Todos Reunidos en Goa!! [Privado Haxter & barbazul & Maximilian D. Frinz]

En su trayecto por el East Blue Juka B.Volpi, un pirata amateur decide tomar un descanso en la ciudad de Goa. Al llegar a la ciudad logra divisar en el puerto un buque de la Marina, por lo que decide entrar a la ciudad silenciosamente.

Intentando pasar desapercibido Juka decide dirigirse a la plaza del pueblo donde se pierde entre toda la gente. Sigue un pequeño sendero que lo lleva a una vieja casona que tiene un cartel que dice "Taberna", segundos después de ver el cartel Juka entra al lugar al escuchar una patrulla de Marines que estaba vigilando esas calles.

Al entrar a la taberna el pirata ve que esta esta completamente vacía a excepción del cantinero. Juka se acerca a él y le dice:
- "Holaa.... mi nombre es Juka, ¿tu sabes porqué hay un buque de la Marina en el puerto?".
El cantinero le contesta:
- "Hola... la Marina ha venido porque se enteró de que unos cuantos piratas llegaron al pueblo y se van a empeñar en atraparlos".

Luego de escuchar la respuesta del cantinero, Juka sale rápidamente de la taberna y se dirige a la plaza, para posteriormente sentarse en un banco de la misma para esperar a esos "piratas" que la Marina se empeñaría en capturar.

El viento corría como la suave mano de una madre preocupada por darle el cariño a su hijo recién nacido. La mañana era agradable y el ambiente no podía estar mejor hasta que el capitán del barco mercante que se acercaba a Goa divisó un buque de la marina encallado en el puerto. Las pisadas de los hombres se hicieron sentir al instante, como un tropel de caballos salvajes ansiosos por salir al campo luego de años de cautiverio. Cuatro figuras encapuchadas estaban sentadas en un rincón oscuro del almacén del barco, la variedad de tamaños de este singular grupo era considerablemente graciosa, ya que entre ellos se alaban unos pies pequeños que simple vista podía resultar los de un niño o una joven adolescente de mediana edad. Uno de los hombres del barco bajo apresuradamente por las escaleras hasta apoyarse en una de los soportes de madera que funcionaba como barrera de seguridad para que nadie cayese bruscamente hasta abajo, se inclinó y busco con la mirada al grupo.

-Tenemos problemas, deberán bajar antes de lo previsto – acumuló un poco de saliva en la boca y la escupió a un lado – órdenes del capitán

Su cara arrugada y maltrecha por los constantes azotes de las tormentas vividas en alta mar desapareció luego de unos segundos otra vez por las escaleras y el grupo de 4 personas se colocó en pie. Una voz fría, tranquila pero firme dijo algo luego de que todos se miraran entre ellos.

-Nada de alborotos, si llamamos la atención no podremos conseguir algo aquí, lo importante es llegar a Grand Line vivos y con provisiones para conseguir un barco en Wáter 7. Debemos evitar la confrontación con los marines en lo posible.

-That’s so boring – dijo una voz en un tono decepcionado – no podremos divertirnos

-Prefiero evitar más problemas, Ryuto

-Maximilian tiene razón, perfil bajo por el momento – dijo una voz dulce y tierna que provenía de la figura encapuchada más pequeña del grupo

-Estoy de acuerdo – se pronunció el más grande de todos

Las cuatro personas fueron guiadas hasta un pequeño bote de emergencia que había guardado el capitán mercante por si ocurría algo y los dejaron marcharse para que no meterse en problemas a la hora de la revisión de rutina de los marines.

Al llegar a una de las playas cercanas de la ciudad de Goa, los cuatro encapuchados se dispersaron cada uno por caminos diferentes para no llamar la atención. El primero que había hablado en el barco era Maximilian D. Frinz, un pirata que ya llevaba algún tiempo a la mar pero que no había hecho mucho para llamar la atención de los marines a pesar de haber estado involucrado en situaciones que afectaban directamente con el orden público. El joven pirata llegó hasta una parte de pueblo donde se encontraba una taberna poco concurrida por que no vio muchas personas circular por allí. Una tropa de marines se acercaba por una de las calles inspeccionando cada lugar con cuidado. Maximilian entró rápidamente en la taberna y se sentó en una de las mesas libres que estaba lejos de la puerta esperando que el peligro pasara.

Llegaba a una isla, creía que era la de Goa pero no estaba muy seguro de ello, las corrientes a veces eran caprichosas, de lo único que estaba seguro, era que me haría buen tiempo. El mar me fue arrastrando hacia una playa, esta era de arena blanca y piedras de un color amarillento. Las olas me acercaron a la orilla, y en cuanto pude salté de ella y arrastré la barca fuera del agua en dirección a unos matorrales para guardarla. Una vez hecho esto me interne en el bosque cercano para buscar el camino a la ciudad más cercana.

Buscando por el bosque pude localizar una senda que parecía ser de cazadores, aunque parecía no haberse usado en varias semanas. Lo seguí con cuidado por si acaso tenía alguna trampa o algún problema por el que dejaran de usarlo. Lo recorrí durante un largo trecho sin problemas hasta que al final me tope con un gran muro. Mirándolo mejor podría llamarse muralla, esta era de piedra y de unos 5 metros de alto. Pase a forma hibrida y salté subiendo por las piedras, agarrándome por los resquicios que quedaban ente las piedras. Al llegar arriba me asegure de que nadie miraba y salté a la parte alta.

Una vez en la ciudad y en mi forma normal y salí a las calles de la bulliciosa ciudad. Ahora solo me quedaba encontrar un lugar donde quedarme a dormir y donde poder beber unas buenas jarras frías de cerveza.

Luego de esperar un buen rato sentado en una de las bancas de la plaza central de Goa, el pirata Juka B.Volpi supuso que los piratas sospechosos que buscaba la Marina no estarían por allí ya que nadie en los alrededores parecía sospechoso. El pirata decidió entonces dirigirse de regreso a la taberna, la cuál si antes le había brindado información, podría hacerlo de nuevo.

En el camino Juka se topó con una patrulla de Marines que al reconocerlo lo perciguieron. Después de un rato corriendo al rededor de toda la ciudad, parecía que ya los había perdido. Por lo tanto retomó su camino hacia la taberna.

Al llegar a ella, no solo estaba el cantinero con el que previamente había hablado sino que también había un personaje desconocido para el joven pirata. Este era un hombre delgado medianamente alto con un cabello negro y largo. Este le parecía una persona sospechosa a Juka, por lo tanto pensó que podía ser uno de los piratas que la Marina estaba buscando.

Entonces el joven pirata tomó la decisión de sentarse en una silla ubicada en la misma mesa del desconocido, y le preguntó al mismo :"Hola... ¿eres de por aquí? Yo soy Juka B.Volpi un pirata que esta en esta isla buscando una buena aventura". Mientras esperaba la respuesta de su ahora compañero de mesa, miró al cantinero haciéndole un gesto para que le trajera una buena jarra de sake.

El lugar desprendía un tenue olor a alcohol, tal vez debido a que la noche anterior fue derramado un poco de cerveza en los rincones del local. La mesa en la que Maximilian había decidido sentarse tenía algunas grietas en su superficie al igual que la silla. Chillaba un poco cuando el joven pirata se recostaba sobre su respaldar tratando de relajarse pero sabía que no era el momento. Al fin y al cabo, era un pirata, un hombre buscado en el mar por su acciones, buenas o malas pero iban en contra del orden mundial. Su mirada era suave y fija en punto distante del otro lado del lugar donde se alaba sentado. Sus manos delgadas pero fuertes se habían entrelazado entre sus piernas y parecía meditar en algún que otro recuerdo. La taberna estaba vacía y solo detrás de la barra se veía a un hombre, el encargado del lugar, limpiando los vasos de vidrio con una tela un poco decolorada por ser usada tantas veces. Por un segundo, la mirada del pirata se quedó fija en el rostro desganado de aquel hombre y se puso a pensar en que tal vez no tenía mucha suerte en el negocio. Estaba a punto de levantar la mano para pedir que viniera y le trajera algo de comer pero justo en el momento en que sus manos se liberaron para que la derecha comenzara a elevarse, la puerta se abrió. Una figura alta y de aspecto fornido dio unos cuantos pasos para detenerse y barrer con la mirada el lugar. Su atención se centró en Maximilian y caminó hacia el con soltura.

Maximilian lo vio venir pero no quería problemas con nadie, así que debía evitar luchar bajo cualquier circunstancia. Cuando se presentó y dijo que era un pirata, una sensación de mediana tranquilidad hizo que Max dejara de sujetar con cierta presión el mango de una de sus katanas. Llevo su mano a su bolsa de cuero trasera y saco una botella con un líquido rojizo dentro.

-Mi nombre no es importante, Max podría usarlo perdona mi recelo hacia ti pero en estos días no se puede confiar en nadie

Quito la pequeña tapa de la botella y bebió un sorbo del líquido rojizo.

-¿Deseas?, es jugo de frutas

La ciudad era bastante bulliciosa, y estaba llena de puestos ambulantes y de comerciantes de toda clase de objetos. También parecía tener una excesiva presencia de marines, a que se debería aquello, bueno tendría tiempo de sobra para averiguarlo. Seguí la calle principal, hasta darme de que todos los locales de esta eran de nivel medio alto, cosa que sobrepasaba mi cantidad de efectivo para gastar. Por lo tanto me interne por las calles laterales, donde los garitos tenían peor aspecto y había menos gente, y esta tenia peor pinta.

Tras varias horas de caminata al fin encontré algo que podría adecuarse a lo que buscaba, no parecía demasiado ruinosa, pero tampoco tenia la mejor de las pintas. Cuando entre a parte del tabernero había solo dos tipos más dentro, uno de pelo negro y largo y el otro de pelo negro también pero con un peinado muy extraño. Me acerqué hasta la barra a pedir una jarra de cerveza al tabernero y preguntar por alguna posada cercana de precio bajo. Mientras esperaba la bebida intente escuchar la conversación de los dos tipos disimuladamente, en principio tampoco me interesaba mucho.

Tras haber escuchado la respuesta de su compañero de mesa, Juka dejó esperando unos segundos al hombre delgado y le contestó:"No gracias... soy más del alcohol". Cuando pronunció la última palabra, la puerta de la taberna se abrió y entró un hombre de cabello azul que pidió un trago al cantinero. Juka se le quedó mirando, y se olvido completamente de su compañero, al pasar unos segundos, el pirata tomó un sorbo de sake y le dijo al peliazul: "oye tu... ven... únete a nuestra mesa! y cuando dijo eso, dio vuelta su cara y miro fijamente al hombre delgado y le dijo:"tu tienes toda la pinta de pirata... se te nota a kilómetros... ¿así que dime... porque te busca la Marina?