(Pasado/privado) (Naram y Mura) Gato y dorado...¿Mala combinación o no?

Las velas del barco ondeaban mientras este continuaba su camino hacia el red line, el cual parecía ser su destino. En este, cada miembro de la tripulación parecía estar en su mundo, haciendo lo que les convenía o lo que era su labor. Akagami durmiendo por que hacía buen tiempo y no veía necesario estar excesivamente atento al mar, Nagato con sus cosas, encerrado en su "cuarto", aunque más que su cuarto era el de media tripulación. Solo el capitán
y el subcapitán, así como el dueño del barco y contramaestre poseían habitaciones propias y a los demás les tocaba compartir lo que debía ser la despensa del barco. Que la comida no desapareciera del barco parecía un milagro en aquel lugar.

Aunque no es que la chica pudiera quejarse de su nueva situación. Eso era mucho mejor que ir en un pequeño velero que parecía más un bote que un barco y que no le daba protección alguna contra el mal tiempo. Aunque Eagle y Owl no parecían verlo de esa forma. En la semana que llevaba en el barco, más de una vez había acabado durmiendo en la cubierta o en la vigía del barco por el malestar que parecían sufrir. "Supongo que no les gusta sentirse enjauladas." Pensaba cada vez que le tocaba ir fuera, aunque a ella tampoco le gustaba estar aprisionada.

Dejando eso de lado, la chica en aquellos momentos se dirigía al cuarto de Naram, el contramaestre, por mandato de Bakagami. Su escamoso capitán había decidido que, a parte de ser la música de la tripulación, debería ayudar en otras tareas a sus compañeros. "No pensarías vaguear, ¿no?" Fueron las palabras que le dijo Aka antes de decidir que se uniría a él. -Aquí el único holgazán eres tú, lagartija.- Murmuró, como si pudiera oírla, antes de pararse frente a la puerta del "Rey de reyes" que les acompañaba. ¿Por qué ese apodo? ¿Qué tenía de rey el contramaestre de un barco pirata?

Se mantuvo frente a la puerta unos minutos, sin decidirse a llamar, entrar o algo. La otra razón por la que le habían ordenado ayudar a los demás era el conocerles mejor aún si ella no le veía utilidad a aquello. Vale que tener aliados para cumplir su objetivo era importante. Pero, si bien ella quería más que nada ser parte de aquella familia, no veía necesario volverse tan cercanos. Tal vez fuera un miedo lejano.

Por fin se decidió a llamar, aunque su impaciencia la llevo a abrir la puerta al segundo. Sin esperar respuesta ninguna. --¿Estas listo Naram? ¿En que debo ayudar?-

El día transcurría como otro cualquiera, sin ninguna novedad hasta llegar a nuestra siguiente parada. Estaba en mi camarote sentado en una silla de madera bastante bien decorada bebiendo un poco de vino, la verdad es que era bastante malo, pero por los sitios que nos deteníamos todo era de mala calidad y no había más variedad de vinos.
Bebí un sorbo mientras terminaba de leer un libro sobre arquitectura, haciendo un gesto de asco hacia el vino. Fue entonces cuando llamaron a la puerta y antes de que pudiera siquiera responder ya estaba abriendo la puerta la ultima integrante de la banda, Mura, esto le molesto un poco a Naram, debía enseñarle modales ya que aun era joven. Me posicione mirándola mientras dejaba la copa de vino en una mesilla.

- Es de mala educación entrar sin llamar... Murasaki...

Me quede un momento observándola y me levanté del asiento, cerré el libro y me dirigí a la estantería donde tenia el resto de colección de mis libros para guardarlo mientras respondía a su pregunta.

- Ayuda lo que viene siendo ayuda... Quería preguntarte sobre que querrías en el nuevo barco, he comenzado a diseñarlo, y bueno, supongo que tendré que preguntaros a todos si queréis algo en concreto, sobre todo para tus mascotas. No te confundas, me agradan... pero no me gusta que ronden por todo el barco.

Volví a acercarme a la mesilla donde estaba antes y me rellené la copa de vino otra vez.

- No te quedes ahí parada, pasa, siéntate donde más gustes.

La dije mientras la ofrecía pasar con un gesto de mano y me apoyaba en la mesilla de pies bebiendo aquel vino de baja calidad. La habría ofrecido vino en aquel momento, pero si algo sabia es que no podía permitir que alguien más bebiera esta repugnancia y menos que supieran que la bebo aun que sea porque no hay más.

La chica se adentró en el camarote cuando el contramaestre se hizo a un lado invitándola a ello. Se fijo en este que era sin duda un lujo en comparación con su "cuarto compartido" y que tenía cierto olor a alcohol. Seguramente porque aquel hombre estaba bebiendo. Mura olisqueó el aire al pasar y notar el olor a vino, arrugando la nariz y poniendo una mueca un tanto cómica, a pesar de sus intentos para no hacerlo ni ofenderle. El olor era fuerte y a ella no le gustaba el vino. De hecho más d una vez pensó que a Keima solo le gustaba beberlo por que sabía que su olor le parecía horrible.

" Quería preguntarte sobre que querrías en el nuevo barco." -¿Nuevo barco?- Preguntó la chica sorprendida al tiempo que Owl, un búho de apenas 10 cm de alto, asomaba sobre su cabeza por el comentario dirigido hacia sus "mascotas". Para ella eran como su familia por lo que siempre dormía con ellas y siempre estaban a su lado, pero podía entender en parte el motivo de que necesitaran un lugar para ellas.
-Pues...- Su semblante se volvió serio mientras pensaba en que podría necesitar y en las partes que tendía a tener un barco. Aunque ella solo había estado en uno antes, el barco de aquel reptil.

Trató de recordar como era este, aunque no vio mucho de él, a excepción de su camarote, la biblioteca en un par de ocasiones, aunque solo para estudiar, el gran comedor y la sala de entrenamiento, pero seguramente había muchas más habitaciones que nunca vio. -Creo que lo principal sería un camarote propio...Y Keima tenía también una sala de entrenamiento y una biblioteca...aunque prefiero un lugar para cantar, con buena acústica y sitio para bailar.- Se le iluminaron los ojos ante la idea. -Y también un pequeño jardín-bosque para mis "pequeños".-

Naram escuchó todas las peticiones que tenia su invitada. La verdad es que pidió bastante más de lo que pensaba, y algunas cosas un tanto... Disparatadas.

- JAJAJAJA muchacha... Veo que eres avariciosa, eso es bueno - Naram hizo un parón y observó al búho durante un momento - Sobre tu propio camarote ya estaba añadido a las cosas que tenia pensado poner... Me lo pidió hace bastante, pero obviamente mi camarote será el más grande, diga lo que diga Akagami JAJAJA

Tomó un sorbo de aquel vino barato mientras se sentaba en un sillón de al fondo de la sala, poniéndose serio.

- Respecto al resto... No todo es gratis muchacha, menos si se lo pides a un rey... ¿Que podrías ofrecerme por esa zona para tus animales? Oh, ya se, hagamos de esto un juego. Consigueme un buen vino, y créeme cuando te digo que en este barco no hay mucho que buscar.

Se levantó con una sonrisa en la cara mientras terminaba la copa de vino y chasqueaba los dedos.

- Cuan mejor sea el vino, mejor será la zona para tus animales, ya pensaré algo para tu zona de canto JAJAJA. Y no te preocupes, biblioteca habrá, en este barco nadie será un zopenco, el saber es poder pequeña y eso es algo que necesitamos...

Se acercó a la puerta del camarote y la abrió, invitándola a salir por donde había venido.

- Vamos, cuanto antes traigas el vino antes podré ponerme con los planos. Pero recuerda, busco un gran vino, un vino digno de un rey, más vale que no me ofendas con un vino de segunda... Quiero ver cuanto ingenio tienes para encontrar vino... Aun que te daré una pista, estamos cerca de una isla, tal vez puedas adelantarte al barco... Si puedes...

-Dudo ser avariciosa. La mayor parte de las cosas que te he dicho las vi en el barco en el que fui tiempo atrás.- Respondió con un tono frío. -No tengo interés alguno en poseer más que otros, al contrario. Solo estaba respondiendo a tú pregunta de que me vendría bien.- Dicho esto la chica siguió escuchando hasta que finalizó su "mofa" hacia ella. "Si solo preguntaba para reírse el solo mejor que no me preguntara." Pensó mientras se aguantaba poner una mala cara, aunque esa risa suya le era algo molesta.

De todo lo que le dijo solo se quedó con dos de las cosas. Por un lado que debía conseguirle vino de buena calidad si quería que sus mascotas se sintieran a gusto en aquel lugar. -Si no lo consigo dejaré que paseen a su antojo por todo el barco, no te preocupes.- Respondió con una sonrisa. La segunda era que no quería zopencos en su barco, algo irónico sabiendo que su capitán no era dado a la lectura y que su letra parecían pictogramas sin sentido. - Primero deberías lograr que nuestro capitán leyera algún libro si no quieres analfabetos e incultos en el barco.- comentó antes de dirigirse a la salida del camarote. -Por cierto, ¿Cómo un rey bebe un vino tan malo?- Comentó antes de salir. Para bien o para mal, Keima había sido un Catador por amor al vino y le había enseñado a reconocer los vinos buenos y los malos por su aroma. Una vez echa su burla a su alteza, cerró la puerta y se dirigió a la cubierta. ¿De dónde iba a sacar el vino? "Si pudiera volar hasta alguna isla de la zona..."

La chica subió a la vigía del barco, como si esperara que la ayuda le cayera del cielo. Aunque más que caer lo que hizo fue acercarse a saludarla. Sumire, con quien se había encontrado semanas atrás parecía haber decidido ir más cerca de ellos para poder verse más a menudo. -Parece que hoy la suerte esta de mi lado.- Dijo mientras sonreía a Sumire y se ponía en pie sobre la barandilla de la vigía, impulsándose para subirse a ella. -¿Te apetece dar un paseo?- ¿Que diría Naram al ver la escena?

Al escuchar la fría respuesta de Murasaki no pudo evitar ponerse serio y decirla al final de su respuesta que:

- Muchacha, desde mi punto de vista una persona avariciosa sabe lo que quiere, ¿que es la vida sin desear algo? Solo los ineptos sin un objetivo en la vida no ansían algo. Ansia grandes cosas, haz de tu vida un reto, créeme que la satisfacción de obtener lo querido es gloriosa... Aun que bueno, siempre esta bien tener de más JAJAJA.

Murasaki al salir hizo un comentario un tanto ofensivo para el rey, pero este hizo caso omiso, una chica como ella no debería saber mucho sobre vinos, si es que de verdad supiera, por lo que hizo como si no oyera nada, algo que era más bien como un obsequio. Una ofensa como esa de otra persona podría haber hecho que le trajera el vino para nada, pero al ser miembro de la tripulación lo pasaría por esta vez.

Ya en el camarote a solas se sentó durante un breve momento y se quedó pensando en como hacer las cosas que le había pedido. Naram solía confiar bastante en que la gente cumpliera con creces lo que pidiera, al fin y al cabo, sabia asignar trabajos que pudieran hacer respecto a sus cualidad. Pero una duda le asaltaba, ¿iría en bote a la isla o alguien le ayudaría?

Salió del camarote para divisarla por si aún no se había ido y ver como lo haría, cuando de pronto vio una dragona, no muy grande de un color plateado que brillaba al contacto del sol. Ya había oído hablar de esa dragona, Sumi... Sumi... Sumire, la verdad es que pensó que se lo había inventado ya que las otras veces que había estado en el barco él no la vio, aun que tampoco le importara, ya sabía como iría a la isla al ver que se montaba sobre esta.
Una cosa no podía negar, las escamas eran bastante bonitas...

La chica disfrutaba del vuelo con Sumire. Poder viajar por los aires y ver el mar desde lo alto como si fuera una gran joya azul no era algo que cualquiera pudiera permitirse. Además, el aire limpio y puro le llenaba los pulmones y alegraba el olfato. Con todo el humo que tiende  a inspirar en el barco por culpa de Akagami y Lanx sus pulmones agradecían la más mínima dosis de aire fresco. A ese paso le daría cáncer de pulmón antes que a ellos. Eso o se moriría  por caerse al mar mareada un día de estos. Aunque, por mucho que estuviera disfrutando de ese paseo, debían darse prisa si quería que el "rey"  de la armadura dorada cumpliera su promesa. A veces se preguntaba si de verdad era rey o solo se lo había inventado. En ocasiones  Mura opinaba que era solo eso, un cuento de un egolatra. Pero no tenía pruebas ni sentía interés por saber la verdad.

-¿Podemos ir más rápido, Sumire?- Preguntó la pelirroja a la dragona, la cual pareció hacer un movimiento afirmativo con la cabeza antes de rugir. La chica interpretó esto como un sí y se agarró a ella lo más fuerte que pudo, evitando casi de milagro el caerse al mar. "¿A cuánto estamos viajando?" La chica esbozó una sonrisa. "A este ritmo llegaremos de sobra." Así, tras una media hora de vuelo a una velocidad de vértigo, ambas llegaron a la isla más cercana al barco en aquellos momentos. Si le hubiera preguntado a Aka seguramente hubiera podido saber en que isla se encontraba, pero lo único que hizo al marcharse fue avisar que se iba. Este seguramente o asintió y le dijo algo que no escuchó, o simplemente paso de ella. Lo último parecía tener más lógica.

Aterrizaron en una playa a varios kilómetros de la ciudad más cercana, la cual pudo ver desde el aire antes de llegar a la isla. No sabía si encontraría el mejor de los vinos ahí, pero no tenía tiempo para buscar por todo el West Blue la "botella perfecta". Aún así, se aseguraría de encontrar la mejor de aquella ciudad. -Espérame aquí pequeña.- Dijo acariciándole el hocico antes de alejarse en su forma completa lo más rápido que pudo de forma que no tardó más de un cuarto de hora en llegar a la enorme ciudad, la cual parecía rebosar vida. "Parece que empezamos bien." Pensó. En un lugar tan transitado debía haber buenas tabernas y vino. Nada más encontrase el lugar y la botella solo tendría que volver por donde había venido y regresar al barco con Sumire.

"Bueno, misión cumplida. Supongo....¿Por qué tenía que hacer todo esto?" Se repetía una y otra vez en su cabeza, aún molesta por lo encomendado por el contramaestre. No le importaba que fuera su superior, como si fuera el rey de...oh cierto, que era rey, o eso le habían dicho. El caso era que su primera impresión de su superior no había sido precisamente la mejor posible. De hecho, probablemente tendría más de una atención por parte de Akagami para que se aguantará su la impulsivo y respetara lo que Naram le mandará. -No se cómo llevarme bien con esa persona...- Dijo al tiempo que un suspiro se escapaba de sus labios, haciendo que Sumire voltease la cabeza para mirarla. -¡N-No es nada!- Afirmó agitando las manos al tiempo que sonreía de forma algo forzada.- Sabía que la dragona no era tonta pero prefería no tener que explicarle el porque de su irritabilidad en aquel momento. La dragona asintió y volvió a mirar hacia delante, continuando así su camino de regreso al barco.

Una vez llegaron a su lugar de destino, la chica hizo que su escamosa amiga descansara un rato en la cubierta, ya se ocuparía de hacer que le dieran una ración de comida a ella también, ya que seguramente empezase a viajar con ellos en el barco. Además, su primera ración debería ser el doble de grand por las molestias que esta se había tomado para llevar a Mura a conseguir el vino para Naram. Bueno, eso lo hablaría con su capitán después de pasarse por la habitación del contramaestre, darle la botella y marcharse con esperanzas de que no tuviera que volver a ayudarle en ninguna tarea durante un tiempo, si es que lo que había hecho hoy era ayudarle.