El Mantra (Rol moderado, Uracha)

Buenos días aventurero, acabas de iniciar tu viaje por Paraíso. Gloria y riquezas te aguardan, pero hay gente demasiado poderosa rondando los mares, y necesitas técnicas nuevas para enfrentarte a las nuevas amenazas. Nos embarcaremos pues, juntos, en un viaje sin retorno. La gloria te aguarda, joven rebelde. Te pondré en situación.

El salvaje mar de Grand line... Un territorio que pocos logran ver y al que aún menos sobreviven. Has llegado a ser poderoso, pero sabes que necesitas todo lo que esté en tu mano para desenvolverte y conseguir llegar al nuevo mundo. Raften, el One piece... Tu sueño está lejos todavía, pero puedes llegar a alcanzarlo. Has oído que en las islas del cielo se entrena una técnica conocida como "mantra", algún tipo de "visión" que permite prevenir ciertas técnicas. Estás en medio del mar, esperando una corriente ascendente que parece no llegar. Te entretienes haciendo virar tu barco en la misma dirección una y otra vez, trazando círculos sobre las olas. De repente, ves una nube negra que vuela sobre ti. No es una nube cualquiera. Es un cúmulo nimbo fósil, y ves que en dos puntos el agua comienza a hervir. Qué casualidad, dos corrientes ascendentes en el mismo día, y a la vez. Una te llevará a Skypeia, y la otra a ningún lado, seguramente provocando tu muerte. Tienes poco tiempo de decisión, uno está delante de ti, bajo la nube, y el otro, a tus espaldas, extremadamente lejos de la nube negra. Notas el burbujear de la corriente detrás de ti, y delante lo ves. ¿Qué harás para subir al reino de los cielos para no morir en el intento? Gloria o muerte, Uracha. ¿Qué vas a encontrar tú?

Me encontraba en mi barco esperando que en algún momento apareciera alguna corriente ascendente con la intención de llegar a la isla del cielo, la verdad ya había estado mas de una ves en aquel lugar y era consciente que por el simple motivo de ir, podría ser muy peligroso, la verdad una decisión equivocada y saldría muy mal parado o incluso muerto.

Tras estar dando vueltas con el barco durante bastante tiempo, me percate de que una nube bastante negra se acercaba y seguidamente me percate que bajo de ella se estaba preparando una corriente ascendente... -Pero que... no puedo jugármela usando esa corriente- Comencé a alejarme de ella cuando me di cuenta que detrás de mi bastante alejado de aquella nube oscura, se estaba formando otra corriente ascendente.-No me queda otra, espero no fallar- dije mientras remaba rápidamente hacia ella.

Tras estar ya cerca y notar como el agua hervía cada ves mas, me preparare cogí todo lo necesario y me agarre fuertemente a mi barca, esperando que la corriente hiciera su trabajo y teniendo en cuenta mi plan de emergencia.

Bueno, parece que has acertado. Por los pelos consigues subir a la corriente y tu barco sale despedido hacia el cielo. El cúmulo nimbo se ve cada vez más cerca, y tal vez hayas elegido una mala opción al virar tan bruscamente el barco...

Por suerte, sólo rozas esa extraña tierra, y tu barco sufre daños menores. Aún flota, aunque te vendría bien encontrar alguien que lo reparara.

Tu nave está sobre un río de nubes, flotando, y comienza a moverse a causa del viento, en dirección opuesta al lugar por el que subiste. Vas de camino a las tierras de Skypeia. A tu alrededor ves nubes y más nubes, un sol casi cegador y poco a poco te acercas a un puerto. Hay gente trabajando, tienen pequeñas alas y antenas. Sin duda estás ahí.

Tu destino está en tus manos ahora, Uracha.

Tras acercarme a aquella corriente a los pocos segundos esta me llevo a Skypie o al menos eso creía  debido a la fuerte corriente me di cuenta que mi barca había sufrido algunos daños no eran muy graves pero seria mejor que alguien le echara un ojo mire ami alrededor y me di cuenta que estaba en un rio de nubes a continuación de un suspiro. -Menos mal, ir a este lugar es muy peligroso-

Mientras me dejaba llevar por el viento pude ver a lo lejos a unos hombres con una pequeñas alas y unas antenas – MMMM quizás debería a ellos-

Al poco tiempo amarre mi barca al puerto y me acerque a ellos -Disculpad, ¿estoy es un puerto? ¿Y si estoy en lo cierto alguien podría reparar mi barca?-

Pregunte con mi típica sonrisa, mientras esperaba su respuesta miraba a mi alrededor podía notar como soplaba una brisa la cual movía levemente mi pelo y notaba como aquel lugar no había cambiado mucho.

-Así es, esto es un puerto, aunque no solemos reparar barcos tan grandes- dice, señalando tu nave-. Nos dedicamos, más bien, a aerodeslizadores o cosas así. Pero podríamos echar un vistazo.

Los hombres del puerto miran bastante serios el casco, y comienzan a hablar entre ellos, aunque no entiendes lo que dicen, pues están bastante lejos. Parecen preocupados por una grieta en concreto.

-Hay una falla bajo la quilla. Parece el daño más importante del barco, tal vez podamos hacer algo- Dicen, con un tono calmado-. Pero imagino que no vienes a la isla del cielo desde el aul sólo para reparar un barco, ¿No?

Bueno, es de lógica. Lo único que sabes de esta gente que habla contigo es que son dos hombres, uno moreno y bajito, otro calvo y alto, con una barba pelirroja. Tal vez puedan ayudarte más de lo que crees.

Nada mas escuchar a los Astilleros del puerto mi respuesta fue directa, -Bueno me gustaría que intentarais arreglarlo, y bueno si he venido aquí para entrenar, no se si sabéis de que se trata, pero hay un poder llamado Haki, y me he venido aquí para aprenderlo, aunque sea el nivel básico, por favor, si poseéis alguna información me gustaría saberla- dije mientras me acercaba a ellos

Mire a ambos hombres y saque un pequeño saco lleno de monedas, -Si es por dinero no os preocupéis-

-Por cierto, sabéis de algún guerrero con fama, me gustaría luchar contra el.- Dije acercándome a mi barca de nuevo y cogía todos mis objetos personales. Me quede en silencio y me quede observándoles, la verdad y no conocía de nada a aquellos hombres pero parecían ser buenas personas, nada mas pensar eso recordé una frase que siempre me dice Legim

“-Uracha eres como un niño pequeño confías demasiado en los desconocidos, pero eso te hace ser especial-”

Nunca le había dado mucha importancia a esa frase, pero esta vez no paraba de dar vueltas por mi mente.

-Tardaremos un mes. Como mínimo- te responde el que parece mandar-. Mientras tanto, deberás estar por aquí. Las formas de bajar no son agradables, realmente, si no tienes barco. Y lo de los guerreros... La tribu Shandian está instalada en la tierra firme, más allá del mar de nubes. Esa gente sigue

En fin, tienes pocas opciones. Básicamente tienes opción a quedarte a ver cómo reparan el barco, o puedes ir a Shandora. Seguro que hay algo interesante, pero tendrás que ingeniártelas para llegar.

Tras escuchar todo lo que me dijo el hombre que parecía mandar me quede pensativo y tras unos segundos volví a hablar con el.

Me podéis dejar algo que me haga llegar a tierra firme o me dais algún consejo para poder llegar, mi intención es visitar a esa tribu Shandian, estoy seguro que me podrán enseñar algo.

dije mirando el mar de nubes.

-Te podemos dejar un deslizador de nubes. Supongo que no hay problema con eso pues, si no vuelves, te quedas sin barco. Pero... ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

Algo te inquieta, aunque no sabes qué es, pero te dice que no cojas ese objeto. "Busca otro" dice tu cabeza. ¿Cómo puede ser que te diga eso? Tendrás que buscar respuestas, sea hacia el interior de la ciudad flotante o en las tierras salvajes de Shandora. Pero volvemos al principio... Si quieres ir a Shandora, tendrás que fiarte de ellos o buscar otro medio. Pero... ¿Cuál?

Me quede pensando en lo que había dicho, un deslizador de nubes no se por que no me terminaba de convencer la idea, pero no podía hacer mucho mas así que tras pensarlo durante un rato no me quedo mas remedio que aceptar su oferta.

-Referente al tiempo que voy a quedarme, pues no lose mi intención es aprender el Mantra en esta isla, según tengo entendido varias personas procedentes de este lugar lo poseen, pero antes intentare encontrar a mas personas que me puedan dar información sobre los Shandia, supongo que me dirigiré a la ciudad, si es posible déjenme esa deslizador por favor.-

dije mientras aun seguía pensando en por que tena ese extraño presentimiento.

Los hombres te lo ceden, y te dan una breve explicación de cómo utilizarlo. "Manillar izquierdo freno, derecho acelerador, no nos responsabilizamos de las combustiones espontáneas...", vamos, lo típico. Y tú, tranquilamente, te diriges a la ciudad. Es una perspectiva maravillosa. Puentes y nubes a cada cual más alta, parece un palacio celestial, casas y comercios, el mar nimbo desde cualquier lugar al que mires... Es hermoso.

Y ahora, tras esa perspectiva, puedes hacer tres cosas:

Ir a la biblioteca: Allí seguro hay datos sobre los Shandian, aunque quién sabe cuán certeros serán. Al fin y al cabo, hasta hace muy poco eran enemigos mortales. Igual en un libro pone que violaban gatitos, o cosas peores.

Preguntar a algún mercader: Son gente culta, que viaja por toda Skypeia y que probablemente conozca esa tribu tan extraña. Aunque podría tratar de colarte un bulo para venderte algún tipo de bagatela a un precio indebido.

Quedarte mirando el paisaje: Es tan romántico...

Tú eliges, aventurero. ¿Adónde te llevará la aventura?

Cuando aquellos hombres del puerto me dieron el deslizador de nubes me explicaron sus controles y siendo sincero no parecía bastante simple me advirtieron algo sobre combustión espontanea pero no me preocupo para nada tras un buen rato pude ver a lo lejos muchas casas bastante altas el palacio celestial y varios comercios mientras me iba acercando a la orilla podía observar el mar nimbo y era bastante bonito algo digno de recordar.

Tras llegar a la orilla amarré el deslizador pude ver varias personas y sin dudarlo me acerque a los comercios para buscar información comencé a mirar los comercios y había un mercader que llamo mi atención era alguien bastante joven, pero tenia varias cicatrices y parecía que conocía bastante bien la isla tras seguir observándole me acerque a el.

-Disculpe sabe algo sobre la tribu Shandia, me gustaría saber toda la información posible.-

dije esperando alguna respuesta de aquel mercader

Vaya, te mira con su ojo bueno (el otro está infecto y casi blanco) y sonríe.

-Algo sé- dice, tocándose cicatrices en la cara, aunque ahora que te fijas, parecen escarcificaciones. Hablando en plata, tatuajes hechos mediante autolesión-. ¿Estás seguro de querer saberlo todo?

Te mira un momento a la cara, con una extraña mueca. Ya no parece una sonrisa.

-Parece que sí quieres. Pues ahora escucha. Hace más de 500 años los Shandian vivían en tierra firme, sobre el mar azul. Pero acabaron por ascender, de alguna forma, y trajeron con ellos una gigantesca isla. Durante mucho tiempo, hasta que un tal Enel, autoproclamado Dios de Skypeia, fue expulsado por un niñato de goma. Adoran a sus ancestros por encima de todo, y tocan cada día la gran campana que hay en el centro de la isla Shandian. Malditos seres molestos...

Se da la vuelta, mientras hace sabe dios qué. ¿Te llega la información o vas a preguntar más? Hay algunos mercaderes más, y éste podría saber más de lo que dice, pero... ¿Qué harás si intenta algo?

Tras hacerle la pregunta observe como la expresión cambio, aquel tío daba la sensación de ser alguien que conocía bastante bien el lugar, su apariencia me extrañaba un poco pero no le di mucha importancia, siempre he pensado que las personas mas extrañas son las que mejor pueden ayudar.

Cuando este me contó algunas cosas, me quede un momento pensando parecía que no les gustaba nada aquella tribu y luego observe como se dio la vuelta -Posees alguna información respecto sus guerreros o conoces una habilidad llamada Haki?
Pregunte con curiosidad de nuevo

-Necesito tener toda la información posible sobre esa tribu, y estoy dispuesto a hacer cualquier cosa...- dije mientras observaba como seguía trabajando o al menos eso creía.

-Haki...- dice, con voz reflexiva-. Tanta gente viene preguntando por eso... En fin. El Mantra es una energía en el interior de cada persona, y da la capacidad de oír la voz de los ancestros, que nos ayudan a prever los movimientos de la gente. Pero no es fácil desarrollarlos. Hace falta entrar en un estado de concentración y paz mental que no se puede desarrollar aquí. Debes ir con los habitantes de Shandora. Ahí tienen la cabeza hueca, seguro que te enseñan.

Vaya, en muchos sitios te dicen lo mismo. Tal vez debieras ir a ver si te enseñan algo, y a ver cómo llegas. Aunque algo te dice que ese tipo puede hacerte llegar.

Aquel hombre me hablo de nuevo y respondió a mis preguntas, al parecer este poseía bastante información y algo me decía que seguramente el sabría como llegar hacia la Tribu de los Shandora
la verdad no se que me encontraría allí o si me verían como un enemigo, pero eso no me preocupaba, lo único que me importaba era mejorar y convertirme en alguien mucho mas fuerte.

-Quizás pido mucho, pero... ¿Podrías decirme como llegar hasta ellos?- dije pensando en el aquella curiosa habilidad -Parece ser que odias a aquellos tíos, pero si me dices como llegar no te molestare mas por favor...- dije mientras esperaba una respuesta.

Te mira con un ligero desdén, y te señala el mar de nubes, que termina en una masa de Tierra gigantesca.

-Sólo tienes que cruzarlo. Un barco o un aparatejo de esos demoníacos que van sobre el aire. No hay más formas excepto volando- se da la vuelta y sigue a sus asuntos.

Bueno, ahora te queda ir a mirar tu barco, coger un deslizador o... ¿Es eso un cañón? Podría ser divertido jugar al hombre bala. Parece que cabe una persona fornida. ¡Será divertido! Pero tú decides.

Aquel viejo me miro y tras unos segundos me señalo un mar de nubes y a lo lejos una gran masa de tierra gigantesca, nada mas decirme mi destino una gran sonrisa apareció en mi rostro.

-Muchísimas gracias Viejo, no te molesto.-

A continuación tome rumbo a mi deslizador, pero un cañón que apuntaba al mismo lugar que aquella isla, y sin dudarlo se me paso a lo por mi cabeza que quizás no saldría tan bien como creo, pero bueno mi intención era llegar ya a aquella isla y aprender todo lo posible, en mi mochila tenia guardado una caja de cerillas y sin perder mucho el tiempo encendí una y seguidamente prendí la mecha, esta comenzó a consumirse y sin perder el tiempo me metí dentro del cañón agarre todos mis objetos personales active mi modo defensa y ya solo me quedaba esperar.

-Puff, tengo hambre...-

Para ser breves... Te despiertas en una extraña habitación, con un brazo vendado y con la cara sin un buen afeitado. Ha debido pasar cerca de un mes contigo dormido, y una anciana bastante preocupada esboza una sonrisa. Parece nativa, con pieles y tatuajes tribales, con su sonrisa desdentada. Por alguna razón, en tu cabeza resuena que se llama Gor-Ila, y notas que en el exterior de la puerta hay gente, pero... ¿Cómo?

Parecía como si había pasado muchísimo tiempo, y me sentía raro es mas tras observarme no entendía por que tenia un brazo vendado y lo mas importante por que había una abuela cerca mía.

-No se por que pero creo que tu nombre es Gor-Ila, no se quien eres y no se por que noto muchas mas cosas de lo normal, ¿Puedes explicarme que me ha sucedido?-

dije llevándome la mano que no estaba vendada a la cabeza.

Puedes sentir cómo la mujer se dispone a hablar antes de que lo haga, e incluso llegas a predecir que su mano se posará sobre tu cabeza. Curioso don, ¿Verdad?

Durante este tiempo en coma has sintonizado bastante bien con él, aunque parece emperrado en una cosa: No fue una buena idea subir al cañón.

-Lo que te ha sucedido- dice, mientras te acaricia la cara-, es que has despertado el Haki de observación. Y si no me equivoco, por cómo te has revuelto durante este mes en la cama, has llegado a controlarlo hasta cierto punto. Enhorabuena.

Te da la espalda y se acerca a la salida. Notas una presencia difusa, y un hombre aparece. Tiene muchas cicatrices, y hace un tiempo lo conociste en un puestecito de mercado. Sonríe.

-Así que el cañón, ¿Eh? Puto inconsciente.

Off: Hasta aquí el moderado. Postea una vez más y puedes entregarlo.

Era la primera vez que sentía estas sensaciones tan raras, era como si supiera lo que sucedía unos segundos antes, no tenia ningún problema en haber conseguido este raro Don, pero realmente me sorprendía muchísimo.

La mujer me volvió a hablar y luego me acaricio la cara para luego explicarme el poder que había conseguido la escuche con atención y luego me dio la espalda y se fue.

Poco después el hombre del puesto con el que hable apareció y sonrió y me llamo inconsciente, y la verdad quizás tenia razón, pero no me preocupaba en absoluto.

Mire a aquel tío y le sonreí. -Gracias por todo Viejo.

El tiempo paso y cuando me recupere volví de nuevo con mis nakamas.