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Akuma no mi
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Kasan Vs. Rokudo
Baltigo: Conocida como la Isla de la Tierra Blanca, es una isla situada en un lugar indeterminado del Grand Line. Tiene una apariencia desértica y pedregosa. No se sabe mucho sobre ella, solo que fue una sede de una base de los revolucionarios.
Turnos: kasan - Rokudo - kasan - Rokudo - kasan...
Moderaciones: ShakiDale
Condiciones:
-El ganador recibe 800 de Exp mientras que el perdedor no recibe nada
-El combate es a KO
-Se saltea el turno despues de 36 Hs.
-kasan posee un turno de 48 horas por la cantidad de retos a llevar
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Akuma no mi
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Hace tiempo que mi viaje hacia el cumplimiento de mi promesa ha comenzado, mi camino me llevó por la vía revolucionaria, un grupo de personas que se agrupan con un mismo objetivo, derrocar al gobierno mundial y su injusticia, por el bien de la verdadera justicia, y por aquellos sometidos que no pueden hacer nada más que sobrevivir bajo el yugo de los abusos de un gobierno cruel y corrupto.
Me encuentro en los alrededores de la isla revolucionaria, una isla conocida por ser una de las más importantes bases del ejército revolucionario, Baltigo. Mi pequeña embarcación navega a la deriva tras haber perdido el timón en una violenta sacudida del mar horas atrás, yo me encuentro tumbado en el centro de la misma, observando el cielo oscuro, repleto de brillantes puntos blancos, las estrellas, y todas ellas gobernadas por la luna, esa bella y reluciente esfera plateada.
Pasan las horas, la fría brisa del mar se pega a mi cuerpo cual lapa al casco de un barco, entre el frío de la noche, el frescor de la brisa, y la humedad de estar tan cerca del agua mi cuerpo empieza a entumecerse, y, acompañando al entumecimiento, se presenta un temblor que hace que mis dientes castañeen. Mi vista fija en el horizonte, en busca de cualquier indicio de alguna isla, fuese Baltigo o cualquier otra, me serviría para entrar en calor y tomar algo caliente y nutritivo.
Así, tras un buen rato navegando avisto una silueta a lo lejos, al fijarme con mayor detenimiento descubro que se trata de una isla. Apresuro a llegar, para ello envuelvo la embarcación que viaja a unos 10 km/h, en mis llamas tormenta, lo que hace que la embarcación alcance una velocidad de 32,5 km/h, haciendo que en pocos minutos llegue a la costa de la isla. Una playa de arenas blancas, la cual va seguida de una enorme y extensa planicie de color blanco, lo que indica que este es mi objetivo, la isla de Baltigo.
Me encuentro en los alrededores de la isla revolucionaria, una isla conocida por ser una de las más importantes bases del ejército revolucionario, Baltigo. Mi pequeña embarcación navega a la deriva tras haber perdido el timón en una violenta sacudida del mar horas atrás, yo me encuentro tumbado en el centro de la misma, observando el cielo oscuro, repleto de brillantes puntos blancos, las estrellas, y todas ellas gobernadas por la luna, esa bella y reluciente esfera plateada.
Pasan las horas, la fría brisa del mar se pega a mi cuerpo cual lapa al casco de un barco, entre el frío de la noche, el frescor de la brisa, y la humedad de estar tan cerca del agua mi cuerpo empieza a entumecerse, y, acompañando al entumecimiento, se presenta un temblor que hace que mis dientes castañeen. Mi vista fija en el horizonte, en busca de cualquier indicio de alguna isla, fuese Baltigo o cualquier otra, me serviría para entrar en calor y tomar algo caliente y nutritivo.
Así, tras un buen rato navegando avisto una silueta a lo lejos, al fijarme con mayor detenimiento descubro que se trata de una isla. Apresuro a llegar, para ello envuelvo la embarcación que viaja a unos 10 km/h, en mis llamas tormenta, lo que hace que la embarcación alcance una velocidad de 32,5 km/h, haciendo que en pocos minutos llegue a la costa de la isla. Una playa de arenas blancas, la cual va seguida de una enorme y extensa planicie de color blanco, lo que indica que este es mi objetivo, la isla de Baltigo.
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Akuma no mi
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Camino por las blancas y pálidas arenas de la isla, mi paso tranquilo y sereno no despierta ninguna sospecha, pocos me conocen, pocos saben lo mucho que puedo hacer, mis habilidades aún permanecen en el anonimato, pocas veces las he utilizado, y las pocas veces no había más testigos que la víctima que acababa muerta.
Mis pasos dejan marcadas mis huellas en la arena hasta que llego a la zona rocosa, por lo que si alguien quisiera seguir mi pista solo podría saber que fui por la planicie, por lo demás no sabría nada más. Mis pasos me llevan a la sede de la revolución, me había citado con un compañero de la revolución, y amigo de la infancia allí.
Lejos de pensar que este sería un camino de rosas, voy preparado para todo lo que pudiera suceder, marines que tratan de tender emboscadas a revolucionarios inexpertos o despistados y confiados, o que planean seguirlos para hallar la sede de la revolución, lo mismo con los agentes de la Cypher Pol, quienes nos buscan con aún más ahínco, pues son los perros del gobierno, aquellos que siguen las órdenes del mismo como si fueran un perrito con su amo.
Poco a poco me acerco a mi destino, pero algo me retiene, una figura sospechosa, un hombre bastante alto y corpulento, su pelo largo y blanco refleja la luz del sol, haciendo de él un blanco fácil, además su vestimenta negra lo hace sospechosamente similar a los miembros de la Cypher Pol.
Mientras en mi interior se abre un debate sobre su identidad y afiliación mi subconsciente me empuja a moverme, sorprendentemente llevo tanto tiempo combatiendo que, aún actuando con subconsciente, mis movimientos son precisos y medidos. En breves momentos me pongo a avanzar veloz para tomarle la espalda, esto lo puedo hacer gracias a dos cosas, la técnica del Soru aprendida de mi viejo amigo Ryohei, o con la habilidad de las llamas de la tormenta que me proporciona mi akuma. Aprovecho la segunda pues me resulta más cómodo, alcanzando una velocidad de 130 Km/h, dado que mis entrenamientos se basaban en lograr la mayor velocidad base posible, llegando a correr a 40 km/h sin esfuerzo. A esa velocidad, llegando a su lado, retiro la capa de piel falsa que cubre mi brazo derecho y lanzo un puñetazo a las costillas de dicho sujeto, de impactar le partiría más de una costilla y le dejaría bastante mermado para el combate.
Hayai Genko[AF] < Acción ofensiva >
Mis pasos dejan marcadas mis huellas en la arena hasta que llego a la zona rocosa, por lo que si alguien quisiera seguir mi pista solo podría saber que fui por la planicie, por lo demás no sabría nada más. Mis pasos me llevan a la sede de la revolución, me había citado con un compañero de la revolución, y amigo de la infancia allí.
Lejos de pensar que este sería un camino de rosas, voy preparado para todo lo que pudiera suceder, marines que tratan de tender emboscadas a revolucionarios inexpertos o despistados y confiados, o que planean seguirlos para hallar la sede de la revolución, lo mismo con los agentes de la Cypher Pol, quienes nos buscan con aún más ahínco, pues son los perros del gobierno, aquellos que siguen las órdenes del mismo como si fueran un perrito con su amo.
Poco a poco me acerco a mi destino, pero algo me retiene, una figura sospechosa, un hombre bastante alto y corpulento, su pelo largo y blanco refleja la luz del sol, haciendo de él un blanco fácil, además su vestimenta negra lo hace sospechosamente similar a los miembros de la Cypher Pol.
Mientras en mi interior se abre un debate sobre su identidad y afiliación mi subconsciente me empuja a moverme, sorprendentemente llevo tanto tiempo combatiendo que, aún actuando con subconsciente, mis movimientos son precisos y medidos. En breves momentos me pongo a avanzar veloz para tomarle la espalda, esto lo puedo hacer gracias a dos cosas, la técnica del Soru aprendida de mi viejo amigo Ryohei, o con la habilidad de las llamas de la tormenta que me proporciona mi akuma. Aprovecho la segunda pues me resulta más cómodo, alcanzando una velocidad de 130 Km/h, dado que mis entrenamientos se basaban en lograr la mayor velocidad base posible, llegando a correr a 40 km/h sin esfuerzo. A esa velocidad, llegando a su lado, retiro la capa de piel falsa que cubre mi brazo derecho y lanzo un puñetazo a las costillas de dicho sujeto, de impactar le partiría más de una costilla y le dejaría bastante mermado para el combate.
Hayai Genko[AF] < Acción ofensiva >
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Akuma no mi
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Gana Rokudo por doble salteo. Sumados ya los 800 de Exp y 550.000 de recompensa por ganarle a un miembro del CP4
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