Theo contra Kozato

CONTENDIENTES: Kozato Erie VS Theo Thawne

Escenario:
Isla Lavengre (West Blue)
Una gran manada de lobos, una carne exquisita y una "Lágrima de Ninfa". Esta isla es conocida por la deliciosa carne de vaca que es criada, por ser invadida por lobos y además ser nido de "Lágrimas de Ninfa".

Condiciones:
- Isla neutral
- Si gano, cobro su recompensa (el % que corresponda a mi rango)
- Daños on-rol (incluye probabilidad de muerte)

Especial:
Hace buen día, con una ligera brisa desde el mar. Mediodía.

Empieza Theo.

No puedo creer que al final haya accedido. Llevaba tiempo con el cartel de Se Busco de un tal Kozato Erie y había conseguido rastrearlo hasta aquí. Quería que Bya o alguien de la banda me acompañara, pero Bya insistió en que podía hacerlo sola. Resoplé mientras caminaba por la isla, mirando a todos lados en las concurridas calles de la ciudad, buscando el rostro que había visto ya tantas veces en el cartel de Se Busca. Entré en tabernas y pasé por mercados, enseñando el cartel y preguntando por la persona que aparecía en él, pero nadie parecía decirme donde se encontraba.

"¿Acaso nos equivocamos al rastrearlo?"

Me senté en la terraza de una cafetería y pedí algo de agua para beber y un bollo para alimentarme. Resoplé y decidí que, tras el descanso, si no lo encontraba volvería al barco. Puse el cartel frente a mí, en la mesa y me quedé mirándolo un largo rato, con una mano en la mejilla por el aburrimiento.

-¿Dónde estás...? -susurré, para después bostezar.

Kozato caminaba por las calles de la ciudad. Había acabado de comer una deliciosa muestra de la carne que se vendía en la isla, y no había quedado defraudado. Aún sentía cómo el sabor permanecía en su boca. Se relamió a gusto. Algunos de los transeúntes parecían conocerlo y le abrían paso, temerosos de que pudiera hacerles algo. Normal, debido a su recompensa la gente lo veía como un criminal. Y aunque no era un apelativo que le agradase, ciertamente le parecía gracioso que aquellos debiluchos le tuvieran miedo.

El hombre de pelo verde llegó a una zona próxima al puerto, llena de cafeterías, pubs y almacenes. Se detuvo un instante para abrocharse los cordones de los zapatos y siguió caminando en dirección a los muelles. Con un poco de suerte se haría con un pasaje no muy caro a la siguiente isla.

Ya estaba con el bollo a medio terminar mientras pasaba un dedo por la foto del criminal. Estaba de espaldas a la cafetería y de frente a la calle, con el bollo en la boca y concentrada por completo en las personas que pasaban por la calle, buscando a mi posible presa. De golpe, una figura delgada, de pelo verde y vestido de negro pasa ante la cafetería. Me levanto de golpe, dejando allí el cartel y una pequeña bolsa de berries para pagar lo pedido. Empiezo a seguir a Kozato mientras saco las tonfas que estaban sujetas a mi cintura, cogiéndolas por el mango.

Me transformé en forma híbrida para tener mayor potencia en las piernas y di un salto hacía él, dirigiendo un golpe a su cabeza con las tonfas y empezando el combate lo más rápido posible.

En aquel momento no sabía si me vería venir o no, si recibiría el golpe o si tal vez lo evitaría y contraatacara. Pero algo que me habían enseñado hace mucho y que siempre tenía en mente resonaba en mi cabeza: Quien ataca primero cuenta con ventaja.

Kozato caminaba tranquilamente, viendo a la gente apartarse de su ruta, cuando escuchó unos pasos corriendo tras él. Por instinto, se giró hacia el ruido, que venía de una mujer armada con tonfas, y apenas tuvo tiempo de moverse a un lado para que aquel arma no le golpease en la sien. Sin duda, aquel ataque a traición iba con la intención de dejarlo inconsciente. Por desgracia para él, el impacto se lo había llevado su hombro derecho.

- ¿Quién eres? -gritó mientras sus manos empezaban a brillar con un tono verduzco.

Con rapidez, trató de encajar tres golpes a la altura de la cabeza, en un rápido intercalado de derecha-izquierda-derecha, forzando el lado izquierdo de la chica. Sus manos estaban imbuidas con su aura verde más característica, por la que era reconocido. Un ataque imbuido con aquel color poseía características vibratorias que podían llegar a provocar heridas internas allá donde golpeaban, con lo que si lograba golpear en un impacto directo, posiblemente dañaría seriamente a la mujer y podría dejarla fuera de combate.

No entendía por qué aquella mujer lo había atacado por sorpresa. Solo existía un motivo: que estuviera tras su cabeza. Últimamente había tenido problemas con algunos cazadores de recompensas del tres al cuarto, por lo que no era de extrañar aquel comportamiento por parte de la mujer.

A pesar de que mi ataque no había alcanzado su objetivo principal, consiguió impactar contra su hombro cuando este se movió a un lado para esquivarme. Después de preguntar quien soy, sus puños empezaron a brillar de un color verde brillante, preparándose para combatir. Hice una mueca y separé mis piernas de velociraptor en una posición mas inamovible, esperando no ser forzada a moverme por sus golpes, de los cuales aún no conocía su potencia. Sus puños se movieron rápidos, dirigiéndose a golpear mi lado izquierdo. Sabiendo que no me daría tiempo a esquivar y sin saber lo que aquel brillo verduzco podría hacerme, coloqué el brazo con la tonfa en dirección a él con el propósito de bloquear los puñetazos con esta, mientras unas llamas moradas cubrían ambas tonfas, sin quemar. Mirando con decisión y una sonrisa macabra que mostraba mis colmillos de dinosaurio, contesté a su pregunta.

-Soy Theo Thawne, cazarrecompensas.

Tras aquello, dirigí la otra tonfa hacia su costado costado izquierdo, mi derecha, con las flamas activadas y la fuerza que me proporcionaba estar en forma híbrida.

Kozato logró golpear en el lado derecho del cuerpo de la chica con el segundo de los golpes. Los del otro lado fueron evitados cuando la mujer colocó una tonfa que brillaba con extrañas llamas violetas, que sin embargo parecían no quemar. Pero con haberle golpeado una vez debería bastar. Aquel golpe vibratorio era capaz de dañar internamente el cuerpo allá donde impactaba.

Sin embargo, y para sorpresa del chico, la mujer no parecía inmutarse. Esperaba que simplemente fuera porque aun no había recibido todo el daño del ataque, porque si era tan resistente como para evadir todo el daño de aquel ataque, estaría en problemas. Por suerte, parecía que el impacto había sido directo, por lo que solo tendría que esperar.

La mujer sonrió con unos dientes muy afilados en su boca, y se descubrió como una cazarrecompensas. El chico vio un movimiento llegando desde su izquierda, y supo qué era lo que iba a ocurrir. La otra tonfa. Sin embargo, éste solo era un ataque lateral, por lo que le sería fácil evadirlo con un buen juego de pies. Se hizo a un lado, hacia su derecha para recibir el mínimo daño posible, al tiempo que se cubría el costado con el brazo. Prefería un golpe en el brazo que en el cuerpo. Y así fue, la tonfa impactó, aunque con menos fuerza de la original, debido al movimiento de Kozato, que aprovechó que ahora estaba ligeraemente de lado a Theo para lanzar una rápida patada a la rodilla izquierda de esta, tratando de tirarla al suelo.

El chico intentó evitar mi golpe con un juego de pies, recibiendo parte del impacto de la tonfa en el brazo. Apreté los colmillos con resignación y empecé a sentir un dolor en el lado derecho.

"¿Me dió? ¿Cómo no me di cuenta?"

Tras recibir el golpe el muchacho dirigió un ataque a mi rodilla invertida de velocirraptor. Aproveché la fuerza de mis patas de dinosaurio y salté hacía atrás, con el propósito de alejarme de él y esquivar su golpe. Las llamas de las tonfas brillaban y mi costado derecho dolía. No tenía tiempo para mirarlo, debía seguir enfrentándome al boxeador.

Mi cola se mecía de un lado a otro, nerviosa. Mi cola podría ser un problema durante el combate, pues es un punto más donde golpear, pero la fuerza que me otorgaba la forma híbrida pagaba por ello.

Volví a avanzar, esta vez con el propósito de golpearle con la pierna en el costillar derecho para después intentar darle en la sien izquierda con la tonfa imbuida en llamas.

Kozato vio cómo la chica esquivaba su patada con un salto hacia atrás. Se movía bastante rápido, pero no importaba. Solo tenía que volver a golpearla, una y otra vez hasta que la chica colpasase por las heridas internas.

La mujer lagarto se lanzó contra él de nuevo, que ilusa. El chico activó su visión maestra, y vio cómo todo parecía transcurrir más lento de lo normal, a la mitad de velocidad. El chico vio el golpe con la pierna, y tan solo tuvo que saltar hacia atrás, del mismo modo que ella había hecho antes para evitar su ataque. Y entonces ella intentó golpearlo con su tonfa brillante. El chico cargó sus puños y lanzó un doble uppercut que envió una onda de choque contra el arma, deteniéndola y lanzándola hacia atrás con fuerza.

Si la chica aprovechaba el momento para recoger su arma, Kozato podría escabullirse por los callejones. Sin dejar de perder de vista a la mujer, empezó a retroceder, buscando una salida. Cuanto más se alargase el combate, mejor para él, porque el daño de la herida que había infligido sería mayor.

Casi como si previera mis movimientos, el criminal saltó hacia atrás y evitó mi patada. Mi tonfa fue directa hacia él, pero haciendo un puñetazo vertical hacia arriba consiguió arrancarla de mi mano, a la par que volvía a saltar hacia atrás para alejarse de mi. Podría aprovechar para recuperar la tonfa, pero el criminal la había mandado demasiado lejos. Eso sería darle unos segundos preciosos que podría utilizar para vete a saber que. Además, cada vez me dolía más el costado, no podía permitirme gastar más tiempo. Abrí la mano y tiré la otra tonfa al suelo.

"No importa, las recogeré cuando todo esto termine..."

Me llevé la mano a la espalda y saqué mi Bastón Kali, dándo un par de vueltas con él en el aire y terminando en una posición de combate en la que una de las puntas del bastón casi tocaba el suelo frente a mi, subiendo en diagonal hasta la parte trasera de mi cuerpo.

Corrí hacia delante y dirigí un golpe con la punta del bastón hacia su pecho, con el propósito de encenderlo justo antes de impactar.

Bastón Kali:

El chico empieza a correr, alejándose, pero en tu forma híbrida le das alcance. Al darse cuenta, el peliverde se gira, y mientras tu le golpeas con un puñetazo directo a tu cara. Pese a que no llega, lanza una onda contundente directa hacia tu cabeza un instante antes de que la punta del bastón lo toque y se active, soltando una descarga que hace que el chico quede medio paralizado, pierda pie y caiga al suelo en medio de un grito. Cuando la descarga cesa, el chico está tirado, temblando ligeramente y con los ojos en blanco.

Su ataque:

Conseguí alcanzar al criminal y el bastón fue directo hacia él. Pero no cayó sin antes dar un último golpe. Su puño brillante se dirigió a mi cara con fuerza, soltando una proyección de este hacia mí. No tenía ni idea de lo que haría, pero no podía hacer mucho, tan sólo reducir el daño. Solté la mano izquierda del bastón, sujetándolo tan sólo con la derecha y aún así dirigiendo este al criminal. Me cubrí la cara con el brazo y cerré los ojos, a la par que intentaba apartarme de la trayectoria un poco, sin alejarme del rival. Sabía de sobra que no podría evitar todo el daño, pero necesitaba reducirlo aunque fuera un poco.

Tras aquello me reincorporé. El costado seguía doliéndome, aunque la adrenalina del momento hacia que casi no lo notara. Me acerqué con el bastón apagado a Kozato, el cual se combulsionaba ligeramente en el suelo y le golpeé en la frente con él, con el propósito de dejarlo inconsciente del todo, llevármelo y cobrar su recompensa. Y después... tratarme las heridas en el barco.

La onda que ha enviado se divide en muchas ondas cortantes, que parecen haberte cortado seriamente en los brazos, haciendote rayas que seguramente dejen unas cicatrices en esa zona. Además, una de ellas logra superar parcialmente el brazo y golpea en la zona del ojo, aunque este último se salva del corte. Ahora tienes una raja vertical en el ojo derecho, que pasa sobre él. Y... ¿por qué no sientes el dedo meñique del pie? Oh, mierda, ves una mancha de sangre que empieza a cubrir el suelo, al lado de tu pie izquierdo.

Por suerte, parece que ese era el último ataque del chico, que ahora está en el suelo. Logras cargarlo hasta el cuartel más cercano, donde además te hacen los primeros auxilios. Enhorabuena por tu primera captura. Oh, y si no quieres que se vea esa marca en la cara, yo pensaría en comprar un parche. Tal vez hasta te quede bien y todo.

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EDIT: Hoja actualizada.