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Tras haber tenido que salir de Dark Home por haber atentado contra la familia "Ly" y "Lister" de forma consecutiva y sin intentar disimular lo más mínimo, me vi forzado a abandonar la isla de forma inmediata, los intentos de acabar con mi vida cada vez eran más sucesivos y no estaban escatimando en gastos por lo que mi estancia en la isla tenía que llevar a su fin, claramente tenía pensado volver, esa era mi isla pero en mi "forma" actual no tenía ninguna posibilidad. Sin la isla no podía acceder a buenos trabajos, aún que muchos de ellos me los proporcionaba las propias familias que intenté borrar del mapa, luego sin ingresos no podía comprar armas y soldados, no podía financiar mi pequeña guerra contra unas familias tan arraigadas en el bajo mundo. Sinceramente intenté hacerme un hueco en otras islas pero las sombras de los "Lister" tenían mucha extensión y siempre acababan encontrando mi cuello, por lo que decidí irme más lejos, salir de la Gran Line y crear un pequeño ejercito fuera de Dark Home.
Tras mi último encontronazo con los "Lister" hubo una gran explosión, quizás me dieran por muerto, seguro están buscando mi cadáver, eso me daba un par de días de margen para moverme con libertad, lo que me lleva a la isla actual... Para empezar a extender la sombra del imperio que iba a crear, necesitaba primero crear dicho imperio... Y sin dinero, no había imperio que valiera la pena, actualmente solo estábamos Ryan y yo. Ryan fue uno de mis compañeros mercenarios en una misión, el único que conseguí convencer y creo que solo fue por que a él también lo querían muerto, sea como sea no me iré por las ramas. En esta isla habían minas de granito y platino, cosa que me interesaba, de ahí podría tener una pequeña fuente de ingresos que poco a poco me permitiera crecer -¿Donde está?- Pregunté a Ryan -No ha llegado- Dijo nervioso... Estábamos esperando a un antiguo cliente que me debía un favor, nos iba a meter o intentar meter en el mundo de las minas, claramente no tenía dinero para comprar una, pero estaba dispuesto a prestarme lo justo para empezar una nueva excavación, solo necesitaba conocer un poco sobre el tema para iniciar la marcha...
Pasar de matón de tres al cuarto a empresario era un gran cambio, a mi no se me daba bien calcular estas porquerías o estudiar nuevos negocios, podía calcular la velocidad de mis balas, kilómetros y movimiento del blanco, pero lo que es financiero era una gran pereza para mi, me recalentaba el cerebelo
Tras mi último encontronazo con los "Lister" hubo una gran explosión, quizás me dieran por muerto, seguro están buscando mi cadáver, eso me daba un par de días de margen para moverme con libertad, lo que me lleva a la isla actual... Para empezar a extender la sombra del imperio que iba a crear, necesitaba primero crear dicho imperio... Y sin dinero, no había imperio que valiera la pena, actualmente solo estábamos Ryan y yo. Ryan fue uno de mis compañeros mercenarios en una misión, el único que conseguí convencer y creo que solo fue por que a él también lo querían muerto, sea como sea no me iré por las ramas. En esta isla habían minas de granito y platino, cosa que me interesaba, de ahí podría tener una pequeña fuente de ingresos que poco a poco me permitiera crecer -¿Donde está?- Pregunté a Ryan -No ha llegado- Dijo nervioso... Estábamos esperando a un antiguo cliente que me debía un favor, nos iba a meter o intentar meter en el mundo de las minas, claramente no tenía dinero para comprar una, pero estaba dispuesto a prestarme lo justo para empezar una nueva excavación, solo necesitaba conocer un poco sobre el tema para iniciar la marcha...
Pasar de matón de tres al cuarto a empresario era un gran cambio, a mi no se me daba bien calcular estas porquerías o estudiar nuevos negocios, podía calcular la velocidad de mis balas, kilómetros y movimiento del blanco, pero lo que es financiero era una gran pereza para mi, me recalentaba el cerebelo
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Bueno, parecía que las indicaciones de aquel comerciante eran ciertas. Me encontraba en Lithos, y no había sido fácil llegar precisamente. Pero bueno allí estaba, con mi bandolera de la do caminando por la vetustas calles de granito. Buscaba materiales para un cliente, que me había pedido componentes para repararle unas joyas , por lo que necesitaba platino y una estatua de su jardín, para ello necesitaba el granito....y que cosas, ambas estaban en esta isla. Bien podía coger granito de cualquier lado, pero mi cliente lo quería precisamente de ese...el cliente manda aunque sea un idiota.
Fuera como fuera estaba buscando por las tiendas locales, así como en las canterías y chatarrerías materiales, y afortunadamente pude encontrar algunas piedras de granito a buen precio talladas y listas para cortar, seguro me servirían. Sin embargo el platino era más difícil, pues lo necesitaba en estado salvaje, y aquellas tiendas lo tenían procesado. Me hacían falta que estuviera virgen para yo moldearlo a mi gusto, además...me salía más barato, todo sea dicho.
Bueno, pues resulta que me dieron indicaciones para ir a las minas de platino de la isla, las únicas que había, y que de seguro allí podía rapiñar algunos trozos, e incluso me los podían dar por cuatro berrys o incluso gratis. Así que me fui para allá, sacando mi reproductor de música de la bandolera y colocándome un casco en la oreja izquierda, dejando la otra al descubierto. Mientras caminaba iba comiéndome un helado, pirulo, ya que hacía algo de calor y ante la ausencia de cerveza, bueno era chupar otra cosa que no fuera cebada.
Según iba caminando pude ver a los lejos las columnas humeantes de polvo negro...eran las minas, seguro. Pero también pude ver que no había nadie por las cercanías, tan sólo logré divisar a lo lejos dos personas que parecían estar hablando. De hecho uno tenía una pinta un tanto amenazante, pero si no le preguntaba a él por el platino...pasaba de volver con las manos vacías de vuelta al pueblo.
Fuera como fuera estaba buscando por las tiendas locales, así como en las canterías y chatarrerías materiales, y afortunadamente pude encontrar algunas piedras de granito a buen precio talladas y listas para cortar, seguro me servirían. Sin embargo el platino era más difícil, pues lo necesitaba en estado salvaje, y aquellas tiendas lo tenían procesado. Me hacían falta que estuviera virgen para yo moldearlo a mi gusto, además...me salía más barato, todo sea dicho.
Bueno, pues resulta que me dieron indicaciones para ir a las minas de platino de la isla, las únicas que había, y que de seguro allí podía rapiñar algunos trozos, e incluso me los podían dar por cuatro berrys o incluso gratis. Así que me fui para allá, sacando mi reproductor de música de la bandolera y colocándome un casco en la oreja izquierda, dejando la otra al descubierto. Mientras caminaba iba comiéndome un helado, pirulo, ya que hacía algo de calor y ante la ausencia de cerveza, bueno era chupar otra cosa que no fuera cebada.
Según iba caminando pude ver a los lejos las columnas humeantes de polvo negro...eran las minas, seguro. Pero también pude ver que no había nadie por las cercanías, tan sólo logré divisar a lo lejos dos personas que parecían estar hablando. De hecho uno tenía una pinta un tanto amenazante, pero si no le preguntaba a él por el platino...pasaba de volver con las manos vacías de vuelta al pueblo.
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Me estaba impacientando, mi antiguo cliente y posible futura victima no aparecía por ningún lado, tenía la sensación de que lo peor estaba por venir, ¿Me habría vendido? Claro que era mi cliente pero no me contrató a mi directamente para acabar con sus problemas, lo hizo por los "Nalia" ¿También querrían mi cabeza? A ellos no les hice nada... Pero en este mundo... Quizás quieran que los "Lister" les deban un favor, todo esto me olía a quemado -Si no viene en diez minutos iremos a por él- Comenté, mi compañero ya sabía que eso significaba perder la mina pero mantener el "orgullo" tenían que saber que aquí nadie podía vender a quien se intentaba abrir paso en este mundo pestilente.
A lo lejos divisé una silueta, ¿Quien era? ¿Mi cliente? No, mi cliente era bajo, gordo y calvo, no podía ver bien quien se acercaba pero claramente no era con quien había quedado hoy -Ryan, atento, puede que sea un pueblerino cualquiera o que el cliente haya dado la voz de alarma y venga por nuestro pellejo- Disimuladamente hice el gesto de agacharme y atarme bien el cordón del pie derecho pero con suma delicadeza, saqué uno de mis cuchillos y lo lancé a los matorrales de al lado, tras ello, me levanté como si nada y dí un par de pasos hacia atrás mientras observaba el cielo, como si no tuviera nada mejor que hacer que silbar y poco más. Pero en realizad era una pequeña trampa que intentaba que "evolucionase" con la práctica
Cuando se acercó lo suficiente hice un gesto de saludo con la cabeza y me centré en Ryan como el que no quiere la cosa para hablar de temas banales y parecer uno más de la isla -¿Entonces la hija del carnicero? Te gusta el riesgo, su padre no aceptará que su princesita esté con un tipo que se dedica a apostar en cualquier timba de bar jajaja- Con tono un poco menos áspero podía hablar, que no quiere decir dulce, pero de colegeo, si colaba o no era simple suerte en este caso. Había carnicero en esta isla, ¿no? -Si, bueno, es que es tan guapa... Esos ojos, esas manos llenas de harina, ese pelo...- Vale, Ryan no era el mejor para disimular, pero bueno, con la cara de polluelo (joven) que tiene más la pinta de vergonzoso, podría valer...
A lo lejos divisé una silueta, ¿Quien era? ¿Mi cliente? No, mi cliente era bajo, gordo y calvo, no podía ver bien quien se acercaba pero claramente no era con quien había quedado hoy -Ryan, atento, puede que sea un pueblerino cualquiera o que el cliente haya dado la voz de alarma y venga por nuestro pellejo- Disimuladamente hice el gesto de agacharme y atarme bien el cordón del pie derecho pero con suma delicadeza, saqué uno de mis cuchillos y lo lancé a los matorrales de al lado, tras ello, me levanté como si nada y dí un par de pasos hacia atrás mientras observaba el cielo, como si no tuviera nada mejor que hacer que silbar y poco más. Pero en realizad era una pequeña trampa que intentaba que "evolucionase" con la práctica
Cuando se acercó lo suficiente hice un gesto de saludo con la cabeza y me centré en Ryan como el que no quiere la cosa para hablar de temas banales y parecer uno más de la isla -¿Entonces la hija del carnicero? Te gusta el riesgo, su padre no aceptará que su princesita esté con un tipo que se dedica a apostar en cualquier timba de bar jajaja- Con tono un poco menos áspero podía hablar, que no quiere decir dulce, pero de colegeo, si colaba o no era simple suerte en este caso. Había carnicero en esta isla, ¿no? -Si, bueno, es que es tan guapa... Esos ojos, esas manos llenas de harina, ese pelo...- Vale, Ryan no era el mejor para disimular, pero bueno, con la cara de polluelo (joven) que tiene más la pinta de vergonzoso, podría valer...
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Vaya, parecía que había gente delante mía. Quizás me podia decir alguien donde estaba la maldita mina. No me apetecía estar allí mucho tiempo, ya que la atmósfera no era precisamente respirable, aparte, no era el lugar más pintoresco del mundo a mi parecer. Por lo menos podría pedir indicaciones, que me las dieran o no era ya otra cosa. Fuera como fuera, me acerqué calmada hacia uno de los tipos, respondiendo a su saludo con mi mano alzada. No parecía ser, al menos uno de ellos el tipo más normal del mundo.
-Emm...hola, señor- le dije al calvo con pinta de persona peligrosa- Estaba buscando las minas de platino. Me dijeron que estaban por esta zona pero veo el humo pero no un acceso claro. ¿ Me podrían indicar?
El tono era amable, correcto y no sonar pretenciosa era algo fácil. Aún asi, y viendo que la gente no solía ser muy amable, esperaba una respuesta buena a mi problema. Mientras tanto me quedé pensando mientras esperaba dicha respuesta, pues aquellos tipos no parecían de alli...y eso se empezaba a ver a leguas. Parecían ¿intranquilos? Y esa conversación prefabricada...anda que no he escuchado lo mismo con el hijo de la panadera en vez del carnicero. Estos no parecían trigo limpio, pero con tal de que me respondieran yo me iría por mi camino y ellos por el suyo.
-Necesito unas pequeñas muestras de platino, dicen que abundan mucho por la zona, y esperaba que no estuviera mucho más lejos o tendré las piernas hechas harina y puede que le guste a tu compañero- dije jocosa, ya que de no serlo....esto iba a pintar mal. Yo era rara, pèro estos tíos no estaban en mitad de la nada para hablar de la hija del carnicero...dios, que no fueran piratas.
-Emm...hola, señor- le dije al calvo con pinta de persona peligrosa- Estaba buscando las minas de platino. Me dijeron que estaban por esta zona pero veo el humo pero no un acceso claro. ¿ Me podrían indicar?
El tono era amable, correcto y no sonar pretenciosa era algo fácil. Aún asi, y viendo que la gente no solía ser muy amable, esperaba una respuesta buena a mi problema. Mientras tanto me quedé pensando mientras esperaba dicha respuesta, pues aquellos tipos no parecían de alli...y eso se empezaba a ver a leguas. Parecían ¿intranquilos? Y esa conversación prefabricada...anda que no he escuchado lo mismo con el hijo de la panadera en vez del carnicero. Estos no parecían trigo limpio, pero con tal de que me respondieran yo me iría por mi camino y ellos por el suyo.
-Necesito unas pequeñas muestras de platino, dicen que abundan mucho por la zona, y esperaba que no estuviera mucho más lejos o tendré las piernas hechas harina y puede que le guste a tu compañero- dije jocosa, ya que de no serlo....esto iba a pintar mal. Yo era rara, pèro estos tíos no estaban en mitad de la nada para hablar de la hija del carnicero...dios, que no fueran piratas.
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Tras escuchar a la muchacha, arqueé una ceja, algo no me cuadraba ¿Que será? Ah sí, ella. Claramente no era de una isla de pueblerinos como esas de las mandarinas, su estilo, su cuerpo lleno de tatuajes, ese pelo multicolor, claramente era de una isla bastante desarrollada, no se de donde, pero era tan descarado que no creía que fuera de Dark Home, aún que muchos de mis compañeros podrían hacer piña con ella pues vestían igual. Claro que eché una ojeada de arriba a bajo, la muchacha era bastante guapa y su voz dulce pero era como agridulce... Me olía mal -Está en camino a las minas de granito, la entrada a las de platino está más a la izquierda, verá después del primer desvío hay otro con un cartel roñoso y casi ilegible, tendría que haber ido por detrás del cartel y no por delante...- Era verdad, no mentía, pero si caminaba en recto por detrás nuestro y simplemente cogía un pequeño desvío casi oculto llegaría en menos de treinta minutos pero si le hacía pasar por ahí vería la entrada a la mina abandonada que quería comprar y no iba a jugármela. Por no decir que aún seguía pensando que podría ser una asesina...
Pocos segundos a lo lejos se ve un hombre vestido totalmente de verde, gabardina y sombrero del mismo color, zapatos negros eso sí y con un carro de carga tirado por un caballo, no tardó mucho en presentarse al lado pues iba a paso rápido -Disculpe la tardanza señor Mako, casi me voy hacia las de platino por despiste, si el carro pasara por el atajo de la izquierda que hay más adelante habría llegado antes...- Comenta afligido lo que tiró al garete mi intento de deshacerme de la mujer -¿Hay un atajo?- Dije haciéndome el tonto -Claro, donde está la mina que quiere comprar...- Este es imbécil... -¿Son sus soldados? Mejor, al final habrá que silenciar al hombre y hacerse con sus papeles de comp...- En ese momento grité en algo -¡No hombre, no! ¿Soldados? Quien necesitaría algo parecido, Este es mi amigo y esta mujer UNA DESCONOCIDA que va a las minas de platino- Dije haciendo énfasis en "Desconocida" claramente también le mataré después de esto, no sabe cerrar la boca...
A lo tonto el encefalograma plano de mi cliente, le había dicho mi nombre, mis intenciones y hasta donde estaba dispuesto a llegar por mis objetivos... Si era una asesina sabía que era el personaje indicado, si no, bueno de todas formas será un cadáver en el fondo de la mina...
Pocos segundos a lo lejos se ve un hombre vestido totalmente de verde, gabardina y sombrero del mismo color, zapatos negros eso sí y con un carro de carga tirado por un caballo, no tardó mucho en presentarse al lado pues iba a paso rápido -Disculpe la tardanza señor Mako, casi me voy hacia las de platino por despiste, si el carro pasara por el atajo de la izquierda que hay más adelante habría llegado antes...- Comenta afligido lo que tiró al garete mi intento de deshacerme de la mujer -¿Hay un atajo?- Dije haciéndome el tonto -Claro, donde está la mina que quiere comprar...- Este es imbécil... -¿Son sus soldados? Mejor, al final habrá que silenciar al hombre y hacerse con sus papeles de comp...- En ese momento grité en algo -¡No hombre, no! ¿Soldados? Quien necesitaría algo parecido, Este es mi amigo y esta mujer UNA DESCONOCIDA que va a las minas de platino- Dije haciendo énfasis en "Desconocida" claramente también le mataré después de esto, no sabe cerrar la boca...
A lo tonto el encefalograma plano de mi cliente, le había dicho mi nombre, mis intenciones y hasta donde estaba dispuesto a llegar por mis objetivos... Si era una asesina sabía que era el personaje indicado, si no, bueno de todas formas será un cadáver en el fondo de la mina...
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Uy...el tipo calvo estaba haciéndome un "cheking" o eso parecía. Creo que acaba de interrumpir algo, pero no sabía muy bien el que....si al final voy a tener razón y me he metido donde no me llamaban. Bueno, calma, de momento parece que me van a ayudar a encontrar las minas de platino. Y así fue, dándome unas indicaciones la mar de sencillas, y parecía que conocía bien el sitio, pero seguía pensando que este hombre no era un lugareño y menos por las pintas. Aún así no había que ser descortés así que lo menos que podía hacer era darle las gracias.
-¿Más a la izquierda? Oh bien, pues se lo agradezco mucho...no quisiera haberme pegado la pateada padre para coger solo un cachito de platino. ..vengo de muy lejos sabe. Le agradezco mucho su ayuda.
Dicho esto me dispuse a seguir las indicaciones de aquel hombre, pero todo se interrumpió en el momento en que apareció aquel carro tirado por un hombre de lo más peculiar. Y parece ser...que se le había soltado la lengua. Había acertado, este tío se traía algo entre manos.
-Así que un atajo...-dije con ironía antes de mirar al hombre calvo- ¿Es un empresario?-no tenía pinta de tal salvo por lo estirado que iba. Igualmente esto no iba conmigo pero todas mis dudas se habíian difuminado gracias al boca abierta del vendedor.
-No se preocupe señor Mako, usted puede venir a comprar lo que quiera, sea un pan o una mina....con los métodos que desee..
Obviamente no iba a meterme contra un tipo que hacía este tipo de cosas. Por dios si vivía en Whisky Peak, y sabía que nunca era buena idea meterse donde no llaman a una, y menos cuando la gente es tan chunga como este tipo.
-No se preocupe, esta vaina conmigo nada tiene que ver, yo no he visto ni escuchado nada, solo estoy aquí porque, al igual que usted "tengo un cliente" que desea que le lleve una cosa, y para ello necesito un buen cacho de platino. Así que cada uno podemos irnos por nuestro lado
Repito, no era tonta...y no sabía si aquel tipo pertenecía a alguna de las facciones, y no quería más problemas por ahora.
-¿Más a la izquierda? Oh bien, pues se lo agradezco mucho...no quisiera haberme pegado la pateada padre para coger solo un cachito de platino. ..vengo de muy lejos sabe. Le agradezco mucho su ayuda.
Dicho esto me dispuse a seguir las indicaciones de aquel hombre, pero todo se interrumpió en el momento en que apareció aquel carro tirado por un hombre de lo más peculiar. Y parece ser...que se le había soltado la lengua. Había acertado, este tío se traía algo entre manos.
-Así que un atajo...-dije con ironía antes de mirar al hombre calvo- ¿Es un empresario?-no tenía pinta de tal salvo por lo estirado que iba. Igualmente esto no iba conmigo pero todas mis dudas se habíian difuminado gracias al boca abierta del vendedor.
-No se preocupe señor Mako, usted puede venir a comprar lo que quiera, sea un pan o una mina....con los métodos que desee..
Obviamente no iba a meterme contra un tipo que hacía este tipo de cosas. Por dios si vivía en Whisky Peak, y sabía que nunca era buena idea meterse donde no llaman a una, y menos cuando la gente es tan chunga como este tipo.
-No se preocupe, esta vaina conmigo nada tiene que ver, yo no he visto ni escuchado nada, solo estoy aquí porque, al igual que usted "tengo un cliente" que desea que le lleve una cosa, y para ello necesito un buen cacho de platino. Así que cada uno podemos irnos por nuestro lado
Repito, no era tonta...y no sabía si aquel tipo pertenecía a alguna de las facciones, y no quería más problemas por ahora.
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Alcé las manos de forma inocente, se podría interpretar como "Me has pillado" o "Vaya situación". Di un par de pasos pasando al lado de la muchacha y me agaché a coger el cuchillo, lo recogería con mi poder pero eso era llamar la atención demasiado e inútilmente -Bueno, parece ser que has hablado demasiado, si es verdad que podría haber sido uno de mis trabajadores- Caromenté al cliente del carro referente a las pintas de la muchacha. Pecía no tener ninguna intención contra mi y por mi reputación si fuera una asesina dudaba que reaccionase de esa forma, aún que bien pensado sería la mejor de las situaciones para atraparme -Discúlpeme señorita, en este mundo ser precavido es muy importante, si escucha de negocios la competencia podría adelantarse y aplastarme- Por negocios hay que matizar que me refiero a la vida en general, es lo que tiene el bajo mundo. -Permita que compense mi falta de educación y le llevemos rápidamente al atajo, nosotros nos iremos a la mina y usted podrá seguir por su platino- Dicho esto me guarde el cuchillo y subí al carro, una vez arriba le ofrecí la mano a la muchacha para que subiera, no sabía si la aceptaría o no pero la caballerosidad ahí estaba.
No cabe duda, que tras esta demostración, este hombre dejaría de ser mi cliente, es más, podría decirse que dejaría de ser hombre, por que alguien con la lengua tan suelta merecía un traje de madera. Aún con esas ideas no se me notaba pues necesitaba saber como conseguir esa mina. Mientras mi mano permanecía ahí, a la espera de la decisión de la muchacha, noté como Ryan se subía y mostraba su sonrisa más dulce a la muchacha... Demasiado inocente, esta tía podría merendarse a este caramelo en un abrir y cerrar de ojos -Podría ofrecer también llevar su cargamento si quisiera, no estoy interesado en un poco, puede estar tranquila, me interesan más las cantidades ingentes- Y así era, pero ya le había mentido, sabía que mis palabras no le llegarían
Aún que había otra cosa que me molestaba paralelamente, quería hacer las cosas bien, pero por lo que había dicho el cliente, parecía que había que insistir en que el vendedor entendiese que era mejor que yo me hiciera cargo de la mina
No cabe duda, que tras esta demostración, este hombre dejaría de ser mi cliente, es más, podría decirse que dejaría de ser hombre, por que alguien con la lengua tan suelta merecía un traje de madera. Aún con esas ideas no se me notaba pues necesitaba saber como conseguir esa mina. Mientras mi mano permanecía ahí, a la espera de la decisión de la muchacha, noté como Ryan se subía y mostraba su sonrisa más dulce a la muchacha... Demasiado inocente, esta tía podría merendarse a este caramelo en un abrir y cerrar de ojos -Podría ofrecer también llevar su cargamento si quisiera, no estoy interesado en un poco, puede estar tranquila, me interesan más las cantidades ingentes- Y así era, pero ya le había mentido, sabía que mis palabras no le llegarían
Aún que había otra cosa que me molestaba paralelamente, quería hacer las cosas bien, pero por lo que había dicho el cliente, parecía que había que insistir en que el vendedor entendiese que era mejor que yo me hiciera cargo de la mina
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Tenía razón ,el mundo era peligroso y albergaba horrores, pero no por ello había que sucumbir al miedo. Me había topado con mucha gente desconocida en mi corta vida, y normalmente en esas situaciones de tensión lo mejor era siempre estar calmada y amable. Por un hecho muy simple; podías estar delante de un mindundi, yonkou o incluso un marine y no saberlo, y por ello siempre era bueno empezar neutral con todo el mundo...vamos, no darles motivos para que te zurren de lo lindo.
Sonreí levemente de lado ante su comentario y con un aceno de mano de lado a lado procuré quitarle importancia al asunto- Ya le dije que no pasaba , entiendo que tome sus propias precauciones, es lógico- concluí antes de volver a responderle- Oh gracias , pero tampoco quisiera quitarles de tiempo de sus "asuntos", veo que va a tener mucho trabajo por delante, pero le agradezco la compañía pero creo que puedo ir bien sola, solo dígame...-me quedé pensativa. Quizás al fin y al cabo era una buena opción ir con él, siempre es mejor ir acompañada que sola a los sitios, y aunque olía mal de lejos, siempre tenía opciones de escape.
Asi que subí al carro gracias a su ayuda.
-No se preocupe señor, ya le digo, solo necesito un cacho de platino del tamaño doble de mi puño, con ello podré trabajar y volver a mi casa. A veces los clientes pueden ser un poco...tiquismiquis con las cosas que quieren, pero ya sabe, hay que comer.
Así que fui allí sentada en aquel carro. Esperaba que no tardáramos muchos, es más, esperaba que aquella reunión acabara cuanto antes. Solo acepté su ayuda por la situación, y como de momento parecía ser amable...todo correcto. Además, si después de escuchar todo lo que escuché, este hombre decide separarse un poco de su rumbo actual..es porque algo querrá hacer también en las minas de platino...y me apostaría un riñón, y no lo perdería, si dijera que las galerías de granito y platino estarían unidas en alguna zona.
-Permítame la curiosidad, pero antes me presento. Judy- le ofrecí la mano- ¿Le interesa mucho esta isla? No sé, tener negocios de piedras no me parece muy rentable, aunque yo no tengo wea de esas cosas, así que imagino usted sabe lo que hace.
Si, creía desde el minuto uno que este tipo era un pirata o un criminal...y viendo que los piratas no se interesan demasiado por bienes e inmuebles...este era criminal fijo. Es lo que tiene vivir en Whisky Pèak...que estas cosas las ves de lejos.
Sonreí levemente de lado ante su comentario y con un aceno de mano de lado a lado procuré quitarle importancia al asunto- Ya le dije que no pasaba , entiendo que tome sus propias precauciones, es lógico- concluí antes de volver a responderle- Oh gracias , pero tampoco quisiera quitarles de tiempo de sus "asuntos", veo que va a tener mucho trabajo por delante, pero le agradezco la compañía pero creo que puedo ir bien sola, solo dígame...-me quedé pensativa. Quizás al fin y al cabo era una buena opción ir con él, siempre es mejor ir acompañada que sola a los sitios, y aunque olía mal de lejos, siempre tenía opciones de escape.
Asi que subí al carro gracias a su ayuda.
-No se preocupe señor, ya le digo, solo necesito un cacho de platino del tamaño doble de mi puño, con ello podré trabajar y volver a mi casa. A veces los clientes pueden ser un poco...tiquismiquis con las cosas que quieren, pero ya sabe, hay que comer.
Así que fui allí sentada en aquel carro. Esperaba que no tardáramos muchos, es más, esperaba que aquella reunión acabara cuanto antes. Solo acepté su ayuda por la situación, y como de momento parecía ser amable...todo correcto. Además, si después de escuchar todo lo que escuché, este hombre decide separarse un poco de su rumbo actual..es porque algo querrá hacer también en las minas de platino...y me apostaría un riñón, y no lo perdería, si dijera que las galerías de granito y platino estarían unidas en alguna zona.
-Permítame la curiosidad, pero antes me presento. Judy- le ofrecí la mano- ¿Le interesa mucho esta isla? No sé, tener negocios de piedras no me parece muy rentable, aunque yo no tengo wea de esas cosas, así que imagino usted sabe lo que hace.
Si, creía desde el minuto uno que este tipo era un pirata o un criminal...y viendo que los piratas no se interesan demasiado por bienes e inmuebles...este era criminal fijo. Es lo que tiene vivir en Whisky Pèak...que estas cosas las ves de lejos.
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-Mako- Contesté ante su pregunta, claramente su curiosidad estaba justificada -No, siento decepcionar pero no tengo ni idea de negocios- Observé a la muchacha, iba a mandar que la siguieran igualmente así que no importaba decir más verdades, no se las tomaría en serio igualmente -La verdad que empiezo en el mundo de los negocios de estas características, he estado mucho tiempo trabajando... Bueno como tú, viene bien de vez en cuando cambiar de aires...- Hasta ahora solo había sido un mercenario, ella lo parecía por lo que seguramente entendería mi punto de vista -¿No te interesaría un trabajo en el cual no hay que hacer preguntas?- Comenté sonriendo, no iba en serio, supuse que igualmente se retiraría pensé que sería gracioso que dijera que sí o simplemente se asustara... -Puedes pensarlo hasta que lleguemos a tu destino- agregué.
Pronto llegamos a la bifurcación marcada, donde el carro se detiene, mi mirada directa al conductor de dicho carruaje decía claramente "Abre la boca y te mato", no iba a engañar nuevamente a la joven pero será mejor que no diga nada más respecto a nuestras... "cositas". Hice una señal y Ryan bajó -Ryan te enseñará el camino para demostrar que no engaño, una vez en el destino el se irá- MENTIRA tiene instrucciones de dejarla en la mina y luego hacer que se va, pero en realidad la sigue, un plan perfecto... Sí... Se me ocurrió a mi, no lo leí en ningún libro ni copio a ningún jefe anterior que me mandase algo similar... -Ryan, cuando le dejes en su mina, ven andando...- Ordené -¿¡Andando!?- Es verdad que era un trecho pero daba igual, no iba a volver... ¿Se acordaría que tenía que seguirla no? Eso espero, con un incompetente en el equipo ya es suficiente -Bueno señorita Judy, aquí nos separamos, excepto si se ha pensado lo del trabajo, puede decirlo ahora o buscarme por la noche en la taberna "El rincón del espresso"- Nombre irónico cuanto menos... Pues el dueño... Bueno, todos tenemos un pasado -Puedo invitarle a cenar si gusta- Vale, voy necesitado de soldados... Si hay una posibilidad de que esta muchacha caiga en mis redes, caerá
Pronto llegamos a la bifurcación marcada, donde el carro se detiene, mi mirada directa al conductor de dicho carruaje decía claramente "Abre la boca y te mato", no iba a engañar nuevamente a la joven pero será mejor que no diga nada más respecto a nuestras... "cositas". Hice una señal y Ryan bajó -Ryan te enseñará el camino para demostrar que no engaño, una vez en el destino el se irá- MENTIRA tiene instrucciones de dejarla en la mina y luego hacer que se va, pero en realidad la sigue, un plan perfecto... Sí... Se me ocurrió a mi, no lo leí en ningún libro ni copio a ningún jefe anterior que me mandase algo similar... -Ryan, cuando le dejes en su mina, ven andando...- Ordené -¿¡Andando!?- Es verdad que era un trecho pero daba igual, no iba a volver... ¿Se acordaría que tenía que seguirla no? Eso espero, con un incompetente en el equipo ya es suficiente -Bueno señorita Judy, aquí nos separamos, excepto si se ha pensado lo del trabajo, puede decirlo ahora o buscarme por la noche en la taberna "El rincón del espresso"- Nombre irónico cuanto menos... Pues el dueño... Bueno, todos tenemos un pasado -Puedo invitarle a cenar si gusta- Vale, voy necesitado de soldados... Si hay una posibilidad de que esta muchacha caiga en mis redes, caerá
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El mundo de los negocios era algo que se me escapaba normalmente, y a pesar de eso conocía alguno de sus entresijos. Normalmente aceptaba cualquier tipo de trabajo que me dierra berryes a cambio para sobrevivir lo suficiente como para no morirme de hambre. El cliente que tenía ahora pagaba bastante bien, pero en cuanto aquel hombre, cuyo nombre era Mako, me propuso trabajo me quedé por unos segundos mirándole. Y ni corta ni perezosa le respondí.
-Si claro, siempre y cuando se pague bien haré lo que me pidan- le dije con tono calmado- Y puede estar tranquilo, no pregunto, principalmente porque ni me incumbe ni me interesa. ¿ Entra dineros en mi bolsillo? Se acabó mis preguntas. Así que...¿que necesita de mi para contratarme? Soy buena en varios campos, aunque si usted quiere contratarme será por algo más elaborado ¿Quizás?
Mi cliente podría esperar un poco más a recibir su encargo, ya que al fin y al cabo esto me iba a llevar un día igualmente. Trabajar para un desconocido no era algo que me llamara demasiado, sin embargo los berries si que lo hacían. Estaba cansada de ir mendigando por un puñado de oro. Además mi tierra natal ya no era segura desde mi aventura con Yor. Así que ahora mismo no tenía demasiadas opciones para sobrevivir.
Saqué un cigarro de mi mono, lo prendí con un mechero que tenía en el mismo y di una larga calada, exhalando el humo hacia el cielo.
-Bueno, nos vamos a ahorrar la quedada en la taberna, aunque no le diré que no a una cena de tranquis. Aún así ¿ que necesita que haga?- le pregunté volviendo a dar otra calada al cigarro. -Todos tenemos pasados, pero para mi lo que cuenta no es lo que hayas hecho atrás y que no se puede cambiar. Por lo que a mi respecta, con usted yo empiezo hoja en blanco. Yo no le pregunto, usted tampoco lo hará. Creo que es un buen negocio. Espero que su generosidad esté también acorde a las palabras.
Dicho esto seguí fumando. Me hice la dura, lo admito. Aún así me andaba todavía con pies de plomo con este tipo. Me fiaba y a la vez no. A saber que chanchullo quería que le hiciera. Necesitaba soldados, vale, de momento se defenderme bien con mi par de gemelas atadas a mi cinto. Si requería cubrirle, podría hacerlo.
-Si claro, siempre y cuando se pague bien haré lo que me pidan- le dije con tono calmado- Y puede estar tranquilo, no pregunto, principalmente porque ni me incumbe ni me interesa. ¿ Entra dineros en mi bolsillo? Se acabó mis preguntas. Así que...¿que necesita de mi para contratarme? Soy buena en varios campos, aunque si usted quiere contratarme será por algo más elaborado ¿Quizás?
Mi cliente podría esperar un poco más a recibir su encargo, ya que al fin y al cabo esto me iba a llevar un día igualmente. Trabajar para un desconocido no era algo que me llamara demasiado, sin embargo los berries si que lo hacían. Estaba cansada de ir mendigando por un puñado de oro. Además mi tierra natal ya no era segura desde mi aventura con Yor. Así que ahora mismo no tenía demasiadas opciones para sobrevivir.
Saqué un cigarro de mi mono, lo prendí con un mechero que tenía en el mismo y di una larga calada, exhalando el humo hacia el cielo.
-Bueno, nos vamos a ahorrar la quedada en la taberna, aunque no le diré que no a una cena de tranquis. Aún así ¿ que necesita que haga?- le pregunté volviendo a dar otra calada al cigarro. -Todos tenemos pasados, pero para mi lo que cuenta no es lo que hayas hecho atrás y que no se puede cambiar. Por lo que a mi respecta, con usted yo empiezo hoja en blanco. Yo no le pregunto, usted tampoco lo hará. Creo que es un buen negocio. Espero que su generosidad esté también acorde a las palabras.
Dicho esto seguí fumando. Me hice la dura, lo admito. Aún así me andaba todavía con pies de plomo con este tipo. Me fiaba y a la vez no. A saber que chanchullo quería que le hiciera. Necesitaba soldados, vale, de momento se defenderme bien con mi par de gemelas atadas a mi cinto. Si requería cubrirle, podría hacerlo.
Mako
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Sin poder evitarlo empecé a reirme, primero con una leve y casi insonora risa, pero poco a poco cual río desbordado empecé a reírme más y más, hasta el punto que parecía un psicopata, me llevé la mano a la cara para frenar dicho acto involuntario y poco a poco fui calmando mi ser. ¿Que acababa de pasar? Esto era más divertido que sacar a la fuerza información de alguien que se niega a darla, este giro de guion no entraba en escena, ni siquiera me esperaba la respuesta de la muchacha, pero quizás por eso el instinto me hizo hacer esa pregunta con un gran porcentaje de broma y un leve de seriedad -Eres increíble... Has oído lo de silenciar al hombre, estoy seguro, sabes que me he intentado librar de ti mintiendo como un bellaco ¿y aún así aceptas el trabajo? Eso demuestra una confianza en si mismo arrolladora, estás tan segura de ti misma que no dudas en ponerte a las ordenes de cualquiera?- Era increible, me recordaba a alguien... ¿A quien era? Ah, sí, a mi... -Jajaja, eres curiosa... Y encima vas al grano cosa que agradezco, el tiempo es oro. Muy bien, el trabajo es simple, este bocazas de aquí- Comenté señalando al del carruaje -Ya ha dicho lo que necesito, pero sería muy estúpido por mi parte que nada más llegar hayan problemas fuera de lo normal, por lo que el trabajo será, recopilar información del hombre, una vez la tengas, se la das a Ryan, quien tampoco se puede mojar mucho, vamos a estar una temporada en esta isla...- Normalmente lo haría yo, pero si es verdad que tengo que empezar a dar una imagen más diferente de la de matón o mi estancia en la isla será más breve de lo necesario... -¿Cuando pides por el trabajo? Agregaré un pequeño incentivo si consigues que acepte el trato de venderme su mina ruinosa...- Claro que lo haría, a los trabajadores hay que darles incentivos y metas, yo podía matar, pero si me pedían algo específico o una alternativa con beneficios más altos, me metía más en el "papel"
Judy
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Claramente aceptaba el trabajo. Había que ser muy necia para no saber que en este mundo el hijo putismo era algo que estaba al orden del día. Yo nunca me fiaba de nadie, inclusive este hombre, pero ofrecía dinero y un trabajo rápido, y como era obvio no me iba a negar. Si trataba de jugármela yo también se la jugaría a él, que eso no le cupiera duda. Aún así me consideraba una persona de honor, y cuando alguien requiere de mis servicios, procuro ser la mejor en la medida de lo posible.
- Bueno, en mi pueblo decíamos una frase muy concreta cada vez que alguien nos decía esto al aceptar una chamba: "Hay que comer", además...si no tuviera confianza en el lo que hago estaría finita hace mucho tiempo.
Así que me crucé de brazos mientras escuchaba todo aquello que me estaba diciendo. La verdad es que esto si me interesaba mucho, y hoy al ponerse el día acabaría, y cobraría, por dos trabajos a falta de uno.
-¿Solo eso? Convencer a un idiota para que te venda la mina?. Creía que tenía suficiente carisma para hacerlo usted, pero si requiere que haga eso, creo que puedo hacerlo sin problema. Dígame¿ puede hablarme un poco más del vendedor? Por saber a que me enfrento.-le dije antes de escuchar la parte del pago, algo que si me interesaba de verdad.
-Bueno, mi incentivo se traduciría en que...hay que comer, viajar y comprarme unas botas nuevas. Calcule mas o menos la cantidad que vea, siempre que sea acorde con la chamba. Además imagino que ganar una "mina ruinosa" le será muy beneficioso por lo visto-le dije irónica a pesar de que ya sabía de que iba todo esto.
Suspiré por unos segundos, esperando a que él llevara la acción, puesto que por mi parte todo estaba claro, y solo necesitaba aquella información que le había pedido. Por lo demás creo que me las apañaría bastante bien y sin ningún contratiempo.
-¿Vamos entonces? Yo le sigo.
- Bueno, en mi pueblo decíamos una frase muy concreta cada vez que alguien nos decía esto al aceptar una chamba: "Hay que comer", además...si no tuviera confianza en el lo que hago estaría finita hace mucho tiempo.
Así que me crucé de brazos mientras escuchaba todo aquello que me estaba diciendo. La verdad es que esto si me interesaba mucho, y hoy al ponerse el día acabaría, y cobraría, por dos trabajos a falta de uno.
-¿Solo eso? Convencer a un idiota para que te venda la mina?. Creía que tenía suficiente carisma para hacerlo usted, pero si requiere que haga eso, creo que puedo hacerlo sin problema. Dígame¿ puede hablarme un poco más del vendedor? Por saber a que me enfrento.-le dije antes de escuchar la parte del pago, algo que si me interesaba de verdad.
-Bueno, mi incentivo se traduciría en que...hay que comer, viajar y comprarme unas botas nuevas. Calcule mas o menos la cantidad que vea, siempre que sea acorde con la chamba. Además imagino que ganar una "mina ruinosa" le será muy beneficioso por lo visto-le dije irónica a pesar de que ya sabía de que iba todo esto.
Suspiré por unos segundos, esperando a que él llevara la acción, puesto que por mi parte todo estaba claro, y solo necesitaba aquella información que le había pedido. Por lo demás creo que me las apañaría bastante bien y sin ningún contratiempo.
-¿Vamos entonces? Yo le sigo.
Mako
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Miré de arriba a bajo a la mujer -Cincuenta mil berries, claramente al finalizar el trabajo, con eso te da para comprarte unas botas de "glusky" que tienen precios más altos que algunos criminales por su cabeza. ¿Qué se del hombre? Es hijo del verdadero dueño de la mina, pero este murió, el desgraciado heredó tanto la mina, como tres locales y un barco. Nunca ha dado palo al agua, es un mujeriego que le gusta la vida nocturna pues las reuniones con él siempre han sido en sitios turbios, el dinero no le llama la atención, le gusta más sentirse poderoso... Podría fácilmente pisarle el cuello y obligarlo pero aún que esta ciudad esté podrida, tiene sus leyes y normas, por lo que prefiero pasar inadvertido por el momento- ¿Esa era toda la información que tenía? -Oh, lo que podría complicar un poco la trama, se asocia mucho con una banda llamada cuervos rojos, supongo que solo quieren su dinero pero quizás si creen que te entrometes pueden darte problemas, pero no hay motivos para preocuparse por ellos- No, no los había, no eramos una amenaza directa, por lo menos aún...
Hice una seña a Ryan -Informa de todo a la muchacha, donde vive, donde come, donde fuma... Asegúrate que lo tiene todo y cubre sus espaldas, ahora mismo trabaja para mi y merece el apoyo correcto. Sí, por algún casual, la cosa se tuerce, volver rápidamente aquí, estaré preparado para un choque directo... Pero si eso pasa, tus honorarios se reducen a la mitad, si el objetivo muere, te quedas sin nada y si me enmarronas también, haz que acepte el trato y te ofrezco diez mil berries más- Me parecía una oferta generosa, tiempo atrás yo también la habría aceptado... Quien sabe, quizás valga la pena el riesgo de contratar a la muchacha...
Esperaría a que Ryan y la muchacha se fueran a su misión para poder inspeccionar la mina y hablar con el imbécil que me ha delatado a la primera de cambio... -¿Es lo suficientemente grande?- Pregunté - Sí, se podría guardar un cargamento sin problemas, una vez la tengamos y funcione, podremos ocultar y transportar por la ciudad de forma sencilla sin ser descubiertos, esto nos hará ganar mucho dinero señor- Miré la hombre pensando en acabar con él, pero por desgracia le necesitaba -Bien, eso espero, ahora vamos a depositar la confianza en esos dos... Necesito la maldita mina...- Sentencié
Hice una seña a Ryan -Informa de todo a la muchacha, donde vive, donde come, donde fuma... Asegúrate que lo tiene todo y cubre sus espaldas, ahora mismo trabaja para mi y merece el apoyo correcto. Sí, por algún casual, la cosa se tuerce, volver rápidamente aquí, estaré preparado para un choque directo... Pero si eso pasa, tus honorarios se reducen a la mitad, si el objetivo muere, te quedas sin nada y si me enmarronas también, haz que acepte el trato y te ofrezco diez mil berries más- Me parecía una oferta generosa, tiempo atrás yo también la habría aceptado... Quien sabe, quizás valga la pena el riesgo de contratar a la muchacha...
Esperaría a que Ryan y la muchacha se fueran a su misión para poder inspeccionar la mina y hablar con el imbécil que me ha delatado a la primera de cambio... -¿Es lo suficientemente grande?- Pregunté - Sí, se podría guardar un cargamento sin problemas, una vez la tengamos y funcione, podremos ocultar y transportar por la ciudad de forma sencilla sin ser descubiertos, esto nos hará ganar mucho dinero señor- Miré la hombre pensando en acabar con él, pero por desgracia le necesitaba -Bien, eso espero, ahora vamos a depositar la confianza en esos dos... Necesito la maldita mina...- Sentencié
Meneror
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Judy asentiría sin problema alguno y una vez cerradas y aclaradas todas las dudas, se dispuso a partir del lugar. Se despidió de la persona que le había contratado, y una vez se alejó lo suficiente de la escena para que aquellos hombres ya no la vieran ni la pudieran escuchar, sacó de su bolso un pequeño caracófono que activó. Arrimó su boca al "micrófono" y comenzó a hablar a quien la estaba escuchando.
-Está hecho- dijo Judy con tono seco y calmado.
-¿Sospechan algo?- dijo una voz extraña al otro lado.
-¿Crees que si sospecharan estaría hablando contigo mamawebo?- suspiró- Dile al Don que ya está todo dispuesto. Puede acercarse a la mina Oeste, ellos están allí si no se han movido todavía. Estoy segura que el jefe querrá hablar con ellos.
-¿Les has sacado algo?
-Si, os mandaré un informe completo, pero primero quiero que me paguéis...lo hacemos como siempre. De entrada está interesado en hacer negocio en la mina, y todos sabemos que no es por el platino.
-Bien, ve al punto de recogida. No te demores. Buen trabajo.
Dicho esto la transmisión se cortó, provocando que Judy suspirara al aire, pero después de todo, comenzó a caminar nuevamente hacia la villa. Su papel había acabado.
Villa. Taberna local
Un hombre ataviado con un traje, pinganillo y dos pistolas a las caderas entra en el establecimiento donde me hallaba fumando un buen puro mientras degustaba una copa del vino local. No admiraba demasiado aquella isla, es más, echaba de menos mi Toussaint. Al menos el vino no sabe a mierda. No pude evitar arquear la ceja al ver a mi hombre entrando por la puerta. Este simplemente asintió, dándome a entender que Judy se había puesto en contacto con él. Parecía que aquella mocosa hizo bien su trabajo. Era hora de conocer a ese tipo, y esperaba que no fuera una absoluta decepción.
Saqué la billetera y dejé un par de billetes encima de la mesa a modo de pago. Hecho esto me levanté y salí del establecimiento, enarbolando otro nuevo puro, el cual encendí con el cipo en la boca. Cuatro hombres del mismo porte que el que había entrado en la taberna me acompañaron, y nos dispusimos a ir cuesta arriba para llegar hasta las minas, donde Judy nos dijo donde estaría el nuevo "comprador".
¿Porqué me interesaba aquel tipo? Realmente me importaba entre cero y nada, pero nunca estaba de mas en saber quien compra o vende inmuebles en la zona. Por si hay que aplastarlos o absorberlos antes de tiempo. Fuera como fuera, y tras caminar por diez minutos, pude verlos, a dos hombres, junto a la entrada de la primera mina de platino. Mis hombres no llevaban las armas a la vista e íbamos con paso calmado y tranquilo. En el centro me situaba yo, con cara seria y tranquila. El único ruido que sonaba en el ambiente era el de mis labios apretando el puro, pues pareciera que hasta los mismísimos sonidos del bosque se acojonaran de la presencia de "Il Bianco".
Por otro lado también quería ver la primera reacción de este " futuro competidor" al verme. Si huía ya sabíamos que era un criminal o un pirata, la verme a mi un sichibukai, aunque bueno, si fuera un criminal de seguro me conocía. Sea como sea, estaba allí, a pocos metros de aquel hombre calvo, mirándole silencioso. Cualquiera diría que estábamos a punto de batirnos en un duelo del viejo Oeste. Pero finalmente dije unas palabras mientras miraba al cielo, con cierto desdén.
-Un día...claro.
-Está hecho- dijo Judy con tono seco y calmado.
-¿Sospechan algo?- dijo una voz extraña al otro lado.
-¿Crees que si sospecharan estaría hablando contigo mamawebo?- suspiró- Dile al Don que ya está todo dispuesto. Puede acercarse a la mina Oeste, ellos están allí si no se han movido todavía. Estoy segura que el jefe querrá hablar con ellos.
-¿Les has sacado algo?
-Si, os mandaré un informe completo, pero primero quiero que me paguéis...lo hacemos como siempre. De entrada está interesado en hacer negocio en la mina, y todos sabemos que no es por el platino.
-Bien, ve al punto de recogida. No te demores. Buen trabajo.
Dicho esto la transmisión se cortó, provocando que Judy suspirara al aire, pero después de todo, comenzó a caminar nuevamente hacia la villa. Su papel había acabado.
Villa. Taberna local
Un hombre ataviado con un traje, pinganillo y dos pistolas a las caderas entra en el establecimiento donde me hallaba fumando un buen puro mientras degustaba una copa del vino local. No admiraba demasiado aquella isla, es más, echaba de menos mi Toussaint. Al menos el vino no sabe a mierda. No pude evitar arquear la ceja al ver a mi hombre entrando por la puerta. Este simplemente asintió, dándome a entender que Judy se había puesto en contacto con él. Parecía que aquella mocosa hizo bien su trabajo. Era hora de conocer a ese tipo, y esperaba que no fuera una absoluta decepción.
Saqué la billetera y dejé un par de billetes encima de la mesa a modo de pago. Hecho esto me levanté y salí del establecimiento, enarbolando otro nuevo puro, el cual encendí con el cipo en la boca. Cuatro hombres del mismo porte que el que había entrado en la taberna me acompañaron, y nos dispusimos a ir cuesta arriba para llegar hasta las minas, donde Judy nos dijo donde estaría el nuevo "comprador".
¿Porqué me interesaba aquel tipo? Realmente me importaba entre cero y nada, pero nunca estaba de mas en saber quien compra o vende inmuebles en la zona. Por si hay que aplastarlos o absorberlos antes de tiempo. Fuera como fuera, y tras caminar por diez minutos, pude verlos, a dos hombres, junto a la entrada de la primera mina de platino. Mis hombres no llevaban las armas a la vista e íbamos con paso calmado y tranquilo. En el centro me situaba yo, con cara seria y tranquila. El único ruido que sonaba en el ambiente era el de mis labios apretando el puro, pues pareciera que hasta los mismísimos sonidos del bosque se acojonaran de la presencia de "Il Bianco".
Por otro lado también quería ver la primera reacción de este " futuro competidor" al verme. Si huía ya sabíamos que era un criminal o un pirata, la verme a mi un sichibukai, aunque bueno, si fuera un criminal de seguro me conocía. Sea como sea, estaba allí, a pocos metros de aquel hombre calvo, mirándole silencioso. Cualquiera diría que estábamos a punto de batirnos en un duelo del viejo Oeste. Pero finalmente dije unas palabras mientras miraba al cielo, con cierto desdén.
-Un día...claro.
Mako
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Una vez solos, me tomé la molestia de sentirme invitado, por lo que entré en la mina apartando un poco la puerta roñosa y carcomida, encendí una de las antorchas que había en la pared con un mechero traído por el hombre de verde y me adentré intentando no tocar mucho ni mancharme. Por lo que pude ver con un simple vistazo, la mina no valía como para explotarla como tal, pero con poco granito que saque más el espacio que tiene pues parece un buen sitio donde almacenar cualquier producto, esta más la de platino, pueden ser un gran inicio con mi cliente.
Yo no entiendo de minas, simplemente lo que he estudiado rápidamente para evitar la pata en gran medida, pero esta estaba poco escavada, tenía un par de cámaras que usar como escondrijo y por si fuera poco estaba algo alejada de mirones. Empezaríamos con un simple cargamento pero calculaba que podría albergar unos cuatro. Poco a poco fuimos saliendo de la mina hasta llegar nuevamente a la entrada -Me gusta- Comenté tranquilamente
Tras llevar un buen rato hablando con el hombre de verde sobre nuestra "alianza" en mi nueva empresa, observé a lo lejos lo que podrían ser problemas -Atento, esto no me gusta- Comenté, no sabía quienes eran, pero claramente no venían en son de paz, vestían de forma totalmente diferente a todos los maleantes que rondaban la isla, por no hablar que lo hacían en formación, cuatro protegían al del centro claramente... Muchas veces he realizado un trabajo de protección de la misma manera.
Dentro de mi americana los cuchillos empezaban a vibrar, estaba preparado para lanzarlos y terminar con la vida de tres de ellos, más a los otros dos hacerles llegar al cielo a base de tiros de mi revolver. Pero parecía que mi suerte no cambió en absoluto. Salí de Dark Home tras varios intentos de asesinato para acabar muerto en una montaña de mala muerte... Os explico por qué llegué a pensar eso... Cuando se acercaron los cinco hombres y el del centro habló, estaba preparado para deshacerme de ellos... -Ningún nubarrón que amenace tempestad- Respondí ante su comentario, para los que leen entre lineas significaba "Largaos, no sois una amenaza" pero al seguir hablando para intentar hacerme el tonto y que se fueran, me clavé -Estos días son los qu...-
De pronto mis palabras no salían de mi boca, mi lengua paralizada, mi boca abierta pero inútil, un liquido empezó a brotar de mi brillante calva, perlas de sudor se hacían visible con los rayos del sol, mis piernas... ¿Mis piernas? Más de lo mismo, no temblaban pero estaban rígidas, ¿Pudiera ser que este hombre? No... No tenía sentido, pero su cara me sonaba, era famosa en el bajo mundo, era hasta mismísimos cuadros en Dark Home... No, no, no, no... Se parecerá... Ahora mismo mis cuchillos estaban igual de fríos que yo, mi voluntad se había ido fugazmente... Pero retornó... ¡A la mierda! O una de dos, o no era él o ya estaba mi destino hecho por lo que paralizarse no serviría de nada...
Lentamente llevé mi mano dentro de la chaqueta, de forma pasiva y sin movimientos bruscos, no quería que pareciera una amenaza, y de la misma forma que metí la mano, la saqué, pero entre los dedos llevaba un pequeño pañuelo de seda rojo el cual usé para secarme el sudor de la frente -Hoy hace un día algo caluroso... Díganme señores, ¿Qué les trae...?- Dudaba, ¿Como no iba as ser él? Por mucho que lo pensara, si ahora intentaba matar a los cinco, o saldría mal o sería innecesario, si era quien creía que era, saldría mal, si no... Mi vida no corría peligro... Por lo que sería innecesario... Pero como olvidar a un hombre de casi tres metros de altura, con una cicatriz en el ojo y un garfio de mano... -¿Que les trae por aquí?- ¡Ese maldito hombre era uno de los peores rufianes que había en el bajo mundo! ¡¡Meneror con ciento ochenta millones por su cabeza!! Pero si le llamaba por su nombre, eso indicaba que lo conocía... ¡Mierda! ¿No me jodas que la familia "Lister" estaba aliada con él? Si es así, mis ataques a ellos... Han atacado a Meneror...
Aún con la batalla mental que tenía en la cabeza, si de pronto me sentía más que amenazado, lanzaría tres cuchillos a sus compinches con mi poder y al otro y al propio Sinchibukai intentaría coserlos a balas...
Yo no entiendo de minas, simplemente lo que he estudiado rápidamente para evitar la pata en gran medida, pero esta estaba poco escavada, tenía un par de cámaras que usar como escondrijo y por si fuera poco estaba algo alejada de mirones. Empezaríamos con un simple cargamento pero calculaba que podría albergar unos cuatro. Poco a poco fuimos saliendo de la mina hasta llegar nuevamente a la entrada -Me gusta- Comenté tranquilamente
Tras llevar un buen rato hablando con el hombre de verde sobre nuestra "alianza" en mi nueva empresa, observé a lo lejos lo que podrían ser problemas -Atento, esto no me gusta- Comenté, no sabía quienes eran, pero claramente no venían en son de paz, vestían de forma totalmente diferente a todos los maleantes que rondaban la isla, por no hablar que lo hacían en formación, cuatro protegían al del centro claramente... Muchas veces he realizado un trabajo de protección de la misma manera.
Dentro de mi americana los cuchillos empezaban a vibrar, estaba preparado para lanzarlos y terminar con la vida de tres de ellos, más a los otros dos hacerles llegar al cielo a base de tiros de mi revolver. Pero parecía que mi suerte no cambió en absoluto. Salí de Dark Home tras varios intentos de asesinato para acabar muerto en una montaña de mala muerte... Os explico por qué llegué a pensar eso... Cuando se acercaron los cinco hombres y el del centro habló, estaba preparado para deshacerme de ellos... -Ningún nubarrón que amenace tempestad- Respondí ante su comentario, para los que leen entre lineas significaba "Largaos, no sois una amenaza" pero al seguir hablando para intentar hacerme el tonto y que se fueran, me clavé -Estos días son los qu...-
De pronto mis palabras no salían de mi boca, mi lengua paralizada, mi boca abierta pero inútil, un liquido empezó a brotar de mi brillante calva, perlas de sudor se hacían visible con los rayos del sol, mis piernas... ¿Mis piernas? Más de lo mismo, no temblaban pero estaban rígidas, ¿Pudiera ser que este hombre? No... No tenía sentido, pero su cara me sonaba, era famosa en el bajo mundo, era hasta mismísimos cuadros en Dark Home... No, no, no, no... Se parecerá... Ahora mismo mis cuchillos estaban igual de fríos que yo, mi voluntad se había ido fugazmente... Pero retornó... ¡A la mierda! O una de dos, o no era él o ya estaba mi destino hecho por lo que paralizarse no serviría de nada...
Lentamente llevé mi mano dentro de la chaqueta, de forma pasiva y sin movimientos bruscos, no quería que pareciera una amenaza, y de la misma forma que metí la mano, la saqué, pero entre los dedos llevaba un pequeño pañuelo de seda rojo el cual usé para secarme el sudor de la frente -Hoy hace un día algo caluroso... Díganme señores, ¿Qué les trae...?- Dudaba, ¿Como no iba as ser él? Por mucho que lo pensara, si ahora intentaba matar a los cinco, o saldría mal o sería innecesario, si era quien creía que era, saldría mal, si no... Mi vida no corría peligro... Por lo que sería innecesario... Pero como olvidar a un hombre de casi tres metros de altura, con una cicatriz en el ojo y un garfio de mano... -¿Que les trae por aquí?- ¡Ese maldito hombre era uno de los peores rufianes que había en el bajo mundo! ¡¡Meneror con ciento ochenta millones por su cabeza!! Pero si le llamaba por su nombre, eso indicaba que lo conocía... ¡Mierda! ¿No me jodas que la familia "Lister" estaba aliada con él? Si es así, mis ataques a ellos... Han atacado a Meneror...
Aún con la batalla mental que tenía en la cabeza, si de pronto me sentía más que amenazado, lanzaría tres cuchillos a sus compinches con mi poder y al otro y al propio Sinchibukai intentaría coserlos a balas...
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No corría viento, pero daba la sensación de que alguien de los presentes se había cagado encima...solo esperaba que no fuera ninguno de mis hombres, pues que poco decoro. A la vista de los acontecimientos no respondí a aquel hombre al momento, sino que volví a mirarle fijamente antes de mover las pupilas hacia su acompañante. Con un leve carraspeo a la par que cerraba los ojos, dos de mis hombres se acercaron a él, y muy educadamente le dijeron que le acompañaran, para dejarnos hablar con más tranquilidad. El hombre de verde estaba algo confuso por todo aquello, incluso hizo el amago de forcejear, pero mis hombres, educadamente se lo llevaron a un lado del camino, ocultándose y perdiéndose entre los árboles. Quedando así, solo aquel hombre, dos de mis hombres y un servidor.
Exhalé humo por la boca mientras sujetaba el puro con la mano izquierda, la que me quedaba. Volví a mirar al cielo, sabía que me estaba haciendo de rogar, y aún así seguía a lo mío. Hasta que finalmente le contesté.
-Adelgazado habéis- dije acercándome unos pasos hacia él con suma tranquilidad- Parece que los tiempos os son adversos señor Mako, más témome que poco creíme cuando em dijeron que estabais aquí, y que decir, cuando me enteré que estabais pensando hacer negocios en esta isla perdida de la mano de los dioses.
Volví a llevarme el puro a la boca, y eso no evitó que echara humo por la boca.
-Andaba por estos lares y preguntábame porqué vos, concretamente vos ibais a tener interés en una vieja y polvorienta mina, cuyo metal vale menos que el vino de Arabasta. "Seguramente sea una inversión a largo plazo" díjeme...más no puede evitar que la sombra de la duda enturbiarame la sesera.-dije haciendo un gesto leve golpeándome con el dedo índice la sien mientras sujetaba el puro con esa misma mano- Más al igual que Dios, ni creo en la oportunidad ni en la casualidad. Así que aventúrome a decirme, que iniciando os estáis en este mundillo. ¿Equivócome?
No, claro que no me equivocaba. Era evidente porque estaba allí, y el informe de Judy seguro que lo corroboraría más adelante. Conocía a Mako, de tiempo atrás en aquella ostentosa encrucijada en el casino tiempo atrás. Su fortuna parece haber mejorado desde entonces, y ahora solo me preguntaba ¿ Para bien o para mal?. No lo sabía, así que tenía que salir de dudas. Con un gesto de mano uno de los matones, pidiendo permiso a Mako para pasar por su lado se aventuró en las minas, perdiéndose en la oscuridad, mientras que el otro seguía a mi lado. Todavía parecía no reconocerme.
-Decepcióname que mi faz hayáis olvidado , más yo si me acuerdo de la vuestra. Creo que delito tiene este sentimiento, mas en cuenta no os lo tendré, y espero que cuenta os déis de Meneror soy.
Francamente, debía de ser de los pocos en todo el globo que no conocía a un shichibukai..señor de Toussaint, principal capo del bajo mundo en drogas y armas y jefe de la organiación "La Corte", aunque de esta última obvio era que no la conociera.
Exhalé humo por la boca mientras sujetaba el puro con la mano izquierda, la que me quedaba. Volví a mirar al cielo, sabía que me estaba haciendo de rogar, y aún así seguía a lo mío. Hasta que finalmente le contesté.
-Adelgazado habéis- dije acercándome unos pasos hacia él con suma tranquilidad- Parece que los tiempos os son adversos señor Mako, más témome que poco creíme cuando em dijeron que estabais aquí, y que decir, cuando me enteré que estabais pensando hacer negocios en esta isla perdida de la mano de los dioses.
Volví a llevarme el puro a la boca, y eso no evitó que echara humo por la boca.
-Andaba por estos lares y preguntábame porqué vos, concretamente vos ibais a tener interés en una vieja y polvorienta mina, cuyo metal vale menos que el vino de Arabasta. "Seguramente sea una inversión a largo plazo" díjeme...más no puede evitar que la sombra de la duda enturbiarame la sesera.-dije haciendo un gesto leve golpeándome con el dedo índice la sien mientras sujetaba el puro con esa misma mano- Más al igual que Dios, ni creo en la oportunidad ni en la casualidad. Así que aventúrome a decirme, que iniciando os estáis en este mundillo. ¿Equivócome?
No, claro que no me equivocaba. Era evidente porque estaba allí, y el informe de Judy seguro que lo corroboraría más adelante. Conocía a Mako, de tiempo atrás en aquella ostentosa encrucijada en el casino tiempo atrás. Su fortuna parece haber mejorado desde entonces, y ahora solo me preguntaba ¿ Para bien o para mal?. No lo sabía, así que tenía que salir de dudas. Con un gesto de mano uno de los matones, pidiendo permiso a Mako para pasar por su lado se aventuró en las minas, perdiéndose en la oscuridad, mientras que el otro seguía a mi lado. Todavía parecía no reconocerme.
-Decepcióname que mi faz hayáis olvidado , más yo si me acuerdo de la vuestra. Creo que delito tiene este sentimiento, mas en cuenta no os lo tendré, y espero que cuenta os déis de Meneror soy.
Francamente, debía de ser de los pocos en todo el globo que no conocía a un shichibukai..señor de Toussaint, principal capo del bajo mundo en drogas y armas y jefe de la organiación "La Corte", aunque de esta última obvio era que no la conociera.
Mako
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Akuma no mi
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Primer movimiento, tenía que estudiar bien a este hombre pues acababa de empezar una partida de ajedrez en la que perder no solo era un "Jaque mate", era una tumba en la tierra. Sin pensarlo dos veces, sus hombres ante la señal tan insignificante como un carraspeo, se movieron y fueron a por el de verde. No reaccione a ellos, mis instintos y sentidos estaban clavados en el del centro. Mi acompañante forcejeó inútilmente, pero al ver que no me movía entendió la gravedad del asunto y aún que lo iba a matar igualmente, que lo haga otro demuestra poder...
¿Sabéis de que color es un fantasma dibujado? Sí, pues de ese me quedé yo, pasé de chocolate tostado a blanco leche entera cuando de entre los dientes de ese hombre apareció mi nombre... Me recordaba y sabía lo que estaba haciendo ¿Como podía tener tal cantidad de control? Ni yo mismo me acuerdo de los compañeros que he tenido y eso que he cometido delitos con ellos y con dos encuentros breves e insignificantes, este hombre recordaba tanto mi rostro como mi cara... Tras el shock que tenía encima y escuchar todas sus palabras, decidí que era momento de no parecer tan débil... Pasé por alto al soldado que se adentró en la mina, me tenían calado... -No podría olvidar su nombre, su cara o su legado ni aún que lo intentase con todas mis fuerzas... Toda persona del bajo mundo, rata o rey le conocen señor... Pero tengo que admitir que me sorprende que alguien de su renombre, reconozca a un simple soldado- Aún no podía asimilar esa información...
Ahora mismo mi cabeza estaba a punto de estallar ¿Intentaba mentirle? ¿Le contaba la verdad? Una cosa era de idiotas y la otra de estúpidos, no me he librado de las familias de Dark Home para acabar siendo un... un... A saber que era lo que quería que fuese este hombre para él ¿Alguien a quien extorsionar a cambio de "protección"? ¿Otra vez volvería a ser soldado? -Hace justicia a los rumores que corren sobre usted... Uno dice que está en todas partes y otro que tiene un don para los negocios...- A continuación iba a mentirle, inventarme una historia creíble sobre la marcha, pero un recuerdo fugaz me detiene y decido contarlo todo... -No le intentaré engañar, seguramente sabe más de lo que me puedo imaginar... No me interesa la mina como tal, pero es un buen sitio donde guardar mucho material sin llamar la atención, la isla esta podrida, pero por eso mismo podría ocultarme tan bien y sí, intento hacerme un hueco en este mundo pero... Mentiría si no le dijera que mis intenciones son algo más ambiciosas...- ¿Por qué le contaba todo? El maldito cliente, el hombre de verde... Sin presión le contó a la chica de todo, imaginar lo que le podría contar a un Sinchibukay si ejerciera un poco de presión... Este hombre ya lo sabía todo sin saberlo, con torturar a mi cliente, este le contaría todo lo que sabe y francamente... Era casi todo, por otra parte, en el bajo mundo ya habría corrido la voz... -También sabrá, que las familias "Lister", "Rob" y "Li" me quieren muerto... Aún que ahora mismo lo piensen poco tardarán en darse cuenta de que no es así y espero que no tenga negocios con ellos pues mi intención es que se den cuenta demasiado tarde...- Sí, nadie sabía que uno de mis planes es acabar con los "Lister" pero no hace falta ser un lince para saber que la venganza es bastante probable...
¿Que pretendía este hombre? Encontrarme con él ha sido simple coincidencia o va detrás de mi cabeza -Permita que me tome el descaro de hacerle una pregunta- Tenía que andar con pies de plomo -¿Va tras mi cabeza? Alguien tan poderoso no iría tras mi negocio, no jugamos ni de lejos en la misma liga, yo empiezo en madera y usted sobre pasa el diamante, lo único que me preocupa es saber si un Sinchibukai quiere una cabeza que para el gobierno no vale nada, pero en Dark Home está cotizada- La frase que me apetece decir es.. ¿Esquivaré esta bala? Pero siendo sinceros, es una bomba atómica y estoy atado a un árbol... ¿Como esquivarlo? -Tampoco suplicaré por mi vida, la defenderé con uñas y dientes- Trabajé para un asociado suyo, quizás para él indirectamente, sabe que soy combatiente, pero soy más útil vivo o eso creo... Ahora que conseguí el poder de la akuma, ahora que tengo más ambiciones que seguir ordenes, no permitiré que nadie me las quite
¿Sabéis de que color es un fantasma dibujado? Sí, pues de ese me quedé yo, pasé de chocolate tostado a blanco leche entera cuando de entre los dientes de ese hombre apareció mi nombre... Me recordaba y sabía lo que estaba haciendo ¿Como podía tener tal cantidad de control? Ni yo mismo me acuerdo de los compañeros que he tenido y eso que he cometido delitos con ellos y con dos encuentros breves e insignificantes, este hombre recordaba tanto mi rostro como mi cara... Tras el shock que tenía encima y escuchar todas sus palabras, decidí que era momento de no parecer tan débil... Pasé por alto al soldado que se adentró en la mina, me tenían calado... -No podría olvidar su nombre, su cara o su legado ni aún que lo intentase con todas mis fuerzas... Toda persona del bajo mundo, rata o rey le conocen señor... Pero tengo que admitir que me sorprende que alguien de su renombre, reconozca a un simple soldado- Aún no podía asimilar esa información...
Ahora mismo mi cabeza estaba a punto de estallar ¿Intentaba mentirle? ¿Le contaba la verdad? Una cosa era de idiotas y la otra de estúpidos, no me he librado de las familias de Dark Home para acabar siendo un... un... A saber que era lo que quería que fuese este hombre para él ¿Alguien a quien extorsionar a cambio de "protección"? ¿Otra vez volvería a ser soldado? -Hace justicia a los rumores que corren sobre usted... Uno dice que está en todas partes y otro que tiene un don para los negocios...- A continuación iba a mentirle, inventarme una historia creíble sobre la marcha, pero un recuerdo fugaz me detiene y decido contarlo todo... -No le intentaré engañar, seguramente sabe más de lo que me puedo imaginar... No me interesa la mina como tal, pero es un buen sitio donde guardar mucho material sin llamar la atención, la isla esta podrida, pero por eso mismo podría ocultarme tan bien y sí, intento hacerme un hueco en este mundo pero... Mentiría si no le dijera que mis intenciones son algo más ambiciosas...- ¿Por qué le contaba todo? El maldito cliente, el hombre de verde... Sin presión le contó a la chica de todo, imaginar lo que le podría contar a un Sinchibukay si ejerciera un poco de presión... Este hombre ya lo sabía todo sin saberlo, con torturar a mi cliente, este le contaría todo lo que sabe y francamente... Era casi todo, por otra parte, en el bajo mundo ya habría corrido la voz... -También sabrá, que las familias "Lister", "Rob" y "Li" me quieren muerto... Aún que ahora mismo lo piensen poco tardarán en darse cuenta de que no es así y espero que no tenga negocios con ellos pues mi intención es que se den cuenta demasiado tarde...- Sí, nadie sabía que uno de mis planes es acabar con los "Lister" pero no hace falta ser un lince para saber que la venganza es bastante probable...
¿Que pretendía este hombre? Encontrarme con él ha sido simple coincidencia o va detrás de mi cabeza -Permita que me tome el descaro de hacerle una pregunta- Tenía que andar con pies de plomo -¿Va tras mi cabeza? Alguien tan poderoso no iría tras mi negocio, no jugamos ni de lejos en la misma liga, yo empiezo en madera y usted sobre pasa el diamante, lo único que me preocupa es saber si un Sinchibukai quiere una cabeza que para el gobierno no vale nada, pero en Dark Home está cotizada- La frase que me apetece decir es.. ¿Esquivaré esta bala? Pero siendo sinceros, es una bomba atómica y estoy atado a un árbol... ¿Como esquivarlo? -Tampoco suplicaré por mi vida, la defenderé con uñas y dientes- Trabajé para un asociado suyo, quizás para él indirectamente, sabe que soy combatiente, pero soy más útil vivo o eso creo... Ahora que conseguí el poder de la akuma, ahora que tengo más ambiciones que seguir ordenes, no permitiré que nadie me las quite
Meneror
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Arqueé la ceja. Aquel tipo estaba cagado. ¿Cómo lo sé? Simple; voz temblorosa que quiere parecer firme, adulación por todos lados, recordatorios vanos que van y vienen pero que perfectamente no reconoce y el toque sutil de la modestia fingida. Era un pleno al quince en toda regla. Creo que había que responderle en consonancia.
-Precisamente los "soldados" son a los que hay que tener más vigilados. A un ejército venir los veis de lejos, más a un soldado fuera del grupo puede apuñalaros con suma facilidad.
Exhalé humo, el puro ya se me estaba gastando, y eso no me agradaba.
-Por supuesto que lo sé. No me he cruzado tres islas solo para averiguar vuestras intenciones. De no saberlas tan estúpido no sería de plantarme aqui.-le dije algo ofendido- Si tratáis de ocultar vuestras huellas, témome que no lo hacéis demasiado bien, pues he logrado dar con vos en apenas dos días, sin demasiado ahínco. Imaginaros como estarán las familias que os buscan día y noche. Más no vengo para compartir opiniones e historias que incúmbenme poco e impórtanme menos.
Dicho esto, saqué un pequeño caracófono del bolsillo de mi abrigo. No tenía el tamaño más grande que la palma de la mano, incluso pequeño era para lo convencional de estos objetos. Se lo ofrecí a Mako antes de continuar.
-Si fuera tras vuestra cabeza hace largo tiempo que andaríais sin cuello por las morgues; no no voy a por vos ni espero tener que hacerlo. Más vengo a avisaros de que no me interpondré en vuestro camino al ascenso, y que, cuando tengáis poder espero que tengáis el mismo gesto que yo estoy teniendo con vos ahora mismo. Obviad el sentimentalismo, esto son negocios, y es de decoro apuñalarse de frente entre caballeros. Por mi parte vengo a anunciaros que estas minas os pertenecen, más yo voy a quedarme con la de granito, al sur de donde estamos. Mos hombres pueden vigilar la zona y echar un vistazo a vuestra "mina" a cambio de hacer vos lo mismo para con los míos. A través de este den den mushi, estamos en contacto. Mas no me llamaréis y solo recibiréis llamadas, por mera protección. En cuanto humo levantéis empezaréis a saber lo que es dormir con los ojos abiertos todas las noches. Tened buena suerte,
Dicho esto tiré la ceniza del puro acabado, para encenderme otro y llevármelo a la boca. Me giré sobre mis talones y comencé a caminar camino abajo, pero a los pocos metros me volví a girar para dirigirme a Mako.
-Se me olvidaba, como amigo podéis tenerme, pero no queráis tenerme como enemigo, porque os juro....que no dejaré ni vuestros huesos. Seáis usuario, marine, legionario o Dios en la tierra, juro que por muy mal que esté la cosa os pienso exterminar.- mi tono cambió a algo más amable- Más consideradme socio vuestro a partir de ahora- hice un aceno con la cabeza a modo de saludo- Esto para que lo tengáis presente.
Hice un gesto con la mano hacia el bosque, y un disparo se escuchó a donde se habían llevado al hombre verde. Al poco salieron los dos matones que se lo habían llevado al bosque, juntándose conmigo y con los otros dos restantes.
-Y eso...para que lo recordéis.
Dicho esto me di la vuelta y me dispuse a caminar cuesta abajo. Había concluido.
-Precisamente los "soldados" son a los que hay que tener más vigilados. A un ejército venir los veis de lejos, más a un soldado fuera del grupo puede apuñalaros con suma facilidad.
Exhalé humo, el puro ya se me estaba gastando, y eso no me agradaba.
-Por supuesto que lo sé. No me he cruzado tres islas solo para averiguar vuestras intenciones. De no saberlas tan estúpido no sería de plantarme aqui.-le dije algo ofendido- Si tratáis de ocultar vuestras huellas, témome que no lo hacéis demasiado bien, pues he logrado dar con vos en apenas dos días, sin demasiado ahínco. Imaginaros como estarán las familias que os buscan día y noche. Más no vengo para compartir opiniones e historias que incúmbenme poco e impórtanme menos.
Dicho esto, saqué un pequeño caracófono del bolsillo de mi abrigo. No tenía el tamaño más grande que la palma de la mano, incluso pequeño era para lo convencional de estos objetos. Se lo ofrecí a Mako antes de continuar.
-Si fuera tras vuestra cabeza hace largo tiempo que andaríais sin cuello por las morgues; no no voy a por vos ni espero tener que hacerlo. Más vengo a avisaros de que no me interpondré en vuestro camino al ascenso, y que, cuando tengáis poder espero que tengáis el mismo gesto que yo estoy teniendo con vos ahora mismo. Obviad el sentimentalismo, esto son negocios, y es de decoro apuñalarse de frente entre caballeros. Por mi parte vengo a anunciaros que estas minas os pertenecen, más yo voy a quedarme con la de granito, al sur de donde estamos. Mos hombres pueden vigilar la zona y echar un vistazo a vuestra "mina" a cambio de hacer vos lo mismo para con los míos. A través de este den den mushi, estamos en contacto. Mas no me llamaréis y solo recibiréis llamadas, por mera protección. En cuanto humo levantéis empezaréis a saber lo que es dormir con los ojos abiertos todas las noches. Tened buena suerte,
Dicho esto tiré la ceniza del puro acabado, para encenderme otro y llevármelo a la boca. Me giré sobre mis talones y comencé a caminar camino abajo, pero a los pocos metros me volví a girar para dirigirme a Mako.
-Se me olvidaba, como amigo podéis tenerme, pero no queráis tenerme como enemigo, porque os juro....que no dejaré ni vuestros huesos. Seáis usuario, marine, legionario o Dios en la tierra, juro que por muy mal que esté la cosa os pienso exterminar.- mi tono cambió a algo más amable- Más consideradme socio vuestro a partir de ahora- hice un aceno con la cabeza a modo de saludo- Esto para que lo tengáis presente.
Hice un gesto con la mano hacia el bosque, y un disparo se escuchó a donde se habían llevado al hombre verde. Al poco salieron los dos matones que se lo habían llevado al bosque, juntándose conmigo y con los otros dos restantes.
-Y eso...para que lo recordéis.
Dicho esto me di la vuelta y me dispuse a caminar cuesta abajo. Había concluido.
Mako
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Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
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El hombre, no, mejor dicho, el Sinchibukai ya se había ido y yo permanecía ahí, quieto... Era consciente que había perdido la partida pero no conseguía entender que estaba pasando para que no solamente me dejara a mi aire si no, hacerme con un aliado así... No soy tonto, no era mi aliado, era alguien que controlaba mi ponzoña, ese hombre quería ver cuan toxico podría ser, cuanto terreno podría contaminar, quería saber hasta donde soy capaz de llegar. No solo me permite creer que es mi aliado, también vigilará mis negocios y yo los suyos, admito que me da un respiro no tener a ese monstruo en mi culo queriendo morderlo...
Tras un buen rato, más del que me gustaría admitir, suspiré, como si no hubiera respirado en todo el encuentro, miré a mi alrededor, estaba solo, recordé el sonido seco del disparo, seguramente me tocaba enterrar a mi antiguo cliente, pero de pronto, al recordar que él estaba muerto y yo no, sonreí, luego me reí por lo bajo, hasta reír a carcajadas. Había pasado de huir de los "Lister" a caminar a la sombra de Meneror, ahora sí, las familias de Dark Home que me estaban dando caza, iban a ser borradas de la faz de la tierra...
Tras agarrar una de las palas oxidadas de la mina y cavar una pequeña tumba detrás de la mina a una distancia prudente, agarré el cuerpo sin vida del cliente y lo tiré para luego tapar poco a poco hasta que pareciera que ahí no había pasado nada, para cuando volví a la entrada de la mina, estaba Ryan quien decía haber conseguido el trato... Pobre, desconocía que no fue cosa de ellos, si no de algo muy superior, pero no iba a quejarme... A partir de ahora tenía más trabajo que antes, necesitaba hacerme grande y ganar la suficiente habilidad de supervivencia para no congelarme delante de Meneror... Agarré el Den Den y lo miré, había estado tan en tensión por su antiguo dueño que me dolía todo el cuerpo... Tras subirnos al carruaje que trajo el hombre de verde, volvimos a la isla, necesitaba una ducha y dormir... Dormir hasta el día siguiente y arrancar nuevamente con la taberna... -Dime Ryan... Esa muchacha... ¿Era digna de conocerse?- Pregunté curioso ahora que imaginaba cosas raras -Es increible...- Por la cara de bobalicón que puso, imaginé que solo esas pocas horas habían bastado para enamorar a este pobre idiota... Menuda compañía...
Tras un buen rato, más del que me gustaría admitir, suspiré, como si no hubiera respirado en todo el encuentro, miré a mi alrededor, estaba solo, recordé el sonido seco del disparo, seguramente me tocaba enterrar a mi antiguo cliente, pero de pronto, al recordar que él estaba muerto y yo no, sonreí, luego me reí por lo bajo, hasta reír a carcajadas. Había pasado de huir de los "Lister" a caminar a la sombra de Meneror, ahora sí, las familias de Dark Home que me estaban dando caza, iban a ser borradas de la faz de la tierra...
Tras agarrar una de las palas oxidadas de la mina y cavar una pequeña tumba detrás de la mina a una distancia prudente, agarré el cuerpo sin vida del cliente y lo tiré para luego tapar poco a poco hasta que pareciera que ahí no había pasado nada, para cuando volví a la entrada de la mina, estaba Ryan quien decía haber conseguido el trato... Pobre, desconocía que no fue cosa de ellos, si no de algo muy superior, pero no iba a quejarme... A partir de ahora tenía más trabajo que antes, necesitaba hacerme grande y ganar la suficiente habilidad de supervivencia para no congelarme delante de Meneror... Agarré el Den Den y lo miré, había estado tan en tensión por su antiguo dueño que me dolía todo el cuerpo... Tras subirnos al carruaje que trajo el hombre de verde, volvimos a la isla, necesitaba una ducha y dormir... Dormir hasta el día siguiente y arrancar nuevamente con la taberna... -Dime Ryan... Esa muchacha... ¿Era digna de conocerse?- Pregunté curioso ahora que imaginaba cosas raras -Es increible...- Por la cara de bobalicón que puso, imaginé que solo esas pocas horas habían bastado para enamorar a este pobre idiota... Menuda compañía...
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