AlexEmpanadilla
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Akuma no mi
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Turnos: Hardo - Sawaki - Hardo - Sawaki...
Escenario:
Little Garden.
El nombre de la isla es en sí mismo una contradicción. Es una de las islas prehistóricas todavía atrapadas en la edad de piedra con plantas y animales prehistóricos como los dinosaurios.
Condiciones:
- El reto tendrá lugar en pasado.
- El combate será a KO.
- El ganador recibirá 1250 puntos de exp, el perdedor 850 y en caso de empate ambos recibiremos 1000 puntos.
- Sin saltos de tiempo.
Hardo
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Akuma no mi
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El recién llegado me había ofendido, aunque ahora mismo no recordaba muy bien por qué. El cielo tenía unos tonos rojizos y dorados preciosos. Me encantaba cuando el Sol daba aquellas tonalidades al cielo, aportaban un espectáculo para la vista especialmente bonito en esa isla. La isla en la cual iba a tener lugar el duelo, era la isla conocida como Litlle Garden, aunque realmente era más famosa por su vegetación y su fauna. Tanto la vegetación como los animales eran los que existían en la época prehistórica, como si una burbuja hubiera preservado el paso del tiempo en esa isla, los animales y plantas había conseguido sobrevivir hasta la época actual.
Había decidido llegar unas horas antes de la hora acordada para el combate, no porque quisiera reconocer la isla, pues ya la conocía bastante bien, sino porque me apetecía deleitarme contemplando los enormes insectos y majestuosas plantas que allí habitaban. Con suerte hasta vería algún dinosaurio de nuevo. No tenía muy claro cuánto sabía sobre mí mi oponente, pues había llegado a Sons hacía poco y ahora que Jall había conseguido el puesto de Yonkaikyo, la segunda división nos habíamos marchado de Sons. ¿Le habrían comentado algo acerca de mí la primera división? En cualquier caso, había desarrollado muchos trucos nuevos desde que nos habíamos visto por última vez. Llevaba conmigo mis marionetas de combate: los Pequeños Rufianes, con una pequeña mejora añadida desde el combate contra Jall que tuve tiempo atrás, los tres Puppetmon, Hardoneta, quien me llevaría cargado a la espalda, y Tenacitas. Esbiirro había decidio acompañarme para nadar tranquilamente por la isla, pues al igual que a mí, a él también le encantaba aquella isla. Había llegado a la isla prehistórica en mi última adquisición: Helicorino, la marioneta submarino voladora. La foca había preferido ir nadando junto al muñeco, en lugar de ir en el interior como había ido yo, pues no podía nadar.
Empezaba a impacientarme por que llegase ya el gyojin rubio, recién llegado a Sons. ¿Se habría perdido? No creía que se hubiera echado atrás por miedo, pues tenía fama de retar a quien fuera, aunque fuesen claramente más poderosos que él. Me dirigí a un claro donde podría ver a mi rival, en caso de que no fuese en la mochila a la espalda de Hardoneta, no obstante con el Haki Mantra, sabría perfectamente cuando llegaría. ¿Cómo de fuerte sería? ¿Usaría hakis? En cualquier caso, todas mis marionetas, excepto Hardoneta, tenían en su interior algún animal. Aunque pareciese una tontería, como usuario del Mantra, conocía muy bien dónde estaban sus limitaciones. Este pequeño detalle me permitiría despistar a mi rival, pues no podría distinguir que marioneta era un muñeco y cuál podría ser yo, si su dominio sobre este haki no era demasiado elevado. Por supuesto.
Había decidido llegar unas horas antes de la hora acordada para el combate, no porque quisiera reconocer la isla, pues ya la conocía bastante bien, sino porque me apetecía deleitarme contemplando los enormes insectos y majestuosas plantas que allí habitaban. Con suerte hasta vería algún dinosaurio de nuevo. No tenía muy claro cuánto sabía sobre mí mi oponente, pues había llegado a Sons hacía poco y ahora que Jall había conseguido el puesto de Yonkaikyo, la segunda división nos habíamos marchado de Sons. ¿Le habrían comentado algo acerca de mí la primera división? En cualquier caso, había desarrollado muchos trucos nuevos desde que nos habíamos visto por última vez. Llevaba conmigo mis marionetas de combate: los Pequeños Rufianes, con una pequeña mejora añadida desde el combate contra Jall que tuve tiempo atrás, los tres Puppetmon, Hardoneta, quien me llevaría cargado a la espalda, y Tenacitas. Esbiirro había decidio acompañarme para nadar tranquilamente por la isla, pues al igual que a mí, a él también le encantaba aquella isla. Había llegado a la isla prehistórica en mi última adquisición: Helicorino, la marioneta submarino voladora. La foca había preferido ir nadando junto al muñeco, en lugar de ir en el interior como había ido yo, pues no podía nadar.
Empezaba a impacientarme por que llegase ya el gyojin rubio, recién llegado a Sons. ¿Se habría perdido? No creía que se hubiera echado atrás por miedo, pues tenía fama de retar a quien fuera, aunque fuesen claramente más poderosos que él. Me dirigí a un claro donde podría ver a mi rival, en caso de que no fuese en la mochila a la espalda de Hardoneta, no obstante con el Haki Mantra, sabría perfectamente cuando llegaría. ¿Cómo de fuerte sería? ¿Usaría hakis? En cualquier caso, todas mis marionetas, excepto Hardoneta, tenían en su interior algún animal. Aunque pareciese una tontería, como usuario del Mantra, conocía muy bien dónde estaban sus limitaciones. Este pequeño detalle me permitiría despistar a mi rival, pues no podría distinguir que marioneta era un muñeco y cuál podría ser yo, si su dominio sobre este haki no era demasiado elevado. Por supuesto.
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Akuma no mi
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Sawaki suspiraba tranquilo mientras miraba con cierto aire de nostalgia el bosque de Little Garden, a decir verdad aquí tuvo una de sus peleas y momentos más épicos por decirlo de un modo, salvo a una niña de unos malditos piratas y también se hizo amigo de un marine bastante genial y fuera de lo común en la Marina, pero lo que lo convocaba a esta isla no sería algo muy agradable ya que había recibido una “invitación” para una pelea de parte de uno de los miembros de su nueva banda, Sons, un tal Hardo lo había retado. Al parecer no le gustaba la idea de que se unieran más miembros pero poco y nada importaba, era una pelea y era obvio que no iba a faltar ya que al ser una pelea tenía interés en ver de que era capaz ese tipo y aparte necesitaba saber cuánta era la diferencia de poder entre él y algún miembro de Sons. Así que con tranquilidad empezó a caminar lentamente por la vegetación, con la guardia atenta ya que sabía que los animales de por aquí no era muy “amigables” así que tendría que tener mucho cuidado.
En el camino recordaba sus tiempos en la Banda de Atesaki, su banda donde conoció a Kaiser, Cánabar y Shark, personas increíbles que aparte de ser muy fuertes en el campo de batalla eran muy amables pero solo con él, con humanos eran bestias que necesitaban su sangre. Pero a pesar de ello gracias a ellos tres logro hacerse cada vez más fuerte, aparte de que con Shark había compartido muchos momentos únicos e inolvidables, era incapaz de hacer que un par de lágrimas cayeran de sus ojos ya que los extrañaba de todo corazón y era imposible que ellos estuvieran muertos así que los encontraría de nuevo para volver a ser parte de la banda de Atesaki, se limpió las lágrimas justo cuando llegó a un claro donde se encontraba una persona, debería ser Hardo así que sonrió de medio lado mientras se preparaba para la batalla, dio un paso más para mostrar por totalidad su cuerpo que estaba tapado por una densa vegetación, también hizo que su instinto asesino saliera a flote y su sonrisa se volvió mucho más frívola que antes. Sin esperar mucho tiempo y analizando un poco el lugar logro notar que lugares para esconderse no habían lo que indicaba que esta pelea sería en todo momento un cuerpo a cuerpo, pero le preocupaba que la sangre derramada atrajera la atención de unos amigos bastante molestos y con hambre. Así que con una sonrisa le dijo al que ahora sería su oponente:
Sawaki: Te daré el primer ataque, hagamos este combate corto, no quiero tener que lidiar con los dinosaurios de por aquí.
Su tono fue muy frio y sus ojos mostraban ese sentimiento, estaba totalmente concentrado en la pelea, activo su Haki de observación para así tener más cuidado con los ataques, y analizando un poco a su oponente el rubio se dio cuenta de la existencia de extraños seres que estaban al lado de Hardo y lo más intrigante era que tenían una presencia, pero de momento no le dio mucha importancia ya que en el transcurso de la pelea tendría el honor de saber que hacían esas cosas. Así que sin más espero el ataque o respuesta de Hardo.
En el camino recordaba sus tiempos en la Banda de Atesaki, su banda donde conoció a Kaiser, Cánabar y Shark, personas increíbles que aparte de ser muy fuertes en el campo de batalla eran muy amables pero solo con él, con humanos eran bestias que necesitaban su sangre. Pero a pesar de ello gracias a ellos tres logro hacerse cada vez más fuerte, aparte de que con Shark había compartido muchos momentos únicos e inolvidables, era incapaz de hacer que un par de lágrimas cayeran de sus ojos ya que los extrañaba de todo corazón y era imposible que ellos estuvieran muertos así que los encontraría de nuevo para volver a ser parte de la banda de Atesaki, se limpió las lágrimas justo cuando llegó a un claro donde se encontraba una persona, debería ser Hardo así que sonrió de medio lado mientras se preparaba para la batalla, dio un paso más para mostrar por totalidad su cuerpo que estaba tapado por una densa vegetación, también hizo que su instinto asesino saliera a flote y su sonrisa se volvió mucho más frívola que antes. Sin esperar mucho tiempo y analizando un poco el lugar logro notar que lugares para esconderse no habían lo que indicaba que esta pelea sería en todo momento un cuerpo a cuerpo, pero le preocupaba que la sangre derramada atrajera la atención de unos amigos bastante molestos y con hambre. Así que con una sonrisa le dijo al que ahora sería su oponente:
Sawaki: Te daré el primer ataque, hagamos este combate corto, no quiero tener que lidiar con los dinosaurios de por aquí.
Su tono fue muy frio y sus ojos mostraban ese sentimiento, estaba totalmente concentrado en la pelea, activo su Haki de observación para así tener más cuidado con los ataques, y analizando un poco a su oponente el rubio se dio cuenta de la existencia de extraños seres que estaban al lado de Hardo y lo más intrigante era que tenían una presencia, pero de momento no le dio mucha importancia ya que en el transcurso de la pelea tendría el honor de saber que hacían esas cosas. Así que sin más espero el ataque o respuesta de Hardo.
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Akuma no mi
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El Sol en el cielo era radiante, y por algún extraño misterio ese día el cielo era rojizo y dorado. Me sentía especialmente atraído por aquella isla tanto por la flora y fauna, como por los maravillosos paisajes que se podía contemplar. Empezaba a impacientarme por la presencia de mi compañero de banda, que no de división. Estaba seguro que asistiría, pero ya debería estar por allí. Hardoneta estaba sentado en círculo con el resto de muñecos andantes. Entre la multitud de presencias de animales, una nueva voz surgió de improvisto. La esencia del aura, era firme, podría decirse que casi era algo material, aunque bien sabía que eso no era posible. Esa consciencia denotaba determinación, no sería tan fácil como había pensado en un principio. Iba a tener que emplearme a fondo, aunque eso no quitaba que no me pudiera divertir un rato.
Aprovechando la demora del hombre pez, con la ayuda del manual de señuelo había creado una marioneta gigante utilizando uno de los árboles de la zona cercana al claro. Desgraciadamente, la marioneta era el árbol y no se movería del sitio, así que de poco me serviría y más teniendo en cuenta que no podía controlarla por completo todavía debido al poco tiempo que llevaba su personalidad en mi interior y su tamaño.
Cada vez mi rival estaba más cerca. Estando a unos cincuenta metros, aproximadamente, las marionetas interrumpieron su actividad, aunque realmente no estaban haciendo nada, para girarse y mirar todas al tiempo a quien iba a ser su oponente. Finalmente estuvo lo suficientemente cerca como para poder hablar. Menospreciando mi fuerza, me cedió el primer ataque. Hardoneta y los tres Puppetmon, giraron de nuevo la cabeza y prosiguieron a lo suyo, que en eso momento era jugar a las cartas. El pequeño grupo de Pequeños Rufianes, formado por un total de cinco, se levantaron y se dispusieron para el combate.
Sin mirar a Sawaki, el den den mushi de Hardoneta reprodujo mis palabras:
- Empecemos, aunque me gustaría ver algún dinosaurio, no me gustaría enfrentarme a él. Intentaré que sea rápido, aunque me gustaría divertirme. Érase una vez... – El den den mushi y el altavoz de la garganta de Hardoneta, ocultaban mi voz, que no era más que un leve susurro por lo que parecía que fuese el coloso metálico quien hablaba.
El grupo de Pequeño Rufianes comenzaron a brincar, bailar y dar volteretas. Con mi siempre activo Mantra, estaría al tanto de los movimientos de Sawaki, además de saber en todo momento dónde se encontraba. Finalmente me decidí a atacar. Un Pequeño Rufián, se acercó hasta ponerse a escasos metros del gyojin y llevándose la mano derecha al ojo, hizo un gesto como de burla, similar al que hacen los niños cuando tiran del párpado inferior hacia abajo y sacan la lengua, solo que estos no tenían lengua. Otro, se puso de espaldas y comenzó a darse palmadas en el trasero, al tiempo que el resto se llevaban ambas manos a la cabeza y apoyando el pulgar en la sien, movían las manos adelante y atrás, completando la escena burlona.
Suponía que pensaría que no me tomaba el combate en serio, pero nada más lejos de la realidad, pues me encontraba con toda mi atención a cada cosa que nos rodeaba, animales, plantas, la leve brisa del viento e incluso a través de la tela de la mochila en la cual me encontraba, cargado en la espalda de Hardoneta, podía intuir la intensidad de los rayos del Sol y orientación de estas. Cada combate para mí era un espectáculo y como buen payaso, había aprendido a improvisar y montar nuevas representaciones. La diversión no había hecho nada más que comenzar.
Bully Attack [AD]
Aprovechando la demora del hombre pez, con la ayuda del manual de señuelo había creado una marioneta gigante utilizando uno de los árboles de la zona cercana al claro. Desgraciadamente, la marioneta era el árbol y no se movería del sitio, así que de poco me serviría y más teniendo en cuenta que no podía controlarla por completo todavía debido al poco tiempo que llevaba su personalidad en mi interior y su tamaño.
Cada vez mi rival estaba más cerca. Estando a unos cincuenta metros, aproximadamente, las marionetas interrumpieron su actividad, aunque realmente no estaban haciendo nada, para girarse y mirar todas al tiempo a quien iba a ser su oponente. Finalmente estuvo lo suficientemente cerca como para poder hablar. Menospreciando mi fuerza, me cedió el primer ataque. Hardoneta y los tres Puppetmon, giraron de nuevo la cabeza y prosiguieron a lo suyo, que en eso momento era jugar a las cartas. El pequeño grupo de Pequeños Rufianes, formado por un total de cinco, se levantaron y se dispusieron para el combate.
Sin mirar a Sawaki, el den den mushi de Hardoneta reprodujo mis palabras:
- Empecemos, aunque me gustaría ver algún dinosaurio, no me gustaría enfrentarme a él. Intentaré que sea rápido, aunque me gustaría divertirme. Érase una vez... – El den den mushi y el altavoz de la garganta de Hardoneta, ocultaban mi voz, que no era más que un leve susurro por lo que parecía que fuese el coloso metálico quien hablaba.
El grupo de Pequeño Rufianes comenzaron a brincar, bailar y dar volteretas. Con mi siempre activo Mantra, estaría al tanto de los movimientos de Sawaki, además de saber en todo momento dónde se encontraba. Finalmente me decidí a atacar. Un Pequeño Rufián, se acercó hasta ponerse a escasos metros del gyojin y llevándose la mano derecha al ojo, hizo un gesto como de burla, similar al que hacen los niños cuando tiran del párpado inferior hacia abajo y sacan la lengua, solo que estos no tenían lengua. Otro, se puso de espaldas y comenzó a darse palmadas en el trasero, al tiempo que el resto se llevaban ambas manos a la cabeza y apoyando el pulgar en la sien, movían las manos adelante y atrás, completando la escena burlona.
Suponía que pensaría que no me tomaba el combate en serio, pero nada más lejos de la realidad, pues me encontraba con toda mi atención a cada cosa que nos rodeaba, animales, plantas, la leve brisa del viento e incluso a través de la tela de la mochila en la cual me encontraba, cargado en la espalda de Hardoneta, podía intuir la intensidad de los rayos del Sol y orientación de estas. Cada combate para mí era un espectáculo y como buen payaso, había aprendido a improvisar y montar nuevas representaciones. La diversión no había hecho nada más que comenzar.
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Sawaki no se había dado cuenta pero no había visto la figura humana de Hardo sino que solo había visto a esos extraños objetos, no le dio mucha importancia a ese hecho y espero que esos extraños seres atacaran, en su mente ya se figuraba la idea de que alguien las estaba controlando desde lejos o bien podía darse el caso que estuviera muy cerca, así que tendría que ir con cuidado analizando cada movimiento de esos seres y ver si lograba encontrar al humano que las controlaba, seguramente era un usuario de alguna Akuma no mi aunque podría ser obra de alguna técnica muy avanzada así que tendría que averiguar todo esto en el transcurso mismo de la pelea.
El rubio esperaba ansioso el ataque pero solamente vio como tres de los cuatro seres extraños hacían cosas para burlarse de él, pero desde hace un tiempo que ya no le importaban ataques tan absurdos como esos, de hecho esos ataques solo hacían que su instinto asesino se incrementara a niveles muy superiores de lo que ya estaba, así que vio con tranquilidad el burdo acto de esas cosas para luego suspirar profundamente y mirar el cielo que estaba en unos lindos tonos rojos, luego bajo su mirada para analizar el campo de batalla, desde luego era un campo bastante amplio lo que daría un gran uso a su velocidad actual y los árboles estaban varios metros más atrás, si alguien las controlaba sería de algún lugar de entre los árboles o bien podía ser que estuviera escondido en alguna de las extrañas cosas que bailaban y hacían gestos idiotas a su alrededor. Le echo una última mirada al ambiente para asegurarse de que todo estuviera en orden, lamentablemente no encontró algo con agua y eso afectaba sus ataques, así que tendría que ir con todo su cuerpo como arma.
Sawaki: Veo que desperdiciaste tú primer ataque, con tú permiso me toca a mí espero estés preparado, cobarde.
Dijo al parecer sin querer, su tono fue muy frío y sin darle tiempo a que se reagruparan y estorbaran en su camino, corrió de forma veloz para llegar a la cosa extraña que se mantuvo atrás mientras los otros hacían esas cosas raras y extraña, llegó de forma casi inmediata para luego levantar su puño derecho y sin hacer alguna finta giró sobre su eje para imprimirle más fuerza a su ataque y fue entonces que libero el puñetazo que iba a lo que sería el ataque de la más grande de esas cosas, y esperaba que con su instinto encontrar el lugar donde estaba el humano escondido. Sin más ataco con su puño derecho al estomago de esa cosa y en un golpe de suerte esperaba poder destruirla.
Puñetazo al estómago. [AM]
El rubio esperaba ansioso el ataque pero solamente vio como tres de los cuatro seres extraños hacían cosas para burlarse de él, pero desde hace un tiempo que ya no le importaban ataques tan absurdos como esos, de hecho esos ataques solo hacían que su instinto asesino se incrementara a niveles muy superiores de lo que ya estaba, así que vio con tranquilidad el burdo acto de esas cosas para luego suspirar profundamente y mirar el cielo que estaba en unos lindos tonos rojos, luego bajo su mirada para analizar el campo de batalla, desde luego era un campo bastante amplio lo que daría un gran uso a su velocidad actual y los árboles estaban varios metros más atrás, si alguien las controlaba sería de algún lugar de entre los árboles o bien podía ser que estuviera escondido en alguna de las extrañas cosas que bailaban y hacían gestos idiotas a su alrededor. Le echo una última mirada al ambiente para asegurarse de que todo estuviera en orden, lamentablemente no encontró algo con agua y eso afectaba sus ataques, así que tendría que ir con todo su cuerpo como arma.
Sawaki: Veo que desperdiciaste tú primer ataque, con tú permiso me toca a mí espero estés preparado, cobarde.
Dijo al parecer sin querer, su tono fue muy frío y sin darle tiempo a que se reagruparan y estorbaran en su camino, corrió de forma veloz para llegar a la cosa extraña que se mantuvo atrás mientras los otros hacían esas cosas raras y extraña, llegó de forma casi inmediata para luego levantar su puño derecho y sin hacer alguna finta giró sobre su eje para imprimirle más fuerza a su ataque y fue entonces que libero el puñetazo que iba a lo que sería el ataque de la más grande de esas cosas, y esperaba que con su instinto encontrar el lugar donde estaba el humano escondido. Sin más ataco con su puño derecho al estomago de esa cosa y en un golpe de suerte esperaba poder destruirla.
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Sin prestar demasiada atención aparentemente, continué con mis cosas. Los Pequeños Rufianes continuaban con su baile, cuando Sawaki se lanzó al ataque. Cargó el brazo derecho para lanzar un puñetazo directo a la marioneta. Gracias al Mantra, pude adivinar sus intenciones y reforcé con haki armadura al Pequeño Rufián que iba a ser atacado, quien recibió el golpe sin demasiados problemas. Tendría que andarme con ojo, pues no dejaba de ser un gyojin y su fuerza era muy superior a la de un humano, así que podría cometer un error de cálculos y que terminase reventando alguna marioneta.
Justo en el momento que me decidía contraatacar, el hombre pez se quedó plantado y me dijo:
-Lo siento, acabo de acordarme de que tengo unas cosas que hacer. Este duelo queda postpuesto para otro momento. No pienses que me has vencido por completo, volveré y te derrotaré.
Sin esperar respuesta, salió corriendo en dirección a la playa dejándome tirado allí.
Bueno, al menos puedo entretenerme con las plantas y los dinosaurios.
Justo en el momento que me decidía contraatacar, el hombre pez se quedó plantado y me dijo:
-Lo siento, acabo de acordarme de que tengo unas cosas que hacer. Este duelo queda postpuesto para otro momento. No pienses que me has vencido por completo, volveré y te derrotaré.
Sin esperar respuesta, salió corriendo en dirección a la playa dejándome tirado allí.
Bueno, al menos puedo entretenerme con las plantas y los dinosaurios.
- OFF:
- Bueno, dado que Sawaki ha desaparecido, creo que soy el vencedor del combate... xD
Steve
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