Drako Hyrule
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Me encontraba caminando por una isla del Paraíso, que solamente había visitado con un fin, encontrar y dar constancia de aquello que Vegapunk dejó sin acabar hacía ya cientos de años, con el fin de mejorar aquella isla, y de ganar el respeto y el voto de los ciudadanos con respecto a la Marine.
Si no me habían contado mal aquel sistema de calentamiento incompleto, se podía diferenciar por su forma muy parecida a la de dos tornillos, que sobresalían a la superficie. Mis archivos decían que se podría acceder a la caldera por medio de una casa abandonada en el centro de aquella ciudad, esperaba que mis informes no fueran erróneos, si no estaría realmente comprometido en aquella misión.
Andaba por una calle de la ciudad, aunque ciertamente no andaba, si no que me desplazaba sobre una cinta automática, la cual me llevaría directamente al centro de la aldea, o al menos eso esperaba. Aquella ciudad parecía muy avanzada, todas las fachadas tenían pinta de estar cableadas, pero de una forma distinta, la cual no sería capaz de explicar.
Finalmente, tras un largo periodo de tiempo llegué a una pequeña taberna, tenía que ''parar a repostar'' durante un rato, por lo que pedí un café descafeinado con un buen y jugoso filetón, aquello me quitaría el hambre durante un buen rato.
El camarero no tardó demasiado en atenderme, cosa que no era demasiado habitual en los típicos bares de pueblo, ya que normalmente solían estar radiantes y repletos de gente, por lo que se hacía difícil atender a un cliente con tanta eficacia de la que en aquel local se disponía. Me comí aquel chuletón en un pequeño rato, y sosegadamente me bebí el café, para posteriormente dejar unas monedas sobre la barra, ponerme en pie y decir en voz baja:
-Bueno, es el momento de continuar, espero que no se haga aburrida la misión.- Dije a la vez que salía de la taberna, era el momento de continuar.
Si no me habían contado mal aquel sistema de calentamiento incompleto, se podía diferenciar por su forma muy parecida a la de dos tornillos, que sobresalían a la superficie. Mis archivos decían que se podría acceder a la caldera por medio de una casa abandonada en el centro de aquella ciudad, esperaba que mis informes no fueran erróneos, si no estaría realmente comprometido en aquella misión.
Andaba por una calle de la ciudad, aunque ciertamente no andaba, si no que me desplazaba sobre una cinta automática, la cual me llevaría directamente al centro de la aldea, o al menos eso esperaba. Aquella ciudad parecía muy avanzada, todas las fachadas tenían pinta de estar cableadas, pero de una forma distinta, la cual no sería capaz de explicar.
Finalmente, tras un largo periodo de tiempo llegué a una pequeña taberna, tenía que ''parar a repostar'' durante un rato, por lo que pedí un café descafeinado con un buen y jugoso filetón, aquello me quitaría el hambre durante un buen rato.
El camarero no tardó demasiado en atenderme, cosa que no era demasiado habitual en los típicos bares de pueblo, ya que normalmente solían estar radiantes y repletos de gente, por lo que se hacía difícil atender a un cliente con tanta eficacia de la que en aquel local se disponía. Me comí aquel chuletón en un pequeño rato, y sosegadamente me bebí el café, para posteriormente dejar unas monedas sobre la barra, ponerme en pie y decir en voz baja:
-Bueno, es el momento de continuar, espero que no se haga aburrida la misión.- Dije a la vez que salía de la taberna, era el momento de continuar.
Max D Dexer
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Sin duda alguna la isla Karakuri era la isla mas fría que había visitado jamas, parecía como si la propia nieve se congelara. Había llegado a la ya dicha isla con un barquito pequeño, el cual se congelo, dejándome en este lugar sin ninguna forma de salir. Cuando llegue al pueblo mas cercano logre comprar un abrigo de color marrón, era bastante largo llegaba hasta mis rodillas, también tenían orejeras las cuales venían con el abrigo, abrigaban muy bien ya casi ni siquiera se sentía el frió. Quería tomar algo caliente así que me dirigí al bar mas cercano y al llegar a este pedí un café con leche caliente y un pedazo de carne, termine ambas cosas y me propuse a salir de nuevo aunque no quisiese por el increíble frió que hacia afuera.
Y ahí estaba de nuevo en la calle de nieve, con vientos muy fuertes y ropa interior congelada. Estaba en esa isla porque había escuchado que era el lugar de nacimiento de Vegapunk y su respectivo laboratorio, me interesaba bastante que podría encontrar allí, ademas que olía a aventura. Camine sin rumbo alguno en dirección a las montañas de nieve con la esperanza de encontrar el laboratorio de Vegapunk, pero lamentablemente solo encontré mas nieve. Conseguí llegar a una cueva la cual no podría decir que tan larga era pues no se veía el fondo, era aterradora pero aun así me establecí en la entrada de la dicha cueva y prendí una fogata para poder calentarme un poco.
-Una cosa es que aga frió pero esto es ridículo. (dije en voz alta)
Estuve junto a la fogata media hora maso menos cuando escuche ruidos extraños provenientes de la cueva. Prepare una antorcha y me adentre a la cueva oscura, ya no quería estar en ese lugar lleno de nieve y en el interior de la cueva tal ves encuentre algo interesante. Camine durante varios minutos y el ruido se hacia mas grande, las paredes se hacían mas estrechas y fue después de varios minutos cuando encontré una puerta de acero soldada pero estaba abierta. Cuando abrí la puerta de acero vi una gran habitación con muchas cosas extrañas, bastantes puerta y cada una de ellas echas de un material diferente, entre ellas estaban madera, hierro, un material de color verde que a simple vista es imposible saber que es, una de hielo, y otra de cristal. Todo era extraño ahí no entendía para que servían muchas de las cosas que se encontraban en el lugar, había unas escaleras que daban hacía el piso de arriba el cual fui directamente y vi una clase de habitación enorme con una vista al pueblo donde venía.
-Ya entiendo estoy en un edificio oculto dentro de la montaña, pero la puerta estaba sin vigilancia, así cualquiera podría entrar, aunque tal ves este lugar sea restringido y por lo tanto ningún pueblerino se acercaría al lugar. (Pensé en voz alta mientras trataba de entender la situación)
Fue entonces mientras pensaba que escuche que alguien se aproximaba, me oculte en un armario que se encontraba dentro de la habitación. Dentro de mi escondite espere para poder ver con quien me estaba metiendo.
Y ahí estaba de nuevo en la calle de nieve, con vientos muy fuertes y ropa interior congelada. Estaba en esa isla porque había escuchado que era el lugar de nacimiento de Vegapunk y su respectivo laboratorio, me interesaba bastante que podría encontrar allí, ademas que olía a aventura. Camine sin rumbo alguno en dirección a las montañas de nieve con la esperanza de encontrar el laboratorio de Vegapunk, pero lamentablemente solo encontré mas nieve. Conseguí llegar a una cueva la cual no podría decir que tan larga era pues no se veía el fondo, era aterradora pero aun así me establecí en la entrada de la dicha cueva y prendí una fogata para poder calentarme un poco.
-Una cosa es que aga frió pero esto es ridículo. (dije en voz alta)
Estuve junto a la fogata media hora maso menos cuando escuche ruidos extraños provenientes de la cueva. Prepare una antorcha y me adentre a la cueva oscura, ya no quería estar en ese lugar lleno de nieve y en el interior de la cueva tal ves encuentre algo interesante. Camine durante varios minutos y el ruido se hacia mas grande, las paredes se hacían mas estrechas y fue después de varios minutos cuando encontré una puerta de acero soldada pero estaba abierta. Cuando abrí la puerta de acero vi una gran habitación con muchas cosas extrañas, bastantes puerta y cada una de ellas echas de un material diferente, entre ellas estaban madera, hierro, un material de color verde que a simple vista es imposible saber que es, una de hielo, y otra de cristal. Todo era extraño ahí no entendía para que servían muchas de las cosas que se encontraban en el lugar, había unas escaleras que daban hacía el piso de arriba el cual fui directamente y vi una clase de habitación enorme con una vista al pueblo donde venía.
-Ya entiendo estoy en un edificio oculto dentro de la montaña, pero la puerta estaba sin vigilancia, así cualquiera podría entrar, aunque tal ves este lugar sea restringido y por lo tanto ningún pueblerino se acercaría al lugar. (Pensé en voz alta mientras trataba de entender la situación)
Fue entonces mientras pensaba que escuche que alguien se aproximaba, me oculte en un armario que se encontraba dentro de la habitación. Dentro de mi escondite espere para poder ver con quien me estaba metiendo.
Ficha
Nivel: 15
Exp: 3880
Berries: 0
Nombre: Max D Dexer
Bando: Pirata
Akuma no mi: -
Profesiones: Espadachín, guardabosques, cocinero, historiador.
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Salí nuevamente al exterior, para posicionarme nuevamente sobre aquella cinta automática, la cual continuaba todo el rato sin descanso. Seguidamente, mientras esperaba a llegar a mi destino, cosa que se hacía bastante tediosa en ocasiones, decidí sacar de mi mochila el Crimson Ceremony y leer algo por el camino.
Habían pasado cerca de 10 minutos desde que salí de aquella taberna, cuando de repente, algo ocurrió. Se pude escuchar un grito de dolor, a mis espaldas. Me giré rápidamente para ver que había ocurrido, cuando pude ver a una persona tirada en el suelo, ensangrentada y otra de pie junto a esta. Intenté salir corriendo hacia su dirección, pero algo me impedía avanzar, el suelo. Aquella calle era únicamente de una sola dirección, y solamente se podía avanzar hacia un único lugar. Corría única y exclusivamente sobre mi mismo, en el mismo sitio, aquello era... Aquello era denigrante.
Cansado de aquella situación tan bochornosa, decidí avanzar hacia él de otro método, puesto que no quería llevar a mi cuerpo a la drenación de sustancias, que en un futuro lejano seguro que pasarían factura. Usando energía, creé dos garras de oso, de un tamaño mayor a las de estos para poder agarrarme a un edificio, hundiendo estas en la fachada. Seguidamente, canalicé más energía en la planta de mis pies, para poder correr sobre los edificios, usando como apoyo las garras de oso.
Cuando me encontré suficientemente cerca, salté hacia aquel hombre, con la intención de caer sobre él y poder hacerle heridas no muy graves, puesto que no quería matarlo, y la verdad, conseguí mi propósito. Me coloqué sobre mi oponente, y a la vez que dejaba de concentrar energía en ciertas zonas, le cogí fuertemente las muñecas, haciendo así que no puediera moverlas, actuando como esposas.
-¡QUÉ COÑO LE HAS HECHO A ESE HOMBRE!- Le grité fuertemente.
Aquel hombre resistía, al parecer iba a tener que emplear más utensilios de los que hubiese deseado...
Habían pasado cerca de 10 minutos desde que salí de aquella taberna, cuando de repente, algo ocurrió. Se pude escuchar un grito de dolor, a mis espaldas. Me giré rápidamente para ver que había ocurrido, cuando pude ver a una persona tirada en el suelo, ensangrentada y otra de pie junto a esta. Intenté salir corriendo hacia su dirección, pero algo me impedía avanzar, el suelo. Aquella calle era únicamente de una sola dirección, y solamente se podía avanzar hacia un único lugar. Corría única y exclusivamente sobre mi mismo, en el mismo sitio, aquello era... Aquello era denigrante.
Cansado de aquella situación tan bochornosa, decidí avanzar hacia él de otro método, puesto que no quería llevar a mi cuerpo a la drenación de sustancias, que en un futuro lejano seguro que pasarían factura. Usando energía, creé dos garras de oso, de un tamaño mayor a las de estos para poder agarrarme a un edificio, hundiendo estas en la fachada. Seguidamente, canalicé más energía en la planta de mis pies, para poder correr sobre los edificios, usando como apoyo las garras de oso.
Cuando me encontré suficientemente cerca, salté hacia aquel hombre, con la intención de caer sobre él y poder hacerle heridas no muy graves, puesto que no quería matarlo, y la verdad, conseguí mi propósito. Me coloqué sobre mi oponente, y a la vez que dejaba de concentrar energía en ciertas zonas, le cogí fuertemente las muñecas, haciendo así que no puediera moverlas, actuando como esposas.
-¡QUÉ COÑO LE HAS HECHO A ESE HOMBRE!- Le grité fuertemente.
Aquel hombre resistía, al parecer iba a tener que emplear más utensilios de los que hubiese deseado...
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Estuve varios minutos esperando en mi escondite a un movimiento sospechoso, hasta que por fin de las tinieblas salio una persona con una bata de científico con muchos símbolos extraños en esta. Estaba recorriendo la habitación, casi abre el armario y descubrirme pero cuando sonó un silbato en la lejanía el hombre con la bata se fue de la habitación cerrando la puerta con llave. "Maldición, ahora como salgo de aquí." Pensé mientras analizaba cualquier lugar con el que pueda salir de ahí, algún pasadizo secreto o algo por el estilo. Media hora estuve atrapado en ese lugar hasta que detrás del armario donde estaba oculto había una puerta secreta la cual me llevaba a un pasillo bastante viejo y malgastado donde solo pude encontrar una puerta al frente.
-Espero que lo que este adelante sea algo bueno. (Dije mientras abría la puerta lentamente)
Cuando abrí la puerta que estaba echa de hierro puro, logre ver una habitación mucho mas grande que la anterior y esta estaba repleta de espejos enormes. "Alguien aquí tiene un problema grave." Sin darme cuenta pense en voz alta, como era un lugar prácticamente vació quitando los espejos, mi voz tuvo un eco que hasta quien sabe pude ir y quien pudo haberla escuchado. Mientras caminaba por la habitación podía ver todos mis reflejos de todas las direcciones, hasta incluso había un espejo en el techo reflejando mi cabeza. Me canse rápido de esa habitación, sentía una incomodidad impresionante así que sin duda alguna fui a la primera puerta que vi y al abrir esta había otra habitación... Extraña.
-Me pregunto que hice para merecer esto. (Dije en voz baja por precaución)
Era una habitación con muchas luces, botones y pantallas que mostraban solamente estática. Cuando me acerque a una esta se marco de rojo, seguido de una voz ro botica pidiendo la contraseña la cual obviamente desconocida. Después de varios minutos esta pantalla se apago, el cuarto se puso escuro y una puerta se abrió de la pantalla mas grande de todas. No había otro camino así que fui en dirección a la puerta blanca, entre y lo único que logre ver era luz, tanta que no me dejaba ver que había mas haya.
-Espero que lo que este adelante sea algo bueno. (Dije mientras abría la puerta lentamente)
Cuando abrí la puerta que estaba echa de hierro puro, logre ver una habitación mucho mas grande que la anterior y esta estaba repleta de espejos enormes. "Alguien aquí tiene un problema grave." Sin darme cuenta pense en voz alta, como era un lugar prácticamente vació quitando los espejos, mi voz tuvo un eco que hasta quien sabe pude ir y quien pudo haberla escuchado. Mientras caminaba por la habitación podía ver todos mis reflejos de todas las direcciones, hasta incluso había un espejo en el techo reflejando mi cabeza. Me canse rápido de esa habitación, sentía una incomodidad impresionante así que sin duda alguna fui a la primera puerta que vi y al abrir esta había otra habitación... Extraña.
-Me pregunto que hice para merecer esto. (Dije en voz baja por precaución)
Era una habitación con muchas luces, botones y pantallas que mostraban solamente estática. Cuando me acerque a una esta se marco de rojo, seguido de una voz ro botica pidiendo la contraseña la cual obviamente desconocida. Después de varios minutos esta pantalla se apago, el cuarto se puso escuro y una puerta se abrió de la pantalla mas grande de todas. No había otro camino así que fui en dirección a la puerta blanca, entre y lo único que logre ver era luz, tanta que no me dejaba ver que había mas haya.
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