Keth - Selim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El peliazul dio un suspiro de satisfacción mientras se tiraba en la arena. Había sido complicado llegar hasta la playa; había tenido que esquivar un montón de rocas y ahora estaba cansado. Pero se avecinaba tormenta y prefería estar en tierra firme y resguardado cuando llegara. Una bolita blanca saltó del diminuto velero y corrió por la arena hasta posarse en el pecho del chico. Distraido, Keth - Selim le rascó las orejas a la liebre y se incorporó mirando a su alrededor. Había un bosque a lo lejos, así que se levantó y cogiendo su mochila empezó a caminar hacia allí.
Llevaba varias semanas en el barco. Había pasado bastante tiempo sin ver a nadie más aparte de Arturo. Eli había aparecido de la nada, y aunque estaba contento de volver a tener su liebre, le preocupaba que el sombrerero no se hubiera mostrado. Pero ahora, tras tanto pensar, estaba listo para retomar su búsqueda. Aunque dudo sinceramente que él esté en esta isla con nombre de cabra.- Pensó resignado. De todas maneras, podía pasar un par de días aquí antes de seguir camino. Cazar un poco y coger provisiones para el viaje.
Se adentró en el bosque buscando una cueva o algún rincón que le sirviera de refugio. Un río tampoco estaría mal, pero como realmente no necesitaba beber eso era algo secundario. Eli se le había adelantado, e iba saltando de aquí para allá curioseando todo. Keth sonrió conmovido. El pequeño animalito era tan tierno que siempre le hacía sonreír.
Llevaba varias semanas en el barco. Había pasado bastante tiempo sin ver a nadie más aparte de Arturo. Eli había aparecido de la nada, y aunque estaba contento de volver a tener su liebre, le preocupaba que el sombrerero no se hubiera mostrado. Pero ahora, tras tanto pensar, estaba listo para retomar su búsqueda. Aunque dudo sinceramente que él esté en esta isla con nombre de cabra.- Pensó resignado. De todas maneras, podía pasar un par de días aquí antes de seguir camino. Cazar un poco y coger provisiones para el viaje.
Se adentró en el bosque buscando una cueva o algún rincón que le sirviera de refugio. Un río tampoco estaría mal, pero como realmente no necesitaba beber eso era algo secundario. Eli se le había adelantado, e iba saltando de aquí para allá curioseando todo. Keth sonrió conmovido. El pequeño animalito era tan tierno que siempre le hacía sonreír.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Gera estaba caminando por el bosque en busca de nuevas plantas, puesto que era época de la Citronella, decidió recolectar un poco para poder preparar sus nuevos remedios para quemaduras. Llevaba una pequeña cesta con diferentes pañuelos que separarían las plantas que pudiese recolectar, no quería que se mezclasen puesto que cada una de ellas le serviría para un problema diferente.
Caminaba con una leve sonrisa en su cara, sabía que sería un gran día ¿Para qué voy a estar triste hoy si hace un día maravilloso para pasear? se preguntaba. Con su buen humor, recorría diversas partes del bosquecito que estaba cerca de su casa, puesto que para ella, era el mejor lugar para pasar la tarde. Si mirabas a lo lejos del bosque podías ver el mar, hacia el otro lado del bosque estaba su casa, y más allá podías divisar el pueblo. Evitaba por todos los medios tener que adentrarse en el pueblo y por ello, siempre procuraba recolectar todo lo necesario del bosque, así, se evitaría encontrarse con mucha gente.
A medida que Gera avanzaba cantaba una canción, le encantaba tararearla mientras buscaba sus hierbas, puesto que le recordaba a su madre. De repente se paró y miró a su derecha, allí al lado de un pequeño arbusto había una pequeña planta. ¡Qué planta más extraña! exclamó, ¡parece una citronella con una especie de hoja de caléndula! Gera estaba completamente atónita, nunca había visto una planta como esa. Recogeré un poco y así podré investigar con más tranquilidad en casa lo que es. Guardó un poco de la planta en medio del pañuelo dorado, y la colocó en la cesta. Continuó su camino adentrándose en el bosque mientras de su boca vislumbraban unas notas musicales poco definidas.
Caminaba con una leve sonrisa en su cara, sabía que sería un gran día ¿Para qué voy a estar triste hoy si hace un día maravilloso para pasear? se preguntaba. Con su buen humor, recorría diversas partes del bosquecito que estaba cerca de su casa, puesto que para ella, era el mejor lugar para pasar la tarde. Si mirabas a lo lejos del bosque podías ver el mar, hacia el otro lado del bosque estaba su casa, y más allá podías divisar el pueblo. Evitaba por todos los medios tener que adentrarse en el pueblo y por ello, siempre procuraba recolectar todo lo necesario del bosque, así, se evitaría encontrarse con mucha gente.
A medida que Gera avanzaba cantaba una canción, le encantaba tararearla mientras buscaba sus hierbas, puesto que le recordaba a su madre. De repente se paró y miró a su derecha, allí al lado de un pequeño arbusto había una pequeña planta. ¡Qué planta más extraña! exclamó, ¡parece una citronella con una especie de hoja de caléndula! Gera estaba completamente atónita, nunca había visto una planta como esa. Recogeré un poco y así podré investigar con más tranquilidad en casa lo que es. Guardó un poco de la planta en medio del pañuelo dorado, y la colocó en la cesta. Continuó su camino adentrándose en el bosque mientras de su boca vislumbraban unas notas musicales poco definidas.
Keth - Selim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Apartó unas hojas para pasar y vio a una joven a lo lejos. Tenía el pelo violeta y llevaba un largo vestido blanco sujeto con un cinturón. Se agarraba de una especie de báculo y parecía estar recogiendo plantas. Keth frunció el ceño. No parecía estar de paso... ¿Pero la isla no estaba deshabitada? Debería ir a preguntarle... Esperaba no molestarle. A lo mejor lo más sabio era seguir su camino, pero...
Mientras el peliazul divagaba, la liebre decidió por él. Saltó hacia delante, en dirección a la extraña mujer. Sobresaltado por un momento, Keth salió de entre los árboles persiguiéndola. Cuando por fin logró atraparla y sujetarla entre sus brazos, se incorporó y se encontró con que estaba apenas a un par de pasos de la mujer. Suspirando para si mismo, dejó a la liebre de vuelta en el suelo. Ya no tenía caso sujetarla. Saludó timidamente y trató de disimular su extraña aparición:
-¡Buenos días! Mi nombre es Keth-Selim, encantado. Por casualidad no sabrás donde hay un sitio para cobijarme esta noche...¿No? Se acerca una tormenta.-Añadió a modo de explicación.
Esa mujer era el primer ser humano que veía en semanas. No es que lamentara el salto de Eli, pero no estaba muy seguro de como comportarse todavía. Esperaba no parecerle extraño. Aunque eso tampoco sería una novedad, claro.
Mientras el peliazul divagaba, la liebre decidió por él. Saltó hacia delante, en dirección a la extraña mujer. Sobresaltado por un momento, Keth salió de entre los árboles persiguiéndola. Cuando por fin logró atraparla y sujetarla entre sus brazos, se incorporó y se encontró con que estaba apenas a un par de pasos de la mujer. Suspirando para si mismo, dejó a la liebre de vuelta en el suelo. Ya no tenía caso sujetarla. Saludó timidamente y trató de disimular su extraña aparición:
-¡Buenos días! Mi nombre es Keth-Selim, encantado. Por casualidad no sabrás donde hay un sitio para cobijarme esta noche...¿No? Se acerca una tormenta.-Añadió a modo de explicación.
Esa mujer era el primer ser humano que veía en semanas. No es que lamentara el salto de Eli, pero no estaba muy seguro de como comportarse todavía. Esperaba no parecerle extraño. Aunque eso tampoco sería una novedad, claro.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Gera se sobresaltó por un instante, un animalillo se le acercó de repente de la nada, levantó la mirada y vio a un joven con cara de sorpresa. Éste se le presentó, sentía que estaba perdido.
Buenos Días, me llamo Gera, encantada de conocerle. al fondo del bosque detrás de mi casa hay un pueblo. Lo cierto es que no es un pueblo demasiado grande, pero dispone de todas las comodidades. Yo vivo aquí mismo, si le parece puede venir conmigo, la tormenta no tardará en comenzar y no creo que le de tiempo a llegar al pueblo y buscar un lugar donde refugiarse. Las tormentas aquí suelen durar mucho tiempo. Yo dispongo de una buena casa y se puede quedar el tiempo que precise, si lo desea.
Gera se sintió necesitada de ayudar al pobre muchacho, parecía estar cansado y hambriento. No sabía como iba a responder el muchacho, pero ella creía que era lo correcto, al fin y al cabo, su labor era ayudar a aquellos que lo precisaban. Acabó de recoger las plantas que estaba inspeccionando cuando el muchacho la sobresaltó y se dirigió hacia su casa. Había empezado a llover y debía darse prisa sino quería coger un constipado que la tumbaría durante días en la cama. Miró hacia atrás y quiso saber si el muchacho la acompañaría, al fin y al cabo, era lo más cercano que podría encontrar en estos momentos, ya que la lluvia se hacía más intensa al paso que daban cada uno de ellos.
Buenos Días, me llamo Gera, encantada de conocerle. al fondo del bosque detrás de mi casa hay un pueblo. Lo cierto es que no es un pueblo demasiado grande, pero dispone de todas las comodidades. Yo vivo aquí mismo, si le parece puede venir conmigo, la tormenta no tardará en comenzar y no creo que le de tiempo a llegar al pueblo y buscar un lugar donde refugiarse. Las tormentas aquí suelen durar mucho tiempo. Yo dispongo de una buena casa y se puede quedar el tiempo que precise, si lo desea.
Gera se sintió necesitada de ayudar al pobre muchacho, parecía estar cansado y hambriento. No sabía como iba a responder el muchacho, pero ella creía que era lo correcto, al fin y al cabo, su labor era ayudar a aquellos que lo precisaban. Acabó de recoger las plantas que estaba inspeccionando cuando el muchacho la sobresaltó y se dirigió hacia su casa. Había empezado a llover y debía darse prisa sino quería coger un constipado que la tumbaría durante días en la cama. Miró hacia atrás y quiso saber si el muchacho la acompañaría, al fin y al cabo, era lo más cercano que podría encontrar en estos momentos, ya que la lluvia se hacía más intensa al paso que daban cada uno de ellos.
Keth - Selim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Keth se quedó paralizado un momento al oír la voz de la joven. ¿No le extrañaba verle salir de ninguna parte? Hm. Parecía acostumbrada, qué curioso. Había sido muy amable explicándole lo del pueblo y... ¿Ofreciéndole un hueco en su casa? Eso era... demasiado íntimo. O quizás solo se lo parecía. Después de tanto tiempo... no tenía muy claro cuales eran los límites.
Se revolvió el pelo, algo confuso, cuando algo le cayó en la cabeza. Oh, genial, y ahora comenzaba a llover. Tenía que decidir rápido, y antes que meterse en un pueblo de desconocidos prefería acompañar a la mujer. No era como si no pudiera defenderse, al fin y al cabo. Se agachó a recoger a Eli y con ella en brazos se acercó a la joven.
-Muchas gracias por el ofrecimiento, señorita. -Decidió dejar de tutearla al oír que ella no hacía lo propio. No quería arriesgarse a ofenderle. ¿Quién sería? Pero la lluvia se hacía más y más fuerte y no había tiempo para dudar. Keth se quitó la chaqueta y acercándose se la pasó por los hombros a la joven. Iba a empaparse si no, y al peliazul nunca le había molestado la lluvia. Sin embargo, se apartó un paso tras hacerlo para mantener una respetuosa distancia.
-La seguiré pues hasta su casa. Mañana partiré de nuevo, no se preocupe. No abusaré de su hospitalidad.
Se revolvió el pelo, algo confuso, cuando algo le cayó en la cabeza. Oh, genial, y ahora comenzaba a llover. Tenía que decidir rápido, y antes que meterse en un pueblo de desconocidos prefería acompañar a la mujer. No era como si no pudiera defenderse, al fin y al cabo. Se agachó a recoger a Eli y con ella en brazos se acercó a la joven.
-Muchas gracias por el ofrecimiento, señorita. -Decidió dejar de tutearla al oír que ella no hacía lo propio. No quería arriesgarse a ofenderle. ¿Quién sería? Pero la lluvia se hacía más y más fuerte y no había tiempo para dudar. Keth se quitó la chaqueta y acercándose se la pasó por los hombros a la joven. Iba a empaparse si no, y al peliazul nunca le había molestado la lluvia. Sin embargo, se apartó un paso tras hacerlo para mantener una respetuosa distancia.
-La seguiré pues hasta su casa. Mañana partiré de nuevo, no se preocupe. No abusaré de su hospitalidad.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El joven le puso una chaqueta en los hombros a Gera, esto la sobresaltó, no estaba acostumbrada a que nadie la acoja de esta manera. Al ser una persona muy tímida y solitaria, no permitía que la gente que no fuese ninguno de sus pacientes se comportase de esta forma con ella. Miró al joven y le sonrió, asintió con la cabeza en señal de gratitud y de manera apresurada se dirigieron hacia su casa.
No se preocupe joven, puede permanecer en mi casa el tiempo que le sea preciso. No molesta, y yo la verdad es que estoy muy sola en esta gran casa. De vez en cuando, viene bien un poco de compañía.
Gera entró en la casa y le pidió al muchacho que se quitase los zapatos, ella le permitiría usar una especie de pantuflas para que no se le ensuciase el suelo, no era una casa muy rica, pero tenía sus propias manías. Una vez dentro, le dejó al joven un poco de agua, y puso el caldero de la sopa a calentar mientras le preguntaba si necesitaba ropa para cambiarse. Al fin y al cabo estaba lloviendo, no sería muy cómodo permanecer con la ropa mojada.
Ella mientras se calentaba el agua de la sopa, se dirigió a su habitación y se cambió de atuendos, se sacó la chaqueta que le había prestado el muchacho, se quitó el vestido y se puso otro que guardaba encima del arcón para el día siguiente. No contaba con mojarse ese día lo cual fue una sorpresa para ella. Pero... ¿Qué no habrá sido una sorpresa para ella en todo el día? Mientras se cambiaba tuvo la sensación de que alguien la observaba. Supuso que serían imaginaciones suyas, ¿quién la iba a observar si estaba prácticamente sola?
Cuando acabó de vestirse se dirigió al cuarto en el que el muchacho se encontraba y le devolvió su chaqueta. Se lo agradeció y le dijo que la sopa estaría caliente en poco tiempo.
¿Tiene hambre? Parece que está muy cansado. Le traeré un plato de sopa ¿a su conejo le gustan las zanahorias? tengo aquí unas pocas que recolecté esta misma mañana. Cuénteme, ¿qué le ha pasado? Parece que ha vivido grandes aventuras... ¿no es así? Gera se mostraba interesada en lo que le podía haber pasado al muchacho. Esperaba con ansias a que él le contase sus vivencias más repentinas.
No se preocupe joven, puede permanecer en mi casa el tiempo que le sea preciso. No molesta, y yo la verdad es que estoy muy sola en esta gran casa. De vez en cuando, viene bien un poco de compañía.
Gera entró en la casa y le pidió al muchacho que se quitase los zapatos, ella le permitiría usar una especie de pantuflas para que no se le ensuciase el suelo, no era una casa muy rica, pero tenía sus propias manías. Una vez dentro, le dejó al joven un poco de agua, y puso el caldero de la sopa a calentar mientras le preguntaba si necesitaba ropa para cambiarse. Al fin y al cabo estaba lloviendo, no sería muy cómodo permanecer con la ropa mojada.
Ella mientras se calentaba el agua de la sopa, se dirigió a su habitación y se cambió de atuendos, se sacó la chaqueta que le había prestado el muchacho, se quitó el vestido y se puso otro que guardaba encima del arcón para el día siguiente. No contaba con mojarse ese día lo cual fue una sorpresa para ella. Pero... ¿Qué no habrá sido una sorpresa para ella en todo el día? Mientras se cambiaba tuvo la sensación de que alguien la observaba. Supuso que serían imaginaciones suyas, ¿quién la iba a observar si estaba prácticamente sola?
Cuando acabó de vestirse se dirigió al cuarto en el que el muchacho se encontraba y le devolvió su chaqueta. Se lo agradeció y le dijo que la sopa estaría caliente en poco tiempo.
¿Tiene hambre? Parece que está muy cansado. Le traeré un plato de sopa ¿a su conejo le gustan las zanahorias? tengo aquí unas pocas que recolecté esta misma mañana. Cuénteme, ¿qué le ha pasado? Parece que ha vivido grandes aventuras... ¿no es así? Gera se mostraba interesada en lo que le podía haber pasado al muchacho. Esperaba con ansias a que él le contase sus vivencias más repentinas.
Keth - Selim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Llegaron a la casa de ella justo a tiempo, cuando comenzaba lo peor de la tormenta. Keth se quedó en la entrada al principio, algo inseguro y mirando a su alrededor. Era un sitio acogedor y sencillo, que reflejaba la personalidad amable de la joven. Atendiendo a sus indicaciones, dejó sus zapatos mojados a un lado y se colocó las extrañas pantuflas. Eran curiosamente cómodas.
Avanzó hasta uno de los cuartos y entonces oyó la pregunta de ella acerca de si necesitaba ropa para cambiarse. ¿Cómo es que tenía ropa de hombre? ¿Acaso vivía con alguien? Pero era irrelevante, siempre llevaba una muda en la mochila. Se lo hizo saber y aprovechó su repentina ausencia para ponerse la ropa seca. Su pelo tardaría más en secarse, sin embargo.
Fue a buscarla por la casa, cuando la vio cambiándose a lo lejos. Tras un par de segundos, desvió la mirada y volvió al cuarto en el que estaba. Por suerte no parecía haberse dado cuenta. Un calor en su muñeca le hizo suspirar. Alzó el brazo en el que llevaba el brazalete con el rubí y le puso mala cara. ¡Compórtate! Es una joven amable, y no es ella a quien estoy buscando. Así que nada de guarrerías, ¿Estamos?-Pensó. Maldita joya pervertida.
Y entonces, ella apareció para devolverle la chaqueta. Le dio las gracias y sus ojos se abrieron con sorpresa al oír que habría sopa. Llevaba bastante sin comer, y sus tripas esocgieron ese momento para rugir y demostrarlo.
-Gracias por la sopa, de verdad. Oh, y sí. A Elí le encantan las zanahorias. Es una liebre, no un conejo. Le molesta que la gente lo confunda.-Añadió con una pequeña, diminuta sonrisa enternecida. El presumido animal se arrimó a él en ese momento, acariciándole la pierna con las patitas.
Keth se quedó pensando unos segundos antes de responder a lo otro. Había demasiadas respuestas posibles y por un momento se quedó bloqueado. Pero al final se aclaró y contestó:
-Podría decirse que si. Aunque últimamente lo último que he hecho ha sido navegar... lo cierto es que estoy buscando a alguien. Todavía no se su nombre ni donde está, pero sé que le encontraré.-Sus ojos brillaron mientras hablaba de su protegido. -Vengo de otra isla, al norte de aquí. No conozco su nombre, disculpa. La geografía no es lo mismo. Hasta que le encontré pensaba que esta estaba deshabitada, supongo que eso lo dice todo.
Avanzó hasta uno de los cuartos y entonces oyó la pregunta de ella acerca de si necesitaba ropa para cambiarse. ¿Cómo es que tenía ropa de hombre? ¿Acaso vivía con alguien? Pero era irrelevante, siempre llevaba una muda en la mochila. Se lo hizo saber y aprovechó su repentina ausencia para ponerse la ropa seca. Su pelo tardaría más en secarse, sin embargo.
Fue a buscarla por la casa, cuando la vio cambiándose a lo lejos. Tras un par de segundos, desvió la mirada y volvió al cuarto en el que estaba. Por suerte no parecía haberse dado cuenta. Un calor en su muñeca le hizo suspirar. Alzó el brazo en el que llevaba el brazalete con el rubí y le puso mala cara. ¡Compórtate! Es una joven amable, y no es ella a quien estoy buscando. Así que nada de guarrerías, ¿Estamos?-Pensó. Maldita joya pervertida.
Y entonces, ella apareció para devolverle la chaqueta. Le dio las gracias y sus ojos se abrieron con sorpresa al oír que habría sopa. Llevaba bastante sin comer, y sus tripas esocgieron ese momento para rugir y demostrarlo.
-Gracias por la sopa, de verdad. Oh, y sí. A Elí le encantan las zanahorias. Es una liebre, no un conejo. Le molesta que la gente lo confunda.-Añadió con una pequeña, diminuta sonrisa enternecida. El presumido animal se arrimó a él en ese momento, acariciándole la pierna con las patitas.
Keth se quedó pensando unos segundos antes de responder a lo otro. Había demasiadas respuestas posibles y por un momento se quedó bloqueado. Pero al final se aclaró y contestó:
-Podría decirse que si. Aunque últimamente lo último que he hecho ha sido navegar... lo cierto es que estoy buscando a alguien. Todavía no se su nombre ni donde está, pero sé que le encontraré.-Sus ojos brillaron mientras hablaba de su protegido. -Vengo de otra isla, al norte de aquí. No conozco su nombre, disculpa. La geografía no es lo mismo. Hasta que le encontré pensaba que esta estaba deshabitada, supongo que eso lo dice todo.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
El muchacho parecía estar completamente hambriento, la sopa parecía agradarle del todo, lo que conmocionó a la chica. Le gustaba ser servicial con las personas que lo necesitaban y lo cierto era que estaba muy cómoda con la situación. Veo que traías ropa, en el caso de que no fuese así, suelo tener diferentes prendas para mis pacientes. Muchas veces vienen completamente destrozados de ropa y yo suelo dársela.
¿Es una liebre? disculpe la equivocación, lo cierto es que por aquí no se ven muchas, y ya tenía un poco olvidada la imagen de una, dijo Gera con un tono de disculpa. Me alegra de que le gusten las zanahorias, lo cierto es que son muy tiernas en esta época.
Hizo un impulso por tocar a la liebre pero a ésta no parecía gustarle, igual no le gustaban que los extraños la tocasen. Mientras saboreaban el plato de sopa, Keth le contaba que había estado navegando bastante tiempo, lo que sorprendió a la chica. Se preguntaba si lo había hecho él solo ya que si fuese así, el joven tendría un gran valor añadido a su persona. Mientras escuchaba a su invitado hablar, se escuchó un gran estruendo proveniente de la puerta. Gera se sobresaltó, no esperaba visitas aquel día y con la misma se levantó y se acercó a la puerta de madera. La tenía bien cerrada, nunca se sabía qué podría pasar, por ello, aprendió que lo mejor era cuidarse de posibles problemas.
¿Quién es? preguntó la joven sin abrir la puerta.
Abre la puerta, o !la echaremos abajo!
La joven se quedó petrificada y cogió su cayado y en un acto de abrir la puerta se dio cuenta de que la venían a acusar de algo. Con todo esto, ella la abrió y vio a un hombre bastante corpulento, con aires de grandeza. Ojos oscuros como el tizón y cara de pocos amigos. Detrás de él se encontraban otra serie de personas que no la intimidaban tanto como el que se había plantado delante de ella.
¿Qué desea? continuó preguntando mientras arqueaba una ceja.
¿Es una liebre? disculpe la equivocación, lo cierto es que por aquí no se ven muchas, y ya tenía un poco olvidada la imagen de una, dijo Gera con un tono de disculpa. Me alegra de que le gusten las zanahorias, lo cierto es que son muy tiernas en esta época.
Hizo un impulso por tocar a la liebre pero a ésta no parecía gustarle, igual no le gustaban que los extraños la tocasen. Mientras saboreaban el plato de sopa, Keth le contaba que había estado navegando bastante tiempo, lo que sorprendió a la chica. Se preguntaba si lo había hecho él solo ya que si fuese así, el joven tendría un gran valor añadido a su persona. Mientras escuchaba a su invitado hablar, se escuchó un gran estruendo proveniente de la puerta. Gera se sobresaltó, no esperaba visitas aquel día y con la misma se levantó y se acercó a la puerta de madera. La tenía bien cerrada, nunca se sabía qué podría pasar, por ello, aprendió que lo mejor era cuidarse de posibles problemas.
¿Quién es? preguntó la joven sin abrir la puerta.
Abre la puerta, o !la echaremos abajo!
La joven se quedó petrificada y cogió su cayado y en un acto de abrir la puerta se dio cuenta de que la venían a acusar de algo. Con todo esto, ella la abrió y vio a un hombre bastante corpulento, con aires de grandeza. Ojos oscuros como el tizón y cara de pocos amigos. Detrás de él se encontraban otra serie de personas que no la intimidaban tanto como el que se había plantado delante de ella.
¿Qué desea? continuó preguntando mientras arqueaba una ceja.
Keth - Selim
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
¿Pacientes? Keth se relajó en el instante en el que escuchó eso. Incluso se sentó en el suelo para degustar más cómodo la sopa. Eso explicaba que fuera tan amable y que le ofreciera ropas y demás. ¿Las plantas que recogía eran con fines medicinales? Tenía que acordarse de preguntarle, al fin y al cabo eran compañeros de profesión. Sin embargo él no conocía ningún remedio hecho a partir de hojas o flores y sería interesante aprender un poco.
Sonriendo para sí, mucho más cómodo, atrajo a Eli hacia sí y le dio en la nariz como reprendiéndola suavemente. La pequeña liebre aún estaba a medio de terminarse una zanahoria. Keth la acarició con cariño.
-No seas maleducada. Nos ha dado comida y refugio, no va a hacerte nada.
En ese momento, se oyó un estruendo proviniendo de la puerta. El peliazul se puso en pie de un salto y se llevó la mano al cinto, donde guardaba la katana. Completamente serio, siguió algo rezagado a la joven mientras la voz del intruso resonaba en sus oídos. Desde el corredor vio como ella les abría la puerta y se acercó hasta colocarse entre ella y el enorme hombre. Con la mano en el puño de la espada en una silenciosa amenaza, le dijo amablemente:
-¿Sir, acaso hay algún problema? Creo que se han equivocado de lugar. Si insisten en molestar a la dama, no me haré cargo de las consecuencias.
Y no lo haría. En total eran unos 7, pero saltaba a la vista que el único peligroso era ese mastodonte. Con su katana haría una finta y le dejaría en el suelo en cuestión de dos segundos si trataba de pasar. Si había algo que no toleraba era la gente presuntuosa y descarada.
Sonriendo para sí, mucho más cómodo, atrajo a Eli hacia sí y le dio en la nariz como reprendiéndola suavemente. La pequeña liebre aún estaba a medio de terminarse una zanahoria. Keth la acarició con cariño.
-No seas maleducada. Nos ha dado comida y refugio, no va a hacerte nada.
En ese momento, se oyó un estruendo proviniendo de la puerta. El peliazul se puso en pie de un salto y se llevó la mano al cinto, donde guardaba la katana. Completamente serio, siguió algo rezagado a la joven mientras la voz del intruso resonaba en sus oídos. Desde el corredor vio como ella les abría la puerta y se acercó hasta colocarse entre ella y el enorme hombre. Con la mano en el puño de la espada en una silenciosa amenaza, le dijo amablemente:
-¿Sir, acaso hay algún problema? Creo que se han equivocado de lugar. Si insisten en molestar a la dama, no me haré cargo de las consecuencias.
Y no lo haría. En total eran unos 7, pero saltaba a la vista que el único peligroso era ese mastodonte. Con su katana haría una finta y le dejaría en el suelo en cuestión de dos segundos si trataba de pasar. Si había algo que no toleraba era la gente presuntuosa y descarada.
Gera
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
el matón no podía parar de mirar de manera impetuosa. Tras preguntarle si deseaba algo, vio como el jovencito se acercaba y se interponía entre ella y el descarado hombre. Keth le pidió amablemente que se fuese o en su contra sufriría las consecuencias. Gera no sabía realmente como lo haría, pero vio que el chico estaba muy convencido de sus palabras.
-No queremos brujas aquí, gritó el hombre moreno.
-Creo que estás acusándome sin pruebas, sabes de sobra que no las tienes. Lárgate de aquí antes de que tome medidas, estoy cansada de que vengas cada dos por tres a perturbar mi tranquilidad.
Con la misma, el hombre se quedó petrificado. No era la primera vez que iba, lo verdad es que cada cierto tiempo se acercaba desde el pueblo hasta su casa y la ponía a prueba. Le gustaba hacer que Gera se sintiese controlada y así, de esta forma, no haría uso de su supuesta magia. Que por otro lado era fruto de la imaginación del hombre y de todos sus secuaces.
Después del infortunio, miró a Keth con una sonrisa que denotaba aburrimiento sobre la situación vivida, le agradeció su intento por ayudarla, pero estaba curada de espantos, esos hombres la agraviaban cada dos por tres. Cerró la puerta y le dijo a su invitado que estuviese tranquilo. Son solo pruebas de poderío hacia mí, me acusan siempre de lo mismo, pero...¿ sabes que? Nunca consiguen esas pruebas de las que tanto hablan. Son unos malhechores que viven en el pueblo. No sienten un gran aprecio por mi trabajo y por ello, siempre intentan que lo deje. Lo cierto es que ya he tenido problemas con ellos en más de una ocasión, al final tendré que hacer algo al respecto. Pero de momento, seguiré con mi vida apaciguada. Gracias por tu defensa, veo que eres un muchacho muy valiente y bueno, apenas me conoces y saliste en mi defensa. Vayamos a terminar de comer y luego me cuentas a qué te dedicas, si te parece bien. Le dijo Gera mientras sonreía de manera agradecida.
-No queremos brujas aquí, gritó el hombre moreno.
-Creo que estás acusándome sin pruebas, sabes de sobra que no las tienes. Lárgate de aquí antes de que tome medidas, estoy cansada de que vengas cada dos por tres a perturbar mi tranquilidad.
Con la misma, el hombre se quedó petrificado. No era la primera vez que iba, lo verdad es que cada cierto tiempo se acercaba desde el pueblo hasta su casa y la ponía a prueba. Le gustaba hacer que Gera se sintiese controlada y así, de esta forma, no haría uso de su supuesta magia. Que por otro lado era fruto de la imaginación del hombre y de todos sus secuaces.
Después del infortunio, miró a Keth con una sonrisa que denotaba aburrimiento sobre la situación vivida, le agradeció su intento por ayudarla, pero estaba curada de espantos, esos hombres la agraviaban cada dos por tres. Cerró la puerta y le dijo a su invitado que estuviese tranquilo. Son solo pruebas de poderío hacia mí, me acusan siempre de lo mismo, pero...¿ sabes que? Nunca consiguen esas pruebas de las que tanto hablan. Son unos malhechores que viven en el pueblo. No sienten un gran aprecio por mi trabajo y por ello, siempre intentan que lo deje. Lo cierto es que ya he tenido problemas con ellos en más de una ocasión, al final tendré que hacer algo al respecto. Pero de momento, seguiré con mi vida apaciguada. Gracias por tu defensa, veo que eres un muchacho muy valiente y bueno, apenas me conoces y saliste en mi defensa. Vayamos a terminar de comer y luego me cuentas a qué te dedicas, si te parece bien. Le dijo Gera mientras sonreía de manera agradecida.
Contenido patrocinado
Fama
Recompensa
Características
fuerza
Fortaleza
Velocidad
Agilidad
Destreza
Precisión
Intelecto
Agudeza
Instinto
Energía
Saberes
Akuma no mi
Varios
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.