Serafine

Serafine nació por capricho de su madre dando su vida por ella, lamentablemente su padre no estaba de acuerdo con el nacimiento de esta, sobre todo por su apariencia que esta tendría, sus ojos rojos considerados como los de un demonio por la religión de su padre, provoco que ella fuera menospreciada por toda la tripulación en la que pertenecía este, aun así por la falta de dinero trataron de venderla varias veces hasta que cumplo cinco años, donde decidieron abandonarla al ver que no podrían sacar negocios de ella.

Ahora la pequeña vagaba sola por una isla desconocida, con una pequeña villa, los lugareños la miraban con pena a su paso está al ser poco visitada no podían permitirse alimentar otra boca permanentemente en sus familias, hasta que su vida se cruzó con un señor mayor de apariencia descuidada el cual a verla empezaba a decir que esta era su nieta, la niña que había aprendido a tomar las oportunidades gracias a los insistentes intereses de su padre de venderla, se hizo pasar por la nieta del anciano llamo Jado Petroski, el cual al parecer había perdido a su familia en un incendio y alucinaba de que esta se había ido de la isla en búsqueda de una mejor vida y como él era muy viejo entendía que lo habían dejado atrás. Los lugareños entendieron la necesidad de la niña de tener un hogar donde vivir, además de que lo veían como un gesto de buena fe, para que el abuelo no estuviera solo, provocando que varios estuvieran encantados con la presencia de la joven.

Paso el tiempo la joven ya había obtenido su mayoría de edad y había agudizado sus habilidades ayudando al pueblo, con su apariencia atrayendo navíos que capas venían a descansar unas horas u días a que se quedaran más tiempo, dándole un poco más de vida a este y mejorando un poco en tema de cantidad de cosechas y hasta de dinero para poder comprarle artilugios a los barcos que venían, era considerada como su ángel protector, además de poder ver más al viejo Jado por el pueblo, el cual se notaba alegre y vozarrón presumiendo a su “nieta” con todo el mundo. Gracias a todos los barcos que venían, ella logró intercambiar algunas cosas u comida por libros y cosas por el estilo con los que ella estudiaba en su mayoría el comportamiento humano para tratar de mejorar las relaciones del lugar.

Pero nadie pensaría que toda la felicidad que se había formado en el pueblo se desplomara en una madrugada, la joven estaba durmiendo cuando empezó escuchar gritos cerca de su zona, la cual era la más alejada de la villa, cuando se paró de su habitación encontró a su abuelo en estado de ovillo en la puerta de su casa en estado de shock mientras abrazaba un pequeño collar, al acercarse la joven pudo ver como su hogar se estaba incendiando y de fondo podía apreciar un barco pirata el cual estaba quemando todo y agarrando a las mujeres jóvenes para llevárselas, al ver esto Serafine trataría de hacer que su abuelo reaccione, lo cual lo logra apenas, este la toma rápido y abre una pequeña escotilla y mete a la joven tirándole el collar con un pequeño dragón, el cual sefi lo atrapa con dificultad, encerrándola, diciéndole como últimas palabras, que no volvería a perder a su familia denuedo, dejando en claro que él siempre supo que no era su nieta biológica y sin más desapareció, dejándola en esa oscuridad aterrada por esta sin poder moverse, escuchando los gritos de ayuda y desesperación, sin poder hacer nada, ya que la escotilla parecía trabada con algo, de pronto silencio, ya no podía escuchar nada y en ese momento Serafine empezo a llorar como nunca lo había hecho, nisiquiera el abandono de su pader le había dolido tanto, siguio asi hasta quedar completamente dormida.

A la mañana siguiente la joven despertó por ruidos de pisadas y voces a su alrededor, como si estuvieran buscando algún alma viviente sin esperanzas, en ese momento ella sabía que tenía que gritar y golpear la compuerta lo más fuerte que podía, para tratar de llamar la atencion de quien se encontrara detras de esta, con la esperanza que le ayudarian y así fue, no pasaron ni unos minutos y la compuerta se había abierto y la luz del sol le encandilaban los ojos, al momento de poder ver más claro reconocio un logo de los periodicos, marines ellos la había salvado, estos se disculparon por no haber podido llegar antes, mientras la joven buscaba en alguna parte a su abuelo y al no encontrar ni un rastro siquiera de su cuerpo empezo a llorar descontroladamente otra vez abrazando el collar que ahora le pertenecia, los marines no sabian como consolarla, pero de un momento a otro ella se paró y se limpió las lágrimas, ahora en sus ojos de miedo había irá, algo que al principio hasta les dio ternura a los presentes, ya que su expresion parecia la de alguien haciendo una rabieta, pero cuando la joven se acercó rapidamente al marin acargo diciendole que queria ser uno de ellos, los demás se sorprendieron, mientras que el sargento mayor que había acudido a la escena le dio una pequeña sonrisa dandole unas palmadas en la cabeza consolandola, diciendole que la llevaria al cuartel, ya que deseguro la dejaban entrar, sus oficiales acargo miraron a su superior extrañado a lo cual apenas la joven se dirigia con una mirada perdida hacia el barco de los marinos, espereando que ella estuviera lo suficiente lejos, se volteó a su grupo y hablo.

- Esa joven acaba de perder a toda su familia por culpa de los piratas, si quiere ayudar en esta guerra es su decisión.

Nadie dijo nada, solo asistieron al oír las palabras de su sargento y se dirigieron al barco.