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Akuma no mi
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Tras unos gritos llenos de miedo que Derian provocó en aquellos piratas, se puede escuchar alguien que emana un aura de poder enorme.
- ¿Quién anda ahí?
Esas palabras hacen que los piratas tengan aún más miedo. Parecen estar aterrorizados. Se pueden escuchar unos pasos acercándose hacia cubierta y de pronto una puerta sale disparada, golpeando a uno de los piratas y lanzándolo hacia el mar. Detrás de la puerta había un joven rubio de ojos azules. Se puede sentir brotar una energía en su interior. Un aura rojiza de furia empieza a rodearle y de su espalda saca dos katanas, que sujeta con ambas manos. Es fuerte y lo sabes con solo mirarle, aunque por extraño que parezca, no es el más fuerte de ese barco, aún hay otra presencia más en ese lugar.
El hombre carga con velocidad hacia ti, superando con creces el soru. El aura rojiza quema, tanto que hace arder sus dos katanas. Lanza un corte en forma de cruz. Desde los hombros hasta las costillas, pasando por el pecho. Está imbuida en haki armadura lv 3. No solo eso, sino que tu rival tiene mucha más fuerza de lo normal, incluso siendo espadachín. (x2 fuerza).
- ¡X!
Tras ese ataque, tú rival intentaría retroceder de un salto, colocando las katanas delante suyo a modo de defensa.
- rival:
Nivel 80
Espadachín Sendero de la espada (Espadachín puro lv 70 y Duelista lv 50)
Bufón Arlequín
Médico Cirujano
Guardabosques Silvano
Derian Markov
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Una poderosa presencia se acercaba. Al comprobar que era alguien fuerte de verdad, el vampiro se estremeció de placer. Aquello era justo lo que venía buscando. Sonriendo malévolamente, empuñó a Vanator en una pose defensiva, con la espada ligeramente alzada. Una niebla tétrica comenzó a aparecer en torno a él, rodeándolo y ocultando parcialmente su aspecto y sus rasgos, aunque era lo bastante poco espesa como para no negar visibilidad sobre él. Se sacó un pañuelo y se limpio la boca rápidamente, mientras la puerta del castillo de popa reventaba y empujaba por la borda a uno de los piratas. A través de esta llegó un hombre alto y rubio con aspecto de estar muy cabreado. Un aura rojiza lo envolvió mientras se lanzaba a por Derian empuñando dos katanas en llamas. Era veloz, pero para el vampiro aquello no era nada. Recubriendo su espada (ya de por sí con el filo negro, así que visualmente no hubo cambios) con haki de armadura, corrió hacia el joven e interpuso su arma en el camino de los aceros de su rival. Una llama azul brotó del filo de Vanator, oponiéndose a la llama de su rival. La intención del noble era comprobar la intensidad de la técnica de su rival, y ver si su fuego congelante era más poderoso y lograba apagar el de su rival o congelar al menos parcialmente sus katanas. Su rival era fuerte, pero él lo era más... o eso creía. Por lo de pronto no había tenido problemas en bloquear su carga. El otro retrocedió de un salto.
- No está mal - le concedió Derian, con un brillo extraño en la mirada - Veo que vos al menos merecéis que desenvaine mi espada. ¿Bajo qué nombre debo conoceros, guerrero?
Observó la cubierta. Tenía espacio suficiente para maniobrar, aunque no para ponerse a máxima velocidad. Alzó su arma, y planeó su siguiente movimiento. Un corte a alta velocidad podría bastar para poner fin al combate, pero si su rival tenía algún as en la manga no podría reaccionar a tiempo. ¿Una onda cortante? No, muy obvio. No sin elaborar un poco más su estrategia? Tal vez... ¿fingir ser menos veloz de lo que realmente era y atacarle cuerpo a cuerpo empleando la Danza de Plata, para luego destrozarlo empleando Erebo? Sí. Eso podría funcionar. Tras imbuir su arma en haki y en el fuego azul de antes se plantó frente a él de un salto, lanzándole una rápida estocada al pecho, más tanteándole que planteando un ataque letal. Con un hábil juego de pies, retrocedió un par de pasos velozmente al tiempo que retiraba la espada, para avanzar de nuevo en una acometida en que tras amagar una estocada a la cabeza le lanzó un corte al muslo derecho y otro embate al bajo vientre, para retirar velozmente el arma. Fingió retirarse de nuevo, para avanzar de golpe y cambiar radicalmente su estilo de lucha. Hasta el momento había estado empuñando el arma como si fuera un estoque. Ahora pasó a agarrar el arma a dos manos y lanzar un poderoso mandoblazo descendente, con intención de emplear todo el peso de su bastarda para cortarle el torso desde el hombro izquierdo hacia abajo, destrozando órganos, huesos y músculos por el camino.
Derian estaba bastante seguro de que su rival podría evitar aquellos golpes, pues no se estaba empleando al 100% (aunque sí estaba dando lo bastante de sí como para que no resultase sencillo evitar sus golpes ni fuese demasiado obvio que se contenía). Por eso, todo aquello no era más que una finta. Tras el último golpe, retrocedería un paso y lanzaría un poderoso corte horizontal a la altura del cuello de su rival. En mitad del trayecto activó su Primera Luna, Erebo, duplicando la longitud de su espada mediante un filo fantasmal difícilmente perceptible (menos en mitad de un ataque). Así, si su rival esquivaba, posiblemente no se esperase el filo alargado y sería alcanzado igual. En este golpe iría a matar, con lo que emplearía su muy superior fuerza y su increíble velocidad.
- ¡Erebo! [Haki Armadura nvl. 3]
- No está mal - le concedió Derian, con un brillo extraño en la mirada - Veo que vos al menos merecéis que desenvaine mi espada. ¿Bajo qué nombre debo conoceros, guerrero?
Observó la cubierta. Tenía espacio suficiente para maniobrar, aunque no para ponerse a máxima velocidad. Alzó su arma, y planeó su siguiente movimiento. Un corte a alta velocidad podría bastar para poner fin al combate, pero si su rival tenía algún as en la manga no podría reaccionar a tiempo. ¿Una onda cortante? No, muy obvio. No sin elaborar un poco más su estrategia? Tal vez... ¿fingir ser menos veloz de lo que realmente era y atacarle cuerpo a cuerpo empleando la Danza de Plata, para luego destrozarlo empleando Erebo? Sí. Eso podría funcionar. Tras imbuir su arma en haki y en el fuego azul de antes se plantó frente a él de un salto, lanzándole una rápida estocada al pecho, más tanteándole que planteando un ataque letal. Con un hábil juego de pies, retrocedió un par de pasos velozmente al tiempo que retiraba la espada, para avanzar de nuevo en una acometida en que tras amagar una estocada a la cabeza le lanzó un corte al muslo derecho y otro embate al bajo vientre, para retirar velozmente el arma. Fingió retirarse de nuevo, para avanzar de golpe y cambiar radicalmente su estilo de lucha. Hasta el momento había estado empuñando el arma como si fuera un estoque. Ahora pasó a agarrar el arma a dos manos y lanzar un poderoso mandoblazo descendente, con intención de emplear todo el peso de su bastarda para cortarle el torso desde el hombro izquierdo hacia abajo, destrozando órganos, huesos y músculos por el camino.
Derian estaba bastante seguro de que su rival podría evitar aquellos golpes, pues no se estaba empleando al 100% (aunque sí estaba dando lo bastante de sí como para que no resultase sencillo evitar sus golpes ni fuese demasiado obvio que se contenía). Por eso, todo aquello no era más que una finta. Tras el último golpe, retrocedería un paso y lanzaría un poderoso corte horizontal a la altura del cuello de su rival. En mitad del trayecto activó su Primera Luna, Erebo, duplicando la longitud de su espada mediante un filo fantasmal difícilmente perceptible (menos en mitad de un ataque). Así, si su rival esquivaba, posiblemente no se esperase el filo alargado y sería alcanzado igual. En este golpe iría a matar, con lo que emplearía su muy superior fuerza y su increíble velocidad.
- ¡Erebo! [Haki Armadura nvl. 3]
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Tras fallar su ataque y retroceder, notas algo en ese tipo. De pronto sus ojos parecen arder de ira, de su frente empiezan a salir cuernos, su cabello empieza a crecer y una barba aparece en su cara. El joven crece y crece, llegando a los dos metros y treinta centímetros de altura. A su espalda, unas grandes alas aparecen, blancas y sus pies parecen convertirse en los de un toro. No sabes que ha pasado, pero puedes ver como su poder ha aumentado considerablemente.
- Primer pecado. Ira.
Tras esas palabras su piel se empieza a volver anaranjada y sus músculos empiezan a crecer considerablemente. Sus dientes se alargan y se afilan y, por si fuera poco, sus ojos se vuelven totalmente rojos. El aura de su alrededor se vuelve más potente y ardiente. ¿Habrá sido una mala idea enfrentarse a él?
- Ese ataque tan solo ha sido el calentamiento. Ahora empieza lo bueno. Llámame Surok. - Dice decidido.
Te lanzas al ataque hacia él y su cuerpo se imbuye en haki armadura lv 3. Al lanzarle la estocada el simplemente se mueve a una enorme velocidad hacia un lado. ¿Sabía lo que ibas a hacer? De nuevo tu estocada y simplemente no se mueve, tan solo lleva su katana derecha al lugar del corte, protegiéndose el muslo derecho. Pero al parecer no puede prever todos tus movimientos y consigues herirle el bajo vientre, aunque notas que no solo está su haki, sino que su piel es mucho más dura de lo normal. Parece encogerse un poco y cuando lanzas tu mandoblazo descendiente, él interpone sus dos armas, parando parte del golpe. Puedes notar como un estallido de fuego aparece tras ese golpe y al bajar tu arma consigues herirle el pecho.
Parece un corte superficial y ha conseguido apartarse a tiempo. Puedes notar como su poder no es nada al que has notado a simple vista. Es mucho más poderoso de lo que creías y tal vez, más poderoso que tú. Tu arma avanza con potencia y él intenta interponer sus armas, pero se da cuenta de que no iba a ser suficiente. Unas grietas habían nacido en el filo y al impactar la espada, corta por completo sus armas, obligándole a lanzarse hacia el suelo. Tras eso se levanta y lanza sus katanas rotas al suelo, pero parece que no lo era todo.
- Eres fuerte, sin duda. Pero no te lo pondré fácil. - Dice mientras pasa su dedo índice de la mano derecha por la herida. Esta parece empezar a cicatrizar con velocidad. - Segundo pecado activado, gula. - El dedo lleno de sangre se lo lleva a la boca, lamiendo este.
Al parecer no eres el único al que le gusta la sangre. De pronto unas espadas de energía roja aparecen en sus manos, aparentemente más poderosas que las katanas. Sus dos armas empiezan a envolverse en un aura oscura, mientras que las llamas de su alrededor brotan con fuerza.
De pronto se mueve a una gran velocidad, desapareciendo de toda vista humana. Parece moverse a una velocidad inhumana, a la velocidad de la bala de un rifle (1000 m/s aproximadamente). Se para a tu espalda y empieza a lanzar cortes uno tras otro. Primero uno en horizontal, pasando de tu hombro izquierdo a tu hombro derecho. El segundo es descendente, desde tu hombro izquierdo a tu muslo derecho. El tercero es un corte en horizontal a la altura de tu cuello. Para el cuarto corte se agacha a una velocidad sorprendente y tras un giro de 360º, lanza un corte en horizontal directo a tus rodillas. Entonces, mientras se levanta, lanza un quinto corte, ascendente, desde tu pelvis hasta el final de tu cabeza. Tras eso se lanza hacia atrás de un salto, a varios metros lejos de ti, mientras cruza sus espadas y lanza un corte al aire, creando dos ondas cortantes y oscuras en cruz, que avanzan con intenciones de despedazar tus extremidades.
- Ataque de la gula. Sed de sangre. [Haki armadura lv 3]
Su fuerza es comparable a la tuya y su velocidad es muy superior. Parece ser que estar cerca suyo es peligroso, ya que el aura que tiene a su alrededor queman como si fuesen llamas de verdad. Para colmo, el aura oscura de sus armas hace que tus heridas sangren el doble y sea difícil parar la hemorragia.
(Si, este tipo cuenta con haki de observación lv 4)
- Primer pecado. Ira.
Tras esas palabras su piel se empieza a volver anaranjada y sus músculos empiezan a crecer considerablemente. Sus dientes se alargan y se afilan y, por si fuera poco, sus ojos se vuelven totalmente rojos. El aura de su alrededor se vuelve más potente y ardiente. ¿Habrá sido una mala idea enfrentarse a él?
- Ese ataque tan solo ha sido el calentamiento. Ahora empieza lo bueno. Llámame Surok. - Dice decidido.
Te lanzas al ataque hacia él y su cuerpo se imbuye en haki armadura lv 3. Al lanzarle la estocada el simplemente se mueve a una enorme velocidad hacia un lado. ¿Sabía lo que ibas a hacer? De nuevo tu estocada y simplemente no se mueve, tan solo lleva su katana derecha al lugar del corte, protegiéndose el muslo derecho. Pero al parecer no puede prever todos tus movimientos y consigues herirle el bajo vientre, aunque notas que no solo está su haki, sino que su piel es mucho más dura de lo normal. Parece encogerse un poco y cuando lanzas tu mandoblazo descendiente, él interpone sus dos armas, parando parte del golpe. Puedes notar como un estallido de fuego aparece tras ese golpe y al bajar tu arma consigues herirle el pecho.
Parece un corte superficial y ha conseguido apartarse a tiempo. Puedes notar como su poder no es nada al que has notado a simple vista. Es mucho más poderoso de lo que creías y tal vez, más poderoso que tú. Tu arma avanza con potencia y él intenta interponer sus armas, pero se da cuenta de que no iba a ser suficiente. Unas grietas habían nacido en el filo y al impactar la espada, corta por completo sus armas, obligándole a lanzarse hacia el suelo. Tras eso se levanta y lanza sus katanas rotas al suelo, pero parece que no lo era todo.
- Eres fuerte, sin duda. Pero no te lo pondré fácil. - Dice mientras pasa su dedo índice de la mano derecha por la herida. Esta parece empezar a cicatrizar con velocidad. - Segundo pecado activado, gula. - El dedo lleno de sangre se lo lleva a la boca, lamiendo este.
Al parecer no eres el único al que le gusta la sangre. De pronto unas espadas de energía roja aparecen en sus manos, aparentemente más poderosas que las katanas. Sus dos armas empiezan a envolverse en un aura oscura, mientras que las llamas de su alrededor brotan con fuerza.
De pronto se mueve a una gran velocidad, desapareciendo de toda vista humana. Parece moverse a una velocidad inhumana, a la velocidad de la bala de un rifle (1000 m/s aproximadamente). Se para a tu espalda y empieza a lanzar cortes uno tras otro. Primero uno en horizontal, pasando de tu hombro izquierdo a tu hombro derecho. El segundo es descendente, desde tu hombro izquierdo a tu muslo derecho. El tercero es un corte en horizontal a la altura de tu cuello. Para el cuarto corte se agacha a una velocidad sorprendente y tras un giro de 360º, lanza un corte en horizontal directo a tus rodillas. Entonces, mientras se levanta, lanza un quinto corte, ascendente, desde tu pelvis hasta el final de tu cabeza. Tras eso se lanza hacia atrás de un salto, a varios metros lejos de ti, mientras cruza sus espadas y lanza un corte al aire, creando dos ondas cortantes y oscuras en cruz, que avanzan con intenciones de despedazar tus extremidades.
- Ataque de la gula. Sed de sangre. [Haki armadura lv 3]
Su fuerza es comparable a la tuya y su velocidad es muy superior. Parece ser que estar cerca suyo es peligroso, ya que el aura que tiene a su alrededor queman como si fuesen llamas de verdad. Para colmo, el aura oscura de sus armas hace que tus heridas sangren el doble y sea difícil parar la hemorragia.
(Si, este tipo cuenta con haki de observación lv 4)
Derian Markov
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Derian no sabía lo que pensar sobre aquel tipo. Aparentemente poseía alguna clase de zoan de... ¿demonio? A eso le recordaba aquel extraño ser cornudo. No tenía claro lo que era. Comenzaron su veloz y frenética danza, y a medida intercambiaban golpes una sonrisa comenzó a dibujarse en el rostro del vampiro. No era de felicidad, ni de orgullo, ni de nada similar. Era de puro sadismo. Había encontrado un oponente a su medida, un cazador como él. Tal vez incluso fuese más poderoso que él mismo en su forma de vampiro, lo que hizo al espadachín estremecerse de placer. Soltó una risotada salvaje cuando su espada se hundió en el torso de su enemigo, haciendo brotar el delicioso néctar carmesí de su interior. Se relamió con una sonrisa de demente, sin dejar de notar sin embargo la férrea oposición que había notado a su golpe. Su piel es dura... tendré que aumentar el nivel. Comenzó a canalizar energía hacia Vanator, activando el Estilo de las Doce Lunas para aumentar el poder cortante. Aquello parecía ser demasiado para las katanas del pirata, que reventaron al impactar contra la espada familiar de los Markov.
- Tú tampoco eres ningún principiante... pero tranquilo. Yo aun estoy calentando - dijo, con una expresión facial digna del asesino psicópata que era - Mi nombre es Derian Markov, Shichibukai y legítimo rey de Hallstat.
Al tiempo que Surok lamía su propia sangre, Derian hacía lo propio con la de su espada con cierta satisfacción. "Parece que no soy el único con sed aquí." Observó con cautela a su enemigo, colocándose en una postura defensiva. De repente detectó una amenaza inminente mientras el otro generaba unas espadas rojas. Su cuerpo se paralizó de puro terror, recordando a la Fauce Abisal en Mariejoa. Fue sólo un instante, menos de un segundo, pero fue suficiente. El pirata había desaparecido de su campo de visión, y de repente notó dos golpes sucesivos a su espalda, uno de hombro a hombro y otro cruzándola en diagonal y llegando hasta su nalga derecha. El primer golpe lo había empujado por la velocidad, por suerte para él dado que de haberle herido en la pierna el poder ignorar el dolor por ser un no muerto no le hubiese salvado de no poder moverse con efectividad. Se giró sobre sí mismo a una velocidad descomunal e interpuso por puro instinto a Vanator entre las espadas de energía, salvándose por muy poco de ser decapitado. Las armas del otro empujaron ligeramente a Vanator, pero Derian logró mantener la posición. "Soy más fuerte, pero su velocidad compensa eso. Me gana a fuerza explosiva, pero no a fuerza resistencia." Al verlo agacharse, no sólo notó la intención con su mantra, si no que fue obvio lo que pretendía. Dio un salto en que se impulsó con su levitación, y manteniéndose en el aire le lanzó una patada hacia la cara con haki armadura. Sin embargo, al hacerlo el arma de su rival atravesó la zona inmediatamente superior a la ingle ascendentemente, penetrando en sus intestinos. Suerte que era un vampiro. Para un humano ese hubiese sido un golpe mortal. Se apartó violentamente de él, haciendo que el arma rajara parte de su coraza, pues Surok seguía levantándose. De no haberse apartado, la hoja hubiese seguido cortando hacia arriba y tal vez se hubiera atorado en la coraza. Y no le apetecía quedar pegado con aquel monstruo cuerpo a cuerpo, ni tener que agarrarse el estómago para no irse dejando las tripas por el camino. "Nota mental: no volver a mi forma humana humana hasta haberme regenerado." Se dijo a sí mismo. Vio al otro retrocediendo, y entonces tuvo una corazonada. ¿La seguiría? Decidiendo confiar en sus instintos, saltó hacia Surok al tiempo que activaba Legión. En su mano izquierda se materializó una espada idéntica a Vanator.
- ¡Muere!
Activó de nuevo Legión para generar otra espada a la espalda de Surok, que apareció justo donde este terminaría su salto. A continuación, interponiendo el tercio fuerte de Vanator entre la dos espadas en el momento en que se cruzaban, cortó su movimiento ofensivo. Era posible, si la réplica fantasmal había atravesado a su rival, que le diese a él también al acercarse tanto, pero podía regenerarse. No le preocupaba. Imbuyó la réplica que empuñaba en haki armadura y las llamas azules de Bóreas, aprovechando que estaban cuerpo a cuerpo para intentar ensartar su corazón con esta. Pero no se acababa todo ahí, pues no le daría ocasión a intentar echarse hacia atrás. Mientras lanzaba su estocada, alargó el filo empleando Erebo, aumentando la velocidad del golpe (dado que la espada se alargaba al tiempo que avanzaba). El filo fantasmal también iba imbuido en llamas y haki, dando la impresión de que la propia llama era la espada. Y no se acabó ahí. Una tercera espada fantasmal apareció, hundiéndose en la sombra de Derian como si la cortase. Al tiempo que ocurría esto, de la sombra de Surok brotó una espada hecha de la misma en dirección a sus piernas. Las cortaría si no hacía nada.
- ¡Danza de las Cuatro Lunas! ¡Legión del Hielo Avernal!
- Tú tampoco eres ningún principiante... pero tranquilo. Yo aun estoy calentando - dijo, con una expresión facial digna del asesino psicópata que era - Mi nombre es Derian Markov, Shichibukai y legítimo rey de Hallstat.
Al tiempo que Surok lamía su propia sangre, Derian hacía lo propio con la de su espada con cierta satisfacción. "Parece que no soy el único con sed aquí." Observó con cautela a su enemigo, colocándose en una postura defensiva. De repente detectó una amenaza inminente mientras el otro generaba unas espadas rojas. Su cuerpo se paralizó de puro terror, recordando a la Fauce Abisal en Mariejoa. Fue sólo un instante, menos de un segundo, pero fue suficiente. El pirata había desaparecido de su campo de visión, y de repente notó dos golpes sucesivos a su espalda, uno de hombro a hombro y otro cruzándola en diagonal y llegando hasta su nalga derecha. El primer golpe lo había empujado por la velocidad, por suerte para él dado que de haberle herido en la pierna el poder ignorar el dolor por ser un no muerto no le hubiese salvado de no poder moverse con efectividad. Se giró sobre sí mismo a una velocidad descomunal e interpuso por puro instinto a Vanator entre las espadas de energía, salvándose por muy poco de ser decapitado. Las armas del otro empujaron ligeramente a Vanator, pero Derian logró mantener la posición. "Soy más fuerte, pero su velocidad compensa eso. Me gana a fuerza explosiva, pero no a fuerza resistencia." Al verlo agacharse, no sólo notó la intención con su mantra, si no que fue obvio lo que pretendía. Dio un salto en que se impulsó con su levitación, y manteniéndose en el aire le lanzó una patada hacia la cara con haki armadura. Sin embargo, al hacerlo el arma de su rival atravesó la zona inmediatamente superior a la ingle ascendentemente, penetrando en sus intestinos. Suerte que era un vampiro. Para un humano ese hubiese sido un golpe mortal. Se apartó violentamente de él, haciendo que el arma rajara parte de su coraza, pues Surok seguía levantándose. De no haberse apartado, la hoja hubiese seguido cortando hacia arriba y tal vez se hubiera atorado en la coraza. Y no le apetecía quedar pegado con aquel monstruo cuerpo a cuerpo, ni tener que agarrarse el estómago para no irse dejando las tripas por el camino. "Nota mental: no volver a mi forma humana humana hasta haberme regenerado." Se dijo a sí mismo. Vio al otro retrocediendo, y entonces tuvo una corazonada. ¿La seguiría? Decidiendo confiar en sus instintos, saltó hacia Surok al tiempo que activaba Legión. En su mano izquierda se materializó una espada idéntica a Vanator.
- ¡Muere!
Activó de nuevo Legión para generar otra espada a la espalda de Surok, que apareció justo donde este terminaría su salto. A continuación, interponiendo el tercio fuerte de Vanator entre la dos espadas en el momento en que se cruzaban, cortó su movimiento ofensivo. Era posible, si la réplica fantasmal había atravesado a su rival, que le diese a él también al acercarse tanto, pero podía regenerarse. No le preocupaba. Imbuyó la réplica que empuñaba en haki armadura y las llamas azules de Bóreas, aprovechando que estaban cuerpo a cuerpo para intentar ensartar su corazón con esta. Pero no se acababa todo ahí, pues no le daría ocasión a intentar echarse hacia atrás. Mientras lanzaba su estocada, alargó el filo empleando Erebo, aumentando la velocidad del golpe (dado que la espada se alargaba al tiempo que avanzaba). El filo fantasmal también iba imbuido en llamas y haki, dando la impresión de que la propia llama era la espada. Y no se acabó ahí. Una tercera espada fantasmal apareció, hundiéndose en la sombra de Derian como si la cortase. Al tiempo que ocurría esto, de la sombra de Surok brotó una espada hecha de la misma en dirección a sus piernas. Las cortaría si no hacía nada.
- ¡Danza de las Cuatro Lunas! ¡Legión del Hielo Avernal!
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Surok se dio cuenta de las intenciones de Derian, por lo que cuando la espada se creó a su espalda, simplemente intentó alzar el vuelo con sus alas. Aún así la espada atravesó su estómago y entonces una se dirigía a su corazón. Fue lo más rápido que pudo y giró su cadera, haciendo que la espada atravesara su hombro izquierdo y cortase el brazo. Por si fuera poco, su haki de observación le avisaba de un último golpe. ¿Era en serio? Una espada creció de su sombra hacia sus piernas. Tan solo pudo evitar que una de ellas fuese cortada, pero la otra, la izquierda, acabó separada del cuerpo.
Era obvio que no podía sobrevivir, pero aún así... Activó sus últimos pecados capitales con su últimas palabras.
- Activación completa... Pecado de la soberbia, lujuria, avaricia, envidia y... pereza, activas. - Decía empleando sus últimos esfuerzos.
Aquello lo mataría, pero tal vez consiguiese llevarse a aquel tipo por delante. Sus músculos empezaron a crecer, las amputaciones del brazo y pierna cicatrizaron. Su tamaño siguió creciendo y con su brazo restante, estiró de la espada del estómago, sacándosela. Estaba vomitando sangre, cada vez le quedaba menos tiempo de vida.
Su único brazo empezó a rodearse de un aura oscura que empezaba a tomar forma. Parecía una especie de espada que concentraba absolutamente toda su energía. Era un poder demoníaco y sobrenatural. Entonces alzó el espadón con sus últimas fuerzas, mientras caía de rodilla al suelo (ya que solo le quedaba una). Bajó su brazo a gran velocidad y creó una onda cortante enorme, que partiría la cubierta del barco en dos, a parte del camarote, mástil y demás... No daría de lleno en Derian, es más, tan solo pasaría por su hombro izquierdo, ya que la intención de Surok era hundirlo en los escombros y que tarde o temprano, se hundiera en el mar.
Era obvio que no podía sobrevivir, pero aún así... Activó sus últimos pecados capitales con su últimas palabras.
- Activación completa... Pecado de la soberbia, lujuria, avaricia, envidia y... pereza, activas. - Decía empleando sus últimos esfuerzos.
Aquello lo mataría, pero tal vez consiguiese llevarse a aquel tipo por delante. Sus músculos empezaron a crecer, las amputaciones del brazo y pierna cicatrizaron. Su tamaño siguió creciendo y con su brazo restante, estiró de la espada del estómago, sacándosela. Estaba vomitando sangre, cada vez le quedaba menos tiempo de vida.
Su único brazo empezó a rodearse de un aura oscura que empezaba a tomar forma. Parecía una especie de espada que concentraba absolutamente toda su energía. Era un poder demoníaco y sobrenatural. Entonces alzó el espadón con sus últimas fuerzas, mientras caía de rodilla al suelo (ya que solo le quedaba una). Bajó su brazo a gran velocidad y creó una onda cortante enorme, que partiría la cubierta del barco en dos, a parte del camarote, mástil y demás... No daría de lleno en Derian, es más, tan solo pasaría por su hombro izquierdo, ya que la intención de Surok era hundirlo en los escombros y que tarde o temprano, se hundiera en el mar.
- Imagen de la espada:
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