Rey de Reyes, Naram Glod

Identidad

Exp: 0

Nivel: 1

Nombre: Naram

Apellidos: :Glod

Apodo: Rey de reyes

Edad: 24

Sexo: Masculino/Hetero.

Raza:Humano

Rango/Empleo:Exiliado.

Rango social:Alto/Monarca(anteriormente)

Profesiónes:

• Principal: Luchador
  
• Secundarias: Herrero, carpintero y científico.
  

Akuma:
-Nombre: Ari ari no mi

-Tipo: Paramecia grado 2

-Apariencia de la fruta: Tiene una ligera forma a melocotón con la misma piel que está.
Es de color grisáceo con dos grandes manchas blancas trasversales y desprende un olor dulce muy agradable al olfato. Por dentro es de color naranja muy vivo y esta un poco aguada por lo que al morderla suelta un poco de agua.

-Poder Característico: Le otorga al consumidor la habilidad de materializar todo objeto o materia que se imagine, teniendo control total sobre ellos(moverlos). Si el usuario es herido por kairoseki o queda inconsciente los objetos creados desaparecerán. A su vez no puede crear objetos en zonas ya ocupadas físicamente por otra cosa ni producir agua o kairoseki.

Tabla Niveles:

-Manual canalización.
-Manual Excalibur.
-Manual Micaiah.
-Manual Fusrodah.
-Manual Prisa.
-Manual Aura de aceros.
-Manual Genkidama.
-Manual Draven.

Teikuku Ken

Fue entrenado principalmente en la esgrima, con un estilo solo usado por la familia real. Su padre fue el que le tuteló con la ayuda de su abuelo, para que luego él lo transmitiera a las futuras generaciones.

Fue llamada Teikuku Ken (Espada Imperial), principalmente usa la espada en forma de estoque, centrándose en la defensa y penetrar en huecos que deje abierto el rival con una rápida punzada, esto requiere de gran atención al movimiento de sus rivales, una gran vista y reflejos. Al luchar tan a la defensiva los rivales suelen desesperar actuando más agresivamente y con más impaciencia.
Pero esto no es todo, durante todo el combate lleva guardado en la manga una daga curva que saca cuando el rival se acerca lo suficiente, y una vez la saca cambia totalmente su patrón de combate, actuando un poco más agresivo variando entre la daga y la espada, guardando las distancias con la espada y acercándose rápidamente con la daga para cortar. Es por esto que la Teikuku Ken era tan efectiva, pues nadie se espera que saquen una daga en mitad del combate en un estilo de combate defensivo y menos que cambie el modo de defender a uno más agresivo.
Durante todo el combate mantiene una gran calma, la espalda recta y cuando nota una gran diferencia de nivel suele mofarse del adversario poniendo la mano opuesta del arma en la espalda.

Aparte del manejo de la espada, que es en lo que más destaca, tambien tiene control de un gran repertorio, desde dagas a lanzas, mazas a hachas... Pues un rey debía dar ejemplo en todo para su pueblo, y el combate era algo importante.


-Si el rey lo quiere, la ley lo quiere

Estilo de lucha

Descripción física

De estatura alta, con 1,81 cm de altura y complexión atlética muy definida para no haberlos entrenado mucho.
Tiene una corta melena dorada muy brillante y lisa, digna de dioses, que suele peinarse hacia arriba o dejárselo hacia abajo llegándole el flequillo a la altura de los ojos. Sus ojos son de color rojo cual rubíes que dejan asombrado a cualquiera que los observe, pareciendo que te absorbieran hacia el infinito, un infinito hermoso...

Ojo:

Siempre va con una cara seria y una mirada penetrante, mirando a todo el mundo por encima del hombro y sin importancia, pues, para él todo lo que ve le pertenece. Aun así, alguna que otra vez se le ha visto alguna mirada de deseo por algo, una mirada que dice que lo obtendrá por cualquier medio, sin importar qué, ya que es suyo, se podría confundir por la de un loco fácilmente acompañada de una sonrisa y risa burlona muy egocéntrica.

De vestimenta suele vestir con su gran y llamativa armadura dorada, para él, símbolo de superioridad y riqueza la cual enseña con orgullo, lleva adornos azulados pintados en esta y la ropa que utiliza debajo es del mismo azul. A la altura de la cintura le sale una pequeña capa color carmesí  hasta la altura de los talones tanto por detrás como un pequeño cacho por la parte delantera en la zona de la entrepierna.

También lleva unos pendientes en ambas orejas del mismo brillante color de la armadura, los cuales nunca se le ve sin ellos quitados.

Cuando no lleva su armadura habitualmente suele vestir con una camiseta de seda blanca acompañada de un gran colgante dorado y pulseras del mismo estilo. Y en la parte inferior un pantalón marrón claro con unos zapatos blancos.
Suele vestir de este modo cuando quiere estar cómodo y no piensa salir a dar un gran paseo por la calle.

Naram:

¿Un antiguo rey con afán de decir que todo le pertenece? Fue un rey codicioso, cruel, tirano. No es de los reyes que uno querría tener, pero, lejos de ello, la gente lo veía como un autentico rey; su porte, su figura, digna de un gran rey.
Desde joven ya nació con las cualidades de un rey actuando como tal, solo que a lo largo de los años se fue corrompiendo por su avaricia, que al principio solo era una pequeña broma: "Todos los tesoros en este mundo me pertenecen."
Creció bien asesorado y educado, sabe varios idiomas, como tratar a invitados, luchar, estrategias para combates a gran escala, como hablar a la multitud para cambiar sus ánimos e incluso aun con la duda de muchos, la administración del dinero. Pero con los años comenzó a mirar al resto con superioridad y asco, al fin y al cabo, seria el rey, todos debían obedecerlo.
Siempre fue muy serio al hablar y no solía vacilar, incluso para él las bromas ya no existían. Decía lo que pensaba sin importar lo que conllevara, tenia todo lo que quería, y cada vez quería más, algo que a su pueblo no le gustó y ocurrió lo que muchos pensaron.

Después de lo sucedido su mentalidad cambio, sigue siendo codicioso, arrogante en ocasiones y suele mirar a todos con superioridad, ya que en el fondo de su ser sigue siendo un rey, pero, ahora al tener la mente más clara es capaz de ver a gente, a poca gente como su igual y respetarlas.
Aun pasados unos años sigue teniendo su gusto refinado de rey, y busca los mejores vinos, objetos e ingredientes sin temblarle el pulso en gastarse dinero, algo que le ha metido en algunos apuros alguna que otra vez. Y de vez en cuando dice alguna que otra broma, y no suelen ser de esas que hacen gracia... Es más alegre a la hora de hablar y menos serio de lo que era anteriormente, aunque cuando se pone serio es de temer. Mantiene aun su ego y no tolera que nadie manche su orgullo de rey, pudiendo sacarle realmente de sus casillas al ofenderle sobre esto.

Descripción psicológica

Gustos

Al ser un rey sus gustos son superiores a los de la media, refiriéndose a comida, como a objetos lujosos, para él cuanto más brillante y si es de oro mejor, pero no por esto no sabe diferenciar que cosa tienen más valor que otra.
Le gusta que le traten como a un rey y tener seguidores, su propio espacio, que le entretengan a menudo cuando se aburre, que le alaben, lo típico. También le gustan mucho las mujeres pero desde que conoció a la rubia, líder de la revolución pasa del resto de mujeres, teniendo solo a una mujer en mente.Esto no quiere decir que no se deje llevar por el momento y conquistar a otra mujer para una noche, o un tiempo...
Una de las cosas que le gusta beber es vino, pudiendo tomar de esta si es posible. Le gustan los felinos ya que tuvo un león cuando era rey de Zábalam y le gusta la gente con gustos exigentes o parecidos a él.
Y lo más importante, le gusta todo lo que le pertenece, y TODO le pertenece.

Odia el tabaco y todo lo relacionado con él, pues fue una de las causas de la muerte de su padre incitando a la enfermedad a emerger. Lo que más detesta del tabaco es el olor, y si alguien a su alrededor esta fumando suele decir que apaguen ese invento del diablo o alejarse del humo por respeto al que lo esta fumando, pues aunque odie el tabaco, le recuerda a su padre.
No le agrada la clase pobre o baja, y si puede ser ni estar en la misma sala o cerca de estos, prefiere rodearse de gente con más categoría. La gente idiota o sin estudios no le agrada pues le gusta tener conversaciones interesantes y aprender cosas nuevas, al mismo modo que no le cae bien la gente sin personalidad y no piensan por si mismos. Esto no significa que los rechace, un rey siempre ha de tener peones.

Al ser muy caprichoso no le gusta que la gente tenga cosas que el no posee o derivados, poniéndose muy testarudo con aquello que no tiene y aunque luego no le agrade, si ve que es valioso para otros para el tambien lo será.

Odios

Habilidades

Es un buen estratega con una amplia visión, de joven jugaba mucho con su padre al Shōgi, ajedrez y todo tipo de juegos de mesa estratégicos desarrollando esta habilidad. A la edad de los 16  su padre ya no podía ganarlo he invitaban a jugadores profesionales a palacio para que jugaran contra él y mejorara más aun, algo que con creces consiguieron.
Es un gran constructor con grandes ideas, de pequeño quería construir su propio palacio desde cero y durante su reinado dirigió unas cuantas construcciones de monumentos, gracias a su ego imaginaba cosas imposibles o mecanismos extraños que luego llevaba a la practica no tan satisfactoriamente, pues aun le quedaba practica y años de experiencia.

Su aprendizaje es superior a la media, entendiendo las cosas con bastante rapidez he incluso modificándolas para mejor, analiza las situaciones rapidamente y siempre trata de llevar la delantera, prefiriendo medidas defensivas a agresivas, no le gusta arriesgar demasiado, a no ser que la perdida pueda ser aceptable.

Al ser de cuna real no destaca en cosas básicas y es muy patoso en temas o tareas cotidianas, por ejemplo el simple hecho  de fregar o cosas por el estilo, solo sabe lo que ha visto, nunca ha realizado esa clase de tareas pero hace como si supiera de que va el tema.
Otra de las cosas que se le dan bastante mal son la música, siendo muy patoso a la hora de tocar instrumentos, algo que le avergüenza y por eso evita situaciones en las que tenga que mostrar estas facultades o el simple hecho de cantar, pues para él cantar es respetable, pero solo para los bendecidos de nacimiento.

Una de sus facetas que no destaca para nada es el hecho de hablar a todo el mundo de igual o inferior a alguien y, lo peor en algunos casos, aguantar su ego de rey y pasar desapercibido o el simple hecho de no decirlo. Si se presenta es como rey, y si no, tambien.

Torpezas

Pertenencias & Armas

En el risco de un acantilado frecuentado por pescadores, de una pequeña isla comercial del South Blue, no muy transitada ya que pasaban pocos barcos, se encontraba Naram conversando con un pescador, el cual le había hablado por curiosidad a su vestimenta y la sensación que transmitía de alguien importante. Pero, al poco tiempo de hablar con con él, perdió la curiosidad y solo quería volver a pescar cuanto antes, algo, que por lo visto Naram no estaba muy a la labor...

- Aaaaah si, me acuerdo de mi coronación como si fuera ayer.

- Aun sigues con eso de que eras rey, viajero...

- ¿Osas dudar de mi palabra, vasallo? Esa ofensa podría costarte la vid-(le interrumpe)

- Si... Si... Tu coronación, ¿eras de... Zábalam, verdad? Fue trágico lo que ocurrió.

- EL MAYOR IMPERIO QUE PISÓ Y PISARA LA TIERRA, Y YO, SOY SU REY. -Cambia el tono a uno más serio- Juro por mi nombre y título de rey, que se arrepentirán de su insolencia, nadie quedara impune... JAJAJAJAJA

- Pues cuénteme sus aventuras oh su "majestad" -Le dijo con tono burlón y haciendo una pequeña reverencia- y cómo acabó aquí, al lado de un humilde pescador jejeje.

Le lanzó una fría y rápida mirada al pescador, haciendo que este dejara de reírse inmediatamente y miró al suelo.

- Tienes suerte de que esté de buen humor, pescador, no suelo tolerar esas burlas a mis súbditos. Ahora ponte cómodo y escucha la historia de tu GRAN rey, rey de reyes y cómo acabó envuelto en esta travesía...


Toda historia tiene un comienzo, y la mía comenzó en el glorioso imperio de Zábalam.
Se sitúa en una basta isla del South Blue, y toma el mismo nombre que MI imperio, Zábalam, estando dividida en dos partes, una con la selva virgen, de la que recogemos madera y piedras preciosas, las mejores que verías en tu patética vida y una un poco más desértica, en la cual llevábamos a los esclavos y a la clase baja a sacar piedra. En mitad de estas dos zonas se alza mi imperio, resguardado por unas grandes murallas de piedra con un toque amarillento por el choque con la arena, nada más entrar te encuentras en los barrios comerciales, lleno a más no poder de gente y ruidoso durante todo el día, con los vendedores intentando ganarse la vida y la gente gastando su dinero, es una de las partes más grandes de la ciudad. Más adentro se hallan ya las viviendas, si no contamos con las chabolas de los indigentes de fuera de la muralla, con un pequeño mercado más selecto en el que no suele haber demasiada gente, por lo general, de familia adinerada o de alta clase social hablando entre ellos y niños jugando... A cosas de críos inferiores, y en esta zona es donde se halla uno de mis lugares favoritos, el coliseo, donde luchan mis gladiadores para entretenerme a mí y a mi pueblo, nada mejor que ver la sangre de gente sin destino derramada por el suelo.
Y en el medio de la ciudad se haya mi gran palacio, con unas enormes escaleras para subir a la puerta principal, custodiada siempre por los más bravos guerreros de Zábalam frente a la puerta que lleva a mi sala del trono.

Aaaaaa, todo iba perfecto en mi imperio, teníamos buena producción, la gente estaba contenta, estábamos generando un gran ejercito... Mi padre supo dirigir perfectamente a su gente, pero hace 7 años enfermo de gravedad... Y *puf* ahí estaba yo, un joven y apuesto príncipe que se convertiría en rey a la edad de los 17 años. Todo el pueblo se entristeció por el fallecimiento de mi padre, pero ¿sabes qué? Me abrieron sus brazos como su nuevo rey calurosamente, el día de mi coronación asistió toooodo el mundo, excepto los esclavos por supuesto, unos sucios perros como ellos no merecían presenciar tal momento apoteósico de su nuevo rey, ¡rey de reyes! Siendo coronado. Las calles estaban repletas, todo el mundo contemplaba la puerta del palacio, donde se me seria puesta la corona.
La gente gritaba, tiraba pétalos, y entonces llego el momento, todo el mundo se calló para escuchar al consejero decir las palabras esperadas por todos allí presentes. Me agache sobre mi rodilla derecha y incline mi cuerpo hacia delante, con una leve sonrisa.

- Todos recordaremos con tristeza la muerte de Iskandar, un gran rey para nosotros, visto como un padre por muchos que siempre nos protegía. Pero hoy da comienzo a un nuevo ciclo, un nuevo amanecer en toda Zábalam. Hoy, el hijo de Iskandar, heredero legítimo al trono tomara el lugar de su padre, convirtiéndose en el nuevo rey, un gran rey que sabrá guiarnos por esta etapa de paz que recorre nuestro imperio. ¿Juras proteger a tu reino, guiarnos por el buen camino y dirigirnos hacia un Zábalam lleno de gloria?

- Juro por mi honor que dirigiré este imperio por el buen camino, y ser un buen rey para todo ciudadano de Zábalam.

Dicho esto el consejero se inclinó un poco y me colocó la corona sobre la cabeza. Luego me hizo un gesto para que me levantara y me diera la vuelta de cara a mis vasallos, quienes seguían todos en silencio, sin hacer ni un movimiento.
El consejero dio un paso hacia delante y grito.

-¡Saludad a vuestro nuevo rey, Na-

Le corta el pescador la historia nervioso.

- No puede ser, entonces tu eres-

- ¡Silencio Vasallo! ¡¿Acaso osas molestar por segunda vez a tu rey?! -Le agarra del cuello y le mira fríamente a los ojos- Deberías sentirte agradecido de que tu rey pierda tanto tiempo en ti, un pobre pescador. Esto es lo más emocionante que te ocurrirá en toda tu patética vida, ¡agradécemelo! A MI, NA-
(continua la frase del consejero que le corto el pescador)

-¡-Ram, rey de Zábalam!

Terminada la frase todo Zábalam explotó en una gran celebración, todo el mundo bailando y riendo, contentos por tal momento.
La celebración duro tres días, lo normal en Zábalam, y terminadas todo el mundo volvió rápidamente a sus tareas, yo incluido, asesorado por mi consejero y otra gente de confianza que tenia a mi lado. Recibiendo visitas, escuchando las quejas de los ciudadanos, haciendo tratos con mercaderes de tierras lejanas, entrenando el arte de la espada... Mis tareas se habían multiplicado, sabia que esto pasaría, pero no a tal escala, apenas tenia tiempo para estar relajado. No entendía como mi padre podía soportar tal presión.
Tres años pasaron desde entonces, ya no sentía esa presión, y me tomaba mi cargo sin ganas y cansado, ser rey no era lo que pensaba, me aburría. Fue por ese entonces cuando mi fama de rey comenzó a verse distorsionada por la gente, mande ejecutar al consejero, y ya no escuchaba a nadie sobre como dirigir mi reino.
Las primeras revueltas comenzaron a aparecer pero no suponían nada para todo el ejercito que había formado, centre mis recursos en crear más fuerza militar, haciendo que la pobreza aumentara y con ello el descontento del pueblo.

La chispa que inicio la revolución  en mi reino fue la llegada de cierta persona... Predicando que la monarquía era una tontería ¡que podían elegir a su propio representante para dirigirlos! JAJAJA lo mate al momento que me entere de su existencia, pero fue demasiado tarde, la gente ya empezaba a conspirar, a pensar por si misma... El final de mi imperio estaba cerca y hice todo lo posible por evitarlo. Mate a mucha gente, no lo niego, lo retrasé lo máximo que pude, pero el asedio al palacio llego antes de lo planeado, una noche que no olvidaría, pues me hizo ver las cosas de otro modo...

La ciudad entera estaba en llamas, las calles llenas de sangre y gritos, el ejército revolucionario había llegado ya ha palacio, y yo me mantenía en mi trono sentado, esperando que tiraran las puertas, un rey no huía, lo afrontaría de cara. Aguardaba con mi gran armadura dorada puesta, las piernas cruzadas y apoyada la mejilla derecha en mi puño derecho, con una mirada indiferente y desafiante para quien fuera a abrir las puertas. *pum* *pum* Abrieron las puertas de golpe, irrumpiendo en la sala primero un fornido hombre de gran estatura y corpulento, seguido del jefe revolucionario, una persona que siempre iba tapada por una máscara, suponía que solo los más cercanos a él sabrían su identidad, pero no tardaría en saberla...

- Ríndete Naram, el fin de tu reinado a llegado, el pueblo ha hablado.

Reí con un toque de locura, pues veía que no tenia escapatoria, pero no me iba a rendir. Me levante y baje unos pequeños peldaños que hay delante de mi trono.

- ¡Mi reinado solo ha hecho más que comenzar! ¡Sin rey no hay pueblo! Quien dirigirá sino Zábalam, sobre quien posarán sus miradas, ha quien admirarán... ¡Mi pueblo me necesita! Y no voy a permitir que un don nadie que oculta su rostro se oponga a ello, no soy tan necio.

- ¡El pueblo ya ha hablado! Elegiremos a nuestros representantes para dirigir el país, no un tirano como tú que lo ha guiado a su propia destrucción. Ríndete, esto no tiene por que acabar con tu muerte, con solo irte de aquí, prometiendo que no volverá-

-¿OSAS MANDAR A TU REY? Pagarás con tu vida tal acto, perro. ¡Haré que cada uno de vosotros se arrodille ante mi! SOY EL REY NARAM, REY DE REYES, UNOS SUCIOS PERROS NO SUPONEN UNA AMENAZA.

Desenvainé mi espada y dije más relajado mientras miraba mi reflejo en la hoja de ésta.

- Sois como una plaga que debe ser exterminada...

Comencé a luchar con el enmascarado en un cara a cara, el hombre fornido no parecía que fuera a interrumpir, aun viendo que su líder no era muy diestro con la espada, desarmándole rápidamente y poniéndole la punta de la espada en su cuello.

- Veo que solo eres de palabras vasallo, no me quitareis mi imperio solo con palabras, yo soy la ley aquí...

- Puede que solos no podamos hacer nada, -El hombre que lo acompañaba me agarro rápidamente por la espalda y me inmovilizo- Pero todo el pueblo unido lograremos que esto vaya a mejor y acabaremos con tu tiranía.

Dicho esto se quito la mascara, dejando ver que era una hermosa mujer, de cabello rubio y ojos rojos iguales a los míos, la mujer más hermosa que vi en toda mi vida, o eso pensé, pues hay cosas que son bellas por el simple hecho de no poder poseerlas. Reí un poco y solté la espada, "supongo que aquí acaba mi reinado" pensé, y me prepare para mi muerte con una sonrisa en la cara. Entonces me colocaron los grilletes, y me pusieron una bolsa en la cabeza, yo solo seguí esperando mi muerte, suponía que me tocaba la guillotina, pero fue peor que eso.
Me sacaron de palacio y oía a mucha muchedumbre festejar la victoria revolucionaria, algunos me tiraron piedras, sucios perros, nunca olvidaré tales actos e insultos, algún día haré que sufran por tal humillación. Me subieron a un carruaje y a las horas comencé a notar el olor del mar... Estos malnacidos iban a ahogarme en el mar...
Por fin se detuvo el carruaje y una vez bajado me quitaron la bolsa, estábamos en el puerto de la isla, el cual estaba bastante vació, supuse que por la celebración de la victoria y entonces me subieron a un barco.

- Sé que ansias la muerte, oh mi rey, pero creo que una larga temporada de viaje hará que veas con claridad lo mal rey que fuiste...
- Osáis exiliarme a mi, rey de Zábalam -El barco comenzó a moverse- ¡Este imperio me pertenece! Juro que volveré y lo tomaré a la fuerza si es necesario. No necesito que me sigáis, sucios perros, ¡solo contemplar como vuestro rey sera el más grande de todos! ¡REY DE REYES! Os arrepentiréis de este día.

La rubia ni se dignó a responderme, solo sonrió un poco y dio media vuelta hacia el carruaje. Esa fue la ultima vez que vi Zábalam, pero no la última, un rey no falta a su palabra, haré que se arrodillen ante mi aquellos que mancharon mi honor.

- Y por eso estoy en este viaje, pescador, busco hacer un ejercito y retomar mi imperio. No quedarán impunes aquellos que me lo arrebataron. Al rey de reyes no se le arrebata nada... y sino atentos a las consecuencias...

Historia

El rey ha hablado...

Reconquistar Zábalam antiguo imperio suyo y hacer de la mujer rubia, líder de la revolución esposa suyo, solo por capricho.