Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Otra vez borracho y con poca noción de su propia existencia. Sin embargo en esta ocasión se encontraba en mitad de un bar con poca ropa encima de una, con sombrero de vaquero y con varias mujeres, adolescentes en su mayoría (también había algún que otro invertido ahí) gritandole como perras en celo, aunque él apenas se tenía en pie dando tumbos sobre la mesa con su disfraz de Vaquero Buenorro. Nunca estaba de más ganarse algún dinero extra haciendo de stripper.
-¡¡GUAPO, QUÍTATELO TODO, QUEREMOS QUE NOS LO ENSEÑES!!-gritaban pidiendo claramente la "legendaria espada carmesí" que ya se había hecho conocida por toda la isla por su conocido exhibicionismo.
Él por supuesto no iba a negarles tal placer, aunque apartó de una patada a los homosexuales de ahí. Su "gran arma" sólo sería usado por dulces y jovencísimas chicas de tetas firmes y culo prieto. Esa no sería la excepción.
-El dinero va porr adddelantado-dijo señalándose el paquete-. También... hip... puedo llevarosss el PAQUETE a casa... pero cobro un ssuplemento por gastos por envío-continuó guiñando un ojo.
Las chavalas gritaron pidiendo más, enloquecidas y dejando todo lo que tenían, algunas joyas incluidas dentro del sombrero de vaquero. Ahora les recompensaría como bien él sabía, al menos es lo que pretendía hasta que de lo borracho que estaba se calló de la mesa de espaldas a lo que ellas se le abalanzaron encima "profanando su dignidad" ahí en medio del bar hasta el viejo dueño las vio (estaban en una zona casi oculta, al fondo, pero el ruido le llamó la tenci´pn al viejo) y las echó pensando que estaban robando al semiincosciente Crimson, con los calzoncillos (aunque sería más propio definirlo como un taparrabos) bajados.
-A ver chaval, levanta, ya he echado a esas arpías-dijo dándole unas bofetadas para despertarlo, aunque Crimson seguía en en suelo tirado, babeando ligeramente.
- Vaquero Buenorro:
-¡¡GUAPO, QUÍTATELO TODO, QUEREMOS QUE NOS LO ENSEÑES!!-gritaban pidiendo claramente la "legendaria espada carmesí" que ya se había hecho conocida por toda la isla por su conocido exhibicionismo.
Él por supuesto no iba a negarles tal placer, aunque apartó de una patada a los homosexuales de ahí. Su "gran arma" sólo sería usado por dulces y jovencísimas chicas de tetas firmes y culo prieto. Esa no sería la excepción.
-El dinero va porr adddelantado-dijo señalándose el paquete-. También... hip... puedo llevarosss el PAQUETE a casa... pero cobro un ssuplemento por gastos por envío-continuó guiñando un ojo.
Las chavalas gritaron pidiendo más, enloquecidas y dejando todo lo que tenían, algunas joyas incluidas dentro del sombrero de vaquero. Ahora les recompensaría como bien él sabía, al menos es lo que pretendía hasta que de lo borracho que estaba se calló de la mesa de espaldas a lo que ellas se le abalanzaron encima "profanando su dignidad" ahí en medio del bar hasta el viejo dueño las vio (estaban en una zona casi oculta, al fondo, pero el ruido le llamó la tenci´pn al viejo) y las echó pensando que estaban robando al semiincosciente Crimson, con los calzoncillos (aunque sería más propio definirlo como un taparrabos) bajados.
-A ver chaval, levanta, ya he echado a esas arpías-dijo dándole unas bofetadas para despertarlo, aunque Crimson seguía en en suelo tirado, babeando ligeramente.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
De verdad me gustaría entender como había acabado ahí. En una taberna en un callejón de la ciudad, cuando podría estar en cualquier bar decente robando a los ricachuelos. Eché una mirada a mi izquierda...un tipo había bebido tanto que le había dado por empezar a sacarse ropa. Y las mujeres y las ''locas'' no habían tardado dos minutos en echársele encima. Suspiré mientras me terminaba mi refresco. Es cierto que el chico tenía buen cuerpo, pero no veía la diversión de ligar con alguien borracho.' Y menos encima si hay que pagar', pensé mirando de reojo el sombrero del chaval, rellenito de monedas y hasta joyas. Sonreí. Por lo menos, ese sombrero me daría la noche. Con todo ese dinero podría sobrevivir un par de semanas sin problemas, en alguna posada, y después ir de polizona en algún barco hasta la siguiente isla. Esperé pacientemente hasta que el chico se quedó casi desnudo y el dueño de la taberna tuvo que echar a las locas que gritaban.
Me acerqué mientras el dueño le daba de bofetadas para despertarle. Le agarré del brazo suavemente y le dije que yo me hacía cargo. Con una sonrisa, logré que se fuera y me agaché al lado del vaquero borracho. Me tentó coger el sombrero dinero e irme como si nada, pero llamaría demasiado la atención. Suspirando, me senté sobre los talones y coloqué la cabeza del vaquero en mi regazo. Agh, apestaba a alcohol. Suspiré y compuse una sonrisa traviesa.
-¿Quién va a darme tooodo su dinero?
Empecé a canturrear por lo bajo acariciándole la barbilla con un dedo, intentando que despertara.
Me acerqué mientras el dueño le daba de bofetadas para despertarle. Le agarré del brazo suavemente y le dije que yo me hacía cargo. Con una sonrisa, logré que se fuera y me agaché al lado del vaquero borracho. Me tentó coger el sombrero dinero e irme como si nada, pero llamaría demasiado la atención. Suspirando, me senté sobre los talones y coloqué la cabeza del vaquero en mi regazo. Agh, apestaba a alcohol. Suspiré y compuse una sonrisa traviesa.
-¿Quién va a darme tooodo su dinero?
Empecé a canturrear por lo bajo acariciándole la barbilla con un dedo, intentando que despertara.
Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Ya no sentía las bofetadas, sino todo lo contrario. Ahora estaba apoyado sobre algo mucho más blando que el roído suelo de madera. Se sentía en una nube. Y no sólo era por la borrachera que aún le perduraba, aunque ayudaba obviamente, sino por que ahora una amable chica le estaba haciendo caricias justo por debajo de la barbilla. Sonreía por las leves cosquillas que sentía a pesar de seguir medio dormido. Se puso de lado, apoyando su no enrojecida mejilla, acomodándose como si de una almohada se tratase. Se abrazó a su cintura y remoloneó un poco. -Todavía no, Ruby. Déjame dormir media hora más... Anda... -dijo repentinamente, casi entre murmullos.
Ruby era la sirena, pelirroja, que le había criado desde que era apenas un bebé. Se podría decir que es su madre adoptiva. Así fue como el capitán de Sons of Anarchy se crió rodeado de sirenas, todas ellas preciosas, en la Isla Gyojin, aprendiendo del código femenino y empezó su camino como Sex Machine. Tenía que saber cómo se desenvolvían todas ellas. El estar permanente entre mujeres de suculentas Su pasión para con las mujeres era enorme. Las quería a todas. Y no por trofeo, sino que realmente las quería. Cada vez que conocía a una nueva era como revivir su primer amor. Quizás tenía un problema con ello. Ya le habían dicho varias veces que visitara una especialista. Una vez lo hizo... Pero era unA especialista. No fue una buena idea. Aunque debía se lo pasaron realmente bien.
Cogió, de manera inconsciente, su sombrero rojo lleno de dinero y alguna que otra joya de valor y lo puso encima de la cara, como intentando protegerse de la luz, que la sentía especialmente brillante y molesta. Sin embargo al cubrirse con el sombrero le cayeron todos los billetes encima de la cara, y consecuentemente en las piernas de la joven, además de soltar un estruendoso ruido (quizás para el resto de la humanidad no tanto) al caer uno de los colgantes contra el suelo. Se despertó sobresaltado y algo asustado. -¿Qué pasa? -preguntó sorprendido- ¿Rose, dónde está el resto de mi ropa? ¡No me digas que al final has decidido aprovecharte de mí! -exclamó después, pues pensaba que estaba en el regazo de su subcapitana, pues también era pelirroja. Sin embargo se dio rápidamente (tardó unos quince segundos) en darse cuenta de que no se trataba de ella, sino de otra chica, de belleza equiparable. Crimson siguió tumbado sobre ella mientras la miraba a los ojos, bueno y también a las tetas, pero, joder, es que están en medio y con el tamaño que tienen era imposible que los echase un vistacito. -Tú no eres Rose... -afirmó después al darse cuenta de lo ocurrido-. Y bueno... ¿Tú también estabas como parte de mi público? Porque no me suenas de nada. Créeme, de ti me acordaría.
Ruby era la sirena, pelirroja, que le había criado desde que era apenas un bebé. Se podría decir que es su madre adoptiva. Así fue como el capitán de Sons of Anarchy se crió rodeado de sirenas, todas ellas preciosas, en la Isla Gyojin, aprendiendo del código femenino y empezó su camino como Sex Machine. Tenía que saber cómo se desenvolvían todas ellas. El estar permanente entre mujeres de suculentas Su pasión para con las mujeres era enorme. Las quería a todas. Y no por trofeo, sino que realmente las quería. Cada vez que conocía a una nueva era como revivir su primer amor. Quizás tenía un problema con ello. Ya le habían dicho varias veces que visitara una especialista. Una vez lo hizo... Pero era unA especialista. No fue una buena idea. Aunque debía se lo pasaron realmente bien.
Cogió, de manera inconsciente, su sombrero rojo lleno de dinero y alguna que otra joya de valor y lo puso encima de la cara, como intentando protegerse de la luz, que la sentía especialmente brillante y molesta. Sin embargo al cubrirse con el sombrero le cayeron todos los billetes encima de la cara, y consecuentemente en las piernas de la joven, además de soltar un estruendoso ruido (quizás para el resto de la humanidad no tanto) al caer uno de los colgantes contra el suelo. Se despertó sobresaltado y algo asustado. -¿Qué pasa? -preguntó sorprendido- ¿Rose, dónde está el resto de mi ropa? ¡No me digas que al final has decidido aprovecharte de mí! -exclamó después, pues pensaba que estaba en el regazo de su subcapitana, pues también era pelirroja. Sin embargo se dio rápidamente (tardó unos quince segundos) en darse cuenta de que no se trataba de ella, sino de otra chica, de belleza equiparable. Crimson siguió tumbado sobre ella mientras la miraba a los ojos, bueno y también a las tetas, pero, joder, es que están en medio y con el tamaño que tienen era imposible que los echase un vistacito. -Tú no eres Rose... -afirmó después al darse cuenta de lo ocurrido-. Y bueno... ¿Tú también estabas como parte de mi público? Porque no me suenas de nada. Créeme, de ti me acordaría.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven se acurrucó y me agarró de la cintura. Aparté los brazos, sobresaltada. Hablaba en sueños, confundiéndome con otra. Me alegré, por lo menos tenía un sueño agradable ya que iba a despojarle de sus ganancias. Eché la mano poco a poco a su sombrero, tal vez podría guardarme algo en el bolsillo antes de que se despertara. Recién había agarrado una pulsera cuando fue a coger el sombrero y retire la mano a toda prisa. La pulsera se deslizó por mi muñeca con el movimiento y sonreí complacida, parecía oro. Las mujeres de esta ciudad estaban forradas y eran imbéciles. Que buena combinación para mi.
No se en que estaría pensando, pero prácticamente derramó el contenido del sombrero sobre su cabeza. Despertó sobresaltado, lógicamente, y mientras caían los billetes se me quedó mirando. Le miré perpleja mientras hablaba. En un minuto me había confundido con dos mujeres diferentes, menudo hombre. Sonreí, volviendo a mi papel y le contesté amablemente:
-Mi nombre es Aki. Lamento no ser Ruby ni Rose, pero intentaré estar a la altura. Y me temo que no estaba entre tu público, ese tipo de espectáculos no suelen ser de mi agrado. No me refiero al tuyo- Aclaré colocándole la mano en el hombro, con suavidad.-Sino a la vergonzosa exhibición de las mujeres a tu alrededor. Que poca dignidad...yo estaba a unas mesas de distancia, disfrutando las vistas. El dueño las echó cuando te caíste de la mesa y yo me acerqué a socorrerte. Perdón si molesté.- Agregué mirándole divertida.
No se en que estaría pensando, pero prácticamente derramó el contenido del sombrero sobre su cabeza. Despertó sobresaltado, lógicamente, y mientras caían los billetes se me quedó mirando. Le miré perpleja mientras hablaba. En un minuto me había confundido con dos mujeres diferentes, menudo hombre. Sonreí, volviendo a mi papel y le contesté amablemente:
-Mi nombre es Aki. Lamento no ser Ruby ni Rose, pero intentaré estar a la altura. Y me temo que no estaba entre tu público, ese tipo de espectáculos no suelen ser de mi agrado. No me refiero al tuyo- Aclaré colocándole la mano en el hombro, con suavidad.-Sino a la vergonzosa exhibición de las mujeres a tu alrededor. Que poca dignidad...yo estaba a unas mesas de distancia, disfrutando las vistas. El dueño las echó cuando te caíste de la mesa y yo me acerqué a socorrerte. Perdón si molesté.- Agregué mirándole divertida.
Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Tenía un nombre curioso. Sutilmente corto y fonéticamente directo. Sintió como tocaba su hombro. No la apartó pero se incorporó y se quedó sentado al lado de ella, en el suelo. Era raro que dos personas estén en un bar sentados sin usar las sillas. Aunque claro, él tenía la excusa de estar borracho. Miró el suelo, vio todo el dinero desperdigado y todas una que otra joya rota. Seguían teniendo su valor por su peso en oro. -Tranquila, estás a la altura de mis dos pelirrojas preferidas - y recogió casi todo, volviéndolo a meter en el sombrero, mientras escuchaba el resto de lo que decía Aki. Le resultaba extraño ver a alguien tan desinteresado en el mundo en el que él vivía. Sin embargo le agradaron las palabras de ella, pues en parte le estaba halagando. Decidió dejarlo pasar por el momento, aunque repararía en ello con socarronería, como era habitual en el pirata.
-Pues por mirar de lejos también hay que pagar -comentó sonriente y algo irónico-, que mi trabajo me cuesta mantenerme así. No todo es genética. Aunque bueno, tienes suerte, me has caído bien. Además, la primera siempre gratis -le guiñó un ojo-. Se puso de pie y se estiró un poco. Ayudó a incorporarse a la chica también tendiéndole la mano. Se preguntaba dónde cojones habría dejado su ropa y sus armas. Sin estas últimas era cuando verdaderamente se sentía desnudo. Tras unos segundos de breve reflexión llegó a la cuenta de que ya se acordaría en un momento dado, por lo que era inútil intentar forzar su deteriorada mente.
-Dime Aki, aparte de ser una buena samaritana que salva a pobres -rió ligeramente al comprobar el dinero que llevaba encima- ¿a qué te dedicas habitualmente? Porque mucha pinta de monja no tienes. Y otra cosa... ¿No habrás visto el resto de mi ropa por aqui verdad? -preguntó después-. En caso de que no, siempre podemos irnos de compras. No me vendrían mal la opinión femenina en estas cosas. Los hombres solemos ser bastante desastres en este tema -alzó la mano y llamó a uno de los camareros, que se quedó extrañamente sorprendido al ver la escasa ropa de Crimson-. Ponme dos copas de bourbon -pidió, dando a entender que sería uno para cada uno, aunque nada más lejos de la realidad. La miró directamente a los ojos y prosiguió. -¿Tú quieres algo? -concluyó.
-Pues por mirar de lejos también hay que pagar -comentó sonriente y algo irónico-, que mi trabajo me cuesta mantenerme así. No todo es genética. Aunque bueno, tienes suerte, me has caído bien. Además, la primera siempre gratis -le guiñó un ojo-. Se puso de pie y se estiró un poco. Ayudó a incorporarse a la chica también tendiéndole la mano. Se preguntaba dónde cojones habría dejado su ropa y sus armas. Sin estas últimas era cuando verdaderamente se sentía desnudo. Tras unos segundos de breve reflexión llegó a la cuenta de que ya se acordaría en un momento dado, por lo que era inútil intentar forzar su deteriorada mente.
-Dime Aki, aparte de ser una buena samaritana que salva a pobres -rió ligeramente al comprobar el dinero que llevaba encima- ¿a qué te dedicas habitualmente? Porque mucha pinta de monja no tienes. Y otra cosa... ¿No habrás visto el resto de mi ropa por aqui verdad? -preguntó después-. En caso de que no, siempre podemos irnos de compras. No me vendrían mal la opinión femenina en estas cosas. Los hombres solemos ser bastante desastres en este tema -alzó la mano y llamó a uno de los camareros, que se quedó extrañamente sorprendido al ver la escasa ropa de Crimson-. Ponme dos copas de bourbon -pidió, dando a entender que sería uno para cada uno, aunque nada más lejos de la realidad. La miró directamente a los ojos y prosiguió. -¿Tú quieres algo? -concluyó.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Se sentó a mi lado y recogió el sombrero y todo lo valioso. Suspiré sin que se diera cuenta. Qué se le iba a hacer. Por lo menos tenía aquella pulsera. Decidí quedarme algo más con el, tal vez pudiera sacar algo. Me eché a reir con sus ocurrencias, ciertamente era gracioso, y me pregunté si sería así solamente por estar borracho o también a diario. Le seguí la corriente mientras me incorporaba.
-Como tu también has echado un buen vistazo, aunque fuera de reojo, creo que estamos en paz no?
Le dediqué una mirada a medio camino entre pícara y divertida. El chaval miraba de aquí para allá, como buscando algo. Negué con la cabeza mientras le oía y me senté en una mesa, balanceando ligeramente las piernas.
-Meh, ya sabes, de aquí para allá...mis posesiones ascienden a lo que ves y vivo de lo que voy encontrando y ganando en el momento. Suelo ir de polizona en los barcos para ver mundo jajaja. Y me temo que cuando llegué ya estabas en pleno striptease...
Miré por la ventana para confirmar lo que pensaba, y la señalé con el pulgar antes de quitarme la capa y tendérsela.
-Puedes taparte con esto, porque todavía es de madrugada y si quieres ir de compras, te va a ser algo difícil...
Lo cierto es que sin la capa y mi ligero vestuario a base de top y minifalda negros y rojos, dejaba mucha piel a la vista, pero la verdad, nunca me había importado, no iba a empezar ahora. Además allí dentro no hacía frío.
-Como tu también has echado un buen vistazo, aunque fuera de reojo, creo que estamos en paz no?
Le dediqué una mirada a medio camino entre pícara y divertida. El chaval miraba de aquí para allá, como buscando algo. Negué con la cabeza mientras le oía y me senté en una mesa, balanceando ligeramente las piernas.
-Meh, ya sabes, de aquí para allá...mis posesiones ascienden a lo que ves y vivo de lo que voy encontrando y ganando en el momento. Suelo ir de polizona en los barcos para ver mundo jajaja. Y me temo que cuando llegué ya estabas en pleno striptease...
Miré por la ventana para confirmar lo que pensaba, y la señalé con el pulgar antes de quitarme la capa y tendérsela.
-Puedes taparte con esto, porque todavía es de madrugada y si quieres ir de compras, te va a ser algo difícil...
Lo cierto es que sin la capa y mi ligero vestuario a base de top y minifalda negros y rojos, dejaba mucha piel a la vista, pero la verdad, nunca me había importado, no iba a empezar ahora. Además allí dentro no hacía frío.
Crimson
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
-"Así que me ha pillado después de todo" -pensó tras escuchar su primera frase. Al parecer su sutileza, entre otras muchas cosas, se perdía cuando estaba borracho. Tampoco le preocupaba demasiado. La siguió escuchando despreocupadamente. El camarero vino con las copas de bourbon mientras ella le pasaba la capa. Se puso de pie y se rodeó la cintura con la capa, dejándose el torso al descubierto. Lo cierto era que no tenía nada de frío, incluso sentía calor. Volvió a sentarse, esta vez ligeramente ladeado, poniendo el brazo izquierdo sobre el respaldar de la silla Entonces su mente procesó lo que le acababan de decir. ¡Era de noche! -Joder, si que pasa rápido el tiempo. Hace nada era de día y ya estamos a altas horas de la madrugada... ¿Seguro que no has intentando aprovecharte de mí? Yo soy como un caramelito. No sé si fiarme de ti -bromeó con ella. Echó otro "sutil vistazo" escaneándola de arriba a abajo.
-Bueno, no tenemos que ir precisamente a comprar ropa... También podríamos simplemente tomarla... Tú ya me entiendes -le sugirió con un torpe guiño que intentaba ser más juguetón de lo que realmente fue. No controlaba bien sus movimientos faciales. Tenía el rostro, las manos y los pies entumecidos. Incluso así pilló la primera copa de bourbon y se la bebió del tirón. -Buaah... Esto siempre me sienta de lujo -comentó mirando el vaso totalmente vacío a excepción de los tres cubitos de hielo que todavía estaban casi intactos, pues no les había dado tiempo a derretirse. soltó un pequeño suspiro mientras sentía como el burbujeante alcohol de su interior se evaporaba y subía por su tracto digestivo, volviéndolo a sentir en la garganta y nariz. Ya estaba más que habituado a sus efectos. Cogió la otra copa y se levantó, tambaleándose un poco. -Ahora mismo dudo mucho que halla nadie vigilando las tiendas. Podríamos coger todo lo que queramos y así ya no tendría que llevar esta capa. Aunque tampoco hace falta que tú te la pongas -dijo con una sonrisa bribona dibujada en su cara y volviendo a levantarse del sitio. La cogió de la mano, con toda la confianza del mundo, y arrastró suavemente de ella hasta la salida del local. En la otra mano seguía llevando la copa.
El dueño al verlos empezó a gritar, argumentando que no podía sacarse la copa del local. A Crimson le importaba más bien poco lo que le dijera ese hombre. -Te he dejado suficiente dinero para pagarlo todo... Incluido el vaso -le respondió saliendo ya prácticamente por la puerta-. Bien... Dime, ¿a qué tienda prefieres ir primero? Podemos descartar la de niños ya que no habrá ropa de mi talla... Aunque, por otro lado, se me marcaría todo por lo que tampoco es del todo malo. También está la de mujeres... Las minifaldas, modestia aparte, me sientan de maravilla, sobretodo las rosas que enseñan cachete, pero tampoco me gusta ir por ahí rompiendo corazones, soy un tipo muy humilde ante todo -comentó rompiendo los sarcastonómetros.
-Bueno, no tenemos que ir precisamente a comprar ropa... También podríamos simplemente tomarla... Tú ya me entiendes -le sugirió con un torpe guiño que intentaba ser más juguetón de lo que realmente fue. No controlaba bien sus movimientos faciales. Tenía el rostro, las manos y los pies entumecidos. Incluso así pilló la primera copa de bourbon y se la bebió del tirón. -Buaah... Esto siempre me sienta de lujo -comentó mirando el vaso totalmente vacío a excepción de los tres cubitos de hielo que todavía estaban casi intactos, pues no les había dado tiempo a derretirse. soltó un pequeño suspiro mientras sentía como el burbujeante alcohol de su interior se evaporaba y subía por su tracto digestivo, volviéndolo a sentir en la garganta y nariz. Ya estaba más que habituado a sus efectos. Cogió la otra copa y se levantó, tambaleándose un poco. -Ahora mismo dudo mucho que halla nadie vigilando las tiendas. Podríamos coger todo lo que queramos y así ya no tendría que llevar esta capa. Aunque tampoco hace falta que tú te la pongas -dijo con una sonrisa bribona dibujada en su cara y volviendo a levantarse del sitio. La cogió de la mano, con toda la confianza del mundo, y arrastró suavemente de ella hasta la salida del local. En la otra mano seguía llevando la copa.
El dueño al verlos empezó a gritar, argumentando que no podía sacarse la copa del local. A Crimson le importaba más bien poco lo que le dijera ese hombre. -Te he dejado suficiente dinero para pagarlo todo... Incluido el vaso -le respondió saliendo ya prácticamente por la puerta-. Bien... Dime, ¿a qué tienda prefieres ir primero? Podemos descartar la de niños ya que no habrá ropa de mi talla... Aunque, por otro lado, se me marcaría todo por lo que tampoco es del todo malo. También está la de mujeres... Las minifaldas, modestia aparte, me sientan de maravilla, sobretodo las rosas que enseñan cachete, pero tampoco me gusta ir por ahí rompiendo corazones, soy un tipo muy humilde ante todo -comentó rompiendo los sarcastonómetros.
Aki D. Arlia
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Se ató la capa a la cintura. Esbocé una sonrisa, que tipo tan curioso. Pero me eché a reir en cuanto le oí hablar.
-Perdona, si alguno de los dos quiere aprovecharse del otro, ese sin duda eres tu. Por favor, si tu eres un caramelito, yo estoy echa de delicioso chocolate blanco.
Le saqué la lengua divertida, el pobre no controlaba sus movimientos. Aún asi consiguió acabarse la copa de bourbon de un trago y seguir parloteando como si nada, ahí repantingado en la silla. Podía hasta considerarse un talento interesante. Hablaba de simplemente tomar la ropa. Y bueno, la verdad razón no le faltaba, aunque a ver con cuanta discreción actuaba el borrachuzo. Le miré de arriba abajo y terminé por encogerme de hombros.
-Si consideras que eres capaz de estar callado, por mi de acuerdo. No por nada, no me apetece andar aturdiendo a los lugareños a estas horas de la madrugada. No tiene gracia. Si quieres mañana, es mas divertido cuando te persiguen.
Me tomó de la mano y me arrastró afuera de la tienda. Y se había dejado el sombrero dentro. Agh. Y que pereza volver a buscarlo. Levanté la muñeca a la luz de la luna, la pulsera de oro seguía allí. Era delicada y con pequeños dibujos. Y cara, ante todo era cara. Sonreí y terminé por reírme a carcajadas de solo escucharle.
-¿Y de que te vale la humildad? Me estás tentando a ir a la de mujeres sólo para travestirte. Sería una curiosa anécdota, sin duda, pero creo que pasaré. Mejor algo que te cubra más o serás pasto de otra manada de locas. Deberías aprender de mí, que me quito a los pesados de encima con una mirada. Aunque claro, yo tampoco acostumbro a beber.
-Perdona, si alguno de los dos quiere aprovecharse del otro, ese sin duda eres tu. Por favor, si tu eres un caramelito, yo estoy echa de delicioso chocolate blanco.
Le saqué la lengua divertida, el pobre no controlaba sus movimientos. Aún asi consiguió acabarse la copa de bourbon de un trago y seguir parloteando como si nada, ahí repantingado en la silla. Podía hasta considerarse un talento interesante. Hablaba de simplemente tomar la ropa. Y bueno, la verdad razón no le faltaba, aunque a ver con cuanta discreción actuaba el borrachuzo. Le miré de arriba abajo y terminé por encogerme de hombros.
-Si consideras que eres capaz de estar callado, por mi de acuerdo. No por nada, no me apetece andar aturdiendo a los lugareños a estas horas de la madrugada. No tiene gracia. Si quieres mañana, es mas divertido cuando te persiguen.
Me tomó de la mano y me arrastró afuera de la tienda. Y se había dejado el sombrero dentro. Agh. Y que pereza volver a buscarlo. Levanté la muñeca a la luz de la luna, la pulsera de oro seguía allí. Era delicada y con pequeños dibujos. Y cara, ante todo era cara. Sonreí y terminé por reírme a carcajadas de solo escucharle.
-¿Y de que te vale la humildad? Me estás tentando a ir a la de mujeres sólo para travestirte. Sería una curiosa anécdota, sin duda, pero creo que pasaré. Mejor algo que te cubra más o serás pasto de otra manada de locas. Deberías aprender de mí, que me quito a los pesados de encima con una mirada. Aunque claro, yo tampoco acostumbro a beber.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.