Ame Masayuki

Nombre: Ame Masayuki

Apodo:

Raza: Semi mink

Género: Hombre

Edad: 21

Facción: Pirata

Empleo: Músico

Trasfondo:

Ame nació en el sitio adecuado en el momento adecuado. En concreto, en las tierras más humildes de Wano. El origen del semi mink fue astutamente disfrazado por la madre del chico, que en vez de reconocer que tuvo una aventura con un atractivo mink, achacó las animalescas características de Ame a una intervención divina. Pronto se propagó la noticia de que un niño había sido bendecidos por los espíritus animales y que si acudías a visitarlo, pagando una ofrenda, tu vida podría mejorar drásticamente.

Con aquella promesa de prosperidad, la familia de Ame fue la verdadera beneficiada de aquellas visitas. El dinero empezó a fluir como el agua y pronto su estilo de vida mejoró mucho. Abundaron las telas caras, los lujos, la comida deliciosa y su posición social subió como la espuma. A Ame lo educaron en la aristocracia, aunque más bien fue un intento. El chico tenía mucho más interés por las artes escénicas y musicales que por cualquier otra cosa que intentaran enseñarle. Las bendiciones empezaron a parecerle ridículas en cuanto alcanzó la adolescencia, estaba claro a la legua que sus padres solo querían sacarle el dinero a los supersticiosos aldeanos. Solo aguantó aquella farsa hasta que las clases particulares de shamisen empezaron también a ser aburridas.

A los 19 decidió escapar de casa. Bueno, quizá la palabra escapar sea demasiado fuerte. La verdad es que el día que se despidió de su hogar solamente soltó un despreocupado “Hasta luego” que nadie interpretó como una señal de abandono. Por mucho que Ame pensara que estaba siendo un rebelde y que ahora podía ser una persona que tomara su propias decisiones, no tardó en darse cuenta de que era un gato doméstico. No tardó en perderse entre los frondosos bosques de Kuri, de donde no supo cómo salir. De entre todas las cosas que le habían enseñado, ninguna de ellas era la supervivencia en la naturaleza.

De no ser por un samurai solitario que pasaba por ahí, seguramente habría muerto de inanición. Este hombre no era tan permisivo y amable como la familia y sirvientes que lo habían rodeado toda la vida y eso fue lo que salvó a Ame de convertirse en un capullo integral. El samurai, de nombre Hanzo, lo instruyó en el uso de la espada y en el camino de la rectitud. Así poco a poco abandonó la mayoría de sus malos hábitos y para cuando cumplió los 21 ya era todo un hombre hecho y derecho. Tras una cándida despedida con Hanzo, esta vez sí que partió rumbo al mar, dispuesto a hacer su propia vida.


Personalidad: A pesar de que en los últimos años de su vida se le enseñó a ser un jóven amable y paciente, algunos resquicios de su vida acomodada todavía se pueden notar. A veces hace comentarios de snob o se queja de los incómodos que son los cojines que no están rellenos de plumas de faisán. Aun así, suele ser un chico alegre que disfruta de la compañía de los demás, no dudando en deleitar a quien se lo pida con un concierto de Shamisen o una danza. Sus sentidos de gato a veces toman el control de su cuerpo y puede ser totalmente anulado con unas caricias entre las orejas. Se le intimida fácil, ya que no está acostumbrado a pelear ni nada por el estilo, aunque si es para defender a sus amigos o algo en lo que cree puede llegar a tragarse ese miedo.

Apariencia:

Curiosamente, para lo sutil y cuidadoso que es con la mayoría de sus movimientos, el chico mide unos 4 buenos metros. Nadie sabe de quién ha heredado la altura, pero tampoco tiene mucho sentido indagar en ello. Le gusta llevar anillos y brazaletes brillantes para decorar los diferentes kimonos que lleva, los cuáles parecen no acabar nunca. Tiene unas uñas largas propias de un felino igual que dos orejas sobre su cabeza. Cuida a la purrrrrfección su pelo, pudiendo pasarse horas cepillándolo y lavándolo para que se vea brillante y esponjoso. De hecho, no son pocas las veces que usa su propia cola como almohada, la cual es bastante grande.

Fortalezas:

-  Virtuoso de un instrumento (10): Sabes tocar muy bien el shamisen, a nivel profesional.

-  Rey del escenario (10): El baile de este semi mink es de las cosas más bonitas que puedes ver.

-  Ambidiestro (10): No tienes tal cosa como una mano mala. Tus dos manos son hábiles de igual manera.

-  Elegante (20): Tal vez sea la forma de moverte, tu postura o cómo luces sin más, pero ninguno de tus movimientos parece ridículo.

-  Detallista (30): Te fijas en detalles que a la mayoría se le escaparían, de modo que puedes obtener más información de una misma imagen.

-  Hermoso (Talento por raza): Sencillamente eres un Adonis. Cuesta resistirse a tu magnetismo natural, y resulta casi imposible no reparar en ti.

-  Guerrero nato (Ventaja de raza): Tus horas en el gimnasio han dado sus frutos. Cada diez niveles obtienes una técnica genuina adicional.


Debilidades:

-  Negado en la cocina (10): Que alguien te aleje los cuchillos. Y las potas. Y ya que estamos, la sal. Te cuesta horrores completar un plato, pero incluso cuando lo logras, resulta incomestible.

-  Libro abierto (20): Es extremadamente sencillo ver tus emociones y sentimientos solo con mirarte a la cara.

-  Malo con la sangre (20): Te incomoda la sangre, no te gusta como huele y te gusta todavía menos tener que mirarla. Quizá aplicar primeros auxilios no sea lo tuyo.

-  Mal juicio (30): Yo creo que ese señor con gabardina de la esquina es capaz de decirte por dónde se va al kiosko. Error, no llevaba pantalones. Lamentablemente, tienes muy mal instinto a la hora de decidir qué personas tienen aspecto confiable, descartando a menudo a aquellos con buenas intenciones a favor de aquellos que otra gente consideraría… sospechosos.

-  Compasión (30): No soportas ver sufrir a otros y causar o presenciar a alguien recibiendo daño físico o emocional te revuelve el estómago, haciéndote sentir enfermo y asqueado.

-  Miedoso (40): Eres asustadizo, te acobardas con facilidad y eres presa fácil de intimidaciones y chantajes.

- Gatito lindo (Desventaja rasgo animal, por moderar): Un ovillo de lana es su perdición igual que una luz que se mueve, si entran en su visión tiene que ponerse a jugar. Por el día está mucho más adormilado, mientras que por la noche se activa de verdad. Si le mojan, te va a sacar las garras. A veces siente un deseo irrefrenable de tirar cosas de encima de las mesas. Un destello de luz directo lo noquea durante unos segundos, los ojos felinos son sensibles igual que sus oídos, por lo que ocurriría algo parecido con ruidos fuertes.

Saberes:

Música, nivel 2

Estilo de lucha:

Armas:

Fuerza: 4

Fortaleza: 4

Velocidad: 7 (+1 por desventaja)

Agilidad: 5

Destreza: 9 (+2 por desventaja)

Precisión: 4

Agudeza: 5

Intelecto: 5 (+1 por desventaja)

Instinto: 4

Pertenencias: Shamisen de buena calidad. Una kata de herencia familiar.

Buenas, buenas. Pues para tu información, "Gatito lindo" es una desventaja de clase A. Sabiendo esto, ahora puedes repartir hasta cuatro rangos entre tus características.

Así que, una vez ajustados los atributos, puedes dar tu ficha por aceptada. ¡Enhorabuena y no olvides pasarte por el censo!

He subido en 2 la destreza y en 1 la velocidad y el intelecto. Por la subida de destreza, llego al criterio de nivel 2 de músico, así que también he actualizado eso.

Cambios aceptados.