evitar escuchar de refilón el plan que se estaba organizando en la mesa que acababa de abandonar, dinero fácil para él y una venganza y golpe sobre la mesa para los tritones; todos ganaban.
-Que demonios, es hora de tirarse un all in-y así como quien no quiere la cosa giró bruscamente y de tres largas zancadas volvió a sentarse en la mesa como si nunca se hubiese ido, acercándose al trío con una sonrisa de poker puesta en la cara.
-Pensándolo bien, sería de maleducados irme de aquí sin devolverte el favor de la comida. ¿Y qué mejor que darle un par de cachetadas en el culete a esos bastardos de los humanos y ya de paso llenarnos los bolsillos? Solo un estúpido rechazaría esta oportunidad-o mejor dicho cualquier persona que valorase un mínimo su vida. No solo no había escapado del peligro, si no que se había metido de lleno en la boca del lobo.
Pero ahora si que si no podía echarse atrás, les ayudaría con aquel golpe y después ya vería, quizás el tener de cabeza de turco a otra persona con tanta influencia y solvencia como Tilikum podría ser extremadamente útil, lo suficiente como para jugársela tanto como lo estaba haciendo.
-Nada retiro lo dicho-lo que tenía de bueno con las razas discriminadas lo tenía de tirano con los humanos, algo que al menos a él le daba bastante igual. Toda la sociedad estaba organizada por y para ellos, porque hubiese un par de capullos como el tritón que se pasaban de la mano a la hora de intentar impartir "justicia" no iba a ser el fin del mundo.
-Gracias por todo jefe, jamás olvidaré tu hospitalidad-su sentido común era el que le estaba dirigiendo hacia la puerta, sabiendo perfectamente que su plan de sobrevivir a base de no llamar la atención se podía ir al trasto si empezaba a asociarse con una orca de no se cuantos metros con una sed de sangre humana casi tan grande como él, y más aún con el miedo constante a que este descubriese su tapadera y no se lo tomase con "buen humor". Pero su yo oportunista no pudo evitar escuchar de refilón el plan que se estaba organizando en la mesa que acababa de abandonar, dinero fácil para él y una venganza y golpe sobre la mesa para los tritones; todos ganaban.
-Que demonios, es hora de tirarse un all in-y así como quien no quiere la cosa giró bruscamente y de tres largas zancadas volvió a sentarse en la mesa como si nunca se hubiese ido, acercándose al trío con una sonrisa de poker puesta en la cara.
-Pensándolo bien, sería de maleducados irme de aquí sin devolverte el favor de la comida. ¿Y qué mejor que darle un par de cachetadas en el culete a esos bastardos de los humanos y ya de paso llenarnos los bolsillos? Solo un estúpido rechazaría esta oportunidad-o mejor dicho cualquier persona que valorase un mínimo su vida. No solo no había escapado del peligro, si no que se había metido de lleno en la boca del lobo.
Pero ahora si que si no podía echarse atrás, les ayudaría con aquel golpe y después ya vería, quizás el tener de cabeza de turco a otra persona con tanta influencia y solvencia como Tilikum podría ser extremadamente útil, lo suficiente como para jugársela tanto como lo estaba haciendo.
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De todos los lugares en los que había estado, Mock Town era uno de esos sitios que apestaba a humano más que todos. ¿Cómo era que la mayoría de los que habían ahí eran malditos humanos inferiores? Al menos habían algunos que eran de otras razas. Piernas largas, brazos largos, algún mink, etc... Sin embargo, no vi a ningún skypiano por las calles. Hmm. Ningún compatriota se dignaba a pasearse por las sucias calles de una isla de piratas. Había oído hablar de Jaya, más que nada porque encima de ella estaba mi tierra natal. Resultaba cómico. Una isla de humanos debajo de una isla de una raza superior. Miré al cielo en mitad de la calle. Es verdad que a veces sentía nostalgia y quería volver a Skypia. Pero aún no podía volver. No hasta que hubiera logrado algo grande contra esos asquerosos nobles y vengado a mi madre. No descansaría hasta matar a tantos humanos como me fuera posible hasta que un día alguien me matara. Eso era una promesa. No paraba de mirar de reojo a los piratas que me encontré por el camino. Aunque no era la única, ellos también me miraban con mala cara. Realmente tenía ganas de pelea.
Mis pasos me guiaron hasta una taberna maloliente en medio de la ciudad sin ley. Tenía ganas de un trago, a ver si emborrachándome podía quitarme de la nariz el nauseabundo olor que dejaban los sucios humanos. Prefería cortarme la nariz, honestamente. Abrí la puerta y algunos de los clientes se me quedaron mirando. Les devolví una mirada atroz y volvieron a lo suyo. Miré hacia la barra, esperando ver a un puto mono. Pero no. Para mi sorpresa, no era humano el bartender. Estaba reunido con un grupo de gente. Lo que me llamó la atención fue el olor a mar. Viendo el aspecto del que se encontraba tras la barra, parecía ser un hombre pez. Y un chico que tenía unos pequeños cuernos asomando en su cabeza. ¿De que raza sería aquel muchacho? Sin perder tiempo, caminé y me senté cerca, apoyando mi mano derecha sobre la barra. Quería que me tomara el pedido.
- Oye, ¿podrías tomarme el pedido? Tengo ganas de comprobar si la bebida aquí merece la pena. Prefiero beber algo de aquí que de un bareto de humanos. Sus bebidas saben a mierda de gato - Dije mirando de reojo y con una sonrisa burlona a algunos piratas mirándome con odio
Mis pasos me guiaron hasta una taberna maloliente en medio de la ciudad sin ley. Tenía ganas de un trago, a ver si emborrachándome podía quitarme de la nariz el nauseabundo olor que dejaban los sucios humanos. Prefería cortarme la nariz, honestamente. Abrí la puerta y algunos de los clientes se me quedaron mirando. Les devolví una mirada atroz y volvieron a lo suyo. Miré hacia la barra, esperando ver a un puto mono. Pero no. Para mi sorpresa, no era humano el bartender. Estaba reunido con un grupo de gente. Lo que me llamó la atención fue el olor a mar. Viendo el aspecto del que se encontraba tras la barra, parecía ser un hombre pez. Y un chico que tenía unos pequeños cuernos asomando en su cabeza. ¿De que raza sería aquel muchacho? Sin perder tiempo, caminé y me senté cerca, apoyando mi mano derecha sobre la barra. Quería que me tomara el pedido.
- Oye, ¿podrías tomarme el pedido? Tengo ganas de comprobar si la bebida aquí merece la pena. Prefiero beber algo de aquí que de un bareto de humanos. Sus bebidas saben a mierda de gato - Dije mirando de reojo y con una sonrisa burlona a algunos piratas mirándome con odio
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Unos minutos sin parpadear y un torbellino de situaciones bastante extrañas se hacen presentes en mi propiedad, claro que, ¿Que es lo común? ¿Donde está la linea entre, lo normal y lo diferente? Nick volvió sobre sus pasos, parecía interesarle la conversación, me daba igual que se enterase pero tampoco me fiaba del primero que pisaba mi taberna por mucho que fuera un hermano... Mejor dicho, un primo lejano y para colmo un humano que critica a los humanos, ¿Me estaba vacilando? Uno de mis camareros se acercó a la muchacha pero alzando la mano le paré los pies, había llamado mi atención -Ahora vuelvo señores- comenté mientras me ponía delante de ella, agarré una botella de ron especial, por desgracia no era de mi tierra, pero mi toque maestro sí lo era y le serví un baso -Parece que no tienes buena experiencia con los humanos...- Comenté mirando fijamente a sus ojos, según su respuesta, si esta me parecía que finalmente si me estaba vacilando la cosa iba a calentarse muy rápido en esta sala -Tanto mi comida como bebida tienen "detalles" de los gyojin, pero a los humanos no les suele gustar ¿Por qué buscas algo diferente?- Pregunté aprendí más de una cosa estando encerrado, pero no se me olvidó los motivos que pueden llevarte a la perdición y al odio humano, también aprendí a no juzgar un libro por su cubierta. Le miré la frente, no era alguien con tres ojos, sus brazos, piernas no parecían más largas que la de los demás humanos del bar, ¿Mink? No, imposible, muy poco pelo... Este humano se había equivocado de lugar...
Los demás presentes dejaron dinero en la mesa y se largaron, me conocían, sabían que yo nunca atendía si no era por algo de interés, así que tras pagar su deuda salieron raudos de mi taberna, solo quedaron los dos tritones y el cornudo de... ¿Como se llamaba? A sí, Nick y mis tres camareros claro -Verás, no es que me disgusten los humanos, pero para que me entiendas, si estuvieran todos en un edificio en llamas y yo tuviera un deposito de agua... Me lo bebo...- Quizás había sido demasiado sutil... Bueno, creo que el concepto se puede entender -Lo que, en mi ignorancia me da la sensación que eres un humano, que ha escuchado mi reticencia a convivir con tú raza condenada a la extinción y viene aquí a vacilarme en la cara por la apuesta de algún amigo suyo...- Sonreí para parecer más amistoso -Podrías decirme, ¿Que intención tienes viniendo aquí quejándote sobre la escoria?- Agarré un baso de agua y me llené la boca con ella, luego cerré la boca, no la tragué, también coloqué mis manos sobre la barra para actuar más rápido si tenía que darle un par de ostias... No sería el primero que viene tras apostar con los amigos tomarme el pelo que no tengo, tampoco sería el primero en no salir de mi taberna...
Los demás presentes dejaron dinero en la mesa y se largaron, me conocían, sabían que yo nunca atendía si no era por algo de interés, así que tras pagar su deuda salieron raudos de mi taberna, solo quedaron los dos tritones y el cornudo de... ¿Como se llamaba? A sí, Nick y mis tres camareros claro -Verás, no es que me disgusten los humanos, pero para que me entiendas, si estuvieran todos en un edificio en llamas y yo tuviera un deposito de agua... Me lo bebo...- Quizás había sido demasiado sutil... Bueno, creo que el concepto se puede entender -Lo que, en mi ignorancia me da la sensación que eres un humano, que ha escuchado mi reticencia a convivir con tú raza condenada a la extinción y viene aquí a vacilarme en la cara por la apuesta de algún amigo suyo...- Sonreí para parecer más amistoso -Podrías decirme, ¿Que intención tienes viniendo aquí quejándote sobre la escoria?- Agarré un baso de agua y me llené la boca con ella, luego cerré la boca, no la tragué, también coloqué mis manos sobre la barra para actuar más rápido si tenía que darle un par de ostias... No sería el primero que viene tras apostar con los amigos tomarme el pelo que no tengo, tampoco sería el primero en no salir de mi taberna...
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-La guinda que faltaba para este pastel de psicópatas-como no, la situación siempre se podía poner más tensa, esta vez gracias a una humana con el rostro quemado que le parecía gracioso meterse de lleno en un restaurante de tritones y ponerse a vacilar como si nada. De lo poco que conocía a Tilikum, todo parecía indicar que se iba a liar bien parda, algo que todos los del establecimiento debieron de presuponer también puesto que en cuestión de segundos los únicos ocupantes del restaurante eran los tritones, la extraña mujer y Nick.
La tensión se cortaba con un cuchillo y parecía que en cuestión de segundos todo se iría a la mierda. La cosa era: ¿A Nick le compensaba huir o intentar solucionar este embrollo? No dudaba de que Tilikum podría con la mujer aunque esta tuviese aspecto intimidante pero quizás él acabase sufriendo daños colaterales...
-Perdonad la interrupción muchachos, pero es la primera vez que veo a una humana con un ala. ¿Qué te pasó con la otra? ¿Está en la tintorería?-ponerse a vacilar a una mujer que apenas parecía pestañear teniendo delante a un tritón repleto de sed de sangre era un movimiento arriesgado, pero tampoco quería mostrar debilidad o tolerancia alguna ante los humanos delante de los tritones o quizás se pensasen que en el fondo era un simpatizante de ellos, habiendo así muchas posibilidades de que su cabeza acabase en una pica al lado de la de la pelirroja.
No obstante si que tenía genuina curiosidad por la procedencia de la nueva visita, a lo largo de sus viajes había visto especies de todo tipo pero jamás una humana alada, o bueno semialada, ¿Sería fruto de algún experimento raro? ¿O quizás a su padre le iban las gallinas y así salió la muchacha? La verdad es que se le ocurrían mil y un vaciles que podría soltar sobre su peculiar aspecto, pero mejor quedarse callado y ver si su comentario soltaba la lengua a la mujer, al menos lo suficiente como para que justificase su presencia en el bar y así Nick se pudiese ahorrar el tiempo de limpiar la sangre humana de su chaqueta; algo que sabía que iba a tener que hacer a cojones en caso de que esta siguiese tirando de la fina paciencia de Tilikum.
La tensión se cortaba con un cuchillo y parecía que en cuestión de segundos todo se iría a la mierda. La cosa era: ¿A Nick le compensaba huir o intentar solucionar este embrollo? No dudaba de que Tilikum podría con la mujer aunque esta tuviese aspecto intimidante pero quizás él acabase sufriendo daños colaterales...
-Perdonad la interrupción muchachos, pero es la primera vez que veo a una humana con un ala. ¿Qué te pasó con la otra? ¿Está en la tintorería?-ponerse a vacilar a una mujer que apenas parecía pestañear teniendo delante a un tritón repleto de sed de sangre era un movimiento arriesgado, pero tampoco quería mostrar debilidad o tolerancia alguna ante los humanos delante de los tritones o quizás se pensasen que en el fondo era un simpatizante de ellos, habiendo así muchas posibilidades de que su cabeza acabase en una pica al lado de la de la pelirroja.
No obstante si que tenía genuina curiosidad por la procedencia de la nueva visita, a lo largo de sus viajes había visto especies de todo tipo pero jamás una humana alada, o bueno semialada, ¿Sería fruto de algún experimento raro? ¿O quizás a su padre le iban las gallinas y así salió la muchacha? La verdad es que se le ocurrían mil y un vaciles que podría soltar sobre su peculiar aspecto, pero mejor quedarse callado y ver si su comentario soltaba la lengua a la mujer, al menos lo suficiente como para que justificase su presencia en el bar y así Nick se pudiese ahorrar el tiempo de limpiar la sangre humana de su chaqueta; algo que sabía que iba a tener que hacer a cojones en caso de que esta siguiese tirando de la fina paciencia de Tilikum.
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Ante las palabras del mestizo, me apoyé en la barra para ganar altura y ver por encima del hombro de la muchacha, alcé mis talones para esos centímetros extras y pude ver lo que parecía en verdad un ala... Pero solo una... De pronto algo me vino a la mente, mis ojos se abrieron momentáneamente, quizás era posible, sí, aquél hombre totalmente tatuado, desnudo con solo dos simples alas detrás, eran blancas, no muy grandes pero eran hermosas y parecían brillar con luz propia... -Mmmm- Volví a mi posición normal tras la barra y le miré fijamente a los ojos -Quizás me he adelantado, puede que haya hablado más de la cuenta y lo que tenga ante mi no sea un humano, quizás te deba una disculpa... Y te invite a un par de tragos... Siempre y cuando, tengas la gentileza de explicarme que hace alguien como tú en una taberna como esta...- ¿Como era? Ese hombre, no me acuerdo del nombre, pero sí del guardia que lo custodiaba... Lo llamaba no se que de mierda... Ángel caído... ¿Pie meado? No, quien en su sano juicio pondría un nombre así a una raza... Mierda lo tengo en la punta de la lengua. Bueno, sea cual sea en cuanto lo diga lo sabré, pero si no coincide seguiré con mi idea de que me está vacilando..
Yo no sería de los más intelectuales de esta isla, quizás ni de este mar, bueno, de este planeta, pero sí vi todo tipo de razas en el sótano de ese noble mundial y la única que me faltó por ver fue la Lunaria, pero de eso ya se encargó Katyon de ponerme al día. Lo que sí se, es que si es lo que pienso, tenía ante mi a un posible caminante celestial que no es lo mismo que una divinidad o algo parecido... Luego me giré para hablar con mis compañeros anteriores -¿Sabéis las historias de esta isla? ¿Sabéis lo que se comenta que pasó? Dicen las malas lenguas que la isla anteriormente era más grande, que el cacho que falta desapareció... Se comenta una isla a cierta altura donde caminan ángeles... ¿No habéis escuchado los cuentos?- Comenté como detalles muy por encima de lo que sabía yo contado por aquél esclavo -¿Que me dice usted señorita? ¿Ha escuchado esas historias?- Solo necesitaba el nombre e invitaría a un par de copas por si me contaba alguna historia, el esclavo pipi mano o como sea me contaba cuentos para evadirme de la realidad que estaba viviendo, claro que, tenía muchos menos años que ahora...
Yo no sería de los más intelectuales de esta isla, quizás ni de este mar, bueno, de este planeta, pero sí vi todo tipo de razas en el sótano de ese noble mundial y la única que me faltó por ver fue la Lunaria, pero de eso ya se encargó Katyon de ponerme al día. Lo que sí se, es que si es lo que pienso, tenía ante mi a un posible caminante celestial que no es lo mismo que una divinidad o algo parecido... Luego me giré para hablar con mis compañeros anteriores -¿Sabéis las historias de esta isla? ¿Sabéis lo que se comenta que pasó? Dicen las malas lenguas que la isla anteriormente era más grande, que el cacho que falta desapareció... Se comenta una isla a cierta altura donde caminan ángeles... ¿No habéis escuchado los cuentos?- Comenté como detalles muy por encima de lo que sabía yo contado por aquél esclavo -¿Que me dice usted señorita? ¿Ha escuchado esas historias?- Solo necesitaba el nombre e invitaría a un par de copas por si me contaba alguna historia, el esclavo pipi mano o como sea me contaba cuentos para evadirme de la realidad que estaba viviendo, claro que, tenía muchos menos años que ahora...
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Uno de los camareros del gyojin se apresuró a tomarme nota sin embargo, el mismo se adelantó a venir el mismo. Parecía creer que yo era una humana que le estaba tomando el pelo. Pues me miraba fijamente. Buscando algún detalle que le dijera que no soy humana. Solo porque estábamos en un sitio con muchos humanos y que, por desgracia, los skypianos no tenemos muchas diferencias con los humanos, le perdonaría que me mezclara con esa raza de mierda. Estaba realmente molesto. Pero notaba un odio creciente a esos sucios monos y según él ya habían venido otros humanos a vacilarle con lo mismo. Simplemente me le quedé mirando fijamente, observándole. Quería ver cuando se daría cuenta de mi ala después de tanta charla intentando intimidarme, amenazándome con matarme . En mi unidad de cuando servía en el Ejército Revolucionario había un gyojin tiburón martillo que también me confundió con una humana hasta que se dio cuenta de que no lo era y se disculpó. Solo que en ese momento, había perdido unos cuantos dientes por llamarme humana.
Ante la enorme tensión que se creó en el aire, los otros clientes se levantaron rápidamente y se largaron. Algunos cuchicheando de que la había cagado con intentar vacilar al grandullón. Mi expresión facial no cambió nada. Seguí observando al gyojin con una mirada penetrante, midiendo su mala hostia. Ja, sin contar que me hubiera mezclado con una especie de mierda, me caía bien. Parecía un tipo duro. Fue entonces cuando el chico joven señaló por fin mi ala. Aquello llamó la atención del gyojin, el cual se puso de puntillas para verme la espalda.
- Parece que por fin te has dado cuenta. No eres el único que me ha confundido con esa raza inferior. Te perdonaré la ofensa porque, por mi desgracia, skypianos y humanos no tenemos muchas diferencias a plena vista. Tomaré tu oferta y te pediré un par de tu mejor cerveza - Al terminar de hablar miré hacia el chico con una vena en mi cabeza y una mirada llena de odio - Y tú... Como vuelvas a bromear con mi ala me aseguraré de arrancarte un brazo y así podremos ir a juego, por graciosito. ¿Me has entendido? - Mi ala perdida no era cuestión de broma, era una herida a mi orgullo.
Hablaron sobre mi isla natal, Skypia. Era cierto que anteriormente estaba en el Mar Azul. Ahora, se alzaba sobre los cielos por encima de toda esta inmundicia llamados humanos.
- La isla se llama Skypia, yo nací y me críe ahí. La raza de los skypianos somos como, me da asco decirlo, humanos con alas y no necesitamos respirar oxígeno - Comenté sacando mi mechero y un puro de mi chaqueta para relajarme un poco - Yo estoy en esta isla buscando cosas que hacer, soy pirata como casi todo el mundo. Y mis pasos me han traído hasta aquí porque había oído acerca de cierto tabernero que no se mostraba muy a gusto con la idea de servir a humanos - Sonreí maliciosamente.
Ante la enorme tensión que se creó en el aire, los otros clientes se levantaron rápidamente y se largaron. Algunos cuchicheando de que la había cagado con intentar vacilar al grandullón. Mi expresión facial no cambió nada. Seguí observando al gyojin con una mirada penetrante, midiendo su mala hostia. Ja, sin contar que me hubiera mezclado con una especie de mierda, me caía bien. Parecía un tipo duro. Fue entonces cuando el chico joven señaló por fin mi ala. Aquello llamó la atención del gyojin, el cual se puso de puntillas para verme la espalda.
- Parece que por fin te has dado cuenta. No eres el único que me ha confundido con esa raza inferior. Te perdonaré la ofensa porque, por mi desgracia, skypianos y humanos no tenemos muchas diferencias a plena vista. Tomaré tu oferta y te pediré un par de tu mejor cerveza - Al terminar de hablar miré hacia el chico con una vena en mi cabeza y una mirada llena de odio - Y tú... Como vuelvas a bromear con mi ala me aseguraré de arrancarte un brazo y así podremos ir a juego, por graciosito. ¿Me has entendido? - Mi ala perdida no era cuestión de broma, era una herida a mi orgullo.
Hablaron sobre mi isla natal, Skypia. Era cierto que anteriormente estaba en el Mar Azul. Ahora, se alzaba sobre los cielos por encima de toda esta inmundicia llamados humanos.
- La isla se llama Skypia, yo nací y me críe ahí. La raza de los skypianos somos como, me da asco decirlo, humanos con alas y no necesitamos respirar oxígeno - Comenté sacando mi mechero y un puro de mi chaqueta para relajarme un poco - Yo estoy en esta isla buscando cosas que hacer, soy pirata como casi todo el mundo. Y mis pasos me han traído hasta aquí porque había oído acerca de cierto tabernero que no se mostraba muy a gusto con la idea de servir a humanos - Sonreí maliciosamente.
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Nick aún se estaba acostumbrando a la maldita bipolaridad de Tilikum respecto a si la persona a la que se dirige es humana o no, pasando en un segundo de parecer que le iba a arrancar la cabeza de un mordisco a tratarla con cortesía y hasta invitarle a una copa. Sin duda aquel tipo tenía odio hacia la humanidad hasta en la médula, quizás demasiado como para no obcecarse en ella, pero eso mismo podría servirle perfectamente al oni para aprovecharse un poco. Él tampoco es que fuese muy amigo de esa panda de racistas, por lo que por el momento le seguiría la corriente a ver si sus planes de grandeza llegaban a algo.
Y como no, aquella extraña mujer poseía esa misma faceta rencorosa, casi parecía el destino que hubiesen unido a 3 personas con tan poca simpatía hacia la humanidad debajo de un mismo techo.-Pérdoname encanto, no volveré a sacar el tema siempre que me dejes el brazo en paz, es una de mis cuatro extremidades favoritas-hizo el gesto de cerrar la cremallera de su boca mientras suprimía una risita. Más que sentirse intimidado Nick se estaba divirtiendo al darse cuenta de que había dado en el clavo con un tema sensible, pero mejor no tirar tanto de la paciencia de una persona que no conocía y que tenía cara de pocos amigos.
-¿Un ángel? Eso explica muchas cosas-le guiñó el ojo a la desconocida suponiendo que mucha gracia no le haría y se sirvió otra cerveza cuando el camarero llegó con las bebidas del resto, notando como el alcohol le estaba aflojando un poco la lengua.
-¿No necesitas respirar oxígeno? Wow, y yo que pensaba que era el rarito-se tomó un pequeño sorbo de la bebida analizando su historia, la cual obviamente le faltaban bastantes partes. ¿Cómo se había hecho esas cicatrices? ¿Por qué tiene tanto odio hacia los humanos? ¿Sus alas? ¿Está soltera? ¿De verdad podría arrancarle el brazo? Al menos parecía que sus primeras preguntas estaban todas relacionas entre sí, pero respetaba su silencio. A él tampoco le gustaba ir soltando por ahí su vida, joder, si en verdad llevaba ya no se cuanto tiempo en ese restaurante fingiendo ser una raza que no era; como para poner a cotillear más de la cuenta.
-Vaya, llámalo destino o llámalo X, pero si que es una coincidencia que nos encontremos 3 bichos raros como nosotros en el mismo techo y con un hobbie tan poco común como el odio hacia esos sacos de carne con patas-acercó un poco su silla para estar más próximo a los dos antes de continuar.-Mi nombre es Nick, y este encantador grandullón es el señor Tilikum, la persona más amable que conocí en estos mares-señaló al colosal gyojin con su jarra para luego dar otro sorbo.
-¿Y tú ardiente señorita tienes un nombre? ¿O prefieres que te siga poniendo apodos hasta que me arranques los ojos?-el Nick habitual ya se hubiese retirado a la hora de tocar la moral a la mujer, pero entre que estaba un poco contentillo y que confiaba en que Tilikum le defendería en caso de que intentase ponerle la mano encima, se sentía lo suficiente seguro como para seguir echándose unas pequeñas risas mientras observaba lo que podía salir de este peculiar encuentro entre seres aún más peculiares.
Y como no, aquella extraña mujer poseía esa misma faceta rencorosa, casi parecía el destino que hubiesen unido a 3 personas con tan poca simpatía hacia la humanidad debajo de un mismo techo.-Pérdoname encanto, no volveré a sacar el tema siempre que me dejes el brazo en paz, es una de mis cuatro extremidades favoritas-hizo el gesto de cerrar la cremallera de su boca mientras suprimía una risita. Más que sentirse intimidado Nick se estaba divirtiendo al darse cuenta de que había dado en el clavo con un tema sensible, pero mejor no tirar tanto de la paciencia de una persona que no conocía y que tenía cara de pocos amigos.
-¿Un ángel? Eso explica muchas cosas-le guiñó el ojo a la desconocida suponiendo que mucha gracia no le haría y se sirvió otra cerveza cuando el camarero llegó con las bebidas del resto, notando como el alcohol le estaba aflojando un poco la lengua.
-¿No necesitas respirar oxígeno? Wow, y yo que pensaba que era el rarito-se tomó un pequeño sorbo de la bebida analizando su historia, la cual obviamente le faltaban bastantes partes. ¿Cómo se había hecho esas cicatrices? ¿Por qué tiene tanto odio hacia los humanos? ¿Sus alas? ¿Está soltera? ¿De verdad podría arrancarle el brazo? Al menos parecía que sus primeras preguntas estaban todas relacionas entre sí, pero respetaba su silencio. A él tampoco le gustaba ir soltando por ahí su vida, joder, si en verdad llevaba ya no se cuanto tiempo en ese restaurante fingiendo ser una raza que no era; como para poner a cotillear más de la cuenta.
-Vaya, llámalo destino o llámalo X, pero si que es una coincidencia que nos encontremos 3 bichos raros como nosotros en el mismo techo y con un hobbie tan poco común como el odio hacia esos sacos de carne con patas-acercó un poco su silla para estar más próximo a los dos antes de continuar.-Mi nombre es Nick, y este encantador grandullón es el señor Tilikum, la persona más amable que conocí en estos mares-señaló al colosal gyojin con su jarra para luego dar otro sorbo.
-¿Y tú ardiente señorita tienes un nombre? ¿O prefieres que te siga poniendo apodos hasta que me arranques los ojos?-el Nick habitual ya se hubiese retirado a la hora de tocar la moral a la mujer, pero entre que estaba un poco contentillo y que confiaba en que Tilikum le defendería en caso de que intentase ponerle la mano encima, se sentía lo suficiente seguro como para seguir echándose unas pequeñas risas mientras observaba lo que podía salir de este peculiar encuentro entre seres aún más peculiares.
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-Parece que por fin te has dado cuenta. No eres el único que me ha confundido con esa raza inferior. Te perdonaré la ofensa porque, por mi desgracia, skypianos y humanos no tenemos muchas diferencias a plena vista. Tomaré tu oferta y te pediré un par de tu mejor cerveza- ¡Esa era la palabra! -¡Eso es! Skypianos... Conocí en mi época de hierro a uno, no me acordaba del nombre, pero tenía unas alas blancas como la nieve- iba a continuar hablando y preguntarle sobre su ala, ya que el esclavo que estaba conmigo tenía dos, pero tras la amenaza y mi confusión preferí no hurgar en la llaga, pero lo que venía a continuación hizo que alzara mis cejas aún que no eran peludas. Parecía que el skypean que tenía delante mío había oído los rumores de mis planes a futuro, interesante...
Los comentarios de Nick eran agudos pero eso simplemente caldearía más a la pelirroja -¿No necesitas respirar oxígeno? Wow, y yo que pensaba que era el rarito- Una breve y sonora carcajada sonó entre mis labios -Y lo dice el que no puede respirar bajo el agua- La verdad que me había hecho hasta gracia el híbrido luego este mismo hizo la gran pregunta -Aquí mi compañero mestizo tiene razón, por que no nos presentamos. Como ha dicho soy Tilikum, el dueño de esta cueva, me gustaría saber tú nombre, quizás algo de tú historia cuando lo creas conveniente y por supuesto... ¿Qué más has escuchado de mí? Aparte de mi clara afición a observar el porcentaje de la mortalidad humana...- La verdad que la vida era interesante, hace unos años estaba intentando romper las cadenas que me tenían atado sin éxito alguno, hoy por hoy, intento reclutar a dos gyojin, un híbrido y un ángel, me viene alguien del futuro a contarme esta historia hace unos años e intentaría matarle por contarme patrañas y darme ilusiones...
Tras todos servidos en mi taberna empecé yo -Para que no te sientas a disgusto o en desventaja, lo haré bien... Soy Tilikum, dueño de esta bazofia de sitio donde os recomiendo siempre comer pescado, ex-esclavo- Claramente me callaría lo de propiedad de los nobles, no vaya a ser que algún simpatizante se chive y me la lie -Con un proyecto a futuro lo suficientemente ambicioso como para morir siete veces en el intento... Para ello, necesito gente con mis mismas ambiciones y colaborar con quien menos me convenga para alcanzar mi objetivo- A grandes rasgos, la idea principal ahí está...
Los comentarios de Nick eran agudos pero eso simplemente caldearía más a la pelirroja -¿No necesitas respirar oxígeno? Wow, y yo que pensaba que era el rarito- Una breve y sonora carcajada sonó entre mis labios -Y lo dice el que no puede respirar bajo el agua- La verdad que me había hecho hasta gracia el híbrido luego este mismo hizo la gran pregunta -Aquí mi compañero mestizo tiene razón, por que no nos presentamos. Como ha dicho soy Tilikum, el dueño de esta cueva, me gustaría saber tú nombre, quizás algo de tú historia cuando lo creas conveniente y por supuesto... ¿Qué más has escuchado de mí? Aparte de mi clara afición a observar el porcentaje de la mortalidad humana...- La verdad que la vida era interesante, hace unos años estaba intentando romper las cadenas que me tenían atado sin éxito alguno, hoy por hoy, intento reclutar a dos gyojin, un híbrido y un ángel, me viene alguien del futuro a contarme esta historia hace unos años e intentaría matarle por contarme patrañas y darme ilusiones...
Tras todos servidos en mi taberna empecé yo -Para que no te sientas a disgusto o en desventaja, lo haré bien... Soy Tilikum, dueño de esta bazofia de sitio donde os recomiendo siempre comer pescado, ex-esclavo- Claramente me callaría lo de propiedad de los nobles, no vaya a ser que algún simpatizante se chive y me la lie -Con un proyecto a futuro lo suficientemente ambicioso como para morir siete veces en el intento... Para ello, necesito gente con mis mismas ambiciones y colaborar con quien menos me convenga para alcanzar mi objetivo- A grandes rasgos, la idea principal ahí está...
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El muchacho me caía como un grano en el culo. Odiaba a los graciositos, no se tomaban las cosas en serio y luego lloran cuando alguien les cierra la boca de un plomazo. Ya había encontrado a otros como él y la cosa no había acabado bien. Mejor sería que se comportara mientras yo estuviera delante. Soy de mecha corta. El gyojin pareció entender solo por mi cara que esos comentarios de payaso no me gustaban lo más mínimo. Continué fumando, esperando a ver que más me decían. Total, no tenía nada mejor que hacer en el pueblo para piratas. Quizás tendrían algún trabajito interesante, sobre todo viendo que el gyojin que respondía al nombre de Tillikum compartía conmigo un odio intenso.
- No, no necesitamos respirar oxígeno los skypianos. Al nacer y ser criados en el cielo nos sometemos a una presión considerable que los humanos u otras criaturas normales no serían capaces de aguantar por mucho tiempo - Expliqué al muchacho que se presentó con el nombre de Nick - Mi nombre es Blaise Richtofen, recompensa de 2 millones y medio por mi cabeza y sigue aumentando. Mejor llámame por mi nombre, lengua inquieta - Respondí ante las preguntas acerca de quién soy.
Me llamó la atención de que Tillikum también hubiera sido esclavo. No me hubiera molestado si hubiéramos coincidido en el barco de esclavos o en la subasta. El gyojin llamaba al otro mestizo y se reía acerca de que él no podía respirar bajo el agua. El muchacho tenía razón. Nos habíamos reunido un grupo de lo más variopinto. Al menos el tal Nick también le repugnaban los humanos, eso ya sumaba puntos. Cuando el gyojin me sirvió, bebí la copa de un sorbo. Estaba buena, no iba a mentir. ¿Acaso la diferencia entre que me lo sirviera alguien que no era humano marcaba la diferencia? Lo ignoraba.
- Bueno, si queréis saber sobre mí, fui esclava también. Me atraparon cuando era niña y me separaron de mi madre. Serví a un noble y el ejército rebelde me liberó y estuve unos años con ellos hasta que fui expulsada por... diferencias de opiniones acerca de cómo tratar a los putos nobles y tenryubitos -Di una calada al puro - He oído, amigo gyojin, que los platos aquí tienen su receta especial. No sé si sabes a lo que me refiero -
Al parecer el pez tenía un proyecto entre manos. Interesante. Tenía curiosidad acerca de lo que podría ser.
- Soy toda oídos, si es acerca de joder a otros humanos me apunto. Total, también busco dinero y que mi wanted siga subiendo - Dije con una sonrisa socarrona.
- No, no necesitamos respirar oxígeno los skypianos. Al nacer y ser criados en el cielo nos sometemos a una presión considerable que los humanos u otras criaturas normales no serían capaces de aguantar por mucho tiempo - Expliqué al muchacho que se presentó con el nombre de Nick - Mi nombre es Blaise Richtofen, recompensa de 2 millones y medio por mi cabeza y sigue aumentando. Mejor llámame por mi nombre, lengua inquieta - Respondí ante las preguntas acerca de quién soy.
Me llamó la atención de que Tillikum también hubiera sido esclavo. No me hubiera molestado si hubiéramos coincidido en el barco de esclavos o en la subasta. El gyojin llamaba al otro mestizo y se reía acerca de que él no podía respirar bajo el agua. El muchacho tenía razón. Nos habíamos reunido un grupo de lo más variopinto. Al menos el tal Nick también le repugnaban los humanos, eso ya sumaba puntos. Cuando el gyojin me sirvió, bebí la copa de un sorbo. Estaba buena, no iba a mentir. ¿Acaso la diferencia entre que me lo sirviera alguien que no era humano marcaba la diferencia? Lo ignoraba.
- Bueno, si queréis saber sobre mí, fui esclava también. Me atraparon cuando era niña y me separaron de mi madre. Serví a un noble y el ejército rebelde me liberó y estuve unos años con ellos hasta que fui expulsada por... diferencias de opiniones acerca de cómo tratar a los putos nobles y tenryubitos -Di una calada al puro - He oído, amigo gyojin, que los platos aquí tienen su receta especial. No sé si sabes a lo que me refiero -
Al parecer el pez tenía un proyecto entre manos. Interesante. Tenía curiosidad acerca de lo que podría ser.
- Soy toda oídos, si es acerca de joder a otros humanos me apunto. Total, también busco dinero y que mi wanted siga subiendo - Dije con una sonrisa socarrona.
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¿Skypianos? Nick juraría haber escuchado esa palabra alguna vez a lo largo de sus viajes pero jamás la había asociado a nada hasta encontrar a esa extraña mujer. ¿Acaso todos sus congéneres compartían los mismos rasgos? Se le hacía difícil entender como una raza de guerreros como ella podía ser tan fácilmente víctima de la esclavitud, pero lamentablemente era el pan de cada día de todo aquel que distase un poco de ser humano. Jamás pensó que diría esto, pero Nick hasta tuvo suerte dentro del racismo que sufrió, solo ganándose un par de palizas e insultos en comparación a la vida entre cadenas que parecían haber compartido los otros dos.
-Touché-se rio para si al casi haberse olvidado que el tritón seguía pensando que era un miembro de su especie. ¿Cuánto tiempo podría alargar la farsa si al final resultaba que se asociaba con él a largo plazo? Era consciente de cuanto más tardase peor se lo iba a tomar, pero casi prefería comentarle el asunto en privado, no vaya a ser que la alada también se uniese a él para partirle la cara por mera diversión.
-Wow, así que los revolucionarios. ¿Cómo era estar en esa fila de amantes de lo imposible? Tienen buenos ideales, pero creo que les falta efectivos y pelotas para hacer lo que se tiene que hacer, en esta sociedad corrupta o machacas o te machacan-siempre pensó que esa facción nunca llegaría a nada, aunque parecía que los últimos años se estaba volviendo mucho más famosa.
Decidió seguir callado y dejar que Tilikum continuase con la explicación de su gran plan, estando casi igual de interesado que el resto de personas que se habían mantenido en el bar. Estaba seguro de que podía sacar un gran provecho de esta peculiar asociación si sabía jugar bien sus cartas, y más viendo lo fácil que había sido convencer al tritón de que confiase en él.
-Tengo que asegurarme de que no meta así la pata normalmente, quizás me mantenga cerca de él por si las moscas...Siempre que no me coma cuando se entere de que no soy un gyojin-el pronto del otro hombre podría pasarle factura, no tardando mucho en notar que en el momento en que se deja influenciar por la ira era de demasiada mecha corta, iba a necesitar a otro hombre al lado que se asegurase de que no la liase tanto.
-Touché-se rio para si al casi haberse olvidado que el tritón seguía pensando que era un miembro de su especie. ¿Cuánto tiempo podría alargar la farsa si al final resultaba que se asociaba con él a largo plazo? Era consciente de cuanto más tardase peor se lo iba a tomar, pero casi prefería comentarle el asunto en privado, no vaya a ser que la alada también se uniese a él para partirle la cara por mera diversión.
-Wow, así que los revolucionarios. ¿Cómo era estar en esa fila de amantes de lo imposible? Tienen buenos ideales, pero creo que les falta efectivos y pelotas para hacer lo que se tiene que hacer, en esta sociedad corrupta o machacas o te machacan-siempre pensó que esa facción nunca llegaría a nada, aunque parecía que los últimos años se estaba volviendo mucho más famosa.
Decidió seguir callado y dejar que Tilikum continuase con la explicación de su gran plan, estando casi igual de interesado que el resto de personas que se habían mantenido en el bar. Estaba seguro de que podía sacar un gran provecho de esta peculiar asociación si sabía jugar bien sus cartas, y más viendo lo fácil que había sido convencer al tritón de que confiase en él.
-Tengo que asegurarme de que no meta así la pata normalmente, quizás me mantenga cerca de él por si las moscas...Siempre que no me coma cuando se entere de que no soy un gyojin-el pronto del otro hombre podría pasarle factura, no tardando mucho en notar que en el momento en que se deja influenciar por la ira era de demasiada mecha corta, iba a necesitar a otro hombre al lado que se asegurase de que no la liase tanto.
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Y tras la alineación de los astros, finalmente sonrió como hacía tiempo que no pasaba -Interesante, vuestras historias me interesan...- Se habían ido todos los humanos, solo quedaban tres y eran mis trabajadores, luego teníamos a dos tritones, el mestizo y el ángel caído -Donde unos solo ven algo roto, otros ven potencial, a mi la armada no me salvó, pero tampoco hubo ningún intento de ello, normal según desde donde se mire... Desde mi parte, normal mis cojones... Bien, estando solos, os voy a lanzar una oferta, podéis rechazarla no os preocupéis, no habrán represalias ni mucho menos...- Me acomodé en el taburete y me apoyé en la barra -Podéis hablar sin tapujos, los tres de atrás trabajan para mí y con tal de cobrar a final de semana les da igual hasta hacer de lo peor con su especie... Así que voy a confiar en vosotros y a contaros mi plan. Junto a estos dos gyojin voy a abordar un barco, es un barco pequeño, de transporte pero tienen dos particularidades que me interesan, la primera, es un barco gubernamental pero no está protegido, simplemente es un transporte de empresa a empresa bajo la tutela del gobierno, a simple vista y para ojos inexpertos atacarlo solo será una forma de reabastecernos, un simple robo pirata de los muchos que hay... Para los entendidos, hay una persona, antiguo miembro de la marina, un viejo con un pie más en el otro barrio que en este, lo "jubilaron" por perder el brazo, pierna y ojo derecho en una batalla, pero con algo muy importante... Ese desgraciado lo vi un par de veces protegiendo a los nobles que me tenían encadenado por lo que puede tener información importante de donde están los barcos y bases que usan para el tráfico de los nuestros...- Me callé unos segundos para darle tiempo a pensar lo que se estaba cociendo...
Me levanté, salí de la barra y me puse detrás de ellos -Ese barco tiene alimentos y algo de armamento, ridículo, pero entra en los estándares de barco potencialmente abordado por simples piratas por lo que no levantaría sospechas de cual es mi verdadero objetivo. Luego, ese viejo tiene información valiosa tanto sobre los nobles como sobre esclavos, me sirven las dos.- Me giré dando la espalda mientras caminaba, empezaba a andar en círculos para hablar más cómodamente, gesticular siempre ha sido un don para mí -Me lo encontré cuando pisé la isla, le vi de pequeño, lo vi de "adolescente" si es que tuve esa época y lo vi unos dos o tres años antes de ser liberado, esa cara no se me olvida... Y cuando lo vi en esa isla lo supe, ir a por él, es información, la cual es poder y venganza. Claramente tras este objetivo tengo unos cuantos más pensados... Pero eso ya se verá si todo sale bien...- Volví a acercarme a ellos -Os ofrezco tres golosinas, atacar al gobierno, matar a un marine y dinero... La venganza e información son extras si os llegan a interesar... El dinero será repartido a partes iguales, las armas os las podéis quedar, no me interesan ¿Os apuntáis?- Pregunté con una sonrisa que mostraba más dientes que piedras en el bosque. Yo mismamente me había "emborrachado" con mi propio discurso...
Me levanté, salí de la barra y me puse detrás de ellos -Ese barco tiene alimentos y algo de armamento, ridículo, pero entra en los estándares de barco potencialmente abordado por simples piratas por lo que no levantaría sospechas de cual es mi verdadero objetivo. Luego, ese viejo tiene información valiosa tanto sobre los nobles como sobre esclavos, me sirven las dos.- Me giré dando la espalda mientras caminaba, empezaba a andar en círculos para hablar más cómodamente, gesticular siempre ha sido un don para mí -Me lo encontré cuando pisé la isla, le vi de pequeño, lo vi de "adolescente" si es que tuve esa época y lo vi unos dos o tres años antes de ser liberado, esa cara no se me olvida... Y cuando lo vi en esa isla lo supe, ir a por él, es información, la cual es poder y venganza. Claramente tras este objetivo tengo unos cuantos más pensados... Pero eso ya se verá si todo sale bien...- Volví a acercarme a ellos -Os ofrezco tres golosinas, atacar al gobierno, matar a un marine y dinero... La venganza e información son extras si os llegan a interesar... El dinero será repartido a partes iguales, las armas os las podéis quedar, no me interesan ¿Os apuntáis?- Pregunté con una sonrisa que mostraba más dientes que piedras en el bosque. Yo mismamente me había "emborrachado" con mi propio discurso...
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- En efecto, Nick. Estuve un tiempo con esa panda de tibios. Hablan de libertad, lucha y bla bla bla... Pero muchas veces se quedan de manos cruzadas, incluso, suelen dejar atrás a sus compañeros de armas. Si me preguntas, se pueden ir a la mierda - Hice una cara de asco para después seguir escuchando la conversación.
El gyojin llamado Tilikum nos quería proponer una oferta. Je, nos acabábamos de conocer y ya me estaba ofreciendo un trabajo. Pero de sus humanos trabajadores no me fiaba un pelo. Aparte de que eran humanos, ¿cómo sabía que no nos traicionarían al final? Está en su asquerosa genética. Confiar en humanos podía salir caro. Sin embargo, continué escuchando. Tenía cojones el gyojin. Eso no lo reconocía.
- A ver si lo he entendido bien - Dije apoyando mi mano derecha en mi mejilla - ¿Nos propones saquear un barco mercante, atacar y torturar a un ex oficial de la Marina para así descubrir información acerca de los nobles u otros sitios donde trafiquen esclavos? Con lo que conlleva matar esclavistas y dar un paso más cerca para hacer un exterminio a esos sucios dragones celestiales de mierda - Me paré un momento, viendo su sonrisa lobuna y yo le respondí de la misma forma - Joder, ¿dónde tengo que firmar? Si es tocar los cojones al Gobierno Mundial cuenta conmigo -
No había ninguna duda. Estaba buscando un trabajo grande, que me diera no solo beneficios, sino un paso más cerca de cumplir mi venganza. ¿Como iba a desperdiciar una oferta como esa? Y era la oportunidad perfecta para aumentar la recompensa sobre mi cabeza. Podía matar varios pájaros de un tiro. Pero no estaba segura si el muchacho que jugaba a disfrazarse de gyojin le interesa la oferta. No se veía como alguien que luchara en primera línea. Aparte de ser un bocazas de tomo y lomo.
- Mi venganza contra los nobles... más cerca cada día. Os aviso de una cosa - Mis ojos se tornaron oscuros - Cuando veo a esclavos se me va un poco el tornillo. Mi cabeza duele como el diablo y entro en una vorágine de destrucción. Un puto gilipollas que se hacía llamar médico que conocí en la revolución, dijo que tenía estrés postraumático. Así que mejor que ese marine esté lejos de ellos -
El gyojin llamado Tilikum nos quería proponer una oferta. Je, nos acabábamos de conocer y ya me estaba ofreciendo un trabajo. Pero de sus humanos trabajadores no me fiaba un pelo. Aparte de que eran humanos, ¿cómo sabía que no nos traicionarían al final? Está en su asquerosa genética. Confiar en humanos podía salir caro. Sin embargo, continué escuchando. Tenía cojones el gyojin. Eso no lo reconocía.
- A ver si lo he entendido bien - Dije apoyando mi mano derecha en mi mejilla - ¿Nos propones saquear un barco mercante, atacar y torturar a un ex oficial de la Marina para así descubrir información acerca de los nobles u otros sitios donde trafiquen esclavos? Con lo que conlleva matar esclavistas y dar un paso más cerca para hacer un exterminio a esos sucios dragones celestiales de mierda - Me paré un momento, viendo su sonrisa lobuna y yo le respondí de la misma forma - Joder, ¿dónde tengo que firmar? Si es tocar los cojones al Gobierno Mundial cuenta conmigo -
No había ninguna duda. Estaba buscando un trabajo grande, que me diera no solo beneficios, sino un paso más cerca de cumplir mi venganza. ¿Como iba a desperdiciar una oferta como esa? Y era la oportunidad perfecta para aumentar la recompensa sobre mi cabeza. Podía matar varios pájaros de un tiro. Pero no estaba segura si el muchacho que jugaba a disfrazarse de gyojin le interesa la oferta. No se veía como alguien que luchara en primera línea. Aparte de ser un bocazas de tomo y lomo.
- Mi venganza contra los nobles... más cerca cada día. Os aviso de una cosa - Mis ojos se tornaron oscuros - Cuando veo a esclavos se me va un poco el tornillo. Mi cabeza duele como el diablo y entro en una vorágine de destrucción. Un puto gilipollas que se hacía llamar médico que conocí en la revolución, dijo que tenía estrés postraumático. Así que mejor que ese marine esté lejos de ellos -
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Nick tuvo que morderse la lengua al escuchar el comentario sobre dejar atrás a sus compañeros. ¿Qué esperaba acaso? ¿Qué la vida fuese un cuento de hadas donde el honor y la camaradería reinaban sobre todas las cosas? Quien pensase eso era un iluso, y quizás todas las heridas de la mujer eran fruto de esas ideas infantiles y de haberse fiado de quien no debía. Pero no iba a meterse más en su vida por su propio bien, se notaba que no le gustaba hablar del tema y después de haberla chinchado prefería no seguir tentando a la suerte.
Si al oni ya le parecía un plan suicida, que Blaise lo recalcase le hizo sentirlo aún más real. Estaba con dos personas lo suficientemente dementes como para creer que iban a poder salirse de rositas de un plan tan alocado, de enfrentarse a todo un Gobierno que llevaba siglos rigiendo la sociedad. Pero pensándolo fríamente, no tenía nada que perder. Su plan de vagar de aquí para allá en busca de su padre era inviable, algo de lo que se dio cuenta demasiado tarde. Quizás si tenía acceso a fuentes más fiables como puede ser los altos mandos del Gobierno Mundial sería más fácil de encontrar a alguien de su raza. Al fin y al cabo si tenían tantas zonas controladas de este vasto mundo implicaba que tenían ojos y oídos en cada rincón. Era un movimiento arriesgado, pero a las malas siempre podría meter marcha atrás, dejarle el muerto a esos dos sádicos que morían por su irracional odio y escapar como si nada...iba a hacer un all in.
-Quizás vuestra locura es contagiosa, pero que demonios, estoy dentro. Nada mejor que mencionar el dinero para llamar mi atención. Eso sí, antes de que se os vaya la haya y os lo carguéis, yo también tengo ganas de hacerle unas preguntas de índole personal. Luego de mi pequeña charla, ya es todo vuestro para que hagáis con él lo que queráis-dentro de lo que cabía Tilikum no estaba tan demente, tenía unas ideas claras y en teoría no llamarían la atención. Si todo salía bien podría ser la primera vez que da un golpe tan grande y que le acercase a su padre, un ganar-ganar en toda regla.
-Genial, nada mejor para tranquilizar a uno que saber que tengo a una psicópata al lado-se rio de su propio chiste, dando otro sorbo de su cerveza para intentar conseguir un poco más de ese valor húmedo que solo el alcohol era capaz de proporcionar.
-Tranqui, tienes pinta de ser terrible, pero malo será que entre el jefe y yo no te podamos contener un poco-si es que Tilikum no se unía a esa matanza sin sentido, claro está.
-Ahora que ya tienes el plan diseñado y la gente para hacerlo, solo falta una cosa-se acabó finalmente la birra con un profundo trago, haciendo un penalti que casi hace que vomite.-¿Cuándo nos ponemos en marcha?-preguntó con una sonrisa confiada, esperando no arrepentirse de su decisión.
Si al oni ya le parecía un plan suicida, que Blaise lo recalcase le hizo sentirlo aún más real. Estaba con dos personas lo suficientemente dementes como para creer que iban a poder salirse de rositas de un plan tan alocado, de enfrentarse a todo un Gobierno que llevaba siglos rigiendo la sociedad. Pero pensándolo fríamente, no tenía nada que perder. Su plan de vagar de aquí para allá en busca de su padre era inviable, algo de lo que se dio cuenta demasiado tarde. Quizás si tenía acceso a fuentes más fiables como puede ser los altos mandos del Gobierno Mundial sería más fácil de encontrar a alguien de su raza. Al fin y al cabo si tenían tantas zonas controladas de este vasto mundo implicaba que tenían ojos y oídos en cada rincón. Era un movimiento arriesgado, pero a las malas siempre podría meter marcha atrás, dejarle el muerto a esos dos sádicos que morían por su irracional odio y escapar como si nada...iba a hacer un all in.
-Quizás vuestra locura es contagiosa, pero que demonios, estoy dentro. Nada mejor que mencionar el dinero para llamar mi atención. Eso sí, antes de que se os vaya la haya y os lo carguéis, yo también tengo ganas de hacerle unas preguntas de índole personal. Luego de mi pequeña charla, ya es todo vuestro para que hagáis con él lo que queráis-dentro de lo que cabía Tilikum no estaba tan demente, tenía unas ideas claras y en teoría no llamarían la atención. Si todo salía bien podría ser la primera vez que da un golpe tan grande y que le acercase a su padre, un ganar-ganar en toda regla.
-Genial, nada mejor para tranquilizar a uno que saber que tengo a una psicópata al lado-se rio de su propio chiste, dando otro sorbo de su cerveza para intentar conseguir un poco más de ese valor húmedo que solo el alcohol era capaz de proporcionar.
-Tranqui, tienes pinta de ser terrible, pero malo será que entre el jefe y yo no te podamos contener un poco-si es que Tilikum no se unía a esa matanza sin sentido, claro está.
-Ahora que ya tienes el plan diseñado y la gente para hacerlo, solo falta una cosa-se acabó finalmente la birra con un profundo trago, haciendo un penalti que casi hace que vomite.-¿Cuándo nos ponemos en marcha?-preguntó con una sonrisa confiada, esperando no arrepentirse de su decisión.
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Lo bueno que tenía reclutar a gente con un interés propio en tu objetivo era, que solía ser más de fiar por propia avaricia que quien dice que te acompañará hasta el final. Parecía que Blaise ya tenía su pequeña cruzada con el gobierno, lo que probocaba que fuese un compañero "leal" en lo que a sabotear al gobierno se tratase y su locura más el estrés ese postraumatico lo hacían peligroso, si que parecía un arma de doble filo pero mientras no cortase mi piel todo iría de fábula. En el otro lado del ring tenemos al pequeño gyojin defectuoso que por lo que me dio a entender, también estaba buscando algo, ¿Venganza? ¿Dinero? ¿Amor? Dudaba de lo último, sospechaba de lo segundo y siempre solía ser lo primero, no nos compartió por qué preguntar cosas personales al objetivo, tampoco preguntaré, si le interesa hacer el trabajo, cuantos más motivos tenga para ello mejor para nosotros. Los otros dos de mi raza.. ¿Quien duda de gyojins? Esos seguro no me fallan... No está en su programa... ADN quería decir...
Me levanté, piqué fuerte en la barra y anuncié -Pues empezamos esta noche... ¿Qué os parece?- Dando el impacto típico de las peliculas antes de un anuncio para dejar a la gente en vilo o cuando finaliza el capítulo... Vuelta de los breves anuncios de setenta y siete minutos... -Os cuento un poco más, el barco objetivo siempre reabastece en Jaya una vez cada tres meses y mira tú por donde esta noche es ese día (Que casualidad) Entrará en puerto sobre las cinco de la tarde, reabastecerá a toda prisa y saldrá sobre la una, puede que dos de la mañana. Si mis informantes no engañan, apto para el combate dentro del barco habrá como unas diez puede que quince personas, los demás son morralla, simple carne de cañón que no interesa en lo más mínimo, pero me da igual como los tratéis, anularlos, atarlos, matarlos eso es cosa vuestra... Lo único que pido es como bien sabéis que no hay que matar al capitán, sin antes preguntar, supongo que no habrá problema pues no hay esclavos en el barco...Jajaja... Cuando lo tengamos, primero le preguntará Nick, a solas si te es más cómodo, luego nosotros. No le subestiméis, será viejo pero tiene experiencia... También hay un tripulante del barco, que es quien me da los chivatazos, es un gyojin, no lo matéis, se unirá a nosotros en medio del combate, se le reconoce, es un gyojin arenque, feo como el solo, pero lleva tiempo ayudando... En principio podéis pedir trabajo, parece que van faltos de personal, entráis y cuando zarpe y se aleje de puerto para que no puedan pedir ayuda, nosotros les asaltamos desde fuera y vosotros ya habréis hecho suficiente para que salga bien... ¿Que os parece?- Dicho los planes por encima... -Si tenéis alguna pregunta, hacerla, si no, hasta las cinco de la tarde, podéis esperar en la trastienda, hay cuatro camas entre las cajas de suministros, podéis dormir y pedir que os cocinen, claramente no os cobraré nada.-
Me levanté, piqué fuerte en la barra y anuncié -Pues empezamos esta noche... ¿Qué os parece?- Dando el impacto típico de las peliculas antes de un anuncio para dejar a la gente en vilo o cuando finaliza el capítulo... Vuelta de los breves anuncios de setenta y siete minutos... -Os cuento un poco más, el barco objetivo siempre reabastece en Jaya una vez cada tres meses y mira tú por donde esta noche es ese día (Que casualidad) Entrará en puerto sobre las cinco de la tarde, reabastecerá a toda prisa y saldrá sobre la una, puede que dos de la mañana. Si mis informantes no engañan, apto para el combate dentro del barco habrá como unas diez puede que quince personas, los demás son morralla, simple carne de cañón que no interesa en lo más mínimo, pero me da igual como los tratéis, anularlos, atarlos, matarlos eso es cosa vuestra... Lo único que pido es como bien sabéis que no hay que matar al capitán, sin antes preguntar, supongo que no habrá problema pues no hay esclavos en el barco...Jajaja... Cuando lo tengamos, primero le preguntará Nick, a solas si te es más cómodo, luego nosotros. No le subestiméis, será viejo pero tiene experiencia... También hay un tripulante del barco, que es quien me da los chivatazos, es un gyojin, no lo matéis, se unirá a nosotros en medio del combate, se le reconoce, es un gyojin arenque, feo como el solo, pero lleva tiempo ayudando... En principio podéis pedir trabajo, parece que van faltos de personal, entráis y cuando zarpe y se aleje de puerto para que no puedan pedir ayuda, nosotros les asaltamos desde fuera y vosotros ya habréis hecho suficiente para que salga bien... ¿Que os parece?- Dicho los planes por encima... -Si tenéis alguna pregunta, hacerla, si no, hasta las cinco de la tarde, podéis esperar en la trastienda, hay cuatro camas entre las cajas de suministros, podéis dormir y pedir que os cocinen, claramente no os cobraré nada.-
Blaise Richthofen
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Akuma no mi
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Todos estaban de acuerdo con dar el golpe. Todo lo que fuera joder al Gobierno Mundial era bienvenido. Una vocecita me decía que no debería fiarme mucho del que decía ser un gyojin. Por experiencia, los charlatanes solían abandonar al grupo a su suerte a la más mínima señal de peligro. Que me lo dijeran a mí. En mis tiempos de revolucionaria, un chaval desertó en medio de un combate porque las tornas no nos eran favorables. Pero no solo había desertado, si no que había vendido info al enemigo solo para salvar la cabeza. Aunque bueno, ¿que esperar de un humano? Desde entonces, los graciositos no despertaban mucha simpatía en mí. El gyojin había declarado la intención realizar el golpe aquella misma noche, ya que, por obra del destino, justo el barco pasaba por la isla en ese momento,
- Por mí no hay problema, es incluso mejor. Odiaría tener que esperar meses para poder dar el golpe - Comenté fumándome otro cigarrillo - Poder hacer lo que queramos con personas que trabajan para el Gobierno me parece una buena oferta. En cuanto al capitán.. Opino que habrá que tratarle con mano dura. Como dices, tiene experiencia. No creo que yendo por las buenas podamos sacarle algo en claro - Solté el humo hacia la derecha.
Lo complicado sería luchar contra el capitán. Pero sería una buena forma de ponerme a prueba. Tarde o temprano tenía que luchar contra gente de ese calibre. Aunque si la cosa acababa mal, al menos Tilikum parecía ser de fiar en una pelea. Y que oportuno era que hubiera un gyojin entre la tripulación, supongo que vendría bien ayuda extra en la pelea. Lo que no me gustaba mucho era hacerme pasar por una empleada. Pero suponía que merecía la pena si después podría joder a esos putos humanos. Y al capitán, con suerte. Por mí no había nada que preguntar. Solo quedaba esperar y ver que sucedía. Tilikum nos había ofrecido comida y alojamiento hasta la hora clave. Al menos sabía comportarse con sus socios.
- Entonces tomaré tu oferta. Me gustaría comer algo que no fuera "el plato especial de la casa" - Dije con una sonrisa maliciosa - Un pollo con patatas estaría bien para mí y una botella de cerveza para entrar en calor -
- Por mí no hay problema, es incluso mejor. Odiaría tener que esperar meses para poder dar el golpe - Comenté fumándome otro cigarrillo - Poder hacer lo que queramos con personas que trabajan para el Gobierno me parece una buena oferta. En cuanto al capitán.. Opino que habrá que tratarle con mano dura. Como dices, tiene experiencia. No creo que yendo por las buenas podamos sacarle algo en claro - Solté el humo hacia la derecha.
Lo complicado sería luchar contra el capitán. Pero sería una buena forma de ponerme a prueba. Tarde o temprano tenía que luchar contra gente de ese calibre. Aunque si la cosa acababa mal, al menos Tilikum parecía ser de fiar en una pelea. Y que oportuno era que hubiera un gyojin entre la tripulación, supongo que vendría bien ayuda extra en la pelea. Lo que no me gustaba mucho era hacerme pasar por una empleada. Pero suponía que merecía la pena si después podría joder a esos putos humanos. Y al capitán, con suerte. Por mí no había nada que preguntar. Solo quedaba esperar y ver que sucedía. Tilikum nos había ofrecido comida y alojamiento hasta la hora clave. Al menos sabía comportarse con sus socios.
- Entonces tomaré tu oferta. Me gustaría comer algo que no fuera "el plato especial de la casa" - Dije con una sonrisa maliciosa - Un pollo con patatas estaría bien para mí y una botella de cerveza para entrar en calor -
Nick Valentine
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A Nick no le gustaba nada eso de que tuviesen solo escasas horas para preparar un golpe a semejante escala, pero se tranquilizó un poco al ver que Tilikum tenía todo planeado, demostrando que debajo de tanto músculo aún se escondía un cerebro capaz. ¿Cuánto tiempo debería haber estado planeándolo? La información debía de ser fiable si contaba con un topo en filas enemigas, así que se podía fiar de los horarios marcados.
-Me gusta ver que tienes todo tan bien montado, odio tener que improvisar-era una completa mentira, pasando que más de la mitad de sus planes acababan en él actuando sobre la marcha para salvar su pescuezo.-Y por propia experiencia, lo mejor en estos casos es dejar a los que no nos supongan un peligro fuera de esto. Noquearlos o aprisionarlos sin que pueden pedir auxilio o intervenir mínimamente en la pelea, si derramamos tanta sangre solo es cuestión de tiempo que sus jefes se enteren y mande aún más refuerzos. Y aún no poseemos ni los efectivos ni el poder como para contrarrestar eso-aparte de los fríos datos lógicos que había soltado, Nick nunca era partidario de un derramamiento de sangre así porque sí, no solo por lo poco práctico que era, si no porque en el fondo aquellos pobres infelices no se merecían morir por una cruzada de venganza. Y lamentablemente, algo le decía que esa pequeña misericordia que guardaba iba a ser un conflicto constante que los otros dos integrantes de esa peculiar alianza, los cuales parecían estar deseosos de conseguir el mayor número posible de bajas. Iba a ser duro intentar frenar unos instintos tan destructivos como los de ese dúo, pero si quería que las cosas saliesen bien iba a tener que conseguirlo.
-Y tomaré tu generoso regalo, en menos de 5 minutos acabaré con el tipo y es todo vuestro-bien sabía que aquel vejestorio no saldría vivo de aquel navío, pero eso tanto le daba, el soldado sabía perfectamente a los riesgos que se enfrentaría en cuanto se alistó a la marina así que podría tener la conciencia tranquila.-Y sobre infiltrarnos, me parece una buena estrategia, siempre y cuando sea tan fácil engañarlos como nos lo planteas. Si están tan desesperados quizás cuele, al fin y al cabo todos los marines que me encontré a lo largo de mi viaje no es que destacasen por su aguda inteligencia. Solo espero que todos seamos capaces de controlarnos lo suficiente como para que nuestra tapadera sea efectiva hasta que llegue el momento de la acción-lanzó una mirada significativa a la pelirroja, no fiándose un pelo de su temperamento para posteriormente levantarse, cansado ya de tanto parloteo.
-Seguiré el ejemplo de mi intrépida compañera y me retiraré a una habitación a descansar un poco, me gusta estar fresco como una lechuga antes de un golpe. Así que si eres tan amable, que alguno de tus chavales me mande otra botella de cerveza y cualquier cosa no caníbal a la habitación más alejada del fondo-con un último guiño se despidió de sus nuevos compinches y se metió en dicha habitación para dejarse caer en la cama y relajarse un poco, estando bastante ansioso por ver como acabaría aquel plan.
-Me gusta ver que tienes todo tan bien montado, odio tener que improvisar-era una completa mentira, pasando que más de la mitad de sus planes acababan en él actuando sobre la marcha para salvar su pescuezo.-Y por propia experiencia, lo mejor en estos casos es dejar a los que no nos supongan un peligro fuera de esto. Noquearlos o aprisionarlos sin que pueden pedir auxilio o intervenir mínimamente en la pelea, si derramamos tanta sangre solo es cuestión de tiempo que sus jefes se enteren y mande aún más refuerzos. Y aún no poseemos ni los efectivos ni el poder como para contrarrestar eso-aparte de los fríos datos lógicos que había soltado, Nick nunca era partidario de un derramamiento de sangre así porque sí, no solo por lo poco práctico que era, si no porque en el fondo aquellos pobres infelices no se merecían morir por una cruzada de venganza. Y lamentablemente, algo le decía que esa pequeña misericordia que guardaba iba a ser un conflicto constante que los otros dos integrantes de esa peculiar alianza, los cuales parecían estar deseosos de conseguir el mayor número posible de bajas. Iba a ser duro intentar frenar unos instintos tan destructivos como los de ese dúo, pero si quería que las cosas saliesen bien iba a tener que conseguirlo.
-Y tomaré tu generoso regalo, en menos de 5 minutos acabaré con el tipo y es todo vuestro-bien sabía que aquel vejestorio no saldría vivo de aquel navío, pero eso tanto le daba, el soldado sabía perfectamente a los riesgos que se enfrentaría en cuanto se alistó a la marina así que podría tener la conciencia tranquila.-Y sobre infiltrarnos, me parece una buena estrategia, siempre y cuando sea tan fácil engañarlos como nos lo planteas. Si están tan desesperados quizás cuele, al fin y al cabo todos los marines que me encontré a lo largo de mi viaje no es que destacasen por su aguda inteligencia. Solo espero que todos seamos capaces de controlarnos lo suficiente como para que nuestra tapadera sea efectiva hasta que llegue el momento de la acción-lanzó una mirada significativa a la pelirroja, no fiándose un pelo de su temperamento para posteriormente levantarse, cansado ya de tanto parloteo.
-Seguiré el ejemplo de mi intrépida compañera y me retiraré a una habitación a descansar un poco, me gusta estar fresco como una lechuga antes de un golpe. Así que si eres tan amable, que alguno de tus chavales me mande otra botella de cerveza y cualquier cosa no caníbal a la habitación más alejada del fondo-con un último guiño se despidió de sus nuevos compinches y se metió en dicha habitación para dejarse caer en la cama y relajarse un poco, estando bastante ansioso por ver como acabaría aquel plan.
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