[Rol Moderado](Bleyd)En busca de esos trozos de animales.

Acabas de arribar al Archipielago Boin, o mejor dicho, tu cuerpo acaba de arribar a la playa. El barco en el que llegabas fue destruido por un escarabajo gigante que hizo trozos la nave, trozos que ahora están en tu compañía en la costa. Por suerte para ti has salido ileso del percance con el bicho, pero notas algo que en falta a tu espalda. ¿A dónde ha ido el arma que portabas contigo? Quizá aquella bestia se la llevase consigo cuando os golpeó o esté por aquel lugar en la playa, quizá deberías olvidar tu objetivo hasta que recuperes tus pertenencias porque aquella isla no parece especialmente amigable.

Se te plantean dos caminos. Obviar el hecho de haber perdido tu arma y encaminarte hacia el peligro sin nada para defender, o bien, tomar tus machos y marchar en busca de aquel asqueroso bicharracho que te había robado el arma. Oyes ruidos poco agradables del interior de la selva que se encuentra ante ti. Quizá debas abandonar aquella idea y esperar que algún alma caritativa pase por allí para recogerte. O te adentrarás y cumplirás tu objetivo.

Menudo viajecito… ultima vez que viajo en turista, seguro que si hubiera viajado con Extremo en el Octubre Rojo ese bicharraco con el que chocamos seria bicho esca-chuflado,
“Fluffle, ¿ande estas compañero? “ busque con la mirada a mi peludo pony rosa y comenzaba a preocuparme, afortunadamente

fluffle:

El pequeñín estaba correteando por la playa con una caja en la cabeza que no le dejaba ver nada, me acerque a el esquivando los restos del barco que se encontraban desparramados por toda la playa, le alcance en tres zancadas y le quite la caja del cogote.
Fluffle al verse libre soltó un adorable ¡Gashp! Y se me abrazo refrotándose con cariño, por mi parte le acaricie la cocorota con una sonrisa. Una vez reunidos era momento de buscar algo útil entre los restos, entonces me di cuenta que iba muy ligero. Carnifex mi espada se había evaporado junto con mi ballesta, me puse a buscar las armas por la playa intentando vislumbrar el brillo metálico de su hoja o algo que delatara donde se encontraba, también estaba atento para encontrar alguna caja de provisiones, seguramente necesitaría agua y comida no tenia ni idea de cuanto tiempo pasaría allí hasta que los de la resistencia les diera por buscarme, Fluffle por su lado se entretenía jugando con las olas yendo y viniendo con la marea. Después de un buen rato desistí de encontrar mis armas no estaban en la playa así que llame a Fluffle y me encamine a buscar al maldito escarabajazo que me hizo perder mi espada.

Tuviste suerte, tu acompañante, Fluffle no salió herido de todo aquello casi parecía un milagro. Aquella cosita estuvo jugueteando en el mar un buen rato mientras tú inspeccionabas la playa, pero no tuviste mucha suerte ya que al parecer todo el cargamento del barco se había perdido. Tras desistir en tu busca y recoger a Fluffle os encamináis hacia el interior el interior de la isla, caminando entre la espesa selva y abriéndote paso conforme te resulta posible, llegáis a un pequeño claro. Allí hay un gran árbol en el centro en el que crecen manzanas de unas tres veces su tamaño común, pero no solo eso, además desprenden un rico aroma que las hace tremendamente irresistibles. Quizá deberías comerlas o quizá no, pero antes de que te de tiempo a decidir nada un invitado especial irrumpe en el lugar.

Un enorme caracol acaba de entrar en el claro, pero al parecer no viene solo, pues a sus espaldas entre las hiervas aparecer un par de personas. Estas no llevan uniformes de ningún tipo y no parecen especialmente amigables, quizás dialogar no sea una opción, pero intentarlo no estaría de más. Estos tipos están siguiendo al caracol y parece que quieren algo de él, no parecen haberte visto, pues continúan su camino sin inmutarse en lo más mínimo. Si quieres algo de ese caracol vas a tener que salir a perseguirlo, pero probablemente esos tipos no quieran que toques su caracol. Otra buena opción es esperar a que estos desaparezcan y puedas acercarte hasta el extraño manzano para alimentarte de aquellos frutos.

“Estupidas selvas por que siempre tienen que estar llenas de árboles y matojos, y encima no tengo a Carnifex para deforestarla con gusto y rapidez” suspire con resignación mientras atravesaba la puñetera espesura por no hablar de que encima mi pequeño y peludo amigo se había acomodado en mi espalda y parecía no tener intenciones de moverse, pero quien soy yo para discutir con el por llevarlo a caballito. Por fortuna después de un ratillo atravesando plantitas se abría ante mi un claro, en el cual un enorme árbol se alzaba imponente con enormes y deliciosas manzanas, aunque algo no encajaba bien, un claro es un bosque que no tiene un lago o una zona de agua ya es raro pero que además tenga un manzano mutante, eso si que no me da buena espina. Antes de si decidirme por ir a recoger fruta o rodear el claro apareció un gigantesco caracol seguido de dos tipos, la verdad es que me resulto raro, por que seguir a un caracol y mal a uno gigante, esos bichos solo sirven par un par de cosas y una de ellas es convertirse en comida pero yo tenia otros planes para ese gasterópodo, necesitaba una parte de esa criatura para hacer un experimento de bioingeniería genética, pero esos dos tipos que ibn con el no me auguraban nada bueno así que baje al suelo FLuffle y espere con el entre los arbustos a ver que demonios sucedía.

Desde mi escondite pude captar una conversación entre los dos hombrecillos, por lo visto tenían un capitán que les ordeno cuidar al caracol y darle de comer, el motivo desconocido, lamentablemente antes de enterarme de mas un ruido a mi espalda me hizo preocuparme por cosas mas inmediatas, no podía saber si era un animal o algún compañero de los que se encontraban en el claro así que active la visión infrarroja del casco para poder observar mi entorno a partir de los puntos térmicos, y me agazape entre las matas esperando pasar desapercibido, el problema era Fluffle esconderlo no seria demasiado fácil así que le puse la capa por encima

fluffle:

Esperaba que con la tela negra por encima dejara de destacar como un faro en la noche, lamentablemente no le cubría entero y además mordisqueaba la tela con aire aburrido. Suspire y lo apreté contra mi mientras observaba el entorno intentando vislumbrar la amenaza que podría estar acechándonos en la espesura.

Bueno parece que se había descubierto el pastel y la verdad no me encontraba de muy buen humor así que aprovechando que tenia mi visión térmica conectada y nos encontrábamos en un claro active los diales de humo blanco y humo negro para darme cobertura visual, el humo poco a poco comenzó a formar una densa cúpula desde la que podría operar sin riesgo de ser visto al tiempo que cobraba ventaja por poder ver a mis rivales, deje a Fluffle tranquilamente en los arbustos, y me aventure en el humo. No buscaba generar victimas pues necesitaba información me sitúe en el lateral de mi contrincante en el momento que fuera envuelto por el humo y le golpearía con poca sutileza lo suficiente como para arrancarle la cabeza de cuajo y que esta saliera rebotando cerca de su amigo si eso seria muy bonito y efectivo para infundir el pánico y el terror en su corazón. Así pues camine fuera de los arbustos dejando que la pesada armadura generase el ruido por el choque de placas, quería que el sonido de algo grande y pesado acercándose a el entre el humo le infundiera pánico por supuesto si en algún momento hacia un movimiento extraño me abalanzaría sobre el para darle el golpe atroz. Desde el interior de la armadura sonreía con malicia mientras el humo se tornaba en horribles figuras aullantes, las almas de los muertos y los caídos comenzaron a reunirse alrededor mío como siempre lo hicieron desde el eclipse, deseando mi calor, mi sangre, mi carne y mis huesos, queriendo alimentarse de mi alma y esencia vital. Pero no son más que sombras del pasado que me atormentan día tras día, en un oscuro recuerdo de los crímenes cometidos. Me concentre en el hombre que tenia delante y en su compañero no podía distinguir los colores pero tampoco me hacia falta los matices azules para el frío subían gradualmente al rojo cuanto mas caliente era el objeto que veía formando una nítida visión de colores fríos y calientes, mas que suficientes para localizar a mis presas.

Menudo home-round, la verdad no me esperaba tanto pero a lo hecho pecho ahora lo importante era capturar al otro tipo de una pieza. Agarre el cuerpo sin vida que se encontraba delante de mí y lo lance contra su compañero a través del humo, momentos después hice una carga a la carrera usando el hombro como ariete, tenia la intención de placarlo para así con un poco de suerte poder interrogarlo eso siempre que el impacto no lo dejara tonto, esperaba que no me costada demasiado tumbarlo y mantenerlo suprimido en el suelo mientras le hacia unas cuantas preguntas típicas, ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Quién ganara la liga?. Esa clase de cosas que todos queremos saber y decididamente por su bien esperaba que cantara mas que Pavarotti en la traviata