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Ohara
Es una isla situada en el West Blue. La población de la isla consistía sobre todo en arqueólogos, y es también el lugar de nacimiento de Nico Robin. En el centro de la isla se alza el Árbol del Conocimiento, biblioteca y laboratorio arqueológico de la isla que reunía a los eruditos del mundo en su estudio de la historia. Este está rodeado de un gran lago y no muy lejos se encontraba el único pueblo de la isla.
Turnos: Iku- Eve- Iku...
Moderación: Crimson
Reglas:
- Ganador 1500exp , perdedor 750exp
- Como se igualará, se me otorgará tu nivel, osea, 32 y por consiguiente, usaré todo lo referente a profesiones y rokushiki como estipulan las normas para los CP.
- Se valorará el rol tanto escénico como bélico, además del jaque mate.
- Se producirá salteo de turnos cada 48 horas, en caso de producirse se asumirá el daño al cien por cien.
Es una isla situada en el West Blue. La población de la isla consistía sobre todo en arqueólogos, y es también el lugar de nacimiento de Nico Robin. En el centro de la isla se alza el Árbol del Conocimiento, biblioteca y laboratorio arqueológico de la isla que reunía a los eruditos del mundo en su estudio de la historia. Este está rodeado de un gran lago y no muy lejos se encontraba el único pueblo de la isla.
Turnos: Iku- Eve- Iku...
Moderación: Crimson
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- Ganador 1500exp , perdedor 750exp
- Como se igualará, se me otorgará tu nivel, osea, 32 y por consiguiente, usaré todo lo referente a profesiones y rokushiki como estipulan las normas para los CP.
- Se valorará el rol tanto escénico como bélico, además del jaque mate.
- Se producirá salteo de turnos cada 48 horas, en caso de producirse se asumirá el daño al cien por cien.
Iku Hanna
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Akuma no mi
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Puse rumbo hacía West blue, la isla de la arqueología. Siempre quise ir allí por cuestiones de trabajo, estaba segura de que encontraría algo interesante en aquel lugar.
Bajé del bote, sonreí ante el soleado y caluroso día que hacía, escuchaba el cantar de las gaviotas, era verdaderamente reconfortante y el ambiente era bastante tranquilo ya que no se divisaba ni un alma viva en el horizonte. Una bocanada de aire fresco, acarició mi pelo, que como siempre, está recogido en una coleta con mi lazo lila y cayendo hasta mi cintura. Me puse en cunclillas y acaricié la tierra con mis manos suaves pero enseguida me levanté, la brisa marina se metía por debajo de mi blusa provocándome algún que otro escalofrío.
Poco después, decidida, me adentré en aquella isla, emocionada por lo que quiera que me pueda encontrar en ella. Quería comerme el mundo, encontrar nuevos minerales, nuevas rocas o puede que incluso nuevas plantas curativas. Recuerdo que, cuando era niña un hombre canoso de mediana edad, me abrió los ojos ante el maravilloso mundo de las plantas, y que se pueden hacer maravillas con ellas. Algún día me gustaría saber, al igual que él, curar enfermedades con estas, o que un bosque sea un patio de recreo para mí, en definitiva, sentirme como en casa, como el hogar que un día me arrebataron.
En verdad, estaba allí por el mero hecho de visitar el árbol del conocimiento, los libros de la biblioteca deben de ser una gran fuente de conocimiento, y yo quería bañarme en ella, aun qué había otra cosa que me interesaba… algo que no sabía si era cierto, y era que en esa isla había Poneglyps, rocas indestructibles que cuentan la historia del mundo y pueden poseer los planos para revivir las Armas Ancestrales
No sabía mucho sobre ellos, solo que están escritos en una lengua muy muy antigua que no conocía, y que son difíciles de encontrar, solo quería saber más del tema.
Seguí caminando con un único destino, el árbol de la conocimiento.
Bajé del bote, sonreí ante el soleado y caluroso día que hacía, escuchaba el cantar de las gaviotas, era verdaderamente reconfortante y el ambiente era bastante tranquilo ya que no se divisaba ni un alma viva en el horizonte. Una bocanada de aire fresco, acarició mi pelo, que como siempre, está recogido en una coleta con mi lazo lila y cayendo hasta mi cintura. Me puse en cunclillas y acaricié la tierra con mis manos suaves pero enseguida me levanté, la brisa marina se metía por debajo de mi blusa provocándome algún que otro escalofrío.
Poco después, decidida, me adentré en aquella isla, emocionada por lo que quiera que me pueda encontrar en ella. Quería comerme el mundo, encontrar nuevos minerales, nuevas rocas o puede que incluso nuevas plantas curativas. Recuerdo que, cuando era niña un hombre canoso de mediana edad, me abrió los ojos ante el maravilloso mundo de las plantas, y que se pueden hacer maravillas con ellas. Algún día me gustaría saber, al igual que él, curar enfermedades con estas, o que un bosque sea un patio de recreo para mí, en definitiva, sentirme como en casa, como el hogar que un día me arrebataron.
En verdad, estaba allí por el mero hecho de visitar el árbol del conocimiento, los libros de la biblioteca deben de ser una gran fuente de conocimiento, y yo quería bañarme en ella, aun qué había otra cosa que me interesaba… algo que no sabía si era cierto, y era que en esa isla había Poneglyps, rocas indestructibles que cuentan la historia del mundo y pueden poseer los planos para revivir las Armas Ancestrales
- Spoiler:
No sabía mucho sobre ellos, solo que están escritos en una lengua muy muy antigua que no conocía, y que son difíciles de encontrar, solo quería saber más del tema.
Seguí caminando con un único destino, el árbol de la conocimiento.
Evangelina von Steinhell
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Akuma no mi
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Me ordenaron una cosa. Pero primero, explicaré el motivo de este viaje a la famosa isla de Ohara. Todo empezaba un día caluroso de por sí. Sofocante, donde me alojaba en un hotel cercano al West Blue, mi objetivo del futuro. A través de un Den Den Mushi, del mismo lugar, llamaron a la agente Itami. Como sabrían que me encontraba allí, ni idea. Estaba sentada en uno de los sillones rojos del lobby. Con motivos muy rústicos y dorados, mesas y escritorios con plumillas para escribir en pergaminos estirados. De piso flotante, una madera especial que hace resonar todos y cada uno de los pasos que estés dando. Unos detalles hermosos en metal bañado en oro. Estatuillas preciosas de cobre. Además de muchas cosas más. Una gran ventana que daba hacia el exterior, armaduras que parecían estar vivas, y un par de guardias en la entrada al lobby. En una de las mesas de apoyo, había un Den Den Mushi común, para llamadas especiales de la gente que se aloje en ese lujoso lugar, mi caso.
Llamaron, quitándole todo lo pacífico al ambiente. El gran sonido del artefacto resonó tanto en mis tímpanos que activó mi adrenalina, tanto, para hacerme contestar sin preguntar nada antes, ni quién era, ni para quién era. Los guardias miraron extrañados, a lo mejor pensaban que sí era para mí. Afortunadamente, acertando.
-Diga- musité, de forma directa. -¿Aló?, ¿Itami?- otro más que conocía mi voz, no sé si era predecible, identificable por su tono serio o simplemente… común. Poniendo el DDM más hacia mí, empecé a contestar y entablar una conversación.
-Con ella, ¿qué necesita?-
-Te necesitamos, estás cerca de un objetivo, por si las dudas, ¿estás cerca de Ohara?- miré el mapa, que estaba en un cuadro, atrás de un fino vidrio. Observé, que relativamente sí estaba posicionada en las cercanías de Ohara, así que, mi respuesta sería la que él quería. –Lo estoy, ¿qué pasa?- otra vez, tajante. No se tomó mucho tiempo en responder –Necesitamos que vayas a cuidar el lugar, se dice que muchos rufianes van a asaltar y robar información clave de nuestro gobierno, ve, y no dejes entrar a ningún ser viviente, y más en concreto, al árbol del conocimiento- Entendí con sumo detalle la misión. Al menos era entretenida, pensaba yo. –Está bien, hecho, quien seas- y simplemente, corté.
Me puse de pie, para incorporarme erguida y buscar mis implementos antes de irme al muelle más cercano, tomar un barco y encallar en Ohara. Todo pasó muy rápido. Estaba con todo mi equipo, incluido, el de maniobras tridimensionales, mi reloj de batalla, y lo más importante, Urano y Neptuno. Llegando de manera eficaz a la dicha isla, donde desde lejos se apreciaba el gran árbol, del que tanto hablaban por aquí y los alrededores. No tardé en bajar, cuando llegamos a la costa. Corrí, sin antes despedirme del barquero, que con tanta gracia me trajo gratis. El metal resonaba, mientras ponía un camino muy rápido con los pies en la tierra. Rodeada de flora, tan verde como sí misma. Pasaba entremedio de gente, conversaciones, algunos parecían viejos interesantes. Otros, niños jugando. En fin, nunca me fijaba en el entorno, mi camino era recto, y nada me interrumpía jamás.
Hasta, llegar finalmente a la base del árbol. Ni cerca estaba, pero lo apreciaba con exactitud. Había una cantidad mínima de agentes, que evitaban el paso hacia la base concreta del árbol. A mí, me encomendaron no dejar a nadie acercarse, cueste lo que cueste. Posicionándome firmemente, mirando hacia el lado contrario del cual estaba el árbol, o sea, de donde yo provenía recientemente, me propuse exterminar cualquier plaga que interrumpiera mi misión. Esperando, casi nada, una sombra se hizo aparecer a la lejanía. Me puse atenta, esperando la reacción y que esa misma estela negra, se acercase a mi lugar.
Llamaron, quitándole todo lo pacífico al ambiente. El gran sonido del artefacto resonó tanto en mis tímpanos que activó mi adrenalina, tanto, para hacerme contestar sin preguntar nada antes, ni quién era, ni para quién era. Los guardias miraron extrañados, a lo mejor pensaban que sí era para mí. Afortunadamente, acertando.
-Diga- musité, de forma directa. -¿Aló?, ¿Itami?- otro más que conocía mi voz, no sé si era predecible, identificable por su tono serio o simplemente… común. Poniendo el DDM más hacia mí, empecé a contestar y entablar una conversación.
-Con ella, ¿qué necesita?-
-Te necesitamos, estás cerca de un objetivo, por si las dudas, ¿estás cerca de Ohara?- miré el mapa, que estaba en un cuadro, atrás de un fino vidrio. Observé, que relativamente sí estaba posicionada en las cercanías de Ohara, así que, mi respuesta sería la que él quería. –Lo estoy, ¿qué pasa?- otra vez, tajante. No se tomó mucho tiempo en responder –Necesitamos que vayas a cuidar el lugar, se dice que muchos rufianes van a asaltar y robar información clave de nuestro gobierno, ve, y no dejes entrar a ningún ser viviente, y más en concreto, al árbol del conocimiento- Entendí con sumo detalle la misión. Al menos era entretenida, pensaba yo. –Está bien, hecho, quien seas- y simplemente, corté.
Me puse de pie, para incorporarme erguida y buscar mis implementos antes de irme al muelle más cercano, tomar un barco y encallar en Ohara. Todo pasó muy rápido. Estaba con todo mi equipo, incluido, el de maniobras tridimensionales, mi reloj de batalla, y lo más importante, Urano y Neptuno. Llegando de manera eficaz a la dicha isla, donde desde lejos se apreciaba el gran árbol, del que tanto hablaban por aquí y los alrededores. No tardé en bajar, cuando llegamos a la costa. Corrí, sin antes despedirme del barquero, que con tanta gracia me trajo gratis. El metal resonaba, mientras ponía un camino muy rápido con los pies en la tierra. Rodeada de flora, tan verde como sí misma. Pasaba entremedio de gente, conversaciones, algunos parecían viejos interesantes. Otros, niños jugando. En fin, nunca me fijaba en el entorno, mi camino era recto, y nada me interrumpía jamás.
Hasta, llegar finalmente a la base del árbol. Ni cerca estaba, pero lo apreciaba con exactitud. Había una cantidad mínima de agentes, que evitaban el paso hacia la base concreta del árbol. A mí, me encomendaron no dejar a nadie acercarse, cueste lo que cueste. Posicionándome firmemente, mirando hacia el lado contrario del cual estaba el árbol, o sea, de donde yo provenía recientemente, me propuse exterminar cualquier plaga que interrumpiera mi misión. Esperando, casi nada, una sombra se hizo aparecer a la lejanía. Me puse atenta, esperando la reacción y que esa misma estela negra, se acercase a mi lugar.
Iku Hanna
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Akuma no mi
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Ya estaba llegando al árbol, quede deslumbrada de lo grande que era, hacía un hermoso día, no se divisaba ni una nube en el horizonte, los pájaros cantaban, la suave brisa acariciaba los árboles, el suelo estaba plagado de flores y olía a césped recién cortado. La verdad es que era un ambiente muy agradable. A lo lejos se escuchaban niños riendo y jugando, me reí, uno de ellos le ´´quitó la nariz´´ al otro, me recordaban tanto a mi…
Infancia, como se la echa de menos…
Me quedé algo pensativa en el sitio, inmóvil, mientras el aire agita mi pelo, y, a los escasos segundos seguí caminando, una mujer me miraba fijamente, sentía cómo su mirada penetraba en mi cuerpo, me ponía la piel de gallina peo seguí adelante, decidida a conseguir lo que busco.
Infancia, como se la echa de menos…
Me quedé algo pensativa en el sitio, inmóvil, mientras el aire agita mi pelo, y, a los escasos segundos seguí caminando, una mujer me miraba fijamente, sentía cómo su mirada penetraba en mi cuerpo, me ponía la piel de gallina peo seguí adelante, decidida a conseguir lo que busco.
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Akuma no mi
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Pasaron los minutos, y poco a poco esa singular sombra se acercaba hacia donde estaba yo. Erguida, esperando, puse mi mano en Neptuno para estar preparada. Nunca tenía que desconcentrarme, me sería fatal si perdía la concentración y fallaba en esta dichosa misión. No era sencillo. Al poco rato, de esta misma sombra avecinarse hacia mi rango de visión, observé con claridad que se trataba de una fémina. De cabellos oscuros, bastante atractiva. Pero eso no influiría en mí, no debería meterse en un lugar como este. Debía advertirle de alguna forma si se trataba de alguien inocente que no quiere sufrir menores daños.
Me posicioné rígida, aún con Neptuno en mano, por si algo pasaba. Para, extender uno de mis brazos a lo alto, como mirando al cielo, y extenderlo rápidamente. Lanzando una onda cortante, que “avisaría” de alguna manera a la chiquilla en cuestión. No la mandé hacia ella, si no que a su cercanía. Más o menos unos veinte centímetros aproximados de su posición. No quería darle, pero si se movía de manera tonta, le daría de seco. Era precavida y con puntería para mandar mis ataques, no era sencillo.
Mientras la onda viajaba por el espacio tiempo, desenfundé mi espada por si las moscas. El metal resonó como siempre, tan agradable al oído. Posicionándome con las piernas firmes, separadas y en posición de combate. Con Neptuno tomada a dos manos, poniéndola enfrente de mí, no perdiendo de vista a la mujer de cabellos oscuros. -Será o no... ¿alguien sospechoso?- pensé, mientras el viento pasaba por toda mi piel, como avisándome con anticipación que algo se avecinaba. Algo bélico.
Me posicioné rígida, aún con Neptuno en mano, por si algo pasaba. Para, extender uno de mis brazos a lo alto, como mirando al cielo, y extenderlo rápidamente. Lanzando una onda cortante, que “avisaría” de alguna manera a la chiquilla en cuestión. No la mandé hacia ella, si no que a su cercanía. Más o menos unos veinte centímetros aproximados de su posición. No quería darle, pero si se movía de manera tonta, le daría de seco. Era precavida y con puntería para mandar mis ataques, no era sencillo.
-Excalibur number one [AI]-
Mientras la onda viajaba por el espacio tiempo, desenfundé mi espada por si las moscas. El metal resonó como siempre, tan agradable al oído. Posicionándome con las piernas firmes, separadas y en posición de combate. Con Neptuno tomada a dos manos, poniéndola enfrente de mí, no perdiendo de vista a la mujer de cabellos oscuros. -Será o no... ¿alguien sospechoso?- pensé, mientras el viento pasaba por toda mi piel, como avisándome con anticipación que algo se avecinaba. Algo bélico.
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Mientras estaba disfrutando de lo bella que era la naturaleza, mis oídos percibieron algo extraño que no sabía que es pero debía estar atenta, ningún lugar era seguro en estos tiempos.
Ya empiezan a tocarme los cojones
Pensé furiosa mientras a la velocidad del rayo me transformé en mi forma hibrida y me aparte de aquel lugar y alce mis ojos verdes esmeralda al frente, se trataba de una fémina, bastante atractiva en verdad. Sonreí, sería divertido. Acto seguido me subí a un árbol y salte de la copa de uno a la copa de otro y bajé en frente de aquella chica de oscuros cabellos cortos. La miré fijamente con mis ojos de gato, desafiante y furiosa exclamé:
¿¡PERO A TI QUE COÑO TE PASA!? ¿acaso vas por ahí atacando a personas inocentes?
Normalmente no era una persona violenta, pero me cabrea mucho que me ataquen sin razón por lo cual, tenía ganas de pelea, aquella fémina no iba a molestarme sinrazón de aquella forma ni a impedir mi investigación.
Ya empiezan a tocarme los cojones
Pensé furiosa mientras a la velocidad del rayo me transformé en mi forma hibrida y me aparte de aquel lugar y alce mis ojos verdes esmeralda al frente, se trataba de una fémina, bastante atractiva en verdad. Sonreí, sería divertido. Acto seguido me subí a un árbol y salte de la copa de uno a la copa de otro y bajé en frente de aquella chica de oscuros cabellos cortos. La miré fijamente con mis ojos de gato, desafiante y furiosa exclamé:
¿¡PERO A TI QUE COÑO TE PASA!? ¿acaso vas por ahí atacando a personas inocentes?
Normalmente no era una persona violenta, pero me cabrea mucho que me ataquen sin razón por lo cual, tenía ganas de pelea, aquella fémina no iba a molestarme sinrazón de aquella forma ni a impedir mi investigación.
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OFF: Deberías haber considerado la onda cortante, ya que en tu rol no hay rastro de ella.
Al parecer, la dichosa muchacha sí se alarmó de mi ataque tan simple como el agua. Tanto como para que, de una manera extraña, se transformara en una especie de gato híbrido. Cubriéndose de cabellos negros por todo el cuerpo, como un traje. Parecía una gatita, me llamaba la atención este hecho. Yo seguía firme, con mi espada en frente, sin perderla de vista. Esta rara felina, rápidamente se subió a una rama de un árbol cercano, para acercarse a mí por “sorpresa”. Con mi gran vista, no era para nada temeroso. Se puso frente a mí, desafiante, con una mirada petrificante y “de pelos”. Esos ojos de un tono verde penetrante, no hacían más que mirarme desafiantes, por dentro, sentía adrenalina.
Ahora, la información había sido desvelada. Obviamente, usuaria de fruta del diablo, del tipo Zoan. Cualquiera lo sabría. Un animal, perfecto. Tenía estrategias, millones, para lidiar con enemigos como ella. Y como mencioné, al estar frente mío, me vociferó unas palabras. Según ella, voy atacando a gente inocente. Pero, al estar aquí y con esos poderes… algo tramaba. Como buena agente, sigo bien las órdenes y no dimito de mi puesto jamás. Así que, se las llevaría feo.
Pasando de su comentario, me preparé con el equipo de maniobras tridimensionales, desenvainando como una de las pocas veces las dos espadas. Para, activar el mecanismo que se enganchó a un árbol a las diez. Activé el gas, y salí disparada. En medio de esta acción, hice rozar el filo de ambas espadas en el oído derecho de la gata. Un chirrido, que iba con intenciones de aturdir. Como buen animal, es dócil ante ondas sonoras. Ambos filos hicieron un escándalo enorme, hasta a mí me aturdieron un poco.
Pero ya iba en camino hacia la estructura de madera, disparada a una gran velocidad. Usando una de las cinco cargas de mi gas. Chocando, de frente, apoyándome en las piernas, me sostuve firmemente gracias al agarre de las pinzas. Tambaleando un poco, debido a la inestabilidad de estar en esa posición. Mirando fijamente aún a la felina, preparándome para lo siguiente. Envainando a Urano, quedando en la posición de Ittoryu, de manera fugaz, crucé a Neptuno en forma diagonal, para enviar una onda cortante de tamaños aglomerados, en dirección a la oscura gata.
Ese corte, esa onda, viajaba a una velocidad increíble. Dependiendo si la chica había quedado aturdida por la anterior acción sonora, dependía de la suerte. Aunque, era muy considerable que no lo haya aguantado. Aún con la espada en guardia, no perdería la concentración ni siquiera un segundo. -Esto se está tornando aburrido…- pensé, mientras esperaba el resultado del viaje, en tan solo segundos.
Al parecer, la dichosa muchacha sí se alarmó de mi ataque tan simple como el agua. Tanto como para que, de una manera extraña, se transformara en una especie de gato híbrido. Cubriéndose de cabellos negros por todo el cuerpo, como un traje. Parecía una gatita, me llamaba la atención este hecho. Yo seguía firme, con mi espada en frente, sin perderla de vista. Esta rara felina, rápidamente se subió a una rama de un árbol cercano, para acercarse a mí por “sorpresa”. Con mi gran vista, no era para nada temeroso. Se puso frente a mí, desafiante, con una mirada petrificante y “de pelos”. Esos ojos de un tono verde penetrante, no hacían más que mirarme desafiantes, por dentro, sentía adrenalina.
Ahora, la información había sido desvelada. Obviamente, usuaria de fruta del diablo, del tipo Zoan. Cualquiera lo sabría. Un animal, perfecto. Tenía estrategias, millones, para lidiar con enemigos como ella. Y como mencioné, al estar frente mío, me vociferó unas palabras. Según ella, voy atacando a gente inocente. Pero, al estar aquí y con esos poderes… algo tramaba. Como buena agente, sigo bien las órdenes y no dimito de mi puesto jamás. Así que, se las llevaría feo.
Pasando de su comentario, me preparé con el equipo de maniobras tridimensionales, desenvainando como una de las pocas veces las dos espadas. Para, activar el mecanismo que se enganchó a un árbol a las diez. Activé el gas, y salí disparada. En medio de esta acción, hice rozar el filo de ambas espadas en el oído derecho de la gata. Un chirrido, que iba con intenciones de aturdir. Como buen animal, es dócil ante ondas sonoras. Ambos filos hicieron un escándalo enorme, hasta a mí me aturdieron un poco.
-Animal Shocker (Onda sonora + Efecto de músico) [AI] (Apoyo)-
Pero ya iba en camino hacia la estructura de madera, disparada a una gran velocidad. Usando una de las cinco cargas de mi gas. Chocando, de frente, apoyándome en las piernas, me sostuve firmemente gracias al agarre de las pinzas. Tambaleando un poco, debido a la inestabilidad de estar en esa posición. Mirando fijamente aún a la felina, preparándome para lo siguiente. Envainando a Urano, quedando en la posición de Ittoryu, de manera fugaz, crucé a Neptuno en forma diagonal, para enviar una onda cortante de tamaños aglomerados, en dirección a la oscura gata.
-Rangeki jutsu: Flashing Diagonal Cut number two- [AF]-
Ese corte, esa onda, viajaba a una velocidad increíble. Dependiendo si la chica había quedado aturdida por la anterior acción sonora, dependía de la suerte. Aunque, era muy considerable que no lo haya aguantado. Aún con la espada en guardia, no perdería la concentración ni siquiera un segundo. -Esto se está tornando aburrido…- pensé, mientras esperaba el resultado del viaje, en tan solo segundos.
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