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La historia de Wano se remonta años atrás... Se sabe que de aquella tierra provienen los mayores espadachines de todos los tiempos, o al menos los más reputados, los samurais. Se cree que su dominio con la espada es tan formidable, que su poder sería capaz de igualar al de un Almirante e inclusive al de un Yonkou. No sabía si aquello era verdad, pero había viajado hasta allí para algo, y era para descubrirlo. Me había encontrado con dos samurais a lo largo de mi vida, y ninguno había demostrado ser nada del otro mundo.
El sol aparecía por el horizonte, eran primeras horas de la mañana, pero a pesar de eso, ya había personas por las calles. La gran mayoría de ellas llevaban el pelo recogido en una coleta, y todas portaban varias fundas para espadas de su cintura. A mi la verdad, me parecían todos iguales. El tiempo iba pasando, y el sol cada vez iba llegando al punto más alto, hasta que uno de los campanarios de aquel país comenzó a sonar, eran las doce.
Allí, todo el mundo madrugaba, todos salían a las calles a tempranas horas del día. Todo el mundo me miraba raro, de reojo, pues yo era el único individuo que no llevaba los típicos ropajes de una alta dinastía, y mucho menos espadas. Yo era alguien sencillo, no me gustaba llamar la atención, pero aún así lo conseguía.
Llegué a un pequeño local, parecía ser de fideos. No me gustaban demasiado aquellas cosas, pero tampoco es que estuviesen malas, ni asquerosas. Me senté sosegado en un taburete, y levanté la mano, con la intención de que el camarero me atendiese. Este, al verme se acercó a mí, y me dijo:
-¿Qué desea señor?
-Póngame un plato de fideos de la mayor calidad, no tengo ningún problema en pagarlo.- Le respondí.
El hombre se dio media vuelta, y puso rumbo a lo que parecía ser la cocina. Quedé sentado en la barra, esperando a que llegase aquel plato. Todo aquello tenía un aire muy occidental, por lo que esperaba que no fuese distinto en la comida. No tenía prisa, pero si debía llegar al Templo Jhin O'o antes de las tres de la tarde, debía hablar con el sensei de aquel lugar...
El sol aparecía por el horizonte, eran primeras horas de la mañana, pero a pesar de eso, ya había personas por las calles. La gran mayoría de ellas llevaban el pelo recogido en una coleta, y todas portaban varias fundas para espadas de su cintura. A mi la verdad, me parecían todos iguales. El tiempo iba pasando, y el sol cada vez iba llegando al punto más alto, hasta que uno de los campanarios de aquel país comenzó a sonar, eran las doce.
Allí, todo el mundo madrugaba, todos salían a las calles a tempranas horas del día. Todo el mundo me miraba raro, de reojo, pues yo era el único individuo que no llevaba los típicos ropajes de una alta dinastía, y mucho menos espadas. Yo era alguien sencillo, no me gustaba llamar la atención, pero aún así lo conseguía.
Llegué a un pequeño local, parecía ser de fideos. No me gustaban demasiado aquellas cosas, pero tampoco es que estuviesen malas, ni asquerosas. Me senté sosegado en un taburete, y levanté la mano, con la intención de que el camarero me atendiese. Este, al verme se acercó a mí, y me dijo:
-¿Qué desea señor?
-Póngame un plato de fideos de la mayor calidad, no tengo ningún problema en pagarlo.- Le respondí.
El hombre se dio media vuelta, y puso rumbo a lo que parecía ser la cocina. Quedé sentado en la barra, esperando a que llegase aquel plato. Todo aquello tenía un aire muy occidental, por lo que esperaba que no fuese distinto en la comida. No tenía prisa, pero si debía llegar al Templo Jhin O'o antes de las tres de la tarde, debía hablar con el sensei de aquel lugar...
Freya
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Freya sentía que mejor se iba rápidamente de esa isla… o acabaría golpeando a alguien, pensaba mientras caminaba por las calles de Wano, todos los hombres la miraban algo a lo que estaba acostumbrada pero la miraban como un ser inferior, como una persona obscena o escandalosa, Freya sabia como era Wano, su profesor le había contado muchas veces sobre ese lugar y como era famoso por sus guerreros, Freya había prestado atención… no mucha pero era algo y sabía que la gente ahí era muy anticuada y conservadora, aun así había querido ir a curiosear
Había visto varias cosas interesantísimas, sobre todo las espadas y armas, pero tan bien la habían molestado mucho, estaba acostumbrada a algunas miradas y quizás un par de piropos pero no a criticas insultos e incluso desprecios de gente que a pesar de todo lo que decía no apartaba la vista de su cuerpo… bufo un poco fastidiada, el barco se iría hasta dentro de 2 días así que estaba atrapada en ese molesto país hasta entonces… pero no le quedaba de otra
Siguió caminando tranquilamente y rebaso a 3 hombres que llevaban la misma dirección de ella, cuando sintió que tocaban su hombro, se volteo encontrándose con 3 samurái, furiosos, que la miraban como si hubiera echo algo horrible
-MOCOSA INSOLENTE!! NO SABES QUE LAS MUJERES DEBEN CAMINAR A VARIOS METROS DE LOS HOMBRES Y GUARDARLES RESPETO??
Freya solamente se les quedo viendo…
Un poco después, llegaba corriendo a un puesto de fideos cercanos
-Huy disculpen… hay alguien herido? No fue mi intención hacer que llegaran hasta aquí…
Le decía disculpándose desesperada al cocinero del lugar, los 3 hombres acababan de entrar volando por la barra del lugar, destrozando la barra, golpeándose contra la pared y habían quedado totalmente noqueados en el suelo
-Yo… yo pagare todo disculpe…
Freya saco de su bolsa de viaje una pequeña bolsita llena de oro y tan pronto lo vio el ceño fruncido del hombre desapareció, volteo a ver a los 3 idiotas noqueados… y se puso blanca
-HAY LO SIENTO!!!
Le dijo al par de pies que salían de debajo de esos 3 hombres, al parecer se había llevado a un cliente de encuentro al lanzarlos…
Había visto varias cosas interesantísimas, sobre todo las espadas y armas, pero tan bien la habían molestado mucho, estaba acostumbrada a algunas miradas y quizás un par de piropos pero no a criticas insultos e incluso desprecios de gente que a pesar de todo lo que decía no apartaba la vista de su cuerpo… bufo un poco fastidiada, el barco se iría hasta dentro de 2 días así que estaba atrapada en ese molesto país hasta entonces… pero no le quedaba de otra
Siguió caminando tranquilamente y rebaso a 3 hombres que llevaban la misma dirección de ella, cuando sintió que tocaban su hombro, se volteo encontrándose con 3 samurái, furiosos, que la miraban como si hubiera echo algo horrible
-MOCOSA INSOLENTE!! NO SABES QUE LAS MUJERES DEBEN CAMINAR A VARIOS METROS DE LOS HOMBRES Y GUARDARLES RESPETO??
Freya solamente se les quedo viendo…
Un poco después, llegaba corriendo a un puesto de fideos cercanos
-Huy disculpen… hay alguien herido? No fue mi intención hacer que llegaran hasta aquí…
Le decía disculpándose desesperada al cocinero del lugar, los 3 hombres acababan de entrar volando por la barra del lugar, destrozando la barra, golpeándose contra la pared y habían quedado totalmente noqueados en el suelo
-Yo… yo pagare todo disculpe…
Freya saco de su bolsa de viaje una pequeña bolsita llena de oro y tan pronto lo vio el ceño fruncido del hombre desapareció, volteo a ver a los 3 idiotas noqueados… y se puso blanca
-HAY LO SIENTO!!!
Le dijo al par de pies que salían de debajo de esos 3 hombres, al parecer se había llevado a un cliente de encuentro al lanzarlos…
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El hombre volvió en unos pocos minutos, había una gran eficiencia en aquel lugar, y eso me gustaba. Cogí los palillos de un movimiento señorial, no quería llamar demasiado la atención. Me dispuse a comer. Me llevé un poco a la boca. Saboreé aquello varias veces, y la verdad es que estaba delicioso, se notaba que aquel local era de calidad, eficiencia y calidad.
Me acabé el gran plato, estaba lleno. Me descolgué la mochila, para buscar el dinero con el que le pagaría. De repente, algo entró rompiendo la pared. Por inercia, y gracias a mi mantra no me dio, si no que me rozó el flequillo. Una vez más, mi mantra me había salvado, pero no sabía si podía decir lo mismo del hombre que estaba sentado a mi lado.
Al parecer, lo que había salido volando había sido un hombre. De repente, otros dos cuerpos llegaron volando. Habían hecho un gran agujero en la pared, y ya ni hablar de la pared en la que habían colisionado. Me giré con la intención de ver quién o qué los había lanzado. No había notado en que también habían arrasado con la barra.
El camarero parecía que iba a estallar. Se puso rojo como un tomate, y las orejas se le coloraron aún más. En cualquier momento le comenzarían a echar humo. Los ojos estuvieron a punto de salirse de sus cuencas, o al menos eso me pareció a mí.
Una mujer entró por la puerta del local. Pedía perdón al hombre. Yo decidí quedarme sentado en la barra, y si ocurría algo ya interveniría.
-¿PERDÓN?- Decía el hombre.- ¿PERO ESTÁS VIENDO ESTO?- Terminó.
El hombre se metió en la cocina unos segundos. La muchacha se acercó a los hombres que habían volado. Se puso a disculparse. Tras eso, el camarero apareció. Llevaba un cuchillo de carnicero en la mano.
-¡SANGRE SE PAGA CON SANGRE!- Gritaba.
Aquella fue la gota que colmó el vaso. Aprovechando mi gran velocidad me acerqué a él, poníendome en unos segundos junto a él. Empuñando a Anubis noqueé su cuchillo.
-¿A esto llamas justicia?- Dije intentando darle un tono de anonimato.
Defendería a aquella muchacha, y tras todo aquello la interrogaría, intentado que me explicase todo lo que había pasado.
Me acabé el gran plato, estaba lleno. Me descolgué la mochila, para buscar el dinero con el que le pagaría. De repente, algo entró rompiendo la pared. Por inercia, y gracias a mi mantra no me dio, si no que me rozó el flequillo. Una vez más, mi mantra me había salvado, pero no sabía si podía decir lo mismo del hombre que estaba sentado a mi lado.
Al parecer, lo que había salido volando había sido un hombre. De repente, otros dos cuerpos llegaron volando. Habían hecho un gran agujero en la pared, y ya ni hablar de la pared en la que habían colisionado. Me giré con la intención de ver quién o qué los había lanzado. No había notado en que también habían arrasado con la barra.
El camarero parecía que iba a estallar. Se puso rojo como un tomate, y las orejas se le coloraron aún más. En cualquier momento le comenzarían a echar humo. Los ojos estuvieron a punto de salirse de sus cuencas, o al menos eso me pareció a mí.
Una mujer entró por la puerta del local. Pedía perdón al hombre. Yo decidí quedarme sentado en la barra, y si ocurría algo ya interveniría.
-¿PERDÓN?- Decía el hombre.- ¿PERO ESTÁS VIENDO ESTO?- Terminó.
El hombre se metió en la cocina unos segundos. La muchacha se acercó a los hombres que habían volado. Se puso a disculparse. Tras eso, el camarero apareció. Llevaba un cuchillo de carnicero en la mano.
-¡SANGRE SE PAGA CON SANGRE!- Gritaba.
Aquella fue la gota que colmó el vaso. Aprovechando mi gran velocidad me acerqué a él, poníendome en unos segundos junto a él. Empuñando a Anubis noqueé su cuchillo.
-¿A esto llamas justicia?- Dije intentando darle un tono de anonimato.
Defendería a aquella muchacha, y tras todo aquello la interrogaría, intentado que me explicase todo lo que había pasado.
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Freya acabo de darle el dinero al cocinero y este sonrió yéndose a la cocina cuando otro hombre salió de la cocina gritándole, era un camarero, por sus ropas y al parecer por lo golpeado que estaba tan bien se lo había llevado de encuentro le grito y Freya volteo a verlo extrañada, cuando un hombre se puso frente a él y lo desarmo, una gotita de sudor apareció en la nuca de Freya
-Ha… están sobre actuando un poco… no?
Dijo tranquilamente, cuando el camarero volteo a verla
-Nada de eso sangre…
En ese momento la enorme espada de Freya se clavó en la pared, a centímetros de la cara del hombre, Freya le sonrió tranquilamente pero girando la espada de tal forma que su filo quedo apenas a un centímetro del cuello del hombre
-Así que… no cree… que exagera un poco?
El hombre miro la espada trago saliva y asintió Freya sonrió sacando su espada de la pared y volviendo a envainarla con una sonrisa
-Ok tráigame lo mejor que tenga, tengo hambre…
El camarero asintió rápidamente y entro corriendo a la cocina asustado, Freya rio un poco, ese tipo de bravucones eran nada comparados con los gladiadores de Desrosa que le había tocado aguantar, volteo a ver al chico que la había defendido
-Mmmm gracias por ayudarme… y perdón por interrumpir tu comida, me dejas invitarte el siguiente plato?
Pregunto con una sonrisa acercándose a los hombres que acababan de molestarla, se levantaron y miraron a Freya y sin más salieron corriendo, Freya rio un poco, extrañaba eso era divertido!!
-Ha… están sobre actuando un poco… no?
Dijo tranquilamente, cuando el camarero volteo a verla
-Nada de eso sangre…
En ese momento la enorme espada de Freya se clavó en la pared, a centímetros de la cara del hombre, Freya le sonrió tranquilamente pero girando la espada de tal forma que su filo quedo apenas a un centímetro del cuello del hombre
-Así que… no cree… que exagera un poco?
El hombre miro la espada trago saliva y asintió Freya sonrió sacando su espada de la pared y volviendo a envainarla con una sonrisa
-Ok tráigame lo mejor que tenga, tengo hambre…
El camarero asintió rápidamente y entro corriendo a la cocina asustado, Freya rio un poco, ese tipo de bravucones eran nada comparados con los gladiadores de Desrosa que le había tocado aguantar, volteo a ver al chico que la había defendido
-Mmmm gracias por ayudarme… y perdón por interrumpir tu comida, me dejas invitarte el siguiente plato?
Pregunto con una sonrisa acercándose a los hombres que acababan de molestarla, se levantaron y miraron a Freya y sin más salieron corriendo, Freya rio un poco, extrañaba eso era divertido!!
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La muchacha había conseguido intimidar al camarero, no era mala del todo. Tras unos minutos, en los que dejé actuar a la chica (pues al fin y al cabo, había sido ella la causante de aquel alboroto), el camarero se fue dirección a la cocina.
La muchacha me había ofrecido comer juntos, la verdad, aún tenía hambre. Me senté en el mismo taburete que al principio, a la vez que le ofrecia un asiento a mi lado. --Veo que te defiendes en esto del combate.- Le dije con un sonrisa, tampoco quería combatir, al menos no en aquel lugar.
El camarero volvía con un plato de fideos, si eran los mismos que antes, estarían deliciosos. No sabía porqué razón me los había traido, ya que yo no había pedido, pero daba igual, me los comería igual. Comencé a comer, pero intentaba dar un toque sofisticado, no quería quedar mal delante de una señorita.
-Bueno, si no es mucha molestia, ¿quisiera usted explicarme que sucedió para que lanzase a aquellos tipos a traves de la pared?- Le pregunté intentando parecer amable a la vez que cortés-
Al poco tiempo ya me había acabado el plato, por lo que le pedí otro al camarero, el cual me lo trajo sin rechistar, al parecer me tenía miedo, aunque no había hecho nada, simplemente defender a la muchacha.
-Por cierto, ya pago yo.- Le dije en un tono amable a la señorita.- No quiero ser una molestia.- Concluí.
Tras hablar, comencé mi tercer plato de fideos, algo estaba cambiando...
La muchacha me había ofrecido comer juntos, la verdad, aún tenía hambre. Me senté en el mismo taburete que al principio, a la vez que le ofrecia un asiento a mi lado. --Veo que te defiendes en esto del combate.- Le dije con un sonrisa, tampoco quería combatir, al menos no en aquel lugar.
El camarero volvía con un plato de fideos, si eran los mismos que antes, estarían deliciosos. No sabía porqué razón me los había traido, ya que yo no había pedido, pero daba igual, me los comería igual. Comencé a comer, pero intentaba dar un toque sofisticado, no quería quedar mal delante de una señorita.
-Bueno, si no es mucha molestia, ¿quisiera usted explicarme que sucedió para que lanzase a aquellos tipos a traves de la pared?- Le pregunté intentando parecer amable a la vez que cortés-
Al poco tiempo ya me había acabado el plato, por lo que le pedí otro al camarero, el cual me lo trajo sin rechistar, al parecer me tenía miedo, aunque no había hecho nada, simplemente defender a la muchacha.
-Por cierto, ya pago yo.- Le dije en un tono amable a la señorita.- No quiero ser una molestia.- Concluí.
Tras hablar, comencé mi tercer plato de fideos, algo estaba cambiando...
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-Algo, se defenderme… tráigame tan bien un plato de fideos
Le pidió al camarero sentándose tranquilamente al lado del chico, el camarero parecía estar muy asustado por alguna razón pero no le dio importancia, después de lo que le había hecho era algo normal y para nada se preocupaba en caerle bien a ese hombre, escucho la pregunta del chico y empezó a ignorar al camarero.
-Es sencillo fueron groseros conmigo por cómo visto y es todo
El tono en el que Freya hablo zanjó la cuestión, no le gustaba que la gente la molestara por su atuendo, así estaba cómoda y eso le bastaba
-Y tú por que estas en este país, me dirás? No pareces ser uno de esos samurái… Y bueno, te dejare pagar a ti con la condición de que sea solo lo que tú te comas lo mío lo pagare yo misma…
Sigue comiendo y de repente se sintió un poco rara
-Ha… estos fideos saben iguales que los que estabas comiendo cuando llegue yo?
Pregunto, mientras empezaba a sentirse un poco rara, los fideos tenían un gusto muy extraño
Le pidió al camarero sentándose tranquilamente al lado del chico, el camarero parecía estar muy asustado por alguna razón pero no le dio importancia, después de lo que le había hecho era algo normal y para nada se preocupaba en caerle bien a ese hombre, escucho la pregunta del chico y empezó a ignorar al camarero.
-Es sencillo fueron groseros conmigo por cómo visto y es todo
El tono en el que Freya hablo zanjó la cuestión, no le gustaba que la gente la molestara por su atuendo, así estaba cómoda y eso le bastaba
-Y tú por que estas en este país, me dirás? No pareces ser uno de esos samurái… Y bueno, te dejare pagar a ti con la condición de que sea solo lo que tú te comas lo mío lo pagare yo misma…
Sigue comiendo y de repente se sintió un poco rara
-Ha… estos fideos saben iguales que los que estabas comiendo cuando llegue yo?
Pregunto, mientras empezaba a sentirse un poco rara, los fideos tenían un gusto muy extraño
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La chica decía haberse defendido simplemente, ya que según me contaba, se habían metido con ella por su aspecto. Al escuchar aquello, me dispuse a decirle unas palabras:
-Bien... entiendo...- Le dije.- Pero no tiene porqué sentirse ofendida, es muy hermosa.- Proseguí mientras me sonrojaba.- Pero no piense que le estoy tirando los trastos mujer, estoy casado ehh.- Le dije intentando que no se sintiese ofendida.
De repente, entraron dos personas por la puerta, decían ser amigos de los samurais que habían entrado en estado de ''shock'' minutos atrás. Eran dos hombres y llevaban un gran sombrero de paja sobre la cabeza. Me puse en pie, con la cabeza hacia abajo, no quería que supiesen cual era mi rostro. Con los puños cerrados, me puse la máscara anti-gas que llevaba colgada de mi cinturón, pues aquello me permitiría guardar mi identidad si no eran usuarios de mantra.
-Dejad a la muchacha.- Les dije a la vez que comenzaba a cargar energía en mi palma derecha.- Ocúpate tu del otro.- Le dije a la muchacha.
No permitiría que hiciesen daño a la señorita, por lo que lucharía. Una vez tuve cargada la suficiente energía como para poder crear una bola, se la lancé. Una única bola de energía, la cual se dirigía hacia su rostro. El espadachín bloqueó el ataque interponiendo su espada imbuida en haki en medio, puede que hubiese comenzado algo flojo...
-Bien... entiendo...- Le dije.- Pero no tiene porqué sentirse ofendida, es muy hermosa.- Proseguí mientras me sonrojaba.- Pero no piense que le estoy tirando los trastos mujer, estoy casado ehh.- Le dije intentando que no se sintiese ofendida.
De repente, entraron dos personas por la puerta, decían ser amigos de los samurais que habían entrado en estado de ''shock'' minutos atrás. Eran dos hombres y llevaban un gran sombrero de paja sobre la cabeza. Me puse en pie, con la cabeza hacia abajo, no quería que supiesen cual era mi rostro. Con los puños cerrados, me puse la máscara anti-gas que llevaba colgada de mi cinturón, pues aquello me permitiría guardar mi identidad si no eran usuarios de mantra.
- ASPECTO:
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-Dejad a la muchacha.- Les dije a la vez que comenzaba a cargar energía en mi palma derecha.- Ocúpate tu del otro.- Le dije a la muchacha.
No permitiría que hiciesen daño a la señorita, por lo que lucharía. Una vez tuve cargada la suficiente energía como para poder crear una bola, se la lancé. Una única bola de energía, la cual se dirigía hacia su rostro. El espadachín bloqueó el ataque interponiendo su espada imbuida en haki en medio, puede que hubiese comenzado algo flojo...
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Freya sonrió un poco al hombre aunque levemente sonrojada pero rio al escuchar la aclaración del hombre
-Jajajaja tranquilo ni que necesitaras querer ligarme para darme un piropo, además…
En ese momento 2 hombres entraron al restaurante diciendo que venían por ella, Freya suspiro un poco tranquilamente sin molestarse siquiera en mirarlos, ya sabía bien cómo lidiar con bravucones como ellos, cuando el hombre se levantó protegiéndola
-Haaa porque rayos tienen que ser los machos así siempre???
Pregunto fastidiada para sí misma, le gustaban las peleas, no que la cuidaran aunque bueno al menos él era mucho más caballeroso que el 90% de los hombres de ese país… suspiro un poco levantándose y se sorprendió un poco al ver como el hombre lanzaba una bola de energía
-Vaya no eres cualquier cosa
Le sonrió al chico cuando el otro hombre levanto su espada hacia ella, Freya giro y levanto la lanza haciendo un gran tajo hacia arriba, el sombrero quedo totalmente rajado y el kimono del hombre se abrió soltándose
-Vaya y yo creía que las tangas era solo para nosotras las chicas sexis…
Le dijo riendo al ver la ropa interior del hombre este se tapó rápidamente y recibió un gran puñetazo en la cara que lo derribo, retrocedió varios pasos tomándose el rostro, Freya giro la espada tranquilamente en su mano y después apunto al hombre con ella.
-Bueno son mas interesantes que los 2 primeros, lo admito… así que seguimos?
-Jajajaja tranquilo ni que necesitaras querer ligarme para darme un piropo, además…
En ese momento 2 hombres entraron al restaurante diciendo que venían por ella, Freya suspiro un poco tranquilamente sin molestarse siquiera en mirarlos, ya sabía bien cómo lidiar con bravucones como ellos, cuando el hombre se levantó protegiéndola
-Haaa porque rayos tienen que ser los machos así siempre???
Pregunto fastidiada para sí misma, le gustaban las peleas, no que la cuidaran aunque bueno al menos él era mucho más caballeroso que el 90% de los hombres de ese país… suspiro un poco levantándose y se sorprendió un poco al ver como el hombre lanzaba una bola de energía
-Vaya no eres cualquier cosa
Le sonrió al chico cuando el otro hombre levanto su espada hacia ella, Freya giro y levanto la lanza haciendo un gran tajo hacia arriba, el sombrero quedo totalmente rajado y el kimono del hombre se abrió soltándose
-Vaya y yo creía que las tangas era solo para nosotras las chicas sexis…
Le dijo riendo al ver la ropa interior del hombre este se tapó rápidamente y recibió un gran puñetazo en la cara que lo derribo, retrocedió varios pasos tomándose el rostro, Freya giro la espada tranquilamente en su mano y después apunto al hombre con ella.
-Bueno son mas interesantes que los 2 primeros, lo admito… así que seguimos?
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La chica parecía ocuparse del otro tipo, aquello se ponía interesante. La energía con la que le había atacado anteriormente había sido demasiado débil, si quería lograr dañarle debía hacerlo empleando gran parte de mi poder. No quería usar el poder de mi akuma, pues de ese modo serían capaces de reconocerme.
Rápidamente, sin darle tiempo a mi rival a si quiera reaccionar, imbuí mi brazo en flamas, aumentando su temperatura hasta los 100 ºC. Se podía ver flamas ascender desde la parte más baja de la mano hasta la parte superior del antebrazo. Tras eso, decídí probar una técnica que había conseguido recientemente. En el brazo izquierdo, canalicé energía, consiguiendo que mi espíritu se manifestase. Un aura amarillenta surgió. De esta, saltaban chispas, y el aura comenzó a cambiar a emitir pequeños rayos alrededor del antebrazo y la mano.
-Dejemos ya el juego...- Le dije.
Estiré ambos brazos hacia delante, con las palmas de las manos abiertas, cada una aputando en una dirección distinta. Canalicé toda la energía en la parte central de las palmas, para posteriormente lanzar una onda de energía. De repente, surgió de mis manos un aura de una cabeza de tigre con dos garras, era de color azabache puesto que lo había imbuido en haki.
-Little Bear! - Dije en voz baja.
Aquel ataque no lo podría detener mediante haki, puesto que eran energías mezcladas. El ataque impactó en mi oponente, el cual salió despedido hacia atrás, quedándose clavado en la pared, quedando solamente la parte inferior del tronco junto a las piernas a la vista.
Seguidamente, decidí esperar a ver la actuación de mi compañera contra el otro espadachín, si no era capaz de derrotarlo lo intentaría yo, no faltaba mucho para que diese la hora en la que estaba citado en el templo, y sinceramente, no quería llegar tarde, no era algo de mi estilo...
Rápidamente, sin darle tiempo a mi rival a si quiera reaccionar, imbuí mi brazo en flamas, aumentando su temperatura hasta los 100 ºC. Se podía ver flamas ascender desde la parte más baja de la mano hasta la parte superior del antebrazo. Tras eso, decídí probar una técnica que había conseguido recientemente. En el brazo izquierdo, canalicé energía, consiguiendo que mi espíritu se manifestase. Un aura amarillenta surgió. De esta, saltaban chispas, y el aura comenzó a cambiar a emitir pequeños rayos alrededor del antebrazo y la mano.
-Dejemos ya el juego...- Le dije.
Estiré ambos brazos hacia delante, con las palmas de las manos abiertas, cada una aputando en una dirección distinta. Canalicé toda la energía en la parte central de las palmas, para posteriormente lanzar una onda de energía. De repente, surgió de mis manos un aura de una cabeza de tigre con dos garras, era de color azabache puesto que lo había imbuido en haki.
-Little Bear! - Dije en voz baja.
Aquel ataque no lo podría detener mediante haki, puesto que eran energías mezcladas. El ataque impactó en mi oponente, el cual salió despedido hacia atrás, quedándose clavado en la pared, quedando solamente la parte inferior del tronco junto a las piernas a la vista.
Seguidamente, decidí esperar a ver la actuación de mi compañera contra el otro espadachín, si no era capaz de derrotarlo lo intentaría yo, no faltaba mucho para que diese la hora en la que estaba citado en el templo, y sinceramente, no quería llegar tarde, no era algo de mi estilo...
- ACLARACIÓN:
- El ataque Little Bear! se escribe solamente con un símbolo de exclamación, no es ningún fallo.
Freya
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Freya sintió un fuerte calor venir de ese hombre y sonrió pero sin bajar la guardia ante su oponente que por suerte parecía ser mucho más débil que el que le había tocado a su compañero, de repente, el solo lanzo una onda de energía contra su oponente, mandándolo a volar, Freya silbo sorprendida y de repente volteo, esquivando por poco una escotada de la katana de ese hombre, Freya giro rápidamente, lanzando un golpe a la vez hacia el samurái pero este esquivo, parece que era mucho más fuerte de lo que ella pensaba
-Nada mal
Sonrió y el samurái empezó a lanzarla a golpes rápidamente, Freya esquivaba y peleaba con el rápidamente, deteniendo todos los golpes del samurái rápidamente su lanza estaba aún apoyada contra la barra
-ESTÚPIDA CREES QUE PUEDES CON UN SAMURÁI DE WANO???
El samurái tomo con sus 2 manos la espada para cortarla y en ese momento su boca fue cerrada con un fuerte puñetazo se alejó tomando su rostro de su boca bajaba sangre
-Lo siento no soy un samurái, de donde yo vengo se pelea con cosas más que con espadas…
-CÁLLATE!!!
Levanto de nuevo la espada con las 2 manos, Freya giro rápidamente, pateándolo con fuerza en la boca del estómago, el hombre salió contra la pared estrellándose al lado de su amigo, aunque sin la fuerza como para atravesar la pared, Freya sonrió apoyando su espada en el hombro
-Así que si no te esperas otra cosa será difícil que me venzas… lo siento
-Nada mal
Sonrió y el samurái empezó a lanzarla a golpes rápidamente, Freya esquivaba y peleaba con el rápidamente, deteniendo todos los golpes del samurái rápidamente su lanza estaba aún apoyada contra la barra
-ESTÚPIDA CREES QUE PUEDES CON UN SAMURÁI DE WANO???
El samurái tomo con sus 2 manos la espada para cortarla y en ese momento su boca fue cerrada con un fuerte puñetazo se alejó tomando su rostro de su boca bajaba sangre
-Lo siento no soy un samurái, de donde yo vengo se pelea con cosas más que con espadas…
-CÁLLATE!!!
Levanto de nuevo la espada con las 2 manos, Freya giro rápidamente, pateándolo con fuerza en la boca del estómago, el hombre salió contra la pared estrellándose al lado de su amigo, aunque sin la fuerza como para atravesar la pared, Freya sonrió apoyando su espada en el hombro
-Así que si no te esperas otra cosa será difícil que me venzas… lo siento
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La muchacha había conseguido acabar con el espadachín en poco tiempo, no parecían muy experimentados. Me acerqué hasta la pared en la que estaban desmayados aquellos individuos, y cogí a uno de ellos por la ropa. Lo levanté, y comencé a ''cachearlo''. No encontré nada que nos proporcionase muchos datos de quiénes eran ni nada parecido, por lo que lo dejé en el suelo nuevamente. Seguido, cogí al otro e hice lo dicho.
En aquel hombre si conseguí encontrar algo, una pequeña daga con un grabado un tanto particular. '' Sword's Art School - Vicent.'' Aquel grabado era extraño, si no malinterpretaba aquellas palabras, aquellos hombres provenían de una escuela de espadachines.
-¿Quieres saber quiénes eran todos estos tipos?- Le pregunté a la chica.- Sí es así ven conmigo...- Concluí.
Guardé la daga, y salí del local, esperaba encontrar aquella escuela. Comencé a caminar por aquella calle y llegué a una pequeña plaza. Aquello estaba abarrotado, y es que al parecer se estaba disputando un torneo para saber quién era el mejor espadachín.
Había un gran estadio, que si no era por que no tenía gradas, hubiese pensado que aquello era una plaza de toros, aunque también había un gran cartel que explicaba el porqué de todo aquello. Me acerqué a varias personas que estaban viendo el espectáculo, y activé el mantra, no sabía si alguno de ellos sería hostil.
Le puse una mano en el hombro a un hombre, y le formulé una pregunta:
-Buenas, ¿podría indicarme dónde se encuentra ''Sword's Art School - Vicent''?
El hombre se volvió lentamente, sin dejar de mirar el combate de reojo. El individuo me miró de arriba a bajo rápidamente, parecía ansioso por querer seguir viendo el combate.
-Aquel tipo que está combatiendo es uno de los 3 jefes, pero es el más débil puesto que es el más joven.- Dijo el hombre antes de volverse y darme la espalda.
Intenté echar un vistazo por encima de toda la multitud, pero solo pude ver lo que parecía ser un hombre elevando los brazos, para después escuchar estas palabras:
- ¡Y EL GANADOR ES YURIN! ¡ENHORABUENA! - Dijo una voz, la cual me parecía que venía de un altavoz.- ¿Quién será su próximo rival? ¿Queda alguno espectador dispuesto a enfrentarse a él?
En aquel hombre si conseguí encontrar algo, una pequeña daga con un grabado un tanto particular. '' Sword's Art School - Vicent.'' Aquel grabado era extraño, si no malinterpretaba aquellas palabras, aquellos hombres provenían de una escuela de espadachines.
-¿Quieres saber quiénes eran todos estos tipos?- Le pregunté a la chica.- Sí es así ven conmigo...- Concluí.
Guardé la daga, y salí del local, esperaba encontrar aquella escuela. Comencé a caminar por aquella calle y llegué a una pequeña plaza. Aquello estaba abarrotado, y es que al parecer se estaba disputando un torneo para saber quién era el mejor espadachín.
Había un gran estadio, que si no era por que no tenía gradas, hubiese pensado que aquello era una plaza de toros, aunque también había un gran cartel que explicaba el porqué de todo aquello. Me acerqué a varias personas que estaban viendo el espectáculo, y activé el mantra, no sabía si alguno de ellos sería hostil.
Le puse una mano en el hombro a un hombre, y le formulé una pregunta:
-Buenas, ¿podría indicarme dónde se encuentra ''Sword's Art School - Vicent''?
El hombre se volvió lentamente, sin dejar de mirar el combate de reojo. El individuo me miró de arriba a bajo rápidamente, parecía ansioso por querer seguir viendo el combate.
-Aquel tipo que está combatiendo es uno de los 3 jefes, pero es el más débil puesto que es el más joven.- Dijo el hombre antes de volverse y darme la espalda.
Intenté echar un vistazo por encima de toda la multitud, pero solo pude ver lo que parecía ser un hombre elevando los brazos, para después escuchar estas palabras:
- ¡Y EL GANADOR ES YURIN! ¡ENHORABUENA! - Dijo una voz, la cual me parecía que venía de un altavoz.- ¿Quién será su próximo rival? ¿Queda alguno espectador dispuesto a enfrentarse a él?
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El hombre le ofreció a Freya saber de dónde venían esos tipos, al parecer creía que Freya tenía algún problema personal con ellos y la verdad era que no, simplemente la habían molestado porque si… pensó un poco pero sonrió, después de todo no estaba mal meterse en alguna buena pelea de vez en cuando y ese chico la había ayudado y ahora iba solo a donde fuera que entrenaban esos espadachines, poco después llegaron a un enorme estadio, aunque no tanto como el coliseo de Desrosa donde ella había peleado tantas veces Freya gruño al ver como la veían como si fuera inferior, con desaprobación por su ropa, por todo, lo malo de estar en un país con mentalidad del siglo pasado, un hombre gigantesco se acercó a verla, Freya apenas le llegaba a la cintura
-Largo de aquí este no es lugar para mujeres…
Freya volteo a verlo tranquilamente
- ¡Y EL GANADOR ES YURIN! ¡ENHORABUENA! - Dijo una voz, la cual me parecía que venía de un altavoz.- ¿Quién será su próximo rival? ¿Queda alguno espectador dispuesto a enfrentarse a él?
En ese momento un hombre enorme paso volando y se estrello justo debajo de la arena apartando a casi todos los samurái, Freya sonrió bostezando un poco y clavando su lanza antes de subir de un salto
-Bueno creo que sere yo…
Comento con una sonrisa confiada, justo como en sus días del coliseo, el hombre la miro fijamente y desenvaino con cuidado viéndola atentamente, Freya tan bien hizo lo mismo ya que si ese enemigo la veía como guerrera ella haría lo mismo.
-Largo de aquí este no es lugar para mujeres…
Freya volteo a verlo tranquilamente
- ¡Y EL GANADOR ES YURIN! ¡ENHORABUENA! - Dijo una voz, la cual me parecía que venía de un altavoz.- ¿Quién será su próximo rival? ¿Queda alguno espectador dispuesto a enfrentarse a él?
En ese momento un hombre enorme paso volando y se estrello justo debajo de la arena apartando a casi todos los samurái, Freya sonrió bostezando un poco y clavando su lanza antes de subir de un salto
-Bueno creo que sere yo…
Comento con una sonrisa confiada, justo como en sus días del coliseo, el hombre la miro fijamente y desenvaino con cuidado viéndola atentamente, Freya tan bien hizo lo mismo ya que si ese enemigo la veía como guerrera ella haría lo mismo.
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La muchacha mandó a volar a un hombre justo debajo de la arena, abriéndose paso a ella misma para poder subir a esta. Al parecer se enfrentaría al samurai. Si así lo deseaba, que así fuera. Ambos desenvainaron cuidadosamente, prestándose atención el uno al otro, aunque algo ocurrió.
-Bujajajajaja- Se escuchó.- Un ser inferior contra mi hijo.... ¡REVIÉNTALA!- Gritó.
Al parecer aquel era el padre del espadachín de la arena, y si aquello era verdad, también debía pertenecer a la escuela de espadachines a la cual estábamos buscando. Me acerqué serena y tranquilamente a la posición de aquel hombre. Odiaba a la gente vacilona y arrogante como aquel hombre, por lo que, sin hacer demasiado caso a mi personalidad calmada y a la que no le gustaba llamar demasiado la atención, imbuí mi puño en haki, y tras drenar testosterona a mi sangre, le asesté una ''colleja''. Esto hizo que aquel hombre saliese volando, hasta abrir un agujero en la reja que limitaba a la arena y meterse dentro de esta.
Seguidamente, entré yo también en esta. Imbuí ambos puños en haki, y activé mi mantra. Mi ojo derecho se fue tornando rojo. Ahora mi mirada era mucho más fría y amenazante. Lo miré durante unos segundos fijamente a los ojos, con la intención de intimidarlo. Seguidamente, aprovechando mi alta velocidad, comencé a correr en zig-zag, y la verdad, para la vista humana sería casi imperceptible, pareciendo como si me transportarse de un lado a otro.
La expresión de la cara de aquel hombre se fue cambiando poco a poco, comenzando este a sudar en exceso. Abrió mucho los ojos, y su fino bigote se encrespó. No disponía de ningún arma, o al menos, eso me pareció. Cuando me encontré a su altura, le asesté un fuerte puñetazo en el estómago, saliendo mi rival despedido hacia atrás, agujereando nuevamente la reja que delimitaba el ''ring''.
Posteriormente, pude escuchar una voz a mis espaldas. Mi mantra me decía que aquel tipo no era tan débil como al que acababa de derrotar, no, parecía 10 veces más fuerte por lo menos. Me giré lentamente, y pude ver a un hombre. Parecía una momia, pues iba envuelto casi en su totalidad en vendas, desde la cara a lo que se podía ver del resto de su cuerpo, pues llevaba un kimono morado y unos guantes negros. En su mano derecha llevaba una katana.
-Combate contra alguien de tu calibre, ¿no crees?- Preguntó con un tono de superioridad.
Al parecer ahora si se iba a dar un combate interesante y reñido, en el que solamente uno de nosotros podía ganar...
-Bujajajajaja- Se escuchó.- Un ser inferior contra mi hijo.... ¡REVIÉNTALA!- Gritó.
Al parecer aquel era el padre del espadachín de la arena, y si aquello era verdad, también debía pertenecer a la escuela de espadachines a la cual estábamos buscando. Me acerqué serena y tranquilamente a la posición de aquel hombre. Odiaba a la gente vacilona y arrogante como aquel hombre, por lo que, sin hacer demasiado caso a mi personalidad calmada y a la que no le gustaba llamar demasiado la atención, imbuí mi puño en haki, y tras drenar testosterona a mi sangre, le asesté una ''colleja''. Esto hizo que aquel hombre saliese volando, hasta abrir un agujero en la reja que limitaba a la arena y meterse dentro de esta.
Seguidamente, entré yo también en esta. Imbuí ambos puños en haki, y activé mi mantra. Mi ojo derecho se fue tornando rojo. Ahora mi mirada era mucho más fría y amenazante. Lo miré durante unos segundos fijamente a los ojos, con la intención de intimidarlo. Seguidamente, aprovechando mi alta velocidad, comencé a correr en zig-zag, y la verdad, para la vista humana sería casi imperceptible, pareciendo como si me transportarse de un lado a otro.
La expresión de la cara de aquel hombre se fue cambiando poco a poco, comenzando este a sudar en exceso. Abrió mucho los ojos, y su fino bigote se encrespó. No disponía de ningún arma, o al menos, eso me pareció. Cuando me encontré a su altura, le asesté un fuerte puñetazo en el estómago, saliendo mi rival despedido hacia atrás, agujereando nuevamente la reja que delimitaba el ''ring''.
Posteriormente, pude escuchar una voz a mis espaldas. Mi mantra me decía que aquel tipo no era tan débil como al que acababa de derrotar, no, parecía 10 veces más fuerte por lo menos. Me giré lentamente, y pude ver a un hombre. Parecía una momia, pues iba envuelto casi en su totalidad en vendas, desde la cara a lo que se podía ver del resto de su cuerpo, pues llevaba un kimono morado y unos guantes negros. En su mano derecha llevaba una katana.
- SAMURAI:
![¿Nadie osa acercarse aquí...? [Privado-Pasado] (Freya & Drako). 1389797005-shishio-makoto](https://2img.net/image.noelshack.com/fichiers/2014/03/1389797005-shishio-makoto.jpg)
-Combate contra alguien de tu calibre, ¿no crees?- Preguntó con un tono de superioridad.
Al parecer ahora si se iba a dar un combate interesante y reñido, en el que solamente uno de nosotros podía ganar...
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Freya y el chico samurái estaban frente a frente… cuando se escuchó un grito en las tribunas, una venita apareció en la sien de Freya
-Que me dijo?....
Gruño un poco, el chico se puso colorado y después firmes, inclinándose con respeto frente a Freya
-Este… disculpe por favor a mi papa… el…
-Es alcohólico
-Si…
-Idiota…
-Si…
-Y machista…
-Si… lo conoce?
-Algo así…
Los 2 sonrieron y el chico volvió a ponerse en posición de combate, abajo se empezó a escuchar una pelea y eso hizo que Freya se enojara
-OYE NO LO MOLESTES QUE SI EL CHICO SE DISTRAE LA QUE SE DIVERTIRÁ MENOS SERÉ YO!!!
Le grito a su compañero ya que el chico por un momento se vio preocupado por su padre, después de eso sin decir nada se lanzó hacia Freya con su katana lista, Freya al verlo lanzo una estocada hacia el deteniendo su avance, el chico rápidamente se detuvo esquivándola y lanzo un tajo que ella detuvo con el guantelete de su muñeca
-He? –Chico-
-Ha, lo siento no soy una samurái
Freya lanzo un tajo con su espada rápidamente hacia el chico pero este bloqueo empezando a defenderse rápidamente de Freya, ella veía como el chico examinaba todo su cuerpo y sonrió, conocía la debilidad de muchas de las personas que entrenaban en dojos y solamente se enfrentaban en combates contra otros espadachines puros, era que no se imaginaban ni sabían cómo reaccionar contra otros tipos de armas, eso siempre le había dado ventaja a ella y a todos los gladiadores contra espadachines de ese tipo.. y en ese país parece que solo había ese tipo de guerreros, Freya esquivo y dio un salto hacia atrás para después empezar a atacar al chico rápidamente con su espada, se notaba que el chico de verdad sabia pelear muy bien ya que esquivo y bloqueo rápidamente la mayoría de sus golpes, cuando se alejó un poco
-Ha… cielos parece que su amigo acaba de hacer enfadar al maestro…
Freya vio de reojo al hombre completamente vendado que se acercaba a Drako
-Hay gente que no puede estarse 5 minutos sin empezar una pelea
Dijo hipócritamente ya que la que se había pasado peleando con todos los que se acercaban a ella, el chico sonrió y siguieron su pelea, ambos se estaban divirtiendo.[/color]
-Que me dijo?....
Gruño un poco, el chico se puso colorado y después firmes, inclinándose con respeto frente a Freya
-Este… disculpe por favor a mi papa… el…
-Es alcohólico
-Si…
-Idiota…
-Si…
-Y machista…
-Si… lo conoce?
-Algo así…
Los 2 sonrieron y el chico volvió a ponerse en posición de combate, abajo se empezó a escuchar una pelea y eso hizo que Freya se enojara
-OYE NO LO MOLESTES QUE SI EL CHICO SE DISTRAE LA QUE SE DIVERTIRÁ MENOS SERÉ YO!!!
Le grito a su compañero ya que el chico por un momento se vio preocupado por su padre, después de eso sin decir nada se lanzó hacia Freya con su katana lista, Freya al verlo lanzo una estocada hacia el deteniendo su avance, el chico rápidamente se detuvo esquivándola y lanzo un tajo que ella detuvo con el guantelete de su muñeca
-He? –Chico-
-Ha, lo siento no soy una samurái
Freya lanzo un tajo con su espada rápidamente hacia el chico pero este bloqueo empezando a defenderse rápidamente de Freya, ella veía como el chico examinaba todo su cuerpo y sonrió, conocía la debilidad de muchas de las personas que entrenaban en dojos y solamente se enfrentaban en combates contra otros espadachines puros, era que no se imaginaban ni sabían cómo reaccionar contra otros tipos de armas, eso siempre le había dado ventaja a ella y a todos los gladiadores contra espadachines de ese tipo.. y en ese país parece que solo había ese tipo de guerreros, Freya esquivo y dio un salto hacia atrás para después empezar a atacar al chico rápidamente con su espada, se notaba que el chico de verdad sabia pelear muy bien ya que esquivo y bloqueo rápidamente la mayoría de sus golpes, cuando se alejó un poco
-Ha… cielos parece que su amigo acaba de hacer enfadar al maestro…
Freya vio de reojo al hombre completamente vendado que se acercaba a Drako
-Hay gente que no puede estarse 5 minutos sin empezar una pelea
Dijo hipócritamente ya que la que se había pasado peleando con todos los que se acercaban a ella, el chico sonrió y siguieron su pelea, ambos se estaban divirtiendo.[/color]
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El hombre de las vendas sonreía, parecía tener mucha confianza sobre sí mismo. Acercó lentamente su mano derecha a la empuñadura de la katana, pero no llegó a desenfundarla. Me quedé mirándolo fijamente, y activé mi mantra. Mi ojo sano se fue tornando rojizo, y tras unos segundos llegó al tono carmesí, con algunas líneas negras alrededor del iris.
Me troné los dedos y sonreí levemente, era el momento de tener un buen combate. Mis puños se volvieron de un color negro azabache, hasta la mitad de los antebrazos. Posteriormente, toda esa zona comenzó a incendiarse, y las flamas subían hasta lo que eran los codos. Finalmente, imbuí también esa zona en un aura cortante de color amarillento. Pero, antes de terminar, comencé a concentrar energía en los brazos. Un aura amarilla de bastante mayor tamaño se creó alrededor de mis puños y de los antebrazos, parecían cadenas de electricidad girando alrededor de estos.
Mi rival desenfundó la katana, y se dirigió a mí a la vez que abría un poco más debido a la sorpresa y que presionaba los dientes:
-¿Vas a luchar como los de tu raza, sin espada?- Dijo.- Menuda deshonra hacia tu persona.
-¿Deshonra?- Pregunté.- ¿Por qué debería considerar mi espíritu como una deshonra? - Continué.- Bueno, con o sin honra te voy a vencer de este modo.- Dije
Para finalizar mi preparación dedicidí apretar fuertemente mis puños, notaba como por dentro de mi cuerpo corría energía, espíritu, vitalidad... Me notaba con mayor poder, acabaría con aquel hombre. Drené adrenalina a mi organismo, y comencé a correr hacia mi oponente a una velocidad bastante elevada, parecía como si me teletransportara de un lugar a otro, era difícil de captar para un simple ojo humano.
Una vez estuve cerca, intenté asestarle un puñetazo al rostro, a la vez que inclinaba el cuerpo hacia delante, con la intención de que le fuese lo más difícil posible contraatacar. El hombre interpuso su espada, imbuida en lo que parecía ser haki, pero no parecía demasiado buena. Comencé a hacer más y más fuerza, hasta el punto en el que la hoja de esta comenzó a rajarse por algunas zonas. Ni la electricidad, ni si quiera el fuego consiguieron darle, puesto que aquella espada no conducía las energías, en cierta parte había sido un buen truco, si no fuese por que la espada se partió.
Mi rival ya había ganado metros, por lo que el golpe a la cabeza simplemente le rozó, pero para mi suerte la electricidad era capaz de atraer a su presa, por lo que se llevó una potente descarga en el cráneo, que apostaba a que no le fue demasiado pasajera, aquello haría mella en él.
Seguidamente, mi rival retrocedió dando dos pasos, y tiró la katana partida, para posteriormente desenfundar dos en buen estado, y que por mis dotes como herrero podía deducir que eran de mejor calidad, como mínimo similar a una Ryo Wazamono. Mi rival empuñó de una forma extraña las katanas, es decir, poniéndo la hoja del reves, próxima al brazo. Tras eso, comenzó a hacer gestos extraños con los brazos, una equis, barras paralelas... Seguidamente, una onda cortante en forma de espiral comenzó a acercarse a mi posición, y para mi mala suerte estábamos demasiado próximos, por lo que me impactó, creándome bastantes cortes y hemorragias externas por toda la parte superior del cuerpo, aquello parecía ponerse interesante.
Me troné los dedos y sonreí levemente, era el momento de tener un buen combate. Mis puños se volvieron de un color negro azabache, hasta la mitad de los antebrazos. Posteriormente, toda esa zona comenzó a incendiarse, y las flamas subían hasta lo que eran los codos. Finalmente, imbuí también esa zona en un aura cortante de color amarillento. Pero, antes de terminar, comencé a concentrar energía en los brazos. Un aura amarilla de bastante mayor tamaño se creó alrededor de mis puños y de los antebrazos, parecían cadenas de electricidad girando alrededor de estos.
Mi rival desenfundó la katana, y se dirigió a mí a la vez que abría un poco más debido a la sorpresa y que presionaba los dientes:
-¿Vas a luchar como los de tu raza, sin espada?- Dijo.- Menuda deshonra hacia tu persona.
-¿Deshonra?- Pregunté.- ¿Por qué debería considerar mi espíritu como una deshonra? - Continué.- Bueno, con o sin honra te voy a vencer de este modo.- Dije
Para finalizar mi preparación dedicidí apretar fuertemente mis puños, notaba como por dentro de mi cuerpo corría energía, espíritu, vitalidad... Me notaba con mayor poder, acabaría con aquel hombre. Drené adrenalina a mi organismo, y comencé a correr hacia mi oponente a una velocidad bastante elevada, parecía como si me teletransportara de un lugar a otro, era difícil de captar para un simple ojo humano.
Una vez estuve cerca, intenté asestarle un puñetazo al rostro, a la vez que inclinaba el cuerpo hacia delante, con la intención de que le fuese lo más difícil posible contraatacar. El hombre interpuso su espada, imbuida en lo que parecía ser haki, pero no parecía demasiado buena. Comencé a hacer más y más fuerza, hasta el punto en el que la hoja de esta comenzó a rajarse por algunas zonas. Ni la electricidad, ni si quiera el fuego consiguieron darle, puesto que aquella espada no conducía las energías, en cierta parte había sido un buen truco, si no fuese por que la espada se partió.
Mi rival ya había ganado metros, por lo que el golpe a la cabeza simplemente le rozó, pero para mi suerte la electricidad era capaz de atraer a su presa, por lo que se llevó una potente descarga en el cráneo, que apostaba a que no le fue demasiado pasajera, aquello haría mella en él.
Seguidamente, mi rival retrocedió dando dos pasos, y tiró la katana partida, para posteriormente desenfundar dos en buen estado, y que por mis dotes como herrero podía deducir que eran de mejor calidad, como mínimo similar a una Ryo Wazamono. Mi rival empuñó de una forma extraña las katanas, es decir, poniéndo la hoja del reves, próxima al brazo. Tras eso, comenzó a hacer gestos extraños con los brazos, una equis, barras paralelas... Seguidamente, una onda cortante en forma de espiral comenzó a acercarse a mi posición, y para mi mala suerte estábamos demasiado próximos, por lo que me impactó, creándome bastantes cortes y hemorragias externas por toda la parte superior del cuerpo, aquello parecía ponerse interesante.
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Freya y el chico seguían peleando rápidamente, sin hacerle caso a nada más aunque Freya de vez en cuando lanzaba miraditas hacia ese lugar el chico tan bien
-Vamos yo me estoy muriendo de curiosidad por ver que está pasando ahí…
Yo tan bien pero sensei dice que no se puede interrumpir un combate solo por eso ni dejar que nos venzan apropósito
-Tu sensei es malo…
Freya empezó a presionar rápidamente al chico, ahora si quería acabar rápidamente la pelea ya que se moría de curiosidad por ver que tan fuerte podría ser el chico que había comido con ella ese día, al menos le daba la misma sensación que tenía cuando veía a los gladiadores veteranos que ya se habían retirado o cuando veía a algún guerrero viejo y con 1000 batallas a su espalda por la calle, una sensación de respeto y de querer algún día ser así… el chico parecía pensar lo mismo, giraba la cabeza varias veces para ver la pelea pero no se distraía tanto como para darle alguna abertura a Freya y el tan bien aprovechaba las distracciones de la muchacha para buscar alguna, pero Freya no lo permitía, finalmente esta se cansó de la situación, el chico parecía tener mucha menos experiencia que ella aunque en habilidad estuvieran casi iguales pensó en usar eso a su favor y cuando el chico se distrajo empezó a atacarlo rápidamente con grandes y fuertes estocadas
-VAMOS CONCÉNTRATE CONCÉNTRATE CONCÉNTRATE!!!
-PERO QUE??
El chico trataba de lanzar un contra ataque pero no podía, aunque Freya se enfocaba totalmente en el ataque y dejaba montones de aperturas en su posición sus ataques eran tan fuertes y rápidos que no le permitían sacar ventaja de esto, finalmente por un momento se detuvo cambiando su espada de su mano izquierda a la derecha
-LA TENGO!!
Rápidamente el chico se preparó para cortarla mientras Freya levantaba su espada para lanzarle otro golpe… pero al tratar de cortarla no pudo, Freya había detenido el golpe con el guantelete de su muñeca, el chico no supo que pasaba cuando recibió un golpe con el mango de la espada de Freya justo en la cabeza, cayó al suelo sujetándose la cabeza con las 2 manos mientras Freya tomaba su katana
-Bueno gane… te falta mucha practica…
El chico asintió aun sobándose la cabeza un hilo de sangre salía de esta y bajaba por su rostro pero para sorpresa de Freya prácticamente no pasó nada en el publico… todos miraban la pelea de su compañero y ese espadachín vendado, Freya sonrió y se arrodillo frente a él limpiando la sangre de este un poco arrancando un pedazo de la ropa del chico para hacer
-Lo siento pero mi ropa no tiene tanta tela como para cortarle… vamos a ver la otra pelea
El chico solo asintió pero aun mareado no se pudo levantar así que los 2 se limitaron a sentarse en la plataforma, desde ahí al estar un poco más alto podían ver perfectamente
-Vamos yo me estoy muriendo de curiosidad por ver que está pasando ahí…
Yo tan bien pero sensei dice que no se puede interrumpir un combate solo por eso ni dejar que nos venzan apropósito
-Tu sensei es malo…
Freya empezó a presionar rápidamente al chico, ahora si quería acabar rápidamente la pelea ya que se moría de curiosidad por ver que tan fuerte podría ser el chico que había comido con ella ese día, al menos le daba la misma sensación que tenía cuando veía a los gladiadores veteranos que ya se habían retirado o cuando veía a algún guerrero viejo y con 1000 batallas a su espalda por la calle, una sensación de respeto y de querer algún día ser así… el chico parecía pensar lo mismo, giraba la cabeza varias veces para ver la pelea pero no se distraía tanto como para darle alguna abertura a Freya y el tan bien aprovechaba las distracciones de la muchacha para buscar alguna, pero Freya no lo permitía, finalmente esta se cansó de la situación, el chico parecía tener mucha menos experiencia que ella aunque en habilidad estuvieran casi iguales pensó en usar eso a su favor y cuando el chico se distrajo empezó a atacarlo rápidamente con grandes y fuertes estocadas
-VAMOS CONCÉNTRATE CONCÉNTRATE CONCÉNTRATE!!!
-PERO QUE??
El chico trataba de lanzar un contra ataque pero no podía, aunque Freya se enfocaba totalmente en el ataque y dejaba montones de aperturas en su posición sus ataques eran tan fuertes y rápidos que no le permitían sacar ventaja de esto, finalmente por un momento se detuvo cambiando su espada de su mano izquierda a la derecha
-LA TENGO!!
Rápidamente el chico se preparó para cortarla mientras Freya levantaba su espada para lanzarle otro golpe… pero al tratar de cortarla no pudo, Freya había detenido el golpe con el guantelete de su muñeca, el chico no supo que pasaba cuando recibió un golpe con el mango de la espada de Freya justo en la cabeza, cayó al suelo sujetándose la cabeza con las 2 manos mientras Freya tomaba su katana
-Bueno gane… te falta mucha practica…
El chico asintió aun sobándose la cabeza un hilo de sangre salía de esta y bajaba por su rostro pero para sorpresa de Freya prácticamente no pasó nada en el publico… todos miraban la pelea de su compañero y ese espadachín vendado, Freya sonrió y se arrodillo frente a él limpiando la sangre de este un poco arrancando un pedazo de la ropa del chico para hacer
-Lo siento pero mi ropa no tiene tanta tela como para cortarle… vamos a ver la otra pelea
El chico solo asintió pero aun mareado no se pudo levantar así que los 2 se limitaron a sentarse en la plataforma, desde ahí al estar un poco más alto podían ver perfectamente
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Ambos parecíamos cansados, jadeábamos bastante y frecuentemente, pero sabía que él estaba bastante más herido, mis golpes habían sido de un calibre mayor. Sonreí levemente, a la vez que me limpiaba un poco de sangre que caía de mi boca. No quería alargar demasiado aquello. Me troné los dedos levemente, y seguidamente decidí dirijir unas frías palabras a mi rival:
-Has combatido bien, pero eso no te servirá para ganarme, ahora, siente el sabor de la derrota...
Sin darle demasiado tiempo a reaccionar, y actuando con un movimiento rápido, puesto que había drenado Adrenalina a mi aparato circulatorio, comencé a correr en su dirección, pero simplemente sería un señuelo aquel movimiento. Cuando hube corrido unos pocos metros, frené en seco, y a las espaldas de mi oponente se creó un muñeco vudú más grande que él, un metro aproximadamente. Este, cogió a mi rival por la espalda, y lo mantuvo en el aire durante unos segundos, tiempo suficiente como para poder acabar con él.
Hice que la segregación de adrenalina cesase, para comenzar a drenar testosterona a mi organismo (Mejorando fuerza a x2). Seguidamente, creé a otros dos muñecos vudú de mi tamaño (casi dos metros de alto) junto a mí, los cuales rápidamente comenzaron a correr hacia mi oponente, actuando como segundo señuelo, puesto que era casi imposible saber que estaba drenando algo a mi organismo.
Seguidamente, comencé a correr, hacia mi oponente, a una velocidad normal para un ser humano, y cuando me encontré suficiente cerca, volví a frenar en seco. Hice que los dos muñecos vudú que había creado posteriormente desapareciesen, y comencé a mutar. Me iba transformando paulatinamente en un muñeco vudú de aproximadamente seis metros de altura. Con tal tamaño sería imposible que evitase mi ataque y además, estaba agarrado por mi muñeco.
Hice que el efecto de mi Kanpekina bodi: Kakudai: (mejorando fuerza a x6 en total) hiciese efecto en mis puños, para posteriormente imbuir mis puños en haki, Body Of Fire para prenderlos en fuego y para finalizar también en un aura electrica. Seguidamente, mirando hacia mi rival, es decir, hacia abajo, dije en voz baja:
-The Big... BEAR!
Seguido comencé a dar fortísimos puñetazos contra el suelo, agujereando las zonas donde impactaban mis puños con tal potencia (x8 a fuerza) que acabé con toda la zona del ring en la que combatíamos, dejando únicamente escombros de este. Seguidamente, volví a mi zona humana, para acercarme a ver el estado de mi rival, que efectivamente, había muerto... O al menos no respiraba...
Seguidamente, vencido por el cansancio y las heridas, caí de rodillas, no podría aguantar mucho más...
-Has combatido bien, pero eso no te servirá para ganarme, ahora, siente el sabor de la derrota...
Sin darle demasiado tiempo a reaccionar, y actuando con un movimiento rápido, puesto que había drenado Adrenalina a mi aparato circulatorio, comencé a correr en su dirección, pero simplemente sería un señuelo aquel movimiento. Cuando hube corrido unos pocos metros, frené en seco, y a las espaldas de mi oponente se creó un muñeco vudú más grande que él, un metro aproximadamente. Este, cogió a mi rival por la espalda, y lo mantuvo en el aire durante unos segundos, tiempo suficiente como para poder acabar con él.
Hice que la segregación de adrenalina cesase, para comenzar a drenar testosterona a mi organismo (Mejorando fuerza a x2). Seguidamente, creé a otros dos muñecos vudú de mi tamaño (casi dos metros de alto) junto a mí, los cuales rápidamente comenzaron a correr hacia mi oponente, actuando como segundo señuelo, puesto que era casi imposible saber que estaba drenando algo a mi organismo.
Seguidamente, comencé a correr, hacia mi oponente, a una velocidad normal para un ser humano, y cuando me encontré suficiente cerca, volví a frenar en seco. Hice que los dos muñecos vudú que había creado posteriormente desapareciesen, y comencé a mutar. Me iba transformando paulatinamente en un muñeco vudú de aproximadamente seis metros de altura. Con tal tamaño sería imposible que evitase mi ataque y además, estaba agarrado por mi muñeco.
Hice que el efecto de mi Kanpekina bodi: Kakudai: (mejorando fuerza a x6 en total) hiciese efecto en mis puños, para posteriormente imbuir mis puños en haki, Body Of Fire para prenderlos en fuego y para finalizar también en un aura electrica. Seguidamente, mirando hacia mi rival, es decir, hacia abajo, dije en voz baja:
-The Big... BEAR!
Seguido comencé a dar fortísimos puñetazos contra el suelo, agujereando las zonas donde impactaban mis puños con tal potencia (x8 a fuerza) que acabé con toda la zona del ring en la que combatíamos, dejando únicamente escombros de este. Seguidamente, volví a mi zona humana, para acercarme a ver el estado de mi rival, que efectivamente, había muerto... O al menos no respiraba...
Seguidamente, vencido por el cansancio y las heridas, caí de rodillas, no podría aguantar mucho más...
Freya
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Akuma no mi
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Freya y el chico miraban sorprendidos la pelea que estaba en ese momento, Freya más que nada ya que ella no tenía la menor idea de que su acompañante fuera tan fuerte, ninguno de los 2 desvió la mirada de la pelea ni siquiera cuando el suelo empezó a temblar, cuando empezaban a caer escombros, la gente salió huyendo pero ninguno de los 2 aparto la vista hasta que finalmente la pelea pareció terminar, su amigo cayo de rodillas jadeando y varios estudiantes mas del lugar aparecieron mirando enfadados lo que había pasado, debajo de Drako estaba el espadachín con los ojos en blanco, pero el ya no parecía ser capaz de levantarse
-COMO SE ATREVE A DAÑAR AL MAESTRO!!!
-VAMOS A HACERLE PAGAR!!!
Un segundo después todos retrocedieron asustados, el chico y Freya estaban frente a ambos hombres derribados con la espada desenvainada en la mano
-Ustedes que creen que hacen? –Chico-
-Que… ese hombre…
-Derroto al maestro de forma justa y con honor, no vamos a deshonrar nuestra escuela atacando a un oponente cansado y herido… ENTENDIDO!!!!
Los estudiantes se pusieron firmes, aunque muchos eran mayores al muchacho que Freya había enfrentado, todos parecían respetarlo y lo obedecieron
-Vayan por una camilla y un doctor AHORA!!
-SI SEÑOR!!
Los demás estudiantes del dojo salieron corriendo rápidamente por un médico, Freya le sonrió al chico y se acercó a su amigo, arrodillándose a su lado, se veían muy muy cansado y herido, le sonrió un poco
-Oye vamos… levántate vamos a que te atiendan a un hospital…
Hablo con una pequeña sonrisa pero algo preocupada por las heridas del chico, había visto a muchos gladiadores que quedaban mal heridos en sus batallas y sabía que estaba mal aunque esas heridas por si solas no lo matarían, si podrían complicarse
-Puedes levantarte?
-COMO SE ATREVE A DAÑAR AL MAESTRO!!!
-VAMOS A HACERLE PAGAR!!!
Un segundo después todos retrocedieron asustados, el chico y Freya estaban frente a ambos hombres derribados con la espada desenvainada en la mano
-Ustedes que creen que hacen? –Chico-
-Que… ese hombre…
-Derroto al maestro de forma justa y con honor, no vamos a deshonrar nuestra escuela atacando a un oponente cansado y herido… ENTENDIDO!!!!
Los estudiantes se pusieron firmes, aunque muchos eran mayores al muchacho que Freya había enfrentado, todos parecían respetarlo y lo obedecieron
-Vayan por una camilla y un doctor AHORA!!
-SI SEÑOR!!
Los demás estudiantes del dojo salieron corriendo rápidamente por un médico, Freya le sonrió al chico y se acercó a su amigo, arrodillándose a su lado, se veían muy muy cansado y herido, le sonrió un poco
-Oye vamos… levántate vamos a que te atiendan a un hospital…
Hablo con una pequeña sonrisa pero algo preocupada por las heridas del chico, había visto a muchos gladiadores que quedaban mal heridos en sus batallas y sabía que estaba mal aunque esas heridas por si solas no lo matarían, si podrían complicarse
-Puedes levantarte?
Drako Hyrule
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Akuma no mi
Varios
Estaba totalmente exhausto, notaba como el simple peso de mis párpados era demasiado como para mantener los ojos abiertos. Notaba como perdía sangre, y poco a poco me sentía más débil. Dejé caer el cuerpo hacía delante, quedando acostado en el suelo, mis rodillas habían cesado y no podían aguantar más.
Pude ver con los ojos entrecerrados como mi compañera se acercó hacia mi posición, estaba preocupada por mi estado, aunque no pude escuchar con claridad las palabras que me dirijió. La vista se me fue nublando paulatinamente, y los oídos emitían pitidos muy molestos, lo que dificultaba aún más el poder escuchar a algo o alguien.
Utilizando el poco aliento y las pocas fuerzas que me quedaban, decidí darle las gracias a aquella dama por todo.
-Gra... Gracias por todo...- Dije con un pequeño impulso.- Por cierto...- Dije a la vez que intentaba respirar.- Soy... Drako...- Concluí con un último esfuerzo antes de caer desmayado al suelo, sin fuerzas...
Pude ver con los ojos entrecerrados como mi compañera se acercó hacia mi posición, estaba preocupada por mi estado, aunque no pude escuchar con claridad las palabras que me dirijió. La vista se me fue nublando paulatinamente, y los oídos emitían pitidos muy molestos, lo que dificultaba aún más el poder escuchar a algo o alguien.
Utilizando el poco aliento y las pocas fuerzas que me quedaban, decidí darle las gracias a aquella dama por todo.
-Gra... Gracias por todo...- Dije con un pequeño impulso.- Por cierto...- Dije a la vez que intentaba respirar.- Soy... Drako...- Concluí con un último esfuerzo antes de caer desmayado al suelo, sin fuerzas...
- OFF:
- Un placer haber roleado contigo Freya, espero que te haya gustado este pequeño rol, el cual por mí podemos darlo por finalizado. ^^
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