Emile contra la tríada

Por un momento, las palabras del CP le resultaron tan convincentes que hasta él mismo llegó a pensar que el agente creía que él no era Émile. Al instante siguiente cayó en lo ilógico de aquello, dado que acababa de confirmárselo mentalmente. Entonces, ¿cómo había ocurrido? "No se por qué, pero este tipo es un gran mentiroso. Tal vez incluso su disparatada mentira sirva de algo." Y ciertamente, vio al líder del grupo dudar. El de la calavera... era imposible saber qué pensaba con aquella máscara. En fin, tal podría llegar a tener suerte y librarse de aquella, aunque con un método un poco extraño. Ya empezaba a notar un ligero alivio, cuando de repente una presencia sobrecogedora y aterradora hizo que un escalofrío le recorriese la espalda. Dicha presencia venía del enmascarado, el cuál a continuación comenzó a acusar al otro de engañarles y dijo algo de su "poder". Dándose cuenta del grave peligro en que estaba, y notando una intención asesina proveniente del tipo de las guadañas, trató de evitarlo:

- ¡No! ¡Cometéis un erro...!

No le dio tiempo a más. De repente notó un intenso dolor, y una herida le apareció desde la pierna izquierda al hombro, saltando un chorro de sangre de esta. Notó su cuerpo debilitarse, y el aura roja desapareció. "¿Kairoseki? Mierda..." Tanto él como el de la máscara comenzaron a caer rápidamente. ¿Qué le había pasado al otro? "Mi aura de energía demoníaca..." No podía estar en una situación más desesperada. Ansioso y aterrorizado, trató de pensar qué hacer, pero sus pensamientos estaban nublados por el terror que le inspiraba el hombre de la guadaña. Los efectos de su aura aun persistían. Fue entonces cuando una oscura presencia se manifestó en su interior, hablándole. "Realmente no sabes hacer nada por ti mismo... ¿así piensas vengar a tu padre?" la malévola risa de Lucifer resonó en su mente "Muy bien... salvaré tu vida una vez más." Entonces notó cómo perdía el control de su cuerpo. Lucifer enfundó las pistolas y se dirigió hacia el CP, al tiempo que apoyaba la mano izquierda sobre el corte, y este empezaba a brillar en dorado.

- ¡No te haré daño! Intentaré recogerte - le dijo Lucifer, con la voz de Émile, al agente caído.

Soportando el dolor de la herida como pudo, trató de sujetarlo con el brazo libre, para a continuación comenzar a ascender de nuevo. La herida comenzó a cerrarse lentamente con su poder de "Misericordia", potenciado por la energía que había podido recargar y la extraída del alma que había consumido. Aun así le dolía a horrores, y era consciente de que si no fuera por su cuerpo demoníaco le hubiera partido a la mitad, y que sin su poder curativo seguiría siendo una herida mortal. Pero pronto dejaría de serlo si podía seguir curándose.

- En cuanto recuperes fuerzas, avísame y te soltaré - dijo al de la guadaña, mientras volvía a ponerse a la altura de los otros dos - Bien, ahora os pido que me dejéis terminar de explicarme. Prometo no intentar escaparme ni hacer nada similar. Es cierto que voy vestido como Lion D. Émile solía hacerlo, aunque desconocía que había cambiado. Un error por mi parte, que curiosamente me ha salvado de un ataque a tres bandas.

Tosió sangre. Mierda... aquella herida había estado a punto de matarlo. Le había dado en un pulmón, y estaba seguro de que poco había faltado para rasgarle el corazón. Había bastantes arterias principales comprometidas, y no era médico ni lo necesitaba para saber que si no mantenía la curación hasta cerrar la herida de todo lo antes posible, moriría desangrado. Mandó un mensaje telepático a su agente "aliado" nuevamente. "Apóyame en mi versión de una manera discreta, algo como que es convincente, o al menos en cuanto te hayas recuperado. Deberías hacerme caso, ambos estaremos en un buen lío si no lo haces... y sigo manteniendo mis promesas si logramos salir vivos y libres de esta. Ahora que tu colega está más "calmado", creo poder engañar a tu jefe. Eso sí, hazlo de la manera más discreta posible, o desconfiarán dado que ya sospechan de ti" dijo Lucifer, bastante confiado en sus posibilidades. Émile era un buen mentiroso, pero para aquella tarea él sería definitivamente mejor y más apropiado. Nadie mentía mejor que el propio rey de los Infiernos. Recordando que su gente debía estar en camino, mandó un mensaje telepático: "Soy Lucifer. No hagáis nada ni os aproximéis más aun. Diego, tú tal vez convendría que estés un poco más cerca, pero mantente en un perfil bajo y aun así a gran distancia. Creo que puedo sacar a Émile de esta sin combatir."

- Lamento tener que decirte esto, agente, pero tu Gobierno os ha enviado a todos como carnaza - miró el campo de batalla - ¿No ves cómo curiosamente mi ataque, que aparentemente ha cambiando las tornas de la batalla, en realidad ha hecho que las tropas de Hallstat salgan de sus madrigueras? Eso los dejará indefensos cuando llegue la Buster Call - continuó, señalando con la cabeza hacia la línea de barcos del horizonte - Es cierto que os he atacado, pero han sido órdenes de arriba. Mi nombre en clave es Astaroth, y soy un agente especial. No estoy directamente relacionado con el CP, aunque a menudo he recibido órdenes de estos. Mantengo mis palabras - dijo, frunciendo el ceño - Lo que está haciendo el Gobierno es terrible, y ambos tan sólo cumplimos órdenes y representamos nuestro papel. Sin embargo... - sacudió la cabeza, fingiendo estar molesto y pesaroso - ¿Hasta qué punto está justificado? Pero en fin, no estoy aquí para tratar temas morales. Atacar a vuestra división ha sido un error por mi parte. Desconocía vuestro poder, y os tomé por un grupo de asalto más al que "convencer" de retroceder. ¿Por qué vengo disfrazado de Lion D. Émile? Bueno, eso ha sido debido a mi papel en la corte del rey Derian, haciéndome pasar por pirata y luchando de su lado. A cambio de teóricas grandiosas recompensas, yo le ayudaría en la guerra, cuando en realidad llevo todo este tiempo recabando información sobre sus defensas y preparándolo todo para este momento, cuando tendría que intervenir de ser necesario para hacer retroceder a los atacantes. ¿Por qué no ordenar una retirada sin más? Bueno, no soy un general ni un estratega militar, pero supongo que los de arriba preferían darle al enemigo una falsa impresión de que estaban ganando, para que saliesen de sus escondrijos. Si nuestras tropas se hubieran retirado sin más, los de Hallstat hubieran corrido a refugiarse al subsuelo.

Si le habían dejado hablar todo ese rato, lo peor de su herida ya estaría más o menos sanado, aunque la abundante pérdida de sangre lo había dejado débil y pálido. Si colaba, ya no estaría en condiciones de seguir peleando por mucho que regenerase energías. "En el momento en que recibí semejante ataque, el combate quedó sentenciado. O lo hacía terminar, o moría sin remedio." pensó Émile. "Gracias, maestro... espero que esto cuele, o estaremos en apuros" le dijo a Lucifer. El Diablo no le contestó. Supuso que era porque prefería mantenerse centrado en lo que estaba haciendo, curándole al tiempo que trataba de idear una mentira para sacarle de ahí. En ese momento agradeció a su buena suerte no haber mostrado sus poderes en público (quedando supervivientes, vaya) más a menudo. La únicas veces habían sido el combate contra Vader, Loguetown y el asesinato del Señor de la Caza. Y por suerte para él, en el combate contra Vader aun no dominada su akuma, con lo que sólo había mostrado sus habilidades de tirador y su forma completa. En Loguetown sólo había actuado para salvar de la muerte a Sharp, sacándolo de allí en forma de Lucifer. En Mariejoa no había llegado a combatir, y cuando el asesinato de Miden... bueno, los supervivientes (los que llegaron a escuchar algo y no se quedaron sordos temporalmente) sólo escucharon un fuerte estallido y vieron una luz cegadora. Todo se acabó en un instante. No llegó ni a haber batalla.

- Lamento mucho todo el daño que he ocasionado, pero como he dicho, eran mis órdenes y debía cumplirlas por mucho que me desagradaran - a continuación, le hizo una leve inclinación de cabeza respetuosa al espadachín - Discúlpame por mis duras palabras. Estaba interpretando mi papel aun... lo cuál fue una temeridad por mi parte. Tenía órdenes de mantener mi identidad en el más estricto secreto, pero la situación no me ha dejado más remedio que revelarme. Creo que sería estúpido pedir que no informes de esto, pero si te fuera posible, me evitarías un problema por haber revelado secretos de Estado. Aunque coincidirás conmigo en que no me quedaba más remedio, y revelárselo a agentes del CP no debería causar una gran conmoción. Ahora... si no tenéis intención de detenerme, necesito retirarme - dijo, con voz cansada y débil - Y vosotros también deberías iros antes de que llegue la Buster Call, o de que Derian se fije en nosotros. Os recuerdo que nuestras tropas están en plena retirada, y que el haki de observación es particularmente sensible a presencias como las nuestras. Ya nos hemos arriesgado mucho.

En el improbable caso de que Derian se estuviera acercando, lo alertaría mediante un mensaje telepático de la situación. No le apetecía inconvenientes como un ataque del rey de Hallstat, que seguramente no haría distinciones entre amigos y enemigos si lograba eliminar a dos rivales con un aura tan intensa como el espadachín y el enmascarado.

A Émile no le gustó demasiado cómo se resolvió el asunto. Ayudar a luchar contra Derian no entraba en sus planes... y en su estado de debilidad actual no estaba en condiciones de combatir. Por mucha energía que hubiera recuperado, necesitaría más tiempo para recuperarse de la pérdida de sangre aun con los poderes de Lucifer, y dudaba que aquella gente se lo fuera a dar. Sin embargo, el Diablo se mostraba seguro de sí mismo y conforme con todo aquello. "Maestro, ¿qué haremos ahora? Combatir al rey es una locura." La respuesta no se hizo esperar: "Aprovéchate de tu condición actual como excusa para mantenerte en la distancia, proporcionando apoyo como tirador. Evita causar un daño real al rey o a sus hombres, y proporcionales el Pacto con el Diablo. Obviamente avisa de todo esto antes al monarca... no queremos enemistarnos con él."

- Bien, aunque en mi estado actual me temo que no podré hacer mucho más que cubriros las espaldas como tirador. Mi participación en la guerra me ha desgastado mucho, y sería más un estorbo que una ayuda en un combate abierto.

Ya no tenía muy claro si esas palabras las había dicho él o Lucifer. Normalmente el que tenía el control era uno u otro, y cuando actuaban a la vez solía ser porque luchaban por el control del cuerpo. Muy rara vez acababan coordinándose para actuar en conjunto... aunque la situación realmente lo exigía. Contactó mentalmente con su agente aliado, y le dijo: "De momento hemos tenido suerte... buen trabajo. Cierto, ¿cómo te llamas? Bueno, cuando acabe esta batalla estaremos en problemas, pues averiguarán mi identidad y descubrirán que me has ayudado. Sin embargo no debes preocuparte, si sigues todas mis instrucciones podemos salir ilesos de aquí. Tan sólo debes aceptar mis condiciones: jura no traicionarme y obedecerme, acepta mi Pacto de Lealtad, y no sólo te sacaré vivo, si no que te daré todo lo que te he prometido y más. Tranquilo, podrás rechazar el Pacto una vez hayamos acabado todos nuestros negocios juntos si así lo deseas. Y además, su principal uso es alertarme si pretendes traicionarme. Sólo es un seguro de vida por mi parte..."

Mientras esperaba que fueran hacia donde tocara, contactó mentalmente con Derian. Debía alertarle de lo que estaba pasando y de sus planes. "Majestad, soy Émile. Ya os alerté hace un rato de que estaba siendo interrogado por el CP y que he tenido que fingir ser aliado suyo para evitar ser ejecutado. Pues bien, me he enterado de información importante. Están a punto de lanzar un último ataque contra vos antes de la Buster Call, y me han ordenado apoyarles. Fingiré estar de su lado, pero mantendré las distancias y procuraré estorbarles lo máximo posible para facilitaros la batalla. En el momento en que comencéis a luchar, potenciaré vuestro cuerpo. Mantendré esta comunicación mental abierta para que podamos coordinarnos. Puedo hacer que una persona de mi elección sufra un intenso dolor con sólo enviarle un mensaje mental... durante la batalla tan sólo ordenadlo y yo iré debilitando a aquellos que consideréis apropiado." En el caso de que el CP hubiese aceptado su Pacto de Lealtad, informaría a Derian de su existencia y de que era un aliado. En caso contrario, no se molestaría de decirle nada. Si el agente no le había jurado de lealtad, era demasiado peligroso mantenerlo a su lado, y si moría durante la batalla sería un peligro menos... "También debo informaros acerca de los tres Cipher Pol que me he encontrado. He logrado averiguar las habilidades de dos. Hay un tipo encapuchado que es capaz de hacer creer a la gente las mentiras más increíbles. Estad prevenido contra él" en caso de que el CP hubiese jurado el Pacto, le avisaría de que ese era su aliado y no diría lo de "estad prevenido". "Además de eso, hay un hombre con una máscara de calavera que porta dos guadañas. Creo que domina el haoshoku, y combate con guadañas. Tiene una dorada que aun no ha empleado y desconozco su función. Sin embargo hay otra negra que ha perdido durante el combate. Os alertaré si la recupera... es peligrosa. Está hecha de kairoseki." Prestaría especial atención a ese tipo. Si recuperaba su guadaña, avisaría a Derian al instante. "Por último, sabed que es endiabladamente rápido... he visto a gente muy veloz, pero a este ni le he visto atacar hasta que ya estaba golpeando. Por último hay un espadachín... parece el jefe. Desconozco sus poderes, pero su presencia es similar en poder a la del hombre de la calavera. Igual no tan intensa, lo que delata que no es usuario de hao, pero es poderoso."