Daños colaterales [Xemnas, Rayne y Void]

La noche había sido buena para el joven Xemnas, se había conseguido colar de polizón en un barco de velas negras, la verdad es que se había quedado sin dinero para viajar y posiblemente ese navío le iba a dejar en un sitio agradable, o eso al menos pensaba el chico. Se hallaba escondido entre unos barriles de la bodega de carga, vestía su chaqueta negra como de costumbre, sus pantalones largos y sus botas, todo de color negro. En el hombro derecho portaba una hombrera de acero que usaba como protector, en la espalda podía verse un enorme espadón de un metro ochenta de largo y unos veintidós de ancho, era una arma peligrosa. Los cabellos del joven rubio se alborotaron cuando abrió una pequeña ventana del lugar para tomar algo de aire, pero enseguida escuchó algo de ruido en la cubierta, no entendía qué podía ser. Al momentos escuchó los pasos de personas corriendo hacia a fuera, eso le hizo alzar una ceja y darse la vuelta. Abrió la puerta despacio y vio a un hombre pasar, lo agarró rápidamente y lo metió en la sala a toda prisa.

No tardó mucho en dejarlo inconsciente y quitarle la sudadera con capucha que portaba, se la colocó lo más rápido que pudo y escondió el cuerpo del inconsciente hombre entre los barriles dónde anteriormente estaba él escondido. Ahora tomó confianza y se dirigió al exterior camuflándose entre unos tipos más, nada más llegar pudo ver que todo estaba patas arriba, personas abatidas por el lugar. Sus ojos azulados se abrieron sin poder creer aquello ¿Acaso había un asesino a bordo? Todas aquellas personas también parecían impresionadas y más de uno empezó a temblar hablando sobre fantasmas y barcos de espectros, puras tonterías. Xemnas tragó saliva y comenzó a acercarse a algunos de los cuerpos, las heridas habían sido a causa de cortes y bastante precisos. ¿Acaso se trataba de un asesino o espadachín? Tal vez incluso de alguna criatura con garras afiladas, descartó eso último al pensar que una fiera atacaría con todas sus garras y no con una. El rubio odiaba las muertes, era una de las pocas cosas que le asqueaban, cerró los ojos de algunos cuerpos, que aún pese a estar muertos tenían aquella expresión de miedo en su rostro.

- ¡Traed enseguida antorchas o métodos de iluminación! ¡Buscad al culpable de estas muertes!

Gritó de forma autoritaria mientras fruncía el ceño y apretaba los dientes enojado, aquellas personas se quedaron mirándole algo confusas. Algunos fueron rápidamente a por lo pedido, trayendo con ellos velas para iluminar aún más el lugar, otros venían con antorchas para empezar a buscar al causante. Sin embargo uno de aquellos hombres tuvo la osadía de acercarse al rubio y quitarle la capucha de un tirón, dándose cuenta de que no era uno de los suyos, lo que provocó una mirada de ira. Los demás comenzaron a reírse levemente mientras sacaban sus armas, le habían confundido con el asesino de aquellos cuerpos, el joven devastador se dio cuenta de eso y ahora sacó su enorme arma, portándola con una mano tan solo. En su mirada se notaba que no estaba de broma después de lo que había visto en aquella cubierta de pesadilla.

- ¡Os equivocáis!

Alcanzó a decir antes de que uno de ellos se lanzara hacia él con su espada por delante, el chaval se movía con buena velocidad y bloqueó el tajo con su arma, asestando después una parada en el pecho a su ahora oponente y tirándole al suelo. Los demás empezaron a rodearle como podían mientras que Xemnas entrecerraba los ojos concentrándose “No me dejáis más remedio que patearos el trasero” Pensó mientras se lanzaba hacia dos de ellos y golpeándolos con la zona ancha de su espada, haciéndoles caer al suelo y quejándose por el golpe. Acto seguido se dio la vuelta para observar como un hombre con una lanza trataba de empalarle, pero se echó a un lado y agarró a su objetivo con la mano libre, pegándole un cabezazo al atraerle hacia él y tirándole al suelo. Respiró un poco más rápido de lo normal al verse en aquella situación y observó a los pocos que quedaban, que tan solo disponían de antorchas en sus manos para defenderse, algo que no les iba a ser muy útil con aquel joven de la enorme espada.

Una pequeña balsa había chocado de forma ligera contra el navío de velas negras. Los choques de las olas agarrotaban el cascarón de tal forma que costaba mucho mantenerse en pie o equilibrarse en éste, pero la morena estaba de pie con normalidad mirando hacia la proa del navío. Palpó ligeramente la madera del otro barco y soltó varios golpes para comprobar el sonido que provocaba, pasando desapercibido por el ruido ambiental. Iba refugiada de una gran capa negra con capucha, volviéndola un fantasma entre la profunda y densa oscuridad de las altas horas de la madrugada. Agarró un tablón y lo deformó ligeramente para poder encajar los dedos en éste y lograr impulsarse ligeramente hacia arriba. Puso la otra mano repitiendo el mismo proceso y logró darse un impulso aún mayor. Colocó los pies en las aberturas que había creado con las manos y comenzó a escalar de aquella forma, cabizbaja para que los choques de olas no lograran molestarle.

Su objetivo era claro y sencillo; el mismo cuartel general le había ordenado investigar al experimento Void para que no se descontrolara del todo, y si era así, pararle los pies y devolverlo al lugar donde había venido. Era una misión más de sigilo o infiltración; debía actuar como una sombra, y era de lo más fácil gracias al oscuro entorno y su vestimenta. Se dirigió al mascarón y se percató de que habían varios cuerpos tendidos. No comprobó si estaban vivos o muertos, pero Void ya había actuado, o eso creía ella en aquel momento. Cerró su puño y se mantuvo en guardia mientras miraba alrededor; el experimento tenía sensores de calor y si estaba descontrolado, le asestaría un golpe con facilidad ya que no podría verlo venir. Tragó saliva e hizo ápice de entrar pero vio cómo un chico que empuñaba un arma grande con una mano mantenía un duelo con varios hombres. Renegó bajando la cabeza y se echó varios pasos hacia atrás para intentar evadirse de esa pelea. "Compórtate como una sombra" se dijo a sí misma en voz baja. Se limitó a observar la pelea de la persona contra las otras y se cruzó de brazos impaciente mientras intentaba mirar hacia más lados, ¿dónde estaba Void?

Pasó medio cuerpo hacia fuera y miró hacia abajo por la proa, no estaba escondido por ahí. Saltó agarrándose a la barandilla y comenzó a moverse apoyándose en la parte más baja para que solo se lograran ver sus dedos, imposibles de ver entre la oscuridad y el negro de los guantes de kairoseki. Rodeó medio barco de aquella forma, veloz a pesar de moverse entre agarres y llegó a la parte de atrás, fijándose también que no estaba el experimento ahí. Saltó hacia la parte dentro otra vez y le asestó un puñetazo a la barandilla, rompiéndola y yendo una vez más a la parte donde estaban los cadáveres. Se adelantó activando su aura espectral y alcanzó al rubio que luchaba con velocidad, apartándolo y asestándole un golpe directo a la cara de un enemigo que tenía atrás del chico. Se colocó espalda con espalda con el joven de pelo dorado y le dio varios toques en la espalda con el reverso de su mano. Si intentaba atacarle le tiraría con facilidad al suelo con una llave; a pesar de manejar el arma con soltura y facilidad seguía pesando lo suficiente como para entorpecer sus movimientos y velocidad.

-No preguntes, contesta. ¿Quién ha matado esos tipos? Ha sido un tipo con el cabello plateado? -Preguntó con autoridad.

Seguía espalda a espalda con el chico, necesitaba una respuesta clara y no podía dejar que muriera una persona ahí mismo. Tal vez él había sido el causante de las muertes y lo arrestaría si fuera así, pero no podía actuar sin saber nada. Esperaría y atacaría al son del rubio y una vez despejada la situación, le obligaría a hablar del todo. "Te la has cargado, Void" acabó pensando mientras se ponía en posición de combate.

Off:

Xemnas observaba a sus oponentes de forma seria, manteniendo su arma en la mano y preparándose para continuar derribándolos sin tener que matar a nadie. La verdad es que sería un golpe muy duro tener que hacerlo, pues odiaba la violencia innecesaria, de modo que ahora frunció el ceño y se pasó la mano libre por la frente, limpiándose el sudor provocado por aquellos movimientos anteriores. Pese a ser de noche, él sentía bastante calor y eso no podía permitírselo de ninguna forma pues le sentaba incluso mejor sentir frío. Ahora entrecerró los ojos sintiendo un pequeño ruido, como de madera rompiéndose. Seguramente alguien intentaba escapar del barco y podía ser el causante, no le había hecho gracia que le echaran la culpa a él, que no había tenido que ver ni lo más mínimo en aquello. Ya estaba por lanzarse al ataque activando su habilidad especial, sus brazos temblaban de la emoción de poder usar aquello por primera vez, pero justo cuando iba a liberar su poder, notó como alguien le apartaba a una velocidad bastante alta. Después escuchó un ruido y vio un tipo caer al suelo de repente tras un golpe de aquella persona que le había ayudado, era una chica “Joder ni siquiera me percaté de ese que tenía a mi espalda” Pensó ahora bastante impresionado mientras notaba como ella pegaba su espalda a la suya.  De repente le hizo una pregunta curiosa, le dijo que si el culpable había sido un hombre de cabellos plateados, la verdad es que no había visto a nadie con esa descripción y por ello el rubio tragó saliva negando con la cabeza. Acto seguido suspiró y su mirada se puso algo seria mientras le contestaba ahora a aquella chica en un tono serio y bastante seco ahora.

- Me temo que ahí le tienes.  

Sus palabras habían sido dirigidas mientras observaba como el tipo que mencionaba ella caía desde la vela con una espada larga bastante impresionante. Además era un hombre bastante alto, a él casi le sacaba medio metro. De repente observó como en poco tiempo abatía a dos de aquellas personas de una forma bastante sádica, lo que hico que los ojos de Xemnas se abrieran como platos. Apretó los puños bastante enfadado con aquello que había hecho el tipo de pelo pálido. Lo peor llegó cuando de repente aplastó la cabeza de uno de ellos con suma facilidad, como si se tratara de una hoja seca de otoño. La rabia comenzó a invadir el joven, que poco a poco iba costándole más tragar incluso su propia saliva debido a lo que acababa de ver con sus propios ojos. “Maldito… ¿Cómo has podido?” Pensaba en su interior mientras ahora notaba un dolor incómodo en el estómago, estaba poniéndose en el lugar de ese pobre hombre que incluso podía tener una familia esperándole. Cuando la masacre parecía haber finalizado, otro de aquellos hombres se dirigió hacia él con un arma en la mano, pero aquella persona acabó con él decapitándole con suma facilidad. Ahora sí que estaba a punto de estallar, encima aquella persona se dirigió a la mujer ignorando a los demás como si fueran simple basura, algo que el chico no pensaba permitir. Señaló con su enorme espadón al hombre de la larga espada y arrugó la nariz mientras que temblaba un poco, como si estuviese nervioso al estar frente alguien con esa superioridad. No le gustaba llamarlo así pero no había otro nombre para semejante asesino, tal cruel  y despreciable.

-  ¿! Cómo has podido!? ¡No hacía ninguna falta matar a esas personas! ¿Todo esto por ser fuerte? ¿Acaso no puedes hacer las cosas como deben ser? ¡Tenían habilidad suficiente para noquearlas pero las has asesinado! ¡Seguramente tenían familia a la que proteger y ahora por tu culpa! Por tu culpa…

Xemnas no pudo acabar la frase, tuvo que parar para tomar aire debido a que ya le estaba faltando de tanta regañina. Estaba muy enfadado con aquel maldito asesino que había matado sin ningún miramiento. La chica que le había ayudado al parecer sabía más de la cuenta y por ello se quedó mirándola unos momentos, conteniendo su rabia y sus ganas de golpear al espadachín solo por ella. Tal vez la morena podía explicar la situación y él tampoco quería enfrentarse a los dos pues posiblemente podían ser socios o algo por el estilo. Unos pocos hombres más salieron a cubierta y observaron la sangría que había allí, algunos tomaron cuchillos y demás y salieron corriendo hacia los tres que allí se hallaban. Un escalofrío recorrió el cuerpo del chico sabiendo que si no hacía algo, esos tipos acabarían asesinados como sus compañeros, de modo que ahora el rubio pegó un gritó lleno de enfado. - ¡Parad idiotas u os matará a vosotros también!    – Por suerte le escucharon y se frenaron en seco, echándose hacia atrás sintiendo también la impotencia en sus cuerpos. Ahora Xemnas se quedó observando a aquel espadachín, clavando su mirada en la suya y permaneció callado, conteniendo todo el odio que sentía hacia él. Era más aconsejable esperar a ver que decía aquella chica de pelo moreno que le había librado anteriormente del tipo de su espalda.

Conforme los segundos pasaban, pudo ver cómo Void masacabra sin ningún tipo de escrúpulo al resto de gente, incluso pisando una cabeza. El estómago se le revolvió ligeramente, pero no del asco, si no de saber que habían creado algo así. Fue a ponerse en posición de batalla una vez más tras observar para hacerle entrar en razón a golpes pero paró tras la señal de que más gente llegaba. "Gracias, no me había dado cuenta" contestó con tono sarcástico hacia el rubio. El experimento le preguntó qué quería de él, y en ese mismo momento, lo único que quería era hacerle mucho daño por toda la gente que había matado. No tenían culpa, o sí, no lo sabía, pero podía haberse resuelto dejándolos inconscientes. Pudo llegar a darse cuenta de que el rubio estaba especialmente ofendido, mucho más de lo normal. A ella le sentaba mal, claro... ¿Pero tomárselo hasta ese extremo? Vio cómo gritaba y se ahogaba entre gritos de la forma más nerviosa posible. Le daba incluso pena. Más gente se incorporó y Rayne decidió que debía actuar rápido. De la forma tan sádica que había matado a la gente, descartaba la opción de poder mantener una conversación con él. Claro, también cabía la opción de reprimirlo. ¿Y si el rubio estaba actuando muy bien? No podía fiarse aún de él aunque diese claras evidencias de que estaba del buen bando. Las personas que se incorporaron se echaron hacia atrás, presos del miedo, y eso fue lo mejor para ellos.

-Te estás pasando, Void. -Dijo Rayne con rabia en su mirada.- Debo detenerte.

Y la rabia se convirtió en firmeza, le miraba segura. No tenía miedo ni mucho menos, podía aguantar los ataques del portador de la katana sin duda. Elevó la mano lentamente para golpear a la altura de su pecho. Un aura rojiza rodeo su cuerpo y notó el poder salir por ella. "Finalizar en un solo golpe" pensó, mientras activaba su Mantra para intentar evitar el ataque que recibiría tras su golpe. Se ajustó bien los mitones de Kairoseki e hizo el soru para aparecer delante del experimento, intentando soltar un puñetazo concentrado hacia la altura de sus costillas que, mientras avanzaba a una velocidad muy alta, activó el tekkai para endurecer el puño aún más y se mantuvo en la base del shigan para la velocidad. {Finalis Ictus, x2 de aura espectral + x10 de finalis ictus, AB (a todas las características, pobre Void (?))}. Apareció con Soru detrás tras intentar pegar el golpe y observó hacia delante para ver si había acertado. "No será tan fácil" pensó mientras elevaba la vista una vez más y se colocaba en posición de defensa activando mantra y lista para el tekkai.