Batalla contra el bicho raro [Joseph]

Mientras caminaba sin preocuparme demasiado por ese ser, una sensación de peligro me sobrevino y no precisamente por haber despertado y dominado de forma básica el Kenbunshoku, sino que por instinto tuve la sensación de que posiblemente algo peligroso ocurriría. Sin pestañear siquiera al ver como la criatura me lanzaba un golpe con la viga a las costillas no tardé ni medio segundo en crear una barrera justo delante de mis costillas derechas deteniendo por completo la viga con la que me atacó la criatura. En situaciones como esta mi akuma era de gran utilidad y ya era hora de pasar al ataque por lo que aprovechando que ya tenía la mano cerca de mi arma no tardé mucho en tenerla lista para atacar.

En ese momento mi brazo derecho empezó a transmitir electricidad a la enorme cruz haciendo que las balas que se encontraban en su interior empezasen a rodearse de electricidad y a soltar chispas en el interior del arma. Sin dudarlo apreté el gatillo mientras apuntaba a las articulaciones principales de la bestia como hombros, codos y rodillas con el fin de dejarlo completamente inutilizado mientras yo me piraba del lugar.

Mi intento por pararle el ataque surtió efecto pero mi ataque no tuvo la misma tasa de éxito ya que solo atiné con dos de los disparos. Al parecer logré inutilizar su brazo izquierdo, pero eso solo consiguió enfurecer a la criatura que lanzó la viga al suelo y me empezó a atacar con un puñetazo al estómago de frente, un golpe que logré evitar con un ligero giro de 360º hacia la izquierda de forma que volví a quedarme de frente a la criatura que ahora me lanzaba una patada a las costillas izquierdas. No tenía tiempo de evitarlo así que usé mi mano derecha para reducir la fuerza del golpe evitando roturas en las costillas pero sin poder evitar que me provoque una ligera dificultad para respirar.

Pese a ello cuando vi que me lanzaba un cabezazo al pecho crucé mis brazos por delante de mi cuerpo con el brazo robótico por delante logré simplemente ser arrojado hacia atrás evitando mayores problemas. Era hora del contraataque pero atacarle directamente probablemente no me serviría de mucho así que pensé en otra cosa y al mirar alrededor de la criatura se me ocurrió una idea. Cogí con firmeza mi arma y disparé al techo y a la criatura a la vez con una cadencia enorme de forma que en pocos segundos la criatura o sería perforada por mis balas o sería aplastada por el techo que se caería debido al patrón de los disparos que lancé hacia el mismo.