Cuidado...[Priv-Pasado] [Nolan-Frog]

Jaya, una isla con muy concurrida por piratas o delincuentes, dado a no tener marines en la isla. Podría considerarse, que está sumida en un caos dado a los numerosos delitos cometidos por sus visitantes. A este lugar llegó Frog, quien luego de desmbarcar de algún barco, empezó a saltar hacia la ciudad. Aunque, un extraño bosque impedía que pudiera llegar a su destino. Los habitantes de la isla advertían a la rana, para que tomara otro camino, ese bosque era peligroso, e ir sólo aún más. Pero a Frog no le importaba eso, él quería demostrar su poder al mundo, y que el ser un animal parlante no le impedía ser fuerte, así que decidido, tomó su escudo y espada, y empezó a dar pequeños saltos hacia el bosque. Y un extraño hombre interrumpió su paso, llevaba un sombrero de copa y un traje negro, se sacó el sombrero y le extendió la mano al anfibio.

- Eres un tipo valiente, en ese bosque habitan animales salvajes, y tú... Eres una pequeña rana. Eres especial, y dado a eso tengo algo que pedirte. Hace varios días, que perdí un collar muy valioso... Tengo el presentimiento de que está en ese lugar, si lográs encontrarlo, te premiare. Sólo dámelo en la ciudad.- Dijo el tipo, mientras estrechaba la mano de aquella rana.

Luego, se puso aquel sombrero, y se retiró por un camino opcional, que también llevaba hacia la ciudad. Frog, dispuesto a ayudar a aquel hombre se adentro en aquel bosque, fijándose por todas partes aquel collar. Todo parecía ser muy tranquilo, el bosque era muy oscuro, a pesar de aún ser de día. Daba pequeños saltos, avanzando a través del bosque, y poco a poco un miedo comenzaba a brotar de él. A lo lejos, un rujido se escuchaba. Frog, advertido se detuvo en medio de varios arboles, y sacó su espada y escudo, para defenderse en cualquier caso, ya que, todo apuntaba a que no estaba sólo.

Pasaron algunos segundos, mientras escuchaba los movimientos de algo. Dio pequeños pasos, acercándose hacia el ruido. Y de la nada un tigre salió de entre los arbustos, lanzándose hacia la rana. Esta al instante cayó hacia el suelo, y por poco fue mordido por el animal, pero su escudo logro defenderse y bloquear el ataque. Luego utilizo su espada para con un leve corte, dañar al animal. Y el tigre, afectado por el corte, se alejo nuevamente hacia los arbustos. La rana se puso de pie, se sacudió el polvo con el que se había ensuciado, y envaino su espada, y guardó su escudo.

Se detuvo unos momentos, analizando la situación. Acababa de pelear contra un tigre, y aunque no quería hacer daño a los animales, debía hacerlo. Estos animales se sentían invadidos, por alguien ajeno a su bosque, y no dejarían que continuaran su viaje tranquilo. Pero esto no impediría que Frog continuara su camino, ahora debía tener mucho mas cuidado que antes, así que una ves más, desenvaino su espada, junto con su escudo y decidio continuar su camino. A pesar de que tenía el extraño presentimiento de que alguien lo observaba, de que algo estaba detrás de él.

Pero ya que eso poco le importaba continuó, y dio pequeños saltos para avanzar. El bosque era muy grande, estaba repleto de árboles y hierbajos. Además de muchos bichos a su alrededor, es decir, comida para la rana. Pero no era el momento de comer, muy a su pesar, ya que debía salir de ese bosque. Y mientras daba pequeños saltos, recordó lo que el tipo le había pedido... Encontrar un collar en el bosque, y aunque eso sería difícil, no sería imposible.

Y de la nada, un pequeño tipo de chimpancé apareció en un árbol, este tenia medio metro de altura. Era muy curioso, vestía con un traje extraño, y además en su mano llevaba un collar dorado... El collar de aquel tipo. Ese mono se lo había robado. Al observar el mono a la rana, salió disparado saltando de árbol en árbol, hasta perderse en el bosque. "Debo atrapar a ese mono...". Pensó, mientras empezó a seguir los pasos de aquel mono, de seguro sería difícil atraparlo, pero su instinto de caballero le hacía tratar de ayudar a aquel hombre. Pero, aún en el bosque habían muchos peligros, debía tener cuidado.

Continuó sigiloso su camino, mientras distinguía no muy lejano de él, los pasos de un humano. Aunque no estaba seguro, decidió no intervenir aún. Mientras eso, adivinaba los pasos que daba aquel mono. Para detenerse en un claro de aquel bosque. En donde pasaba de lo más tranquilo un siervo, y al parecer no se percataba de la presencia de la rana, quizá por ser un animal herbívoro también, y no presentar ningún peligro para él.Era una imagen hermosa, y aunque no podía perder tiempo, no pudo perder ese hermoso paisaje. Así que sacó un lápiz y un pergamino de papel, se sentó ocultó detrás de un árbol, y comenzó a dibujar al siervo junto a su paisaje.

Lo hizo muy veloz, ya que sabía que en cualquier momento podría irse espantado por la presencia de alguien. Rápidamente, y aunque con muchos errores, hizo un boceto de la imagen. "Me salió genial". Pensó. mientras de la nada el siervo empezó a correr despavorido, había percatado la presencia de algo. No tenía idea de que había sido, pero se adelantó y se paro en el medio del claro. Observó a su alrededor, no podía distinguir nada fuera de lo común, pero sabía que algo estaba hay. Sacó su espada, junto a su escudo mientras observaba a su alrededor.

- ¿Quien estás hay?- Gritó la pequeña rana.

La rana observaba atenta a cualquier movimiento dentro del bosque. Cualquier cosa podía ser un peligro en ese lugar, según había escuchado ese bosque era peligroso, y podía tomarse a la ligera el estar hay. Hasta que de en medio de unos árboles aparecía un hombre, ciertamente era mucho más alto que la rana, ya que esta sólo media un metro. Escuchó las palabras del hombre, este parecía ser alguien bueno, y muy cordial. La rana quitó los sentimientos de desconfianza que tenía dentro de él, tipos cono aquel le agradaban, y mucho.

Así, guardó lentamente su espada, mientras continuaba observando al hombre mientras sonreía. "¿Guardián del bosque?", pensaba el anfibio mientras extrañado observaba a aquel humano.- No soy ningún guardián.- Dijo mientras acomodaba su escudo en conjunto con su espada.- Sólo soy un simple aventurero, en busca de su destino.- Continuó, mientras ignorando al hombre, daba media vuelta y observaba el cielo. Este estaba despejado, ciertamente era un lindo día, lástima que ellos estaban en aquel lugar. Entonces, la rana regresó a observar al hombre, luego de unos momentos pensando en su triste pasado.

En esos instantes, como un observador, aparecía aquel mono que estaba buscando la rana. En la rama de un árbol observaba  como ambos, hombre y animal hablaban. Frog se dió cuenta de esto, aunque prefierió no ahuyentar al chimpancé aún. Ya que las probabilidades de atraparlo aún eran nulas. Podía pedir ayuda de aquel hombre, pero aún no sabía nada de él, así que lo mas sensato, fue esperar la reacción del mono y del hombre, para actuar.

- Mi nombre... Es Frog. Y ciertamente soy una rana, y no un sapo- Dijo agregando un tono de burla a su voz.- Es un placer, y tú... ¿quién eres?- Preguntó la rana aún desde la distancia. Sólo conocía de vista a aquel hombre, no podía fiarse aún de él. Así que espero conocer algo más de aquel hombre, antes de hacer algo más. Mientras en ese instante el mono desaparecía en medio de los árboles. La rana decidió esperar, antes de seguir al animal. Entonces espero las palabras del hombre, para continuar su camino.

La rana atenta escuchaba el nombre de aquel hombre. Nolan, así se llamaba aquel hombre, y como había pensado, aquel tipo no era una mala persona, aunque le sorprendió de que lo haya estado observando desde hace rato, pero por poco tiempo. Aunque también recordaba lo extraño de su cuerpo, una rana o un sapo, lo mas correcto sería un animal super desarrollado, pero bueno. Ahora, sólo se concentró en las últimas palabras del hombre. La de ofrecer su ayuda para atrapar al mono, ya que de seguro hacerlo por sí solo, sería una labor casi imposible. Así que decidió aprovechar está oportunidad, y solicitar la ayuda de Nolan, e ir en busca de la rana.

- Pues, ese mono tiene un collar. No es mío, pero un tipo me lo ha solicitado.- Comentó, mientras lentamente se acercaba al hombre. Después de todo, aquel tipo parecía ser una buena persona no le haría ningún daño, o por lo menos eso esperaba.- Si podrías ayudarme a atraparlo, me encantaría. Y si logro encontrarlo, se lo daría al hombre que me lo pidió.- Dijo, mientras recordaba como hace un rato había visto al hombre, que le había solicitado recuperar el collar.

Aunque curiosamente, no imaginaba de que forma aquel primate se había hecho con el collar. Era un mono ladrón, pero ahora quería capturar a aquel hombre. Su alma de héroe lo llamaba a ayudar al hombre, y apoyarlo en lo que quería. Así solo esperaba a su  respuesta, para iniciar su búsqueda juntos o quizá en solitario.

Las dudas de Nolan confundieron a la rana ¿porque ayudar a un ladrón?, pero después de todo, ni Frog sabía si aquel tipo era un pirata, o no. Sólo que su intención era ayudar a los demás, y si por alguna razón aquel hombre era una mala persona, acabaría con el.- Pues, la verdad no tengo la menor idea sobre si aquel hombre era un pirata. Pero lo ayudaré, hasta que algo me demuestre lo contrario.- Dijo, para luego seguir avanzando en medio de los árboles. El ser una rana, y haber vivido varios años en el bosque le ayudaba a orientarse en este, e ir detrás de los pasos de aquel mono.

El chimpancé era muy ágil, pero algún día se cansaría y sería atrapado por la rana o el humano. Todo era muy tranquilo, aquel bosque también era conocido por ser hogar de muchos animales salvajes, por ahora parecía ser un día tranquilo, así que debían avanzar cuanto antes para no toparse con aquellos depredadores. Poco a poco se acercaron hacia el chimpancé, que saltaba muy confiado entre árbol en árbol. A la rana se le ocurrió una idea para atraparlo,  mientras seguían muy de cerca los pasos del mono.

- Hey Nolan, yo ahuyentare al mono hacia tí, y tu lo atraparás.- Comentó la rana, para luego ponerse rápidamente dando largos saltos. Dio un gran salto, aprovechando la fuerza de sus piernas, y así asustando al mono que caía hacia al suelo, atemorizado. Frog desde el aire, esperaba que Nolan actuara y atrapara al mono antes de que escapara, o por lo menos coger el collar.

El plan de Frog salió relativamente bien, y el mono caía a las manos de Nolan. Pero lo escurridizo de aquel animal lo ayudó para poder así escapar del agarre de Nolan, perdiéndose en el bosque mientras el hombre les seguía el paso. Entonces Frog intentó seguir les el paso, pero fue inútil, aquellos tipos se habían adelantado demasiado. La rana empezó a buscar por todas partes, intuyendo el camino hacía donde se habían dirigido, pero no logró encontrar ni a Nolan, y menos al mono. Hasta que se considero perdido en el bosque. Luego se dio cuenta de la torpeza que había cometido, hasta ese momento no se le había ocurrido gritar para buscar el lugar donde se encontraban.

- ¡Nolan!, ¿Donde estás?- Preguntó una única ves, para ver si alguien respondía su llamado. De repente otros dos tipos aparecían acercándose a la rana, venían con armas. Una lanza y una espada. Estos llegaron hacía la rana, y le hicieron una única pregunta. Esta era sobre si había visto algún tesoro, que al parecer se hallaba en aquel bosque. Esta respuesta fue negativa por parte de la rana, ya que lo único que podría considerarse tesoro en aquel lugar, era el collar, y este a pesar de eso no debería tener tanto valor. Aquellos tipos se retiraron, pero claramente no perdieron de vista a la rana. Estaban sorprendidos de ver a un animal parlante, y desde hay empezaron a seguirla, y aunque Frog se dio cuenta, decidió dejarlos observar, después de todo no parecían ser fuertes para causarle algún problema.

Así, la rana continuó con su camino, llamando por todos lados a Nolan, esperando encontrar el lugaf indicado. Mientras una duda se le metió en la cabeza, que en realidad un tesoro se hallara en aquel bosque. Si era así podría hacerse con parte de este para hacerse rico, aunque luego se dio cuenta de lo absurdo que era esa idea. Entonces continuó buscando a Nolan, o en su defecto a el mono, quien podría aún tener el collar.

Los saltos de la rana se detuvieron al escuchar la voz de su compañero levemente. Hasta observarlo salir de un lugar extraño, Frog extrañado lo observaba y escuchaba. Se suponía que había encontrado el collar, pero también algo más. Así que se acerco junto a Nolan, haciendo caso a su consejo de no hacer ruido, aunque aún seguía muy confundido por lo que estaba sucediendo. Entonces llego hacia el lugar indicado, preocupándose por tratar de hacer el mínimo ruido. Y entró al lugar, asombrándose de todo lo que se encontraba en aquel lugar. Una infinidad de tesoros almacenaba aquel lugar, estos daban un brillo singular a todo su alrededor, y también habían ciertos animales que vivían en aquel lugar. Estos tesoros podrían haber sido reunidos a lo largo de los años por todos los animales del bosque, esto era la única explicación cuerda de lo que pasaba en ese lugar. O quizá algún pirata había escondido su tesoro esperando recogerlo algún día.

Entonces la rana continuaba asombrado por todo lo que observaba, ese tesoro era inmenso y de seguro tenía un gran valor. Los pensamientos de Frog se nublaron unos momentos, hasta que recordó un hecho importante, que unos tipos estaban buscando aquel tesoro. Y todos aquellos animales que cuidaban aquellas reliquias de seguro saldrían lastimados. Esperando que Nolan estuviera cerca a él, se acerco para comentarle lo que le había sucedido.- Debemos irnos de acá, algunos tipos estaban siguiendome, y creo que buscan este tesoro.- Dijo, para luego salir hacia afuera. Si aquellos hombres llegaban a encontrar aquel tesoro, causarían bastantes problemas a los animales y de seguro también a la rana, quien intentaría protegerlos.

Así llego afuera en donde al instante los mismos hombres de hace rato se cruzaron en el camino. Estos preguntaron al instante que había en aquel lugar del que acababan de salir, pero se vieron con la negativa de la rana, que empuñaba su espada, dispuesto a enfrentarse a aquellos tipos por defender a que ese tesoro cayera en malas manos. Los tipos dieron un par de carcajadas, una rana no podría contra ellos, o eso pensaban. Entonces ellos también sacaron sus armas, amenazando con atacar si no se apartaban de su camino. La respuesta negativa del anfibio era inminente, tan sólo faltaba que Nolan interviniera, si es que así lo hacia.

Tres hombres y una rana. Estaban a punto de combatir, una pelea de dos contra dos. Nolan y Frog eran los que defendían los tesoros de aquellos animales, que a pesar de no haberlos obtenido de forma honrada, eran suyos y no debían caer en malas manos. Y por lo menos por parte de la rana, no permitía que eso pasara, y al parecer Nolan pensaba lo mismo, ya que blandió su espada para enfrentarse a los tipos. Era una batalla justa después de todo, ambos pelearían. Entonces el hombre indico a la rana que se encargaría de uno de los tipos en específico, dejando por descarte al otro para la rana. Frog se separó, alejándose un poco del lugar y analizando a su enemigo. Llevaba una arma, no era una espada, era un especie de vara de metal, al parecer muy dura.

Mientras ello Nolan ya había empezado su combate, chocaba su espada con la del tipo, tenía una notable habilidad con esta. Mientras el segundo manejaba la espada con torpeza, solo tenían la apariencia temeraria, pues por lo menos ese chico no tenía la habilidad necesaria para superar a Nolan. Esos chicos eran lo suficientemente fuertes para dañar a los animales de aquel bosque, eso era algo cruel, y no debían hacerlo, nunca más. Pero aquello no importaba ahora, Frog estaba por enfrentar a aquel hombre, quien pensaba tendría un combate sencillo. Al igual que la rana, quien no veía fuerza o potencial en aquel chico.

El primero en lanzarse fue Frog, tomando en su manos su espada y escudo. El chico solo portaba una barra de metal, y al parecer para él era suficiente.  Chocaron la barra y la espada, y con su escudo golpeó y  empujo al hombre retrocediendo varios pasos. Esto sería fácil, aquellos chicos eran unos inútiles, no merecían ser llamados piratas, o criminales. Los choques continuaron, a pesar de la notable superioridad de la rana el chico era hábil. Logró ingeniarselas para evitar todos los cortes, pero era imposible. De está forma un inevitable corte le cayó en el hombro, dejando caer su barra de metal al suelo. Estaba vencido, no había nada más que hacer.- Ríndanse de una ves, no podrán con nosotros.- Dijo haciendo el llamado para que renunciaran a la pelea, después de todo, no tenían oportunidad...

Frog espero alguna respuesta de aquel hombre. Pero estaba indispuestó, no se rendiría ante un espantoso animal. Algo lamentable, y de está forma se lanzó hacia la rana, con la intención de intentar romper su cabeza con aquel bastón. Era inútil, uno de sus brazos estaba inutilizado, y no  tenía la misma movilidad después de tanta pelea. Así la rana de un salto hacia arriba se libró del ataque del hombre, y al caer le golpeó en la cabeza con su escudo, dejándolo inconciente probablemente. "Eso fue estúpido" Pensó. Y envainó su espada, la pelea había terminado. Entonces volteó y observo a Nolan, el también había acabado con aquel tipo, pero los daños que había recibido eran excesivos. Su nariz, su pierna... Bueno, lo habían hecho para proteger a unos animales inocentes, no había nadie quien los culpara por eso.

De repente el mono a quien habían perseguido en este viaje aparecía de la nada, lanzando monedas... ¿De oro? Así era. Intentaba agradecer la ayuda que habían brindado. Y al parecer en su mente animal notaba que ambos buscaban o necesitaban aquel dinero más que ellos. Las monedas cayeron cerca a Nolan, y además de el collar, el cual habían buscado durante aquella corta aventura. Y  el hombre se lo lanzó a Frog, quien era el más interesado en entregarlo. Pero en realidad era correcto  dárselo, ¿lo merecía? Nolan dio aquellas dudas a Frog, todo apuntaba a que tenía razón. Pero la rana no podía, aunque todo apuntaba a a que el hombre tenía razón, no podría saberlo hasta verlo con sus propios ojos.

Nolan decidió deshacerse de los hombres en algún lugar, trabajo que la rana no estaría dispuesto a hacer después de todo. Mientras Frog decidió dirigirse hacia la ciudad, que no parecía estar muy lejos. Desde aquel momento su camino se separó, y así la rana al poco tiempo encontró un camino, que llevaba directo hacía la ciudad. Cogía fuertemente el collar en uno de sus manos. Esperaba y Nolan no tuviera razón. Al entrar a la ciudad, la rana observó una ciudad llena de delincuentes. Quizá había algún lugar en donde estuviera aquel tipo, y no fuera como la mayoría de personas de aquella isla. Pero no fue así, lo encontró asaltando a una mujer en un callejón. Era obvio, no había nada que preguntar. Frog sin pensarlo acabó con aquel tipo, no había razón por la cual entregar aquel collar.

Así decepcionado por lo aquello en aquella isla se dispuso a regresar. El día ya estaba oscureciendo, habían pasado varios horas ya. Nolan lo debería estar esperando en el puerto, si es que aún seguía ahí. No había más que hacer en aquel tipo de isla, en la que hasta los animales eran mejor que los hombres. Al pasar por el bosque se vio ayudado por algunos animales, quizá se habían enterado de la ayuda que había brindado él, junto a Nolan. Lo cierto es que eran más amigables. Y pasaron unos minutos, hasta que salió nuevamente del bosque, llegó al puerto. Entonces buscaría a Nolan, si se encontraba en aquel lugar.